En Meteora, Grecia, te sentirás como si estuvieras en una película de fantasía. Este sitio atrae la atención por los monasterios construidos sobre unas formaciones rocosas que sobresalen en la llanura de Tesalia.
Los templos comenzaron a construirse cerca del siglo XI y, por mucho tiempo, fue considerado un lugar de retiro espiritual. En total, hubo 24 monasterios, de los cuales solo 6 sobrevivieron a los ataques que las tropas alemanas hicieron al país durante la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad, los monasterios de Meteora son Patrimonio de la Humanidad y un interesante destino turístico para los que aman la naturaleza y la espiritualidad. Tanto si eres religioso como no, este lugar te interesará, ya que con el solo hecho de estar ahí será toda una experiencia.
A continuación, te diremos qué hay para hacer en Meteora, cuáles son los monasterios que puedes ver y cómo llegar a ellos con éxito.
Qué hacer en Meteora
En sí es bastante emocionante ver el conjunto de rocas elevadas al cielo que conforman el paisaje de Meteora. Pero esto va más alá de tan solo mirar y tomar fotos bonitas, ya que existen una gran variedad de cosas que puedes realizar durante tu estadía. Despierta tu espíritu aventurero con algunas de las actividades que te mencionaremos a continuación.
Hacer senderismo
Entre los monasterios existen varios senderos que, por siglos, han sido usados por los peregrinos y monjes que pasaban por el lugar. Muchos de ellos se encuentran conectados, por lo que puedes iniciar en Kalambaka para llegar hasta el monasterio de la Santísima Trinidad.
Algunos caminos inician en el pueblo de Kastraki y te conducen a muchos sitios interesantes de Meteora como las “cuevas de ermitaños”, la roca de Agio Pneyma y la capilla del Espíritu Santo, que fue construida dentro de una de las cuevas.
La buena noticia es que, aunque no lo aparenta, los senderos son fáciles de atravesar, por lo que están aptas para todo tipo de personas. Además, hay varias zonas de descanso, en donde podrás relajarte antes de continuar con tu trayecto.
Ver la puesta de sol
Si optas por realizar senderismo durante la tarde, tendrás la oportunidad de ver el atardecer en todo su esplendor. Sin importar si estás en uno de los monasterios, cerca de las cuevas o entre las rocas, sin duda que será un espectáculo a la vista digno de un cuadro. Así es que ten lista tu cámara para tomar fotos increíbles del cielo.
Excursión por Meteora al atardecer
Ir al museo de la Historia Geológica de Meteora
Cerca de Meteora está el pueblo de Kastraki, en donde se sitúa un interesante museo que alberga distintos minerales hallados en la zona. A su vez, encontrarás información sobre cómo se formaron los distintos picos y rocas a través de las eras, por lo que es perfecto para alimentar tu curiosidad sobre el proceso geológico del lugar.
Escalar las rocas
Para los más aventureros, existe la opción de escalar algunas de las rocas que bordean al pueblo de Kastraki. Como dato curioso, te contamos que los monjes se dedicaban a esta actividad luego de que los habitantes les enseñaran a cómo subir a los picos más altos para construir sus templos en las alturas.
Actualmente, la escalada a las rocas está supervisada por expertos, quienes te proveerán de las herramientas necesarias para subir con seguridad hasta la cima. Algunas de ellas, como la Dupiani y la Psaropetra, están próximas a algunos alojamientos y se usan, principalmente, como miradores para contemplar el paisaje.
Pasar por la Vía ferrata del Gran Santo
Esta roca es de las más altas que existen en Meteora, por lo que solo los más experimentados pueden escalarla. Aquí existe un sendero oculto entre las grietas, que te lleva a una fortaleza donde ha florecido una antigua ciudad.
La roca del Gran Santo, también conocida como Agia, está a unos 430 metros sobre la ciudad de Kalambaka. Desde la cima, puedes ver la llanura de Tesalia y el pueblo de Kastraki, siendo así un perfecto punto para disfrutar de espectaculares vistas panorámicas.
Recorrer los famosos monasterios de Meteora
Sin duda que, de todas las actividades mencionadas anteriormente, la más interesante es la excursión a los monasterios que hay en Meteora. Si bien se han registrado un total de 24 monasterios existentes en el siglo XVI, ahora solo quedan en pie 6 de ellos. Aun así, cada uno posee una atmósfera única, con su propia historia y estilo arquitectónico.
Qué monasterios se pueden ver en Meteora
Hasta hace poco más de un siglo, subir a los monasterios de Meteora era complicado, ya que se debía usar escaleras de mano y cuerdas sostenidas por poleas, sin ningún sistema de seguridad. Recién en 1920 es que se crearon escaleras de rocas y accesos rápidos para conectar los distintos sitios de la zona.
Todos los monasterios están habilitados para su acceso al público. En sí es importante respetar el código de vestimenta, aunque en muchos de ellos te facilitan trajes para acceder sin inconvenientes. Teniendo en cuenta esto, te diremos qué templos visitar y qué encontrarás en cada uno de ellos.
Gran Meteoro
Este templo fue construido sobre la roca llamada Meteora en pleno siglo XIV. En su interior se albergan una gran variedad de códices, que muestran datos sobre el lugar. También hay diversos frescos medievales, que reflejan los dogmas de la iglesia ortodoxa.
A un extremo de la entrada, existe una torre que, en el pasado, se usaba como depósito de provisiones. Hoy en día, ese espacio está destinado para exhibir objetos antiguos y conocer más datos sobre la vida cotidiana de los monjes que habitaban ese monasterio.
Desde el monasterio de Gran Meteoro, puedes ver otras atracciones como la Torre del Diablo, situado al lado sur. También está el pico de piedra conocido como Ypsilotera Rock, en donde se había construido uno de los templos que, actualmente, está en ruinas.
Varlaam
Otro monasterio de Meteora que debes conocer es el Varlaam, el cual lleva el nombre del primer monje que habitó en él en 1350. En su interior se encuentran algunas celdas y una iglesia construida en honor a los Tres Santos Jerarcas: Gregorio el Teólogo, Juan Crisóstomo y Basilio de Cesarea.
Durante el año 1518, el pintor Teófanes de Creta mandó construir las iglesias de San Juan Bautista y la iglesia de Todos los Santos sobre los restos de una edificación antigua. Por mucho tiempo, se usaba una escalera de madera alargada para subir a la cima hasta que, en la década del 20, se añadieron refuerzos en los escalones para brindar mayor seguridad a los visitantes.
Roussanou
El origen de este monasterio es desconocido, ya que muchos piensan que lleva el nombre del fundador del primer templo existente en el terreno. También están los que aseguran que se creó en 1388 por los monjes Benedicto y Nicodemo.
Sin embargo, Roussanou es reconocido por haber sido un buen refugio en reiteradas ocasiones. Una de ellas fue en 1757, cuando los turcos atacaron a los habitantes de la zona. La otra sucedió en el año 1897, cuando varias familias comenzaron a huir de la guerra greco-turco.
Tras la invasión de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, muchos objetos se trasladaron a otros monasterios y permaneció cerrado por muchos años. Recién en 1971 reabrió sus puertas y, para la década del 80, se realizó una renovación completa del edificio.
Actualmente, es un convento de monjas, por lo que forma parte del grupo de monasterios femeninos que existen en Meteora. Puedes ir a ella subiendo por una escalera y cruzando dos puentes pequeños, que reemplazaron a un viejo puente de madera que daba acceso directo al lugar.
San Nicolás
Al igual que con el caso de Roussanou, tampoco se sabe cómo se originó el monasterio de Sa Nicolás. Algunos creen que ciertas partes del edificio se construyeron en el siglo XIII y, a partir de ahí, surgieron las reconstrucciones posteriores.
Los murales dentro del templo representan la Asunción y la Pasión de Cristo, entre otros temas religiosos. La decoración estuvo a cargo de Teófanes de Creta y, en la cúpula de la iglesia principal, hay una representación de Dios con el estilo del arte bizantino.
Para llegar a San Nicolas, debes transitar por un sendero cerca de un acantilado compuesto por 143 escalones, subir por una escalera de piedra esculpida en la pared de 85 escalones. El edificio se encuentra a unos 80 metros de altura y, desde ahí, podrás contemplar el pueblo de Kastraki.
Santísima Trinidad
Sin duda que este es de los monasterios más alejados y complicados de llegar, al menos en el pasado. Esto se debe a que los visitantes debían atravesar el valle y escalar una pared rocosa en vertical. Actualmente, existe un acceso por túneles y una escalera de piedra con 130 escalones, que te permite subir con mayor facilidad.
Se cree que, antes de su construcción, ya había algunas comunidades religiosas en esa región durante el siglo XI. La leyenda cuenta que un monje llamado Dometius construyó el monasterio entre los años 1475 y 1476, siendo también su primer habitante.
En cuanto a su estructura, el monasterio cuenta con una catedral decorada con frescos del año 1741. La capilla San Juan Bautista está hecha de roca y, en el pasado, albergaba numerosos manuscritos que fueron arrebatados por las tropas enemigas en la Segunda Guerra Mundial.
Muchos investigadores piensan que los frescos que están en el monasterio son el periodo posbizantino. Asimismo, se cree que las decoraciones eran delicadas, aunque eso se puede intuir al apreciar las columnas y azulejos rosas que se encuentran en el lugar.
San Esteban
Al igual que con Roussanou, el de San Esteban también fue ocupado por monjas, por lo que conforma parte de los monasterios femeninos de Meteora. Se cree que su fundador fue el asceta Jeremías pero, en realidad, ha sido el archimandrita Antonios Kantakouzenos, aunque eso pudo haber sucedido tras la construcción del edificio sobre un templo antiguo.
Para llegar a él, debes cruzar un pequeño puente conectado a la carretera. El acceso principal está franqueado por celdas y, hacia el sureste, se encuentra una iglesia del siglo XV, que fue decorada por Nicholas Kastrinsio. En el noroeste hay otra iglesia que se sabe se construyó en 1798, por lo que se la conoce como “La nueva iglesia”.
Cómo subir a los monasterios de Meteora
Los monasterios de Meteora se encuentran hacia el norte de Tríkala, una ciudad griega que destaca por su tradición e historia. Cerca también está la localidad de Kambalaka, por lo que puedes llegar desde ambos puntos en autobús o coche y continuar caminando.
En sí el trayecto a pie puede ser un medio bastante cómodo si no hace demasiado calor y quieres contemplar el paisaje desde cerca. Solo ten en cuenta que, además de las rutas, también debes subir por escaleras y cruzar diversos puentes, por lo que sería agotador para alguien que no esté acostumbrado a hacer ejercicios o moverse.
Además, es necesario recalcarte que cada monasterio está bastante alejado el uno del otro. En total son unos 10 kilómetros de recorrido, sin contar la cantidad de escalones que se deben subir para llegar a cada uno de ellos. Así es que considera el alquilar un coche o averiguar algún tour para recorrer el sitio con mayor comodidad.
Esperamos que este artículo te haya motivado para conocer Meteora y disfrutar de una de las experiencias más fascinantes en tu viaje por Grecia. Si te gustó, no olvides compartir este artículo con tus amigos para que más personas sepan de este destino.
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