Potsdam es una ciudad alemana que se encuentra a 25 kilómetros al suroeste de Berlín. Es la capital del distrito federal de Brandemburgo y un sitio cargado de historia. Conocida como la «ciudad de los palacios», es una de las más importantes de Alemania y el destino perfecto para visitar en un día desde Berlín.

Potsdam fue fundada en el siglo VII por los eslavos, pero no fue hasta el año 1660 que la ciudad adquiere real relevancia. Para ese entonces, el rey Federico Guillermo I decidió establecer en Potsdam su residencia veraniega de caza. A partir del siglo XVIII la ciudad adquiere aún mayor importancia al convertirse en el hogar de la realeza prusiana y los káiseres de Alemania. Desde ese momento la ciudad comenzó a crecer y se construyeron numerosos palacios, que al día de hoy se conservan. Tal es la importancia y el esplendor que alcanzó Prusia que en 1990 la UNESCO la declaró como Patrimonio de la Humanidad.

Postdam-Alemania

Y para sumar más importancia histórica a la ciudad los líderes mundiales, en 1945, Harry S. Truman, Winston Churchill y Iósuf Stalin decidieron reunirse allí para redactar la famosa carta de la Conferencia de Potsdam. El lugar de encuentro fue el Palacio de Cecilienhof y con la carta se acordó cómo se administraría Alemania tras la guerra y qué ocurriría con los países que habían sido tomados por Hitler.

¿Qué ver en Potsdam en un día?

Si bien Potsdam es una ciudad chica, que se puede recorrer en un día, tiene varios atractivos así que te sugerimos que comiences la jornada bien temprano. Más adelante te explicamos cómo llegar a Potsdam desde Berlín, ahora veremos sus principales puntos de interés y cómo moverse por ellos.

Los palacios de Postdam

Potsdam posee muchos palacios que puedes visitar, por algo es llamada la ciudad de los palacios. Así que una buena forma de comenzar el tour por la ciudad es haciendo un recorrido por cada uno de ellos.

El punto de partida estratégico será el parque de Sanssouci, una impresionante zona ajardinada rodeada de las principales mansiones de Potsdam. Si bien al principio era solo el jardín que rodeaba el Palacio de Sanssouci, con el tiempo se fue expandiendo y hoy en día ocupa una superficie de 290 hectáreas. El parque Sanssouci contiene diez construcciones y palacios cuyo recorrido abarca unos 15 kilómetros a pie. El ingreso al parque es gratuito, aunque se suele pedir una colaboración de 2€.

Parque-de-Sanssouci

Si no sabes cómo moverte, lo ideal será que te llegues al centro atención a visitantes, ubicado al lado del Molino, en el ingreso al parque. Allí podrás comprar una entrada de unos 15€ que tiene validez para todos los palacios durante el día. Otra opción es pagar únicamente el ingreso a los palacios que te interese visitar.

Palacio de Charlottenhof

Es uno de los palacios más sencillos, pero no por eso menos bonito que verás. Se trata de un precioso palacete neoclásico, que imita las clásicas villas romanas. Fue construido sobre los cimientos de una antigua granja, a principios del siglo XIX para el rey Federico Guillermo IV.

El horario de visita del palacio es de 10 am a 5 pm y podrás ingresar únicamente con visitas guiadas. El precio del ticket es de 6€.

Palacio Nuevo

Palacios-de-Postdam

Es el siguiente palacio que encontrarás y el más grande de los palacios de Potsdam. Este enorme edificio de estilo renacentista fue el último de los encargos de Federico el Grande. Es, sin lugar a dudas, uno de los imprescindibles de Potsdam, así que te sugerimos que no dejes de conocerlo.

Luego de finalizada la Guerra de los Siete Años se construyó este palacio para demostrar el poderío y la grandeza de Prusia. Lo cierto fue que nunca llegó a usarse como residencia permanente de la realeza, puesto que sólo el káiser Guillermo II vivió allí unos pocos años.

En el interior del palacio destacan la sala de celebraciones, conocida como Grottensaal y la sala de mármol blanco, Marmolsaal. También podrás pasear por la galería marina, llamada así porque sus paredes están repletas de conchas, piedras preciosas y crustáceos.

El horario de visitas es de 10 am a 4:30 pm, desde noviembre hasta marzo y, de 10 am a 5:30 pm desde abril a octubre. La entrada cuesta unos 8€.

Por detrás del palacio se encuentra la Universidad de Potsdam, fundada en 1991 y otro de los edificios que vale la pena visitar (o al menos detenerse a admirar su fachada).

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Palacio Sanssouci: la verdadera joya de Potsdam

Junto al molino (más adelante te contamos sobre él) podrás ver la joya de la corona de Potsdam: el Palacio de Sanssouci. Conocido como el Versalles alemán, este hermoso palacio fue construido en 1747 para que el rey Federico II el Grande.

Este lugar, se convirtió en la residencia de verano del rey y su lugar preferido, donde se refugiaba solo con sus perros durante los tiempos difíciles. De hecho, el nombre del palacio es una frase francesa (sans souci), que significa “sin preocupaciones”, dejando en claro que el palacio era un lugar para relajarse y no un símbolo de poder. Incluso el rey se molestaba ante las pequeñas reparaciones, ya que consideraba que el palacio debía durar lo que durase su vida. Afortunadamente, el palacio Sanssouci sigue en pie y no ha perdido su elegancia y majestuosidad.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, el palacio se convirtió en una importante atracción turística de Alemania del Este. En 1990, luego de la unificación alemana, el cuerpo de Federico fue devuelto al palacio y enterrado los jardines que había creado. Ese mismo año, Sanssouci y sus extensos jardines se convirtieron en Patrimonio de la Humanidad y en 1995, la Fundación Prusiana de Palacios y Jardines de Berlín-Brandeburgo se estableció allí para cuidar los palacios imperiales de Potsdam.

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El palacio destaca por su color amarillo y su belleza, por sus jardines y por sus viñedos en terrazas. Si tienes la suerte de visitar estos jardines en plena floración serás testigo de una auténtica maravilla.

La visita al palacio se realiza con un audioguía que te explica cada habitación al detalle. Una vez finalizado el recorrido por el interior puedes rodear el palacio y contemplar los viñedos en terraza y la parte frontal del palacio (ingresarás por la puerta de atrás).

El horario de visita es de 10 am a 4:30 pm, desde noviembre hasta marzo, y de 10 am a 5:30 pm de abril hasta octubre. El costo de la entrada es de 12€.

Justo al lado del Palacio se encuentra el Molino histórico de Sanssouci, construido por orden de Federico Guillermo II, sobrino de Federico el Grande. Se dice que el monarca no destruyó el molino como una forma de hacer entender al pueblo que el rey no estaba por encima de la ley, que lo impedía.

Molino-histórico-de-Sanssouci

Palacio de Cecilienhof

Cuando llegues al lugar te encontrarás con una casa de campo más que con un verdadero palacio, sin embargo, es otra parada obligatoria en tu paseo por Potsdam. Como mencionamos antes, este lugar reviste especial interés histórico por haber sido el sitio donde se redactó la Conferencia de Postdam.

Fue construido entre los años 1914 y 1917 y el último de los palacios edificados en Potsdam bajo las órdenes de Guillermo II. El rey pretendía que el palacio fuese para su hijo, el príncipe Guillermo y su nuera, la princesa Cecilia, por eso se lo bautizó con ese nombre. El palacio es sumamente original y bonito y, por otro lado, uno de los pocos ejemplos de arquitectura tudor que encontrarás en Alemania.

El horario de visita es de 1o am a 4:30 (de noviembre a marzo) y de 10 am a 5:30 pm (de abril a octubre). El precio de la entrada es de 8€.

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Palacio de la Orangerie

Es otro de los palacios de Potsdam que vale la pena visitar. Fue edificado entre 1851 y 1864 y es dueño de un estilo renacentista italiano. Lo más destacado de su arquitectura son sus alrededores repletos de plantas y el pequeño estanque ubicado delante de la entrada. El edificio ocupa 300 metros cuadrados y está coronado por 2 torres gemelas. Lleva este nombre por las naranjas que hasta el día de hoy se cultivan en sus terrenos.

El palacio permanece cerrado de noviembre a abril. De mayo a octubre el horario de visitas es de 10 am a 5:30 pm. La entrada cuesta alrededor de 6€ y el acceso a la torre de observación, 3€.

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El Puente Glienicke

Un tour por Potsdam no puede dejar afuera una visita a este famoso puente, conocido como el Puente de los Espías. Si viste la película de Tom Hanks seguramente sabes de qué estamos hablando, sino no te preocupes, te lo contamos a continuación.

Este famoso puente adquirió vital importancia durante la Guerra Fría, puesto que dividía el Berlín occidental y la República Democrática Alemana. ¿Qué sucedía allí? era el punto de intercambio de espías presos entre las dos Alemanias.

El puente cruza el río Havel y forma parte de la carretera que une Potsdam con Berlín. Cuando lo cruces, presta atención porque podrás ver restos del antiguo muro de Berlín.

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Barrio Holandés

En el centro de la ciudad se encuentra uno de los lugares más pintorescos de Potsdam: el Barrio Holandés. Es conocido como «Little Ámsterdam» y se caracteriza por sus 134 casitas de ladrillo rojizo dispuestas en hileras, en la que vivían los trabajadores holandeses en el siglo XVIII. El parecido con las casas de Holanda era para que los trabajadores «se sintieran como en su casa».

Otro barrio para visitar es el llamado Barrio Ruso, conocido como Colonia Alexandowka. Fue construido con el mismo fin que el barrio holandés: que los rusos se sintiesen como en casa. La diferencia con los holandeses, que eran trabajadores, es que los rusos eran nobles y artistas que visitaban la corte de Federico Guillermo III.

Muy cerca del Barrio Holandés y visible desde una de las calles principales se encuentra la Puerta Nauener, una de las puertas de entrada a la ciudad que logró resistir al paso del tiempo.

La otra puerta de entrada a la ciudad lleva el mismo nombre que la que se encuentra en Berlín, aunque es menos conocida. Hablamos de la puerta de Brandemburgo, ubicada en una de las calles principales calles de la ciudad y que da acceso al parque Sanssouci.

Puerta-de-Brademburgo

Otros atractivos de Potsdam

Si dispones de tiempo dedica un rato a pasear por el Memorial del andén 17 de Grunewald, un sitio donde la triste historia del holocausto dejó su huella. Te contamos un poco de la historia.

Desde esta estación de tren partieron la mayoría de los judíos deportados de Berlín y sus alrededores a los campos de concentración. El primer tren partió el 18 de octubre de 1941, llevando mil personas al ghetto de Lodz, en Polonia. Desde ese momento, salieron trenes a los diferentes ghettos de Polonia y a otros ghettos europeos, como los de Minsk o Riga. Ya en 1942, los trenes comenzaron a trasladar pasajeros a los campos de concentración y exterminio, principalmente Auschwitz.

Sin lugar a dudas que es un lugar que invita a la reflexión sobre los horrores de la guerra y la Alemania nazi. En las placas conmemorativas que se ven a lo largo de las líneas del tren, podrás ver los trenes que salían, hacia dónde iban y la cantidad de personas que llevaban. En total, se cree que desde esta estación partieron más de 180 vagones con más de 50 mil judíos a los campos de concentración. Hoy en día, esta línea de tren no se utiliza.

Otro punto de interés es el Dragon House de Potsdam (la Casa del Dragón), un edificio construido en 1772 en la ladera sur del Klausberg, en el límite norte con el Parque Sanssouci. Su diseño está inspirado en una pagoda china, posee 4 pisos de forma octogonal y actualmente contiene un restaurante.

Si quieres visitar iglesias dirígete entonces a la Iglesia de la Paz, ubicada al fondo de los Jardines Marly, en los terrenos del palacio del Parque Sanssouci. La estructura de la iglesia se asemeja a un monasterio italiano de la Alta Edad Media y destaca por su campanario de 42 metros de alto.

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Si aún dispones de tiempo podrás visitar la Plaza Mayor de Potsdam, también conocida como Alten Markt, la antigua plaza del mercado. Allí se encuentran dos edificios emblemáticos de la ciudad: el Ayuntamiento y la Iglesia de San Nicolás. La plaza del mercado alberga el famoso mercadillo de Navidad que tiene lugar para las Fiestas.

¿Cómo llegar Potsdam desde Berlín?

Llegar a Potsdam desde Berlín es muy fácil. Solo debes tomar la línea S7 hasta Potsdam Hauptbahnhof. Una vez que llegues a la estación dirígete a las paradas de autobús y toma el bus 695, que va al Palacio Sanssouci.

Potsdam es una visita prácticamente obligada desde Berlín, así que no dudes en visitar esta encantadora ciudad donde la historia se hace presente en todos sus rincones. Si te gustó el artículo comparte en tus redes sociales y queda atento a nuestro próximo destino. Hay más por descubrir dentro de Alemania.

Créditos fotográficos

- [Nombre de a foto según banco de imágenes] ([url de donde la encontramos]), por [Nombre del autor] / CC BY ([url de la licencia])

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