Brihuega es una villa con olor lavanda, ubicada en parte occidental de Guadalajara, a 90 km de Madrid y 33 de la capital de la provincia. Enclavada en el valle del río Tajuña, Brihuega es un tesoro escondido que hay que visitar para comprender su belleza. Gracias a sus huertos y plantaciones se la conoce con el nombre del Jardín de la Alcarria o la Provenza española. ¿Quieres saber más sobre Brihuega? Quédate con nosotros porque tenemos mucho para contarte.

Brihuega-Guadalajara

La cercanía a Madrid y la ciudad de Guadalajara convierten a Brihuega en una escapada perfecta de fin de semana. Ya sea para recorrer la villa medieval, visitar la Real Fábrica de Paños o pasear por sus enormes campos de lavanda, de seguro te sorprenderás.

En la medida de lo posible intenta dedicarle un día completo a recorrer la villa y, si tienes la oportunidad de ver la floración de la lavanda en el mes de julio, tampoco lo dudes.

Recorrido por Brihuega

Como en todo lugar que visites por primera vez, lo primero que harás será dirigirte a la Oficina de Turismo en busca de información. En el caso de Brihuega, dicha oficina se encuentra en lo que antiguamente fue una prisión, construida por Ventura Rodríguez, el primer arquitecto de la corte de Carlos III. A su lado, el edificio del Ayuntamiento fue levantado frente a la Plaza del Coso en la que se encuentran ambos, con la finalidad de armar un núcleo en donde pudieran reunirse los vecinos.

La ciudad medieval

La ciudad medieval de Brihuega antiguamente estaba rodeada de murallas que, al día de hoy, todavía se conservan. Una de las mejores cosas para hacer es visitar parte de la muralla y sus puertas, que han sido restauradas.

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Una de las puertas que puedes visitar es la llamada Puerta De La Cadena, un arco de medio punto que posee unas placas de piedra dónde se recuerdan las batallas acontecidas allí durante la Guerra de Sucesión. También, es famoso y guarda una interesante historia el Arco de la Guía de Brihuega. Por aquí paso el padre del escritor Víctor Hugo, quien fue un general francés que luchó en Brihuega a principios de 1800, durante la Guerra de Independencia. Cuenta la historia que fue él quién ordenó abrir este arco, con el objetivo de asaltar y conquistar el castillo de la Piedra Bermeja.

El casco antiguo de la villa conserva un conjunto importante de construcciones de gran interés histórico y arquitectónico. Un claro ejemplo de ello son las iglesias románicas de San Felipe, San Miguel y Santa María de la Peña. Construidas durante la primera mitad del siglo XIII, en sus diseños destacan muchos elementos de transición del estilo románico al gótico.

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El Castillo de Peña Bermeja, de origen árabe, fue construido a finales del siglo XI y no siempre se utilizó para funciones puramente defensivas, sino más bien como residencia y lugar de recreo. Una particularidad del castillo es que está situado en la parte baja del pueblo. El motivo de esto es que Brihuega debió moverse, como consecuencia de las frecuentes crecientes del río acontecidas en la Edad Media. Hartos de las inundaciones, la mayoría de los habitantes de la villa se mudaron al Barrio Nuevo, que terminaría siendo el corazón de Brihuega.

El castillo lleva este nombre por una gran piedra rojiza que representa la sangre derramada durante el asesinato de una lugareña a manos del guardián del castillo. Cuenta la historia que, en épocas del dominio árabe, el guardia habría querido tener relaciones con la bella joven, quien se negó, motivo por el cual fue asesinada. La piedra sobre la que quedó tendido el cuerpo de la mujer se tiñó de rojo. Por ese motivo, los briocenses colocaron la roca en un lugar bien visible, como un modo de recordar este acto tan cruel.

El patio central del castillo aloja uno de los cementerios románticos más bonitos de España. Aquí yacen los restos de muchas de las víctimas de la peste de finales del siglo XIX y principios del XX. En el interior podrás ver la sala noble y una capilla de estilo gótico mudéjar en cuyas paredes se entrecruzan unas cintas rojas formando polígonos con forma de estrella. Las mismas son mudéjares del siglo XIII y son de las pocas que pueden verse en España.

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También encontrarás allí la famosa Plaza de los Toros, conocida como La Muralla, por estar construida junto a ella. En este popular sitio se realiza, durante la primavera, un festejo taurino muy importante a nivel nacional.

En el patio de armas del castillo, más precisamente en el Prado de Santa María, se encuentra la ya mencionada iglesia de Nuestra Señora de la Peña (patrona de la ciudad). A su lado, hay unos miradores muy bonitos desde los cuales comprenderás por qué Brihuega es conocido como el Jardín de la Alcarria. En el Prado de Santa María también te toparás con una de las fuentes más bonitas de la ciudad, la Fuente de Santa María.

El horario de visitas del Castillo de la Peña Bermeja es de lunes a domingo de 10 am a 8 pm.

Las fuentes de agua de Brihuega

De camino a la oficina de turismo te toparás con la Fuente de los Doce Caños y los antiguos lavaderos. Allí verás tres imponentes pilones que son muestras de la riqueza en manantiales y aguas subterráneas de Brihuega. Las fuentes cuentan con tres enormes pilas rectangulares. Una se utilizaba para el enjabonado de la ropa, otra para el aclarado y la más pequeña para los cacharros de cocina. Según la tradición, las jóvenes que desean conseguir novio deben beber agua de los 12 caños. Otra parte no muy linda de la historia, cuenta que las mujeres que lavaban la ropa de modo incorrecto eran conducidas a la cárcel.

Junto a la fuente se encuentra el lavadero municipal, que luego de la Guerra Civil Española quedó prácticamente destruido. Las visitas son gratuitas, de lunes a viernes de 10 am a 6 pm y los fines de semana de 10 am a 2 pm.

La Fuente de los Doce Caños y las demás que están distribuidas a lo largo de la villa no solo servían como abastecimiento de agua, sino también eran decorativas. La Fuente del Paseo de la Fábrica, la Fuentecilla, la Fuente de Santo Tomás, la Fuente del Tinte o la del Hisopo eran usadas por las mujeres para llenar sus cántaros, hasta que llegó el agua a las casas, a mediados del siglo XX.

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Una de las fuentes usadas con fines decorativos es la del parque de la Alameda. Este pulmón verde de la villa está situado poco después de la entrada a Brihuega, viniendo de Madrid, y es otro sitio que vale la pena recorrer. La fuente ornamental que hay allí está dedicada a las Eras del Agua, debido a que hasta hace poco el parque estaba siempre lleno de agua.

Real Fábrica de Paños de Brihuega

La Real Fábrica de Paños de Brihuega, mandada construir en 1750 dentro del recinto amurallado por el rey Fernando VI, fue un gran impulso para la villa. La misma funcionó como una importante productora de telas, hasta que cayó en manos de los franceses durante la Guerra de la Independencia. Este imponente edificio circular llegó a ser uno de los edificios industriales más importantes de España. Tras su recuperación luego de la guerra, a principios del siglo XIX, pasó a manos privadas y continuó funcionando como fábrica de telas hasta la Guerra Civil Española.

Hoy en día, por solo 2 euros puedes visitar el antiguo edificio y recorrer sus magníficos jardines geométricos de cipreses y parterres. Allí se encuentra el famoso mirador de Hemingway, llamado así porque era el lugar desde el cual el escritor Ernest Hemingway presenciaba los combates entre las tropas italianas y las de la República en 1936.

Cuevas árabes

Uno de los grandes atractivos de Brihuega son las cuevas árabes, un curioso ejemplo de la arquitectura civil de la villa. Para acceder a ellas debes dirigirte a la carnicería de los Hermanos Gutiérrez, ubicada en el otro extremo de la plaza. Allí debes pagar 2 euros que te darán acceso a las cuevas, mientras el dueño de la carnicería te cuenta historias del lugar. En principio, estas cuevas eran usadas por las familias como despensa, pero durante la guerra se convirtieron búnker para protegerse de los ataques.

El sistema de cuevas consiste en un extenso laberinto de túneles y galerías, de aproximadamente 8 km de largo, que pasan por el subsuelo de la villa. Si bien pueden visitarse solo 800 metros, realmente vale la pena perderse en sus recovecos.

Acceso a las Cuevas Árabes
Acceso a las Cuevas Árabes

Las Cuevas árabes Brihuega pueden visitarse de martes a jueves, y los días domingos y festivos de 11:30 am a 2 pm. Los viernes y sábados de 10 am a 2 pm y de 5 pm a 7 pm.

El Museo de Miniaturas del Profesor Max

Junto a la sala municipal de exposiciones del Convento de San José y frente a la Iglesia Santa María de la Peña se encuentra este curioso museo. El profesor Max, quien en realidad se llamaba Juan Elegido, era oriundo de Brihuega. Fue un personaje muy famoso a nivel mundial, gracias a su capacidad para hipnotizar a las personas. Por este motivo, viajó alrededor del mundo y comenzó a coleccionar miniaturas que las conseguía en cada uno de los lugares que visitaba. Luego de su muerte, sus herederos decidieron crear un museo con sus reliquias (más de 35 mil), que hoy pueden verse con lupas y microscopios.

En el museo encontrarás miniaturas de lo que busques, algunas de las cuales figuran en el libro de los Récords Guinness. Algunas de las miniaturas más curiosas son la del globo terráqueo colocado sobre la cabeza de un alfiler, una copia de la Última Cena de Leonardo Da Vinci en un grano de arroz, un juego de ajedrez que solo puede verse con una lupa, entre otros. Si viajas a Brihuega con niños seguramente quedarán fascinados con la experiencia.

Los horarios de visitas son los siguientes: domingos: de 11:30 am 2 pm y de 4:30 pm a 6:30 pm. De martes a viernes de 1 pm a 2 pm y los sábados de 11:30 am a 2 pm y de 4:30 pm a 7:30 pm. La entrada cuesta alrededor de 7 euros.

Campos de lavanda de Brihuega

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Sin dudas que uno de los motivos principales por los cuales Brihuega es tan popular es por sus enormes campos de lavanda. El espliego, que es en realidad la planta desde la cual se obtiene el aceite de lavanda, desde hace unas décadas se cultiva en las colinas que hay a pocos kilómetros de la ciudad. La flor del espliego es de color lila azulado y tiene forma de espiga.

El aceite esencial de lavanda es actualmente muy utilizado en la industria cosmética, como también por sus muchas propiedades para la salud. Hoy el día, el color morado de la flor y el aroma del aceite impregnan Brihuega. Los balcones, puertas, y grafitis poseen este color. Incluso, en uno de los mercados de la villa se venden desde perfumes y jabones hasta galletas de lavanda.

La historia del cultivo de lavanda comenzó hace 30 años, cuando un agricultor de la zona descubrió los campos de lavanda de la Provenza y vio que podría reproducirlo en los campos que rodeaban su pueblo. Incluso, las condiciones de suelo y climáticas eran más favorables, por lo que no lo dudó ni un segundo. Desde ese entonces, la zona de Brihuega se ha convertido en uno de los grandes productores de lavanda, abarcando el 10% de la producción mundial.

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¿Cuál es el mejor momento para visitar los campos de lavanda?

Contrario a lo que cualquiera puede esperar, la floración de la lavanda no ocurre durante la primavera. Tampoco lo hace en febrero, cuando en toda España pueden verse los almendros en flor. La fecha concreta de la floración de los campos de lavanda es el mes de julio, es decir, en los inicios del verano, extendiéndose hasta final de mes. El único inconveniente es que, en esta zona en especial, julio es un mes por demás caluroso. Por eso mismo, si tienes pensado hacer una escapada para visitar los campos de lavanda, procura hacerlo al amanecer o atardecer. Como es de esperar, al atardecer es cuando más gente suele haber, por eso, si prefieres recorrer los campos tranquilo visítalos al amanecer.

Durante julio se realizan, también, visitas guiadas a los campos de lavanda, organizadas por el Ayuntamiento de Brihuega. Durante una hora, podrás recorrer los campos, mientras te cuentan todo sobre el cultivo de la lavanda y los usos de su aceite esencial. Las visitas son de viernes a domingo, a las 7 pm a 8:30 y cuesta algo de 3 euros. Durante la época de la floración también te puedes apuntar y dar un paseo en globo sobre los campos de lavanda.

Festival de la Lavanda en Brihuega

Durante la floración de la lavanda (concretamente, en la segunda quincena de julio), se lleva a cabo en Brihuega un festival que incluye diversas actividades, durante el denominado Mes de la Lavanda. Para la ocasión, se realizan diversos conciertos al aire libre, en los mismos campos de lavanda. Las reglas son dos: ir vestidos de blanco y disfrutar.

Además de disfrutar de los paseos guiados por los campos de lavanda puedes ir a una destilería y conocer más sobre el proceso de obtención del aceite esencial. También podrás asistir al mercado de artesanías y productos elaborados a base de lavada y disfrutar de los muchos conciertos al aire libre que se llevan a cabo.

Cómo llegar a Brihuega desde Madrid

Llegar a Brihuega desde Madrid es muy fácil. Solo debes tomar la A2, pasar la ciudad de Guadalajara y luego desviar en la salida 73 Torija/ Brihuega/Torre del Burgo. Después, toma la carretera C2011 que conduce al pueblo. El coche podrás dejarlo aparcado en la calle María Cristina y el Paseo Jesús Ruiz Pastor, que se encuentra en la entrada a la villa, frente a la Puerta de la Cadena.

Si quieres ir directamente a los campos de lavanda deberás cruzar el pueblo y cuando salgas, girar en la primera carretera hacia la derecha (la CM-2005) en dirección hacia Romancos y Malacuera. Una vez que dejes atrás el valle donde se encuentra el pueblo y comiences a subir, empezarás a ver los campos de lavanda a lo lejos.

Sitios de interés cerca de Brihuega: Cívica

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Un destino que se encuentra muy cerca de Brihuega (a solo 12 km) y que guarda un encanto especial es Cívica. Este pueblo, que según dicen está abandonado posee unas misteriosas construcciones que, con un poco de imaginación, pueden trasladarte a Capadocia.

Si bien no se sabe mucho del lugar, la historia cuenta que un sacerdote recibió estas tierras por herencia y después de cada misa se iba con su pico y pala a excavar en la roca. El resultado fue esta construcción tan original y extraña. Allí podrás subir por los laterales, visitar las habitaciones del interior, recorrer los balcones y pasadizos excavados en la roca.

Frente a esta construcción, al lado de la carretera, verás un bar con terraza en donde podrás sentarte a tomar y comer algo, concluyendo así un día excepcional por Brihuega.

Créditos fotográficos

  • (https://pxhere.com/es/photo/783010), por Miguel Ángel García/CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • Brihuega 9 (https://www.flickr.com/photos/anzalone1/8179599244/), por Jim Anzalone/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)
  • (https://pxhere.com/es/photo/574954), por Miguel Ángel García/CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • Brihuega (https://www.flickr.com/photos/100759833@N05/25808749045/9, por santiago lopez-pastor/CC BY-ND 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)
  • Brihuega, Cuevas Arabes, Provincia de Guadalajara, España (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Brihuega_Cuevas_Arabes.jpg), por Håkan Svensson (Xauxa)/CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)
  • La locura de Cívica (https://www.flickr.com/photos/amarga/5380745682/), por a_marga/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)

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