Cadaqués es un pueblito costero ubicado en la comarca del Atl Empordá y dentro del Parque Natural del Cap de Creus. Una joya escondida de la Costa Brava, considerado por muchos como el pueblo más bonito de Cataluña. Un lugar que, gracias a su posición aislada, ha sabido mantenerse prácticamente inalterable al paso del tiempo, conservando su esencia. ¿Estás listo para conocer uno de los pueblos más bellos de la Costa Brava? Comencemos a viajar.
Cadaqués se mantiene perfectamente conservado, al igual que su pasado de pueblo costero. Esto podrás comprobarlo a medida que comiences a caminar por sus callecitas estrechas, llenas de casas de piedra pintadas de color blanco con macetas y flores de colores en sus ventanas. La mejor forma de conocer Cadaqués es perderse en sus rincones, dejándote llevar por tus sentidos, ya sea para dirigirte a uno de sus muchos restaurantes o entrar en alguna galería de arte. Cadaqués enamora tanto que, quizá, Dalí no exageró cuando lo definió como el pueblo más bonito del mundo.
Llegar a Cadaqués puede ser complicado para conductores con poca experiencia (aunque este acceso “complicado” es una parte importante de su encanto). 15 km de carretera zigzagueante conducen a Cadaqués, primero en ascenso y finalmente en descenso hasta llegar al pueblo. Pero, que esto no te detenga, realmente vale la pena.
El pueblo de Salvador Dalí
El maestro del surrealismo, Salvador Dalí, definió a Cadaqués como el pueblo más bonito del mundo. Tan grande fue su encanto con el pueblo que vivió gran parte de su vida allí, junto a su esposa. Por eso no debe sorprenderte encontrar numerosas referencias del pintor a lo largo de sus callecitas. También puedes tomar algunos tours guiados para conocer el vínculo de Dalí con Cadaqués o ver la estatua dedicada a él en el paseo marítimo.
En Portlligat, una población situada a 15 minutos a pie de Cadaques, conectadas entre sí por el Camino Viejo, se encuentra la Casa – Museo de Salvador Dallí. En ese lugar, que fue su hogar por más de 30 años, el pintor solía pasar largas tardes pintando.
Dato curioso: Cadaqués es el pueblo más oriental de la Península Ibérica, motivo por el cual es el primero en ser iluminado por los rayos del sol. Semejante regalo de la naturaleza no le pasó desapercibido al excéntrico artista, que tenía un cristal en su habitación para ser la primera persona en contemplar los rayos de luz cada mañana.
¿Qué podemos ver en Cadaqués?
Cadaqués puede recorrerse en un día, aunque se presta perfectamente para pasar un fin de semana completo o unas vacaciones. Es que el pueblo tiene tanto encanto que no te cansarás de recorrer sus calles, su paseo marítimo, sus calas o sus rutas de senderismo (también llamados caminos de Ronda). Hay mucho que ver en Cadaqués y queremos que no te pierdas nada.
Casco histórico
Cadaqués está situado sobre una bahía que se convierte en un puerto natural, por lo que era frecuentemente atacado por corsarios genoveses y piratas argelinos y turcos. A pesar de la muralla que se construyó para proteger a la población de los ataques, el temido pirata Barbarroja se las arregló para arrasar con el pueblo en 1543.
Actualmente, el acceso al centro histórico se realiza atravesando una de las puertas que quedan de la antigua muralla. Desde allí puedes comenzar a subir por sus estrechas callejuelas con una llamativa calzada de piedras negras redondeadas.
Ya en la parte más alta del pueblo la visita obligada es la Iglesia Parroquial de Santa María. Desde allí tendrás las mejores vistas de Cadaqués, con sus casas blancas y techos de teja árabe y chimeneas triangulares. Eran las antiguas casas de los pescadores, que se han conservado a la perfección. Si miras hacia el sur verás a lo lejos el faro de Cala Nans, al cual se puede llegar por una agradable ruta de senderismo.
La iglesia de Cadaqués fue construida para sustituir la iglesia que destruyó Barbarroja y financiada por los pescadores del pueblo. En su interior encontrarás un retablo barroco de 23 metros de altura, único en el mundo por su profundidad. El mismo está dedicado a la Virgen de la Esperanza y a los pescadores. El templo cuenta también con el órgano más antiguo de Cataluña, diseñado por Josep Boscà entre 1689 y 1691. El mismo es tocado desde hace años por una pianista francesa de 80 años que busca desesperadamente alguien que continúe con su trabajo.
En las calles del centro histórico encontrarás muchas galerías de arte, que luchan por mantener el espíritu artístico que siempre caracterizó a Cadaqués. De camino a la iglesia también pasarás por las estrechas calles del antiguo barrio judío. Durante la época medieval, en este barrio vivió una comunidad judía que tenían como principal referente una sinagoga, que lamentablemente desapareció en el siglo XV.
Paseo marítimo
Después de recorrer el centro histórico de Cadaqués puedes dedicarte a su bonito paseo marítimo, lleno de bares con terrazas que regalan encantadoras vistas al mar. Este serpenteante paseo es especialmente atractivo por la mañana, cuando los primeros rayos del sol lo envuelven en una atmósfera de luz casi mítica.
Uno de los edificios más llamativos del paseo marítimo es la Casa Blaua, de estilo modernista y construida a principios siglo XX por el arquitecto Salvador Sellés y Baró.
En el paseo marítimo se encuentra la famosa escultura de Salvador Dalí. Del mismo modo, destacan los edificios modernistas que pertenecían, en su mayoría, a los cadaquenses que hicieron fortuna en América. De regreso a su país, se inspiraron en los diseños y la arquitectura cubana a la hora de armar sus propios hogares.
Casa de Dalí en Portlligat
Otra de las cosas que no puedes dejar de hacer en Cadaqués es visitar la casa de Salvador Dalí. Como te contamos al principio, el hogar donde el genio del surrealismo vivió junto a su mujer fue Portlligar, a muy pocos km de Cadaqués. La casa de Dalí se encuentra abierta al público y forma parte del conocido Triángulo Dalíniano, junto con el Teatro Museo de Figueres y el castillo de Púbol. Este último se lo dedicó Dalí a su amada y fiel compañera Gala.
Ni bien ingreses a la casa-museo de Dalí verás que está conservada tal cual como la tenía el pintor. De hecho, ni bien entres encontrarás un enorme oso polar, clara muestra de la excentricidad que caracterizaba al artista. Y no esperes encontrar una gran mansión, sino todo lo contrario, una casa propia de la zona, pero sí con una decoración especial.
La visita te permite recorrer el dormitorio de Dalí, su taller, en donde se encuentra su última obra que no llegó a completar. También podrás visitar los jardines de la casa y la piscina, donde verás unas curiosas esculturas de huevos de estilo surrealista, como no podía ser de otra manera.
Museo de Cadaqués
Otra parada cultural obligatoria para hacer en Cadaqués es visitar su museo, que exhibe obras de todo tipo, respetando siempre un denominador común: la población, cultura e historia del pueblo. Los artistas de las obras que verás allí se inspiraron en la belleza de Cadaqués y decidieron plasmarla en obras de arte. Una de las exposiciones destacadas del museo es la dedicada a Salvador Dalí, Richard Hamilton, Arranz Bravo, Antoni Pitxot y otros.
Playas y calas de Cadaqués
No es sencillo elegir una playa o cala a la cual ir a refrescarse, las opciones son muchísimas. Cadaqués posee playas para todos los gustos y necesidades. Algunas más chicas, otras más grandes, playas de arena o de piedra, algunas más solitarias y otras más concurridas. En fin, la Costa Brava despliega toda su magia en Cadaqués.
Si buscas una playa más apartada puedes ir un poco más allá de la platja Sa Conca y seguir la costa por las rocas. Más adelante encontrarás uno de los rincones más maravillosos de la Costa Brava, una cala de piedra más o menos plana que tiene unas vistas espectaculares. El espacio es reducido y en verano suele haber mucha gente, por eso te sugerimos que vayas fuera de temporada. Hay paisajes que solo pueden disfrutarse verdaderamente cuando están en su estado más natural, alejados de las masas de gente, y este es uno de ellos.
Si buscas pasar un día de playa otra buena opción es la playa de la Almadrava o la Cala Montjoi, famosa por su arena de color gris y por haber sido el refugio del prestigioso restaurante de Ferrán Adriá, El Bulli.
Rutas de senderismo o caminos de Ronda de Cadaqués
Los caminos de Ronda son, valga de redundancia, caminos costeros propios de la Costa Brava que antiguamente comunicaban las distintas localidades. Hoy en día, constituyen uno de los atractivos turísticos más importantes de Cataluña. Como todos los pueblos de la Costa Brava, Cadaqués tiene sus propios caminos de Ronda.
Ruta a pie al faro de Cap de Creus
Una de las rutas de senderismo más famosas para hacer en Cadaqués es la que lleva al Faro de Cap de Creus, ubicado en el punto más oriental de la península. Es aquí donde los primeros rayos de sol se ven cada mañana y en ello radica su principal encanto. Cuando visites el lugar comprenderás muchas de las obras más famosas de Dalí, quien más de una vez se inspiró en Cap de Creus.
Esta ruta de unos 15 km y 5 o 6 horas de duración transcurre por el Camino Viejo. La travesía comienza subiendo hasta la parte alta del pueblo, pasando por la capilla Sant Baldiri y su cementerio para después bajar hasta Port Lligat. Cuando dejes atrás Port Lligat comenzarás a subir nuevamente para coger el camino antiguo y seguir la ruta. El camino no demanda demasiado esfuerzo físico, pero son unos cuantos km y no es del todo llano. Por eso, lo mejor es tomarlo con tranquilidad, llevar agua y algún bocadillo.
Posiblemente la travesía te lleve todo el día, especialmente si haces paradas en las calas, por ejemplo, en la cala Jugadora o Guillola. También puedes dedicarle varios minutos simplemente a contemplar el paisaje o buscar el mejor ángulo para una buena foto. Ya en el faro de Cap de Creus encontrarás un parque natural lleno de viñas y barracas, viejos olivos, rocas con formas peculiares y el Mediterráneo de fondo.
Luego de visitar el faro y tomar algo en sus terrazas puedes caminar 10 minutos más por la ruta hasta llegar al final de los acantilados del Parque Natural. Para volver, puedes tomar el mismo camino o regresar por la carretera, que es más llana y tiene menos dificultad.
¿Sabías qué? Cada 1° de enero, personas de todo el mundo se reúnen en torno al faro de Cabo de Creus para dar la bienvenida al primer amanecer del año en la Festividad del Sol Naciente. Ni bien el sol comienza a hacerse visible en el horizonte comienza un show de bailes de sardanas y se reparte chocolate caliente a los asistentes.
Ruta al faro de Cala Nans
Otra ruta de senderismo muy sencilla y que puede realizar todo el mundo es hasta el faro de Cala Nans, en dirección opuesta a la del Cap de Creus. El trayecto es de unos 4 km y comienza en el paseo marítimo de Cadaqués. Desde allí debes dirigirte a la platja Sa Conca y prepararte para hacer frente a una fuerte subida que te llevará al punto más alto. Desde lo alto tendrás una hermosa panorámica de Cadaqués y sus casas blancas. El camino continúa hasta llegar a una zona de acantilados escarpados y calas escondidas.
La mejor parte del viaje es el tramo final antes de llegar al faro, con el mar Mediterráneo a tu costado y algunas calas espectaculares, como la cala Sa Sabolla. La frutilla del postre son las vistas desde el Faro de Cala Nans.
Las fiestas tradicionales de Cadaqués
Todos los 20 de enero se lleva a cabo una de las celebraciones más arraigadas de Cadaqués: la fiesta de San Sebastián. Para la ocasión, la gente del pueblo asciende en grupo hasta la Ermita de San Sebastián, ubicada a 400 metros de altura. Esta ermita especial, solo se abre una vez al año para esta festividad, en la cual se celebra una misa, se bailan sardanas y se realiza un almuerzo al aire libre. Si visitas Cadaqués en esta época del año serás bien recibido por los locales e invitado a formar parte de esta bonita tradición.
Febrero, por su parte, es sinónimo de carnaval y en Cadaqués los carnavales se viven de manera especial, con un concurrido desfile de disfraces, varias carrozas y comparsas que recorren completo el paseo marítimo. Además, durante los días que dura la fiesta se realizan talleres y actividades dedicados a los más pequeños. Ya lo sabes, febrero es un buen mes para viajar en familia a Cadaqués.
Los platos típicos de Cadaqués
Como es de esperar, la gastronomía de Cadaqués reúne todas las características de la cocina Mediterránea, una de las más deliciosas y completas desde el punto de vista nutricional del mundo. Por supuesto, abundan los platos con pescados, pero también algunos más exóticos, como los erizos de mar, que puedes comerlos cocidos o crudos. El arroz es otro ingrediente clave de los platos más tradicionales, especialmente el arroz negro.
El paso de personajes tan famosos por Cadaqués, de algún modo también ha sido un impulso para su gastronomía. Por ejemplo, el escritor Josep Pla y el mismo Salvador Dalí, fueron amantes de la gastronomía de este lugar. Dalí, por ejemplo, usó una amplia iconografía gastronómica dedicada a los productos de esta tierra. Por su parte, Josep Pla, decía que en Cadaqués existen cuatro delicias gastronómicas: los erizos de mar en invierno, los mejillones de roca en primavera, los crustáceos como la langosta en verano y el vino en otoño.
Si de platos tradicionales hablamos, debemos mencionar el suquet, un plato típico de pescadores que consiste en una especie de guiso de pescado y mariscos. Otros platos tradicionales son la paella de mariscos, las sardinas, las anchoas, la escorpena con salsa y patatas, el mero, la langosta, los mejillones y más. Muchas de las preparaciones son condimentadas con alioli, especialmente las carnes cocidas a las brasas. Esta popular salsa se elabora exclusivamente en base de ajo y aceite.
Uno de los bocadillos más aclamados son las anchoas presentadas sobre una rebanada de pan con tomate encima y un poco de aceite de oliva. Te aseguramos que cuando las pruebes no querrás dejar de comerlas.
Como acompañante no falta nunca un buen vino, y para el postre, es momento es dulces típicos como el roscón, la crema catalana, el brazo gitano, el flan, los taps, las burilles, los crespells, el peix de nata, entre otros. Si bien el cultivo de la viña se ha ido perdiendo con el tiempo, la familia Martín Faixó conserva esta tradición y produce variedades de vinos blancos, negros y rosados, además de garnacha y moscatel.
¿Cómo llegar a Cadaqués?
Cadaqués se encuentra al norte de la provincia de Girona, a 175 km de Barcelona, a 800 km de Madrid y a solo 40 km de la frontera con Francia.
Si no tienes coche propio puedes llegar a Cadaqués usando el transporte público. Por ejemplo, si quieres ir desde Barcelona o Girona puedes coger un tren AVE hasta Figueras y desde allí un autobús de la compañía Sarfa Bus, hasta Cadaqués. También puedes tomar alguno de los 4 autobuses diarios de la compañía Safa Bus que salen desde Barcelona, Girona o Figueres hasta Cadaqués. De este modo te ahorras el estrés de la ruta y vas disfrutando del paisaje.
Si viajas en coche, debes saber que existe un solo acceso a Cadaqués por carretera: la GI-614. El trayecto en coche desde Figueras dura aproximadamente una hora. En la entrada de Cadaqués encontrarás dos parkings de pago bastante grandes, el parking Saba y Portlligat (que durante otoño e invierno es gratuito).
Tip viajero: el hecho de que solo exista una carretera a Cadaqués hace que durante la temporada alta los atascos en el tráfico sean habituales. Nuestra sugerencia es que viajes en temporada baja, otoño o primavera especialmente, así podrás disfrutar de Cadaqués con más tranquilidad.
Poco antes de llegar a Cadaqués, a ambos lados de la carretera, encontrarás un paisaje compuesto por viñas escalonadas en paredes de piedra seca de pizarra. Los mismos dan nota del pasado vinícola que tuvo esta zona y que conserva actualmente. De hecho, en estos viñedos se producen los vinos cabernet sauvignon, merlot, moscatel de Alejandría, garnatxa negra y picapoll de la familia Martín Faixo, que lleva dos décadas dedicándose al arte de los vinos.
Luego de recorrer Cadaqués solo queda despedirnos, deseando haber despertado tu interés por este bonito pueblo de la Costa Brava. Ahora resta elegir un fin de semana del calendario o planear unas vacaciones más extensas por esta maravilla catalana.