Qué ver en Girona, ciudad y provincia: guía de viaje

La provincia de Girona es un mapa turístico por donde se la mire. La lista de cosas para hacer que ofrece este rincón catalán es interminable: ir a la playa, disfrutar de la montaña, visitar una comarca volcánica, pasear por su capital (una de las ciudades más bellas de España) y descubrir pueblos medievales son solo algunas propuestas. ¡Girona ofrece todo un mundo de posibilidades! Si te encuentras planeando tus próximas vacaciones y no tienes en claro a dónde ir, presta atención a esta guía de viaje en la que te contamos qué ver en Girona. Al final del artículo, tu duda seguramente habrá quedado resuelta.

La provincia de Girona se encuentra situada al noreste de Cataluña. Esta tierra es famosa por los escenarios mágicos que regala la Costa Brava, con localidades emblemáticas como Tossa de Mar, Cadaqués y Portlligat. Estos paisajes costeros se alternan con los Parques Naturales Aiguamolls de L’Empordà, la Zona Volcánica de la Garrotxa y el imperdible Cap de Creus. Hacia el norte limita con el Pirineo catalán, cuyas estaciones de esquí atraen a los amantes de los deportes de invierno.

Pero, Girona no es únicamente maravillas naturales. Otro de sus mayores orgullos son los tres museos más representativos de Salvador Dalí, el pintor surrealista más famoso de todos los tiempos. Por eso, los amantes del arte no pueden perderse una visita a la Casa-Museo de Portlligat, el Teatro-Museo Dalí de Figueres y el Castillo de Púbol, tres imperdibles que ver en Girona.

Tampoco podemos dejar de lado a su impresionante capital, que tiene uno de los conjuntos monumentales más destacados de Cataluña. En definitiva, Girona es una sorpresa constante. Por eso, nuestra sugerencia es que dediques, como mínimo, 7 días a recorrer sus puntos más emblemáticos.

En esta guía de viaje por la provincia de Girona te contaremos todo lo que puedes hacer en estas tierras catalanas. Por supuesto que no necesitas cumplir con cada uno de los planes que te proponemos. Puede ser que prefieras la playa y te centres fundamentalmente en la Costa Brava. O bien, que desees conocer los pueblos del interior. Sea cual sea el caso, estamos seguros de que Girona te cautivará por completo.

¿Qué ver en Girona capital?

La ruta por la provincia de Girona comienza en su maravillosa capital. Evidentemente, algo tiene que tener, de lo contrario la producción de HBO no hubiese elegido esta ciudad como escenario de 8 de los 10 capítulos de la sexta temporada de la aclamada Games of Thrones.

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Girona es una ciudad con mucha historia. Sus orígenes son romanos y se remontan a más de 2.000 años atrás. Este pasado se hace presente en las calles empedradas de su casco antiguo, en el que sobresale una monumental catedral y la judería. Girona también presume de tener una de las mejores calidades de vida del país y uno de los restaurantes más prestigiosos del mundo: Celler de Can Roca. En definitiva, la ciudad tiene tanto para enamorarte que te recomendamos que le dediques un par de días a recorrerla.

Tip viajero: si te enamoras tanto de Girona que todavía no te has ido y ya piensas en volver, entonces bésale la cola a la leona. No es que seamos desagradables, sino que se trata de una de las tradiciones más curiosas de esta ciudad. Se dice que si lo haces, volverás a ella. La leona es una pequeña estatua situada en una columna en pleno centro histórico. No temas quedar en ridículo, siempre verás algún turista haciendo esto.

Las casas colgantes de Girona sobre el río Onyar

Cada ciudad tiene una estampa que la caracteriza (la Torre Eiffel en París, el Big Ben en Londres). Bueno, en el caso de Girona su postal más famosa es la de las casas de colores en las riberas del río Onyar, con la imponente catedral y la torre de la Basílica de Sant Feliú como telón de fondo. Incrustadas en la roca, las casas colgantes de Girona te dejarán boquiabierto.

La mejor postal de estas viviendas se obtiene desde alguno de los puentes que cruzan el río. Aunque, las vistas desde el Pont Eiffel o pont de les Peixateries Vellesel son las que se llevan todos los aplausos. Efectivamente, tiene este nombre porque fue diseñado por el mismo creador de la torre más famosa del mundo, Gustave Eiffel.

Tip viajero: si deseas entrar a alguna de estas casas colgantes, te sugerimos que lo hagas en Casa Masó, el representante por excelencia del movimiento del Novecentismo (una alternativa al Modernismo) de la ciudad. La distinguirás fácilmente gracias a su fachada pintada de color blanco, con ventanas azules y persianas amarillas. Su creador fue Rafael Masó, de allí su nombre.

La Catedral: una de las mejores cosas que ver en Girona

La Catedral de Girona es una joya que se alza en la colina más alta de la ciudad. Tras subir 90 peldaños de una escalera de estilo barroco te encontrarás frente al templo por excelencia de este destino. Antes de visitar su interior, haz una pausa para apreciar los detalles de su fachada barroca y luego contemplar las vistas de la ciudad desde lo alto de la escalera.

Dicen que lo bueno se hace esperar, y en el caso de la Catedral de Girona aplica a la perfección. Su construcción se llevó a cabo entre los siglos XI y XVIII. Por eso, no sorprende el hecho de que posea una interesante mezcla de estilos. De ese modo, verás una espectacular muestra del románico en el claustro y la torre de Carlomagno, hasta detalles barrocos en la fachada.

La única nave de la Catedral de Girona tiene más de 20 metros de altura y solo es superada por la de San Pedro, en el Vaticano. Sin dudas, este templo es una verdadera obra de arte con la que cualquier persona queda sorprendida.

La entrada con audioguía incluida tiene un costo de 7 € para adultos y 2 € para estudiantes y jubilados. La entrada incluye también el acceso al museo catedralicio, cuya obra máxima es un tapiz románico de la Creación del siglo XI.

Basílica de Sant Feliu

Junto a la estatua de la leona que mencionamos antes se encuentra otro de los edificios más emblemáticos que ver en Girona. Hablamos de la Basílica de Sant Feliu, la primera catedral que tuvo la ciudad.

Si bien se construyó en el año 882, el aspecto actual lo lleva desde el siglo XIV cuando se le dio un marcado aspecto gótico. Este hermoso templo adorna el paisaje de Girona con una torre campanario de 3 pisos que conserva valiosas obras de arte en su interior, 8 sarcófagos romanos y paleocristianos.

La entrada a la basílica con audioguía tiene un costo de 7 € para adultos y 5 € para jubilados y estudiantes.

Murallas de Girona

Girona es una ciudad que por su posición estratégica tuvo que ser defendida. Para eso se construyó una muralla con varios torreones que afortunadamente hoy se conserva en muy buen estado. Por eso, recorrer esta obra que regala unas vistas increíbles de la ciudad y sus alrededores es otra de las mejores cosas que ver en Girona.

Las murallas de Girona datan del dominio romano (siglo I a.C.), aunque en la época de Carlomagno y en siglo XIV fueron ampliadas. Con esta última se creó un paseo que permitía recorrer la muralla completa, considerada una de las más extensas de Europa. Afortunadamente, el buen estado de conservación que tienen permite imaginar cómo fue el pasado defensivo de la ciudad. Incluso, quedan en pie las torres de vigilancia, desde las cuales se aprecia Girona desde las alturas.

Tip viajero: el mejor momento del día para pasear por la muralla es el atardecer, especialmente en los días cálidos de verano. Los rayos del sol tiñen de un color rojizo el centro histórico medieval de la ciudad, conformando una postal mágica.

Para acceder a la muralla de Girona no tienes más que ubicar los Baños Árabes y luego subir por el Paseo de Reina Joana siguiendo los carteles.

Baños Árabes

Los Baños Árabes son una construcción románica del siglo XII cuyo diseño estuvo inspirado en las termas romanas y los baños musulmanes. Una aclaración importante es que se conocen como baños árabes por su aspecto y el sistema de calor por vapor que emplean. Sin embargo, la conquista musulmana duró menos de 100 años en esta zona, de manera que las constantes batallas no permitieron la construcción de muchos edificios árabes.

Si quieres visitarlos tendrás que pagar una entrada de 2 € que te permite acceder a la sala más bonita del complejo. Allí verás una piscina central con una hermosa cúpula sostenida por 8 columnas bellamente decoradas. Luego, la visita sigue por la zona de agua fría y caliente.

El Call

El Call es el barrio judío mejor conservado de toda Europa. Situado dentro del casco antiguo de la ciudad, es otro de los imprescindibles que ver en Girona. Las calles de Sant Llorenç y de Claveria configuran esta zona llena de callejuelas, construcciones en piedra y cuestas por la que es un placer pasear.

El Call es un barrio lleno de historia. Aquí vivió una de las comunidades judías más importantes de Occidente hasta su expulsión en 1492, quienes contribuyeron enormemente al progreso de la ciudad.

El paseo por el barrio se complementa con la visita al Museo de la Historia de los Judíos, situado en una antigua sinagoga. De esa manera conocerás más a fondo el pasado de esta comunidad, por lo que es otro lugar muy interesante que ver en Girona. Además, en tu paseo por el barrio encontrarás restaurantes que preparan platos típicos que te ayudarán a reponer energías.

Rambla de la Llibertat

Girona es una ciudad completa. Es decir, que sus atractivos no giran únicamente en torno a edificios históricos y monumentos religiosos. Este destino catalán también presume de tener una llamativa galería comercial. La misma es medieval, aunque tiene algunos edificios modernistas del siglo XX, y se caracteriza por la presencia de antiguos soportales.

Hablamos de la Rambla de la Llibertat, la arteria principal de Girona y otro paseo imperdible. A lo largo de esta amplia avenida peatonal que siempre está llena de vida encontrarás una gran cantidad de terrazas de bares y restaurantes, además de tiendas comerciales.

Antes de recorrer esta vía de punta a punta, haz una parada en la Plaza del Vi. Aquí encontrarás un amplio espacio lleno de soportales que alberga algunos de los edificios más importantes de Girona, como el Ayuntamiento, el Palacio del General y el Teatro Municipal.

Monasterio de Sant Pere de Galligants

Todavía quedan cosas que ver en Girona. Una de ellas es el Monasterio de Sant Pere de Galligants, una antigua abadía benedictina que posee uno de los claustros románicos mejor conservados de Cataluña.

Este edificio del siglo X es la sede del Museo de Arqueología de Cataluña. Pagar los 4,50 € que sale la entrada es algo que vale la pena hacer. La visita te permite admirar cada detalle del lugar, como los preciosos capiteles decorados, el campanario octogonal y el magnífico claustro. Por supuesto, también tienes que dedicar un rato a contemplar la colección del museo, que es de lo más interesante.

Con todos estos lugares que te mencionamos le sacarás provecho a tu paseo por la ciudad de Girona. De todos modos, también tienes la opción de contratar este Tour de Gerona al completo.

Pueblos más bonitos de la Costa Brava de Girona

Seguimos recorriendo Girona y es momento de contarte sobre uno de sus grandes atractivos (quizá el más famoso): la Costa Brava.

La Costa Brava abarca un litoral de más de 200 km (desde Blanes a Portbou) repleto de hermosas calas, playas con arena dorada, pueblos medievales y obras de Salvador Dalí. Muchos de los pueblos más bonitos de Girona se encuentran en esta zona de la provincia que da frente al Mediterráneo. Por eso, consideramos que la Costa Brava es una de las principales cosas que ver en Girona.

La Costa Brava es mucho más que pueblos encantadores y playas con Bandera Azul. También es el hogar de varios parques naturales: Cap de Creus, Els Aiguamolls de l’Empordà y El Montgrí, las Illes Medes y el Baix Ter. Adicionalmente, destaca por la presencia del Lago de Banyoles, uno de los más grandes de la Península Ibérica, y otros grandes atractivos.

La mejor manera de sacarle provecho a esta zona llena de pueblos de pescadores, villas medievales y postales de película, es haciendo una ruta en coche. De ese modo podrás ir parando en los miradores naturales situados a lo largo de la carretera y en cada punto que te suene atractivo. Si tu idea es disfrutar de darte un baño en las aguas mediterráneas, lo mejor es viajar entre mayo y octubre (evitando julio y agosto por la gran afluencia turística).

Los pueblos de la Costa Brava son muchísimos, por lo que no podemos hablar detenidamente de cada uno de ellos. De todos modos, aquí tienes un listado con las opciones que, desde nuestro punto de vista, son visitas obligadas.

• Cadaqués: para muchos es el pueblo más bonito de Cataluña (aunque, otros lo consideran el más lindo de España). Por eso, tienes que verlo y sacar tu propia conclusión. Su encanto cautivó de manera especial a Salvador Dalí, el genial pintor que plasmó en sus obras muchos de sus paisajes. Conoce más qué ver en este precioso enclave mediterráneo con esta guía de viaje: Visitamos Cadaqués, un encantador pueblo costero del norte de Cataluña.

• Tossa de Mar: peleando el podio con Cadaqués tenemos a Tossa de Mar. El precioso entorno de acantilados y calas vírgenes, un casco antiguo perfectamente conservado y su imponente muralla medieval lo convierten en un imperdible que ver en Girona.
• Blanes: este pueblo de la Costa Brava es famoso por su impresionante Jardín Botánico Marimurtra, una joya paisajística que enamora por completo. No solo cuenta con una de las cúpulas más bellas del Mediterráneo, sino que también regala unas vistas privilegiadas de la Cala Sa Forcanera.
• Begur: es otro de los pueblos más bonitos de la Costa Brava y otro imperdible que ver en Girona. No tienes más que poner un pie en su casco histórico para comprender esto. Situado en la comarca del Baix Empordà, sus playas y calas son un espectáculo paisajístico que se ve embellecido por las casitas blancas con puertas de colores. Su playa más famosa es la Illa Roja, una preciosa cala cuyo nombre hace referencia a la gran roca de color rojizo que la preside.
• Tamariu: entre Begur y Calella de Palafrugell encontramos otro de los pueblos de la Costa Brava con más encanto. Este precioso enclave mediterráneo mantiene su esencia marinera gracias a sus casitas blancas y barcos de pesca tradicionales que hacen su postal más famosa. Es otro rincón inmejorable para descansar, contemplar el atardecer y disfrutar de los más ricos sabores de mar. Tampoco te pierdas sus magníficas playas, como Palangui o Es Dofi, o los pintorescos Caminos de Ronda.
• Calella de Palafrugell: similar al anterior, este hermoso pueblo alucina con sus antiguas casas de pescadores, calas de agua cristalina y calles estrechas. Se encuentra situado en un punto medio de la Costa Brava, por lo que es estratégico para conocer otros destinos cercanos que también esconden muchísimo encanto.

Calas de la Costa Brava, otra de las mejores cosas que ver en Girona

La enorme cantidad de calas y playas de la Costa Brava se presentan como alternativas para todos los gustos. Por eso, si tienes en mente visitar Girona y no hacer más relajarte frente al mar, a lo largo de este tramo del litoral encontrarás una enorme cantidad de opciones. Además de pueblos medievales, la Costa Brava agrupa algunas de las playas y calas más lindas de Cataluña y de España.

Las calas de la Costa Brava son ideales para descubrirlas a la par que haces el sendero GR 92, mejor conocido como Camino de Ronda, otra de las mejores cosas que ver en Girona. De hecho, ir a la Costa Brava y no hacer un tramo del Camino de Ronda es prácticamente un crimen.

Cada una de las calas de la Costa Brava tiene su encanto y motivo por el cual debes visitarla. Las hay para todos los gustos: pequeñas, vírgenes y remotas, calas más grandes y populares, algunas ideales para ir en familia, otras para hacer snorkel y mucho más. Cada uno de los municipios que integran este tramo de costa tiene sus propias calas. Para que conozcas en profundidad todas las opciones que dispones, te sugerimos que leas nuestra guía de las mejores calas de la Costa Brava.

De todos modos, aquí te dejamos un listado con algunas alternativas:

• Cala de Sant Francesc: también conocida como Cala Bona, este trocito de paraíso se encuentra ubicado a las afueras de Blanes. Se trata de un espacio pequeño y acogedor protegido de los vientos, cuyas aguas albergan una gran vida marina. Por eso, el snorkel es la actividad por excelencia para hacer aquí.
• Cala Treumal: también en Blanes, es otro espacio pequeño y genuino de arenas doradas que te enamorará con tan solo poner un pie en ella. Se caracteriza por tener un entorno salvaje rodeado de acantilados y mucha vegetación. Además, su ambiente es más relajado que el anterior.
• Sa Caleta: es una de las calas más famosas de la Costa Brava. Pertenece a Lloret del Mar y aparece custodiada por un fotogénico castillo medieval situado en lo alto de un acantilado. Su postal es de ensueño, con pequeñas embarcaciones coloridas que le suman encanto, aguas limpias y cristalinas y un fondo marino poco profundo que la hace segura para ir con niños.
• Cala Pola: otra de las mejores cosas que ver en Girona es esta pequeña cala situada a 4 km de Tossa de Mar. Sus aguas cristalinas y la gran cantidad de servicios que posee la convierte en un punto muy visitado de la Costa Brava, por lo que siempre verás turistas disfrutando de los calurosos días de verano de Cataluña.
• Cala Giverola y Cala Giveroleta: son otras dos calas cercanas a Tossa de Mar que vale la pena visitar. La primera es un precioso arenal con forma de herradura e inmerso en medio de la naturaleza, que ofrece todo tipo de servicios al viajero. Junto a ella se encuentra Cala Giveroleta, una pequeña extensión de la cala mayor y otro rincón muy agradable para escapar del tumulto.
• Cala Sa Conca: la oferta de calas en la Costa Brava de Girona es interminable. Otra de tus mejores opciones es Sa Conca, un paraíso situado junto al pequeño pueblo de S’Agaró. Aquí encontrarás un arenal extenso, con una gran cantidad de servicios, además de un entorno natural delineado por un frondoso bosque de pinos. Sin dudas, otro de los lugares que ver en Girona.
• Cala de Aiguablava: es una de las calas más idílicas de Begur. Tan es así, que muchos la consideran como la más bonita de la Costa Brava. Se caracteriza por su arena fina y blanca y sus aguas cristalinas y poco profundas que por momentos te trasladarán al Caribe. ¿Buscas pasar un día a puro sol en un lugar soñado? La Cala de Aiguablava es una de tus mejores opciones.

Pueblos medievales del interior de Girona

Más allá de que la provincia es conocida por la belleza de sus calas y playas, los pueblos medievales del interior no pueden faltar en tu listado de cosas que ver en Girona. Nuevamente, nos encontramos ante muchas opciones. Por eso, hemos seleccionado algunas propuestas que consideramos fundamentales.

Besalú, un hermoso enclave que ver en Girona

Besalú es el pueblo medieval por excelencia de la provincia de Girona. Situado apenas a 35 km de la capital, es un lugar que parece haber quedado detenido en la Edad Media. Su posición a orillas del río Fluviàm, con un espectacular puente fortificado, hacen que pasear por Besalú sea una de las mejores experiencias que ofrece Girona. Por eso, nuestro consejo es que de ninguna manera lo dejes afuera de tu ruta.

Besalú se sitúa en plena comarca de La Garrotxa y muy bien comunicado con la ciudad de Girona. Para llegar desde la capital en coche, no tienes más que coger la carretera C-66 y conducir durante unos 40 minutos. Si viajas en transporte público, los autobuses que unen Girona con Olot hacen parada en Besalú, por lo que también tienes la opción de llegar de esta manera.

Como te contamos antes, en Besalú encontrarás un poblado que se mantiene anclado en la Edad Media. Sorprendentemente, sus edificios conservan casi el mismo aspecto que hace miles de años. Entre otras cosas, allí encontrarás iglesias, monasterios, plazas y mucho más. Si viajas por tu propia cuenta, podrás pasarte el día entero recorriendo sus calles empedradas y no aburrirte en ningún momento. Aunque, el puente que da la bienvenida a la villa es su postal más famosa.

Monells

A 44 km de Besalú, en la comarca de Baix Empordà y rodeado por el Paraje Natural de les Gavarres, encontramos Monells, otro de los mejores lugares que ver en Girona. Además de la belleza de sus paisajes, Monells es famoso porque allí se filmaron muchas de las escenas de la divertida película “Ocho apellidos catalanes”.

Monells es pequeño, por lo que en medio día podrás recorrer la mayoría de sus puntos de interés, como la fotogénica Calle dels Arcs. A lo largo de esta vía empedrada se hacen visibles varios ejemplos de arquitectura gótica, además de los arcos de piedra que caracterizan este destino. Tampoco te pierdas la Plaza del Oli, un espacio que destaca por sus arcadas y enredaderas que contrastan con la piedra amarilla.

La Plaza Jaume I es el punto neurálgico de la villa y su rincón más famoso. A su alrededor hay muchos edificios de piedra con soportales y terrazas en las que podrás sentarte a comer algo. Mención aparte merece la Iglesia de Sant Genís, una construcción gótica y barroca situada fuera del casco histórico de la villa.

Peratallada

Peratallada es otro de los pueblos medievales del interior de Girona que tienes que conocer. Su nombre, piedra tallada, hace honor a su arquitectura, la cual de por sí es toda una maravilla.

El Bajo Ampurdán o Baix Empordà es una comarca inmersa entre los Pirineos orientales y el Mar Mediterráneo, llena de pueblos que configuran un paisaje inmejorable. Uno de ellos es Peratallada, un pequeño enclave que fue construido sobre una antigua cantera de la época romana. Su magia radica en su esencia medieval, que permanece inalterada al paso del tiempo y se hace presente en cada esquina.

Con poco más de 200 habitantes, es un pueblo tranquilo que se recorre cómodamente en medio día. Por eso, puedes combinar tu visita con algún otro destino del interior de Girona.

Peratallada se encuentra rodeada de un foso y una muralla que serán tu primer contacto con el ambiente medieval de la villa. Las calles empedradas, casas de piedra envueltas en enredaderas y decoradas con flores de colores no hacen más que sumarle encanto a la postal. Encanto que se mantiene gracias a que está prohibido construir edificios que atenten contra su esencia medieval.

Pals

Muy cerquita de Peratallada encontramos su complemento de viaje ideal: Pals. Visitar este pequeño destino es como hacer un viaje a la Edad Media. Su casco histórico gótico regala una postal digna de un cuento de hadas. Situado en lo alto de una colina, presume de ser uno de los pueblos medievales mejor conservados de Cataluña. Dar un paseo por sus calles empedradas, plazas y comprar algo en sus tiendas de artesanías es otra de las mejores cosas que se pueden hacer en Girona.

Pals cuenta con varios atractivos, aunque lo primero que verás una vez que aparques el coche es una imponente casa fortificada de estilo gótico y renacentista del siglo XVI. No dejes de visitar su interior para apreciar la exposición permanente de vinos y cavas de Cataluña y el Museo de Arqueología Submarina.

También, tienes que acercarte a la Plaza Mayor, el punto neurálgico del pueblo. A su alrededor aparece un conjunto de edificios de piedra y terrazas en las que podrás sentarte a comer o beber algo. Si prefieres seguir paseando, entonces no tienes más que seguir la Calle Mayor, la más bonita del pueblo.

En definitiva, Pals es otro de los lugares que ver en Girona que te harán amar todavía más esta provincia.

Peralada

A 50 km de Girona, cerca de la frontera con Francia, encontramos otro destacado enclave medieval. Peralada es famosa gracias a su castillo, posiblemente el más bonito de toda la provincia. De todos modos, no es lo único que tiene para ofrecer. Peralada cuenta con hermosos jardines, museos, el famoso claustro de Sant Domènec y un casco antiguo lleno de magia.

Peralada se encuentra situado en la comarca del Alto Ampurdán, muy cerca de Figueras, Empuriabrava, Cadaqués y el Cap de Creus. Por ende, es un destino perfecto para combinar con alguno de los pueblos de la Costa Brava. La villa se recorre en medio día tranquilamente, así que no necesitarás invertir demasiada cantidad de tiempo.

Castellfollit de La Roca

Junto con Besalú, Castellfollit de la Roca es otro de los pueblos más bonitos que ver en La Garrotxa. Su postal es única: una villa construida sobre un risco basáltico de 50 metros de altura y 1 km de longitud, recortado por el río Fluvià. Acercarse a sus miradores naturales y apreciar la belleza natural de la comarca es sin dudas otra de las mejores cosas que ver en Girona.

Además de sus miradores, puedes aprovechar para dar un paseo por las callecitas empedradas del pueblo y visitar la Iglesia de Sant Salvador, situada al final del risco.

Comarca y Zona Volcánica de la Garrotxa

Seguimos explorando todo lo que se puede ver en Girona y es momento de hablarte de otro de sus grandes atractivos: La Garrotxa. Esta comarca se encuentra situada en un entorno natural privilegiado que configura un paraíso para los amantes de la naturaleza. A tan solo 30 minutos de la ciudad de Girona, La Garrotxa abarca un parque natural formado por 40 conos volcánicos y 20 coladas de lava basáltica.

Teniendo en cuenta que la zona está llena de rutas de senderismo y pueblos con encanto, nuestro consejo es que dediques, al menos, 2 o 3 días a recorrer los principales atractivos de la comarca.

Olot, la capital de La Garrotxa, es perfecta para hacer base y moverse a los diferentes puntos de interés que quieras incluir en tu paseo. Asimismo, cuenta con una buena cantidad de restaurantes que elaboran platillos locales, como las famosas patatas de Olot. Sus atractivos turísticos incluyen museos, templos religiosos y algunos edificios modernistas. El claustro del Carme y la iglesia de Sant Esteve son dos paradas muy recomendadas. Además, desde Olot parten varias rutas de senderismo por los volcanes de la comarca, como el Montsacopa, uno de los cuatro que rodean la población.

Más allá de Olot, Besalú y Castellfollit, otra de las mejores cosas que puedes ver en La Garrotxa es el Parque Natural de la Zona Volcánica. Este paisaje debe su especial orografía a los restos fósiles de las erupciones volcánicas acontecidas durante el cuaternario. Aquí el verde de la vegetación contrasta fuertemente con los tonos negros, marrones y rojizos de los sedimentos volcánicos, dando lugar a escenarios de película.

Dentro del parque hay varios puntos interesantes, como el hayedo denominado la Fageda d’en Jordà, cuya singular belleza amerita una visita. Aunque, si te planteas hacer alguna ruta de senderismo, una gran propuesta es llegar al Cráter de Santa Margarita.

El trekking a este volcán demanda unas 3 horas y regala uno de los mejores paisajes que ver en Girona. Tan es así, que está dentro de los puntos más visitados de la zona. Su perímetro circular alcanza los 2 km y tiene la peculiaridad de albergar la ermita de estilo románico de Santa Margarida de la Cot en su interior.

Si prefieres una ruta menos exigente, el trekking al Volcán del Croscat es otra buena alternativa. En su cráter se aprecian diferentes capas de lava y los colores rojizos que caracterizan a estas tierras. Ambas rutas comienzan en el parking de Santa Margarida, por lo que podrás elegir cuál hacer en el momento.

Otro sitio que ver en Girona situado dentro de esta comarca es Fageda d’en Jordà, un hermoso bosque situado en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Considerado como uno de los bosques más bonitos de España, aquí encontrarás el espectacular hayedo del cual te hablamos antes. El mismo tiene la particularidad de crecer sobre una colada enfriada de lava procedente del volcán del Croscat. La belleza de su entorno rodeado de volcanes es realmente inspiradora, o por lo menos así fue para muchos poetas, cantantes y escritores. Si visitas esta zona en otoño, cuando los hayedos se tiñen de colores rojizos, ocres y marrones, quedarás completamente fascinado.

Cap de Creus: uno de los mejores parques que ver en Girona

Ya estamos llegando al final de nuestra guía de viaje por Girona, aunque todavía hay un lugar del cual queremos hablarte: el Parque Natural Cap de Creus, un escenario mágico situado en el punto más oriental de la Península Ibérica. Este sitio conjuga paisajes de ensueño, historia, rutas de senderismo y una excelente gastronomía. A pesar de ser pequeño, hay una buena cantidad de cosas que ver aquí.

El Parque Natural Cap de Creus se encuentra situado en la comarca de l’Alt Empordá. Se caracteriza por su costa rodeada de abruptos acantilados y pequeñas calas, por la presencia de restos históricos que se remontan al año 3.000 a.C; por su naturaleza virgen y por haber quedado inmortalizado en muchas de las obras del artista catalán Salvador Dalí.

El Cap de Creus abarca los municipios de Cadaqués, El Port de la Selva, Roses, La Selva de Mar, Llançà, Vilajuïga, Pau y Palau-saverdera. Para conocer la zona a fondo, lo mejor es contar con un vehículo. De todos modos, hay opciones de transporte público que comunican los municipios entre sí.

Además de pasear por la ciudad de Cadaqués, de la cual ya te hablamos, hay otros puntos interesantes dentro del parque que te invitamos a conocer.

• Monasterio de Saint Pere de Rodes: esta joya catalana es uno de los grandes atractivos que ver en Girona. Se trata de un monasterio benedictino de origen románico situado en el municipio del Port de la Selva, cuyo origen se remonta a los años 878-1022. Además de admirar la construcción, vale la pena acercarse por las vistas privilegiadas que ofrece de la bahía de Llansá y de Port de la Selva.
• Castillo de Sant Salvador de Verdera: desde el monasterio parte una ruta a este castillo y su mirador. No dudes en hacerla, puesto que aquí encontrarás la panorámica más espectacular de todo el Cap de Creus.
• Faro de Cap de Creus: el faro más oriental de la Península Ibérica se sitúa a 500 metros de la punta del Cap de Creus y a 87 metros sobre el nivel del mar. Su posición en lo alto de un escarpado acantilado lo convierte en una de las postales más bonitas que ver en Girona. Construido en 1853, desde ese entonces guía a los marineros en una de las zonas más peligrosas para la navegación del litoral catalán.
• Cabo Norfeu: un sitio más que ver en Girona es este pequeño saliente de 2 km perteneciente al municipio de Roses. Situado entre las bahías de Joncols y Montjoi, es otro de los rincones más mágicos del parque. Los motivos para acercarse son la posibilidad de ver de cerca una gran cantidad de flora y fauna terrestre y marina, así como visitar los restos de una torre de vigilancia del siglo XVI.

Por supuesto que hay más que ver en Cap de Creus, pero creemos que con esto habrás conocido gran parte de sus encantos. Si tienes más tiempo, no dudes en dedicar más días y sacarle el máximo provecho al paseo.

Mapa con todo lo que ver en Girona

Ahora sí, es momento de despedirnos. Pero, no podemos irnos sin antes dejarte un mapa con todos los puntos que mencionamos a lo largo de esta guía. De ese modo, podrás elegir qué visitar, en función al tiempo que dispongas. Girona es una provincia que merece dedicarle tiempo. La cantidad de atractivos y la belleza que guarda cada uno la convierten en un destino por excelencia de Cataluña.

¡Esperamos que todo lo hay para ver en Girona te motive y que pronto te pongas en marcha para planear tu viaje!