Ragusa es una ciudad del Val di Noto y uno de los secretos mejor guardados del sureste de Sicilia. Es un destino tranquilo, que muy lejos está de las bulliciosas Palermo y Catania.

Junto con las ciudades de Noto y Módica, conforman el ejemplo más destacado del arte barroco en Sicilia, aspecto que fue premiado por la UNESCO en el 2002 con la mención de Patrimonio de la Humanidad, bajo la denominación de “Ciudades del Barroco tardío de Val di Noto”. Sin dudas, es uno de los destinos más bellos de Sicilia y una parada fundamental de una ruta por la isla.

¿Te gustaría conocer todo lo que puedes ver y hacer en Ragusa en un día? Acompáñanos y descúbrelo de la mano de nuestra guía de viaje.

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Los orígenes de Ragusa se remontan alrededor de 2.000 años a.C. Por ella pasaron numerosas civilizaciones que fueron dejando su legado cultural y artístico: griegos, romanos, cartagineses y bizantinos. Sin embargo, su historia se vio marcada fuertemente por una tragedia. El 11 de enero de 1963 un terrible terremoto azotó el Val di Noto, destruyendo más de 45 poblaciones y dejando más de 60.000 muertos. De hecho, fue la catástrofe más grande que debió enfrentar Sicilia en toda su historia y el vigésimo tercer terremoto más letal de la humanidad. Como te podrás imaginar, Ragusa se vio seriamente afectada.

El terremoto del Val di Noto dejó a Ragusa en ruinas y causó la muerte de casi la mitad de su población. Pero, como el ave fénix que logra resurgir de las cenizas, Ragusa también se pudo reconstruir y llegar a ser la ciudad que visitarás hoy en día.

Desde ese momento, la composición de la ciudad cambió. Nació la llamada Ragusa Superiore, que sería la parte más moderna y mejor trazada de la urbe, encaramada sobre una colina (Ragusa Cittá Alta). Sin embargo, la aristocracia del siglo XVII se encargó de reconstruir la parte vieja de Ragusa, dejando un centro histórico realmente maravilloso (Ragusa Ibla).

Por eso, si viajas a Ragusa deberás visitar tanto la zona baja y más antigua como la ciudad alta, que regala unas vistas impresionantes a Ibla. Ambas se encuentran separadas entre sí por un hermoso valle atravesado por cuatro puentes (de allí que se lo conoce como Valle de los Puentes). Mediante unas enormes escaleras zigzagueantes o tomando un autobús podrás llegar de la parte baja a la alta y viceversa.

Motivos para viajar a Ragusa

Sobran los motivos por los cuales vale la pena viajar a Ragusa. Pero, si necesitas saberlos, nosotros te los contamos.

Una de las razones fundamentales es su enorme patrimonio cultural y artístico. No en vano, la UNESCO incluyó a su casco antiguo en su lista de Patrimonio de la Humanidad. Esta zona es una delicia para sus visitantes, quienes se encuentran con sorpresas en cada una de sus esquinas: edificios y palacios barrocos de enorme belleza, iglesias y plazas con mucho ambiente. Este conjunto barroco es realmente especial, ya que el color de las paredes le da un aire de envejecimiento que llena de nostalgia el paseo.

Otro de sus puntos fuertes es su ubicación. La ciudad aparece encajada entre montes y una colina regalando unas postales maravillosas que se disfrutan de manera especial en la parte alta de Ragusa.

Finalmente, la gastronomía de Ragusa se enorgullece de ser una de las mejores de Sicilia. Si a ello le sumamos el encanto de su gente, la visita a este destino se convierte en toda una experiencia que cualquier amante de los viajes debe vivir. Después de todo, por algo será que Ragusa recibe miles de visitantes a lo largo del año, ¿no crees?

Recorrido por Ragusa en un día

Nuestra sugerencia es que visites tanto la Ragusa alta como la baja, porque cada una tiene su encanto (si bien la mayoría se concentra en su casco antiguo).

Ragusa Ibla es el casco antiguo de la ciudad, al cual se accede a través de antiguas escalinatas. Esta zona de la ciudad está llena de detalles esculpidos en la piedra, paredes coloridas, ventanas con flores, farolas y otros aspectos que la hacen especial. Es un espacio que parece haber quedado detenido en el tiempo y en el cual la vida transcurre sin prisas. Un sitio para perderse y dejarse llevar, sin mapa ni rumbo fijo y con el instinto como guía principal.

El recorrido peatonal para llegar al centro histórico barroco de Ragusa Ibla es realmente fascinante. Comienza en la iglesia de Santa Maria delle Scale y finaliza en la Piazza della Repubblica.

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Si quieres un poco de ayuda respecto a qué ver, no deberías dejar de lado la visita a alguno de sus muchos palacios barrocos, como es el Palacio de la Cancillería. Tampoco dejes de conocer la iglesia de Santa María dell’Idria, el Duomo di San Giorgio y la Piazza del Duomo, o la iglesia del Purgatorio. No dejes de pasar por la Oficina de Turismo en donde podrás tomar una guía en español con los principales puntos de interés de Ragusa Ibla.

Por su parte, lo más llamativo de la Ragusa moderna o alta son las impresionantes vistas de Ibla que regala. Además, permite finalizar tu recorrido de un día disfrutando del hermoso atardecer desde este punto.

En definitiva, hay mucho que ver en Ragusa en un día, así que mejor comencemos.

Piazza del Duomo y Catedral de San Giorgio

Todos los caminos de Ragusa desembocan en la gran explanada con pendiente que es la Piazza del Duomo. Este amplio espacio es su punto neurálgico, por ende, una parada fundamental.

La Piazza del Duomo está adornada con palmeras y rodeada de palacios neoclásicos y barrocos, entre los cuales destaca el Palazzo Arezzi, numerosos restaurantes, bares y heladerías. Un edificio curioso de estilo neoclásico ubicado en la Piazza del Duomo es el “Círculo de la Conversación”, construido en 1850 por la aristocracia con el objetivo de tener un lugar en el cual pudieran conversar sus asuntos alejados del resto de la sociedad.

Entre este conjunto de palacios barrocos encontrarás la silueta del Duomo di San Giorgio, el templo más importante de Ragusa. Esta obra del arquitecto de Siracusa, Rosario Gagliardi, se inició en 1738 sobre los restos de la antigua chiesa di San Giorgio (que fue destruida por el terremoto de 1693) y finalizó recién en 1775.

El Duomo di San Giorgio es uno de los templos más bellos del barroco siciliano, gracias a su enorme cúpula neoclásica y sus muchas vidrieras. La cúpula, que es el elemento más destacado de su fachada, se apoya sobre 16 columnas neoclásicas, tiene 43 metros de altura y está inspirada en el Panteón de París. A su vez, la iglesia se alza en la parte más alta de esta plaza inclinada y cuenta con una escalinata de 54 peldaños que lleva a su interior, protegida por una amplia puerta de hierro forjado. Todo el conjunto arquitectónico se encuentra embellecido con portales y estatuas.

Tip viajero: las mejores vistas de la cúpula del Duomo di San Giorgio se obtienen desde la Vía Solarino, desde la cual podrás tomar fotografías inigualables.

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El interior del templo es de planta en cruz latina, con 33 vidrieras en las que se ven representadas 13 episodios del martirio del Santo. Las capillas de los laterales están decoradas con interesantes pinturas creadas por los artistas más importantes del siglo XVIII. En otras palabras, su interior es tan bello como su exterior, así que no dudes en entrar y echar un vistazo.

El templo acoge también el Museo del Duomo di San Giorgio, en donde podrás conocer la historia de la ciudad y apreciar algunos elementos que han sobrevivido al terremoto de 1693 que destruyó el templo original.

Palacios de Ragusa

En Ragusa encontramos decenas de Palacios que son un fiel ejemplo de la arquitectura barroca. Si bien cada uno tiene su encanto especial, hay un par que no puedes perderte. Uno de ellos es el Palazzo della Rocca, que se encuentra situado muy cerca de la Piazza del Duomo, en la Vía Capitano Bocchieri. Se trata de una construcción notable, en la cual se distinguen especialmente sus balcones con pilares sostenidos por figuras de ángeles y demonios.

Un poco más alejado, en la Salita Commendatore, se encuentra el Palazzo della Cancelleria, uno de los mejores ejemplos de arte barroco de la ciudad.

Otras iglesias de Ragusa

Ragusa está llena de iglesias y templos que irás descubriendo a medida que recorras sus intrincadas calles laberínticas. Por supuesto, que no necesariamente debes visitarlas a todas, pero si eres fanáticos del turismo religioso en esta ciudad te darás un verdadero festín.

Ragusa es famosa por tener dos santos patrones: San Jorge para la Ragusa Ibla y San Juan Bautista para la Ragusa superior. En este sentido, la Catedral de San Giovanni Battista se construyó en el centro de la ciudad moderna de Ragusa, a finales del siglo XVIII.

Al igual que el Duomo di San Giorgio, la catedral original fue destruida en el terremoto, por lo que debió levantarse un nuevo templo, solo que no en su lugar original. Destaca por su amplia fachada barroca (posiblemente la más grande de Sicilia), con tres portales, un campanario de 50 metros de altura y un reloj solar recientemente restaurado.

Otra de las iglesias que puedes visitar es la Chiesa di San Giuseppe, que se encuentra ubicada en la calle principal de Ragusa Ibla, Corso XXV April, una bella vía repleta de tiendas, restaurantes y palacios barrocos. El templo posee una fachada con motivos arquitectónicos similares a los del Duomo di San Giorgio y un interior bellamente decorado con pinturas de destacados artistas italianos. A su vez, destaca por su cúpula dorada adornada con un fresco de la Gloria de San Benito.

En el Corso Mazzini, la calle serpenteante que lleva a Ragusa Ibla, encontrarás la iglesia de Santa Maria delle Scale o delle Cateratte, otro de los templos reconstruidos tras el terremoto. De todos modos, conserva algunos elementos de la iglesia primitiva, como un púlpito gótico en el exterior y algunas capillas del Renacimiento en su interior. Lo mejor de todo es la ubicación de la iglesia, desde la cual se puede admirar uno de los panoramas más bellos de Ragusa Ibla.

En la Piazza Repubblica, encontrarás la Iglesia delle Anime Sante del Purgatorio, dominando todo su panorama. El templo se sitúa en la cima de una escalinata empinada cerrada por una verja. Destaca su campanario ligeramente separado de la iglesia, que fue construido sobre unas antiguas murallas bizantinas y su interior decorado con destacadas obras de arte.

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Giardino Ibleo

Otro de los imperdibles de Ragusa es este bello jardín público, que es el más antiguo de la ciudad. Giardino Ibleo ofrece un espacio para descansar, senderos para pasear y una bella ornamentación con iglesias y fuentes. Además, regala unas vistas inmejorables del valle de Irminio.

Se encuentra situado en el extremo este del casco histórico y data de principios del siglo XIX, cuando era un recinto abandonado donde estaban únicamente las ruinas de la Catedral de San Jorge. En 1858 un grupo de locales nobles, con ayuda de gran parte de la población, trabajaron sin descanso para construir este jardín que embellece notablemente la ciudad.

El jardín ocupa una superficie de unos 15.800 metros cuadrados y alberga una gran cantidad de plantas y árboles, fuentes y edificios notables. Respecto a esto último, debemos mencionar las monumentales iglesias de San Vincenzo Ferreri, San Giacomo Apostolo y Sant’Agata, como también el Convento de los Capuchinos, situado al sureste del jardín. La zona donde se encuentra el convento es la más destacada en cuanto a su belleza arquitectónica y botánica, así que no dudes en llegar a ella.

Junto a los jardines sale el bus que sube a la parte alta de la ciudad (en temporada alta suele ser gratuito).

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Portal di San Giorgio

Saliendo del jardín te encontrarás con el Portal di San Giorgio, el único elemento arquitectónico de la iglesia original que sobrevivió al terremoto. Es una construcción de piedra caliza de color rosado claro que lo convierte en un ejemplo significativo del estilo arquitectónico gótico catalán.

En la parte superior del portal, en el centro, se ve representada la batalla entre San Jorge y el dragón, con el santo atravesando la bestia bajo la mirada de la Reina de Berito, que observa la escena de rodillas.

Hoy en día, este portal es una de las obras más emblemáticas de Ragusa, así que no te la pierdas.

Ragusa Superiore

Si bien no deslumbra tanto como Ragusa Ibla, lo cierto es que la parte alta y moderna de la ciudad también tiene su encanto. Además, en un día tendrás tiempo suficiente de recorrer lo esencial de cada una.

La Vía Roma es la calle principal de la ciudad, en donde paran la mayoría de los autobuses que vienen de Palermo o Catania. Otra calle con mucho ambiente de Ragusa Superiore es el Corso Italia, repleta de restaurantes y bares en donde podrás probar platillos locales.

Para comenzar a recorrer esta zona de la ciudad puedes acercarte a la Plaza de San Giovanni, el corazón de la ciudad. Aquí se encuentra la Catedral de San Juan, otra de las piezas del barroco más significativas de Ragusa. Junto a este templo se encuentra la Iglesia de Maria Addolorata que llama la atención por sus columnas corintias. Al final de la vía Roma encontrarás unas vistas impresionantes del cañón de San Leonardo, el casco antiguo de la ciudad y uno de los puentes que conectan ambos distritos.

Si tomas el Corso Italia desde la plaza de San Giovanni podrás conocer varios ejemplos de palacios barrocos del siglo XVIII. Uno de ellos es el palacio Luppis, una construcción que sobresale por sus balcones ricamente decorados.

Un poco más adelante llegarás a la Plaza Matteotti, en la cual se encuentra el Ayuntamiento de Ragusa y otros edificios con fachadas notables. Finalmente, si sigues por el Corso Italia en dirección norte llegarás a la Via San Vito, donde se encuentra el palacio Zacco y el puente más moderno que comunica ambas ciudades.

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Hermosas vistas del casco antiguo de Ragusa

Castillo Donnafugata, un plan alternativo para hacer desde Ragusa

A 20 km de Ragusea se encuentra uno de los edificios más emblemáticos de Sicilia. Hablamos del Castillo Donnafugata, un suntuoso edificio que si tienes tiempo suficiente deberías conocer.

Este legendario castillo se encuentra ubicado en una de las zonas más bellas de la campiña de Ragusa. Su entorno parece salido de una postal, con un panorama dominado por algarrobos y olivos. Es la joya que corona la provincia de Ragusa y una obra arquitectónica notable.

Se cree que su nombre deriva de la palabra árabe «Ayn As Jafat», que significa «fuente de salud». La misma haría alusión a un manantial de agua que había cerca del castillo, alrededor del cual se asentó la primera población árabe a finales del siglo XX. Como resultado de una traducción incorrecta del árabe al siciliano, su nombre pasó a ser «Ronna fuata» (que se traduce en italiano como «donna fuggita»), hasta que finalmente se nombró Donnafugata.

Detrás del nombre hay también una antigua leyenda según la cual, la reina Blanca de Navarra fue secuestrada por Bernardo Cabrera, el conde de la cercana ciudad de Módica. La reina que habría estado recluida en el castillo logró escapar a través de unas habitaciones subterráneas, consiguiendo así la preciada libertad.

Como sea, este castillo de fachada neogótica y dos torres laterales que hacen de custodia es todo un monumento digno de admirar. Posee 122 estancias decoradas con elementos originales de la aristocracia siciliana del siglo XIX. Es un claro ejemplo de la mutación arquitectónica, puesto que primero fue una masía, luego pasó a fortificarse, posteriormente se remodeló para ser una villa neoclásica y, finalmente, se convirtió en un castillo neoclásico. Por eso mismo se aprecia en él una curiosa combinación de diferentes elementos artísticos y arquitectónicos.

Hoy en día, sus visitantes pueden recorrer sus muchas habitaciones repartidas en tres plantas, cada una con una función particular. Por ejemplo, la sala de la música, el salón de los espejos, la pinacoteca, la silla del billar, la sala de la conversación y muchas más. También es posible visitar su hermoso jardín lleno de juegos de agua, grutas artificiales, laberintos, un templo circular, plantas típicas mediterráneas y otras especies exóticas.

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La mejor manera de llegar a Donnafugata es en coche, desde Ragusa, Siracusa o Catania (en cuyo caso deberás pasar primero por Ragusa). Como sea, hay que tomar la carretera SP 60 Ragusa – Santa Croce Camerina. Una vez allí, verás las indicaciones al castillo que te llevarán a desviar a la derecha por la SP 80. Luego de 5 km habrás llegado al castillo, donde podrás dejar el coche en su parking de pago o un poco antes.

Otra manera de llegar es en tren, aunque deberás averiguar previamente los horarios, porque no son muchos. El ticket de entrada al castillo puede combinarse con la visita a los jardines y un recorrido guiado de una hora y media que te permitirá conocer la historia y las leyendas asociadas al castillo.

Mapa de Ragusa

¿Cómo llegar a Ragusa?

Si planeas hacer una ruta por Sicilia, lo mejor es alquilar un coche y recorrer los puntos más interesantes de la isla de esta manera. Ragusa se sitúa en el extremo sureste de Sicilia, en lo alto de un promontorio calizo que se alza entre los Valles Cava San Leonardo y Cava Santa Domenica.

Si viajas desde Siracusa deberás tomar la E4 y conducir hasta el desvío con la SS 115, una ruta sinuosa de gran belleza. La distancia a recorrer es de 90 km y el viaje dura una hora y media, aproximadamente. Desde Noto (otra de las ciudades barrocas de Sicilia), hay un poco más de 50 km que se sortean también por la SS 115 hasta el desvío con la SP17.

¿Qué te pareció Ragusa? Linda, ¿no? Esta ciudad siciliana es una auténtica joya que vale la pena descubrir. Además, cerca de ella se encuentran otros destinos de gran belleza, como el caso de Noto o Módica (apenas a 15 km), o la Marina Ragusa, un pueblo de pescadores que también guarda mucha belleza. Por eso, quizá lo mejor sea pasar unos días recorriendo la zona y guardando en tu memoria recuerdos de ciudades barrocas y paisajes sicilianos.

Créditos fotográficos

  • Ragusa Sicily (https://www.flickr.com/photos/rodeime/14627940596/), por Roderick Eime/CC BY-ND 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)
  • (https://pixabay.com/es/photos/ragusa-ibla-italia-paisaje-4956823/), por nicolagiordano (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • Giardino Ibleo (https://www.flickr.com/photos/domfell/15013173377/), por dom fellowes/CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • The Building At The End Of The Path (https://www.flickr.com/photos/foilman/36960264656/), por Henry Burrows/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)

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