Reynisfjara, la playa negra de Islandia

Los paisajes de Islandia no dejan indiferentes a nadie. Parte de esta belleza paisajística está dada por sus playas de arena negra volcánica, como la que encontramos en Reynisfjara. Inmersa en un entorno lleno de misterio y mucha belleza, esta playa negra debería ser una visita obligada de los viajeros que visitan Islandia.

Son muchos los motivos que hacen de Reynisfjara una playa especial. Uno de ellos son sus enormes columnas de basalto, a las cuales se suman los famosos Reynisdrangar (unas columnas que emergen del mar y esconden una antigua leyenda). Estar en esta larga playa negra y ver las olas romper en la orilla te hará amar aún más a este país. Lo repetimos siempre, Islandia parece sacado de otro planeta.

¿Sabías qué? En 1991 Reynisfjara fue declarada como una de las 10 playas no tropicales más preciosas de la tierra.

¿Dónde se encuentra la playa negra de Reynisfjara?

La playa de Reynisfjara se encuentra junto con la playa Dyrhólaey (otra de las más lindas de Islandia), muy cerca de la pintoresca ciudad de Vik. Ambas playas poseen arena negra oscura que delata la naturaleza volcánica de la isla y son paradas imprescindibles en cualquier ruta por el sur de la isla.

La pequeña localidad de Vík í Mýrdal es muy visitada por los viajeros que recorren el extremo sur de la isla. Al ser el pueblo más meridional de Islandia posee un clima más benigno que se disfruta de manera especial en los meses de mayo y agosto. Para llegar a esta localidad desde Reikiavik (capital islandesa) solo debes tomar la carretera principal del país (la llamada Ring Road) y conducir durante unas 2 horas y media (180 km).

Las dos playas de arena negra se encuentran pocos kilómetros antes de llegar a Vik y son accesibles por desvíos hacia la derecha bien señalizados. Pero, ¿por qué son de color negro? Como sabes, la arena es el resultado de la erosión de las rocas cerca de la costa. Según el tipo de piedra que se trate, será el color que adquiera la arena. Como también ya sabes, la tierra de Islandia es de origen volcánico. Por ende, cuando la lava se convierte en roca adquiere un color negro oscuro que hace que arena la arena sea negra y no blanca.

Camino a Reynisfjara

Lo primero que visitarás de camino a la playa negra de Reynisfjara es el acantilado Dyrhólaey. Reconocerás este sitio por su característica roca saliente de 120 metros de longitud con 2 arcos. El acceso se hace por una pista de tierra y piedras con una fuerte pendiente que conduce hasta el faro de Dyrhólaey y uno de los miradores más bellos de Islandia.

¿Sabías qué? Dyrhólaey en islandés se traduce como «la isla del agujero en la puerta», aunque técnicamente no es una isla. Como te imaginarás, el nombre proviene del enorme arco que mencionamos antes, que se formó como consecuencia de la erupción de un volcán hace miles de años y la erosión del agua. Las dimensiones del arco en el acantilado son tales que los barcos y aviones pequeños pueden atravesarlo.

Por su parte, el faro Dyrhólaey fue construido en 1910 y cuenta con un balcón desde donde tendrás unas vistas espectaculares. La postal la componen enormes olas golpeando violentamente contra el arco de lava que emerge del mar. Las vistas son especialmente bellas entre mediados de mayo y agosto, cuando a la postal se suman los encantadores frailecillos.

¿Sabías qué? En Dyrhólaey se encuentra una de las colonias de frailecillos más grandes de Islandia. Los frailecillos son unas pequeñas aves propias de estas tierras y todo un símbolo nacional. Junto a ellos aparecen otras especies, como los charranes árticos, los págalos grandes y otras especies que forman sus nidos en este lugar.

Hacia el oeste, aparece Dyrhólafjara, una anchísima playa de arena negra que se extiende por kilómetros. Los días claros se vislumbran hacia el norte la vasta extensión del glaciar Mýrdalsjökull. El mismo ocupa una superficie de unos 600 km² y sus hielos cubren el cráter del volcán Katla, que puede entrar en erupción en cualquier momento.

Hacia el este, aparece la bella playa negra de Kirkjufjara, y un poco más allá, nuestra protagonista de hoy: la espectacular playa Reynisfjara.

Playa Reynisfjara

Reynisfjara es la playa más espectacular de Islandia y el escenario en donde se filmaron los episodios 5 y 6 de la séptima temporada de la aclamada serie de HBO, Juego de Tronos (te imaginarás que pisar estas tierras sería un sueño para los fanáticos).

Son muchos los motivos que hacen de Reynisfjara un lugar sorprendente, aunque todo podría resumirse en que es una playa diferente. No esperes encontrar allí la típica playa caribeña donde te tumbas a tomar sol. No, allí te esperan piedras y guijarros negros que le dan un aspecto salvaje. Tampoco esperes ver una playa de grandes dimensiones. Pero sí prepárate para encontrarte con un espacio enmarcado por acantilados y montañas de 340 metros de altura.

La playa fue el resultado de una serie de erupciones volcánicas ocurridas en la última glaciación del planeta, a partir de la cual se formaron columnas de basalto, grutas y cuevas.

Las columnas de basalto de la playa Reynisfjara

La playa llama la atención por varios motivos. Uno de ellos son las impresionantes columnas de basalto de 66 metros de altura que conforman la pared del acantilado. De hecho, en este sitio se encuentran algunas de las mejores columnas de basalto de toda Islandia. La combinación entre estas estructuras hexagonales y la arena volcánica totalmente negra y brillante da lugar a unos de los paisajes más increíbles de la isla.

El basalto es una roca volcánica formada a partir del magma hirviendo que emerge como lava tras una erupción volcánica. Cuando la lava rica en hierro y magnesio se enfría y contrae rápidamente, entra el contacto con el aire de la superficie y se solidifica. Este proceso rápidamente cambia la composición química y la apariencia de la lava dando lugar a pilares hexagonales de basalto que se ven en muchos lugares de Islandia.

Este mismo fenómeno se aprecia en otras zonas del mundo. Por ejemplo, puede verse en los órganos basálticos de la famosa Calzada del Gigante de Irlanda, o en gran parte de la geografía de las Islas Canarias (España). Alemania, Francia y América del Norte también poseen paisajes dominados por estas impresionantes maravillas naturales.

Las columnas de basalto de la playa forman una pequeña escalinata a la que no podrás evitar subir. Además, son el hogar de cientos de aves marinas, entre ellas los frailecillos, fulmares y araos, por lo que no debes sorprenderte si las ves por la zona.

Los trolls (Reynisdrangar)

Otro de los motivos por los cuales Reynisfjara es especial son los pilares de roca de 66 metros de altura que se encuentran frente a la costa. Estas formaciones que se conocen con el nombre de Reynisdrangar son parte del folclore islandés.

Según cuenta la leyenda, estas grandes columnas de basalto eran en realidad trolls que llevaban barcos del océano a la costa. Los mismos eran de color oscuro y salían demasiado tarde por las noche. Un día, el sol los sorprendió en el horizonte y la luz los convirtió en piedra sólida. Otra leyenda cuenta la historia de un hombre a quien los trolls habrían secuestrado y asesinado a su esposa. Dolido y furioso, el hombre siguió a los trolls hasta Reynisfjara y los congeló para asegurarse que nunca vuelvan a matar.

Quienes no creen en las leyendas dicen que en realidad son columnas de basalto que alguna vez formaron parte de los acantilados de la costa. Cualquiera sea su origen, son una obra de la naturaleza digna de apreciar.

Cueva marina de Hálsanefshellir

En la playa también encontrarás la cueva de Hálsanefshellir, una gran cavidad semicircular a la cual se accede directamente desde la playa. En determinadas ocasiones el mar penetra dentro de la cueva, por lo que se sugiere no ingresar cuando la marea está alta o hay mucho oleaje.

Cosas a tener en cuenta a la hora de visitar la playa de Reynisfjara

Es importante ser precavido a la hora de visitar Reynisfjara. Lo mejor es mantenerse siempre alejado de la orilla y respetar las señales y advertencias (después de todo, por algo están allí). El motivo son las olas rebeldes, que a veces golpean con fuerza y pueden arrastrarte a las poderosas corrientes. Lamentablemente, varios turistas que se confiaron demasiado a la hora de caminar por la orilla se han ahogado. Así que ya lo sabes, disfruta de la belleza del lugar, pero no pongas en peligro tu vida.

Otras playas de arena negra de Islandia

Si bien Reynisfjara es la más famosa, no es la única playa de arena negra que verás en Islandia.

Solheimasandur es una playa de arena negra que se hizo famosa por albergar los restos de un avión que cayó en el lugar en 1990. También se encuentra ubicada a lo largo de la carretera de circunvalación (Ring Road) que une Reynisfjara con Reykjavik. Eso sí, si quieres observar los restos del avión deberás hacer una caminata de 6 km sobre la arena rocosa.

Tip viajero: las vistas en esta playa son especialmente bellas al atardecer, cuando la puesta del sol crea sobre la arena rocosa y los restos del avión un efecto increíble. Más allá de la playa y el avión encontrarás la cascada Skofagoss, una de las más lindas de Islandia, a la cual puedes llegar caminando.

Otra playa única en Islandia es Stokksnes, la cual se encuentra a 6 horas de Reykjavik, en la costa este de la isla. Esta ubicación alejada le da la ventaja de que nunca encontrarás allí muchos turistas, por lo que es posible que puedas disfrutar de la playa a tus anchas.

La postal de la playa la conforma una enorme montaña que se encuentra con el mar y una extensión de arena negra que genera unos contrastes muy interesantes. La playa se vuelve increíblemente oscura por las noches, por lo que es un excelente lugar para disfrutar de las auroras boreales.

Ya lo sabes, si quieres ver paisajes fuera de lo común, las playas negras de Islandia son la mejor opción. En este sentido, Reynisfjara es la gran protagonista. ¿Te la vas a perder?