El Parque Nacional de Thingvellir es una parada obligatoria de cualquier ruta por Islandia. No solo por su cercanía a la capital, que suele ser el punto de llegada al país, sino también porque forma parte de la popular ruta del Círculo Dorado que realizan todos los viajeros. Es un sitio de una belleza especial que conjuga escenarios naturales increíbles y una parte fundamental de la historia del país. ¿Listo para descubrir todo lo que puedes hacer en este parque nacional Patrimonio de la Humanidad? ¡Vamos a descubrirlo juntos!

Thingvellir-Islandia

Thingvellir se encuentra ubicado en el área volcánica de Hengill, a unos 40 kilómetros al este de Reikiavik, la capital islandesa y otra parada recomendada. Cubre 24.000 hectáreas en donde se alzan imponentes montañas, campos de lava cubiertos de hierba, lagos, cañones y más. Sin embargo, la estrella del parque es una gran grieta (fisura de Silfra) que muestra la división entre las placas tectónicas euroasiática y norteamericana. En otras palabras, la belleza natural del Parque Nacional de Thingvellir es única en el mundo, en parte por la fauna y flora que habita en el Lago Thingvallavatn y, especialmente, por su situación geográfica.

¿Sabías qué? Gracias a su ubicación sobre esta fisura geológica, Islandia es el territorio más joven del planeta. El aporte constante de los volcanes submarinos de la zona terminó elevándola por encima de la superficie del agua y dando lugar a esta isla de forma casi redonda. La teoría de la deriva de los continentes se aprecia mejor que en ningún otro punto de la tierra. Por eso mismo, los amantes de la geología tienen en Thingvellir una cita obligada.

El Círculo Dorado de Islandia

Prácticamente, todos los viajeros que visitan Islandia realizan en algún momento la emblemática ruta del Círculo Dorado. Este circuito turístico cuyos atractivos se concentran en las cercanías de Reikiavik, es el más famoso del país. Las imágenes de sus tres grandes protagonistas aparecen en las postales y los sitios web de Islandia, como un anticipo de lo que el viajero encontrará allí.

Los integrantes del Círculo Dorado de Islandia son la icónica cascada de Gullfoss, famosa por su belleza; la zona geotérmica de Geysir, en donde podrás presenciar el espectacular fenómeno de los géiseres; y el Parque Nacional Thingvellir.

Si te preguntas qué tiene de especial el parque para formar parte de la ruta más popular del país, lo irás descubriendo a lo largo del artículo. Aunque, podríamos decir que las razones son muchas. Por un lado, es un sitio único en el cual los procesos geológicos de Islandia se desarrollan delante de tus narices. Además, allí comenzó a escribirse la historia de la nación, tal como descubrirás más adelante. Sean cuales sean tus intereses, seguramente encontrarás en Thingvellir un sitio fascinante.

Acontecimientos históricos ocurridos en Thingvellir

Thingvellir se traduce como «los campos del parlamento» y en breve comprenderás por qué. Este tesoro islandés no solo está definido por sus singulares características geológicas, sino también por su historia. Sus tierras fueron testigos de algunos de los acontecimientos más representativos de la historia de Islandia. Por eso mismo, a fin de preservar la belleza paisajística, el entorno y la historia del parque, la UNESCO decidió declararlo Patrimonio de la Humanidad. Veamos concretamente qué fue lo que ocurrió en este rincón del mundo.

En el año 930 los vikingos fundaron en la zona donde hoy se encuentra el parque el llamado Alþing. El mismo representa una de las instituciones parlamentarias más antiguas del mundo. Enmarcada por la Roca de la Ley (Lögberg) y una bandera islandesa, era el sitio donde se reunía el parlamento una vez al año para recitar las leyes acordadas y castigar a quienes infringían la ley. La Roca de la Ley está emplazada junto a la fisura del Almmanagja, un acantilado que, según se dice, por sus características servía como amplificador natural que permitía que los miembros de la asamblea pudieran oír los discursos.

Fue en Thingvellir donde se produjeron la mayoría de los giros más importantes en la historia del país. Por ejemplo, en el mismo sitio en donde los jefes tribales se reunían periódicamente, 70 años después la isla abandonó su sistema de creencias paganas y se convirtió al cristianismo (en el año 1000 d.C.). Casi un milenio más tarde, el 17 de junio de 1944, en estos solitarios y aislados parajes los islandeses declararon su independencia de Dinamarca y confirmaron a su primer Presidente.

Thingvellir-Islandia
Panorámica de Thingvellir

Lamentablemente, no hay demasiadas pruebas de las reuniones anuales del parlamento de Thingvellir. Esto es porque la gente que asistía a las reuniones construía refugios temporales y los desmantelaba una vez finalizada. Sin embargo, si prestas un poco de atención, podrás ver los antiguos cimientos de este sitio tan trascendental, algunos de los cuales se han sumergido bajo el agua a medida que el valle se ha ido hundiendo.

Los vestigios del Althing comprenden los restos de 50 chozas construidas con turba y piedras, así como huellas de las actividades agrícolas que tuvieron lugar entre los siglos XVIII y XIX. Además, se cree que hay enterrados vestigios arqueológicos que datan del siglo X.

Geología de Thingvellir

A este especial patrimonio histórico se suman los particulares rasgos geológicos de Thingvellir, que con el paso del tiempo han forjado un paisaje inhóspito y extraordinario en donde convergen las placas tectónicas euroasiática y norteamericana. Dicho de otro modo, el valle de Thingvellir es el punto exacto de la intersección geológica entre los dos continentes. Veamos esto con un poco más de detalle.

Islandia se encuentra dividida por la Falla del Atlántico Medio. De ese modo, sectores como los fiordos occidentales y Reikiavik se ubican en la placa tectónica norteamericana; por su parte, lugares como el glaciar Vatnajökull y los fiordos orientales, lo hacen en la placa euroasiática. Lo maravilloso de Islandia, es que se trata del único punto del mundo en donde esta grieta está por encima del nivel del mar. En otras palabras, en ningún otro sitio podrás admirar los bordes de ambas placas como lo harás en Thingvellir.

Cuando ingresas al parque desde Reikiavik, el camino desciende por un escarpado acantilado hacia un valle. Si miras la cara de este acantilado, estarás mirando (literalmente) el borde de Norteamérica. Si atraviesas el parque, ascenderás por el otro lado junto a otra pared, allí estás en Eurasia. Entre medio de ambas paredes rocosas aparece un valle intermedio, en donde se encuentra Thingvellir, conocido como el valle de la grieta. Increíble, ¿no crees?

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Desde épocas milenarias las placas norteamericanas y euroasiáticas se separan a una velocidad aproximada de 2,5 cm al año. Estos movimientos generan efectos muy claros dentro del parque. Así, los campos de lava procedentes del magma que brotó cuando los continentes se separaron, configuran los paisajes del valle. Además, la zona está llena de barrancos que desde siglos son el resultado de los terremotos. De hecho, en Thingvellir siguen produciéndose terremotos a diario, aunque en general no se sienten por su baja intensidad. En los últimos 2000 años ningún volcán ha estallado en la zona, aunque no se considera que la actividad volcánica se haya extinguido. Los geólogos prevén que se produzcan más erupciones, solo que no saben cuándo.

Recorrido por Thingvellir

¿Sabías qué? El Parque Nacional Thingvellir recibe unos 700.000 turistas al año, convirtiéndose en uno de los lugares más visitados de toda Islandia. Además, por su cercanía a Reikiavik y por ser la primera parada del Círculo Dorado, se espera que las cifras aumenten con el tiempo.

Thingvellir se divide en varias zonas sorprendentes. Los diferentes senderos que lo recorren te llevarán a campos de lava cubiertos de árboles, a la famosa Roca de la Ley y otros puntos turísticos de los que te hablaremos a continuación.

En el parque podrás visitar el lugar donde se fundó el primer parlamento de Islandia, conocer el centro de información interactivo, visitar la iglesia de Thingvellir y hacer diferentes actividades. Si prefieres algo más tranquilo, tienes la opción de pescar en el lago o hacer cabalgatas. Si tienes un espíritu más aventurero podrás hacer buceo y snorkel en la grieta Silfra, que separa los dos continentes y posee una de las aguas más cristalinas del mundo. Otro atractivo del parque son las fantásticas auroras boreales que pueden contemplarse en determinadas épocas del año.

Langistígur

La primera parada se trata de un mirador increíble al cual se accede antes de llegar al parque. Para eso te sugerimos tomar la carretera 36 hasta un desvío que conduce a un estacionamiento. Desde allí parte un sendero que lleva hasta Langistígur, un punto de observación desde donde obtendrás impresionantes vistas de la llanura.

Este punto es uno de los mejores para observar la dorsal mesoatlántica, con la placa norteamericana al oeste y la placa euroasiática al este. Poder contemplar las numerosas grietas provocadas por la intersección de las placas tectónicas es realmente fascinante.

Luego de tomar un par de fotografías en este mirador, te sugerimos continuar hacia el centro de bienvenida ubicado en el ingreso del parque. Allí podrás informarte sobre los servicios e instalaciones de Thingvellir y adquirir un mapa con los diferentes senderos disponibles.

Langistígur-Islandia

Lögberg – Roca de la Ley

La primera parada de los turistas suele ser en la histórica Roca de la Ley, delimitada por una bandera islandesa. Allí encontrarás una gran pared de roca por la cual podrás adentrarte en medio de las crestas y fallas. Como te contamos al principio, podríamos decir que la historia de Islandia comenzó a escribirse en este sitio, con el establecimiento de la asamblea general de Alþing. La misma nació alrededor del año 930 y se mantuvo hasta 1798, representando el parlamento más antiguo del mundo. Allí se reunía el lögsögumaður («hablante de leyes») con el resto de los congregados y se discutían las diferentes leyes. Al mismo tiempo, se ejercía el castigo debido a los criminales.

Este punto histórico se encuentra emplazado delante de la fisura del Almmanagja, del cual te hablamos al principio.

Almannagja y cascada Öxaráfoss

Si tomas el sendero que corre hacia el norte llegarás al acantilado más profundo del parque, por el cual discurre el cauce del río Öxará. Esta impresionante falla geológica tiene una longitud de 7,7 kilómetros y en algunas zonas alcanza una profundidad de 40 metros, en donde se ve claramente la separación entre las dos placas tectónicas. No dejes de caminar entre la falla admirando las enormes paredes de roca, mientras disfrutas de un paisaje verdaderamente alucinante.

Bajo una pequeña cascada llegarás a una especie de charca natural llamada Drekkingarhylur, en donde entre los siglos XVI y XVIII las mujeres eran asesinadas por adulterio, perjurio, incesto y brujería. En este sitio siniestro las víctimas eran arrojadas al agua con sacos cargados de sal atados a la cintura.

Al final del camino te toparás con la hermosa cascada Öxaráfoss, que si bien no es la más impresionante del país, guarda mucho encanto. La base de esta cascada se caracteriza por la presencia de rocas muy oscuras que crean un fotogénico contraste con el blanco de la espuma del agua.

cascada-Öxaráfoss

El lago Thingvallavatn

Hacia el sur se encuentra el lago de origen volcánico Thingvallavatn, cuyos 84 km² ocupan gran parte del valle. Considerado como el lago natural más grande de Islandia, este cuerpo de agua ha sido bendecido con una rica biodiversidad. La estrecha relación entre el ecosistema del lago y la historia geológica de la zona, hacen que Thingvallavatn ocupe un lugar especial entre los lagos del mundo.

A pesar de las frías temperaturas, el lago Thingvallavatn es especialmente fértil y rico en vegetación. Esto es posible gracias a la corta edad de la lava, que hace que las aguas subterráneas absorban muchos minerales. De hecho, se han encontrado un total de 150 tipos de plantas y 50 clases de invertebrados desde la orilla del lago hasta el centro.

Dato curioso: en el lago Thingvallavatn, así como en otros sectores de Thingvellir, se filmaron escenas de la aclamada serie de HBO, Juego de Tronos. Sin dudas que para los fanáticos de la serie es todo un placer pasear en los mismos sitios por los que caminaron y lucharon sus personajes favoritos.

Grieta de Silfra

Si bien muchos de los viajeros que visitan Thingvellir lo hacen atraídos por su historia y geología, muchos otros lo hacen por las oportunidades que ofrecen el snorkel y el buceo. Como resultado de los movimientos tectónicos, los barrancos abiertos se llenaron con el agua de deshielo inmaculadamente limpia y cristalina del glaciar Langjökull, permitiendo así el desarrollo de ambas actividades.

El más famoso de estos barrancos y el único en donde se permiten el snorkel y buceo es Silfra. La transparencia del agua es tal que es posible ver hasta los 100 metros de profundidad y ser testigos de la increíble geología bajo la superficie. Esta singularidad hace de Silfra uno de los cinco mejores lugares de buceo del mundo. Eso sí, las aguas poseen una temperatura de 2 °C durante todo el año, de manera que se requiere un certificado de traje seco o haber realizado, al menos, 10 inmersiones registradas con traje seco.

Thingvallakirkja

Otro de los rincones con más historia del parque lo encontrarás en la iglesia Thingvallakirkja. Considerada como la iglesia luterana más antigua de Islandia, se cree que este templo ubicado en el valle central ha estado allí desde el año 1000 aproximadamente.

Sin embargo, la construcción que verás hoy en día data de 1859, es decir, no es la estructura original de la iglesia. La zona en donde se ubica es muy pintoresca, destacando la granja y la residencia de verano del primer ministro de Islandia que hay junto a ella. Hoy en día, la granja y la residencia son ocupadas por los cuidadores del parque.

Además, en la zona de los alrededores hay diferentes ruinas que te harán un viaje en el tiempo a la antigua Islandia. La zona se puede recorrer a pie por una serie de senderos a los cuales no asiste mucha gente, de manera que podrás explorar la zona con tranquilidad.

Thingvellir-Islandia

Los efectos del turismo en Thingvellir

Es difícil pensar en un ecosistema que no se vea afectado por el turismo masivo, y Thingvellir no es la excepción. Tan es así que el elevado número de visitantes que pasan por el parque ha impactado negativamente en la naturaleza. El auge del turismo en Islandia de algún modo ha tomado por sorpresa al país, haciendo que las infraestructuras tengan dificultades para seguir el ritmo.

Quizá no sea necesario decirlo, pero los senderos de los parques nacionales existen por motivos concretos, y el simple hecho de que estén debería ser motivo suficiente para que el turista los respete. En Thingvellir, el musgo que cubre la roca de lava de todo el parque es sumamente delicado y se ha visto dañado por quienes no se han ceñido a los senderos durante las visitas. Lo más probable, es que le lleve décadas recuperarse por completo. Por otro lado, los metales pesados de las monedas que la gente arroja a un «pozo de los deseos» se han filtrado al lago y sus niveles se encuentran por encima de los adecuados. A ello se suman los residuos que dejan las personas que se alojan en el camping. Esto solo por mencionar algunas de las formas en que el turismo ha dañado el parque.

A fin de preservar lo mejor posible el ecosistema de Thingvellir, la infraestructura del parque ha mejorado y los senderos hoy en día se encuentran claramente delimitados. A ello se suma un contingente de guardias que patrullan la zona para asegurarse de que se respeten. Del mismo modo, se han endurecido las normas sobre el buceo y el submarinismo para limitar el impacto humano en Silfra. Además, el parque está llevando a cabo un programa de repoblación forestal líder en el país, con gran parte de su superficie cubierta de abedules autóctonos y pinos no autóctonos.

Visitar el Parque Nacional Thingvellir y respetar las normas puede contribuir favorablemente a la supervivencia de las especies que lo habitan y sus ecosistemas, dejando el menor impacto posible. De ese modo, Thingvellir podrá continuar siendo la maravilla que es y ser un ejemplo de belleza natural y protección cultural.

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¿Cómo llegar a Thingvellir desde Reikiavik?

La mayor parte de los viajeros que visitan el Parque Nacional Thingvellir lo hacen como parte de la famosa ruta del Círculo Dorado, desde Reikiavik. El viaje en coche desde la capital lleva unos 40 minutos, aunque puede variar. El tiempo que dure cualquier viaje en carretera por Islandia puede verse afectado por las condiciones climáticas adversas, el cierre de carreteras por exceso de nieve y por rebaños de animales bloqueando el tránsito. Además, las carreteras tienen únicamente un carril, por lo que en temporada alta puedes encontrar más vehículos que demoren el tránsito.

El viaje desde Reikiavik hasta Thingvellir se realiza por la Ring Road o carretera número 1, en dirección norte hasta el desvío hacia la carretera número 36. Una vez que comiences a circular por ella te irás encontrando con numerosas columnas de vapor que emergen de la delgada corteza terrestre (recuerda que estamos en un país con una intensa actividad volcánica).

Cuando llegues al parque encontrarás varios aparcamientos donde podrás estacionar el coche. Los siguientes parkings tienen un costo de 500 coronas islandesas (3,8 USD) que se abona por única vez en las máquinas expendedoras. Luego de eso, debes colocar el ticket de manera visible en el parabrisas del coche.

  • Parking 1: el acceso a este parking se hace desde la carretera 36, antes de llegar a la caseta de información. Se encuentra ubicado junto al Centro de Interpretación.
  • Parking 2: el acceso se realiza tomando la bifurcación hacia la derecha que verás 1 km después de la oficina de información, sobre la carretera 361. Es el aparcamiento más cercano a la cascada de Oxaráfoss.
  • Parking 5: este parking se sitúa en el extremo sur de Almannagja. El acceso se hace siguiendo la carretera 361 y pasando de largo el aparcamiento del Almannagja. Una vez gires a la derecha, en la bifurcación, te encontrarás con el parking.

Alojamientos dentro de Thingvellir

Dentro del Parque Nacional de Thingvellir hay dos campings en donde podrás pasar la noche: el camping de Leirar y el camping de Vatnskot. El primero se encuentra a tan solo 5 minutos a pie del centro de información, mientras Vatnskot se encuentra junto al lago Thingvallavatn. 

Los mismos funcionan por orden de llegada y con permisos de acampar que se obtienen en el Centro de Información del parque. Se encuentran habilitados desde el 1 de junio al 1 de septiembre y cuentan con guardias que cuidan las áreas de campamento de día y de noche. 

El precio para acampar es de 1300 coronas islandesas por persona y por noche, aunque los niños menores de 13 años pueden pernoctar de manera gratuita. Además, en caso de ir en grupos de más de 10 adultos se aplica un descuento.

Entrada y horarios del parque

La visita al Parque Nacional Thingvellir es gratuita y puede realizarse durante todo el año, aunque algunas de las instalaciones funcionan en determinados horarios.

El Centro de Información se encuentra cerca del camping Leilar y permanece abierto de 9 am a 10 pm durante los meses de verano. El resto del año funciona de 9 am a 6 pm. Por su parte, el Centro de Interpretación, abre de 9 am a 7 pm entre junio y agosto y de 9 am a 6 pm el resto del año.

El Parque Nacional Thingvellir es una verdadera joya de la naturaleza, un sitio único que invita a ser descubierto y preservado. No necesitas ser experto en geología para ser testigo de lo que allí ocurre, y si lo eres, seguramente harás el viaje de tu vida. Como sea, Thingvellir te espera para sorprenderte con su belleza y esplendor. Esperamos que hayas disfrutado del recorrido y haber despertado en ti la curiosidad por este rincón único de nuestro planeta.

Créditos fotográficos

- [Nombre de a foto según banco de imágenes] ([url de donde la encontramos]), por [Nombre del autor] / CC BY ([url de la licencia])

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