Civita di Bagnoregio, la ciudad que muere

Entre Roma y Florencia, encontramos Civita di Bagnoregio. Un lugar mágico y surreal situado en la cumbre de una montaña de toba, que te brinda uno de los panoramas más espectaculares de todo el Lacio.

Este pequeño pueblo italiano ubicado en la parte norte de la Región Lacio, entre las ciudades de Viterbo y Orvieto, te ofrece un encanto e historia maravillosa que atrae a viajeros de todas partes. Apodada como «il paese che muore» que significa la ciudad que muere. Esto se debe a la constante erosión de las rocas de toba sobre las que se encuentra y la deteriora poco a poco.

Civita di Bagnoregio es sin duda uno de los burgos italianos más bellos y característicos, que mantiene sus orígenes etruscos y medievales. Esta localidad te permitirá hacer un viaje por el tiempo en una escapada por Italia.

Historia de Civita Di Bagnoregio

Fue fundada por los etruscos hace unos 2,500 años. En esos tiempos, la ciudad estaba formada por una aglomeración urbana, templos y el foro, centro de la vida civil y religiosa de la urbe. Se encontraba en una posición totalmente estratégica, cercana a la desembocadura del río Tíber que constituía una importante vía comercial y de comunicación.

Sin embargo, la zona mantenía una inestabilidad sísmica, por lo que los Etruscos desviaron ríos y construyeron canales de desagüe para el correcto flujo del agua de la lluvia. Con el tiempo, las obras se abandonaron y el territorio sufrió un rápido deterioro que lo llevó al abandono.

Por tanto, la colina de toba sobre la que se alza Civita, está afectada en la base por una continua erosión provocada por la acción de la lluvia y el viento. Estos elementos generan que lentamente se vaya deteriorando cada día más.

La ciudad es candidata a ser incluida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Viajar a Civita Di Bagnoregio significa adentrarte en un recorrido por el tiempo, donde el mágico ambiente medieval es la esencia central.

Qué ver en Civita di Bagnoregio

Se ubica en el corazón de la zona llamada Valle dei Calanchi, un lugar particular por sus panoramas de gran asombro. Lo sorprendente y triste es que, de acuerdo con estudios geológicos, Civitá di Bagnoregio ha disminuido aproximadamente 25 centímetros en los últimos 100 años.

Además, la erosión que sufren las paredes hace que se disminuyan, los borden aproximadamente 7 centímetros al año. Esto significa que, poco a poco, los palacios y edificaciones del pequeño pueblo se irán desmoronando hasta desaparecer.

Así que vale la pena viajar y disfrutar de estas maravillosas obras, antes de que la madre naturaleza acabe con ella. Si ya con todo esto, te decidiste a visitar Civita di Bagnoregio, vamos juntos a recorrer los sitios más importantes que tanto gustan a los viajeros.

Entre los principales monumentos y edificios antiguos se encuentran: la famosa Porta di Santa María, las esculturas de los leones, la Plaza y el palacio Colesanti, la Iglesia de San Donato, el Palacio del Ayuntamiento y el Palacio del Obispo.

Porta di Santa María o la puerta de Santa María

El acceso al pueblo medieval de Civita di Bagnoregio, se realiza a través de un puente peatonal bastante empinado de unos 300 metros, que conduce a la Puerta de Santa Maria o Porta della Cava.

Este es el único acceso posible al pueblo, que te conduce a la puerta decorada con dos leones de piedra que arañan dos cabezas humanas. Estas estatuas son símbolo de la victoria del pueblo de Civita sobre los Monaldeschi, señores de Orvieto en 1494.

Saliendo de la puerta de Santa María, se observa una serie de callejones que serpentean desde la plaza, lo que te permitirá explorar mejor el pueblo. También es posible apreciar el acantilado que se eleva sobre los valles circundantes.

Plaza e Iglesia de San Donato

Continuando desde la entrada al pueblo, se encuentra la pequeña y tranquila Piazza di San Donato. En el interior, hay un fresco de la escuela de Perugino y un maravilloso crucifijo de madera del siglo XV considerado milagroso. Cuenta la leyenda que durante la plaga de 1499, el crucifijo le habló a una mujer tranquilizándola sobre el inminente fin de la plaga.

Además, se caracteriza por contener una mezcla de tierra roja y grava, lo que le da a la plaza un aspecto verdaderamente medieval.

La Gruta de San Bonaventura

En la zona oriental del Belvedere se encuentra la cueva de San Bonaventura, una antigua tumba etrusca utilizada en la Edad Media por los ermitaños.

Toma su nombre de San Bonaventura di Bagnoregio, considerado uno de los biógrafos más importantes de San Francesco d’Assisi. Según la tradición, en esta cueva el pequeño San Buenaventura, nacido Giovanni di Fidanza, fue curado milagrosamente de una enfermedad fatal por intercesión de San Francisco.

Luego del milagro, el hombre eligió consagrar su vida a Dios entrando en la Orden Franciscana tomando el nombre de Buenaventura, en memoria de las palabras que le dijo San Francisco después de su recuperación “bona ventura».

Museo Geológico y de Deslizamientos

Es un museo, es pequeño pero muy interesante. Te permitirá comprender todo lo que sucede con el acantilado en el que se encuentra el pueblo, y las razones que indican su desaparición en el futuro.

También cuenta la historia del país, sus características y su evolución en el tiempo, pero especialmente se enfoca en la lucha por su supervivencia amenazada por deslizamientos de tierra y terremotos. En el museo también tendrás visitas guiadas, excursiones, actividades educativas e incluso degustaciones de los mejores vinos locales.

El Belvedere y los puentes de Civita di Bagnoregio

Al final de la calle principal del pueblo de Civita di Bagnoregio hay un mirador que ofrece una magnífica vista de los barrancos o puentes. Estos enormes muros se han formado naturalmente a lo largo de los milenios.

Marca el final del centro histórico de Bagnoregio y el comienzo de la aldea de Civita, desde donde comienza el estrecho puente peatonal. Es el lugar adecuado para detenerte a contemplar el pueblo desde lejos, con su particular situación demográfica, y las casas medievales que destacan.

También es posible ver las grietas en los costados de los barrancos, cuya base está formada por arcilla de origen marino que continúa dañándose lentamente por la acción continua de la lluvia y los vientos. La base de los barrancos está hecha de arcilla de origen marino, mientras que la parte superior de material volcánico y tobafáceo.

Porta Albana

Toma su nombre del cardenal Giovanni Girolamo Albani, gobernador de Bagnoregio, quien lo hizo construir y luego inaugurar en 1589. Originalmente, se encontraba a unos diez metros al este, pero en 1906 el ingeniero Torquato Cristofori sugirió moverlo unos 10 metros al oeste para darle más ancho al Largo di Porta Albana detrás de él, y al mismo tiempo un acceso más conveniente.

Catedral de los Santos Nicola, Donato y Bonaventura

La catedral fue construida probablemente en el año 440, pero fecha oficial de inauguración mantiene de 1606, dedicada a San Nicola di Bari. Luego del violento terremoto de junio de 1695, la catedral de San Donato fue severamente golpeada y luego la Santa Sede decidió trasladarla a este lugar.

Así pues, para 1700, después de los trabajos de embellecimiento, fue nuevamente consagrada y dedicada a los dos santos Nicola y Donato. Ya para 1779, se hizo otra remodelación y fue consagrada a San Bonaventura.

Albergando objetos de gran valor como una biblia en pergamino que probablemente perteneció a San Bonaventura, y un relicario de oro y plata que contiene los huesos del brazo de San Bonaventura.

Iglesia de la Annunziata

Es una iglesia románico-gótica flanqueada por un elegante campanario de 1735. En su interior se encuentra una colección de pinturas realizadas a Taddeo di Bartolo y Giovanni di Paolo. Cerca del edificio hay un claustro construido en 1524, totalmente en terracota.

La iglesia está dedicada a Maria Santissima Annunziata, aunque comúnmente se le llama Sant’Agostino, por lo cerca que se encontraba del antiguo convento agustino.

Los palacios nobles

Entre tantas casas medievales que dan ese aspecto atractivo al pueblo, hay algunos edificios que se destacan como: Palacios renacentistas de Colesanti, que puedes verlos desde la plaza principal del pueblo, Piazza San Donato.

También resalta el palacio Alemanni, que es la estructura que ahora alberga el Museo Geológico y de Deslizamientos.

Cómo llegar a Civita di Bagnoregio

Civita de Bagnoregio se encuentra cerca de la Umbría, a solo 8 kilómetros de la frontera, ubicado en la parte norte de la Región Lacio, entre las ciudades de Viterbo y Orvieto.

Se encuentra a 30 kilómetros de Viterbo, a 110 kilómetros al norte de Roma, a 20 minutos de la salida de la autopista A1-Orvieto. Para viajar por carretera debes tomar la autopista A1 hasta la salida “Orvieto” y luego seguir por la carretera estatal “Roma-Bagnoregio”.

También es posible llegar en tren, por las estaciones ferroviarias más cercanas, que son las de Viterbo y Orvieto. Por su parte, la única vía de acceso es un puente de cemento peatonal que conecta la Civita di Bagnoregio con Bagnoregio, la conocida como ciudad nueva se ubicaba a 1 kilómetro.

En Civita di Bagnoregio puedes caminar entre sus callejuelas y pasajes, admirar los antiguos y abandonados edificios, disfrutar de la exquisita gastronomía, o simplemente dejarte llevar por sus paisajes y perderte entre sus calles.

Un pequeño pueblo que, pese a su fama de “morir lentamente”, se mantiene más vivo que nunca para ser descubierto y disfrutar del turismo increíble que se vive en esta región. Un lugar que merece ser visitado para contemplar la infinidad de la madre naturaleza, quien nos da y también nos quita, pero es nuestro deber disfrutar las maravillas existentes.