El Salar de Tara es un fascinante de Chile, ubicado a unos 150 km de San Pedro de Atacama y a 4200 metros de altura. Este enorme salar se encuentra ubicado muy cerca del punto fronterizo entre Chile, Bolivia y Argentina. Sus 48 km cuadrados están protegidos por la Catedral de Tara, una imponente masa de gigantes rocosos que se alzan en medio del desierto.
Si bien es una de las zonas menos conocidas y frecuentadas por los turistas de los alrededores de San Pedro de Atacama, no por eso es menos digno de ser visitado.
Viaje al Salar de Tara desde San Pedro de Atacama
La aventura comienza con solo salir desde San Pedro de Atacama, ya que la ruta hacia el Salar de Tara es emocionante. El viaje es complejo, ya que en parte del trayecto la única indicación que verás son las huellas creadas por el paso de vehículos, y no un camino en sí mismo. Para poder ir necesitarás un vehículo todoterreno, aunque lo mejor será contratar una excursión.
Desde San Pedro de Atacama la ruta comienza en el camino internacional (CH 27) que conecta Chile con Argentina a través del Paso Jama. El camino asciende desde los 2400 metros en que está San Pedro hasta los 4200 que está el salar. Este primer tramo está totalmente pavimentado y son unos 102 km hasta el punto de acceso al Salar de Tara. Ten en cuenta que este desvío no está señalizado, así que si viajas por tu cuenta asegúrate de marcarlo bien en el GPS. Una vez que hagas el desvío debes seguir la huella de los vehículos hasta el salar.
En primer lugar, pasarás por un sitio llamado Monjes o Guardianes de la Pacana. Este conjunto de formaciones rocosas con formas caprichosas sobresale verticalmente en la planicie próxima al Salar de Aguas Calientes. Quizá en este punto quieras parar y tomar un par de fotografías, ya que el paisaje es de lo más peculiar. La formación más conocida es la llamada Guardián de la Pacana. Esta enorme roca adquiere protagonismo por su verticalidad perfecta y desafiante. Solo cuando estés junto a ella notarás su impresionante tamaño. También se conocen como «los centinelas», nombre fue otorgado por los caminantes que veían estas formaciones rocosas como protectores del lugar, y que en muchas ocasiones confundían con figuras humanas. Luego de recorrer la zona vuelve al vehículo para seguir viaje.
Habiendo pasado los Monjes llegarás al Salar de Tara, custodiado por la impresionante Catedral de Tara. Esta majestuosa barrera rocosa se formó por las cenizas arrojadas por el Volcán Llaima, hace miles de años. Con el tiempo, han ido adquiriendo forma circular como producto de la erosión del viento. La combinación de estas formaciones junto al Salar de Tara conforma un paisaje que te dejará mudo. Será raro que veas personas allí, no así las vicuñas, zorros y flamencos, sus habitantes por excelencia. También podrás ver alguna que otra llama y guanacos merodeando cerca del Salar.
Todo el viaje hasta el Salar de Tara es fascinante, con el desierto en su estado más puro. Las montañas de color marrón rojizo decoran un paisaje ya de por sí espectacular. Si eres amante de la fotografía te darás un verdadero festín.
El Salar de Tara se encuentra en uno de los lugares más inhóspitos del desierto de Atacama, con magníficos colores y formas que son claras señales del avance de los glaciales y las épocas de deshielos. Las lagunas y salares de diferentes colores, rodeados de montañas y volcanes, sumado a la gran inmensidad de salar, serán recuerdos de un viaje inolvidable.
¿Cómo es el clima en el Salar de Tara?
El clima en el Salar de Tara es desértico, con una marcada oscilación de las temperaturas entre el día y la noche. Durante las horas de sol las temperaturas pueden llegar hasta los 24,5º C, pero cuando comienza a atardecer desciende unos cuantos grados. Los vientos suelen ser muy fuertes, por lo que no estará de más llevar una campera rompe vientos.
Las duras condiciones climáticas y la altura obligan a estar correctamente hidratados, evitando las bebidas azucaradas y las comidas demasiado copiosas la noche anterior. Del mismo es importante contar con un calzado adecuado y suficiente abrigo.
La Reserva Nacional de Los Flamencos
La Reserva Nacional de Los Flamencos fue creada en 1990 por la Corporación Nacional Forestal, en la comuna de San Pedro de Atacama y la región de Anfonogasta, en Chile. La misma protege la flora y fauna propia de la zona, destacando especies animales como el tuco tuco de la puna, el zorro culpeo, el puma, la vicuña y el guanaco. El tamarugo y el algarrobo son especies que se encuentran en mayor estado de vulnerabilidad y también son protegidos por la reserva.
La reserva se divide en 7 sectores ubicados a diferentes alturas, cada uno con condiciones climáticas particulares, al igual que una flora y fauna propias.
El Salar de Tara y Aguas calientes se encuentran en el sector 1 de la reserva, a 100 km al este del Valle de la Luna y a una altura máxima de 4860 metros sobre el nivel del mar. El sector 2 alberga el Salar de Pujsa, cerca de la zona en que San Pedro de Atacama se une con el Paso de Jama. Allí también son frecuentes los flamencos.
En el sector 3 se encuentran las lagunas Miscanti y Miñiques, en la zona que une San Pedro de Atacama con el Paso de Sico, al sureste de la localidad de Socaire. Ambas lagunas, famosas por el color de sus aguas, se encuentran a 4000 metros de altura y rodeadas por los cerros Miscati y el Miñiques, de más de 5 mil metros.
El sector 4 alberga el Salar de Atacama (Soncor), ubicado al sureste de la localidad de Toconao. Este sitio contiene el depósito de sal más grande de Chile y está formado por las lagunas Puilar, Chaxas y Barros Negros. El sector 5 también contiene parte del Salar de Atacama (Quelana) y se ubica al sureste de la localidad de Camar. Allí puede visitarse la laguna Burros Muertos.
Finalmente, en el sector 6 de la reserva se encuentra el Valle de la Luna, que junto con el Valle de la Muerte rodean la Sierra Orbate, a 2500 metros sobre el nivel del mar.
Los alrededores del Salar de Tara
En los alrededores del Salar de Tara hay muchos sitios para visitar, algunos más o menos cerca, todos inmersos en el impresionante desierto de Atacama. San Pedro de Atacama es un pequeño pueblo de unos 6000 habitantes ubicado a 2400 metros de altura. Esta localidad recibe cientos de visitantes al año, ya que sirve de base para realizar excursiones a destinos únicos en el mundo, como el Salar de Tara. También podrás conocer preciosos lagos de montaña, géiseres y por la noche disfrutar de un cielo inundado de estrellas, producto de la baja contaminación lumínica.
Algunos de los destinos que puedes visitar, cerca del Salar de Tara son:
- Volcán Vilama: es el segundo más importante del mundo, después del volcán de Yellowstone en EEUU. Ubicado muy cerca de la triple frontera entre Chile, Bolivia y Argentina, es considerado por los geólogos como una caldera gigante que se encuentra emplazada en esa zona.
- Aldea de Tulor: a solo 9 km de San Pedro de Atacama, es conocida como uno de los sitios arqueológicos más antiguos del norte de Chile. Fue descubierta en 1958 por el sacerdote Gustavo Le Paige y tiene una antigüedad de al menos 2300 años. En esa época el río San Pedro regaba naturalmente la tierra, permitiendo el desarrollo de la arquitectura y el pastoreo de animales. Al igual que el Salar de Tara, se encuentra dentro de la Reserva Nacional de Los Flamencos.
A medida que comiences a recorrer la aldea verás las construcciones de barro y forma circular, adosadas unas a otras e intercomunicadas a través de patios y pasadizos. La aldea de Tulor fue sepultada por la arena y lo que hoy se puede visitar es un museo que reproduce las viviendas originales con los mismos elementos de antaño.
- Laguna Lejía: es otro destino imperdible para visitar, cerca del Salar de Tara y San Pedro de Atacama. El paisaje está dominado por los volcanes, que en ocasiones superan los 5 mil metros de altura. Yendo desde San Pedro de Atacama, primero te toparás con el volcán Láscar, ubicado a 30 km de la localidad de Talabre. La Laguna Lejía espera al final del camino para sorprenderte con su intenso color esmeralda.
La Laguna Lejía es pequeña y poco profunda (tiene como mucho un metro de profundidad) y, al provenir del deshielo de los glaciares sus temperaturas son muy bajas. Una de sus particularidades es que, sin ser un salar, posee muchas sales disueltas. Tal es así que es posible ver una costra salina en su ribera, acompañada de una espuma blanquecina flotando en la orilla.
- Lagunas Miscanti y Miñiques: son otras lagunas altiplánicas que vale la pena conocer. El color azul intenso de sus aguas contrasta con el amarillo de la vegetación configurando un paisaje como pocos en el mundo. Ellas también se encuentran dentro de la Reserva Nacional de Los Flamencos.
Hasta acá llegamos con este recorrido por el Salar de Tara y sus alrededores. Esperamos que hayas disfrutado del paseo. Si es así, comparte el artículo en tus redes sociales favoritas y no dejes de seguirnos, tenemos muchos más destinos para mostrarte.