Recorrido por el Lago de Garda, el más grande de Italia

A un paso de Venecia, Milán y Verona se encuentra el lago más grande de Italia. El Lago de Garda es uno de los atractivos turísticos más bellos y visitados del país. Basta con pararse en su orilla para comprender por qué. ¿Quieres saber qué hacer en el Lago de Garda? Te lo contamos en esta guía completa que hemos preparado.

En la confluencia de las regiones de Véneto, Lombardía y Trentino-Alto Adigio se sitúa el mayor lago de Italia: un precioso espejo de agua de origen glaciar que abarca una superficie de 370 km². Custodiado por los majestuosos Alpes, configura uno de los paisajes más bellos del país (y, nos atrevemos a decir, de todo el Viejo Continente). Este destino turístico por excelencia disfruta también de un microclima característico que permite disfrutarlo en todo momento del año. Además, lo hace perfecto para el cultivo de la vid, limoneros y olivares que enriquecen la gastronomía de los pueblos que se alzan a su alrededor.

El Lago de Garda tiene algunas particularidades que lo diferencian de otros lagos del norte de Italia. Por un lado, su zona norte se encuentra en medio de los Alpes y presenta un paisaje en donde el lago y la montaña se complementan maravillosamente. Hacia el sur, por el contrario, la postal cambia totalmente, ya que el terreno es llano. Asimismo, en esta región se concentran algunos de los pueblos más lindos que aparecen en torno al lago de Garda, cada uno con su arquitectura particular y un encanto propio que los hace dignos de ser visitados.

El Lago de Garda desde siempre ha ejercido una atracción especial con el turismo. Ya en la época de la Antigua Roma la aristocracia se asentó en sus orillas y levantó sus lujosas villas. La belleza de sus paisajes, por su parte, logró cautivar e inspirar a las mentes más creativas, como Dante o Lord Byron.

Hoy en día, el Lago de Garda sigue atrayendo tanto a turistas nacionales como internacionales, especialmente viajeros provenientes de Suiza, Austria o Alemania. De allí que sea un popular destino de veraneo, tanto por la calidad de los servicios que ofrecen sus pueblos, como las múltiples actividades que se pueden hacer en él, especialmente las relacionadas con el mundo de los deportes acuáticos.

¿Cómo llegar al Lago de Garda?

La manera más recomendada de llegar al Lago de Garda es en coche, ya que de esa forma podrás recorrer todos sus alrededores y moverte a tu propio ritmo. Sin embargo, como se trata de un importante destino turístico, hay otras maneras de llegar.

Desde Milán tienes la posibilidad de viajar en tren hasta Sirmione (uno de los principales enclaves del Lago de Garda), partiendo desde la estación Milano Centrale. El trayecto tiene una duración de una hora y media y un costo de 21-24 € para los trenes rápidos y 9,20 € para los trenes regionales.

Si vas a sortear los 140 km que separan Milán de Sirmione en coche, lo único que debes hacer es tomar la autopista con dirección a Verona y seguir las indicaciones. La ruta está perfectamente señalizada, por lo que no tiene pérdida.

Partiendo desde la ciudad de Verona se puede llegar fácilmente a otras dos poblaciones del Lago de Garda en tren: Peschiera del Garda y Desenzano del Garda, ambas ubicadas en la parte sur del lago. Desde la estación de Porta Nuova de Verona el viaje tarda 15 minutos a Peschiera del Garda y 20 minutos a Desenzano.

Desde Verona también parten autobuses a las localidades ubicadas al norte del Lago de Garda. De ese modo, es posible llegar fácilmente a Riva del Garda u otros pueblos como Lasize, Bardolino o Torre del Benaco.

Finalmente, el ferry es otro medio de transporte útil para moverse por el Lago de Garda. Aquí también tienes varias opciones, desde los estándares hasta los más rápidos y también los que llevan coches. Por ejemplo, un viaje muy frecuentado por los turistas es el trayecto que va desde Limone a Malcesine y viceversa.

¿Qué hacer en el Lago de Garda?

El Lago de Garda se vive intensamente durante todo el año, aunque es en verano cuando más turistas atrae. A su largo y ancho aparecen una serie de localidades balnearias que en la época estival reciben a miles de turistas que llegan deseosos de disfrutar de los atractivos del lago.

La oferta de entretenimiento se basa, fundamentalmente, en el desarrollo de deportes acuáticos y actividades de montaña como el senderismo. Por eso mismo, una de las mejores cosas para hacer en el Lago de Garda es disfrutar de la vela, el kitesurf, el windsurf, entre otros.

Hacia el norte, las actividades de montaña se llevan buena parte del protagonismo, cosa que no sucede al sur, donde el terreno es prácticamente plano. En los pueblos del norte, Torbole por ejemplo, es muy común alquilar una bicicleta de montaña o hacer diferentes rutas de senderismo. Por su parte, en Malcesine una actividad obligada es subir en funicular hasta el Monte Baldo y tener unas vistas espléndidas a 1500 metros de altura.

Además, a orillas del Lago de Garda se encuentra el parque temático más visitado de Italia, con un buen número de atracciones para el disfrute de toda la familia. Mientras que, los que prefieren actividades más tranquilas y de índole cultural, pueden disfrutar de visitar templos y monumentos de arquitectura tradicional.

Como ves, hay mucho para hacer en el Lago de Garda, dependiendo qué zona o pueblo visites. Respecto a esto, te contamos a continuación cuáles son los pueblos que se alzan a orillas del Garda que vale la pena visitar.

Pueblos y ciudades del Lago de Garda

De norte a sur y de este a oeste aparecen muchos pueblos y ciudades pequeñas que han desarrollado su vida en torno a este lago de origen glaciar. Muchos de ellos se encuentran entre los más bellos de Italia, gracias a su arquitectura italiana y tirolesa que se complementan armónicamente con la naturaleza.

Estos pueblos tradicionales destacan por sus iglesias y castillos, sus casitas de pescadores, sus paseos y costaneras, sus plazas y sus muchos restaurantes de comida local. La mejor manera de ser testigo de esto es haciendo una ruta en coche de 2 o 3 días. Así podrás recorrer el lago por completo e ir parando en los pueblos y ciudades que más llamen tu atención. A medida que avances, comprobarás que cada uno tiene su encanto y motivos que ameritan una visita.

Malcesine

Esta pequeña ciudad medieval con el Monte Baldo a sus espaldas se encuentra situada en la parte nordeste del Lago de Garda y es uno de sus enclaves más visitados. Su cercanía a Verona, a 60 km aproximadamente, la convierten en una buena parada para iniciar tu ruta por el lago, primero hacia el norte y luego hacia el sur. Asimismo, es perfecta para hacer una excursión de un día desde esta ciudad.

La belleza de Malcesine ejerce una fuerza de atracción muy poderosa, no solo con turistas, sino también con artistas de renombre. Así fue como el pintor austríaco Gustav Klimt decidió inmortalizar en una de sus obras el casco histórico de Malcesine reflejado en las aguas del Lago de Garda.

Su posición privilegiada en lo alto de un promontorio la dota de unas vistas espectaculares del lago. Pero, no es lo único que podrás hacer allí. Malcesine está llena de motivos para hacer un alto en el camino y visitarla. Puedes comenzar recorriendo las calles estrechas del centro histórico, que sorprende por sus grandes dimensiones y sus muchos rincones con encanto.

De ese modo, tus pasos te irán llevando al atractivo más visitado del pueblo: el Castillo Sclaliero, una fortaleza del siglo XIII que hoy en día tiene un especial aspecto veneciano. Desde lo alto de la torre pentagonal tendrás una gran panorámica de Malcesine y el Lago de Garda.

Aunque, si buscas la excelencia en vistas, entonces debes tomar el teleférico que sube al Monte Baldo. Desde aquí, a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar, sí que tendrás la panorámica más completa del lago y los Dolomitas.

Tus pasos también te guiarán al animado puerto de Malcesine, donde podrás alquilar una barca y dar un paseo por el lago, admirando esta ciudad medieval desde una perspectiva diferente. Y, por qué no, cruzar en ferry a la encantadora localidad de Limone sul Garda, de la cual más tarde te hablaremos.

Muy cerca del puerto se encuentra también el Palazzo dei Capitani, que desde 1902 lleva el título de Monumento Nacional. Se trata de otra destacada construcción del siglo XIII que fue remodelada en estilo veneciano.

Torbole sul Garda y Nago

Nago y Torbole son dos pueblos diferentes, situados muy cerca el uno del otro. El poeta y dramaturgo alemán Goethe describió a Torbole como una «maravilla de la naturaleza, un espectáculo encantador». Y sí que lo es. Posiblemente, se trate de uno de los pueblos más bellos a orillas del Lago de Garda.

Torbole se encuentra situado en la vertiente noroeste del Monte Baldo, cerca de la desembocadura del río Sarca. Nago, por su parte, aparece 2 km más al norte y cuesta arriba, por lo que regala unas vistas increíbles del lago.

Pasear por Torbole es un verdadero placer, ya que conserva su aspecto original de pueblo de pescadores. Las casitas coloridas y las embarcaciones amarradas al muelle configuran una de las postales más bellas del pueblo. Postal que supo atraer a numerosos artistas y poetas que plasmaron la belleza del lugar en sus obras. Aquí no puedes perderte el hermoso paseo Busatte Tempesta, cuyos 400 escalones regalan unas vistas espectaculares del Lago de Garda.

Uno de los puntos más fotografiados de Torbole es la Casa del Dazio, una pequeña casa a orillas del lago decorada con flores en sus balcones. Si bien puede parecer algo bastante habitual en esta zona, lo cierto es que su gran belleza coloca a Torbole entre los pueblos más bonitos del Lago de Garda.

Además de caminar por el puerto, desde Torbole parten numerosos paseos a pie y en bicicleta, senderos que corren a orillas del lago y travesías al Monte Baldo. Asimismo, esta población es muy popular entre los windsurfistas. De hecho, Torbole es considerada la cuna del windsurf en el Lago de Garda, gracias a sus vientos fuertes y constantes que soplan desde el norte por las mañanas y del sur por las tardes. Otro clásico son los paseos en barco y en vela.

¿Sabías qué? El brócoli, una rica verdura con forma de arbolito, es el producto más destacado de la gastronomía de Torbole. Por eso, otra de las cosas que tienes para hacer en esta localidad es saborear una receta típica que tenga a este alimento tan versátil como principal ingrediente. Tan grande es su popularidad, que cada año se celebra una fiesta en su honor. Quizá tengas suerte y des con ella.

Para ver Nago no tienes más que alzar la vista, ya que el pueblo se sitúa en lo alto de la montaña. Este enclave rodeado de vegetación mediterránea es otro de los parajes más bellos en torno al Lago de Garda y un motivo más para visitar este punto de Italia.

Lo mejor que puedes hacer en Nago es subir a las ruinas del Castillo Penede y dar un paseo por el bonito parque a su alrededor. Las vistas desde este punto son fantásticas, con Torbole, los viñedos y la vegetación que envuelve al Lago de Garda como máximos protagonistas.

Riva del Garda

A 6 km de Torbole se encuentra Riva del Garda, una ciudad italiana situada al norte del Lago de Garda, cuyo panorama aparece rodeado de acantilados escarpados y altas montañas.

Este destino con pasado medieval está muy bien preparado para el turismo, por lo que es perfecto para hacer base y recorrer sus alrededores o pasar unos días disfrutando de sus playas y la belleza del entorno. Además, Riva del Garda tiene un precioso centro histórico en el que podrás pasear por sus calles pintorescas llenas de tiendas y restaurantes. Su punto neurálgico es la Plaza 3 Novembre, en la cual se encuentra el monumento más importante de la ciudad, la Torre Apponale, del año 1220.

Otro excelente plan para hacer en Riva del Garda es dar un paseo bordeando el lago, ya sea a pie o en bicicleta, y llegar al Fuerte de San Nicolás, ubicado al pie del Monte Brione.

Tampoco dejes de disfrutar de sus acogedoras playas de guijarros. Por la mañana, cuando hay menos viento, regalan las condiciones idóneas para darse un baño refrescante. Por las tardes lo más recomendable es ir a la Playa de Sabbioni, que se encuentra a pocos pasos del centro.

En Riva del Garda son populares las excursiones en velero, el kitesurf, windsurf y el buceo. Los muchos puntos de inmersión del Lago de Garda son el atractivo soñado para los amantes de este deporte. Respecto a esto, el Cristo Silencioso, una estatua que descansa en las profundidades del lago, es una de las inmersiones más famosas.

El ciclismo es otra actividad demandada. Riva del Garda cuenta con una enorme cantidad de carriles y senderos para bicicletas de montaña de diferente dificultad. De ese modo, principiantes, familias enteras y expertos podrán recorrer la zona de esta manera. En este sentido, el Camino de Ponale, que conecta Riva del Garda con el Val di Ledro, es una de las travesías más pintorescas y famosas.

Finalmente, si te toca un día de lluvia, puedes aprovechar para visitar la Rocca de Riva del Garda, un antiguo castillo medieval que hoy en día acoge el Museo del Alto Garda. Este interesante espacio se organiza en varias salas que abarcan temáticas como la arqueología, la pintura y la historia de la ciudad y el Lago de Garda. El broche de oro de la visita es subir a la torre Mastio, la más alta del museo, desde donde se disfruta de una agradable vista del lago.

Limone sul Garda

Antes te contamos que una de las mejores cosas para hacer en Malcesine era tomar un ferry y cruzar a la preciosa localidad de Limone sul Garda. Este pequeño enclave es uno de los más antiguos y mejor conservados del Lago de Garda, por ende, una visita fundamental para incluir en tu ruta.

Limone sul Garda está construido sobre la pendiente de la montaña. Por eso, una vez que dejes el auto en la entrada del pueblo podrás bajar por sus callecitas hasta la costanera repleta de bares, restaurantes y tiendas. El paseo no tiene desperdicio y te regalará una gran experiencia.

El microclima especial de esta región favorece el cultivo de limones y otros cítricos. De hecho, se cree que el nombre de Limone sul Garda proviene precisamente de sus magníficos campos de cítricos. Como sea, el aroma a limón se cuela por las calles de su centro histórico, permitiendo disfrutar de esta localidad con todos los sentidos.

Para deleitarse con las vistas, qué mejor que su paseo lleno de antiguas casas de pescadores que dan directamente al lago, como los callejones y plazas de su núcleo histórico. Lo mismo decimos de la iglesia de San Pietro in Oliveto, una de las iglesias románicas más antiguas del lago.

El casco antiguo de Limone sul Garda tiene las características propias de los pueblos con pasado medieval. Calles estrechas y empedradas, muchos desniveles, casas adornadas con flores y edificios de piedra. Perderse por sus callejones y apreciar los detalles, como los números de las viviendas marcados en platos de cerámica decorados con dibujos de limón, es un auténtico placer.

Entre sus puntos destacados encontramos la Piazza XX Settembre, la antigua Plaza del Mercado, la Torre Visconti, el Ayuntamiento y el puente Azzone Visconti.

Las playas bañadas por las aguas cristalinas del lago invitan a relajarse o sumergirse en sus refrescantes aguas. Entre las más populares encontramos la playa de Grostol y de Cola. Ambas se encuentran en el centro de Limone, son de guijarros y están equipadas con sombrillas y tumbonas. Para practicar deportes acuáticos, en cambio, un buen plan es ir la playa de Fonte Torrente San Giovanni o la playa de Tifù.

Saló

Bajando por la costa oeste del lago, hacia el sur, llegamos a la pequeña ciudad de Saló. Una vez que dejes el coche en el parking de la entrada podrás comenzar a recorrer su casco antiguo y su agradable costanera llena de restaurantes, cafés y villas lujosas. A pesar de que no está dentro de los pueblos más promocionados del Lago de Garda, tiene mucho encanto.

El casco histórico posee edificios muy bien conservados, así como algunos restos de su antigua muralla medieval. Pasear por sus callecitas estrechas, a la par que vas descubriendo tiendas de artesanías, bares y terrazas es muy agradable. Además, esta es la mejor manera de conocer el patrimonio histórico de la ciudad, que tiene como máximos exponentes al Palacio del Podestà y el Duomo dedicado a Santa María Annunziata (el templo más grande de todo el Lago de Garda).

El paseo no te llevará mucho tiempo, pero no por eso dejará de ser una parada muy agradable de tu ruta.

Desenzano del Garda

En sus orígenes, Desenzano del Garda fue una de las localidades más frecuentadas por la aristocracia italiana. Hoy en día, su cercanía a Sirmione la coloca en un segundo plano, pero aun así, es un enclave lleno de encanto que también te sugerimos visitar.

Desenzano del Garda se encuentra al sur del lago, en la zona conocida como Bajo Garda. Este maravilloso golfo cerrado en los extremos por la península de Sirmione acoge a esta bella ciudad que tiene la ventaja de permitir a sus viajeros recorrer sus calles en paz. Después de todo, que Sirmione se lleve la mayor parte de los turistas tiene sus ventajas.

Desenzano del Garda es una ciudad colorida y animada que reúne atractivos para toda la familia. Un encantador centro histórico, playas, centros equipados para deportes acuáticos, restaurantes, bares y tiendas de lujo le dan mucha categoría.

Entre sus atractivos podemos mencionar a su animado puerto, desde donde parten las excursiones en bote a Sirmione o Peschiera del Garda; la Piazza Giuseppe Malvezzi en el centro histórico; y su castillo medieval. La vía del Castello, situada a los pies de la fortaleza, es una de las más bonitas de la ciudad, gracias a sus fachadas coloridas, hoteles y tiendas que le dan un toque único.

El puerto de Desenzano se encuentra rodeado de antiguos edificios de colores con balcones, soportales y ventanas venecianas. A esta postal de película se suman una gran cantidad de árboles, flores y barcas pequeñas y antiguas. Para completar el panorama, justo al final del paseo hay un espigón con un pintoresco faro.

Dominando la ciudad, el Castillo de Desenzano del Garda no solo regala unas vistas increíbles desde su torre, sino que también acoge al Museo Arqueológico. Allí se exhibe una colección de objetos hallados en la zona y el arado más antiguo del mundo, que data del 2000 a. C. Fue erigido a comienzos de la Edad Media y en sus inicios sirvió como refugio para sus habitantes.

Finalmente, si eres amante de la historia, puedes conocer la Villa Romana, uno de los atractivos más destacados de Desenzano. Aquí podrás ver restos que datan de finales del siglo I a.C. y el siglo V d.C. La zona está llena de objetos de valor, además de increíbles mosaicos y un precioso jardín.

Sirmione, la ciudad más importante del Lago de Garda

Llegó la hora de hablarte de Sirmione, el enclave más importante del Lago de Garda y, para muchos, el más bello de todos. Famoso por su castillo que aparece rodeado por las aguas del lago, forma una postal realmente increíble que difícilmente olvides.

Esta joya del Lago de Garda ubicada en una estrecha península, enamora a los viajeros a primera vista. Su casco histórico se encuentra rodeado por el agua y llama la atención en todas sus esquinas. Sin embargo, aquí el gran protagonista es la Rocca Scaligera, una de las fortalezas mejor conservadas de toda Italia. Erigido en el siglo XIII, gracias a su posición privilegiada permitía controlar el tráfico en la parte sur del Lago de Garda.

Dentro de esta pequeña península hay varios puntos interesantes, como el Palazzo Maria Callas, el pequeño puerto del cual salen las embarcaciones turísticas, la antigua Chiesa di Santa Maria della Neve y más.

El balneario de aguas termales es otro de los platos fuertes de Sirmione. Las mismas emergen del manantial de agua subterráneo al cual desde siempre se le han atribuido propiedades curativas. Por eso, relajarse en algunos de sus balnearios (como Catulo y Virgilio), es uno de los mejores planes para hacer en este destino soñado.

Tip viajero: Sirmione es un destino sumamente popular durante el verano. Por eso, para disfrutar más de su belleza, lo mejor es visitarlo fuera de la época estival. Allí es cuando las aglomeraciones y las largas colas de espera desaparecen, dando lugar a un ambiente pacífico por el que da placer caminar.

Peschiera del Garda

Peschiera del Garda sorprende gratamente por su colorido centro histórico que se desarrolla en varios islotes conectados entre sí por puentes. Ni bien comiences a caminar por él, comprenderás por qué se encuentra entre los pueblos más bonitos del Lago di Garda. Allí aparecen plazas, iglesias antiguas, palacios históricos, restaurantes, terrazas y tiendas de todo tipo. Otra parada que indudablemente debes hacer en tu recorrido por el Lago de Garda.

Peschiera se encuentra muy cerca de Sirmione, concretamente a 11 km, por lo que puedes dividir el tiempo y visitar ambas ciudades en un día (aunque, en las dos hay mucho que ver).

Su tesoro arquitectónico más valioso es una antigua fortaleza ubicada en el interior de una larga muralla de forma pentagonal construida en el siglo XVI. A través de varias puertas de acceso podrás ingresar a esta fortaleza incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Tan es la importancia de este bastión defensivo, que Peschiera formó parte de las obras de defensa venecianas de los siglos XVI y XVII

Los imponentes muros de la muralla pentagonal que envuelve el centro histórico de Peschiera son una auténtica joya del arte y la arquitectura. A ello acompañan canales, puentes, baluartes y edificios militares que evocan el pasado defensivo de esta localidad.

Otros atractivos que ver en el Lago de Garda

Más allá de los pueblos que te mencionamos antes, alrededor del Lago de Garda aparecen otros puntos interesantes que deberías incluir en tu itinerario. Te contamos cuáles son:

Grutas o Cuevas de Catulo

Hace un rato te contamos sobre Sirmione, un precioso enclave que sorprende por su castillo y casco antiguo. Sin embargo, sus atractivos no se limitan únicamente a ellos, las Cuevas de Catulo (Grotte di Catullo) son otro de sus rincones más visitados.

Estas ruinas corresponden a una antigua villa romana que aparentemente perteneció al poeta Catulo (de allí su nombre). Los restos se encuentran inmersos en un espacio con mucha naturaleza y paisajes únicos. Además, visitar este lugar es una manera de conocer los restos que la Antigua Roma dejó en el norte de Italia.

La parte más antigua de la villa data del siglo I a.C., aunque la mayor parte fue construida 100 años más tarde. En el siglo III la villa fue abandonada y más tarde se incorporó a las murallas de Sirmione. Gracias a las excavaciones, hoy es posible disfrutar de la que fue una de las villas romanas más importantes del norte de Italia. En su época de máximo esplendor contaba con dos grandes áreas residenciales, un jardín, pórticos y terrazas. En el siglo XX el complejo fue remodelado, convirtiéndose en un importante yacimiento arqueológico y un museo.

Para visitar las grutas deberás caminar hasta el final de la península, atravesando las calles estrechas y sinuosas del casco antiguo de Sirmione. Tras subir una suave colina verás la entrada a las grutas. Además de recorrer los restos arqueológicos, no dejes de visitar el museo y ver la gran cantidad de muestras arqueológicas exhibidas.

La entrada a las Grutas de Catulo cuesta 8 EUR.

Cascada Varone

No todo el paseo se basa en visitar pueblos, el Lago de Garda también posee muchos atractivos naturales. Un ejemplo claro de ello es la Cascada Varone, ubicada a 5 minutos en coche de Riva del Garda. A través de un recorrido de pasarelas y escaleras construido entre enormes cuevas, accederás este salto de agua de nada más y nada menos que 98 metros de altura. Una vista realmente impresionante.

Este atractivo natural se formó hace al menos 20.000 años, cuando el glaciar que cubría el área del Garda comenzó a retirarse y dar origen al Valle del Basso Sarca. El agua cargada de arena se encargó de hacer el resto del trabajo. La continua erosión sobre las rocas dio lugar al desfiladero que hoy es el protagonista del parque. Gracias a esto, miles de viajeros pueden presenciar esta belleza natural.

La cascada se encuentra situada en un parque privado que se presenta como un atractivo natural de lo más destacado. Además del salto de agua, los visitantes tienen la opción de visitar un interesante jardín botánico repleto de plantas mediterráneas, pasear por caminos, túneles y atravesar puentes que facilitan el disfrute de esta obra de la naturaleza.

El camino es sencillo y apto para toda la familia. Una vez allí, te encontrarás con dos puntos de observación. Desde la gruta inferior se aprecia el final de la cascada y el estruendo que producen sus aguas. Desde la gruta superior, a 40 metros de altura, se admira toda la caída de agua. En ambas grutas se ve claramente el resultado de la erosión del agua, que ha moldeado cuevas con entradas increíbles.

Tip viajero: si no quieres mojarte, no dejes de llevar un impermeable, como también zapatillas de trekking con suela antideslizante.

Isla de Garda

El Lago de Garda tiene varias islas en su interior. La más grande de todas es conocida como Isla de Garda o Isola Borghese, ubicada a 200 metros de la costa, en el territorio de San Felice.

La isla se encuentra ocupada por la Villa Borghese-Cavazza, la cual fue construida a finales del siglo XIX y principios del XX. Sus ocupantes son los Condes de Cavazza, que en 1927 heredaron la isla y al día de hoy siguen viviendo allí. Se trata del único ejemplo de estilo gótico veneciano que acoge el Lago de Garda, por lo que realmente vale mucho la pena llegar a ella. Allí podrás recorrer sus jardines llenos de puentes, canales y cuevas artificiales; además de sumarte a una visita guiada para conocer la historia del lugar.

¿Sabías qué? Durante siglos muchos personajes ilustres pasaron por la Isla de Garda, entre ellos Dante Alighieri, San Antonio de Padua y San Francisco de Asís.

Las excursiones en barco a la Isola Borghese salen desde Barbarano di Salò o Gardone Riviera. Los recorridos duran 2 horas y hacen un recorrido por toda la historia de la isla, incluidas sus muchas leyendas. Los mismos dueños de la villa guían los recorridos por sus jardines y las habitaciones de la casa, a la vez que ofrecen degustación de productos locales.

Gardaland

Estamos llegando al final de nuestra guía de viaje por el Lago de Garda, sin embargo, no queremos irnos sin antes hablarte de otro de sus atractivos. Hablamos de Gardaland, el quinto parque mejor facturado del mundo y el más importante de Italia. Sus más de 440.000 m² reciben cada año a más de 3 millones de visitantes.

El mayor parque de Italia se encuentra situado en Castelnuovo del Garda. Sus maravillosas instalaciones incluyen más de 35 atracciones temáticas pensadas para el entretenimiento de niños y adultos, organizadas en 3 áreas diferentes. Si deseas disfrutar de un entretenido día familiar, ya sabes a dónde ir.

Mapa del Lago de Garda

Ahora sí, es hora de despedirnos. Creemos que con esta guía podrás planificar sin problemas tu paseo por el Lago de Garda. Como pudimos ver, la oferta turística se amolda a todos los gustos. Tanto si eres amante de la naturaleza, de los deportes acuáticos, del senderismo o de la arquitectura, el Lago de Garda será una sorpresa más que agradable.