Guía de viaje por los Dolomitas, norte de Italia

La palabra Dolomitas hace referencia a un espectacular y majestuoso cordón montañoso del norte de Italia. Situados en los Alpes Orientales (en la frontera con Austria), los Dolomitas son dueños de una belleza especial y un destino que se vive a pleno tanto en invierno y verano.

Hoy nos adentraremos en el corazón de estas tierras para contarte todos los lugares que puedes visitar y las actividades para disfrutar en los Dolomitas. ¿Nos acompañas?

La amplia zona de montañas calizas conocidas como Dolomitas son en realidad un conjunto de macizos aislados, separados entre sí por profundos valles y unidos por altos collados a los que suben carreteras sinuosas y estrechas. Concretamente, los Dolomitas se extienden entre las regiones italianas de Trentino Alto Adige (la zona más popular de todas), Véneto y Friuli Venezia Giulia, tocando también una pequeña porción de Austria.

Su singular belleza y valor ecológico le valió el título de Patrimonio de la Humanidad en 2009. Los Dolomitas están formados por 116 cumbres que sobrepasan los 3.000 metros de altitud y son un paraíso para los amantes de la montaña, los deportes de invierno, el ciclismo, la escalada y el senderismo. En otras palabras, representan un verdadero mundo de posibilidades de disfrute al aire libre.

¿Qué encontrarás en esta guía de viaje por los Dolomitas? Información de sus principales ciudades, pueblos y escenarios naturales imperdibles. También, te damos tips que resultan muy útiles para tu viaje. Por ejemplo, cómo moverse, cuántos días dedicarles, qué hacer en cada estación del año y más.

Dicho esto, que comience la aventura.

¿Por qué se los llama Dolomitas?

Si te preguntas el origen de su nombre, la respuesta está en el tipo de roca caliza propia de esta cadena montañosa. Antes de ser bautizadas como Dolomitas, eran conocidos como “los montes pálidos”, debido a su color blanquecino.

Deodat Tancrêde de Dolomieu descubrió durante un viaje a Alto Adige que la roca de estas montañas contienen carbonato de calcio y magnesio (que son la base de la roca dolomítica). El efecto de estos minerales se aprecia al amanecer y atardecer, cuando por efecto de la luz del sol adquieren un color rosado intenso que vira al violeta o púrpura.

A este fenómeno especial se lo conoce con el nombre ladino (lengua oficial de los Dolomitas) de Enrosadira. Aunque, otro término muy usado para referirse a los Dolomitas es el de «Alpes Rosas». Como sea, los matices de sus colores lo convierten en un lugar único en el mundo. Como seguro ya has deducido, presenciar un amanecer o atardecer en los Dolomitas es algo que no olvidarás.

Ciudades y pueblos de los Dolomitas

A continuación, te contamos cuáles son las principales ciudades y pueblos de los Dolomitas. Ten en cuenta que son muchos los núcleos urbanos de esta zona, puesto que las montañas dolomíticas se extienden a lo largo de varios kilómetros. Por ende, es importante elegir bien qué destinos visitar. Aunque, inmersos en semejante escenario natural, cada ciudad y pueblo tiene su encanto.

Los Dolomitas abarcan un área tan grande y variada que los paisajes cambian constantemente, como si de un continente de montañas se tratase. En estas cumbres de miles de metros de altura viven una gran cantidad de plantas y animales, hay lagos de aguas cristalinas escondidos, profundos valles, cuatro idiomas diferentes e infinidad de poblados.

Aprovechar el viaje a los Dolomitas para visitar sus principales ciudades y pueblos te permitirá tomar contacto con las culturas de estas montañas, cada una con sus particularidades y su forma de recibir al viajero. No olvides que los Dolomitas tocan 3 regiones distintas de Italia: Trentino-Alto Adigio, una zona de valles inmaculados; Véneto, donde sus pueblos tienen una belleza que parece irreal; y Friul-Venecia Julia, donde la naturaleza se expresa de modo salvaje.

En cada una de estas regiones encontrarás pueblos con características arquitectónicas únicas, monumentos, edificios patrimoniales y una gastronomía que es un deleite para el paladar.

Trento

Un buen lugar para comenzar un viaje por los Dolomitas es Trento, capital de la región de Trentino-Sud Tirol o Trentino-Alto Adigio. La ciudad es tranquila, sumamente pintoresca y está muy bien preparada para recibir al turista. Trento nació al pie de estas entrañables montañas y tiene una larga historia y un rico patrimonio arquitectónico que tienes que descubrir.

La ciudad cuenta con un hermoso centro histórico que combina a la perfección elementos alpinos y la elegancia propia del norte de Italia. Así lo demuestran las fachadas de los edificios históricos, las iglesias decoradas con frescos renacentistas y la prolijidad de sus plazas.

No dejes de visitar la Piazza del Duomo, presidida por una imponente catedral románica, el Palacio Pretorio de estilo gótico, la Torre Cívica y la fuente de Neptuno. Otro gran plan es conocer el castillo del Buonconsiglio, que custodia la ciudad, y pasear por la avenida Belenzani y sus palacios renacentistas. ¿Quieres tener las mejores vistas de Trento? Entonces puedes subir en funivia hasta Sardagna y contemplar su belleza desde este punto panorámico.

Los aficionados a los deportes de invierno tienen cita obligada en el Snowpark Monte Bordone, al cual se llega fácilmente desde Trento. Este parque cuenta con todo tipo de instalaciones para esquiadores y snowboarders de todos los niveles.

Bolzano

La pintoresca ciudad de Bolzano es la capital de la provincia de Tirol del Sur (en la región de
Alto Adige-Sud Tirol). Situada en un valle en medio de los Dolomitas y rodeada de viñedos montañosos, es un destino repleto de atractivos turísticos y comerciales que seguro querrás conocer.

Al igual que Trento, Bolzano es otra ciudad de referencia en los Dolomitas. Una red de carreteras sinuosas que discurre a través de collados te llevará al valle que acoge esta urbe pequeña que conserva su arquitectura de cuando formaba parte del Tirol austriaco, así como el habla de sus habitantes (que van del alemán al italiano), y preparaciones típicas como el strudel.

Quizás no lo sabías, pero Tirol del Sur es una provincia italiana desde la Primera Guerra Mundial. Antes de eso pertenecía a Austria.

Bolzano conserva un encantador casco medieval que se recorre perfectamente caminando o en bicicleta. Su corazón es la Plaza Walther, donde se encuentra la hermosa iglesia gótica de Santa María Asunta. Asimismo, acoge al Museo Arqueológico del Tirol del Sur, en cuyo interior descansa una momia de 5.300 años de antigüedad conocida como Ötzi (un cazador que fue encontrado en el Glaciar de Similaun en 1991).

Otro de sus atractivos imperdibles es obtener la mejor panorámica de la ciudad subiendo al funicular del Colle. Fundado en 1908, es considerado el sistema de transporte de personas con cable más antiguo del mundo.

Si deseas explorar sus alrededores, entonces no dudes en ir al Castel Roncolo, el castillo más importante de Bolzano. Lo encontrarás a las afueras de la ciudad, en el acceso al valle Sarentino – Sarntal, y en lo alto de una gran roca.

Conoce más sobre este destino aquí: Bolzano, una ciudad italiana que invita a desconectar.

Madonna di Campiglio

Conocida como la “Perla de los Dolomitas”, la pequeña localidad de Madonna di Campiglio se encuentra en Trentino Alto Adigio, a unos 1.500 metros de altura y delimitada por el Parque Natural del Adamello al este y los Dolomitas de Brenta al oeste. Este destino que combina naturaleza, elegancia y encanto seduce al viajero de mil maneras diferentes. Por ende, es otra de las mejores paradas para hacer en tu ruta por los Dolomitas.

Parte de su elegancia se debe a que fue un destino vacacional muy apreciado por la nobleza y la alta burguesía austríaca y centroeuropea. Por ella pasaron personajes ilustres, como la princesa Sisi y el emperador Francisco José. En relación a esto, cada mes de febrero se celebra en Madonna di Campiglio el “Carnavale Habsburgico” que revive esa época dorada que vivió la ciudad.

La Perla de los Dolomitas también es famosa por su estación de esquí, que en invierno es sede de muchas pruebas de la Copa del Mundo. En verano, el Parque Natural Adamello-Brenta se lleva todo el protagonismo gracias a su red de senderos de montaña de 450 km que se pueden recorrer a pie o en bici.

Cortina d’Ampezzo

Cortina d’Ampezzo es la capital dolomítica por excelencia. Situada en el extraordinario Valle del Ampezzo y delimitada por las laderas de los montes Tofane, Cristallo, Sorapís y Pelmo, es uno de los destinos con más glamour de los Dolomitas.

Cortina d’Ampezzo es famoso por su centro de esquí, que en 1956 fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno. Por ende, es un lugar de referencia para esquiadores, pero también para escaladores, ciclistas y senderistas. Sus paisajes blancos y pistas de esquí atraen a deportistas sedientos de desafíos en las montañas, pero también a quienes buscan un destino de descanso y una deliciosa escena gastronómica local. En pocas palabras, Cortina d’Ampezzo enamora a todo turista que pasa por ella.

El casco urbano de Cortina preserva su arquitectura de hace años, con iglesias barrocas que sobresalen gracias a sus altas torres. También posee aclamados restaurantes con estrella Michelin, estupendos hoteles y vinos de excelente nivel.

A su vez, las paredes rocosas verticales, los bosques y prados que rodean la ciudad la convierten en un paraíso para el senderismo. Los mismos permiten acceder a refugios de montaña emplazados en entornos inmejorables.

Uno de los macizos que se ve desde Cortina es la Tofane, al cual se llega con un sistema de teleféricos en varios tramos que alcanzan sus más de 3.200 metros de altura. Al sudeste de esta cumbre se encuentra la Tofane de Rozes (de 3.225 m), a cuya cima se llega con diferentes rutas de senderismo.

Bressanone

Las viñas más septentrionales de Italia acompañan el camino a este pueblo de película situado en el Valle de Isarco. Bressanone es la localidad más antigua del Tirol del Sur y dueña de unas vistas preferenciales de los Dolomitas.

Las calles adoquinadas del casco antiguo de Bressanone albergan iglesias barrocas y palacios señoriales del siglo XVIII, museos y tiendas de lujo que hacen que pasear por ella sea un placer visual. La Catedral con su campanario de 65 metros de altura y su interior cubierto de frescos es todo un emblema de la localidad. A esto se suma la hospitalidad de la gente de Tirol del Sur, que te hará sentir como en casa.

En invierno, Bressanone se convierte en un paraíso nevado de los Dolomitas, mientras que en temporada estival se vuelve perfecto para las excursiones en bici y el senderismo. Por ende, cualquier época del año es buena para conocer esta joya del Valle de Isarco que te hará vivir unas vacaciones inolvidables.

Los senderistas aficionados encontrarán en Bressanone una infinidad de senderos señalizados y una amplia red de refugios. De hecho, el pueblo es el punto de inicio de una ruta conocida como Alta Vía 2, considerada como una de las más espectaculares de los Dolomitas.

Feltre

Situado en la provincia de Belluno (región de Véneto) y en el corazón del Parque Nacional de los Dolomitas, este pequeño pueblo está lleno de rincones por descubrir. A Feltre se lo conoce también como el «pueblo vertical» por la presencia del Castillo de Alboino, una fortaleza que data de la época lombarda y domina el casco antiguo de Feltre.

Las estrechas callejuelas adoquinadas de su centro histórico acogen muchos sitios de interés. Uno de ellos es la catedral y la plaza que la preside. Debajo de ambas encontramos uno de los sitios de mayor interés cultural de Feltre: la zona arqueológica de la antigua Feltria, ciudad de origen romano.

Feltre invita a explorar sus alrededores y hacer excursiones y rutas aptas para todos los niveles. Una de las más pintorescas es el sendero que rodea el Lago della Stua y las rutas que llevan a Rocca di Arsiè y al Lago de Corlo.

Canazei, un paraíso de esquí en los Dolomitas

De Feltre pasamos a Canazei, un pequeño pueblo del Valle Gardena (provincia de Trento) rodeado de montañas de mucha altura. La claridad de estas paredes rocosas contrasta con el verde de los bosques de alerces y las praderas salpicadas de flores silvestres, creando un marco paisajístico que solo encontrarás en los Dolomitas.

Para acceder al pueblo de Canazei puedes ir por el Paso Sella, aunque vale la pena hacer un rodeo por el monte Piz Boè y admirar otros picos y collados. Es decir, que parte del encanto de Canazei es la ruta que lleva a él.

Una vez allí, estarás en uno de los centros neurálgicos de esquí en los Dolomitas. Durante la temporada invernal Canazei se convierte en un destino de excelencia para el esquí. Su gran centro cuenta con 4 áreas de esquí (en Belvedere, Ciampac, Col Rodella y Marmolada) que son fácilmente accesibles desde el pueblo. Sus pistas de vanguardia lo convierten en otro de los mejores puntos para disfrutar de los Dolomitas cubiertos de nieve.

Por ende, es una opción más que ideal para el invierno. Aunque, en verano también es adecuada, ya que su amplia red de teleféricos conduce a miradores de gran altitud. Por otro lado, Canazei junto con Campitello (otra población destacada del Valle de Fassa) permite acceder a las vías ferratas de Catinaccio, Sassolungo y Sella.

Rincones emblemáticos de los Dolomitas

Además de hermosos pueblos y ciudades, los Dolomitas atesoran escenarios naturales de una belleza sobrecogedora. Por eso, aquí te dejamos una lista de alguno de aquellos lugares que no deberías perderte. Son muchos y no podemos mencionarlos a todos en un solo artículo, pero esperamos que estos que te presentamos sean de tu agrado.

La Marmolada

Uno de los máximos emblemas de los Dolomitas es la Marmolada, la montaña más alta de esta región alpina. Esta cumbre calcárea es diferente al resto de las montañas que conforman esta cadena. También se distingue por la presencia de un glaciar bajo su cumbre, el último que queda en los Dolomitas (aunque, lamentablemente está en recesión).

La Reina de los Dolomitas es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. ¿Dónde se ubica? En las provincias de Belluno y Trento, inmersa en el grupo montañoso más alto de los Dolomitas.

La Marmolada es visitada por miles de turistas tanto en invierno como en verano. Los amantes del senderismo y el ciclismo de montaña disfrutan de ella en la temporada estival, cuando sus kilómetros de bosques y laderas se convierten en algunos de los paisajes más hermosos de Italia.

Sin embargo, es en invierno cuando la Marmolada luce todo su esplendor. Además de estar en una de las zonas de esquí más pintorescas de los Dolomitas, su complejo cuenta con la pista más larga de esta cadena montañosa. Hablamos de Bellunese, una pista de 12 km que atraviesa el famoso glaciar de Marmolada hasta Passo Fedaia y Malga Ciapela.

La Marmolada posee 3 puntas: Penia (a 3.343 metros de altura), Rocca (a 3.309 m) y Serauta (a 3.035 m). A su vez, prácticamente todas sus caras están atravesadas por vías de escalada o ferratas que permiten llegar a las mismas.

Passo Fedaia regala la vista más hermosa de esta región alpina. Las personas que no desean caminar pueden tomar el telesilla aquí mismo hasta el refugio Fiaconi, situado a los pies del glaciar.

También hay un teleférico que parte del pueblo de Malga Ciapela y asciende en dos tramos hasta el punto más alto de la cumbre Rocca. En la estación intermedia se encuentra otro refugio famoso de los Dolomitas, a 2.950 metros de altura, y el Museo de la Gran Guerra. Los amantes de la historia pueden conocer allí sobre las diferentes batallas disputadas en La Marmolada entre el ejército italiano y el austrohúngaro.

Lago Di Braies

En los Dolomitas encontramos espejos de agua de mucha belleza. Uno de los más emblemáticos es el lago Di Braies. Posiblemente hayas visto alguna foto de él, con su muelle de madera que se adentra sobre aguas verdes, las montañas a su alrededor y los barquitos de colores por doquier.

El lago Di Braies está situado en Val di Braies, en la provincia de Bolzano y a los pies del monte Croda del Becco. Lo más increíble de este pequeño espejo de agua alpino son los matices de colores de sus aguas que en invierno se convierten en una pista de hielo transitable. En verano puedes alquilar una barca y dar un paseo por él, mientras aprecias sus alrededores desde otra perspectiva.

A su vez, el lago está rodeado por un sendero forestal apto para todos los públicos. Por ende, no te conformes con solo tomar una foto, procura sacarle el máximo provecho a tu visita.

Si prefieres una ruta más exigente, desde la orilla sur del lago parte una pista hasta la cumbre de la Croda del Becco, a 2.810 metros de altura. Incluso, puedes hacer una caminata de unas 6 horas hasta el centro de San Vigilio di Marebbe.

Eso sí, no esperes estar solo en el lago. En gran parte por efecto de las Redes Sociales, el lago Di Braies cuenta con mucha popularidad, puesto que todos los que pasan por los Dolomitas quieren tener su foto con él.

Lago Misurina y las Tres Cimas de Lavaredo

El lago Misurina y las Tres Cimas de Lavaredo son otro de los símbolos de los Dolomitas. Situados en el Parque Natural Dolomitas de Sesto, ambos enclaves se pueden visitar fácilmente desde Cortina tomando la carretera que asciende al paso de Tre Croci. Bajando del paso se llega a este hermoso lago de aguas cristalinas.

Por su parte, las Tre Cime di Lavaredo (Tres Cimas de Lavaredo) son tres dedos blancos (los picos Grande, Piccola y Ovest) de más de 2.800 metros de altura que se elevan verticales configurando un paisaje inconfundible.

Este símbolo del alpinismo mundial se disfruta mejor al atardecer, cuando los rayos del sol tiñen sus paredes rocosas de color rojizo. Puedes apreciar este bello panorama desde alguno de los miradores situados a lo largo del Valle di Landro. De todos modos, hacer alguna ruta de senderismo es la decisión más acertada.

Los trekkings por las Tres Cimas de Lavaredo son para todos los niveles. Si no tienes mucha experiencia, puedes hacer una ruta circular de 10 km de distancia que rodea las cimas por su base. Una parada fundamental del camino es el Refugio Locatelli, cuya terraza es el balcón más maravilloso de las Cimas de Lavaredo, especialmente al atardecer.

Además, el refugio Locatelli es el inicio de muchas otras excursiones de montaña. Por ejemplo, el Patermo, al cual se accede a través de una vía férrea. También hay una ruta que sube a la Torre de Tobblin, también por una ferrata.

Lago de Auronzo

En el pintoresco Valle d’Ansei (provincia de Belluno), en Auronzo di Cadore, se encuentra el lago con el mismo nombre, considerado una de las visitas más populares de la región del Véneto.

El lago de Auronzo es un espejo de agua artificial que se creó en los años 30 como producto de la construcción de una presa que tenía como finalidad bloquear el curso del río Ansei. Hoy en día, este embalse se disfruta en todo momento del año, aunque el verano es ideal para sumergirse en su belleza.

El perímetro del lago se recorre prácticamente en su totalidad por una ciclovía que conecta Auronzo con el lago Misurina. El primer tramo (de 15 km) es sencillo y no posee grandes desniveles. El segundo tramo comienza en Palùs San Marco y es ideal para los amantes del ciclismo.

¿Cuántos días son necesarios para conocer los Dolomitas?

Si bien muchos viajeros destinan tan solo 3 0 4 días en viajar por los Dolomitas, lo cierto es que este tiempo puede resultar insuficiente. Hay tantos rincones para ver en estas montañas, que nuestro consejo es que dediques al menos una semana a recorrer la zona con tranquilidad. De ese modo, podrás visitar sus principales ciudades, hacer alguna ruta de senderismo, conocer sus principales lagos y más.

Otro detalle a considerar es que las carreteras en los Dolomitas suelen ser angostas y los pasos de montaña están plagados de curvas. Por ende, circular por ellos lleva tiempo.

En caso de que cuentes con poco tiempo, te sugerimos hacerle caso al famoso dicho “el que mucho abarca poco aprieta”. No intentes cubrir toda la zona de los Dolomitas en pocos días, porque de ese modo te lo pasarás arriba del coche. Más bien, dedícate a explorar una zona concreta y así tendrás la excusa perfecta para regresar.

¿Cómo llegar a los Dolomitas?

Para iniciar un viaje por los Dolomitas puedes tomar varias ciudades como punto de partida. Treviso, Venecia y Verona, por ejemplo, poseen aeropuertos internacionales con buenas conexiones y están relativamente cerca de las montañas. Por ende, estas tres ciudades son un buen punto de partida para comenzar a explorar la zona.

Muchos viajan también a las ciudades de Milán y Bérgamo, pero esto solo se justifica si vas a pasar unos días en ellas, puesto que hay más de 5 horas en coche hasta los Dolomitas.

Por otro lado, las ciudades de Cortina d’Ampezzo, Bolzano, Bressanone, Belluno o Trento cuentan con estaciones de tren muy bien conectadas con las principales ciudades italianas. Además, como ya sabes son bases ideales para recorrer los Dolomitas.

¿Cómo moverse por los Dolomitas?

Sin dudas que la mejor forma de moverse por los Dolomitas es en coche propio o alquilado. Si bien sus ciudades y pueblos cuentan con una buena red de transporte público que permite llegar a los puntos más emblemáticos, hay otras localizaciones que únicamente son accesibles en coche.

Por ende, si deseas explorar los Dolomitas a fondo, ir a tu propio ritmo y no depender de los horarios de los transportes, tendrás que alquilar un coche o viajar en tu propio vehículo. No hay nada más cómodo que tener libertad de movimiento y poder ir parando en cada sitio que llame tu atención.

Si no te queda opción más que viajar en transporte público, lo ideal en ese caso es hacer base en alguno de los pueblos o ciudades mejor comunicados. Una buena alternativa es, por ejemplo, Cortina d’Ampezzo. Una vez que hayas elegido tu destino base, solo tienes que averiguar las líneas de buses que recorren la zona y planificar el itinerario en función a eso.

Otro medio de transporte muy usado en los Dolomitas son los telesillas. No olvides que son un destino de excelencia para los deportes de invierno, de allí que exista una amplia red de funiculares y telesillas que funcionan en temporada de esquí y en todo momento del año. Puede que los precios sean un poco elevados, pero permiten ahorrar tiempo, caminatas con muchos desnivel y llegar a sitios increíbles.

¿Cuál es la mejor época para viajar a los Dolomitas?

La temporada adecuada para viajar a los Dolomitas dependerá fundamentalmente de qué actividades tengas en mente.

Las temporadas altas son el verano y el invierno. La primera es ideal para disfrutar del senderismo, el trekking, la navegación y el ciclismo; mientras que en invierno los Dolomitas son un paraíso para los esquiadores y amantes de la nieve. Claro que viajar en estas temporadas tiene sus “consecuencias”: precios más altos, mayor cantidad de gente en todos lados y rutas más lentas por la congestión de coches.

Por ende, si prefieres viajar a los Dolomitas y no tener que lidiar con esto, lo mejor que puedes hacer es evitar los meses de agosto y diciembre. Una buena alternativa a ello son los meses de mayo, junio, septiembre y octubre.

¿Qué pasa con la primavera y el otoño? También son buenas épocas para viajar, pero tienen sus particularidades. En primavera, por ejemplo, hay zonas donde todavía hay bastante nieve y puede haber carreteras cortadas y senderos cerrados. El otoño es mágico por sus colores y la temperatura todavía es amigable.

La contra principal de estas dos estaciones es que son los meses más lluviosos del año. De todos modos, puedes ir chequeando las condiciones del tiempo y elegir alguna semana que vaya a haber buen clima para hacer una escapada a los Dolomitas.

Mapa de los Dolomitas

Para finalizar esta guía de viaje por los Dolomitas te dejamos un mapa con cada uno de los sitios mencionados. Sin dudas que este tramo de los Alpes enamora por muchos motivos diferentes. Por eso, hacer un viaje por el norte de Italia y una ruta por los Dolomitas son dos cuestiones complementarias.