Nuestro destino de hoy es Piazza Armerina, una población medieval conocida a nivel mundial por tener los mosaicos mejor conservados de la época romana. Su rica historia, su arquitectura barroca y normanda y su patrimonio artístico y cultural la convierten en una parada imprescindible para hacer en una ruta en coche por el interior de la isla de Sicilia.
Piazza Armerina se encuentra ubicada en el centro de Sicilia, a 30 minutos de Enna y muy cerca del Área Arqueológica de Morgantina. Su entorno es dueño de una gran belleza paisajística, dominada por áreas boscosas, el Parque de la Ronza y el cercano lago Olivo.
Se trata de una de las ciudades sicilianas más ricas en historia, aunque no muchos turistas la visitan, ya que queda opacada por otros destinos más populares. Sin embargo, a nosotros nos encanta llevarte a esos destinos que escapan de las rutas tradicionales y que valen mucho la pena. Piazza Armerina es una ciudad elegante que merece una visita de uno o dos días. Además, muy cerca de ella se encuentra la Villa Romana de Casale, cuyos espléndidos mosaicos le valieron el título de Patrimonio de la Humanidad en 1997.
Los orígenes de Piazza Armerina son muy antiguos. En la zona se han encontrado algunos restos pertenecientes al paleolítico superior y al neolítico, así como vestigios que se corresponden con la Edad de Bronce. Sin embargo, los datos concretos sobre su existencia se remontan a la llegada de los normandos, en el siglo XII. Durante este período y bajo las órdenes de Guillermo II de Sicilia, se construyó la ciudad preexistente, de la cual poco se sabe. Por su parte, los romanos dejaron su huella en la impresionante colección de mosaicos de la Villa de Casale.
En definitiva, hay mucho para hacer en esta ciudad cargada de historia. Sin más, conozcamos todo su potencial turístico.
¿Qué ver en Piazza Armerina?
Piazza Armerina está repleta de edificios históricos (iglesias, palacios y el Castillo Aragonés), en su mayoría con predominio de arquitectura barroca y normanda, además de algunos ejemplos interesantes del Gótico. Por ende, pasear por esta elegante ciudad, que por momentos invita a hacer un viaje en el tiempo, es todo un placer para los sentidos.
Los monumentos construidos en piedra excelentemente conservados hacen que Piazza Armerina sea, por sobre todo, una ciudad que transmite arte en cada uno de sus rincones. El patrimonio artístico de la ciudad es impresionante, tal como descubrirás a medida que recorras su casco histórico.
Luego de visitar sus principales sitios de interés, no dejes de conocer la Villa Romana de Casale. De hecho, ver de cerca los mosaicos que hay allí es uno de los principales reclamos turísticos de Piazza Armerina.
Catedral de Piazza Armerina
Dominando el panorama con su impresionante cúpula, la Catedral es, sin dudas, uno de los monumentos más importantes de Piazza Armerina.
Este edificio colosal fue construido entre los años de 1604 a 1719, en el punto más alto de la ciudad. Es de esperar que un templo que tardó más de un siglo en construirse presente una mezcla de estilos artísticos y arquitectónicos notables. Por eso mismo, posee detalles que van del gótico al barroco, aunque su campanario de 40 metros pertenece al gótico-catalán.
La catedral se encuentra dedicada a Santa Marie delle Vittorie y fue levantada sobre las ruinas de una iglesia anterior, de la cual se conserva el campanario antes mencionado y el impresionante arco de la Capilla Trigona.
La fachada del templo es de piedra arenisca, cuyo color amarillo contrasta fuertemente con la enorme cúpula verde azulada, y tiene un sobrio portal de estilo barroco. La cúpula es el elemento más destacado del templo y la más alta de Sicilia (tiene 76 metros de altura), apreciándose a varios kilómetros a la distancia.
El interior del templo es espacioso y se ve acentuado por el color blanco de sus paredes y el uso de pintura azul en sus detalles decorativos. Se encuentra repleta de elementos artísticos que engrandecen aún más la belleza de su interior, así como una cruz de madera pintada que representa la crucifixión y resurrección de Cristo. A su vez, cuenta con un majestuoso altar detrás del cual se encuentra la copia de una pintura bizantina de Madonna delle Vittorie.
Palazzo Trigona
Frente a la catedral se encuentra el Palazzo Trigona, construido en el siglo XVIII por la familia Trigona della Floresta. Se trata de un edificio de tres plantas que supo tener un momento de mucho esplendor. Destaca por su gran portal, sus ventanales y balcones alargados, en uno de los cuales se observa el escudo de la familia Trigona. A su vez, esconde un enorme patio interior.
Tras muchos años de trabajo, el Palacio de Trigona alberga actualmente el Museo Arqueológico de la ciudad.
Iglesia de San Rocco
Piazza Armerina posee un gran número de iglesias que se pueden visitar, además de la catedral. Una de ellas es la Iglesia de San Rocco, conocida también con el nombre de «Fundrò». El mismo se remonta a sus orígenes, concretamente a 1613, año en que fue levantado el templo. En 1622 fue asignada a los monjes de la Abadía de Fundrò, un pequeño pueblo rural situado a 10 km de la ciudad en el que antiguamente había una iglesia y un convento de benedictinos. Luego de que el pueblo fuese destruido, los monjes se instalaron en la Iglesia de San Rocco y construyeron un nuevo convento colindante con el templo.
La iglesia sobresale por el portal que hay en su fachada, labrado finamente en toba amarilla y coronado por un reloj de sol. Su interior, por su parte, resguarda pinturas del siglo XVII y una Virgen de mármol en su altar mayor, proveniente de la antigua Abadía de Fundrò.
Junto a la iglesia se encuentra el Palacio de la Ciudad, cuya arquitectura es muy similar a la del templo.
Iglesia de San Pietro
Otro de los edificios religiosos de mayor renombre de la ciudad es la Iglesia de San Pietro. El conjunto monumental está formado por la iglesia y un convento que fueron levantados alrededor del año 1500 con el fin de acoger una imagen de la Virgen (que hasta ese momento se encontraba en otro templo que había allí mismo).
El templo es conocido también como el «Panteón de Piazza Armerina», ya que es el sitio donde están enterradas muchas de las familias nobles de la ciudad. Su exterior es muy sencillo y puede no llamar la atención. Sin embargo, su interior es una auténtica obra de arte. Su única nave pavimentada con piedra arenisca local posee un hermoso artesonado de madera que crea un efecto óptico muy especial. Por su parte, en el ábside de la iglesia se encuentra el famoso ícono de la Virgen milagrosa.
Luego de visitar el templo, no dejes de acceder al claustro del convento del siglo XVI.
Castillo Aragonés
Aunque solo pueda verse por fuera y su estado de abandono sea notable, vale la pena acercarse al Castillo Aragonés de Piazza Armerina.
El Castillo Aragonés se encuentra situado en la parte alta de la ciudad, en la vertiente sur del monte Mira, y regala hermosas vistas a la Piazza Castello. Su construcción tuvo lugar entre los años 1392 y 1396 y se atribuye al reinado de Martín I, conocido como El Joven. Posee una estructura imponente, con gruesos muros y cuatro torres en sus esquinas.
A lo largo de los siglos la construcción tuvo diferentes usos y pasó por distintas manos, aunque el principio fue una fortaleza defensiva. Esto se mantuvo hasta 1812, cuando comenzó a funcionar como prisión (así lo atestiguan las ventanas de hierro). Hoy en día, el castillo fue comprado por un particular y espera las ansiadas obras de restauración. Durante los meses de verano, suele ser sede de fiestas de barrio y representaciones históricas, de allí que es un sitio muy querido por los locales.
Villa Romana de Casale
A 5 km de Piazza Armerina se encuentra la Villa Romana de Casale, famosa por albergar el conjunto de mosaicos mejor conservados de Sicilia (y posiblemente de toda Italia). No dudes en visitar el lugar y hacer un circuito por sus pasillos y salas repletos de mosaicos que datan de la época romana. Casale es, sin dudas, uno de los imperdibles de un viaje por Piazza Armerina.
Su descubrimiento se produjo en el año 1950 y desde ese momento se ha trabajado de manera constante para sacar a la luz toda su superficie. Además, se han encontrado los restos de un pueblo medieval adyacente.
Si bien se desconoce a ciencia exacta quién fue su propietario, se cree que el dueño de esta lujosa residencia fue Maximiano, quien gobernó el Imperio entre el 286 y el 305 d.C. Algunos historiadores también sostienen que fue un pabellón de caza, tal como indican los motivos de algunos mosaicos, y porque se encuentra en una zona boscosa. De allí la hipótesis de que pudo ser la propiedad de uno de los muchos comerciantes de animales exóticos de Roma.
Su conjunto arqueológico fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, por su aporte al conocimiento del mundo clásico y su excelente estado de conservación. Este último detalle fue posible gracias a que la villa permaneció mucho tiempo cubierta por una gruesa capa de lodo. De ese modo, su arquitectura y sus mosaicos conservan en gran medida el esplendor que tuvieron en su momento. Gracias a esto también se pudo conocer el funcionamiento de las termas, cuyos conductos permanecen intactos.
¿Cómo es la visita a la Villa Romana de Casale?
El trabajo de mosaicos de la Villa Romana de Casale se atribuye a maestros africanos y capta la atención de sus visitantes por la increíble diversidad de tonos y temas que se ven representados. La Villa se encuentra formada por cuatro núcleos distintos: una entrada monumental, la villa real (cuyas habitaciones están llenas de mosaicos) y el complejo de spa.
En total, las dependencias ocupan una extensión de 3500 m² y poseen sus suelos adornados casi en su totalidad por mosaicos. El complejo cuenta con más de 50 salas articuladas en torno a un patio porticado y conectadas entre sí por pasarelas metálicas. De ese modo, el visitante puede recorrer el lugar sin erosionar ni dañar los mosaicos.
Precisamente, en este patio porticado se aprecia uno de los mosaicos más espectaculares de todo el conjunto: el Corredor de la Gran Cacería. En los mosaicos de este pasillo de 64 metros de largo se ven representadas escenas de caza de elefantes, leones, tigres, rinocerontes y otros animales propios del norte de África.
Sin embargo, ningún mosaico es tan famoso como el que verás en la Sala de las Diez Chicas. No únicamente es famoso por su buen estado de conservación, sino porque también se ven plasmadas allí las costumbres deportivas de las mujeres de la época. De ese modo, el dibujo muestra a un grupo de jóvenes vistiendo un bañador muy parecido a los bikinis contemporáneos y portando pesas y mancuernas. Según se cree, las mujeres representadas podrían haberse estado preparando para competir en los Juegos Olímpicos.
Otro de sus mosaicos más interesantes es el que se encuentra en la sala conocida como Scena Erótica. En el mismo se ve representado un beso entre Eros y Psique, los protagonistas de una de las historias de amor más famosas de la mitología clásica.
¿Cuánto cuesta la entrada a la villa?
Si quieres visitar este reclamo turístico de Sicilia, no tienes más que tomar un autobús desde Piazza Armerina o acercarte en tu propio coche. La entrada cuesta algo de 10 € y el parking otros 5 €, pero sin dudas que lo que verás allí dentro vale cada centavo.
¿Qué ver en los alrededores de Piazza Armerina?
Además de visitar Piazza Armerina y la Villa Romana de Casale, puedes aprovechar para hacer un recorrido por otros rincones de la provincia de Enno, como ser Aidone y el Área Arqueológica de Morgantina.
Aidone – Yacimiento arqueológico de Morgantina
El pequeño pueblo medieval normando de Aidone se encuentra a 15 minutos en coche desde Piazza Armerina. Entre sus principales atractivos se encuentra el museo de las excavaciones de Morgantina, además de un destacado patrimonio religioso (con las iglesias de Santa María la Cava y la iglesia y el claustro de Santa Ana como principales exponentes).
Además del museo, no dudes en visitar el yacimiento de Morgantina. Esta ciudad griega de gran importancia histórica y arquitectónica se ubica en el corazón de la isla de Sicilia, rodeada de bosques y muy cerca de Aidone. La importancia de Morgantina se debe a su ubicación, que permitía conectar la costa norte, sur y este.
La visita al recinto de Morgantina comienza en el ágora, la plaza pública en dónde se desarrollaba la vida cotidiana. También podrás divisar los pórticos que llevaban al barrio de viviendas, algunas muy suntuosas y con rastros de mosaicos que sobrevivieron al paso del tiempo, a los graneros y hornos. El recinto también cuenta con un pequeño teatro del siglo IV a.C. dedicado a Dionisio III. Hoy en día, es sede de representaciones teatrales de verano. La Acrópolis, por su parte, se encuentra en lo alto del monte Citadella y está formada por varios templos del siglo VI a.C.
Las excavaciones en Morgantina comenzaron hace relativamente poco tiempo. El rey Gustavo de Suecia fue quien impulsó las primeras tareas que sacarían esta vieja ciudad a la luz. El mando lo tomó luego la Universidad de Princeton, que se llevaría a Estados Unidos (concretamente al Getty Museum de Los Ángeles) piezas de gran valor, como la Venus de Morgantina. Tras las presiones del gobierno italiano, finalmente la pieza fue devuelta a su lugar de origen en el 2011. Hoy en día, se encuentra en el Museo Arqueológico de Aidone.
Enna
Si tienes varios días, no dejes de visitar la bella ciudad de Enna, situada a 35 km de Piazza Armerina. Enna se encuentra en pleno corazón de Sicilia, en una posición privilegiada a 1.000 metros sobre el nivel del mar. Desde lo alto domina toda la provincia, regalando a sus visitantes hermosas vistas de los volcanes Etna y Erice, situados en los extremos de la isla.
Precisamente por esta situación privilegiada, Enna fue uno de los principales enclaves defensivos de Sicilia durante la época medieval. Tan es así, que la ciudad fue duramente asediada por los árabes, bizantinos y aragoneses. El recinto fortificado contaba con un sistema de 20 torreones, de los cuales únicamente se conservan seis. El más alto de ellos, la torre Pisana, afortunadamente aún se mantiene en pie y regala hermosas vistas de la ciudad.
Como testimonio de su rica historia se preservan varios monumentos y fortificaciones, cada uno con su encanto. Hay mucho que ver en Enna, por eso te contamos brevemente cuáles son sus principales puntos de interés.
Un imprescindible es el teatro Piazzale delle Armi, el teatro al aire libre más alto de la isla. Lo mismo sucede con el Castello di Lombardia, una enorme fortaleza construida en el punto más elevado de la ciudad y principal símbolo de Enna. Construido en la época medieval, este bastión defensivo fue clave para la protección de la ciudad. Hoy en día, es uno de los castillos medievales más grandes de Italia y uno de los sitios más visitados del interior de Sicilia.
Si paseas por la vía Roma, llegarás al principal edificio religioso de la ciudad. La Catedral de Enna, dedicada a la Santísima María de la Visitación, es el templo más grande de Enna y una de sus más importantes muestras artísticas. Dueña de diversos estilos arquitectónicos, su interior alberga una impresionante colección de obras de arte que enamorará a cualquier conocedor del tema.
Esto solo por mencionar algunos de los sitios de interés de Enna. Lo cierto es que hay muchos más, tal como descubrirás cuando visites la ciudad. Como sea, no dejes de darte una vuelta por Enna y complementar así tu paseo por el interior de Sicilia.
¿Cómo llegar a Piazza Armerina?
La mejor manera de llegar a Piazza Armerina es en coche particular. De esta manera, podrás ir parando en todos los destinos del interior de Sicilia que desees. Un consejo, no te limites únicamente a los lugares más turísticos. Otros sitios poco promocionados, como es el caso de Piazza Armerina, esconden grandes tesoros.
Tip viajero: Piazza Armerina se encuentra a 700 metros sobre el nivel del mar, por lo que en invierno suele recibir intensas nevadas. Si visitas la ciudad en esta temporada, posiblemente tengas que colocar cadenas en las cubiertas de tu vehículo. De hecho, esto es obligatorio desde el 15 de noviembre al 15 de marzo.
Las ciudades más cercanas a Piazza Armerina son Enna (a 40 minutos, por la SS 117), Caltagirone (a 50 minutos, por la SS 117 y la SS 124); y la villa medieval de Adione (a 15 minutos, por la SS 117 y la SS 288).
Lamentablemente, la isla de Sicilia posee una pobre red ferroviaria, especialmente en su interior, por lo que llegar a Piazza Armerina en tren no es posible. De todos modos, sí podrás arribar por este medio a otras estaciones cercanas, como la de Enna, situada a 32 km. Desde aquí solo resta tomar un autobús a Piazza Armerina (el viaje dura un poco más de media hora).
Los autobuses llegan a la Plaza Marescalchi, que se encuentra a 10 minutos a pie del casco histórico.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Piazza Armerina?
Así como otras poblaciones del interior de Sicilia, Piazza Armerina se localiza varios metros por encima del nivel del mar. Esto se traduce en un clima bastante frío en invierno, que se suele acompañar de copiosas nevadas (tal como te contamos antes). Por eso, quizá lo mejor sea viajar a Piazza Armerina en verano (y de paso aprovechar para visitar la costa).
El verano en Piazza Armerina es bastante caluroso, pero cuando el sol comienza a esconderse y por las noches el clima es muy agradable.
¿Qué y dónde comer en Piazza Armerina?
No dejes de aprovechar tu paso por Piazza Armerina para saborear lo mejor de la gastronomía siciliana. Las comidas de la isla son de lo más variadas y deliciosas, aunque la reina de todos los platos (ya sea en el interior o en la costa) son las pastas en sus múltiples versiones. En verano es sumamente popular la leche de almendras, que se consume en cualquier momento del día, mientras que en invierno abundan las alcachofas, el radicchio, la naranja y la coliflor.
Uno de los platos más tradicionales de la isla, que por ende podrás comer en Piazza Armerina, es la pasta alla norma. Este plato sencillo es originario de Catania y uno de los más extendidos por toda Sicilia. Es un plato con un intenso sabor mediterráneo, en donde los macarones se acompañan con tomates frescos, berenjenas, frutas, albahaca y ricotta.
Otro platillo común es el canonolo, una pasta frita con forma redonda que lleva ricota en su relleno, además de otros ingredientes. Los cannolo generalmente se sirven con pistachos esparcidos en su parte superior, piel de naranja y gotitas de chocolate. Como ves, la ricota aparece en muchos platos. Tal es el caso de la cassata, una tarta elaborada con este ingrediente, pasta de almendras, azúcar glas, frutas confitadas y, por supuesto, un bizcocho.
En el casco histórico de Piazza Armerina encontrarás una gran cantidad de bares, restaurantes y trattorías en donde podrás degustar una gran variedad de pastas y platillos locales. Igual de populares son las pizzerías, las cuales se disponen en su mayoría alrededor de la Plaza Boris Giuliano.
Hasta aquí llegamos con nuestra guía de viaje por Piazza Armerina. Como pudimos ver, el interior de Sicilia esconde grandes atractivos. La isla invita al viajero no solo a disfrutar de sus playas, sino también a ser testigos de su rico patrimonio histórico y arquitectónico. Esperamos que hayas disfrutado del paseo y te animes a visitar esos lugares que otros viajeros prefieren obviar. ¡Créenos que esto tiene sus ventajas! ¡Nos vemos en el próximo destino!
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