En medio del Océano Pacífico y a más de 1.300 km de las costas de Chile se alza un enclave perdido en medio de la nada: la Isla de Pascua. Este precioso destino es famoso por los moais, unas enormes esculturas de piedra que tienen un estilo inconfundible. Seguro sabes de quiénes estamos hablando, pues todo el mundo ha visto alguna fotografía suya. Pero, ¿conoces su historia? ¿Sabes que representan? ¿Sabes quiénes los construyeron? Hay muchos misterios en torno a los enigmáticos moais. De todo esto y un poco más te hablaremos el día de hoy.
Si bien muchas incógnitas sobre los moais se han ido resolviendo a lo largo del tiempo, lo cierto es que estas misteriosas moles de piedra siguen escondiendo muchos misterios. Hoy queremos contarte sobre aquellos misterios que ya han sido revelados, cómo visitar a los famosos moais e invitarte a conocer la isla habitada más remota del mundo.
Se estima que en la Isla de Pascua hay registrados alrededor de 900 moais construidos por la cultura Rapa Nui. La mayoría se ubica en la cantera del volcán Rano Raraku, unos 300 situados en los Ahu o altares de piedra, otro tanto dispersos por la isla y alguno que otro en diferentes museos del mundo. Por ejemplo, en el Museo Fonck de Viña del Mar hay uno.
Pero, está claro que ver un moai en un museo no es lo mismo que verlo en la Isla de Pascua. El lugar tiene su magia, su misterio y una belleza única. Por eso y aunque sea costoso, el viaje a la isla es toda una aventura que hay que vivir. Seguro que después de estar frente a estas moles de piedra sentirás que cada centavo invertido ha valido la pena.
¿Dónde se encuentra la Isla de Pascua?
Antes de contarte todo sobre los moais, te dejamos algunos datos esenciales sobre la Isla de Pascua. Después de todo, para ver estas famosas construcciones tendrás que hacer un largo viaje a este rincón aislado del mundo.
Perdida en medio del Océano Pacífico, la Isla de Pascua es la más alejada de la tierra. Lo más cercano a ella es la costa de Chile, a quien pertenece desde 1888.
La Isla de Pascua se ubica en el Triángulo de la Polinesia, junto con Nueva Zelanda y Hawái, con quienes constituye las 3 islas más famosas del Pacífico. La misma tiene origen volcánico. Es decir, se formó por efecto de las continuas erupciones de tres volcanes independientes (Maunga Terevaka, Puakatiki y Rano Kau), aunque alrededor había muchos más.
La base de operaciones y la única ciudad de la Isla de Pascua es Hanga Roa, en donde se concentran la mayoría de los alojamientos, restaurantes y servicios de la isla. Fuera de ella, la mayor parte del territorio está protegida por el Parque Nacional Rapa Nui.
Dicho parque nacional acoge los restos arqueológicos más importantes de la isla: Orongo y Rano Raraku, sitios que esconden muchos de los misterios relacionados con los moais. Por ende, para visitar la Isla de Pascua es necesario abonar una tarifa de ingreso al Parque Nacional Rapa Nui. La misma es de 80 USD para adultos y 40 USD para niños (en caso de turistas extranjeros). Para turistas chilenos el ticket de entrada tiene un costo de 20.000 CLP para adultos y 10.000 CLP para niños.
¿Cómo llegar a la Isla de Pascua?
Como en cualquier otra isla del mundo, para conocer este trozo de tierra que acoge los enigmáticos moais hay que tomar un barco o un avión. La primera opción es la más cara de todas (llegar a la Isla de Pascua no es precisamente barato). La visita forma parte del largo periplo de los cruceros que dan la vuelta al mundo o unen la Polinesia o Australia con Sudamérica. Como seguro imaginas, es una travesía de varios días completamente fascinante, pero a la que no todo el mundo puede acceder.
El avión, en cambio, es una opción más rápida y un poco más económica. Los vuelos a la Isla de Pascua salen desde Santiago de Chile y llegan a la única ciudad de la isla: Hanga Roa. Ten en cuenta que si bien es más barato que el crucero, los precios son elevados, por lo que conviene buscar con bastante tiempo de anticipación y estar atento a las ofertas.
Algunos requisitos especiales para poder visitar la Isla de Pascua son tener billete de regreso, alojamiento reservado e ir por un máximo de 30 días. Incluso, se está planteando la posibilidad de crear un aforo para limitar el ingreso diario de visitantes, aunque todavía no se ha comunicado nada.
En la isla no funciona el transporte público, por lo que el mejor medio de transporte es alquilar un coche o una moto para moverte de un punto a otro. O bien, negociar con algún taxista para que te lleve a los atractivos principales de la isla. Otro popular medio de movilidad es el caballo o haciendo diferentes rutas de senderismo.
Finalmente, creemos que una de las mejores opciones para visitar la Isla de Pascua es contratar alguna excursión. De ese modo, no solamente conocerás sus rincones más representativos, sino que podrás aprender todo sobre los moais y la cultura Rapa Nui con un guía experto.
Excursiones de un día por la Isla de Pascua
Hay un montón de excursiones de un día que te llevarán a conocer los secretos de los moais y a visitar los rincones más hermosos de esta remota isla. Aquí te dejamos algunas opciones increíbles.
- Tour por la Isla de Pascua y la playa de Anakena
- Excursión a Orongo y volcán Rano Kau
- Excursión a Ahu Akivi
Con estos paseos tendrás la posibilidad de descubrir algunos de los moais más famosos de la Isla de Pascua. Por ejemplo, en el tour de un día visitarás el santuario más grande de la isla: Ahu Tongariki, desde cuya plataforma se aprecian 15 moais restaurados en los años 90 por el gobierno chileno. Los mismos se alzan imponentes frente al mar, regalando una postal soñada.
El tour también incluye la visita a Rano Raraku, un cráter volcánico donde se encuentra la cantera desde la cual se obtuvo la piedra con la que se tallaron los moais. Mientras que, en la bonita playa de Anakena se encuentran los moais de Ahu Nau Nau.
El tour a Ahu Akivi, por su parte, te llevará a conocer uno de los pocos conjuntos de moais situados lejos de la costa. En este sitio sagrado, nuestros protagonistas de hoy miran hacia el punto por el que el sol se esconde durante el equinoccio de primavera. Esto último los convierte en únicos, puesto que son los únicos que están situados con tanta presión en relación a un fenómeno astronómico.
¿Qué son los moais?
Ahora que ya sabes cómo llegar a la Isla de Pascua, es momento de comenzar a contarte un poco sobre los moais. Empecemos respondiendo una pregunta básica, qué son. Se trata de un conjunto de estatuas de enorme tamaño construidas por una civilización polinesia que habitó la isla, los Rapa Nui. De hecho, se considera que los moais representan la expresión cultural más grande de este pueblo.
La palabra moais se traduce como “el rostro vivo de nuestros ancestros”. Es decir, que dichas moles de piedra representan a los antepasados de los Rapa Nui. Pero, no a cualquiera, sino a los más poderosos y sabios, a quienes tenían una energía especial llamada «mana» que protegía la tribu y los cultivos. Con el objetivo de que dicha fuerza no se perdiera se construyeron los moais. De ese modo, los antepasados se encargarían de proteger la isla y ayudar a la comunidad.
Como los moais contenían el mana de estos personajes importantes de las tribus, se colocaban mirando a su gente y de espaldas al mar. Es decir, no se debía desperdiciar la energía de estos ancestros. Hay una sola excepción, Ahu Akivi, que tiene sus moais mirando al mar, orientado astronómicamente.
¿Cómo se construyeron los moais?
Para la construcción de los moais los Rapa Nui usaron tres tipos de piedras volcánicas: basalto (un tipo de roca de color negro y verdoso), traquita (de color gris) y escoria roja (tal cual lo dice su nombre, se trata de una piedra volcánica de color rojizo).
Aunque, la mayoría de los moais que hay en la Isla de Pascua fueron tallados con una piedra única proveniente del volcán Rano Raraku. Este tipo especial de roca arcillosa se llama Toba Lapilli, tiene color amarillo grisáceo y únicamente se encontraba en este volcán.
Las estatuas se tallaban y esculpían directamente en la roca, dejando para el final la labor más fina, como el delineado de la cuenca de los ojos y otros detalles. Una vez que la figura estaba terminada había que tallar la roca para separarlas y luego trasladarla al altar donde se colocaría.
Si bien en la mayoría de los casos solo se visualiza las cabezas, lo cierto es que los moais alcanzan diez metros de alto y hasta 80 toneladas de peso. Su estilo es inconfundible: un rostro con una nariz prominente, grandes orejas y los hombros y la parte superior de los brazos sobre la superficie de la tierra.
Un detalle especial son los ojos de los moais. Los mismos se construyeron con coral blanco y con pupilas de diferentes colores en función a la piedra volcánica que se utilizara. Según la leyenda, cuando se colocaban los ojos los ancestros fallecidos reencarnaban en el moai para cumplir su misión de proteger la isla.
Uno de los grandes misterios en torno a la construcción de los moais tiene que ver con su transporte. Respecto a ello, hay dos teorías. Una dice que los nativos trasladaron estas moles de piedra caminando. Para ello, ataron cuerdas a la figura y se colocaban a ambos lados para ir tirando de ella de a poco, con pasos muy cortos.
Otra de las versiones dice que colocaron las figuras de piedra en una plataforma y tiraban de ella utilizando troncos que cumplían la función de ruedas. Esto explica por qué algunos moais están desparramados por la isla. Se dice que si un moai se caía no podía ser levantado del suelo, por lo que quedaba en el lugar.
Las teorías más descabelladas, por supuesto, asocian al traslado de los moais a lo largo de la Isla de Pascua a la ayuda extraterrestre.
La mayoría de los moais de la Isla de Pascua se alzaron sobre grandes altares realizados con losas de basalto llamados Ahu. Los mismos se construyeron durante los años de mayor prosperidad de la isla, entre los años 1.000 a 1.500. Ante ellas los nativos celebraban ritos y ceremonias y se construían viviendas colectivas.
¿Cuál era la importancia de los moais para la cultura Rapa Nui?
Ya un poco lo hemos respondido en el punto anterior. Según los últimos estudios realizados por la arqueóloga Anne Van Tilburg, el motivo por el cual se tallaron estos colosos de piedra era para garantizar la fertilidad agrícola.
Asimismo, el trabajo en las canteras desde la cual se extraía la piedra incrementaba la fertilidad y la producción de comida. Es decir, el suelo de la cantera era rico en elementos claves que permitía obtener altos rendimientos agrícolas. El motivo es que el flujo constante de pequeños fragmentos de roca generados por el proceso de extracción generaba un sistema de agua y fertilizantes naturales.
¿Por qué dejaron de construirse los moais?
Ya sabes que la Isla de Pascua vivió sus años gloriosos entre los años 1.000 y 1.500. A partir de ese entonces y hasta 1.722 comenzó un proceso de declive que llevó a que los clanes de la isla se enfrentaran entre sí y los jefes de cada tribu compitieran por quién construía los moais más grandes.
A esta rivalidad entre las tribus se sumó el colapso ecológico. El hecho de construir moais cada vez mayores implicaba un enorme gasto de piedra y tala de árboles. Sin estos últimos no se podía construir barcos con los cuales salir al mar a buscar alimentos.
Ante esta escasez de comida la población Rapa Nui se rebeló contra sus superiores. Fue así como dejaron de tallarse los moais y el culto a los antepasados acabó. Los Ahu fueron abandonados y muchos moais derribados. Este triste panorama fue lo que encontraron los primeros europeos que llegaron a la isla de Pascua.
Un dato curioso tiene que ver con los ojos de los moais. Se cree que los mismos desaparecieron durante esta crisis producida por la sobreexplotación de los recursos naturales. Para declararse vendedores, los miembros de la tribus tiraban los ojos al mar para que los antepasados vencidos no pudieran seguir usando su poder divino.
El único ojo de moai que se logró recuperar se encuentra exhibido en el Museo Antropológico de Hanga Roa.
¿Cuándo fueron descubiertos los moais de la Isla de Pascua?
La Isla de Pascua y sus moais fueron descubiertos en el año 1722, cuando tres barcos liderados por el capitán holandés Jacob Roggevee avistaron este trozo de tierra perdido en el Pacífico. El por qué de su nombre proviene de que era domingo de Pascua, por lo que la bautizaron en alusión a ello.
Cuando los holandeses desembarcaron en este remoto rincón del planeta descubrieron que a pesar de su situación aislada no estaba deshabitada. Allí estaban los Rapa Nui, pueblo que ha habitado la isla desde tiempos memorables.
Sin embargo, lo que más llamó su atención fue la presencia de unas enormes estructuras de piedra esparcidas por la costa y el interior de la isla. Este primer encuentro cara a cara con los moais daría lugar a muchas teorías sobre su origen, incluso algunas que involucran a los extraterrestres.
Los mejores moais para ver en la Isla de Pascua
A la fecha se han identificado alrededor de 900 moais en todo el territorio de la Isla de Pascua, incluyendo algunos que no están terminados y otros que fueron dañados durante la guerra de los nativos y por el paso del tiempo. Como ya sabes, la mayoría se ubica en la base del volcán Rano Raraku, otra buena cantidad sobre los Ahu y otro tanto repartidos por toda la isla.
Hay muchos Ahus o plataformas repartidas sobre la isla. De todos ellos, los más conocidos y visitados son los de Ahu Tongariki, donde además de ver 15 enormes moais disfrutarás de los amaneceres más increíbles de la isla. Igual de atractivos son los moais de Ahu Akivi, los únicos que miran al mar. Por su parte, Ahu Tahai acoge los moais más cercanos a la ciudad de Hanga Roa. Desde aquí se disfruta de fabulosos atardeceres. Por ende, cualquiera de estos 3 conjuntos de moais merece la pena.
Ahu Akivi
El santuario de Ahu Akivi se ubica en el flanco suroeste del volcán Maunga Terevaka, el punto más alto de la Isla de Pascua. Es la plataforma más importante y llamativa de todas las construidas y una de las visitas imperdibles para hacer durante el viaje.
Como ya te contamos, los moais de de Ahu Akivi fueron colocados de esta manera por influencia de la astronomía, ya que las estatuas miran al punto por el cual se esconde el sol durante el equinoccio de primavera en el hemisferio sur, el 21 de septiembre.
Se trata de los únicos 7 moais de la isla que miran hacia el mar. Los mismos habrían sido trasladados desde la cantera del volcán Rano Raraku, situado a 15 km de distancia, utilizando un método que hasta la fecha es desconocido (si bien hay algunas teorías). Tienen un peso aproximado de 5 toneladas y un promedio de 4,5 metros de altura.
Otro detalle interesante de los moais de Ahu Akivi es que fueron construidos por una de las tribus de más alto rango de los Rapa Nui, el poderoso clan Miru. Se cree que los moais fueron colocados unos 150 años antes de la llegada de los europeos, en una época donde todavía reinaba la estabilidad política y la abundancia de recursos naturales.
La mejor manera de visitar los moais de Ahu Akivi es contratando alguna excursión, como la que te dejamos más arriba de Civitatis. Este sitio arqueológico generalmente está incluido en los tours de medio día que ofrecen las agencias de turismo, por lo que no tendrás problema para encontrar uno. También puedes hacer la visita por tu cuenta, pero para eso necesitarás alquilar un coche, puesto que se encuentran bastante alejados de Hanga Roa.
Ahu Tahai y el mejor atardecer sobre la Isla de Pascua
Ahu Tahai fue el principal centro ceremonial de la tribu Marama. Sus 5 moais que se mantienen en pie están situados a tan solo 10 minutos caminando de la bahía de Hanga Roa. Es uno de los más accesibles de toda la isla y un lugar único para llevarse de recuerdo el atardecer más perfecto sobre el Océano Pacífico.
Este conjunto arqueológico es uno de los más antiguos de la isla, puesto que sus orígenes se remontan hasta el año 700 d.C. El hecho de que los pobladores hayan elegido este punto particular no fue al azar. Desde aquí se obtenía un acceso muy cómodo al mar y un suministro constante de agua dulce proveniente de manantiales subterráneos.
Los tres Ahu o plataformas ceremoniales están situadas sobre un pequeño acantilado rocoso que se eleva sobre el mar y dispuestos de manera tal que configuran un escenario realmente hermoso.
Moais de Rano Raraku
Ya sabes que Rano Raraku es el cráter volcánico en el cual se tallaban los moais. Por ende, visitar esta cantera de la cual surgieron las monumentales estatuas de la Isla de Pascua es algo que indudablemente tienes que hacer.
Rano Raraku se sitúa a unos 20 km al nordeste de Hanga Roa, cerca de la península de Poike y a 1 km de la bahía de Hanga Nui. Como ya te contamos, el motivo por el cual este lugar fue una especie de fábrica de moais es que a diferencia de otros conos volcánicos, aquí predomina un tipo de roca única llamada toba lapilli.
La misma se forma por la acumulación de la ceniza volcánica expulsada durante las erupciones. Al enfriarse y entrar en contacto con la atmósfera, se compacta y endurece. A diferencia del basalto, este tipo de roca es mucho más sencilla de tallar.
Desde la ladera sur del volcán se obtiene una perspectiva increíble de los moais. Decenas de cabezas de piedra emergen de la tierra y, si bien al principio puede costar un poco distinguirlas, cada vez más aparecerán en tu campo visual. Algunas de estas cabezas están coladas de manera vertical y apuntan hacia la cima del volcán, mientras que otras miran en sentido opuesto. También hay algunas sin terminar y algunas por encima de otras.
Por su parte, en la cantera se aprecian nichos vacíos desde los cuales se extrajeron los moais que posteriormente se trasladaron a los Ahu. Entre todas las figuras esparcidas a los pies del volcán, las situadas en la ladera y las que permanecen en el interior de la cantera hacen un total de aproximadamente 400. Es decir, es la zona de la isla donde se concentran la mayor cantidad de moais de toda la Isla de Pascua.
Ahu Tongariki
La postal de Ahu Tongariki con el Océano Pacífico por detrás es una de las postales más emblemáticas de la Isla de Pascua. Está situado en el extremo oriental de la costa sur de la isla, en una zona de mucha belleza escénica.
Se cree que Ahu Tongariki fue el centro sociopolítico y religioso de uno de los dos grandes clanes de este sector de la isla, Hotu It. Su ocupación data del año 900 d.C., por lo que es otro sitio con una larga e interesante historia
Se trata también de la estructura ceremonial más grande de la Isla de Pascua y del monumento megalítico más importante de toda la Polinesia. Su plataforma central mide unos 100 metros de largo y está orientada al sol naciente del solsticio de verano. Lo más destacado son sus 15 moais, que la convierten en Ahu con mayor cantidad de estas estructuras de la isla.
Lamentablemente, muchos de estos moais fueron derribados durante la guerra entre los clanes de la cultura Rapa Nui. En 1960 un devastador tsunami terminó de dañar considerablemente las estructuras. Afortunadamente, se realizó una increíble restauración que permitió que hoy sus visitantes puedan llevarse una hermosa postal de los moais de Ahu Tongarik.
Hoy en día, los 15 moais se imponen dominantes ante los viajeros que visitan este rincón remoto del mundo. Las mismas forman una hilera y se ubican sobre un altar de espaldas al mar, proyectando su mana hacia la antigua aldea que allí existía.
Mapa con los moais de la Isla de Pascua
No quedan dudas de que la Isla de Pascua es uno de los rincones más enigmáticos del planeta. Si bien el viaje es largo e implica invertir una buena cantidad de dinero, estar frente a los majestuosos moais es una experiencia que no tiene comparación. No en vano, es uno de los grandes reclamos turísticos de Chile y el sueño de más de un amante de los viajes. ¿Eres uno de ellos? Entonces no dejes de conocer los moais de la Isla de Pascua. Estamos seguros de que lo disfrutarás enormemente.
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