Isla griega de Milos, todo lo que ver

Milos ofrece al turista todo lo que puede llegar a esperar de una isla griega: playas excelentes, buena comida y pueblos pintorescos. Es una verdadera joya que, a diferencia de otras islas (como Mykonos o Santorini), aún se mantiene preservada del turismo de masas, lo cual hace que viajar a ella sea todo un placer.

¿Listo para conocer la isla griega de Milos? Ponte cómodo porque hemos armado una guía súper completa con todo lo que puedes ver y hacer allí.  

Milos es una isla de origen volcánico perteneciente al archipiélago de la Cycladas. Sus kilómetros de costa sobre el Mar Egeo regalan al turista la posibilidad de visitar más de 70 playas, todas diferentes entre sí, y auténticos caprichos de la naturaleza que hacen de esta isla un lugar especial.

Milos es un destino de gran belleza en el que también se pueden encontrar cuevas, aguas termales, atardeceres de ensueño, iglesias en medio de las montañas, una historia interesante y un pasado minero. Lo único que debes hacer es disfrutar y dejarte sorprender en todo momento.

¿Sabías qué? La famosa estatua de la Venus de Milo, que muestra la figura de una mujer sin brazos y se exhibe en el Museo Louvre de París, fue encontrada en el siglo XIX en esta isla.

Si todavía te preguntas por qué visitar Milos habiendo tantas otras islas griegas, en este post lo descubrirás. Su patrimonio es uno de los motivos por los cuales viajar a Milos. Allí se conservan vestigios importantes de la antigüedad, como las catacumbas paleocristianas y un anfiteatro romano. También vale la pena viajar a ella por su paisaje, que difiere en cada sector de la isla. La fisonomía volcánica de Milos ha forjado coladas de lava, grutas subacuáticas, rocas que desprenden un fuerte olor a azufre y muchísimo más. Y, por supuesto, por su gran cantidad de playas y sus puestas de sol soñadas.

Dicho esto, damos comienzo a nuestro viaje virtual por Milos donde te brindamos toda la información para que pases unas vacaciones excepcionales. 

¿Qué hacer en Milos?

Milos ofrece muchas cosas para hacer, por eso nos organizaremos de la siguiente manera. Primero, te hablaremos de sus playas y sus pueblos. Luego, te contaremos sobre otros encantos que posee la isla y, por último, te mencionaremos diferentes actividades para disfrutar de ella. De esta manera, tendrás un panorama completo de todo el atractivo turístico de Milos.

Playas de Milos

Milos posee nada más y nada menos que 75 playas para elegir. Las mejores y más populares son las de Sarakiniko, Tsigrado y Kleftiko, aunque hay muchas más.

Lo más llamativo es lo diferente que son la una de la otra. De hecho, Milos posee una variedad de playas que difícilmente encuentres en otra isla griega. Algunas de ellas están en lugares remotos y apartados, otras tienen buenos servicios, otras son accesibles solo en barco y la lista continúa. ¿Listo para conocer las mejores playas de Milos? Comencemos.

Sarakiniko

La playa de Sarakiniko es sin dudas la más popular de la isla. Al mismo tiempo, puede que sea la playa más inusual que veas en tu vida. En otras palabras, es una verdadera maravilla y un lugar que cualquier vacacionista debe visitar en Milos.

Sarakiniko podría compararse con hacer un viaje a la luna. Sí, así como oyes. Resulta que su fisonomía consiste en rocas blancas de origen volcánico que han adquirido formas caprichosas por efecto del viento y las olas. Las mismas configuran un paisaje único, casi como si estuvieras en la luna, en donde las coladas de lava parecen lenguas que se adentran al mar. A ello se suman impresionantes acantilados y un mar de color turquesa que crea un fuerte contraste con el blanco de las piedras. 

La playa de Sarakiniko se sitúa en la parte noreste de la isla, a solo 5 km de Adamas. No es como las populares playas de arena o guijarros, allí solo abunda la roca de color blanco mate. Si bien en el borde hay pequeños sitios de arena, sus características difieren mucho del resto de las playas de Milos. 

Las aguas son bastante profundas, por lo que es perfecta para los nadadores más experimentados. De hecho, muchos turistas disfrutan buceando y explorando las cuevas submarinas. La playa tampoco posee olas, gracias a los acantilados que forman piscinas naturales, aunque sí hay bastante viento. Otro detalle es que prácticamente no posee sombra, por lo que deberás prever llevar gorra y mucho bloqueador solar.

Una de sus ventajas es su fácil acceso y que cuenta con parking, por lo que no tendrás problema para llegar a ella. Eso sí, si viajas en temporada alta te sugerimos que madrugues para poder disfrutar de un momento de soledad. Al ser la playa más popular de la isla no debe sorprenderte que se llene de gente. 

Papafragas

Se trata de una cala diminuta y escondida que en el pasado fue utilizada como base pirata y es una auténtica maravilla. Desde lo alto te dará la impresión de ser una piscina rodeada de enormes rocas, pero una vez en el agua el panorama será diferente. A la izquierda verás un agujero en la piedra que conduce a una cueva (no dudes en darle un vistazo). Como no podía ser de otra manera tratándose de una isla griega, sus aguas son turquesas y muy cristalinas.

En el acceso a la playa encontrarás un parking bastante amplio y gratuito y unas escaleras de roca que conducen a ella. Ve con cuidado, porque la bajada es empinada y puede estar resbaladiza. Una aclaración que vale la pena hacer, es que quizá no sea la mejor playa para los niños o adultos mayores, precisamente por la dificultad que implica llegar a ella. Si no tienes problemas en hacer el descenso, visitar esta joya de Milos será una de las mejores cosas del viaje. Eso sí, no olvides tu reserva de comida y agua, protector solar, gorros y calzado cómodo.

Otra forma más sencilla de acceder a Papafragas es haciendo un viaje en bote desde Pollonia u otros pueblos cercanos. Si bien es un poco más caro, es una forma de que quienes tengan dificultad para llegar a pie puedan conocer esta playa.

Junto a la playa de Papafragas se encuentra un sitio arqueológico que corresponde a la antigua ciudad de Phykalop, que si deseas puedes visitar.

Kleftiko

Se trata de otra playa popular a la cual únicamente puedes acceder en barco. Te sugerimos que no la dejes fuera de tu itinerario, porque es dueña de una gran belleza. Además, allí podrás hacer esnórquel y nadar entre medio de los túneles y pasadizos que forman las rocas. El programa de las excursiones generalmente incluye nadar en la cueva de Sikia, en la cual los rayos del sol se reflejan en el agua de cobalto creando un efecto muy especial.

Kleftiko consiste en un conjunto de formaciones rocosas monumentales esculpidas por la erosión. Lleva este nombre en referencia a la palabra“kleftis”, que significa ladrón. En épocas de antaño, esta playa era el sitio en donde los piratas se refugiaban y acechaban a los barcos que surcaban el mar Egeo. Por eso, una vez allí pon a volar tu imaginación y siéntete un pirata escondido entre las rocas. Créenos que el lugar invita a jugar como niño y pasar un momento increíble.

Para ir a Kleftiko debes contratar un tour de navegación (ten en cuenta que la visita puede suspenderse por mal tiempo, por eso te sugerimos que hagas la reserva el primer día, para que en caso de cancelación tengas tiempo para ir en otro momento). El precio de las excursiones rondan en 30 € por persona.

Firopotamos

Firopotamos es una playa muy bonita ubicada en una pequeña bahía, decorada con coloridas casas de pescadores. Allí el agua es turquesa, cristalina y muy calma, tan es así que simula ser una gran piscina. 

La playa de Firopotamos es de fácil acceso y tiene un pequeño parking en donde puedes dejar el coche. Eso sí, ve temprano. Primero, para conseguir lugar en el aparcamiento, segundo para disfrutar de la playa en soledad antes que lleguen las hordas de turistas.

Luego de visitar la playa, puedes subir a conocer su pintoresca iglesia y las ruinas de antiguos monumentos. Indudablemente, otra visita más que recomendada para hacer en la isla de Milos.

Alogomandra (Agios Konstantinos)

Otra de las playas de Milos que te sugerimos que visites es Alogomandra, una preciosa cala escondida bajo una formación rocosa en forma de cueva. Se trata de otra de las playas más curiosas de la isla, en donde puede verse lo caprichosa que es la naturaleza a la hora de moldear sus paisajes. Decimos esto porque la playa está en gran parte resguardada por un gran arco de piedra.

Las mismas rocas dotan a la playa de sombra natural y permiten un descanso más cómodo que otras playas. El mar es claro, transparente y posee una entrada ligeramente inclinada con fondo arenoso perfecto para los niños. Además, es perfecta para nadar, hacer esnórquel, tumbarse a tomar sol y relajarse. 

Se trata de otro rincón popular de la isla al cual se accede fácilmente, por eso en temporada alta suele haber bastante gente.

Paliorema

Antes te contamos que la isla de Milos guarda un pasado minero que podía explorarse en algunos rincones. Bueno, Paliorema es uno de ellos. 

Se trata de una playa recóndita ubicada en una antigua mina de extracción de azufre. La visita no solo te sumerge en un hermoso escenario natural, sino también te acerca al pasado de la isla. Cuando llegues lo primero que te llamará la atención es el color rojizo de las rocas y el paisaje desolado, que le brinda un gran atractivo.

Las minas de Paliorema fueron la fuente de trabajo principal de la mayoría de los habitantes de la isla, desde mediados del siglo XIX hasta 1956. Los trabajadores dormían en las instalaciones entre semana y los fines de semana volvían a sus casas con sus familias. Si bien hoy en día las minas no funcionan más, son un auténtico museo a cielo abierto que invita a explorarlo a pie: vagonetas oxidadas, túneles y raíles te harán sentir en un documental de National Geographic.  Luego, podrás darte un baño en su mar poco profundo, con marea suave y guijarros en el fondo.

Lo único negativo es que el camino que conduce a la playa y las minas es bastante complicado, por eso lo mejor es ir con un vehículo 4×4. De hecho, las agencias de alquiler suelen prohibir el acceso a esta zona en los coches normales. Sin embargo, buscarle la vuelta para conocer Paliorema merece mucho la pena.

Paleochori

Es una de las playas más turísticas de Milos, por lo que si prefieres ambientes más tranquilos quizá no sea la mejor opción. La playa está llena de bares y música que le dan un ambiente muy divertido. Además, el entorno que la rodea es realmente precioso. 

Paleochori se ubica en la costa sur de Milos, a unos 10 km de Adamas. Para muchos, es la playa más pintoresca e impresionante de la isla, gracias a su fisonomía que es el resultado de la erupción de un antiguo volcán. Además, llegar a ella es muy fácil, ya sea en automóvil alquilado, usando el servicio de autobuses regulares o en taxi. El único problema es que su aparcamiento es bastante estrecho y en temporada alta se satura rápido.

La parte central de la playa cuenta con varias tabernas, entre la que destaca Sirocco, una de las más famosas en Milos. Este establecimiento es muy concurrido, especialmente los fines de semana, tanto por los turistas como los mismos habitantes de la isla. La gente acude atraída por sus platos versátiles y de alta calidad, su ambiente agradable y las maravillosas vistas que se disfrutan desde su amplia terraza. La especialidad de la taberna es la comida volcánica, como el pescado, la carne y las verduras envueltos en papel de aluminio y horneados en arena caliente.

Si prefieres un poco de tranquilidad, a ambos extremos de la playa encontrarás un sector ideal. Para eso deberás caminar y trepar algunas rocas, pero de ese modo podrás disfrutar del mar casi transparente de esta playa, alejado del ruido y la muchedumbre.

Otra particularidad de Paleochori son los manantiales de azufre caliente que brotan de la tierra. Debido a ellos, el agua cerca de la costa adquiere una tonalidad amarillenta. Además, cuando sumerjas las piernas en el fondo de la arena hasta el tobillo notarás el inusual contraste de temperaturas.

Tsigrado

Si todavía buscas visitar lugares recónditos y apartados, entonces es hora de presentarte la espectacular cala de Tsigrado. Esta playa con aguas de intenso color turquesa se encuentra custodiada por enormes acantilados rocosos. El acceso a ella es al estilo misión imposible, aunque en realidad es posible hacerlo, solo hace falta tener un poco de cuidado.

Para poder disfrutar de este rincón especial de la isla de Milos debes descender por una grieta en la roca equipada con cuerdas y una escaleta totalmente vertical (no apta para personas que sufren vértigo). Al principio, el descenso puede parecer más complicado de lo que realmente es. Como dijimos antes, solo necesitas ir con cuidado y despacio. Una vez en la playa te habrás olvidado de todo el esfuerzo que implicó llegar a ella.  

Teniendo en cuenta esto, procura ir equipado con unas buenas zapatillas y todo lo que vayas a necesitar para tu día de playa en una mochila, puesto que subir y bajar varias veces no sería lo más cómodo del mundo. Dicho esto, si tienes un espíritu curioso y aventurero, no dudes en visitar Tsigrado.

Agios Ioannis 

Se trata de una pintoresca playa virgen formada por tres pequeñas secciones. Está ubicada en una bahía que lleva su mismo nombre, en la parte occidental de la isla y muy cerca del monasterio de San Juan. La playa de Agios Ioannis se encuentra custodiada por unas altas rocas blancas que se abren a sus lados y la resguardan de los vientos. 

Es una playa de difícil acceso, por lo que nunca está llena de gente. Si buscas un ambiente más íntimo, en donde puedas disfrutar de la naturaleza y un mar limpio y cálido, Agios Ioannis es la mejor opción. Un detalle a tener en cuenta, es que la playa está totalmente abierta y no posee sombra natural, por lo que será mejor que lleves tu propia carpa o sombrilla si no quiere achicharrarte. 

Una de las partes de la playa es accesible en coche, aunque para llegar a los sitios más apartados hay que tomar un camino estrecho que corre a lo largo de acantilados rocosos. La otra alternativa, y quizá la más conveniente, es llegar en bote dando un hermoso paseo marítimo. 

Otro detalle a tener en cuenta es que esta playa de Milos no cuenta con ningún tipo de infraestructura. Por lo que no olvides llevar agua, bebida y todo lo que necesites.

Los pueblos más bonitos de la isla

Los pueblos más conocidos de la isla de Milos son Adamas, Plaka y Klima, aunque tiene otros 12 pueblos que puedes explorar si viajas con tiempo. Los 3 primeros son los más populares, mientras que el resto son más remotos. Aun así, cada uno tiene su propio encanto y atracciones. Además de los 3 más famosos, te sugerimos conocer también Mandrakia, Trypiti y Pollonia. 

Adamas

Adamas es el pueblo más grande de Milos y el punto al cual llegan los yates. Es también el que más opciones de alojamiento, restaurantes, compras y transporte ofrece. Cuenta con tiendas de todo tipo, supermercados, agencias de viaje, cajeros automáticos, tiendas de alquiler de automóviles y más. 

En Adamas y otras ciudades portuarias de Milos verás los famosos kimolos. Estas coloridas casas de pescadores alineadas una junto a la otra despertarán en ti el deseo de tomar cientos de fotografías. A esto hay que añadir que Adamas tiene muchos rinconcitos históricos, como ser, su iglesia de 600 años de antigüedad. Por si fuera poco, Adamas cuenta con una galería de arte ubicada en un antiguo refugio antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial.

El puerto de Adamas cuenta con acceso a una de las dos estaciones de taxi de la isla y desde allí salen todas las excursiones de un día en velero. En definitiva, es la opción más práctica para moverse a otros rincones de la isla. 

Plaka

A 4 km de Adamas se encuentra Plaka, la capital de Milos y el pueblo más blanco de toda la isla. Como todas las ciudades propias de las islas griegas, guarda un encanto especial dado por el fuerte contraste entre el blanco inmaculado de las construcciones y el intenso azul del mar. Definitivamente es una de las visitas obligadas para hacer en Milos. 

Plaka se compone de calles empedradas, estrechas y laberínticas, fachadas blancas y ventanas de colores adornadas con macetas. A ello acompañan tiendas de artesanías, restaurantes y bares. La parte más linda es la más antigua de la ciudad y se ubica en la zona más alta. Allí se encuentra el castillo de Kastro y una iglesia que es una de sus postales más famosas. Además, los atardeceres desde este punto son verdaderamente mágicos y una de las experiencias que deben vivirse en Milos.

Además, Plaka cuenta con tres museos geniales, entre ellos el Museo Arqueológico en donde se encuentra la réplica de la estatua de la Venus de Milos. Otro atractivo es una pequeña iglesia que pasa casi desapercibida pero que en su interior aloja el Museo Eclesiástico de Milos. Este pequeño e interesante templo se encuentra muy cerca del espigón del puerto y el Museo Marítimo.

Klima

Klima es quizá uno de los pueblos más famosos de la isla de Milos. Esta pequeña localidad pesquera también invocará al fotógrafo que hay que ti, que querrá captar cada detalle. Sus pintorescas casas de pescadores talladas en las rocas son de película y no querrás perdértelas. De hecho, es uno de los motivos principales por el cual los viajeros se acercan a Klima.

Al atardecer, las vistas son especialmente mágicas, así que te sugerimos que aguardes a presenciar este momento antes de seguir viaje. Al principio del artículo te dijimos que presenciar el atardecer es uno de los motivos para viajar a Milos. Como ves, hay varios rincones de la isla perfectos para ello.

Trypiti

El pueblo de Trypiti combina a la perfección un ambiente muy tranquilo con increíbles vistas. Este pequeño pueblo parece colgar del acantilado ubicado por encima de Klima y cuenta con hermosos edificios e iglesias antiguos que vale la pena visitar. 

Trypiti reúne una buena oferta de restaurantes con terrazas que ofrecen vistas muy bonitas, especialmente al atardecer. Así mismo, a 10 minutos a pie se encuentran las famosas catacumbas y el antiguo anfiteatro del cual luego te hablamos. Si de camino decides bajar a Klima, podrás acceder al castillo mediante una caminata de 15 minutos.

Pollonia

Pollonia es un precioso pueblo de pescadores ubicado en el extremo noreste de la isla. Allí se respira un ambiente muy tranquilo que invita a relajarse. Por eso, si buscas este tipo de paz, Pollonia será la mejor opción para alojarte. 

Los dos grandes atractivos del pueblo son su paseo marítimo y un pequeño puerto del cual parten las excursiones a la vecina isla de Kimolos. A lo largo del paseo encontrarás pequeños y acogedores restaurantes donde podrás probar la comida local, mientras disfrutas de las vistas al mar. 

Mandrakia

Finalmente, Mandrakia es otro pueblo pesquero que no deberías perderte, ubicado a 4 km de Plaka. Se encuentra muy cerca también de la popular playa de Sarakiniko, por lo que puedes combinar a la perfección ambas visitas. 

Su arquitectura es tradicional y se caracteriza por las populares casas talladas en las rocas con puertas de maderas pintadas en vivos colores.

Otros atractivos de la isla de Milos

Como te anticipamos, la isla de Milos no es solo playas y pueblos pintorescos. También es dueña de un rico pasado que se hace palpable en los lugares que te contaremos a continuación. Por otro lado, deleita a los turistas que la visitan con una serie de spa naturales que invitan al relax. Veamos cuáles son estas otras opciones que ofrece la isla de Milos.

Anfiteatro romano

Si quieres rodearte de años de historia, entonces no dejes de visitar el Anfiteatro romano de Milos. Desde Trypiti parte una corta caminata que conduce hasta este espacio en donde las gradas ocupan la ladera y tienen hermosas vistas al mar. A su alrededor, el paisaje agreste le da todavía más encanto a la postal. Además, está considerado como uno de los teatros mejor conservados de todo el archipiélago de las Cycladas.

De camino al teatro, verás un cartel que indica el emplazamiento donde un campesino desenterró la famosa Venus de Milo a principios del siglo XIX. Esta diosa de mármol blanco es una de las esculturas de la antigua Grecia más reconocidas. Lo que no se sabe con certeza es si perdió sus brazos antes o durante su traslado a París. Mientras tanto, en el Museo Arqueológico de Milos, en Plaka, podrás ver una réplica de la original.

Las catacumbas

En la ladera de Trypiti, cerca del teatro, se encuentran las Catacumbas de Milos, otra visita imperdible. Este cementerio subterráneo data de los siglos I y V y fue usado como lugar de enterramiento por los primeros cristianos que llegaron a la isla. 

Durante la visita podrás explorar 200 metros de galerías que fueron excavadas en la piedra volcánica. Las mismas cuentan con varias salas conectadas entre sí que muestran dos tipos de enterramientos. Al día de hoy aún pueden apreciarse restos de los adornos con que decoraban las tumbas y algunos fragmentos de las ofrendas que dejaban a los difuntos. En total, se estima que hay unas 2.000 tumbas en todo el recinto arqueológico.

La entrada a las catacumbas cuesta alrededor de 4 € e incluye un guía que te irá contando detalles y la historia del lugar.

Fumarolas y baños termales

No debe sorprenderte que en una isla de origen volcánico existan fumarolas y charcos de aguas que funcionan como verdaderos baños termales. Así como oyes, Milos cuenta con una multitud de pozas con aguas calientes que hacen de pequeños spas naturales. 

Algunas de las opciones que dispones son las de Lakkos Adamantas, cuyas aguas tienen una temperatura entre 33 y 41º C; las de Alikes, Paliohori, Skinopi, Provatas y más. Hay tantas que lo más conveniente es que consultes cuál es la más próxima al lugar donde estás parando. 

Otro lugar con intensa actividad volcánica, lleno de un fuerte olor a sulfuro es Kalamos. Allí también encontrarás pequeños charcos de aguas sulfuradas entre fumarolas que poseen hermosas vistas de la isla y de la playa Santa Domenica.

Actividades para hacer en la isla de Milos

Ya conoces las playas, los pueblos y otros sitios imperdibles de Milos. Ahora te detallamos mejor cuáles son otras actividades que puedes hacer, ya sea extra o como parte de la visita a los sitios que ya te comentamos.

Dar un paseo en bote alrededor de la isla

Una de las mejores formas de disfrutar Milos es dando un paseo en bote alrededor de ella durante un día completo. De ese modo, podrás ver las playas desde otra perspectiva y explorar algunas a las que solo se puede acceder de esta manera, como ser Gerontas y Gerakas. El recorrido también puede incluir una visita a islas vecinas y te proporciona equipo de esnórquel para que puedas explorar la bahía de Kleftiko.

Practicar deportes acuáticos

La bahía de Milos ofrece las condiciones climáticas ideales para hacer windsurf. Si deseas vivir esta experiencia puedes alquilar el equipo o tomar unas clases en Hang Loose Club, en la playa de Papikinou. Si quieres hacer otros deportes, como wakeboard o jet ski tienes como opción los centros de deportes de la playa de Paleochori. Finalmente, si tienes tu propio equipo, la playa de Achivadolimni será el lugar indicado.

Explorar el pasado minero de la isla

Como ya sabes, Milos posee una rica y próspera historia minera. Por eso, si quieres seguir descubriendo parte de este pasado, puedes visitar el Museo Minero de Milos. Recuerda que también puedes visitar las minas de azufre abandonadas de Paliorema. Para esta actividad tienes dos opciones, hacer el recorrido por tu cuenta, o tomar un tour geológico que parte desde Adamas o Pollonia. 

Visitar rincones ocultos de la isla en un vehículo todoterreno

Si bien es una isla relativamente pequeña, Milos posee muchos rincones escondidos para explorar. Para hacer turismo aventura, lo mejor es alquilar un vehículo todoterreno y llegar a los lugares que resultan inaccesibles para un coche común. Sal de los caminos y sigue tu instinto. El mismo te llevará a aquellos sitios que no todos los viajeros conocen.

¿Cuál es la mejor época para viajar a la isla de Milos?

Milos posee un clima mediterráneo, con veranos calurosos (especialmente en julio). Tanto este mes como agosto son los más calurosos y turísticos. Quizá, la mejor opción sea viajar en mayo, junio o septiembre, cuando las temperaturas no son extremadamente calurosas y hay menos turismo. Fuera de esas fechas no tienes asegurado el poder disfrutar de las playas, que son el principal encanto de esta isla griega. En todo caso, dependerá de tus gustos y de lo que busques.

Respecto al cuánto tiempo dedicarle a la isla también será relativo. En general, 4 noches es lo mínimo que se aconseja, teniendo en cuenta que Milos tiene un montón de atractivos. De esa manera podrás recorrer la mayor parte de sus encantos sin correr. Si cuentas con más tiempo será mejor, ya que realmente no te aburrirás nunca. 

¿Cómo llegar a Milos?

A Milos puedes llegar por vía aérea o marítima. Si viajas en ferry llegarás a la ciudad de Adamas y puedes partir desde distintos destinos, como Santorini o Atenas. El viaje en ferry desde la capital dura unas 4-5 horas en los ferris más lentos, detalle que debes tener en cuenta. 

Por su parte, el aeropuerto de Milos conecta con Atenas y otras islas griegas y realiza vuelos mediante la compañía Olympic Air. 

Una vez en la isla verás que es bastante grande y que sus atractivos están distribuidos a lo largo de toda su extensión. Para moverte tienes dos opciones: alquilar un coche o usar el transporte público de la isla. La segunda opción conecta los principales puntos turísticos de Milos, aunque no realiza viajes con mucha frecuencia. Por eso, lo mejor es alquilar un coche y moverte por tu cuenta.

También tienes la opción de alquilar una moto o un quad. La elección dependerá de tu experiencia con cada tipo de vehículo. Si optar por alquilar un coche, ten en cuenta que la mitad sur y el este de la isla no están asfaltados y llegar puede ser un poco complicado. Aun así vale la pena hacer el intento. Cada rincón de la isla es único y merece ser descubierto. 

¿Dónde alojarse?

La mejor zona para alojarse en la isla de Milos es en Adamas. Aparte de tener el puerto, Adamas posee un ambiente muy animado, una excelente oferta gastronómica y las mejores opciones de alojamiento. Esta zona está llena de tiendas, supermercados, agencias de alquiler de coches y vida nocturna.

Además, muchas de las playas de Milos poseen hamacas que puedes alquilar para dormir, lo cual es una experiencia bastante fuera de lo común que puedes vivir. Un ejemplo de ello es Plathiena, en donde además de hamacas encontrarás un depósito de agua dulce que podrás usar para beber y ducharte.

De esa manera vamos llegando al final de nuestro recorrido por la isla de Milos. Indudablemente es un destino increíble y un punto obligado de cualquier ruta por las islas griegas. En otras palabras, Milos es un paraíso repleto de aventuras y sensaciones por descubrir.