La Costa Blanca de Alicante es un popular destino de veraneo para los españoles y Calpe es una de sus paradas favoritas. Si eres un amante del mar, los pueblos pequeños y antiguos y los paisajes dominados por acantilados, la propuesta que tenemos pensada para hoy te encantará.
De todas las ciudades que se encuentran sobre la Costa Blanca de Alicante, Calpe es una de las que más encanto posee. Bañada por el Mar Mediterráneo, goza de una ubicación estratégica y capta la atención del viajero gracias a su bahía e imponente peñón. Es el destino ideal para pasar un día a puro sol y aire fresco, por eso hemos preparado esta guía completa con todo lo que esta ciudad alicantina tiene para ofrecer.
Calpe se encuentra ubicada en el norte de la provincia, en la comarca de la Marina Alta. Su fama está dada principalmente por su emblemático peñón, que domina el paisaje de esta zona de costa. Pero, no es lo único que tiene para ofrecer al viajero.
En sus orígenes, Calpe era una importante aldea pesquera de la Costa Blanca. Hoy en día, es uno de los destinos más populares de la provincia y su oferta turística rebosa en alternativas para el viajero. Ejemplo de ellos son las cafeterías y restaurantes especializados en mariscos y pescados mediterráneos.
También lo son su animado paseo marítimo y sus kilómetros de costa que atraen a los aficionados del turismo de sol y de los deportes náuticos. Además de nadar en sus refrescantes aguas mediterráneas, las playas de Calpe son ideales para disfrutar de muchas actividades, como el windsurf o el esquí acuático. Y no podemos dejar de mencionar su pintoresco barrio histórico enclavado sobre una colina. Allí encontrarás iglesias romanas, mosaicos de todos los colores y estrechas callecitas adoquinadas decoradas con arte callejero.
En otras palabras, Calpe cuenta con una variedad de puntos interesantes que se pueden recorrer en un día. Por eso y sin más, comencemos a conocer Calpe.
¿Cómo llegar a Calpe?
Calpe es una ciudad turística que disfruta de una ubicación estratégica, por lo que posee muy buenas conexiones con otros destinos de la zona y con las principales ciudades de la región. Por ende, es fácil llegar tanto por carretera como en transporte público.
En avión
Si viajas en avión, tu destino será el aeropuerto de Alicante, que se encuentra a unos 75 kilómetros al sur de Calpe. Como es uno de los aeropuertos más importantes de España, cuenta con muchas conexiones directas desde otras ciudades europeas y españolas y varias opciones para trasladarte a Calpe. Una de ellas es alquilar un coche, que además te permitirá moverte con libertad por la zona. También puedes contratar un traslado privado o moverte en autobús.
En tren
Otra buena manera de llegar a Calpe es en tren desde otros destinos de Alicante. Para ello, la provincia dispone de una línea ferroviaria que conecta gran parte de los destinos costeros del norte de la Costa Blanca. La línea comienza su recorrido en la capital alicantina y llega hasta Denia haciendo diferentes paradas. Los trenes salen cada hora y son relativamente económicos.
El único detalle es que la estación de tren de Calpe se encuentra bastante retirada del centro y de las playas, por lo que resulta necesario tomar otro transporte.
En autobús
Llegar a Calpe en autobús desde otras ciudades y pueblos de Alicante también es posible. Las principales conexiones son con Altea, Benidorm, Denia y Valencia.
En coche
Moverse en coche propio siempre es una buena idea, especialmente si prefieres no depender de los tiempos de transporte público e ir parando en donde quieras. En ese caso, lo único que debes hacer es seguir la autopista AP 7 desde cualquier punto de la costa mediterránea y tomar el acceso a Calpe por la carretera N 332.
¿Qué hacer en Calpe?
Calpe es uno de los destinos favoritos de los turistas que viajan a la Costa Blanca. El motivo de su fama son sus hermosas playas y su icónico Peñón de Ifach. Igualmente, la ciudad tiene otros rincones de interés que seguro te sorprenderán.
Además de subir al peñón, en Calpe se puede disfrutar de su bello casco antiguo, donde se aprecia una parte de la muralla reconstruida. También podrás visitar los Baños de la Reina, dar un paseo por las antiguas salinas de Calpe (El Saladar) o hacer senderismo en la sierra de Oltà, solo por mencionar algunas cosas.
Si solo tienes un día para recorrer la ciudad, puedes optar por todas o algunas de las alternativas que te proponemos a continuación.
Actividad opcional: subida al Peñón de Ifach
Es imposible comenzar una guía con todo lo que hay para hacer en Calpe sin hablarte de su símbolo y monumento natural más fotografiado. El Peñón de Ifach es el pico más característico de la costa de Alicante. Sus 332 metros de altura se alzan con elegancia sobre el Mediterráneo, creando una postal muy atractiva. De hecho, turistas de todas partes de España se acercan a contemplarlo o se aventuran a subir hasta su punto más alto.
Si disfrutas del senderismo y las actividades en contacto con la naturaleza, puedes comenzar tu día en Calpe subiendo al peñón. Consejo: hazlo bien temprano, así tienes el resto del día para disfrutar de las playas u otros atractivos de la ciudad.
Esta imponente mole de piedra caliza se encuentra protegida por el Parque Natural del Peñón de Ifach, cuyas 45 hectáreas protegidas lo convierten en uno de los parques naturales más pequeños de Europa.
Una de las cosas que debes tener en cuenta, en caso de que desees subir al Peñón de Ifach, es reservar previamente tu turno. El ascenso se realiza por una ruta señalizada que comienza en el parking. Una vez en la cima disfrutarás de unas vistas espléndidas del pueblo y toda la costa mediterránea. Incluso, en un día despejado es posible contemplar la silueta de algunas de las islas baleares, como Ibiza o Formentera.
El ascenso al Peñón de Ifach se realiza mediante una ruta de senderismo por su cara norte, aunque también existen vías de escalada en su cara sur. La mayoría de los turistas optan por la primera forma, ya que es más sencilla y requiere menos preparación.
La ruta comienza junto a las oficinas del parque, donde verás un mapa con las indicaciones para llegar a la cima del peñón, la distancia y el desnivel a sortear. Desde aquí y sin visitar el mirador, la ruta tiene un poco más de 3,3 km y lleva entre 90-120 minutos.
La primera parte del recorrido tiene una dificultad baja, está perfectamente acondicionado y se puede hacer con niños. La ruta comprende el camino desde la base del Peñón, pasando el yacimiento arqueológico de Pobla d`Ifach hasta el mirador que hay al final del túnel que atraviesa esta enorme mole.
El camino se encuentra protegido en todo momento por barandas de madera y posee algo de desnivel. Transcurre a la sombra de los pinos y cruza infinidad de pequeños miradores, como el Mirador de Poniente, desde donde se obtienen unas vistas muy bonitas de la costa y del puerto de Calpe. Al final, se encuentra uno de los lugares más curiosos de la ruta: el Penyal d`Ifach. Este túnel cavado en la roca caliza consiste en un pasadizo equipado con cuerdas en las paredes e iluminado únicamente por el haz de luz que ingresa por cada uno de sus extremos.
Pasado el túnel, la ruta comienza a complicarse y se recomienda no seguir con niños. La senda se clasifica como de dificultad elevada y en algunos tramos se encuentra auxiliada con cadenas. A unos pocos metros del inicio verás un desvío que conduce hacia el Mirador de Carabineros y otro que lleva hasta el punto más alto de la cima del Peñón de Ifach.
Si bien el camino es exigente, tu esfuerzo será compensado con una de las mejores vistas panorámicas del Mediterráneo.
Tip viajero: para esta segunda parte de la ruta es imprescindible contar con calzado adecuado. Ten en cuenta que las piedras calizas que hay en gran parte de la senda están muy desgastadas, por lo que resbalan bastante.
Vías de escalada al Peñón de Ifach
El Peñón de Ifach es un paraíso para los amantes de la escalada. Este deporte es posible gracias a las enormes paredes verticales de la mole, que representan todo un desafío para los escaladores. Además, las múltiples vías de acceso a la cima lo convierten en un destino muy popular para los aficionados de este deporte.
Solo en la cara norte del peñón, por ejemplo, encontrarás seis vías de escalada. Las rutas más largas están orientadas a escaladores más expertos, tienen 240 metros aproximadamente y pueden llegar a demandar hasta 5 horas.
Recorrer el casco Antiguo de Calpe
Calpe cuenta con un hermoso casco antiguo que conserva muy bien sus casitas y callejuelas. Además, la zona está repleta de bares en donde podrás tomar algo y disfrutar de las vistas del peñón. Por eso, te sugerimos que tu paseo de un día no deje afuera esta zona de la ciudad.
¿Sabías qué? Debido a la amenaza constante de los piratas y corsarios, las poblaciones costeras a menudo se constituían en recintos amurallados y fortificaciones a modo de defensa. Por eso, en sus inicios Calpe estaba rodeada por una muralla de la cual aún se conservan algunos vestigios. La misma recorría el perímetro del casco antiguo y se utilizaba para defender a la población. La muralla original aparentemente se remonta a la época islámica, aunque tras la Conquista cristiana del siglo XIII y otros acontecimientos fue reconstruida, reformada y ampliada.
Lo ideal es callejear tranquilamente por el casco antiguo de Calpe e ir guiándote por lo que diga tu instinto. También puedes seguir la Ruta Turística señalizada y recorrer las estrechas y empedradas calles, los pintorescos callejones adornados con plantas y flores y las muchas escaleras.
Dentro del casco antiguo de Calpe se distinguen los siguientes puntos de interés:
- La Forat de Mar es un pintoresco callejón que da acceso a todo el casco histórico y era parte de la antigua muralla que protegía la ciudad. Se encuentra junto a la plaza de la Constitución. En épocas de antaño, era el lugar de encuentro de los marineros y el punto desde el cual visualizaban el estado del mar y decidían si podían salir a navegar.
- Plaza de la Villa es una plaza histórica ubicada en el corazón del casco histórico. Conecta con calles estrechas y empedradas, adornadas con macetas, flores y murales coloridos. A su alrededor se alzan las antiguas ruinas romanas, las murallas de la ciudad, la iglesia parroquial Nuestra Señora de las Nieves y el Museo del Coleccionismo. Llegar a ella recorriendo los callejones repletos de arte callejero es sin dudas una de las mejores cosas que puedes hacer en Calpe.
- La Iglesia Nuestra Señora de las Nieves fue construida en los años 70 y se distingue por su estilo moderno, sus vidrieras y su fachada decorada con un mosaico antiguo. A pocos metros encontrarás la Iglesia Antigua, construida en el siglo XV sobre una antigua capilla cristiana. En este caso, hablamos de un templo de estilo mudéjar y con aspecto fortificado, ya que antiguamente no solo era un centro religioso, sino también de defensa.
- Ubicado en la Plaza de la Villa se encuentra la Torre de la Peca, uno de los puntos más destacados del casco antiguo de Calpe. Se trata de una antigua torre que formó parte del sistema defensivo de la ciudad durante el siglo XV. Incluso, al día de hoy todavía se asoman dos cañones del siglo XIV en los muros de la torre.
- El interior de la Torre de la Peca acoge el Museo del Coleccionismo, en donde se exhibe una amplia y valiosa colección de artículos antiguos, como porcelanas, juguetes y cámaras fotográficas.
- Si te interesa la historia, no dejes de visitar el Museo de Historia y Arqueología de Calpe, situado en la Calle Santísimo Cristo. La colección que allí se guarda habla del pasado de esta hermosa ciudad, incluidos algunos elementos del yacimiento de los Baños de la Reina y el poblado Medieval de Ifach, así que sin dudas que vale la pena hacerle una visita.
- Otro rincón con mucho encanto del casco antiguo de Calpe es la calle Puchalt, una de las más fotografiadas de la ciudad. La gente la conoce como la calle de las Banderas, por sus escalones pintados. Ahora, si lo que buscas es sentarte a comer algo y reponer las energías gastadas en el peñón, entonces la calle Gabriel Miró es la ideal.
- Tampoco te vayas del casco antiguo sin admirar el emblemático Mosaico Mural, ubicado en la fachada principal de la oficina de turismo de Calpe. Considerado como el mural más bello del Calpe, esta obra del muralista alicantino Gastón Castelló crea un rincón sumamente fotogénico.
Admirar la Muralla Roja de Calpe y la Cala Manzanera
Si te gusta la arquitectura, otro sitio que puedes visitar en un día por Calpe es la Muralla Roja, uno de los edificios más emblemáticos de la Comunidad Valenciana. Eso sí, no te dejes engañar por su nombre, puesto que no se trata de un monumento, más bien es una especie de residencia ubicada en la Cala Manzanera.
Este edificio data de 1973 e impresiona por su curiosa estética, con un estilo que combina elementos árabes y mediterráneos. Su forma geométrica se basa en una cruz griega, aunque también hace una clara evocación al constructivismo. Gracias a esta peculiar estructura y su llamativo color, fue un modelo de arquitectura avanzada para los años 70. Hoy, es todo un atractivo turístico que capta la atención de más de un viajero.
La Muralla Roja es una reinterpretación de la tradicional kasbah. Por eso, su interior está lleno de recovecos, escaleras, patios y solariums que se entrelazan dando lugar a una especie de laberinto desde el cual se accede a las viviendas. Cuenta con 50 apartamentos, un sauna y una piscina a la cual solo pueden acceder los residentes.
Junto a la Muralla Roja de Calpe se encuentra la hermosa Cala Manzanera, la cual se ha popularizado mucho gracias a las redes sociales. Allí se encuentran las ruinas de su antiguo club social, que gracias a su orientación y peculiares ventanales circulares permite obtener una hermosa postal de la ciudad, la playa y el peñón.
Recorrer el puerto de Calpe
Calpe fue un antiguo pueblo pesquero cuyo puerto fue el motor económico de la localidad durante mucho tiempo. Actualmente, la ciudad se encuentra volcada al turismo, motivo por el cual el puerto se ha transformado en un atractivo más. La presencia de restaurantes especializados en pescados y mariscos lo convierten en un sitio perfecto para degustar los mejores sabores mediterráneos.
El puerto de Calpe se encuentra al oeste del Peñón de Ifach y comenzó a construirse en los albores de la Guerra Civil, aunque las obras se paralizaron hasta 1944. En la década de 1950 fue sacudido por dos fuertes temporales que dieron paso a nuevas obras y ampliaciones. Podría decirse que el puerto es parte del patrimonio histórico de la ciudad y fiel testigo de su arraigada tradición pesquera. Por eso, creemos que es una visita que no puedes dejar de hacer.
El mejor plan es llegar al puerto a través del animado Paseo Infanta Elena, de unos 2 km. El mismo bordea la playa del Arenal del Bol hasta conectar con el puerto pesquero, pasando también por otros rincones emblemáticos de Calpe, como el Yacimiento de los Baños de la Reina. Además, a lo largo del recorrido regala hermosas vistas del Peñón de Ifach y el Morro de Toix.
Una vez en el puerto, verás que cuenta con dos zonas bastante diferenciadas: la de pescadores y la de deportes náuticos. Esta última es ideal para los amantes de los barcos, ya que allí podrán contemplar una gran variedad de veleros y grandes barcos a motor amarrados en el muelle. Además, el puerto posee una escuela de vela, una de buceo y una de remo en diversas embarcaciones, en donde los interesados de cualquier edad pueden tomar una clase.
El puerto de Calpe es el mejor punto de la ciudad para presenciar el atardecer desde sus muelles. También, conecta con el Paseo Ecológico Príncipe de Asturias, del cual te hablaremos en breve.
Visitar los Baños de la Reina
De camino al puerto de Calpe, por el paseo marítimo que recorre Playa del Bol, pasarás por el Yacimiento de los Baños de la Reina. Esta antigua piscifactoría posee más de 2000 años de antigüedad y lleva este nombre por una reina mora, quien supuestamente bajaba a bañarse en las piscinas.
Hoy en día, este atractivo turístico consta de 3 partes diferenciadas que puedes visitar. Ellos son la antigua villa romana (Vicus romano), de la cual solo se ha excavado un 25%; el conjunto termal de la Muntanyeta, que se sitúa en lo alto de un espigón costero; y las piscinas que se dedicaban a la cría de peces. Estas últimas son un conjunto de 6 cubetas labradas sobre la roca comunicadas entre sí a través de unos canales que se cerraban con compuertas para evitar la fuga de los peces. Actualmente, son el sitio perfecto para darse un baño refrescante o practicar buceo.
Terminar el día en el Paseo Ecológico Príncipe de Asturias
La mejor manera de finalizar tu día en Calpe es recorriendo el Paseo Ecológico Príncipe de Asturias. El mismo se inicia en la Cala El Racó, al final del puerto de Calpe y a los pies del monumental Peñón de Ifach. Posee una distancia de un poco más de 1 km y consiste en un hermoso paseo pavimentado que transcurre entre el mar y la roca. Se encuentra repleto de cafés, bares y restaurantes que regalan unas vistas excepcionales del peñón.
Este paseo es perfecto para disfrutar de la brisa marina y observar la enorme cantidad de aves que vuelan junto al Peñón de Ifach. Si miras hacia arriba, verás que en las paredes verticales del peñón hay numerosas oquedades en donde anidan aves, como el halcón peregrino, la gaviota y el cormorán.
Como te contamos, el recorrido comienza en la Cala El Racó, que es un rincón perfecto para hacer snorkel y para los buzos profesionales, y termina justo en la parte trasera del Peñón de Ifach. En esta zona existe riesgo de desprendimientos, tal como indica la placa de advertencia que hay antes de llegar, por lo que deberás ir con cuidado. Allí se encuentran también los puntos de escalada que ascienden por las paredes del peñón.
Más cosas para hacer en Calpe
Posiblemente, subir al Peñón de Ifach no sea tu prioridad cuando visites Calpe. Quizá prefieras disfrutar de sus playas, visitar sus salinas o hacer alguna otra ruta de senderismo. En ese caso, te contamos otras alternativas por las que puedes optar en tu paseo de un día por Calpe.
Disfrutar de sus playas y calas
No podemos hacer un artículo sobre Calpe y no mencionar sus playas y calas, que son algunas de las más impresionantes de la costa alicantina. La ciudad posee una línea costera de 13 kilómetros salpicados con playas y calas de aguas cristalinas y tranquilas, perfectas para disfrutar de un baño, del buceo y de los deportes náuticos.
Puedes optar por kilométricas playas de arena fina y dorada, o bien tranquilas bahías y pequeñas calas de arena o de rocas con acantilados. Sea cual sea tu elección, en cualquier caso te encontrarás con aguas limpias y puras con un inconfundible color azul turquesa.
Si prefieres playas de arena con buenos servicios, entonces Arena del Bol y La Fossa son las mejores opciones, ya que cuentan una buena extensión de arena y una amplia variedad de servicios e instalaciones.
Arena del Bol
La playa Arena del Bol tiene más de 1 km de arena fina y dorada salpicada de palmeras que le dan mucho encanto. Es la más concurrida de la ciudad, en parte por su ubicación y por su animado paseo marítimo en donde encontrarás infinidad de servicios, restaurantes, bares, heladerías y tiendas de todo tipo.
Su litoral y el fondo marino se encuentran cubiertos de arena granulada y dorada y sus aguas destacan por su limpieza, transparencia y temperatura agradable. La entrada al mar es suave, lo cual la hace perfecta para ir con niños pequeños. Además, su entorno es muy limpio, amigable con el medio ambiente y acogedor.
En definitiva, es la playa perfecta si no posees mucho tiempo, pero no quieres dejar de disfrutar de la costa mediterránea.
Playa de Levante o La Fossa
La Fossa es una playa de 1 km de longitud que también se caracteriza por su arena dorada y aguas cristalinas. Es otra playa urbana, tranquila, con un amigable ambiente familiar y cuenta con todas las comodidades para pasar un buen día de playa. Desde ella se aprecia la cara menos conocida del Peñón de Ifach, llena de pequeños restos de vegetación natural que llegan hasta el borde la playa.
Se encuentra delimitada por un cuidado paseo marítimo con numerosos restaurantes con terrazas, cafés y bares. Además, en época estival posee una zona adaptada que permite el acceso al baño a personas con movilidad reducida.
Cantal Roig
Se trata de una playa pequeña (tiene solo 200 metros de largo) y tranquila situada junto al puerto pesquero y los Baños de la Reina. Por sus características, es perfecta para ir con niños pequeños, además que cuenta con numerosos restaurantes. Otro de sus atractivos es su ubicación, que permite contemplar la llegada de los barcos al puerto.
Moraig
Otra de las playas que puedes optar por visitar en Calpe es Moraig, aunque en este caso está un poco más alejada. Se trata de un hermoso rincón de la Costa Blanca que aparece rodeado de escarpados acantilados, una exuberante vegetación, colinas y una bahía azul.
La costa de la playa Moraig es estrecha y, al igual que el fondo marino, se encuentra cubierta de guijarros de colores. El mejor momento para disfrutarla es por la mañana, cuando el agua es cálida y transparente. Posee una entrada al mar pronunciada, con aguas que se vuelven profundas inmediatamente después de la orilla, por lo que deberás tener cuidado si vas con niños pequeños. La ventaja es que los acantilados la protegen de los vientos y las olas altas.
Cala El Racó
En cuanto a las calas, Calpe posee varias interesantes, como la Cala la Manzanera, la Cala les Bassetes y la Cala les Urques. Aunque, la más espectacular gracias a su ubicación a los pies de los acantilados del Monte Toix, es la Cala Racó del Corb.
Esta pequeña cala de grava marca el inicio del Paseo Ecológico Príncipe de Asturias y posee un interés particular dado por su sendero submarino, apropiado para la práctica del buceo y la pesca. Si lo tuyo no es el buceo, puedes disfrutar de sus aguas tranquilas y tumbarte a tomar sol.
Visitar las Salinas de Calpe
Otro atractivo de Calpe son sus salinas, en este caso ubicadas dentro del núcleo urbano de la población. Se trata de una laguna salada que se formó hace millones de años y durante mucho tiempo fue explotada por la industria salinera. Desde que dejó de funcionar como tal en 1988, se ha convertido en una de las zonas húmedas protegidas más famosas de la provincia.
Al estar en pleno casco urbano, la laguna se encuentra rodeada de edificios, salvo una pequeña porción en la zona norte, donde se observa algo de vegetación que sirve como refugio para aves y animales terrestres.
Allí podrás hacer una sencilla ruta en coche, a pie o en bicicleta que te permitirá ver de cerca la laguna. En el sector norte hay una senda natural que se adentra en un pequeño bosque mediterráneo y conduce a un mirador de madera que regala buenas vistas de las aves, que suelen estar en medio de la laguna.
Subir al Mirador del Morro de Toix
Si te gusta el senderismo, una de las mejores cosas que puedes hacer en Calpe es subir al mirador del Morro de Toix, punto desde el cual se obtienen las mejores vistas de la bahía de Calpe. Se encuentra ubicado en el Monte Toix, que separa las bahías de Calpe y Altea, y sobre una falla que dio origen a vertiginosos acantilados en su parte suroeste.
Hacer la ruta de senderismo por la Sierra de Oltà
Otra alternativa de senderismo es hacer la ruta circular por la Sierra de Oltá, que te permitirá disfrutar de las mejores vistas de Calpe y el peñón, además de los fuertes contrastes de la vegetación y los paisajes de la Costa Blanca. Desde esta ruta se aprecia el Monte Toix, la bahía de Altea, la Serra Gelada y la ciudad de Benidorm.
El paseo es relativamente sencillo y puede hacerse con niños que estén acostumbrados a caminar. La mayor parte del camino transcurre por senderos o caminos anchos, aunque la subida a la cima es más pedregosa, por lo que se sugiere ir con cuidado y llevar calzado adecuado. La ruta se completa en algo de 4 horas, dependiendo del ritmo de caminata y el tiempo se dedique a tomar fotografías.
¿Qué ver en los alrededores de Calpe?
Si posees un par de días para recorrer la costa alicantina, cerca de Calpe encontrarás otras localidades atractivas.
Una de ellas es Altea, dueña del casco antiguo más bonito y mejor conservado de toda la Costa Blanca. Conocida como la Cúpula del Mediterráneo, esta ciudad situada en el norte de la comarca de la Marina Baja es una parada imprescindible. Se caracteriza por su aire bohemio y tranquilo que la distingue de otros destinos cercanos, y por su perfil delineado por una hermosa bahía.
Lo más llamativo de Altea es su casco antiguo ubicado sobre una pequeña colina. Allí se entrecruzan calles, escaleras, casas pintadas de un inmaculado color blanco, pequeñas plazas y miradores. En otras palabras, invita a perderse y dejarse enamorar en cada uno de sus rincones.
Otra localidad alicantina que destaca por la belleza de su casco histórico es Benissa, situada a 8 km de Calpe. A pesar de ser una ciudad del interior, su territorio abarca más de 4 km de costa. A ello se suman hermosos parajes naturales y monumentos que invitan a disfrutar de la ciudad y su entorno.
Una de las mejores cosas que puedes hacer en Benissa es recorrer su sendero ecológico que se divide en 3 tramos y recorre unos 2,5 km de los 4 que conforman la costa. Los senderos transcurren por acantilados y te llevarán a algunas de las playas y calas más bonitas de Benissa, como la Playa de la Fustera, Cala Pinets o la Cala Baladrar.
Si bien hay más, otra parada que te sugerimos hacer es en Villajoyosa, la capital de la comarca de la Marina Baja. Ubicada a menos de 30 km de Calpe, esta ciudad costera conserva muy bien su esencia de villa marinera y es un tranquilo destino turístico, con un ambiente muy familiar. Al igual que todas las ciudades de la costa de Alicante, posee una rica gastronomía basada en pescados y mariscos y cuenta con encantadoras playas y calas.
Mapa de Calpe y sus atractivos
Ya estamos llegando al final de nuestro recorrido por Calpe, pero no queremos irnos sin dejarte un mapa con los puntos mencionados.
¿Buscas vacacionar en la costa alicantina? Entonces Calpe es el mejor plan. Como pudimos ver a lo largo del artículo, esta hermosa ciudad posee playas increíbles, mucha naturaleza y un pintoresco casco histórico. Todos los condimentos necesarios para un buen viaje confluyen en Calpe, así que no dudes en visitar la ciudad y dejarte sorprender.
