Puigcerdá es la capital de la hermosa comarca catalana de la Baja Cerdanya. Situada muy cerca de la frontera con Francia y a más de 1.000 metros de altitud, el pueblo y sus alrededores sorprenden por su belleza paisajística marcada por montañas, bosques, lagos, prados y ríos.

El clima, entorno natural y lago artificial de Puigcerdá lo convirtió en un popular centro de veraneo a finales del siglo XIX. Hoy en día, muchas familias de Barcelona tienen su segunda casa allí, por lo que el pueblo tiene mucho movimiento en verano, pero también en invierno, cuando se convierte en un paraíso invernal.

Puigcerdá se puede visitar tranquilamente en un día, pero lo más recomendable es pasar el fin de semana completo y aprovechar la ocasión para explorar sus alrededores plagados de naturaleza. A su vez, muy cerca hay pequeñas poblaciones que mantienen el encanto típico de los pueblos de montaña.

En pocas palabras, Puigcerdá es dueño de un encantador casco histórico y alrededores perfectos para dar tranquilos paseos, practicar deportes de invierno y hacer turismo activo.

Puigcerdá-España

¿Cómo llegar a Puigcerdá?

Puigcerdá se encuentra a 156 km de Barcelona, distancia que se recorre en unas 2 horas aproximadamente, según el tráfico. Andorra se ubica a una hora, mientras que la frontera con Francia (concretamente el pueblo Bourg-Madame) está a muy pocos minutos.

Para llegar a Puigcerdà desde Barcelona hay que tomar la C-16, carretera que tiene dos peajes, uno en Manresa (8€) y otro en el Túnel del Cadí (12€). Ten en cuenta que esta carretera es muy transitada, puesto que es la vía de comunicación con Andorra y la comarca de Cerdanya, por lo que en fin de semana o en temporada alta puede ser un verdadero hormiguero de coches.

Si la idea de pasar estrés conduciendo no te suena amigable, entonces puedes llegar a Puigcerdà en tren. El pueblo posee estación propia con la línea Rodalies R3 de Renfe. Desde Barcelona el viaje dura aproximadamente 3 horas. Otra opción es tomar los autobuses de la compañía Alsa, que demora más de 3 horas y pasa por otras localidades (Alp, Berga, Gironella, Sallent y otras).

¿Qué ver en Puigcerdá?

No quedan dudas de que el principal atractivo de Puigcerdá es la naturaleza que lo rodea. Situado en el corazón del Pirineo Catalán, el pueblo hace de base ideal para explorar las montañas, disfrutar de pistas de esquí en invierno, hacer rutas de senderismo en verano y más.

Pero, antes de hacer esto no puedes dejar de perderte por las callejuelas estrechas, irregulares y con pendiente del centro histórico. Las mismas te llevarán a rincones de encanto, plazas animadas, monumentos antiguos, templos… Puigcerdá es un pueblo por el que vale la pena perderse.

Entonces, para responder concretamente la pregunta, en Puigcerdá te sugerimos pasar al menos medio día paseando por el pueblo, visitando su lago artificial y degustando alguna comida catalana. Luego, puedes destinar lo que reste del día (o mejor, del fin de semana) para recorrer pueblos cercanos o atractivos naturales en sus alrededores.

No te preocupes, porque en esta guía de viaje por Puigcerdá te damos un montón de opciones, de manera que puedas elegir en función a tus preferencias.

Plaza de Santa María

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La Plaza de Santa María (Plaça de Santa María) es el corazón de Puigcerdá. Alrededor de ella, en la Plaça del Ajuntament (Plaza del Ayuntamiento), la Calle Mayor y el Passeig 10 d’Abril, se concentra la mayor actividad comercial y turística. La zona está repleta de tiendas, restaurantes, bares, hoteles y más.

La Plaza de Santa María es pintoresca y animada, especialmente cuando se celebra el mercado medieval el primer fin de semana de julio de cada año. También se viste de colores en los carnavales de febrero, época que coincide con la Fiesta del Trinxat, una joya de la gastronomía local.

En esta plaza se encuentra también uno de los edificios más singulares y famosos de Puigcerdà: la Iglesia de Santa María. Lamentablemente, de este antiguo templo erigido a finales del siglo XII en estilo románico y reformado en gótico a finales del XIII solo se conserva su torre campanario. El motivo de esto fue la Guerra Civil Española, que acabó con él.

La torre de más de 30 metros sobrevivió a la guerra y sigue en pie hasta el día de hoy. De allí que se haya convertido en todo un símbolo de Puigcerdá. Hoy en día es la sede de la Oficina de Turismo, donde podrás pedir un mapa y toda la información que necesites.

No dejes de subir a la parte superior de la torre para obtener una panorámica hermosa de Puigcerdá y las montañas a su alrededor. Para acceder al campanario hay que pagar 1,5 € (para los menores de 12 años la entrada es gratuita).

Otro edificio histórico que se preserva en Puigcerdá es el antiguo Hospital de la Villa, también situado en la plaza de Santa María. Su origen data del siglo XII y en su momento se usó para amparar a enfermos y personas de bajos recursos. La violencia vivida durante la Guerra Civil Española también dejó sus huellas en este lugar.

Iglesia de Sant Domènec

La Iglesia de Sant Domènec es hoy en día el principal templo parroquial de Puigcerdá. Construida a finales del siglo XV en estilo gótico, destaca por su portada de piedra y mármol perfectamente conservada.

Lago de Puigcerdá y Parque Schierbeck

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El spot más famoso de Puigcerdá es el de su lago artificial, que en invierno se congela por completo y en verano es el punto de encuentro popular de turistas y locales.

Situado en la misma villa, a escasos 5 minutos del centro, se tiene constancia de este lago artificial desde la segunda mitad del siglo XIII. Por aquel entonces se usaba como depósito de agua para las inundaciones, para regar los huertos de la villa, producir hielo, electricidad y más.

Hoy en día, es un espacio de relajación que invita a alquilar una barca a remos, tomar fotografías, hacer un buen picnic o simplemente descansar.

Junto al lago de Puigcerdà se encuentra el pequeño Parque Schierbeck. Su nombre hace alusión a German Schierbeck, el Cónsul General de Dinamarca en Barcelona, que fue quien impulsó su construcción a finales del siglo XIX. El parque se inauguró en 1925 y en 1992 fue remodelado luego de un temporal. Hoy en día, es un sitio muy visitado y tranquilo.

A su vez, en los alrededores del lago de Puigcerdà verás muchas casas de color rojo de estilo ecléctico. La mayoría de ellas son casas de veraneo construidas por la burguesía catalana cuando la villa comenzó a ganar popularidad. Estas construcciones cambiaron la fisonomía de la villa e impulsaron la urbanización de los márgenes del lago y también la creación del Parque Schierbeck.

Museu Cerdà

El mejor lugar para conocer la apasionante historia de la comarca es el Museu Cerdà. Se encuentra situado en un antiguo convento carmelita del siglo XIX, en pleno casco urbano de Puigcerdá. Su exposición permanente permite conocer el estilo de vida de las familias cerdanas en los siglos XIX y XX.

Camí dels Enamorats

El Camí dels Enamorats es una ruta muy sencilla e ideal para compartir en familia, ya sea en otoño, verano o primavera.

La senda comienza en la plaza Dionís Puig de Puigcerdà y llega al estanque del Torniquet, ya en el límite con Francia. En la plaza verás un torreón que perteneció a la casa de uno de los primeros veraneantes de Puigcerdà. El camino sigue por el pasaje Rigolisa, que tiene este nombre porque lleva a la Iglesia Sant Jaume de Rigolisa (que por cierto, también vale la pena hacer).

Una vez que pases un par de casas de gente adinerada, verás el inicio del Camí dels Enamorats, un sendero de tierra que va paralelo a la acequia que lleva el agua al lago del pueblo. El camino está lleno de vegetación y tiene un aire muy romántico, de allí su nombre.

Un plus es que el Camí dels Enamorats forma parte de la ruta literaria de Carlos Ruiz Zafón, que pasa por algunos de los escenarios de la famosa novela “El juego del ángel”. A mitad de camino verás un desvío hacia la iglesia de Sant Jaume de Rigolisa.

El objetivo es llegar al estanque del Torniquet, ya prácticamente en la frontera con Francia. Este cuerpo de agua es muy pequeño, pero los colores de la naturaleza a su alrededor le dan un aura mágica.

¿Qué ver en los alrededores de Puigcerdá?

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La Cerdanya es una de las comarcas más bellas de Cataluña. Por ende, salir a explorar los alrededores de Puigcerdá es todo un acierto.

Por cierto, la comarca se divide en la Alta Cerdaña (Cerdagne o Cerdagne en francés) y la Baja Cerdaña, de la cual es capital Puigcerdá. Hasta 1659, cuando se firmó el Tratado de los Pirineos, toda la Cerdanya formaba parte de Cataluña. Pero, luego de este hecho la Cerdagne pasó a ser francesa.

Puigcerdá se encuentra rodeada por dos cadenas montañosas: el Pirineo Catalán al norte y el Parque de la Sierra del Cadí Moixeró al sur. Por ende, hay muchas opciones para disfrutar del aire libre y la naturaleza en sus alrededores.

Asimismo, cerca de Puigcerdá hay un montón de pueblos que vale la pena visitar. Uno de ellos es el recóndito Bagà, situado dentro del Parque de la Sierra del Cadí Moixeró. Si cruzas la frontera llegarás a Llivia, un pintoresco pueblo español situado en territorio francés. A estas propuestas se suman los pequeños enclaves de Alp, Bellver de Cerdanya y otros.

Por ende, hay un montón de sitios interesantes para ver en los alrededores de Puigcerdá.

Bagà

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La recóndita y bella Bagà es una diminuta localidad situada dentro del Parque Natural del Cadí-Moixeró. Enclavada en el Prepirineo, este pueblo medieval de calles empedradas tiene su punto neurálgico en la Plaza de la Porxada (hoy Plaza Galceran de Pinós), que lleva este nombre porque está rodeada de pórticos con arcos de piedra.

La plaza perfectamente conservada es el punto a partir del cual ascienden calles empinadas hacia el castillo/palacio de los Pinós, el cual domina la localidad y conserva algunos vestigios de la época medieval.

La Iglesia de San Esteban es el monumento más conocido de Bagà. Construida en el siglo XIV, se distingue por su imponente portada de estilo gótico. Otro integrante de su patrimonio religioso es el Santuario de la Virgen de Paller, erigido a mediados del siglo XVIII, cuyo interior custodia la imagen de la patrona de Bagà.

Otro rincón interesante de esta villa medieval es el Centro de Interpretación del Catarismo, alojado en el interior del Palacio Pinós. ¿Quienes fueron los cátaros? Un grupo religioso proveniente de Francia que rechazaba la riqueza material y fue repudiado por la Iglesia y sus miembros condenados por herejes. El museo es ideal para conocer su historia.

La visita a Bagà es complementaria a la del Parque Natural de las Sierras del Cadí y Moixeró, cuyo centro de interpretación se encuentra en el mismo pueblo.

Llivía, el complemento ideal de Puigcerdá

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Esta pequeña localidad de la Cerdanya pertenece a la provincia de Girona, pero se ubica en territorio francés. Situada a menos de 10 km de Puigcerdá, Llivía es uno de los pueblos más bonitos de los Pirineos.

En Llivía puedes visitar su histórica farmacia (la más antigua de Europa), las ruinas de un castillo y la iglesia parroquial, entre otras cosas. De todos modos, la visita no te llevará más de medio día, por lo que es el complemento de viaje ideal con Puigcerdá.

Los restos del Castillo de Llivía se posicionan en lo alto de una colina y lucen este estado luego de que la fortaleza fuese arrasada por las tropas del rey francés Luís XI en 1478. Su posición estratégica la convirtió en el escenario de muchas batallas de la época, por lo que reviste mucha importancia histórica. Además, vale la pena subir por las hermosas panorámicas que se disfrutan desde este punto.

El acceso al castillo se realiza por un camino que parte del parking de la iglesia. La caminata no lleva más de 15 minutos y si bien es en ascenso, no representa demasiada dificultad.

Otro de los atractivos del pueblo es el Museo Municipal de Llívia. Este espacio ubicado a los pies de la Torre Bernat So exhibe el mobiliario de la Farmacia Esteve, considerada la más antigua conservada de toda Europa (su fundación data de 1594).

La Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles es el edificio más famoso de Llívia. Su construcción tuvo lugar en la primera mitad del siglo XVII, sobre los restos de un templo mucho más antiguo. Junto a ella se encuentra la Torre de Bernat So, un edificio militar del siglo XV que durante años funcionó como cárcel real.

Además de ver estos sitios emblemáticos, vale la pena recorrer el pequeño casco histórico de la villa. El mismo se distingue por sus casitas de invierno construidas en piedra, madera y pizarra y por tener una buena oferta de bares y restaurantes, pese a lo pequeño que es el pueblo.

Alp

A menos de 10 km de Puigcerdá se encuentra Alp, otro pequeño enclave de la comarca de la Cerdanya famoso por su casco antiguo, castillos y centros de esquí. En definitiva, Alp es otro pueblo de montaña que complementa perfectamente el paseo por Puigcerdà.

Alp es un importante centro de deportes de invierno de Cataluña. El motivo es que dentro de su término municipal se encuentran dos de las pistas de esquí más importantes del territorio español: La Molina y La Masella. Ambas se posicionan en un entorno incomparable y son más que un paraíso invernal, puesto que en verano se prestan para disfrutar de actividades como ciclismo de montaña, senderismo y tirolinas.

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Puede que los deportes de invierno no sean de tu interés. En ese caso, pasear por el casco antiguo de Alp es la mejor alternativa. Como todo pueblo de montaña, destaca por sus calles estrechas y empedradas y edificios históricos, como la iglesia románica de San Pedro. Aquí también encontrarás una buena cantidad de bares, restaurantes y terrazas que invitan a saborear delicias catalanas.

A las afueras de Alp, a menos de 1 km, se ubica la Torre de Riu, un llamativo castillo que se levantó en 1896 siguiendo un estilo muy similar a los castillos de la Bretaña. Adosada a esta construcción encontramos una capilla medieval conocida como la Divina Pastora. De todos modos, el templo que verás hoy en día es una reconstrucción, puesto que la original se perdió con la Guerra Civil Española.

Parque Natural del Cadí-Moixeró

Muy cerca de Puigcerdá (a 55 km) encontramos el Parque Natural del Cadí-Moixeró, un espacio natural de más de 40.000 hectáreas situado sobre la base de la Sierra del Cadi.

Este extenso espacio natural protege una mole montañosa de 30 km de extensión que separa las áreas pirenaicas de las prepirenaicas. Lo más atractivo aquí son las múltiples opciones de senderismo adaptadas a diferentes niveles de exigencia. Los mismos permiten al caminante acceder a los principales puntos de interés del parque y a los municipios que lo componen.

Estany de Malniu

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A 15 km de Puigcerdá encontramos este precioso lago de montaña ideal para disfrutar de una jornada en plena naturaleza. No en vano, es uno de los rincones de la Baja Cerdaña más visitado, especialmente en verano. En la temporada estival sus lagos, estanques y refugio se convierten en el lugar favorito de los excursionistas.

Aquí también encontrarás una amplia red de senderos que en su mayoría parten del refugio de Malniu. Los caminos están muy bien señalizados y conducen a lagos glaciales, el estanque en sí mismo, bosques frondosos y zonas montañosas de enorme belleza.

Mapa de Puigcerdá y alrededores

Como puedes ver, Puigcerdá y sus alrededores son ideales para disfrutar de unas vacaciones en los Pirineos Catalanes. Tanto en el pueblo como en los sitios que lo rodean encontrarás un montón de actividades para disfrutar al aire libre y sitios muy ricos en historia y cultura.

Créditos fotográficos

  • (https://pixabay.com/es/photos/lago-de-puigcerd%c3%a1-paisaje-4953425/), por matressa_
  • (https://pixabay.com/es/photos/paisaje-cielo-cerdanya-nubes-430103/), por isi_madrid
  • (https://pixabay.com/es/photos/baga-catalunya-monta%C3%B1as-paisaje-4231468/), por matressa_
  • Campanar de l'antiga església de Santa Maria (Puigcerdà) (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Campanar_de_l%27antiga_esgl%C3%A9sia_de_Santa_Maria_%28Puigcerd%C3%A0%29_-_11.jpg), por MARIA ROSA FERRE/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.en)

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