Recorrido por Aitona y sus campos en flor

Aitona es un pequeño pueblo de la comarca del Segrià, en Cataluña, famoso por la floración de sus árboles frutales. Este espectáculo lleno de color que marca la llegada de la primavera es presenciado por cientos de turistas que viajan de distintas partes del país. Los campos de flores que dan tanta vida a la estación son una verdadera maravilla que, como buen amante de los viajes, no deberías perderte. 

Te invitamos a conocer todo sobre Aitona y la floración de sus melocotoneros en esta guía completa que preparamos para ti.

Si bien la floración es el momento estrella del año, Aitona es una localidad para disfrutar en cualquier temporada. La primavera es el momento en el cual es paisaje se tiñe de rosa gracias a las flores del melocotonero; durante el verano, época de la cosecha del fruto, el paisaje se inunda de un intenso verde; el otoño es otro momento mágico en el cual abunda el color ocre; en invierno, en cambio, la niebla de Lleida blanquea todos los campos, dándoles un aire especial.

Como te contamos al principio, Aitona se encuentra en la comarca del Segrià, cerca de la ciudad de Lleida. Si bien en diferentes zonas de Cataluña es posible encontrar plantaciones de melocotoneros y otros árboles frutales, Aitona, Torres de Segre y Benisanet son los pueblos con mayores extensiones de estos árboles de fruta dulce. De hecho, por su terreno llano, su clima y la fertilidad de las tierras, esta comarca es especial para la plantación del melocotonero. Tan es así que la población vive principalmente del cultivo de árboles frutales (melocotoneros y nectarinos).

¿Cuándo comenzó el cultivo de melocotones en Aitona?

Aitona se encuentra en un territorio de amplias llanuras que en el pasado se utilizaron para el cultivo de cereales y viñedos. Sin embargo, a principios del siglo XX se empezaron a establecer en la zona las primeras plantaciones de melocotones.

A mediados de la década de los 80 del siglo pasado las plantaciones comenzaron a extenderse hacia campos que en ese momento se dedicaban al cultivo de almendros, viñas y cereales.

Hoy en día, Aitona posee 8.500 hectáreas de árboles frutales que producen alrededor de 150 millones de kilos de frutas variadas. La producción principal es de nectarinas, paraguayas y melocotones rojos, de las cuales el 90% tiene como destino la exportación.

Durante la primavera, la floración de estos árboles frutales crea un espectáculo que permite al viajero contemplar las ligeras variantes de color que poseen las flores de uno u otro árbol frutal, primando siempre el color rosa. Por eso mismo, Aitona lleva unos años volcándose también al turismo, que cada día es mayor gracias a la belleza de la floración.

En este sentido, la localidad apuesta a transformar su riqueza frutícola en un sello de identidad y atractivo turístico. La creación de la marca turística “Fruitturisme” ha sido un gran impulso y método eficaz de gestión. La misma organizaba visitas guiadas por algunas de las fincas privadas más espectaculares de melocotoneros durante la época de floración, así como propuestas similares en otoño para que el viajero pueda presenciar el cambio de las hojas en esta zona de cultivos. Lamentablemente, la pandemia paralizó la actividad, aunque sí es posible visitar los campos de Aitona por cuenta propia.

¿Cuándo tiene lugar la floración de los melocotoneros?

Durante el mes de marzo florecen los melocotoneros, nectarinas y paraguayos de las plantaciones de Aitona, inundando de color los campos. Las 8.500 hectáreas de árboles frutales regalan un estallido de colores rosados que son como una especie de imán para los viajeros de todas partes.

De todos modos, si bien la floración ocurre en marzo, no hay una fecha exacta que se pueda predecir. El motivo es que el fenómeno puede variar de acuerdo a la cantidad de frío que absorban los árboles durante el invierno. Si el frío es excesivo, el proceso de floración puede verse demorado. En cambio, ante el calor intenso la floración puede ocurrir antes. 

El proceso de floración dura alrededor de una a dos semanas, período durante el cual el color rosado se va intensificando con los días, hasta llegar adquirir una tonalidad cada vez más rojiza. Luego, las hojas verdes comienzan a desplazar estos colores y a cambiar el panorama. Si bien nada te garantiza que puedas presenciar la floración, una recomendación es que escojas las fechas centrales del mes de marzo para asegurarte ver las flores en todo su esplendor.

¿Qué hacer en Aitona?

El municipio de Aitona cuenta con un rico y diversificado patrimonio histórico, arquitectónico y arqueológico. De hecho, muchos de sus edificios han sido declarados Bien Cultural de Interés Local y Bien Cultural de Interés Nacional, ya que son considerados grandes representantes del patrimonio cultural catalán.

Aunque, como te podrás imaginar, el gran reclamo turístico de Aitona son sus campos de melocotones, que no paran de captar la atención de los viajeros.

Para disfrutar de los campos de árboles frutales en flor tienes varias alternativas: rutas de senderismo autoguiadas, rutas en bicicleta o en quad y vuelos en globo aerostático. Por ejemplo, desde el mismo pueblo de Aitona parten diferentes rutas de senderismo que te permitirán recorrer estos paisajes y admirar su belleza por tu propia cuenta. 

Rutas para disfrutar la floración de frutales

Existen 6 posibles rutas para disfrutar de la floración de los árboles frutales, 3 para hacer por cuenta propia y 3 guiadas. Todas tienen como punto de partida el Pabellón Polideportivo Municipal de Aitona y, en el caso de las primeras, se emplazan por los caminos de la huerta y corren junto al río Segre. 

Las rutas de senderismo que podrás hacer por tu propia cuenta son:

• Ruta de Sierra Brisa: es un recorrido de 4,45 km que se sortean en algo de 90 minutos. El camino asciende por los cerros que rodean Aitona, por lo que permite apreciar la riqueza paisajística del municipio a través de una espléndida panorámica. Además, el camino pasa por la ermita románica de San Juan de Carratalà, desde la cual se puede admirar la riqueza agrícola del valle. Es una ruta apta para hacer tanto a pie como en bicicleta de montaña.
• Ruta del árbol frutal: en este caso, se trata de una ruta completamente plana que transcurre entre árboles de fruta y tiene al río Segre como acompañante. Son casi 6 km que se pueden hacer a pie o en cualquier tipo de bicicleta. 
• Ruta del Camino Verde Natural Aitona-Soses: esta ruta de casi 10 km lleva alrededor de 2 horas y media y transcurre por el camino que une Aitona con la población de Soses. El recorrido va bordeando el río Segre y permite disfrutar de una senda verde y fauna autóctona. Al igual que las anteriores, puede hacerse a pie o en bicicleta. 

Existen otras 3 rutas guiadas organizadas por el Ayuntamiento de Aitona (recuerda que hoy en día no están disponibles). Las mismas requieren reserva previa, tienen plazas limitadas y se introducen en fincas privadas.

La más solicitada de todas es la llamada Ruta del Melocotonero en flor. El recorrido dura unas 3 horas e incluye un paseo por el casco histórico de Aitona y por los campos frutales en flor de la mano de un guía agricultor que te irá explicando todo el proceso. Incluye paradas en miradores, desde los cuales podrás apreciar los campos.

Iglesia San Antolín Màrtir

Como te contamos, Aitona posee un rico patrimonio histórico y arquitectónico que también vale la pena explorar. Uno de los representantes de este patrimonio es la Iglesia San Antolín Màrtir, ubicada en la antigua plaza del mercado de Aitona. 

El templo fue construido durante la segunda mitad del siglo XVIII con piedras del antiguo castillo de los Montcada. A finales del siglo XIX fue restaurada, aunque la crueldad de la Guerra Civil hizo que el templo sufriera grandes destrozos y pasará a ser utilizada como  almacén y taller de coches y camiones.

La iglesia de San Antolín Màrtir es de estilo barroco y se caracteriza por tener una rica ornamentación, especialmente en su portal. En su exterior destacan las dos torres que flanquean la fachada principal y el portal de arco de medio punto.

Ermita de San Juan de Carratalá

Otro integrante del patrimonio de Aitona es esta ermita de estilo románico construida en el siglo XIII, ubicada a las afueras de la localidad. Se cree que fueron los hospitalarios los responsables de levantarla sobre los restos de una antigua mezquita.

La ermita de San Juan de Carratalà se encuentra localizada al sur del recinto del castillo de Carratalà y fue declarada Bien Cultural de Interés Local. Si bien se puede llegar a ella en coche fácilmente, para visitar su interior deberás ponerte en contacto previamente con el Ayuntamiento de Aitona.

Castillo de Aitona

Las ruinas del castillo de Aitona se encuentran en el cerro que domina la villa. Es una construcción de origen musulmán que fue conquistado por los cristianos en el siglo XII y posteriormente reconstruido.

En su momento, el conjunto fortificado construido por Los Montcada era imponente y estaba formado por un recinto inferior, una iglesia parroquial y un hospital. Lamentablemente, las vicisitudes históricas llevaron a que el castillo sea desmontado y sus piedras utilizadas para la construcción de la iglesia parroquial de San Antolín. Por eso, hoy en día se conserva únicamente una estructura defensiva triangular con torres circulares en las esquinas.

Mercado Barroco

Mayo es otro buen momento para visitar Aitona, ya que durante este mes se celebra el tradicional Mercado Barroco. Durante estos días, el municipio hace un viaje al pasado, concretamente al siglo XVII y deleita al visitante con una amplia selección de embutidos, quesos, aguardientes y otros productos de elaboración artesanal. Además, se realiza una muestra de los oficios típicos de la época, mediante representaciones, uso de trajes típicos y más.

El Mercado Barroco se celebra en honor a San Cayetano, patrón del municipio y protector del comercio. Además, parte de la celebración son las visitas guiadas a la iglesia barroca de Sant Antolí. Sin dudas que un motivo más para viajar a Aitona.

 ¿Qué ver en los alrededores de Aitona?

Lo más probable es que tu visita a Aitona sea durante un fin de semana, por lo que tendrás tiempo suficiente para recorrer también algo de sus alrededores. En este sentido, visitar el pueblo vecino de Torres de Segre puede ser un buen plan. Este pequeño municipio se encuentra bañado por el río Segre y forma parte del Espacio Natural Protegido de Utxesa.

Torres de Segre es otro municipio con mucha historia, Así lo demuestran los vestigios arqueológicos hallados, que indican la presencia humana en esta zona desde antes de la Edad Media. Sin embargo, la historia del pueblo comienza con la ocupación árabe de la península. 

Si bien Torres de Segre también posee grandes campos de melocotoneros, manzanos y perales, nuestra sugerencia es que te dediques a recorrer su centro histórico. Allí se conservan muy bien numerosos vestigios del pasado medieval del municipio. Por eso, a medida que recorras sus calles irás viendo pintorescas casas con elementos arquitectónicos de los siglos XVI al XVIII. Un ejemplo de ello es la casa del Comanador y las que se levantaron sobre los restos del castillo.

En el punto neurálgico del centro histórico se encuentra la Iglesia de Santa María, que data de mediados del siglo XVIII. Este templo de estilo neoclásico posee reminiscencias barrocas y sorprende por sus grandes dimensiones, similares a la Seu Nova (la Catedral) de Lleida.

También merece la pena hacer una visita a la ermita de la Mare de Déu de Carrassumada, del siglo XVII, y ver su bello campanario de espadaña. La misma se sitúa a unos 2,5 km del pueblo y es un buen punto panorámico para observar el pantano de Utxesa y la Seu Vella de Lleida.

Tip viajero: un consejo que te damos para llegar a Torres de Segre es que lo hagas por una pequeña carretera secundaria que une ambas poblaciones y transcurre entre campos de melocotoneros. El paseo es sumamente pintoresco y si lo haces en época de floración no dejarás de tomar fotografías. Además, desde la misma puedes acceder al pantano de Utxesa, en el cual se pueden hacer diversas actividades y rutas de senderismo. 

Finalmente, puedes coger tu coche y visitar el yacimiento arqueológico del poblado de Genó. El mismo data de la Edad del Bronce y tiene un valor extraordinario. Allí verás un conjunto ovalado de casas rectangulares en las que, aparentemente, se elaboró la primera cerveza de toda la Península Ibérica.

¿Cómo llegar a Aitona?

Aitona se encuentra apenas a 30 minutos de Lleida, la cual está perfectamente comunicada con Barcelona o Madrid. Desde Barcelona, por ejemplo, podrás llegar fácilmente a Aitona en algo de 2 horas siguiendo la A-2. Para llegar desde Lleida debes coger primero la carretera N-II y luego la LP 70-41.

¿Qué te pareció Aitona? Sin dudas que sus campos de flores son toda una maravilla y un tesoro más de la valiosa Cataluña. Por eso, si quieres presenciar este fenómeno lleno de color y vida, ya sabes cuándo agendar la visita y qué otras cosas ver. ¡Nos vemos en el próximo destino!