Nuestro destino de hoy es Noruega y uno de sus lugares más espectaculares: el fiordo de Geiranger (Geirangerfjord), conocido como la joya de los fiordos noruegos. Un paisaje de ensueño, con enormes montañas cubiertas de nieve, majestuosas cascadas, una vegetación verde y exuberante y el intenso azul del fiordo. ¿Estás listo para descubrir este destino único en el planeta?
El fiordo Geiranger se encuentra situado en el distrito de Sunnmore, en Geiranger, un pueblo muy pequeño y tranquilo, a pesar de que recibe más de 600 mil turistas al año, que sirve de punto de entrada al fiordo.
Son muchas las cosas que hacen que este sitio sea especial. Por un lado, cuenta con la prestigiosa certificación de Destino sostenible. ¿Qué significa esto? Este sello de calidad es otorgado a los lugares que trabajan para reducir el impacto medioambiental del turismo. Es decir, lugares que no solo se encargan de que los miles de turistas que los visitan queden maravillados, sino también de conservar sus atractivos naturales y culturales. Gracias a estos esfuerzos, Geiranger es un lugar excelente para visitar, pero también para vivir.
Por otro lado, la belleza singular de sus paisajes le han valido el título de Patrimonio Mundial de la UNESCO. No solo es uno de los destinos turísticos más bellos del mundo, sino también uno de los fiordos más pintorescos de Noruega. Sin dudas que dan ganas de verlo, ¿no?
Tanto los fiordos como las zonas de su alrededor evocan recuerdos de una Noruega de antaño, de la época en que la gente vivía en un entorno empinado y rocoso, teniendo como principal sustento a la agricultura. Lo más increíble, es que algunas personas aún viven de ese modo, como si hubiesen elegido escaparles a los avances científicos y tecnológicos. Los fiordos rememoran una época en la que se vivía de los árboles frutales en flor y de la cría de animales. Por eso mismo, los fiordos son mucho más que una maravilla natural para Noruega, son parte de su historia y sus raíces.
El oeste del país es conocido como “la Noruega de los fiordos”, de hecho, cuenta con unos 1700 fiordos identificados, salpicados a lo largo de su costa. Durante millones de años, el hielo y el agua han hecho su trabajo de erosión sobre las masas terrestres, dando lugar a un laberinto de valles por encima y por debajo del agua. Este espectáculo natural es el principal reclamo turístico de Noruega, quien supo aprovechar eso, sin descuidar el medio ambiente.
¿Cómo se formó el fiordo de Geiranger?
Antes de meternos de lleno a recorrer el fiordo, te contamos un poco sobre cómo nació este rincón del planeta tierra.
Un fiordo es un valle hundido bajo el agua que se forma por el peso de los glaciares. El entorno natural único en el que está inmerso el fiordo de Geiranger tuvo sus inicios en la última glaciación. Lentamente, los glaciares fueron hundiendo el valle de la costa hasta formar un hueco bajo el nivel del mar, al mismo tiempo que fueron dando forma a las montañas. Una vez que el hielo se derritió, el hueco se fue cubriendo con agua del océano, que se combinó con el agua dulce de los glaciares, creando un doble ecosistema. El agua del exterior posee menos salinidad y evita que haya fauna marina. Sin embargo, en las profundidades de los fiordos, sí es posible encontrar diversidad de animales.
Gracias a la cálida Corriente del Golfo, los fiordos noruegos disfrutan de un clima suave, que permite que no se congelen. Gracias a esto, focas, marsopas y diferentes peces naden en las aguas más profundas de los fiordos, mientras que las águilas y otras aves vuelvan por encima de ellos.
Así, nació el fiordo de Geiranger, de 15 km de longitud, 1,5 km de ancho (en su punto máximo) y 260 metros de profundidad. En realidad, corresponde a un brazo del Storfjord, conocido como el fiordo grande.
Recorrido de un día por el fiordo de Geiranger
Seguramente será un día intenso, que comenzará bien temprano, pero que sin dudas valdrá la pena. Lo clásico es navegar por el fiordo a través de un crucero. Las vistas son sencillamente espectaculares, con las impresionantes montañas que rodean esta lengua marina y la multitud de casitas de madera, alquerías y pequeñas chozas salpicadas en las laderas de las montañas. La única desventaja es que, al ser la actividad más turística, los barcos suelen estar abarrotados de gente. Aunque, una vez que hayas embarcado las vistas que verás te harán olvidar del bullicio que hay a tu alrededor.
La mayoría de los cruceros realizan dos escalas. La principal se hace en el puerto de Geiranger, situado al final del fiordo. La otra escala es Hellesylt, otra pequeña villa situada en el mismo fiordo, pero en este caso se trata de una parada más bien técnica. Es decir, no les da tiempo a los pasajeros para recorrerla.
A lo largo de su extensión podrás ver numerosas granjas abandonadas, siendo las más visitadas las granjas Skagefla, Knivsfla y Blomberg. El fiordo tiene también varias cascadas impresionantes. Las dos más destacadas son las cascadas de Las Siete Hermanas y El Pretendiente, también conocida como El Enamorado. Ambas cascadas se encuentran enfrentadas, por eso se dice que el pretendiente está intentando cortejar a las hermanas. El Velo de la Novia es otro de los saltos de agua más hermosos del fiordo, y recibe este nombre porque el agua cae delicadamente sobre un borde rocoso. Cuando el sol la ilumina por detrás simula ser un velo fino sobre las rocas.
También vale la pena recorrer algunas de las pequeñas aldeas ubicadas en las orillas del fiordo, desde las cuales podrás observarlo desde otra perspectiva. Además, estas aldeas cuentan un poco la historia del lugar y muestran como sus habitantes aún conservan muchas de las tradiciones de antaño. Los amantes del senderismo también poseen varias rutas para hacer, más o menos difíciles, que recorren las montañas y ofrecen espectaculares panorámicas desde los miradores.
Cerca del fiordo Geiranger se encuentra uno de los atractivos turísticos más curiosos de Noruega. La escalera del Trol es una carretera muy sinuosa que asciende por las montañas que rodean el fiordo, famosa por su pendiente al 9% y sus 11 curvas de horquilla. Una carretera perfecta para los amantes de la adrenalina que se abrió en 1936 y es muestra de las excelentes habilidades de ingeniería y construcción de esa época.
¿Es suficiente un día para recorrer el fiordo de Geiranger? Si solo dispones de un día no te desanimes, porque podrás ver lo imprescindible del fiordo y empaparte de su belleza. Sin embargo, si cuentas con un poco más de tiempo, te sugerimos pasar un día más en el lugar, para poder explorarlo a fondo.
Alternativas para hacer en el fiordo de Geiranger
Si tienes más tiempo o quieres hacer alguna actividad diferente en el fiordo, tienes varias opciones.
Trekking a Skagefla y el mirador de la cascada de las Siete Hermanas
Se trata de una de las rutas más panorámicas de toda Noruega y una actividad que te sugerimos que realices, si tu estado físico y tiempo lo permiten. La ruta completa es en sí bastante exigente, ya que en total hablamos de unos 10 km (entre la ida y la vuelta), si partimos de Homlong. Es decir, será una caminata de 5 horas, como mínimo, que discurre por un terreno rocoso y un sendero muy expuesto (quizá no sea una actividad apta para las personas que sufren de vértigo). De todos modos, la ruta está muy señalizada y equipada, por lo que no deberían presentarse inconvenientes.
Al final de la ruta llegarás a una antigua granja, que estuvo en uso hasta el siglo XIX, ubicada a unos 250 metros sobre el fiordo de Geiranger. Frente a ella, la cascada de las Siete Hermanas conforma un paisaje espectacular, que compensará cualquier esfuerzo realizado. Si eres aficionado de la fotografía te darás un verdadero festín en el lugar.
La cascada de las Siete Hermanas tiene una caída de 250 metros y está envueltas en una popular leyenda noruega. Según la misma, el novio (representado por la cascada de El Pretendiente) pretendía tener como novias a las 7 hermanas al mismo tiempo. Al final, rechazado por todas ellas, se entregó a la bebida, por eso se dice que la cascada tiene forma de botella.
Otra forma de llegar a la granja es tomando un ferry que te llevará hasta el muelle situado a los pies de la granja. Desde allí, resta subir los 250 metros de desnivel para llegar a la cima. Creemos que es la mejor alternativa si solo dispones de un día en el fiordo y no quieres perderte la experiencia.
Ruta hasta la cascada de Storsæterfossen
Es otra de las posibles rutas de senderismo para hacer en el fiordo. Se trata de un trekking de unos 6 km, ida y vuelta, que comienza en la parte alta del pueblo de Geiranger. Al final de la ruta llegarás a una cascada, que por sí misma no es tan impresionante. Pero, lo que sí resulta interesante es que puedes pasar por detrás de la cortina de agua, lo cual le da un plus extra a la visita.
La ruta es bastante sencilla. La primera parte discurre por un camino de tierra, que si quieres puedes hacer en coche para ahorrar algo de tiempo. La segunda parte del trekking se realiza a través de pequeño sendero, que corre entre campos.
Plataforma de Dalsnibba
La montaña Dalsnibba, de 1500 metros de altura, es uno de los picos más impresionantes del fiordo de Geiranger. Visitar la plataforma Dalsnibba es una actividad que tranquilamente puedes hacer en un día y que vale la pena. Se encuentra situada a 1500 metros sobre el nivel del fiordo, así que te imaginarás las vistas espectaculares que tendrás desde allí arriba.
Para llegar hasta la plataforma solo debes conducir durante unos 20 minutos desde Geiranger. Si llegas al fiordo desde el puerto de Dalsnibba, solo debes coger un pequeño desvío de carretera. Durante el verano hay un bus turístico que lleva a la plataforma, por un precio aproximado de 35 EUR por persona. El estacionamiento para coches particulares cuesta alrededor de 17 EUR.
Las excursiones en crucero suelen incluir como parte de su itinerario la visita a la plataforma de Dalsnibba.
Recorrer el pueblo de Geiranger
Visitar el fiordo, pero no recorrer el pueblo sería como una actividad incompleta. Por eso te sugerimos que dediques una partecita de tu día a recorrer Geiranger. Si bien el pueblo es muy pequeño y no tiene mucho para ver, disfrutar de su tranquilidad es un verdadero regalo. Rodeado de naturaleza, es un sitio que invita a perderse y apreciar los regalos de la madre tierra. Los barcos suelen aparcar en los muelles para que los turistas puedan hacer los recorridos por los pueblos, así que no será problema.
En el área adyacente al muelle encontrarás una oficina de turismo donde podrás informarte del lugar y contratar excursiones de un día. En la zona también hay baños, varias tiendas de recuerdos, una parada de autobuses, parada de taxis y sitios para comer.
La actividad típica para hacer aquí es subir por unas pasarelas y escaleras que corren paralelas a la cascada, hasta llegar a la plataforma de arriba, donde las vistas son espectaculares. Por el camino verás muchas casitas con césped y flores en los tejados, algo típico de los paisajes nórdicos. Luego de tomar un par de fotos, puedes volver por la carretera que sale hacia la izquierda, que lleva hasta la iglesia de Geiranger, construida en base de madera y tejado de pizarra.
Mirador de Ørnevegen
Es el mirador más famoso del fiordo de Geiranger. Desde este punto podrás ver uno de los recodos principales de este gran fiordo. Si el tiempo acompaña y el día está soleado seguramente tomarás la foto con más likes de tus redes sociales. Lo más importante es evitar las horas pico, en las que llegan todos los autobuses de turistas. Lo ideal es subir o en el primer bus o en el último, para poder disfrutar del paisaje, sin sentirte en un hormiguero.
Otra forma es acceder al mirador con tu propio coche, que podrás alquilarlo en Geiranger. La carretera que lleva a este famoso mirador, es conocida también como Eagle Road (Camino del Águila), y sube por la ladera de la montaña desde Geiranger hacia Eidsdal, siguiendo la carretera número 63. Recibe el nombre de Eagle Road porque en su punto más alto pasa por un terreno que tradicionalmente estuvo dominado por las águilas.
El tramo más famoso y escarpado de la Carretera Nacional Noruega 63 es conocido como la Escalera del Troll o La Trollstigenes. Este tramo de la carretera transcurre por 11 curvas cerradas hasta llegar al punto más alto, ubicado a 620 metros sobre el nivel del mar.
Mirador de Flydalsjuvet
Otra de las postales típicas del fiordo se obtiene en este mirador, que puedes incluirlo en tu visita de un día. Desde esta posición verás todo el pueblo de Geiranger, el fiordo y los numerosos cruceros que se encuentran atracados en el puerto.
El mirador está dividido en dos zonas, una situada en la parte superior y otra, 40 metros más abajo. La plataforma inferior corresponde a una de las postales más famosas del fiordo: una persona sentada en una piedra, al borde del vacío. Ambas plataformas se encuentran comunicadas por una pasarela. Actualmente, gracias al proyecto National Tourist Routes el mirador se ha modernizado y cuenta con nuevas instalaciones acordes con las vistas.
Llegar a Flydalsjuvet, es fácil, además muchos cruceros suelen incluirlo en el itinerario. De lo contrario, se encuentra a 4 km desde el pueblo de Geiranger, por lo que podrás acceder caminando (eso sí, prepárate psicológicamente para enfrentar la subida). Otra opción es tomar un autobús.
Navegar en kayak por el fiordo de Geiranger
Si quieres disfrutar el fiordo desde una perspectiva diferente, lo mejor es alquilar un kayak. En Geiranger podrás alquilar kayaks y todo el equipo necesario para vivir una aventura a pleno. Si no tienes experiencia en este tipo de actividad, tienes la opción de contratar un guía que te lleve a hacer el recorrido. Es una actividad más que recomendada, porque te aleja del bullicio de los cruceros y te permite conectar mejor con el entorno.
Llegar a los miradores en bicicleta
Otra actividad ideal para los amantes de los deportes al aire libre es alquilar una bicicleta eléctrica y recorrer el pueblo de Geiranger y llegar a los miradores. Por ejemplo, si tienes tiempo y buen estado físico puedes hacer un recorrido de 14 km desde Geiranger, pasando por Eagles Road y volviendo a Geiranger. A lo largo del trayecto pasarás por históricas granjas de cabras y huertos de frutas hasta llegar al mirador. No te preocupes, porque podrás parar las veces que sea necesario para recuperar el aire y apreciar el paisaje.
Otro tour para hacer en bici es una ruta de subida constante que serpentea a través de Geiranger y llega hasta Flydals Canyon, otro de los miradores más famosos del fiordo. Al igual que en la ruta anterior, tendrás muchos puntos para hacer una pausa.
¿Qué otros fiordos pueden visitarse en Noruega?
Como te contamos, hay muchos fiordos en Noruega (más de mil). Sin embargo, los más importantes, además del fiordo de Geiranger son:
- El Sognefjord, también conocido como el fiordo de los sueños o el rey de los fiordos, es el segundo más grande del mundo. Posee una ubicación privilegiada, justo en la zona central de la Noruega de los fiordos. Con más de 200 km, es el más largo del país, alcanzando una profundidad máxima de 1308 metros.
- El Hardangerfjord, que es el tercer fiordo más grande del mundo y, con 179 km, el segundo más largo de Noruega. Se extiende desde el Océano Atlántico, al sur de Berge y llega a la zona centro del país. Es especialmente bello en primavera, cuando el paisaje se adorna de cientos manzanos en flor en la ladera de la montaña.
- Otro de los fiordos más famosos es el Lysefjord, el que más al sur está en la Noruega de los fiordos. Posee 42 metros de longitud y muchos miradores que pueden visitarse en un día.
- El Naeroyfjord, al igual que el fiordo de Geiranger, forma parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y tiene varias similitudes con él. Por ejemplo, posee un tramo mucho más estrecho, de tan solo unos 250 metros en algunos puntos, y también está rodeado por hermosas cascadas y escarpadas montañas.
- El Hjorundfjord tiene una fisonomía muy similar al fiordo de Geiranger, pero con muchos menos turistas y más naturaleza virgen. Posee 35 km de extensión, a lo largo de la cual se alzan varias aldeas pintorescas que adornan el paisaje.
¿Cómo llegar a Geiranger?
Geiranger se encuentra a 7 horas en coche de Oslo, a un poco más de 5 horas de Bergen (conocida como el punto de entrada a los fiordos) y a unos 100 kilómetros de la ciudad de Alesund. Tienes varias opciones de transporte para llegar a tu destino.
Los trenes parten todos los días desde Oslo y desde Trondheim y demoran entre 5-6 horas en llegar a Åndalsnes, la estación de trenes más cercana. Si viajas en verano podrás tomar el Expreso del Litoral Noruego, en dirección norte desde Bergen a Geiranger. Durante el invierno, este tren no llega hasta el fiordo, pero sí hace escala en Ålesund, desde donde puedes coger un autobús a Geiranger.
También podrás llegar a Geiranger en autobús desde Oslo, Trondheim y Bergen. Si viajas en coche desde Ålesund, el recorrido será de unas 3 horas. Por otro lado, dispones de vuelos diarios desde las principales ciudades y poblaciones de Noruega hasta el Aeropuerto Vigra de Alesund, que es el más cercano al fiordo de Geiranger.
Si vienes desde el sur, al otro extremo del fiordo de Geiranger, la mejor opción es coger un ferry. El precio es de unos 100€ (para una persona y un vehículo) y tienes varias salidas diarias en ambas direcciones. La gran ventaja es que puedes aprovechar este ferry en lugar de tomar el crucero, ya que realmente realiza el mismo trayecto a través del fiordo. En cambio, por el norte el único acceso es por medio de Eagle Road, de la cual ya te contamos.
Comer en el pueblo de Geiranger
El aspecto saludable de los habitantes de Geiranger no solo proviene del aire fresco que respiran a diario, sino también de su exquisita gastronomía local, basada en ingredientes frescos. Hoy en día, comer alimentos libres de conservantes y aditivos podría decirse que es un verdadero lujo. Bueno, los habitantes de Geiranger se dan este lujo y disfrutan de sus beneficios.
En el pueblo encontrarás varios restaurantes y mesones locales que ofrecen platos dueños de un sabor propio y típico de la región. Como complemento, el paisaje (no todos los días comes comida fresca y natural mientras admiras un fiordo, así que procura vivir el momento a pleno).
Un sitio muy popular es la cervecería Geiranger, productora de comida y bebida local, situada en una casa flotante. También puedes acercarte al bar de degustación Hellesylt que vende, entre muchas otras cosas, los famosos merengues con sabor a regaliz.
Mejor época para visitar el fiordo de Geiranger
En general, la gran mayoría de los turistas visitan los fiordos noruegos durante los meses de junio y julio, es decir, durante la época estival. En este momento del año podrás disfrutar del fiordo y todo su entorno sin pasar demasiado frío, ya que durante el día las temperaturas rondan entre los 13 y los 18ºC, descendiendo hasta los 2ºC por la noche. A partir de marzo, abril y mayo los días se hacen más largos y las temperaturas comienzan a subir gradualmente. Además, corresponde a la época con menor índice de lluvias de todo el año. Sin embargo, las temperaturas pueden cambiar bruscamente, por eso te sugerimos que lleves la suficiente ropa de abrigo en la maleta.
Pasando en limpio, teniendo en cuenta el clima, desde mayo hasta septiembre será buen momento para visitar el fiordo de Geiranger, coincidiendo con la temporada media-alta.
El invierno lógicamente es la época más barata para viajar a Noruega, pero el frío es intenso y muchas actividades cierran. Ten en cuenta, además, que muchas veces las nevadas y las impredecibles lluvias pueden complicar mucho la visita. En todo caso, dependerá de tu tolerancia a las bajas temperaturas y las inclemencias climáticas. Si ello no representa un problema, tendrás la ventaja de no cruzarte con tanto turismo y acceder a las excursiones y alojamiento por un precio menor.
El invierno noruego, además de ser un buen momento para los deportes en la nieve, es la época para disfrutar de la alucinante Aurora Boreal. Este fenómeno que puede vislumbrarse en el horizonte es el sueño de muchos. Si pudieses combinar la visita a un fiordo con las auroras boreales tu estadía en Noruega podría decirse que salió de maravillas. Diciembre, enero y febrero son los meses que tienen menos luz solar y cuando las noches son más largas, lo que ayuda a crear las condiciones precisas para que el fenómeno suceda. Eso sí, vete equipado con todo lo necesario para hacerle frente a intenso frío, ya que de lo contrario será más sufrimiento que placer.
¿Emocionado por visitar uno de los fiordos más espectaculares de Noruega? Si ya has visitado el fiordo de Geiranger déjanos tu comentario así podemos enriquecer aún más la información. Y, si te gustó el artículo, comparte en tus redes sociales.