Paseo por Viña del Mar – Chile

Seguro que alguna vez has escuchado hablar del famoso Festival de Viña del Mar. La ciudad chilena que lo acoge (y le da su nombre) es posiblemente una de las más hermosas del país. Viña es moderna, ordenada, limpia, prolija y sofisticada. Bastante diferente a su vecina y hermana Valparaíso, que tiene un aire más bohemio, calles más descuidadas y llenas de grafitis y un puerto colorido. Ojo, Valparaíso tiene su encanto, pero Viña del Mar es amor a primera vista.

Llamada también la Ciudad Jardín, Viña del Mar se luce por sus castillo, palacios y mansiones frente al mar que reviven la época del oro del XX. Hoy muchos de estos lugares han sido reconvertidos en museos, centros de entretenimiento y restaurantes llenos de glamour.

Asimismo, Viña del Mar es famosa por su agradable paseo costero, sus playas y por el Festival de la Canción que se lleva a cabo todos los años en el mes de febrero, entre otras cosas. Tal como contamos al principio, destaca por su orden, su limpieza y por haber sido elegida durante 4 años consecutivos como la mejor ciudad de Chile para vivir.

Ya tienes varios motivos por los cuales visitar Viña del Mar. A lo largo del artículo seguramente encontrarás otros. Como sea, conocer esta hermosa ciudad costera del centro de Chile indudablemente tiene que estar dentro de tus planes.

¿Cómo llegar a Viña del Mar?

Viña del Mar es una de las ciudades más importantes del centro de Chile. Descansa a los pies del Océano Pacífico, está pegada a Valparaíso y a unos 120 km de Santiago, la capital chilena. Muy cerca se encuentran también Reñaca y Concón, otros aclamados destinos del litoral chileno.

Llegar a Viña del Mar desde Santiago es muy sencillo. Si viajas desde el exterior o ciudades más lejanas (recordemos que Chile es un país muy extenso) para ahorrar tiempo lo mejor es volar al aeropuerto de Santiago. Por él pasan muchas aerolíneas y cientos de vuelos por día, así que no tendrás problema para conseguir tu pasaje, pero siempre es mejor hacerlo con tiempo.

Una vez en Santiago puedes tomar un autobús de la compañía Turbus y en algo de una hora y media habrás llegado a Viña. Aunque, nuestro consejo es que antes o después de pasar por tu destino objetivo le dediques un par de días a la capital chilena. Santiago es una ciudad hermosa con un montón de atractivos para visitar.

Si te encuentras en la ciudad de Santiago tendrás que ir a las terminales de Pajaritos o Alameda y allí comprar un boleto a Viña del Mar con las compañías Turbus o Pullman, que hacen el trayecto directo varias veces al día.

La mayoría de los turistas que pasan por Viña también visitan Valparaíso. Ambas ciudades están literalmente pegadas y ofrecen una visión muy diferente del litoral chileno. Por ende, vale la pena conocerlas a las dos. En caso de que pases primero por Valparaíso, tienes la opción de tomar un autobús urbano a Viña o viajar en metro. Esta última opción es rapidísima y en pocos minutos estarás en el centro de Viña del Mar.

Por último, siempre existe la posibilidad de visitar Viña del Mar en un tour de un día completo y conocer los atractivos de la ciudad de la mano de un guía de turismo. Si prefieres esta opción puedes contratar esta excursión a Valparaíso y Viña del Mar o este tour privado por Valparaíso y Viña del Mar.

¿Qué ver en Viña del Mar?

Hay una buena cantidad de cosas para hacer en Viña del Mar. Sus atractivos principales se pueden recorrer en un día completo, aunque no es mala idea pasar un poco más de tiempo en la ciudad y disfrutar de su ambiente.

En el centro de Viña encontramos emblemas como el Reloj de Flores, donde todos los turistas quieren tener su foto. Lugares como el Palacio Vergara y la quinta con el mismo nombre son también imprescindibles de la ciudad.

Otro atractivo interesante es el Museo de Arqueología e Historia Francisco Fonck, donde se exhibe un moai llegado desde Isla de Pascua; y el precioso Jardín Botánico Nacional. Tampoco te pierdas el Castillo Wulff, un chalet de principios del siglo XX construido por un comerciante alemán en un acantilado.

En Viña del Mar podrás caminar por su agradable paseo costero, visitar alguna playa, comer en sus destacados restaurantes y tomar cientos de fotografías. La ciudad es tan prolija que querrás capturar más de un rincón con tu cámara.

También puedes apuntarte a este free tour y explorar sus principales atractivos con un guía que te cuente todos sobre ellos; o a este tour en bicicleta con Viña del Mar y conocer la ciudad en dos ruedas.

Quinta Vergara, palacio y anfiteatro

La Quinta Vergara es un amplio parque que cuenta con hermosos jardines, el Palacio Vergara y el anfiteatro donde cada año se celebra el Festival de Viña del Mar. Es uno de los imprescindibles de la ciudad y un sitio de visita gratuita, por lo que no tienes excusa para no darte una vuelta.

El anfiteatro se puede recorrer en cualquier época del año. Si bien puede parecer un poco más pequeño a lo que se ve en televisión, tiene capacidad para unas 18.000 personas. Fue construido inicialmente en 1963, luego del éxito del primer festival celebrado en 1960. Con el tiempo se convirtió en todo un referente de la ciudad y en uno de los escenarios más famosos de América del Sur.

Además del festival, durante el año se llevan a cabo muestras artísticas y recitales. En enero, por ejemplo, tiene lugar la Feria Internacional de Artesanía que congrega a artesanos destacados de diversos países.

El hermoso Palacio Vergara hoy en día acoge el Museo de Bellas Artes y se encuentra dentro de la quinta, muy cerca del anfiteatro. Su construcción comenzó en el año 1906 en estilo Neogótico Veneciano y culminó en el 2010. Fue el hogar de la ilustre familia Vergara Errázuriz, descendientes de Francisco Vergara, personaje que llevó adelante el plan que daría origen a esta hermosa ciudad costera.

El Palacio Vergara es Monumento Histórico desde el año 2008 y su museo alberga una de las colecciones de bellas artes más amplias y destacadas del país, incluyendo pinturas de la escuela veneciana del siglo XVI y la española e italiana del siglo XVII. También exhibe obras de reconocidos artistas chilenos que fueron donadas por la comunidad.

La Quinta Vergara abre al público de martes a domingo de 9 am a 6 pm. Está situada en pleno centro, detrás de la parroquia de Viña del Mar, y es un buen punto de partida para comenzar a descubrir la ciudad. Si llegas en metro, será seguramente una de las primeras visitas que realices.

Reloj de Flores

El Reloj de Flores es otro de los puntos más icónicos de la ciudad y uno de los motivos por el cual se conoce a Viña como la Ciudad Jardín (además de la mucha cantidad de jardines bien cuidados que hay en la ciudad). En definitiva, las flores abundan en prácticamente todos sus rincones, especialmente en este reloj que aparece en todas las postales de la ciudad.

El Reloj de Flores de Viña del Mar se inauguró el 15 de mayo de 1962 para la celebración del Mundial de Fútbol en Chile. Su antigua maquinaria ha sido sustituida para ser manejada por computador, por lo que se mantiene en funcionamiento.

El reloj se encuentra al aire libre, muy cerca del mar y se puede visitar de manera gratuita. Ten en cuenta que es un punto muy turístico de la ciudad, por lo que es muy probable que tengas que esperar para poder tomarte tu foto con él. En ese caso, puedes ir lo más temprano posible, que es cuando menos gente se congrega. Al medio día suelen llegar buses llenos de turistas, así que intenta evitar ese horario.

Mirador Cerro Castillo

El Cerro Castillo alberga el Palacio Presidencial (que se usa como casa de descanso para el presidente de la Nación) y es un hermoso punto panorámico de esta ciudad costera. Está situado cerca al Reloj de Flores y es otro atractivo interesante de Viña.

El Palacio Presidencial es una de las muchas construcciones de estilo Neocolonial que hay en la ciudad. Si bien no se puede visitar su interior, sí podrás llevarte una bonita foto de recuerdo. El único momento que abre al público es para la celebración del día del patrimonio, que habitualmente es el último domingo de mayo de cada año. Si tienes suerte de estar en la ciudad en este momento podrás sumarte a un recorrido guiado y gratuito por sus estancias.

Castillo Wulff

Una vez que hayas tomado tu foto desde el Cerro Castillo puedes comenzar a recorrer el litoral de Viña. El paseo es hermoso y cuenta con varias paradas interesantes, entre ellas el Castillo Wulff, un hermoso edificio situado en la Avenida Marina. De hecho, bajando del castillo es lo primero que verás.

Este edificio que regala unas postales especialmente bellas al atardecer destaca por su arquitectura franco germana. Su constructor fue Gustavo Wulff, un comerciante alemán de carbón y salitre radicado en Chile. La inauguración tuvo lugar en 1908, pero con los años fue sufriendo diversas remodelaciones como la adición de una torre y la sustitución de parte de su piso por vidrio para permitir observar el mar.

Luego de la muerte de Wulff en 1946 y ante la falta de descendientes, el castillo fue adquirido por la Municipalidad de Viña del Mar en 1959. En septiembre de 1995 fue declarado Monumento Nacional y actualmente su planta alta se usa para exposiciones temporales.

Se puede visitar de manera gratuita de martes a domingo de 10 am a 1:30 pm y de 3 pm a 5 pm. Sin embargo, lo mejor es acercarse al atardecer, cuando regala una hermosa postal.

Casino de Viña del Mar

En la Avenida Perú, entre las playas Acapulco y del Sol y al borde del paseo costero, encontramos otro de los edificios de Viña del Mar que destaca por su arquitectura. Además del casino, alberga el hotel Enjoy, diferentes restaurantes y hasta una discoteca.

Por cierto, la Avenida Perú es un parque que en todo momento tiene mucha vida. Cuenta con muchas atracciones para niños, por lo que es un lugar ideal para quienes viajan a Viña del Mar con los más pequeños de la familia.

Muelle Vergara

Muy cerca se encuentra el Muelle Vergara, una construcción levantada en 1892, en plena época industrial de la ciudad. En su momento fue clave para la llegada del carbón proveniente del yacimiento de Lota. Años más tarde sirvió para la refinería de azúcar y finalmente fue expropiado, pasando a manos de particulares en 1932. En 1983 se realizó una importante remodelación que lo convirtió en un paseo turístico, con plataformas para pescadores, puestos de artesanías y restaurantes.

Luego de algunos daños estructurales, en el 2016 se remodeló nuevamente y desde ese entonces es otra de las postales típicas de Viña del Mar y un sitio ideal para contemplar la bahía.

Paseo Borde Costero

El Paseo Borde Costero de Viña del Mar es otro de los sitios más bonitos de la ciudad. Comienza en la Avenida Perú y se extiende por varios kilómetros, pasando por algunas de las playas de Viña. Cuenta con bancos para sentarse a contemplar el mar, una ciclovía que llega hasta Reñaca, pasarelas de madera, zonas para hacer ejercicio y más.

Cada día circulan por él cientos de personas, entre locales y turistas que salen a disfrutar un poco de la brisa marina. Para los amantes del deporte hay una playa exclusiva en donde los días sábados (y todos los días en verano) se realizan actividades gratuitas como clases de zumba.

Jardín Botánico

Otro atractivo de la ciudad es el Jardín Botánico Nacional, un espacio lleno de senderos para caminar, áreas de picnic, parrillas para hacer asado, un lago con patos y cisnes y una enorme cantidad de especies botánicas provenientes de distintas zonas del país.

La entrada tiene un costo de 2.000 CLP (2,42 USD) para adultos y 1000 CLP (1,21 USD) para niños y adultos mayores.

Palacio Carrasco

Situado junto al Museo Fonck, el Palacio Carrasco es otro de los atractivos de Viña del Mar. Este edificio patrimonial fue construido en estilo francés por el arquitecto Alfredo Azancot para ser la residencia del empresario Emilio Carrasco. Actualmente se encuentra cerrado al público por los daños sufridos en el terremoto del 2010.

Antes de este evento, era la sede del Archivo Histórico Patrimonial de la ciudad, la biblioteca Vicuña Mackenna y la dirección de cultura de la municipalidad. En su frontis se encuentra la estatua de Rodin llamada “La Defensa” que rinde homenaje a los héroes de la guerra del Pacífico.

A su alrededor hay unos jardines muy bonitos que, junto con la estatua, lo convierten en otro rincón muy fotogénico.

Museo Fonck

Junto al palacio encontramos uno de los museos más interesantes de Viña del Mar. El motivo principal (y un tanto polémico) de su popularidad es el moai original que se exhibe a un costado de la fachada.

El mismo fue traído de la Isla de Pascua en 1951, generando opiniones de todo tipo. Hay quienes creen que debería permanecer en su lugar original, lo cual tiene su lógica. Pero, para quienes no tienen la posibilidad de viajar a la Isla de Pascua no deja de ser una oportunidad única de ver esta famosa y misteriosa construcción.

Las salas en su interior exhiben una colección interesante de arqueología, etnografía y todo lo referente a las culturas precolombinas y la historia natural de Chile.

La entrada es gratuita el primer domingo de cada mes para los chilenos. El resto de los días tiene un costo de 2500 CLP (3 USD) para adultos y 500 CLP (0,60 USD) para niños. El horario de visitas es de martes a sábado de 10 am a 6 pm, los domingos de 10 am a 2 pm y los lunes de 10 am a 2 pm y de 3 pm a 6 pm.

Playas de Viña del Mar

Más allá de los hermosos palacios que hay en la ciudad, las playas de Viña del Mar son quienes se llevan todo el protagonismo durante el verano. Cada año miles de turistas llegan a ellas, atraídos por su variedad, su buena oferta de servicios, su accesibilidad y más. Ya sea para darte un chapuzón, contemplar el Pacífico o dar un apacible paseo por la costa, no puedes dejar de conocer al menos algunas de ellas.

Las playas de Viña del Mar son las siguientes:

• Playa Cochoa: es la primera viniendo desde el norte (en el límite con Concón). Está situada frente a la Avenida Borgoño y, si bien no es muy amplia, cuenta con una amplia cartera de lugares para comer frente al mar.
• Playa Reñaca: la siguiente playa en dirección norte es la correspondiente a la localidad de Reñaca (dentro de la comuna de Viña del Mar). Este hermoso y amplio arenal cuenta con una atractiva oferta gastronómica, deportiva y nocturna que la convierten en una de las favoritas de los turistas que veranean por la zona. Desde Viña del Mar es posible llegar caminando o en bicicleta, por lo que si eres amante de la actividad física no dejes de hacer este agradable paseo.
• Las Salinas: entre el camino costero que va a Reñaca y la playa del Deporte aparece Las Salinas, otro de los balnearios de Viña del Mar. La playa se encuentra emplazada entre grandes roqueríos que la protegen del viento y hacen que el oleaje sea menos intenso que en otros tramos de la costa. Por ende, es un buen lugar para ir con niños. Lleva este nombre porque a principios del siglo XX se instaló una fábrica para la extracción de sal que nunca llegó a funcionar.
• Playa del Deporte: entre Las Salinas y el balneario Los Marineros se encuentra esta playa que se distingue por su equipamiento destinado a las actividades recreativas y deportivas, de allí su nombre. Cuenta también con un pequeño anfiteatro para eventos deportivos y culturales, zonas para canchas de rugby, fútbol, voleibol, entre otras.
• Los Marineros: esta extensa playa situada entre los balnearios El Sol y del Deporte es ideal para pasear, hacer deporte, contemplar el atardecer y comer algo rico con vistas al mar. Se encuentra dentro del Parque Borde Costero, por lo que su oferta de servicios es muy amplia.
• Playa El Sol: es otra de las playas urbanas de Viña del Mar, situada muy cerca del Muelle Vergara y frente a la Avenida San Martín. Al igual que la anterior, posee una oferta de servicios muy amplia.
• Playa Acapulco: esta bonita playa está situada cerca del centro de la ciudad y es otra de las más visitadas de Viña del Mar. A su alrededor se despliega una amplia oferta gastronómica y de alojamientos que la convierten en otra de las preferidas por los turistas que veranean en Viña del Mar.
• Caleta Abarca: esta céntrica playa limita con el Hotel Sheraton Miramar y es la primera que verás cuando bajes del Cerro Castillo y el Reloj de Flores. Sus aguas son aptas para el baño, por lo que en la época estival tiene una alta concurrencia de visitantes.

¿Cuál es la mejor época para viajar a Viña del Mar?

La mayoría de los viajeros que visitan Viña lo hacen en la temporada de verano para poder disfrutar de sus playas. Por ende, la temporada alta de turismo va desde la segunda quincena de diciembre hasta la última de febrero. En estos meses los precios serán más elevados y tendrás que reservar con tiempo vuelos y alojamientos.

Si no te gustan las muchedumbres ni tienes interés por ir al Festival de Viña del Mar, entonces deberías viajar entre septiembre y diciembre. En este período la ciudad es muy tranquila, el clima agradable y perfecto para caminar.

Tanto si vas a viajar en primavera como en verano es importante cargar algún abrigo en tu equipaje, puesto que por las tardecitas y la noche la temperatura suele descender unos grados. En otoño e invierno hace bastante frío, pero raramente la temperatura desciende por debajo de los 0°C. De todos modos, hay que tener a mano un buen abrigo.

El Festival de Viña del Mar

El evento estrella de la ciudad y uno de los festivales más aclamados de Sudamérica es el de Viña del Mar. El mismo dura 6 jornadas y marca el final de la temporada estival, por lo que tiene lugar habitualmente a finales de febrero. La Quinta Vergara es el escenario que acoge a artistas de talla internacional y a miles de personas que acuden a este evento único.

Las entradas para el festival comienzan a venderse en diciembre, cuando la grilla de artistas está completa. Las mismas se adquieren a través de la web de punto ticket y literalmente vuelan. Si quieres conseguir tu lugar para alguna de las jornadas tendrás que estar muy atento. Lo mismo sucede con los alojamientos. La capacidad hotelera de Viña está a tope durante el festival, así que también hay que reservar con anticipación.

Mapa de Viña del Mar

Llegamos al final de nuestro recorrido por Viña del Mar. Esta pintoresca ciudad costera es la escapada ideal para hacer desde Santiago. O bien, puede formar parte de una ruta por el litoral chileno. Como sea, conocerla es tarea obligada. Estamos seguros que su prolijidad, sus jardines coloridos, palacios y playas te encantarán.