Qué ver en Trondheim Noruega

Nos vamos a Trondheim, la tercera ciudad más grande de Noruega y la capital tecnológica por excelencia del país. Esta urbe, situada en un enclave privilegiado en el condado de Trondelag, se encuentra rodeada de agua y suaves colinas. El río Nidelva desemboca en el fiordo de Trondheim, dotando a la ciudad de una belleza singular. Trondheim es otro destino noruego que queremos que conozcas a fondo, por eso te traemos esta guía completa de sus principales atractivos.

Luego del feroz incendio que destruyó a la ciudad en el siglo XVII, Trondheim fue reconstruida siguiendo un plan barroco. A modo de custodia, se alza la segunda catedral más grande del norte de Europa, un símbolo fundamental de la ciudad y su historia. Además, Trondheim es una ciudad joven, llena de vida. Los más de 30 mil estudiantes que acuden a su prestigiosa universidad le dan a la ciudad frescura y alegría. Así lo irás descubriendo a medida que pasees por sus calles o descubras su barrio más emblemático y pintoresco, el Bakkladet.

¿Sabías qué? Antiguamente la ciudad se llamaba Nidaros y fue capital de Noruega desde los siglos X y XI.

Por otro lado, Trondheim es la principal ciudad ciclista de Noruega. Allí todos andan en bici, grandes y jóvenes adoptaron esta práctica como hábito para favorecer la calidad. En Bakklandet podrás ver el primer ascensor exclusivo para bicicletas del mundo, conocida como Trampe. 

Esta es solo una pequeña introducción de todo lo que encontrarás en esta interesante ciudad. Ahora, descubramos más a fondo sus rincones más emblemáticos y representativos.

Atractivos principales de Trondheim

Dinámica y moderna, Trondheim tiene una abundancia de lugares de interés y una buena selección de lugares de entretenimiento. Veamos uno a uno cuáles son estos lugares.

La catedral de Nidaros

Es el símbolo por excelencia de la ciudad y la catedral medieval más septentrional del mundo. Pero, no solo es su arquitectura lo interesante, sino también la historia que esconde tras sus muros. Este santuario románico y gótico fue construido entre 1070 y 1300 en el lugar donde está enterrado Olav II de Noruega, el rey vikingo que introdujo el cristianismo en Noruega. Un año después de su muerte (ocurrida en la Batalla de Nilestad en 1030), fue canonizado como San Olav, el santo patrón de Noruega. Desde ese momento y hasta el día de hoy su tumba se convirtió en un importante lugar de peregrinación al cual llegan personas de todo el norte de Europa.

La fachada de la catedral posee una decoración tan sobria y rica que pasarás un largo tiempo observando cada detalle. Los elementos más destacados son las esculturas de los santos y reyes colocadas alrededor del rosetón, que fueron añadidas a la fachada en la restauración del siglo XIX. Luego de apreciar la fachada, dedica un tiempo a explorar su interior, en cuya cripta verás monumentos de tumbas que se remontan a la Edad Media. Por último, no dejes de subir los 172 escalones que llevan a la torre de la catedral desde la cual tendrás hermosas vistas de la ciudad.

La visita a la catedral es una experiencia diferente según la estación del año en la cual se visite. Durante el otoño y el invierno se forman miles de pequeñas y grandes esculturas en esteatita, que le dan un toque muy particular. En cambio, en primavera y verano el interior del templo se ilumina con una luz fantástica, con los rayos del sol atravesando el colorido rosetón.

Palacio del Arzobispo

Justo al lado de la catedral verás el Palacio del Arzobispo, uno de los complejos arquitectónicos mejor conservados de su época en toda Europa. A lo largo de su historia, fue el punto de encuentro de los hombres más poderosos del país y escenario de reuniones importantes y grandes fiestas. Además, ha sido el hogar de 27 arzobispos, quienes vivían en Nordfloya, la parte más antigua del palacio. Allí los arzobispos recibían a sus invitados, recaudaban impuestos y realizaban grandes fiestas, en donde las personas eran colocadas de acuerdo a su rango. Las más importantes se sentaban cerca del arzobispo y disfrutaban de la mejor comida, mientras que las del rango más bajo debían mirar o comer papillas.

El Palacio del Arzobispo data de la segunda mitad del siglo XII, y fue construido alrededor de un gran patio, junto al río Nidelven. Para acceder a su interior deberás atravesar una dura puerta gótica que tiene portales ojivales.

Tras sus muros se encuentran 3 museos diferentes. En el ala oeste, en las salas abovedadas, podrás visitar la Exposición Nacional de Regalías, en donde se exhibe la corona y otras insignias noruegas. Por otro lado, el Museo del Arzobispo hace un recorrido por los 1000 años de historia de la catedral y su diócesis. Allí encontrarás esculturas originales de la Catedral de Nidaros y los hallazgos más importantes de las excavaciones arqueológicas acontecidas en dicho palacio en la década de 1990. Finalmente, en el Museo de Defensa, en el ala occidental del palacio, encontrarás una exhibición interesante sobre la historia de la defensa en el centro de Noruega.

Si no quieres realizar la visita completa, dedica un poco de tiempo a recorrer su patio central y comprobar el buen estado de conservación de todo el complejo.

Puente Viejo

Este antiguo puente de color rojo puede recordarte un poco, por su forma, a la arquitectura japonesa. Fue levantado en 1861 y es conocido por los lugareños como “la puerta de la felicidad”, quizá porque es uno de los puntos más bonitos y fotografiables de la ciudad. En sus extremos se encuentran el centro histórico de Trondheim y el barrio de moda de Bakklandet. A ambos lados, se alzan hermosos almacenes pintados en colores brillantes que se reflejan en las aguas tranquilas del río Nidelva. 

Estos almacenes y casas de madera de colores a orillas del río Nidelva, con sus reflejos sobre el agua, son la postal más famosa de Trondheim. Si bien mayoría data del siglo XVIII, conservan gran parte de su aspecto original. Aprovecha la ocasión para visitar alguno de estos edificios, ya que varios funcionan como restaurantes y tiendas.

Casco antiguo y barrio de Bakklandet

Como te dijimos, el puente conecta dos lugares emblemáticos de la ciudad. El casco antiguo se caracteriza por sus edificios construidos en madera y por albergar diferentes zonas comerciales. Las más famosas son Nordre Gate, Munke Gata y Sondre Gate. El punto neurálgico es una bonita plaza donde se ubica la estatua del rey vikingo y fundador de la ciudad, Olaf Tryggvason. Cerca de ella, está la sencilla iglesia de Nuestra Señora, un lugar para encender velas, buscar refugio, rezar, conocer a otras personas y más. Todos los días, a las 2 pm, se realza allí una oración diaria a la que asisten muchas personas. Cerca del templo te toparás con Stiftsgarden, una sencilla residencia real que, hasta el día de hoy, es utilizada por la monarquía noruega cuando visita Trondheim.

Del otro lado del puente verás las coloridas casas de madera con flores en las ventanas de Bakklandet, otra de las zonas más bonitas de la ciudad. Este barrio moderno, que no pierde su toque antiguo, está lleno de edificios pintorescos, restaurantes destacados, cafeterías acogedoras y tiendas. Además, allí se encuentra el famoso ascensor para bicicletas que te dejará cerca de la fortaleza de Kristiansten.

El CycloCable, antes conocido como el elevador de bicicletas Trampe, es una versión nueva y actualizada del ascensor que funciona en el lugar desde 1993. Esta genialidad fue idea de Jarle Wanvik, un residente de la ciudad que se cansó de llegar siempre cansado al trabajo, después de pedalear cuesta arriba. Hoy en día, este sistema novedoso trasporta las bicicletas y sus ciclistas a lo alto de la Fortaleza Kristiansten. Solo debes presionar el botón de inicio y colocarte en el punto apoyo que se abre a la altura del suelo. ¿Fascinante, no crees?

Fortaleza de Kristiansten

Si eres de esos viajeros que disfrutan de las vistas, no dejes de subir por la colina ubicada sobre el margen derecho del río Nidelva para llegar a la fortaleza de Kristiansten. Luego del incendio que azotó Trondheim en 1681, este edificio fue el componente principal del nuevo diseño de la ciudad. Además, sirvió como punto de defensa de un sector vulnerable de la zona. Esto se comprobó en 1718, durante la Gran Guerra del Norte, momento en que sirvió de defensa frente a un ataque de las fuerzas suecas. Otro escenario trágico que ocurrió en el lugar fue durante la purga legal en Noruega, durante la cual cientos de patriotas noruegos fueron ejecutados por los alemanes.

Actualmente, puedes entrar en la torre defensiva espartana y encalada, caminar alrededor de las murallas y ver la ciudad y el río desde allí. Dentro del edificio encontrarás un interesante museo sobre la historia de la región y muchos rincones para explorar.

Museos en Trondheim

La ciudad cuenta con varios museos interesantes para visitar, atrayendo especialmente a los amantes de la historia, el arte y la música.

Uno de ellos es el Museo de Arte Folclórico, ubicado en las afueras de Trondheim. Técnicamente, es un museo al aire libre que fue construido alrededor de las ruinas del castillo medieval del rey Sverre, en Sverresbord. Un plan perfecto si viajas a la ciudad con niños, aunque los adultos también sabrán disfrutarlo. Es el más grande de este tipo de toda Noruega y cuenta con un buen número de construcciones típicas y tradicionales de la región de Trondelag.

El Museo Ringve o Museo Nacional de la Música y los Instrumentos Musicales de Noruega te espera para mostrarte una colección de más de 2 mil instrumentos, flores y árboles de todo el mundo. Además, su ubicación privilegiada sobre un terreno elevado regala vistas de toda la ciudad y el fiordo. El Museo Ringve fue construido sobre una mansión del siglo XVIII y es una de las cosas más originales que hacer en Trondheim, por lo que no dejes de visitarlo.

Otro templo de la música es el Rockheim, un museo situado en un edificio muy moderno. Su interior cuenta la historia del pop y el rock noruego desde la década de 1950 hasta la actualidad. Cada una de sus salas trata sobre una década diferente y cuenta con pantallas táctiles y multimedia informativas. Cada sala tiene lo suyo, por ejemplo, en la sala de hip-hop hay tocadiscos y tutoriales de breakdance.

Otro museo interesante se encuentra a solo una cuadra de la Catedral de Nidaros. El Museo Nacional de Artes Decorativas cuenta con una gran cantidad de artes y oficios acumulados desde su fundación en 1893. Allí descubrirás, entre otras cosas, los cubiertos Trondelag de los siglos XVI y XVII, ejemplos de la cristalería noruega de los años 1700 y los interiores de estilo Art Nouveau diseñados a principios del siglo XX.

Isla de Munkholmen (Isla del Monje)

Se trata de una pequeña isla con una fortificación, en medio del fiordo de Trondheim. Este remanso de paz, ubicado cerca de la desembocadura del río Nidelva, es dueño de una larga historia. A lo largo del tiempo, la Isla del Monje sirvió para varios fines: fue monasterio, fortaleza, una cárcel y escenario de cientos de ejecuciones.

Según la historia, a finales del siglo X la isla fue usada por primera vez por los vikingos como lugar para ejecuciones. Los cuerpos de las personas asesinadas se exhibían en la isla a modo de advertencia para los visitantes, los criminales y los oponentes políticos. Luego de eso, se construyó en el lugar un monasterio de monjes benedictinos y, en el siglo XVII, se convirtió en un fuerte, que también funcionó como prisión. Figuras famosas, como Peder Griffenfeld, estadista y confidente del rey Christian V de Dinamarca, pasaron por allí. En este caso, Griffenfeld estuvo preso 18 años en la isla después de ser acusado de traición.

Hoy en día, visitar este edificio es recorrer su historia y, a la vez, disfrutar del entorno en el que se halla inmerso. A medida que el barco comience a acercarse a la isla, verás las fortificaciones de piedra que la rodean. Una buena opción es tomar un tour guiado por la Isla del Monje para conocer más sobre su historia y coronar la experiencia comiendo algo en el restaurante de la isla.

Otras cosas interesantes que ver en Trondheim

• Tyholttarnet: se trata de una torre de radio construida en 1985, al sureste de la ciudad. Sus 124 metros de altura le valen el título del edificio más alto de toda Noruega. A los 74 metros hay un restaurante giratorio que da una vuelta por hora, desde donde podrás apreciar toda la ciudad de Trondheim y el fiordo, mientras disfrutas de una rica comida. Si no deseas ir al restaurante, en el nivel debajo de él hay una plataforma de observación.
• Pirabadet: es el parque acuático cubierto más grande del país, ubicado frente al fiordo de Trondheim y mirando a Munkholmen. Prácticamente todas sus atracciones se encuentran en una sala cavernosa, diseñada para que los adultos puedan bañarse en paz mientras los niños juegan en los toboganes y las piscinas. El complejo cuenta, además, con una piscina de bienestar, un jacuzzi, saunas y un solárium.
• Torvet (Town Square): se trata de la plaza principal de Trondheim, que ha estado en este sitio desde que la ciudad fue rediseñada luego del incendio de 1681. En el centro de la plaza verás una columna con una estatua de Olav Tryggvason. Este monumento data del año 1921 y la columna es parte de un enorme reloj de sol con adoquines. En el extremo sur de la plaza encontrarás un número interesante de puestos de mercado, que vende desde flores y joyas hasta alimentos.
• Universidad de Trondheim: la Universidad Noruega de Ciencias y Tecnología es uno de los sitios más importantes de la ciudad. Dueña de un gran prestigio, su gran atractivo y la calidad de su educación atraen como imanes a miles de ingenieros, científicos e investigadores. Está construida en piedra y posee un estilo medieval que la hace muy atractiva. Si dispones de tiempo, no dejes de visitar este importante lugar de Trondheim.
• Barrio de Nedre Elvehavn: es el lugar ideal para los que buscan buena comida, cerveza artesanal y tiendas. Se trata de una zona de edificios industriales de ladrillo que se ha convertido en un sitio de interés para los artistas bohemios de la ciudad.
• Durante el invierno, Trondheim también es una ciudad muy interesante. En este momento, se abre el centro Skistua, que cuenta con una gran zona de esquí. Además, podrás asistir a su escuela de esquí, alquilar equipos en cualquiera de los puestos del complejo y comer en sus atractivos restaurantes.

Gastronomía de Trondheim

Trondheim es conocida como la patria de los sabores nórdicos y es que posee una gastronomía de lujo, que presume de contar con tres estrellas Michelin. Lo que hace que sus platos estén tan valorados son los productos naturales que los componen. La ubicación inmejorable de la ciudad, en el epicentro de todos los productos provenientes del mar o del interior, le permiten regalar a locales y turistas platos frescos y de calidad. Por otro lado, el auge de las cervecerías artesanales también se hace presente en esta ciudad nórdica, dando continuidad a la larga tradición cervecera local.

Ejemplo de esto es la famosa cervecería Microbryggeri, una de las más populares de la ciudad, que ofrece interesantes excursiones, degustación y la brasserie de lujo. Además, al ser una ciudad con tantos estudiantes, cuenta con una gran selección de coloridas discotecas, bares y pubs.

Si de comidas hablamos, podrás hacerlo en cualquiera de sus restaurantes con estrellas Michelín. En la zona del puerto, mientras das una vuelta por los típicos almacenes de madera, encontrarás una gran variedad de sitios donde degustar marisco y otros platos de mar.

Todos estos componentes se conjugan una vez al año en el Festival gastronómico de Trondelag, que rinde tributo a los fantásticos sabores de la región.

¿Cómo llegar a Trondheim?

Trondheim es un importante enlace de transporte terrestre, aéreo y marítimo de Noruega, conectando el sur con las regiones del extremo norte. Existen varias formas de llegar a Trondheim: por mar, en tren o en avión. Al igual que en las Lofoten, el famoso ferry Hutigruten hace paradas en la ciudad de Trondheim, durante su recorrido por la costa del país. Si viajas en tren, la Dovre Railway comunica Trondheim con Oslo en 7 horas en uno de los trayectos más bonitos del país. Finalmente, la ciudad cuenta con uno de los principales aeropuertos de Noruega, que dispone de vuelos nacionales de las compañías Wideroe, Norwegian y SAS Airlines. También tienes frecuencias para volar a ciudades como Helsinki, Estocolmo o Amsterdam y varias ciudades españolas, como Málaga, Barcelona o Alicante.

Al igual que todas las ciudades del país, la mejor forma de conocer Trondheim es a pie. Más allá de contar con una extensa red de autobuses públicos, la organización y el reducido tamaño del casco antiguo de la ciudad hace que sea muy fácil recorrerla caminando o en bicicleta, el transporte favorito de los locales. Así que ya lo sabes, cálzate las zapatillas y déjate llevar por una ciudad que seguro te sorprenderá.