La ciudad catalana de Tarragona es todo un destino que vale la pena descubrir. La antigua Tarraco está llena de historia, arquitectura y belleza natural, gracias a su ubicación privilegiada a orillas del Mediterráneo. Te invitamos a conocer sus atractivos, de manera que cuando la visites no quede nada fuera del tintero. ¿Nos acompañas?
Tarragona es la capital de la provincia con el mismo nombre. Es especialmente conocida por su conjunto arqueológico de la época romana que es Patrimonio de la Humanidad. La antigua Tarraco fue una de las urbes más importantes de Hispania, hoy en día Tarragona es indudablemente el epicentro del legado romano en toda Cataluña.
Por ende, en Tarragona conocerás un montón de rincones históricos, pero también una bonita playa urbana, miradores sobre el Mediterráneo, plazas animadas y más. Incluso, puedes aprovechar el paso por la capital para explorar otros rincones de la provincia, ya sean playas o pueblos del interior.
De Tarraco a Tarragona
No se puede hablar de Tarragona sin mencionar a la antigua Tarraco. Por eso, antes de contarte qué ver en esta bonita ciudad de Cataluña, haremos un breve recorrido por su historia, que es importante para comprender su configuración actual. Además, la mayoría de los atractivos de Tarragona tienen que ver, precisamente, con su rico pasado romano.
La ciudad romana de Tarraco surgió como base militar de Roma durante las guerras púnicas y llegó a ser una de las más importantes del Imperio. Fue fundada por los hermanos Escipión en el año 217 a.C., cuando los romanos llegaron a la Península Ibérica. Primero hizo de campamento militar, pero pronto se convirtió en la capital del Imperio Romano durante los años en que el emperador Augusto vivió en ella.
Fue precisamente Augusto quien en el año 27 a.C. convirtió a Tarraco en la capital de la provincia Tarraconense, la más extensa de la Península Ibérica. Entre el año 26 y 25 a.C., el emperador romano residió en la ciudad y desde allí dirigió las operaciones bélicas contra cántabros, astures y galaicos. Además, el paso de Augusto por la ciudad trajo notables mejoras, entre ello la consolidación de la comunicación con Roma a través de la vía Augusta.
Desde Tarraco los romanos administraban gran parte de Hispania (lo que sería la Península Ibérica) y construyeron grandes edificios que sobrevivieron al día de hoy: el Anfiteatro, el Circo y el Acueducto, solo por mencionar algunos. Los mismos son parte de este conjunto arqueológico al que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad y constituyen uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
La llegada de los visigodos y la posterior conquista árabe (alrededor del año 714) marcó un período de irrelevancia para Tarraco. Recién a finales del siglo XII la ciudad vivió un repunte, aunque los conflictos bélicos y las diferentes epidemias mermaron su crecimiento. Hacia el año 1868 las antiguas murallas se derrumbaron y Tarragona comenzó a expandir su trazado urbano, se modernizó el puerto y comenzaron las excavaciones arqueológicas para develar el pasado de la ciudad.
Dicho esto, no quedan dudas de que visitar Tarragona es sumergirse en Tarraco y ser testigo de su notable pasado romano.
¿Qué ver en Tarragona?
Ya sabes que el conjunto arqueológico de Tarragona es uno de los sitios que indudablemente tienes que visitar, aunque la ciudad tiene mucho más que ofrecer. El patrimonio de la ciudad es enorme, con rincones capaces de trasladar al viajero a la época romana, medieval, moderna y modernista.
Antes de contarte qué ver en la ciudad, te dejamos un par de propuestas que ofrecen nuestros amigos de Civitatis que te permitirán sacarle el máximo provecho a la visita:
- Visita guiada por la Tarragona romana
- Free tour por Tarragona
- Tour privado por Tarragona
- Visita guiada por la Tarragona modernista
- Tour de los misterios y leyendas de Tarragona
Murallas y paseo arqueológico de Tarragona
Comenzamos a explorar Tarragona por su muralla y paseo arqueológico. La primera es la construcción romana más antigua por fuera de Italia, que en su momento llegó a tener casi 4 km de largo. Entre los siglos XVI y XVII la muralla se amplió y reformó a fin de poder soportar los ataques de armas más modernas y defender mejor la ciudad.
Hoy en día, se conservan 1.100 metros que rodean la parte alta de Tarragona, lo que sería el casco antiguo. Muchas casas se construyeron sobre la misma muralla, aunque un tramo se ha recuperado y funciona como museo al aire libre. Hablamos del Paseo Arqueológico, un espacio donde se observan lienzos de la muralla perfectamente conservados, dos de las seis puertas de acceso y algunas torres. De estas últimas las más destacadas son la del Arzobispo y la de Minerva, en la cual se leen las inscripciones romanas más antiguas de la Península Ibérica.
A los pies de la Torre del Arzobispo se halla la estatua de bronce del emperador Augusto. La misma es una copia de la original hecha en mármol regalada a la ciudad por el gobierno de Italia en 1934, aunque la misma tuvo que ser retirada para protegerla de los bombardeos durante la guerra civil.
El acceso al Paseo Arqueológico de Tarragona se realiza por el Portal del Roser (saliendo de la parte antigua) y el costo es de 5 EUR. El mejor momento para dar un paseo por las murallas es al atardecer, cuando los colores del sol le confieren un encanto especial.
Anfiteatro de Tarraco
El imponente Anfiteatro Romano construido junto al mar es uno de los sitios más espectaculares que ver en Tarragona. La imagen de sus gradas con el azul del Mediterráneo de fondo es, sin dudas, la postal más icónica de la ciudad.
El recinto fue construido en el siglo II a.C., aunque en el año 221 se realizó una reforma, tal cual lo indica una inscripción de 140 metros (la más larga de todo el Imperio) en uno de los sillares. Era el sitio donde tenían lugar las luchas de fieras, las ejecuciones públicas y los combates de gladiadores. En aquel entonces, el anfiteatro de Tarraco tenía capacidad para 14.000 espectadores, lo que lo convertía en uno de los más grandes del Imperio Romano.
Hoy en día, se conserva una parte de las gradas de piedra que rodean la arena donde tenían lugar los espectáculos. También es posible acceder al interior para ver las bóvedas y los restos de la Iglesia de Santa María del Miracle. Esta última se construyó en el siglo XII sobre los restos de una basílica visigoda levantada para conmemorar el martirio que sufrió san Fructuoso y sus diáconos en el año 259 por no reconocer la divinidad del emperador Valeriano.
¿Sabías qué? Cuando el Anfiteatro estuvo en funcionamiento existió un túnel que comunicaba su interior con la playa. El mismo funcionaba como un acceso directo que facilitaba el desembarco de fieras salvajes directamente desde los barcos.
Vale aclarar que parte de los restos del Anfiteatro y la ciudad de Tarraco se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional de Tarragona (MNAT), situado en el barrio del Serrallo.
Horarios y precio de la visita
El precio de la entrada al Anfiteatro de Tarragona es de 5 EUR y el horario de visita es de martes a viernes de 9.30 am a 9 pm y los sábados de 10 am a 9 pm (en verano); y de martes a viernes de 9 am a 6:30 pm y los sábados de 9:30 am a 6:30 pm (en invierno). Los días lunes permanece cerrado y los domingos y días festivos de verano abre de 10 am a 3 pm.
Circo Romano
Junto al anfiteatro, el Circo Romano es otro de los vestigios más importantes de la antigua Tarraco.
Además de anfiteatro, para que una ciudad romana se apreciara debía tener un circo y un teatro dentro de sus límites territoriales. Como antigua capital del Imperio, es de esperar que en Tarraco estaban estas dos construcciones.
El Circo Romano de Tarragona es una construcción del siglo I d.C, que tenía capacidad para 25.000 personas. Allí se celebraban las carreras de carros, generalmente de dos o cuatro caballos. Es uno de los mejor conservados de todo el Viejo Continente, por lo que a nuestros días han llegado una parte de las gradas y tres de las bóvedas interiores. Una de las mismas conduce al Pretorio, una torre que facilitaba el acceso al Foro Provincial.
La Torre del Pretorio con el paso del tiempo se convirtió en fortaleza y palacio para los reyes de la corona aragonesa. En su interior se exhibe el sarcófago de Hipólito y en la planta superior se encuentra la Sala Gótica, la cual es uno de los mejores ejemplos del gótico civil catalán. Aunque, lo más interesante es el mirador en la parte superior desde el cual se obtiene una fantástica panorámica de la ciudad.
El acceso al Pretorio y al Circo Romano se realiza por la entrada que hay en la Rambla Vella, mientras que la salida se hace por las escaleras situadas en la terraza de la Sala Gótica, en dirección a la Plaza del Rey.
Horarios y precio de la visita
El precio de la entrada al Circo Romano y el Pretorio es de 5 EUR. El horario de visita es de martes a viernes de 9:30 am a 9 pm y los sábados de 10 am a 9 pm (en verano); y de martes a viernes de 9 am a 8 pm y los sábados de 9:30 am a 8 pm (en invierno). Los días lunes permanece cerrado y los domingos y días festivos de verano abre de 10 am a 3 pm y de 9:30 am a 2:30 pm los domingos y festivos de invierno.
Plaza del Forum
La Plaza del Forum es otro de los rincones históricos de Tarragona. Tal cual lo indica su nombre, se sitúa en los restos del antiguo Foro Provincial de la época romana.
El Foro Romano de Tarraco ocupaba un espacio de 300 metros de largo y 200 de ancho y estaba rodeado de pórticos. El mismo era el epicentro de la vida local, en torno al cual se alzaban los principales edificios de la ciudad (la curia, la basílica, tiendas y los templos). A principios del siglo XX se despejaron algunos edificios viejos de la plaza y quedó al descubierto un muro de época romana del cual se conserva un fragmento.
Hoy en día, la Plaza del Fórum es uno de los espacios con más ambiente y vida de Tarragona. A su alrededor aparecen muchas terrazas y edificios antiguos, a la vez que se abre un entramado de calles empedradas.
Pla de la Seu y Catedral de Tarragona
La Calle Mayor, una vía repleta de tiendas de todo tipo, conduce a la Pla de la Seu y a la imponente Catedral de Santa Tecla, otro de los sitios imperdibles que ver en la parte alta de Tarragona.
Esta joya de la ciudad se asienta sobre los restos de un antiguo templo dedicado a Augusto, un templo visigodo y una mezquita árabe. Su construcción data de finales del siglo XII (en 1171) y se realizó en estilo románico, aunque después pasó al gótico hasta que en 1331 se consagró.
El acceso a la Catedral de Tarragona se realiza por una gran puerta principal de estilo gótico con arcos ojivales, que se acompaña de varias esculturas de apóstoles y una de la Virgen del Mainel. La fachada luce también un imponente rosetón de 11 metros de diámetro.
El interior resguarda varios tesoros, incluyendo algunas capillas, el Altar Mayor y un retablo de madera dedicado a Santa Tecla, la patrona de la ciudad. Aquí se encuentra también el Museo Diocesano, donde se exhiben unas 300 piezas de arte medieval, renacentista, barroco y romano.
Horario y precio de la visita a la catedral, el claustro y el Museo Diocesano
La entrada tiene un costo de 11 EUR para adultos, 8,50 EUR para menores de 18 años y mayores de 65; 5,50 EUR para niños de 7 a 12 años y es gratuita para menores de 7 años.
Se puede visitar de lunes a sábado de 10 am a 8 pm de junio a septiembre. El resto del año cierra a las 7 pm y a las 5 pm en enero y febrero. Los domingos y festivos abre únicamente en verano de 3 a 8 pm.
Rambla Nova
La Rambla Nova es la calle principal de Tarragona. Con 1 km de extensión, atraviesa la ciudad, pasando por puntos interesantes como el Balcón del Mediterráneo y el Monumento a los Castellers. Alberga también numerosas terrazas, hoteles, tiendas y más. De allí que sea la calle más animada y con más vida de la ciudad.
Balcón del Mediterráneo
El Balcón del Mediterráneo es un mirador situado a 40 metros de altura desde el cual se obtiene una vista muy bonita del mar, el puerto, el anfiteatro y la playa del Miracle, que es la principal de Tarragona.
Se encuentra al final de la Rambla Nova (o al principio, según desde dónde se comience el paseo).
Playa del Miracle
Dejando de lado la historia, en Tarragona encontramos 15 km de costa lleno de playas y calas bañadas por las aguas cristalinas del Mediterráneo. Se caracterizan por su arena fina y de color dorado que le valieron el nombre a la Costa Daurada de la provincia.
De todas ellas, la playa del Miracle es la principal de Tarragona. Con 500 metros de largo y 75 de ancho, este arenal urbano se extiende desde desde el Fortí de la Reina hasta el puerto y cuenta con todos los servicios y comodidades para los visitantes. Si bien no es la más bonita de la provincia, tiene un acceso muy práctico y es ideal para disfrutar de una jornada a puro sol.
Plaza del Pallol
La Plaza del Pallol es otro de los espacios más bonitos de Tarragona. Allí se ven los restos arqueológicos del Foro Provincial del siglo I d. C., una puerta, una bóveda y las pilastras del Antiguo Beaterio. También está el edificio de la Antigua Audiencia en cuyo interior se exhibe una Maqueta de Tarraco que muestra con precisión la antigua ciudad romana.
Por cierto, la plaza lleva este nombre porque, en el siglo XVI, funcionó allí el pallol o tienda del trigo.
Plaça del Rei
Otra de las plazas del casco antiguo de Tarragona o la Part Alta es la Plaza del Rey. Este rincón coqueto alberga la Torre del Pretorio (de la que ya te hablamos), el Museo Nacional Arqueológico y una iglesia barroca del siglo XVI.
El Museo Arqueológico de Tarragona se encuentra cerrado desde hace unos años por trabajos de restauración de sus instalaciones. No quedan dudas de que una vez que vuelva a abrir sus puertas será todo un atractivo de la ciudad.
Mientras tanto, quienes deseen ver algunas de las piezas más destacadas de la colección de la época romana pueden acercarse al Tinglado 4 del Moll de Costa (en el Puerto de Tarragona). Allí se exhibe, entre otras piezas de valor, el mosaico de Medusa.
El Serrallo, el barrio de pescadores y uno de los mejores sitios para comer en Tarragona
El Serallo es un antiguo barrio de pescadores de Tarragona y otro de sus lugares imperdibles. Si bien en su momento era de una de las zonas más humildes de la ciudad, hoy en día está dentro de sus rincones con más encanto. El motivo principal son las viviendas coloridas, las calles estrechas, las vistas al puerto y los restaurantes que preparan delicias de mar.
El Serallo se encuentra junto al puerto. Aquí atracan tanto las barcas de los pescadores como los yates de lujo. Se encuentra también la Iglesia de Sant Pere, la Lonja (donde se subasta el pescado fresco) y el edificio de la Cofradía. También está el famoso restaurante Pòsit del Serrallo, uno de los mejores sitios para comer platos con pescados y arroz.
Respecto a esto último, el barrio Serallo es uno de los mejores sitios para comer en Tarragona. La tradición marinera se hace presente en sus platos, que tienen como protagonista a las especies más selectas de pescado blanco. La gamba roja (autóctona de Tarragona), la cigala, el pulpito, la bacaladilla, el rape, la merluza, calamares y gambas blancas son algunos ejemplos. También los son especies de pescado azul como el boquerón, la sardina y la caballa.
Entre los platos típicos de este barrio encontramos el caldillo de bocanegra con patatas aliñado con alioli. No dejes de probarlo, como también el romesco. Esta última es una salsa elaborada con pimientos secos escaldados, ajos asados, tomates, almendras, avellanas, aceite de oliva y vinagre.
Otro sitio para conocer en el barrio del Serallo es el Museo del Puerto, ubicado en la Lonja. Este lugar propone un espacio inmersivo y multisensorial que permite al visitante descubrir el fondo marino del Mediterráneo. Así, podrás conocer las especies que se pescan en el litoral de Tarragona y las artes de pesca tradicionales y modernas del barrio.
Camino de Ronda: de Tarragona a Tamarit
A lo largo de la costa de Cataluña encontramos el emblemático Camino de Ronda (Camí de Ronda). Esta senda milenaria nació para comunicar las diferentes poblaciones del litoral. Si bien no se sabe exactamente la fecha de su creación, su nombre comenzó a popularizarse durante los siglos XIX y XX. En aquel entonces, el Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras y la Guardia Civil comenzaron a utilizarlo para hacer “la ronda” y controlar el contrabando y el estraperlo que tenían lugar en la costa.
Hoy en día, el Camino de Ronda es un atractivo perfecto para los amantes del senderismo. Además de comunicar ciudades y pueblos, lleva a algunas de las calas y playas más bonitas de la Costa Brava.
El tramo del Camino de Ronda que transita entre Tarragona y el recinto amurallado de Tamarit es un recorrido precioso que no puedes dejar de hacer. Además de pasar por varias playas y calas, atraviesa el bosque de la Marquesa, el cual permite apreciar parte de lo que fue el paisaje primigenio del litoral Mediterráneo.
PortAventura
Si viajas a Tarragona en familia, hay un lugar en donde se los pasarán a lo grande: PortAventura. Considerado uno de los mejores parques de atracciones de España, en este sitio encontrarás diferentes áreas temáticas y atracciones pensadas para todos los públicos. Por eso, si estás cansado de visitar sitios históricos, este lugar es perfecto para tener una dosis de diversión y adrenalina.
PortAventura World se sitúa en plena Costa Daurada de Tarragona y uno de sus orgullos es contar con el primer parque temático de Europa dedicado a Ferrari. Claro que también hay un parque acuático, un centro de wellness, varios campos de golf; así como excelentes hoteles y varios servicios de restauración.
Acueducto de Les Ferreres
Una vez que hayas terminado de explorar la ciudad puedes salir a sus alrededores. Un paseo cercano es el que lleva al Acueducto de Les Ferreres o Pont del Diable. Situado a unos 4 km del centro, es otro vestigio de la época romana.
Lo que se puede ver hoy del Acueducto de Les Ferreres es en realidad un trozo de la construcción original que en el siglo I a. C. llevaba agua desde el río Francolí a Tarraco. A pesar de eso, este tramo está perfectamente conservado, con dos niveles de arcos superpuestos que llegan hasta los 27 metros de altura.
No te quedes con contemplarlo desde abajo. Sube también a su parte más alta y recorre los más de 200 metros del puente. ¡Vale mucho la pena! Además, puedes aprovechar para hacer alguna ruta de senderismo por los alrededores.
Miravet y Tivissa, dos pueblos para visitar desde Tarragona
En la provincia de Tarragona encontramos una gran cantidad de pueblos con encanto. Si bien es conocida especialmente por sus playas y pueblos costeros, lo cierto es que el interior resguarda grandes tesoros. Uno de ellos es Miravet, considerado como uno de sus enclaves más bonitos.
Para llegar desde la ciudad de Tarragona simplemente hay que tomar la carretera nacional N-420 y seguir hacia Móra d’Ebre, el pueblo grande más cercano a Miravet. Desde allí, el viaje continúa por la carretera T-324, que finalmente te llevará hasta Miravet. La distancia a recorrer es de 66 km, lo cual implica una hora de conducción.
El pequeño pueblo de Miravet se ubica en la comarca de la Ribera d’Ebre, en el interior de Tarragona y sobre un meandro del río homónimo. Su paisaje está dominado por un impresionante castillo templario que termina de embellecer la estampa.
Miravet es pequeño, pintoresco y se recorre tranquilamente en una o dos horas. Lo mejor es aparcar el coche y luego ir a la Oficina de Turismo para adquirir un mapa con sus principales atractivos. O bien, puedes dejar que sea tu instinto quien vaya marcando el camino. Después de todo, el pueblo no tiene pérdida. Eso sí, ve preparado para sortear cuestas, puesto que las calles empedradas tienen bastante desnivel.
Entre los atractivos de Miravet encontramos su castillo construido por los Templarios. Construido en lo alto de una colina, representa uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar erigida por la orden. También tienes que pasar por el embarcadero situado junto a la plaza del Arenal, en pleno meandro del Ebro. Aquí podrás simplemente sentarte a contemplar las vistas del paisaje y disfrutar de la tranquilidad del lugar. Además, al atardecer regala una puesta del sol perfecta.
Desde el embarcadero no tienes que caminar más de 5 minutos para llegar al casco antiguo de Miravet, donde el entramado de callejuelas estrechas enamoran con su atmósfera medieval. Aquí verás muchas viviendas construidas en piedra y preciosos balcones de madera, encaramadas en la peña y de frente al río Ebro.
¿Quieres expandir tu ruta? Como el paseo por Miravet se completa en medio día, puedes aprovechar la segunda mitad de la jornada para visitar Tivissa, situada apenas a 20 km. Esta villa encaramada en una colina es perfecta para rodearse de naturaleza y seguir en modo desconexión.
Al igual que Miravet, Tivissa es un pueblo para recorrer a pie y sortear alguna que otra cuesta. El casco urbano conserva las calles estrechas y empinadas y construcciones típicas de un pueblo con trazado medieval. También hay una gran cantidad de casonas de estilo renacentista, dos puertas medievales que se conservan de la antigua muralla que rodeaba la villa; y edificios históricos, como el hospital y la Iglesia Arciprestal de Santiago.
En conclusión, si deseas explorar el interior de la provincia desde Tarragona, ir a Miravet y Tivissa es una gran idea.
¿Cómo llegar a Tarragona?
Al ser una importante ciudad turística de Cataluña, es posible llegar a Tarragona por distintos medios sin problema.
Tarragona se encuentra a 95 km de Barcelona (la capital de Cataluña) y está comunicada con la misma por medio de la AP-7. El trayecto entre ambas ciudades se sortea sin problema en algo de una hora y cuarto. Mientras que, desde Valencia, la distancia es de casi 260 km y el viaje toma unas dos horas y media, también por la AP-7.
Estas dos son las ciudades más grandes e importantes cercanas a Tarragona. Ambas tienen aeropuertos internacionales con una alta frecuencia de vuelos, por lo que puedes arribar a ellas y alquilar un coche para hacer tu ruta. Tarragona también tiene su propio aeropuerto (Aeropuerto de Reus), al cual llegan vuelos desde varios países europeos, por lo que es otra opción.
También se puede llegar a Tarragona con los buses de la compañía ALSA desde Barcelona, Madrid y Valencia (ruta directa). Desde otras ciudades cercanas (Salou, Cambrils, Valls, entre otras) se puede llegar con los autobuses de la Empresa Plana. En cualquier caso, los buses llegan a la estación central de Tarragona, situada al final de la Rambla Nova.
El tren es otro medio cómodo para llegar a Tarragona. La ciudad cuenta con dos estaciones: la de Camp de Tarragona (a la cual llegan los trenes AVE y Alvia, entre otros.) y la Estación Tarragona, a la que llegan trenes de cercanía y media distancia. La primera se encuentra a 12 km del centro y la otra a 15 minutos a pie del Anfiteatro, cerca del puerto.
Moverse por Tarragona
Una vez que llegues a la ciudad, verás que la zona del casco histórico es ideal para recorrer a pie. Por ende, lo ideal es conseguir algún alojamiento cercano, dejar el coche y recorrer esta parte de la ciudad caminando. Para ampliar la visita a otros puntos cercanos puedes tomar un taxi, un bus local o el tren turístico. Y, en caso que desees llegar al Acueducto de les Ferreres, tienes la opción de ir en coche y aparcar en el parking gratuito que hay en el lugar o tomar las líneas 8 y 85 del bus local.
Mapa de Tarragona
Con este mapa de Tarragona nos despedimos. Esperamos que esta selección de sus mejores atractivos te sirvan para planificar una escapada a este bonito e histórico destino de Cataluña. ¡Hasta la próxima!
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