Seguimos recorriendo Centroamérica y ahora llegó el turno de conocer otro destino fascinante: República Dominicana. Este país caribeño posee incontables atractivos turísticos. Uno de ellos es la preciosa Isla Catalina, un pequeño paraíso fácilmente accesible desde La Romana. Si te encuentras planificando un viaje por este país, agenda este destino. Y si no sabes qué hacer allí, esta guía te será de gran ayuda.
La Isla Catalina es un pequeño paraíso deshabitado. Decimos pequeño, porque mide apenas unos 10 km cuadrados (a pesar de esto, es la segunda isla más grande de República Dominicana, después de la Isla Saona).
Forma parte del Parque Nacional del Este, por lo que el número diario de visitas es limitado. Y aquí es donde radica su principal encanto. El hecho de no recibir una fuerte afluencia turística le ha permitido conservar su territorio virgen y salvaje. Además, es dueña de un ambiente sumamente tranquilo, permitiendo que los turistas que la visitan puedan vivir una verdadera experiencia de desconexión.
Para los amantes de la playa, el buceo y el snorkel, Isla Catalina es el escenario perfecto. Sus playas vírgenes de arena blanca y aguas tranquilas resultan ideales para realizar actividades acuáticas o para simplemente tumbarse a descansar. Su interés turístico es notable, ya que cada vez son más las personas que llegan atraídas por la singular belleza que presenta esta isla en estado virgen.
Parque Nacional del Este
El Parque Nacional del Este abarca tanto áreas terrestres como marinas de la Isla Catalina y la Isla Saona (único espacio habitado de la reserva). Está ubicado en el sureste del país y ocupa un área total de 796.40 km cuadrados.
A lo largo de su extensión, resguarda una de las áreas protegidas más valiosas del archipiélago caribeño que es habitado por una valiosa diversidad de flora y fauna. Más de 500 variedades de flores y 300 especies de aves, de las cuales 70 son endémicas, son algunas de las especies cobijadas por el parque. A su vez, resguarda importantes yacimientos arqueológicos representados por más de 20 plazas ceremoniales, 27 cuevas, 8 cementerios aborígenes y otros yacimientos arqueológicos.
En su interior se distinguen 3 zonas: un bosque húmedo subtropical, un bosque seco subtropical y un bosque de transición entre los dos anteriores. Estas 3 zonas ocupan más del 80% de la superficie del parque, mientras que las zonas costeras pantanosas están ocupadas por amplios bosques de manglares.
Flora y fauna de la Isla Catalina
Además de paisajes de ensueño, la Isla Catalina es el hogar de una gran diversidad de flora y fauna protegida por el Parque Nacional del Este. Los habitantes endémicos de la zona son una especie de rana, un tipo de tortuga terrestre, dos especies de serpientes, diez de aves, cuatro de tortugas marinas y algunos mamíferos.
Cuando explores el mundo subacuático encontrarás un abanico de colores fascinantes. Caballitos de mar, peces globo, esponjas, peces mariposas, el pez ángel reina, erizos, el pez trompeta, el chapín pintado y otra gran variedad habitan las aguas cálidas y cristalinas de la Isla Catalina.
Respecto a la flora, destaca un bosque seco tropical en toda la extensión de la Isla Catalina, abundando especies como el chaparro, el resbalamano y el olivo. A su vez, árboles de mango, palmas y cocoteros decoran las playas, junto con mangles y arbustos.
¿Dónde está ubicada la Isla Catalina?
La Isla Catalina se encuentra ubicada a 2 km y medio de las costas de República Dominicana, más precisamente al sureste de la isla La Española y a unos 100 km de Santo Domingo. Su punto más cercano es La Romana, desde donde salen la mayoría de las excursiones a la isla. También, la suelen incluir en su itinerario los cruceros que recorren el Mar Caribe y llevan pasajeros a conocer playas de ensueño.
Junto con las islas Catalinita y Saona forman el trío de islas adyacentes del sureste de República Dominicana. De estas 3, solo la Isla Saona se encuentra habitada, aunque Isla Catalina se encuentra bien preparada para el turismo.
Historia de la Isla Catalina
La Isla Catalina fue descubierta en 1494 por nada más y nada menos que Cristóbal Colón, en el marco del segundo viaje realizado al continente americano. Fue él quien la bautizó con el nombre de Catalina, en honor a la hija de la Reina Isabel de Castilla. Aunque, los indígenas locales la conocen como Isla Ikiita.
Al igual que otras zonas del Caribe, la Isla Catalina sirvió de refugio para piratas y corsarios, entre el 1520 hasta el año 1720 aproximadamente. Estos aguardaban a los barcos españoles para atacarlos y robarles sus mercancías y tesoros.
Entre las historias más famosas de la isla se encuentra la del Capitán Kidd y su naufragio, que al día de hoy representa uno de los atractivos turísticos más importantes de la isla. William Kidd fue un marino británico que fue acusado de piratería y ejecutado en el año 1701.
Luego de perder su barco, el capitán Kidd regresó a Inglaterra con la ilusión de ser recibido como un héroe, aunque nada más lejos de la realidad, puesto que fue perseguido como pirata. Engañado con la promesa de limpiar su nombre, fue juzgado en Inglaterra por actos de piratería, ejecutado y expuesto sobre el Río Thames durante 2 años como advertencia a otros piratas.
Los restos de su embarcación hundida en 1699 fueron descubiertos por arqueólogos de la Universidad de Indiana en el 2007, sumergidos a pocos metros de la costa de la isla. Actualmente, los paseos para recorrer lo que ha quedado de la embarcación en las profundidades del océano es una actividad que nadie quiere perderse.
¿Qué hacer en la Isla Catalina?
La oferta turística de la Isla Catalina está pensada para el disfrute. El principal reclamo turístico son los recorridos de snorkel y buceo donde podrás descubrir enormes bancos de peces coloridos y corales vivos. Los buceadores tienen la posibilidad de descubrir la Pared de Catalina. Este muro imponente que cae a más de 100 metros de profundidad está repleto de jardines de corales y un ecosistema submarino incomparable.
Los que prefieren disfrutar de la playa podrán hacerlo en sus tranquilos bancos de arena tan fina que parece talco. Por otro lado, los amantes de la pesca también encontrarán en la Isla Catalina la posibilidad de disfrutar de este deporte.
Experiencia de buceo
En las aguas de la Isla Catalina aparece una gran cantidad de arrecifes de coral que invitan a los buzos a descubrir la increíble fauna submarina que habita el lugar. El buceo es la actividad por excelencia para explorar algunos de los mejores arrecifes de coral del país. Las 3 opciones disponibles son:
El Muro
En el lado este de la Isla Catalina se encuentra “El Muro”, un impresionante arrecife de pared que se extiende desde la isla hasta el Mar Caribe. Ya desde la playa, una suave pendiente te llevará directamente hacia el muro, donde encontrarás una brusca caída hacia las profundidades. Cada centímetro de este muro submarino se encuentra cubierto de esponjas, corales duros y blandos y una variedad de peces increíble.
El Muro alcanza una profundidad aproximada de 100 metros, aunque se encuentra marcada por escalones a los 25 y a 40 metros que permiten un descenso más gradual.
El Acuario
Hacia el lado oeste de la isla aparece otra increíble experiencia de buceo en un lugar conocido como “El Acuario”. Tal como lo indica su nombre, los buzos que exploran esta zona se sienten como en un verdadero acuario, dada la abundancia de peces tropicales que se abren a su alrededor. La zona posee una profundidad de 11 metros y está tapizada con formaciones de coral vivo que conviven con cientos de especies endémicas, como los peces león y el pez sapo, entre otras.
Naufragio del Capitán Kidd
Otra experiencia de buceo que vale la pena vivir en Isla Catalina es el barco Quedagh Merchant del capitán William Kidd, ideal para los aficionados a los piratas. Luego de su naufragio, a unos 21 metros de la costa de la isla, la ubicación de este barco pirata había sido desconocida durante más de un siglo hasta que fue descubierta en el 2007. Hoy en día, el barco de William Kidd se ha conservado como un “Museo del Mar Viviente” y ofrece una oportunidad única de buceo.
Actualmente, el sitio donde ocurrió el naufragio es habitado por muchas especies marinas. Este museo debajo del mar que puede ser visitado por los buzos contiene diferentes objetos de la embarcación. Entre sus elementos principales destacan cañones y partes del ancla de lo que fue el primer barco pirata descubierto en el Mar Caribe y uno de los únicos 3 descubiertos en América.
En conclusión, el Naufragio del Capitán Kidd es el primer museo vivo del mar que posee diversas especies de corales y representa una experiencia verdaderamente única.
Observación de aves
La Isla Catalina es un santuario de aves habitado por varias especies nativas del Caribe. Cerca de Playa Grande, en el extremo oriental de la isla, encontrarás un sendero para explorar el paisaje natural y observar aves. Se trata de una caminata sencilla, apta para cualquier nivel, que finaliza en un acantilado que posee hermosas vistas de la isla.
Snorkel en Isla Catalina
Además del buceo, el snorkel es otra de las actividades más demandadas de Isla Catalina. Tiene la ventaja de que es una actividad que no requiere prácticamente de conocimiento previo que pueden hacerla grandes y chicos. Los mejores sitios de snorkel son El Muro y El Acuario, aunque los más pequeños podrán explorar la vida subacuática de la isla a pocos metros de la costa.
Playas de la Isla Catalina
Isla Catalina cuenta con playas increíbles de arena fina, aguas tranquilas, templadas y de un intenso color turquesa, rodeadas de palmeras. Un verdadero combo anti estrés que te hará olvidar de cualquier problema que te esté aquejando.
Al ser un espacio protegido, las 3 playas (la del norte, del este y del oeste) de la isla se encuentran limpias y en perfecto estado. La playa del oeste es una de las más visitadas por los turistas de todo el mundo. La misma cuenta con tumbonas y hamacas y algunos pequeños puestos de artesanías y de venta de comida local. Mientras tanto, la Playa Grande ubicada en el extremo oriental de la isla, es la más exclusiva y está valorada como una de las mejores playas del país.
¿Cómo es el clima de la Isla Catalina?
La Isla Catalina posee un clima tropical, con una temperatura media que oscila alrededor de los 27° C. Posee una temporada seca (desde enero hasta abril) en la cual las temperaturas descienden un poco. Febrero suele ser el mes más seco, con una temperatura máxima de 26° C y una mínima de 23. La temporada de lluvias va de mayo a diciembre, mientras que entre agosto y octubre es la época de huracanes. Durante estos meses la temperatura puede subir a los 30° C y las precipitaciones son abundantes.
Gastronomía de la isla
Como todo buen destino turístico, la Isla Catalina cuenta con una buena oferta gastronómica para deleitar a sus visitantes. Allí podrás probar deliciosos platillos de pescados y mariscos elaborados con ingredientes locales, siendo los más habituales el coco, el plátano y los frijoles.
Uno de los platos más populares de la isla es el sancocho, una sopa elaborada con tipos de carne y verduras que se comen con pan crujiente de harina de yuca. Por supuesto, también dispones de opciones de platos con pescados y mariscos fritos. En general, vienen acompañados de tostones, plátano verde frito y arroz con frijol. También puedes degustar el popular plato llamado yaniqueque, que consiste en un pan de maíz horneado o frito que se sirve acompañado con coco rallado, huevo, miel, leche de coco, azúcar, entre otros.
A la hora de los postres, las estrellas de la isla son las habichuelas con dulce, un postre dominicano elaborado con frijoles, leche de coco, canela, clavo de olor, leche condensada, pasas, vainilla y nuez moscada. Este delicioso postre, que no puedes dejar de probar, se sirve frío o caliente y decorado con una ramita de canela.
Así llegamos al final de esta guía de viaje por la Isla Catalina. Esperamos haber despejado tus dudas respecto a este destino y que te decidas a incluirlo en tu ruta de viaje. Si buscas playas paradisíacas, aguas cálidas y transparentes y un ambiente relajado que te permita desconectar, Isla Catalina es la mejor opción.
