Se encuentra en la inmensidad del océano Pacífico a 3,700 kilómetros de la costa chilena, conforma el Triángulo de la Polinesia con las islas de Hawái al norte y de Nueva Zelanda al este. Su formación se debe a la erupción de sus tres volcanes principales, Maunga Terevaka, Poike y Rano Kau, además tiene forma triangular y una extensión total de sólo 166 kilómetros cuadrados.
Es un territorio declarado como Patrimonio de la Humanidad en 1995 que esconde mitos y realidades, bajo su cultura nativa o pascuense que los lugareños aún conservan y practican. Entre sus misterios destacan los populares Moais levantados hace cientos de años, que se mantienen en pie y se desconoce como fueron movilizadas tan grandes esculturas por toda la isla. A su vez es un lugar que atrae a miles de turistas cada año, quienes vienen a descubrir sus impresionantes sitios arqueológicos, disfrutar de sus bellezas naturales y conocer un poco más de su cultura y tradiciones.
Sitios arqueológicos y Moais
La Isla de Pascua es un enorme museo al aire libre, hay miles de sitios arqueológicos que se encuentran esparcidos por todo el territorio. Los Moais son la identidad y el sello representativo de la isla, son enormes cabezas de piedra que erigen de la tierra y pertenecen a la cultura ancestral de los rapanui, la etnia que habitaba la isla en sus orígenes.
El nombre de las esculturas en lengua nativa es Moai Aringa Ora, que se traduce como “el rostro vivo de nuestros ancestros”, por lo cual se dice que las figuran están envueltas en un halo de misterio.
Hay 1,045 moais dispersos por toda la isla y cada uno tiene su particularidad. La mayor concentración de moais es la del Volcán Rano Raraku, la cantera en donde se encuentra la piedra utilizada para su construcción. En sus senderos demarcados para la visita, tendrás acercamientos a una vista increíble del azul del Pacífico y del Ahu Tongariki, que es la plataforma más grande de la isla con quince estatuas de pie.
Hanga Roa
Es la capital y el único lugar poblado de la isla, aquí se desarrollan las principales actividades sociales, culturales y económicas, coexisten hoteles, restaurantes y comercios donde puedes disfrutar de sus tradiciones, cultura y gastronomía.
Cráter Rano Kau con vistas a la costa
El inmenso cráter tiene un kilómetro de diámetro y una laguna en su interior cubierta de vegetación, se encuentra a 324 metros de altura sobre la costa. No está permitido bajar hasta allí, pero la vista desde el mirador del cráter es increíble, contrasta el verde con el azul intenso de la laguna y del Océano Pacífico que lo rodea.
Generalmente su visita se combina con un lugar muy especial para los rapanui, la Villa Ceremonial de Orongo, que es donde se realizaban competencias y ceremonias.
Playas Paradisíacas
Las playas que tiene la isla son maravillosas y prácticamente vírgenes, fundamentalmente Anakena y Ovahe son populares por el coral blanco y la piedra volcánica roja, que han formado arenas suaves que invitan al descanso y al disfrute.
Anakena es el lugar ideal si estás buscando un poco de descanso, se encuentra a media hora desde Hanga Roa con arena blanca, palmeras y un mar turquesa, con vistas asombrosas y los 7 moais del Ahu Nau Nau observando la playa desde las alturas.