Viajar a Marruecos es una experiencia que todo viajero debería vivir. A pesar de estar muy cerca de España, visitar a este país es encontrarse con una cultura completamente diferente. Hasta el momento, hemos recorrido las grandes ciudades imperiales de Marruecos. Hoy nos centraremos en los pueblos bereberes, en donde encontrarás una mezcla de tesoros arquitectónicos y entornos naturales increíbles, además de empaparte de cultura bereber. ¿Quiénes fueron los bereberes? ¿Cuáles son los pueblos o aldeas que se pueden visitar? Todo eso y más te lo contamos en el post de hoy.

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¿Dónde se ubican los pueblos bereberes?

Visitar los pueblos bereberes es hacer un viaje cultural en el tiempo, pero sin la necesidad de moverse demasiado. Para comenzar una ruta por los pueblos bereberes de Marruecos, será necesario que viajes a la cadena montañosa llamada Atlas Medio, a un par de horas de Marrakech. Allí se encuentran estas aldeas, que parecen colgar de las laderas de la montaña. Ya desde lejos notarás el color ocre, propio de las construcciones de adobe, contrastando con el intenso verde de los campos de cultivo.

Por su parte, valle de Oukaimeden del Alto Atlas es uno de los lugares donde mejor se preserva la cultura bereber de la zona. La postal está formada por paisajes agrestes salpicados de pueblos de adobe y terrazas de cultivo. Por otro lado, a más de 2 mil metros sobre el nivel del mar encontrarás una abundancia de grabados rupestres pertenecientes a los pueblos bereberes de la antigüedad.

Cerca de Marrakerch se encuentra el valle de Asni, más frecuentado por viajeros que el anterior. Este lugar adquiere especial importancia, ya que culmina en el sendero que lleva hasta el Jbel Toubkal, el pico más alto de la cordillera (de 4162 metros). En este valle se encuentra, por ejemplo, el pueblo bereber de Imlil, un sitio que realmente vale la pena visitar.

A solo 58 km de Marrakech se encuentra la entrada al Valle de Ourika, cuyo paisaje está formado por vergeles, bosques, ríos, enormes paredes rocosas y montañas áridas que contrastan con el verde de los valles. Perdidos en este escenario natural se alzan pequeños pueblos bereberes con sus típicas construcciones de adobe y terrazas de cultivo.

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¿Quiénes son los bereberes?

Los bereberes son considerados como el pueblo originario del país. Si bien, países como Argelia, Túnez, Libia, Mauritania, Malí y Níger poseen focos bereberes, la mayor concentración se encuentra en Marruecos.

Poco se sabe de los orígenes del pueblo bereber, puesto que no tenían lenguaje escrito. Sin embargo, el hallazgo de pinturas rupestres de 12 mil años de antigüedad, en el norte de África, fue el primer contacto con la forma de vida de estos pueblos antiguos. Las pinturas reflejan principalmente actividades agrícolas y la cría de animales domésticos, aspectos que hasta el día de hoy son fundamentales para los bereberes.

Actualmente, los bereberes forman el 35-40% de la sociedad marroquí. Los bereberes que viven en pequeños pueblos o aldeas conservan una buena parte de sus tradiciones mientras que, en las ciudades, se han fusionado con la cultura de los árabes.

Recorrido por los pueblos bereberes de Marruecos

Te invitamos a hacer un recorrido por algunos de los pueblos bereberes de Marruecos, de manera que puedas conocerlos en profundidad.

Imlil

Imlil es el primero de los pueblos bereberes de los que queremos hablarte. Se encuentra ubicado a unos 70 kilómetros de Marrakech y es accesible a través de la carretera S-501, que une la esta ciudad con Toraudant. Cuando llegues a la localidad de Asni encontrarás la desviación a Imlil, una carretera que asciende a lo largo de 17 km, paralela al río.

El viaje por carretera dura alrededor de una hora y a medida que avances irás introduciéndote en bellos paisajes de montaña, salpicados con la arquitectura propia de los pueblos bereberes.

El pequeño pueblo de Imlil, ubicado a 1800 metros sobre el nivel del mar, es un lugar muy frecuentado por excursionistas y escaladores. El motivo es que, desde aquí parten las rutas al pico Toubkal, el más alto de Marruecos y del norte de África. Existen dos caminos hasta el pico, uno por Tizi n’Mzik, que es menos frecuentado y tiene el plus de pasar por las cascadas de Irhoulidene, y sendero que pasa por Aroumd.

Antes de la llegada del turismo de montaña, Imlil era un pueblo conocido por su producción de nueces, manzanas y cerezas. Hoy en día, a pesar de continuar con estos cultivos como parte de la economía local, el turismo es la principal fuente de ingresos de Imlil. 

Pasear por Imlil es empaparse de cultura bereber. Recorriendo su calle principal encontrarás varias tiendas de comestibles y artesanías. Los productos que más destacan son los elaborados con cerámica, las dagas, las chilabas y una amplia variedad de souvenirs. Otro aspecto destacable son los cánticos propios de la oración musulmana que tiene lugar en la puerta de la mezquita todos los días al amanecer.

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Como es de esperar, la actividad más demandada de Imlil es el senderismo y el treking. A lo lejos, las montañas del Alto Atlas invitan a recorrerlas y descubrir sus rincones más mágicos. Ya sea escalar el Toukbal o hacer rutas más sencillas (en cuanto a esfuerzo físico), será una experiencia realmente inolvidable.  

Ait Ben Haddou

Esta población ubicada a 190 km de Marrakech es una kasbah espectacular, construida a modo de un poblado de arcilla y piedra con edificios rodeados por grandes murallas. Se trata de uno de los lugares más bellos de Marruecos y uno de los pueblos bereberes que no puedes perderte.

La kasbah Ait Ben Haddou y el resto de sus fortalezas fueron construidos de adobe y barro y coronadas con torres defensivas, formando una postal similar a la de los castillos medievales. Los bereberes habitaron estas kasbahs ubicadas en pleno desierto de Marruecos y las murallas fueron diseñadas por ellos para defender las casas, las cosechas y los palmerales que crecen junto al cauce del río.

Si bien no se sabe con exactitud en qué año fue construida la kasbah, algunos datos sugieren que fue alrededor del año 1953. Declarada como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, la kasbah Ait Ben Haddou fue elegida como escenario de grandes películas, como Gladiator.

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Hasta el día de hoy, algunas pocas familias continúan viviendo en la kasbah Ait Ben Haddou. Sin embargo, durante los cálidos meses del verano es raro ver pasar gente caminando por sus callejuelas. En el actual pueblo por el que pasa la carretera, muy cerca de la kasbah, encontrarás varias tiendas preparadas para el turismo. Allí podrás comprar artesanías marroquíes de todo tipo, desde vasijas de barro hasta herramientas de hierro, cintos de cuero y mucho más.

La kasbah Ait Ben Haddou está custodiada por muros exteriores que cuentan con dos puertas para controlar las entradas y las salidas. Internamente, la kasbah se organiza a en una parte pública y una privada. En los espacios públicos encontrarás una pequeña plaza, la mezquita y la escuela coránica. La parte privada, en cambio, posee es un conglomerado de casas ricamente decoradas que contrastan con el resto de las viviendas del pueblo.

La mejor forma de visitar esta aldea es con un guía que pueda contarte la historia de la kasbah. Entrar a las viviendas y poder ver de cerca el estilo de vida de este pueblo bereber es el broche de oro de la experiencia.

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Demnate

Demnate se encuentra a una hora y media de Marrakech, en el valle del Oued Derna, provincia de Azilal. Visitar Demnate es sumergirte en la cultura y la gastronomía bereber y en un paisaje repleto de olivares, casas de adobe y los restos de una antigua alcazaba.

Esta ciudad floreció en la época Almohade, cuando se construye su Kasbah, que fue realmente impresionante. Hoy en día solo quedan restos de las murallas de adobe, configurando un importante patrimonio histórico. Otro detalle característico de Demnate es el color verde de sus edificios, conocido en el mundo del arte como “verde Demnati”.

En el corazón de la localidad se encuentra el mellah judío (barrio judío), al cual se accede por una entrada de 150 metros, ubicada a la derecha de la puerta principal de Demnate.

Otro sitio que vale la pena visitar en Demnate es Imi-n-Ifri, ubicado a unos 6 kilómetros del pueblo. Allí encontrarás un puente natural de travertino que se formó hace millones de años y es dueño de una antigua historia de amor bereber. Según ella, cada lado del puente representa a dos jóvenes amantes que debieron mantenerse separados porque sus familias no aprobaban la unión. Por ese motivo, las manos unidas de los amantes se convirtieron en piedra, formando el puente.

Por otro lado, Demnate es reconocido como un importante centro comercial que destaca por su alfarería de arcilla roja, sus alfombras, la producción de almendras, miel y aceite de oliva. La cría de ganado es otra actividad destacada, al igual que la producción de pieles con las que se abastece Marrakech. Como muchos de los pueblos bereberes, la cocina es un aspecto destacado. A principios de la primavera, momento en que florecen los almendros en flor, se celebra el festival de la almendra y es un buen momento para viajar a Demnate.

Los alrededores de Demnate poseen un encanto natural caracterizado por su riqueza mineralógica y paleontológica. El Parque de Mgoun posee varios sitios de interés arqueológico, como las huellas de dinosaurios o las pinturas rupestres. Por otro lado, este pueblo es base para subir o cruzar el Gran Atlas en 4×4 y acceder a los valles de la Reserva Natural de Tamga, de una belleza extraordinaria.

Magdaz: uno de los pueblos bereberes más bellos

Es otro de los pueblos bereberes que vale la pena visitar, conocido como El Pueblo Rojo, La Perla del Atlas o la Manhattan del Atlas. De hecho, esta pequeña localidad aislada y remota, parece congelada en el tiempo. Se encuentra situada en un pequeño valle del Tessaut, a orillas del arroyo Asif Imgis y a una altura aproximada de 1900 metros sobre el nivel del mar. Megdaz o Magdaz es una de las aldeas más importante de la región del Alto Atlas y consta de dos núcleos que se alzan a ambas orillas del arroyo. El núcleo más grande se sitúa en la ribera derecha y es el más antiguo y que mejores construcciones presenta.

Magdaz, Marruecos

Lo más impactante de Megdaz es la forma en que se integra perfectamente al contexto geográfico, casi mimetizándose con el marrón que la piedra donde se asienta. Sus edificaciones más destacadas son los graneros de piedra o Ighrem, que alcanzan una altura de 20 metros o más, desafiando a la gravedad.

Megdaz se presta para callejear por sus empinadas callecitas y descubrir la cotidianidad de sus habitantes. Mientras tanto, apreciar las maravillas arquitectónicas perfectamente conservadas y las viviendas construidas en la ladera de la montaña te llenará de asombro.

La única forma de acceder a Megdaz en vehículo es por medio de la carretera R307, que parte de Demnate, atraviesa todo el núcleo del Alto Atlas central y desemboca en las cercanías del pantano de Ouarzazate, a medio camino entre esta población y Skoura. Esta carretera de montaña discurre por un paisaje magnífico. Sus muchas curvas y la impresionante altura por la que circularás te obligarán a mantener una velocidad no superior a los 40 km/h. Sin embargo, solo de esa manera podrás disfrutar de la belleza del entorno. Además, en el trayecto pasarás por otros pueblos bereberes que puedes detenerte a conocer, como Toufrine.

Imilchil

Imilchil es una localidad de 6 mil habitantes, situada en la zona central del Alto Atlas, concretamente en las elevadas y desoladas mesetas del alto valle del Asif Melloul, a más 2200 metros de altura. Es famosa por su Moussem de Imilchil, lugar en donde la tribu de los Ait Haddidou, formada por pastores nómadas bereberes, se reúne año tras año.

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Alto Atlas de Marruecos

Para la ocasión, llegan a Imilchil pastores de distintas zonas del Valle del Assif Mellou para rezar, encontrarse con viejos amigos, comer con ellos y negociar por diferentes productos que van desde cereal hasta forraje para el ganado. El evento es conocido como la «Fiesta de las Novias» y se celebra todos los años a finales de verano, una vez finalizadas las tareas agrícolas y antes que llegue el crudo invierno (considerado como el más cruel de la región).

Antiguamente, se realizaba la firma de actas de bodas colectivas durante estos días festivos. Estas bodas colectivas, de a poco, comenzaron a atraer a turistas curiosos por el particular atuendo de las mujeres casadas. Si bien esta tradición casi se ha perdido con el correr del tiempo, el Moussem de Imilchil sigue siendo motivo de congregación para los nómades bereber.

Vale la pena acudir al Moussem de Imilchil para vivir de cerca este clima festivo propio de los bereberes. Hoy en día, el evento se realiza en Ait Hamar, el pueblo más cercano a Imilchil. Se levantan puestos de artesanos, comerciantes, barberos, curanderos, herreros, vendedores de ropa o ganado que exponen su mercancía en un improvisado zoco lleno de vida. Por la noche se arma una verdadera fiesta y se baila al compás de la música popular.

Ya lo sabes, el Moussem de Imilchil es uno de los festejos más tradicionales de Marruecos y un lugar para empaparse de la cultura de los pueblos bereberes.

Al-Hoceima o Alhucemas

Esta localidad costera es la capital no oficial de los bereberes del norte de Marruecos y uno de los pueblos bereberes con más influencia española. De hecho, fue fundada por españoles, quienes la bautizaron como Villa Sanjurjo, durante la guerra del Rif. Actualmente, los marroquís la llaman Al-Hoceima y es un importante destino turístico. Al día de hoy, todavía sigue muy presente la influencia española en la lengua, la arquitectura y los negocios. Posee edificios coloniales, un bonito paseo marítimo, hermosas playas y el parque nacional de Alhucemas, con acantilados calcáreos y buenas rutas de senderismo.

Taroudannt

Tarountannt es la última localidad de la que queremos hablarte en esta guía de los pueblos bereberes (vale aclarar que hay muchos más, hemos elegido solo algunos, que consideramos los más importantes). Conocido también como la Pequeña Marrakech, el pueblo de Taroudannt es el corazón comercial del valle del Sus.

Este bonito pueblo permanece oculto detrás de unas murallas de barro rojo y tiene como telón de fondo los picos nevados del Alto Atlas. Es famoso por sus zocos y el mercado, en cual los bereberes comercian los productos obtenidos en la cuenca del Oued Souss. Si bien no posee muchos monumentos, pasear por sus medinas es una actividad agradable, mientras recorres sus zocos dispuestos uno al lado del otro. Además, de Taroudannt parten muchas excursiones hacia el Alto Atlas occidental.

Taroudannt, pueblos bereberes

¿Qué te ha parecido este viaje por los pueblos bereberes? Descubrir la historia y las costumbres de quienes fueron el pueblo originario de Marruecos es una parte imprescindible en el viaje a este país. Si te gustó el artículo comparte en tus redes sociales para que más personas se unan a esta comunidad de viajeros.

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Créditos fotográficos

  • ⵉⴷⵓⵔⴰⵔⵏⵓⴰⵟⵍⴰⵙ, Morocco (https://www.flickr.com/photos/lenzmoser/31438188297/), por ::ErWin/CC BY-ND 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)
  • Towering Atlas (https://www.flickr.com/photos/103724284@N02/26308159261/), por Marek Kubica/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)

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