Vamos a conocer Piran, una ciudad costera del suroeste de Eslovenia con mucho atractivo. Este país europeo no deja de sorprendernos, y en este caso la sorpresa viene de parte de sus playas, que suelen quedar relegadas en un territorio con tanto bosque. Lo cierto, es que esta pequeña ciudad ubicada sobre el Adriático es una excelente opción para unos días a puro sol. ¿Habías oído hablar de Piran? ¿Quieres saber cuáles son sus atractivos? Te lo contamos todo en este post.
Eslovenia posee 47 kilómetros de costa concentrados en una región llamada Istria eslovena. Una auténtica joya de esta zona es Piran o Pirano, uno de los puntos más visitados del país. Enclavada en una península, esta ciudad costera se ha convertido en una parada imprescindible de cualquier ruta por Eslovenia.
Cuando llegues a tu destino te encontrarás con una ciudad preciosa en la que impera un notable aire veneciano. Para comprender el por qué de esto debemos remontarnos a su historia. No lo haremos profundamente, pero sí es importante que sepas que Piran estuvo bajo el dominio de diferentes imperios y países. Por este territorio esloveno pasaron los romanos, el imperio bizantino, los franceses, austriacos, italianos y hasta los nazis.
Aunque, de todos ellos la República de Venecia fue la dejó su huella de manera más profunda, puesto que dominó la ciudad durante 600 años. Esto lo notarás a primera vista cuando detectes la elegante torre de San Jorge o cuando compruebes que gran parte de su población es bilingüe, puesto que hablan esloveno e italiano.
Entonces, Piran no solo es una ciudad costera, sino que también guarda interés histórico. De hecho, su casco histórico medieval se encuentra perfectamente conservado, haciendo de Piran una de las ciudades más bellas de la costa del Adriático y de Eslovenia. No por nada, esta ciudad costera es un destino por excelencia para los eslovenos.
¿Cómo llegar a Piran?
Visto desde arriba, Piran parece una manga de tierra que se adentra en el mar Adriático, ubicada justo en la frontera con Italia y Croacia. Esta posición estratégica hace que sea posible visitarla tanto desde la propia Eslovenia como de Italia, ya que apenas 40 km la separan de la ciudad italiana de Trieste, y unos 120 de Liubliana, la capital eslovena.
Una de las particularidades de Eslovenia es su sistema de transporte público, que no es muy práctico, por lo que conviene alquilar un vehículo y moverse por el país de esa forma. Sin embargo, desde Liubliana puedes llegar a Piran en autobús. El recorrido desde la capital dura unas 2 o 3 horas y el bus te dejará cerca del puerto, a partir de donde podrás recorrer fácilmente a pie la parte turística de Piran.
Otra de las cosas que debes saber, en caso de que viajes en coche, es que prácticamente toda la ciudad tiene un tráfico restringido para los turistas. Por lo que, antes de comenzar a caminar por las calles de Piran deberás encontrar aparcamiento, lo cual puede ser un poco complicado en temporada alta.
La mejor opción es el Parking Fornače, ubicado a un kilómetro del centro. Es un poco más caro que el otro aparcamiento de la ciudad, pero tiene conexión con la estación de buses de Piran por medio de un bus turístico gratuito. Igualmente, desde allí se llega caminando fácilmente al centro de la ciudad. El precio por hora ronda los 1,70 €.
El Parking Arze está situado un poco más lejos del centro, a unos 2 km, y es un poco más económico que el anterior, aunque no conecta con el bus gratuito. El precio por hora es de 1,20 € aproximadamente.
Como te comentamos previamente, debes tener en cuenta que durante los meses de julio y agosto, especialmente los fines de semana, Piran recibe muchos turistas. Por ello, es probable que encontrar lugar en los parkings sea muy difícil. Si viajas en coche y no quieres estresarte, conviene visitar la ciudad entre semana o fuera de temporada.
¿Qué ver en Piran?
Dejarse llevar sin rumbo fijo por las calles de Piran es lo mejor que puedes hacer. Su bien conservado centro histórico es muy fácil de visitar y la mayoría de los lugares de interés se encuentran muy cerca uno del otro.
A continuación te haremos un recorrido por los principales lugares qué ver en Piran, por si deseas planear la visita.
Plaza Tartinijev Trg
Bajando desde el parking llegarás a esta plaza, considerada el punto neurálgico de la ciudad. Es un espacio precioso y muy animado, decorado con las características casas venecianas, palacios, terrazas y un suelo de mármol precioso.
La plaza está dedicada al reconocido violinista Giuseppe Tartini, nacido en la ciudad. De hecho, en el centro de la plaza verás una estatua de bronce erigida en 1896, en honor al 200 aniversario del músico. Además, alrededor de ella se sitúan algunos de los edificios más importantes de Piran.
Una de las curiosidades de la plaza es, que hasta 1894 fue el puerto pesquero de la ciudad. Hoy en día, alrededor de ella se encuentran algunos de los edificios y lugares más importantes de Piran. Uno de ellos es el Ayuntamiento, un edificio neorenacentista construido en 1987. También destacan 2 mástiles de piedra que datan del siglo XV, en uno de los cuales se aprecia un relieve del león alado de San Marcos, mientras que en el otro un relieve de San Jorge, el patrono de la ciudad.
En el lado este de la plaza y ubicado en una esquina verás un palacio gótico conocido como Casa Veneciana, construido a mediados del siglo XV. Seguidamente, aparece la casa de Giuseppe Tartini, una de las viviendas más antiguas de Piran. Por un precio de 1,50 € podrás entrar a ver su violín, partituras, un retrato al óleo y otros objetos personales pertenecientes al músico.
Catedral de San Jorge
La Catedral de San Jorge es el templo más emblemático de Piran. Fue construida en el siglo XVII en estilo barroco y renacentista, sobre una antigua iglesia gótica de 1344. Se encuentra situada en lo alto de una colina, por lo que goza de unas vistas espectaculares del mar y de la ciudad. El acceso se puede hacer desde la Plaza Tartinijev Trg, subiendo por una bonita calle empedrada.
La iglesia ha sido restaurada en las últimas décadas, al igual que la colina sobre la que está construida se mejoró y estabilizó para evitar que las estructuras se deformen. El interior del templo es muy llamativo y está cubierto por un techo de madera adornado con pinturas sobre lienzo. La más importante representa una figura de San Jorge matando al dragón, aunque la pieza más interesante es una escultura medieval de madera llamada El Crucificado de Piran, que data de principios del siglo XVI.
Si bien el interior no tiene desperdicio, lo que no puedes dejar de hacer es subir los 146 escalones que conducen al campanario de 46 metros de altura. El mismo fue construido en el año 1609, con un diseño inspirado en el de la basílica de San Marcos de Venecia. En lo alto del mismo hay una estatua del Arcángel San Miguel señalando en dirección al viento. Desde arriba se disfrutan de unas increíbles vistas de Piran y el mar Adriático.
Para terminar de completar la visita puedes ir al Baptisterio, que está ubicado muy cerca de la catedral y cuya construcción data de la primera mitad del siglo XVII. En su interior se aprecian varias pinturas pertenecientes a artistas italianos y la pila bautismal en la que fue bautizado Giuseppe Tartini en 1692.
Iglesia y claustro de San Francisco
Desde la Plaza Tartini inicia el ascenso hacia las murallas, aunque antes de llegar a ellas puedes hacer un pequeño desvío y visitar la iglesia y claustro de San Francisco. Ambos están ubicados en una pequeña plaza alejada del ajetreo de la Plaza Tartini y flanqueados por un campanario de 30 metros de estilo barroco.
Es otro sitio emblemático, porque fue en donde Giuseppe Tartini recibió sus clases de música. Al día de hoy, se siguen dando clases de música clásica y el lugar está habitado por una pequeña comunidad de monjes franciscanos.
Murallas de Piran
Luego de esta breve parada es hora de continuar camino rumbo a las murallas de Piran, gracias a las cuales la ciudad conserva su carácter medieval.
La parte más antigua de Piran es conocida como Punta y antiguamente estaba dominada por un fuerte que hacía de refugio para los habitantes de la ciudad ante un eventual ataque. En el siglo VII, a medida que la localidad crecía de manera gradual, se construyó un muro que rodeaba los cuatro barrios de Piran: Miljska, Stolnična, Misana y Grad. Aunque, a finales del siglo XIII, en épocas de dominio veneciano, se levantó una nueva muralla que rodeó el barrio de Campo.
Durante el gobierno de la República de Venecia el estado también se encargó del mantenimiento de la muralla y la puerta de la ciudad. El último tramo de muralla cuenta con 8 torres fortificadas y se ubica en la parte sureste de Piran. Su construcción tuvo lugar entre 1470 y 1533, con el objetivo de proteger a los habitantes de los constantes ataques otomanos.
Hoy en día es posible visitar dos puertas: la Marciana y Rašpor, además de varias partes de la muralla. La entrada cuesta alrededor de 2 €, un valor simbólico teniendo en cuenta las espectaculares vistas panorámicas de Piran y el mar Adriático que obtendrás desde sus muros.
Puerto y paseo marítimo
El puerto y paseo marítimo de Piran es la zona con más vida y más animada de la ciudad. Llegarás a ella bajando desde la colina en donde se encuentra la catedral, siempre ante la atenta mirada del campanario de San Jorge.
El paseo marítimo de Piran está lleno de restaurantes y terrazas donde podrás tomar algo mientras disfrutas de hermosas vistas al Adriático. Allí se encuentra también la playa de Piran, llena de toallas, sombrillas y algunas hamacas. Si bien la playa es muy pequeña y de guijarros, el mar es una auténtica gozada, ya que sus aguas son limpias y cristalinas y se disfrutan al máximo. El paseo también posee algunas esculturas, siendo la más famosa la de una sirena tallada en la roca.
Los atardeceres desde el paseo marítimo de Piran son preciosos. En esta zona, junto al faro rojo, se concentra una gran cantidad de turistas y locales alrededor de las 7-7:30 pm, que es cuando el sol comienza a esconderse en el horizonte.
Iglesia de San Clemente
En el extremo de la península donde se asienta la ciudad, se encuentra la Iglesia de San Clemente. Antiguamente, era el lugar en donde los griegos guiaban a los barcos al Puerto de Aegida (actual puerto de Koper), mediante un sistema de hogueras o fogatas. Precisamente de allí proviene el nombre de Piran (o Pirano), que podría traducirse como “fuego primitivo a modo de guía”.
Los orígenes del templo se remontan al siglo XIII, aunque después de la epidemia de la peste (en el siglo XVII) pasó a conocerse como Iglesia de Nuestra Señora de la Salud. Si bien no reúne un interés arquitectónico especial, es una parte de la ciudad que realmente vale la pena visitar.
Trg 1 Maja
Desde la Iglesia de Nuestra Señora de la Salud parten una serie de estrechas calles que conducen a la plaza Trg 1 Maja. En épocas de antaño fue la principal de la ciudad y acogía al Ayuntamiento, una farmacia y una cisterna de estilo barroco que recogía el agua de la lluvia. Al día de hoy, esta última estructura sigue presente en el medio de la plaza. Por su parte, el Ayuntamiento se movió y la farmacia se convirtió en un restaurante.
Las salinas de Piran
Posiblemente no sabías que esta bonita ciudad de la costa eslovena creció gracias a la sal. En el año 804 se fundaron las salinas de Piran, que en ese entonces abarcaban la actual marina (en la ciudad de Portorož), las pequeñas salinas de Strunjan y las salinas de Sečovlje. Estas últimas dos aún se conservan y han sido incluidas en áreas protegidas. Actualmente siguen produciendo la excepcional flor de sal, mientras que en épocas de antaño fueron la base del florecimiento de Piran.
Los dos Parques Naturales de Salinas pueden visitarse por cuenta propia abonando un precio de 5 €. Por el contario, si lo haces con visita guiada cuesta alrededor de 20 €. Otra opción muy usada por los viajeros es recorrerlas en bicicleta. Como sea, seguramente alguna de las alternativas se amoldará a tus gustos y presupuesto.
Dentro del Parque Natural de Strunjan llegarás a un impresionante acantilado por encima del mar; mientras que en las salinas de Sečovlje puedes aprender sobre la tradicional técnica de fabricación de la sal, además de visitar el Museo Salinero. Esta última visita te interesará especialmente si eres un amante del mundo del bienestar, ya que hay un buen número de tratamientos que giran alrededor del fango y el agua de las salinas.
Museos de Piran
Hay otros dos museos interesantes para visitar en Piran. Uno de ellos es el Museo de las Conchas, donde encontrarás una colección de 4000 conchas de caracoles y almejas traídas de distintas partes del mundo. Incluso, se expone allí la concha del caracol más grande que existe, al igual que algunas de las variedades más raras que se puedan encontrar. La exposición incluye también fósiles, erizos, estrellas de mar y cangrejos, acompañados de videos, microscopios digitales y un guía que explica cada detalle de lo exhibido. La entrada cuesta alrededor de 4 €.
La otra opción es el Museo Marítimo, ubicado dentro del Palacio Gabrielli. La entrada cuesta también algo de 4 € y te da acceso a una colección arqueológica muy interesante. Entre otras cosas, exhibe elementos usados en la pesca tradicional, así como barcos y colecciones marítimas pertenecientes a la época de la República de Venecia.
¿Qué ver en los alrededores de Piran?
Uno de los aspectos positivos de viajar a Piran es que se encuentra muy cerca de otros destinos de la costa eslovena. Por ejemplo, a solo 20 km aparece el encantador pueblo de Koper, como así también Izola y Portoroz. Todas estas poblaciones poseen un estilo similar a Piran y se pueden recorrer en poco tiempo, por lo que son el complemento ideal. Ahora, si viajas con tiempo puedes conocer la fabulosa ciudad de Trieste, ya en territorio italiano, a la cual puedes tranquilamente dedicarle un par de días.
Koper es una ciudad portuaria muy pequeña que se puede recorrer tranquilamente en medio día. Posiblemente es una de las poblaciones con más personalidad de la costa eslovena, en donde se aprecian vestigios de cada una de las civilizaciones que pasaron por ella. Gracias a las Salinas de Secovije es un destino turístico orientado al bienestar, con una buena cantidad de servicios y atractivos por conocer.
Izola es otra pequeña ciudad costera, ubicada a apenas 10 km de Piran. El pueblo invita a perderse en sus encantadoras calles y disfrutar de las actividades acuáticas en la playa Strunjanski klif (la correspondiente al acantilado de Strunjan).
Además, posiblemente es la localidad más tranquila y familiar de la costa de Eslovenia, por lo cual es perfecta si estás haciendo un viaje de este tipo. Su puerto es uno de los más importantes del país y el sitio en donde gira la actividad de la mayor parte de la población. En otras palabras, Izola es otra alternativa interesante para complementar el viaje a Piran y seguir descubriendo la costa del país.
Finalmente, muy cerquita de Piran se encuentra Portoro. Se trata de una de las principales ciudades costeras de Eslovenia y un destino que goza de un entorno natural privilegiado y de hermosas playas de agua cristalina.
Portoroz posee también un animado ambiente nocturno, cuenta con muchas opciones de actividades deportivas, una excelente oferta hotelera y muchos centros de spa y turismo de bienestar. Las cercanas Salinas de Secovije son uno de sus grandes atractivos y punto principal al cual se orienta la actividad turística.
¿Qué te pareció Piran? Si ya conocías esta ciudad déjanos tu comentario y cuéntanos tu experiencia. De nuestra parte, nos despedimos pensando ya en nuestro próximo destino.