Si te encuentras haciendo turismo por la provincia de Tucumán (Argentina), visitar Villa Nougués tiene que estar dentro de tus planes. Situada en un paisaje serrano y selvático de mucha belleza, este pequeño enclave separado por tan solo 25 km de la capital enamora a primera vista. ¿Qué tiene de especial Villa Nougues? La postal que regala es poco habitual en Argentina, con una arquitectura que remite a los países europeos.
Cuando llegues a Villa Nougués te recibirá un puñado de casonas aristocráticas que se asoman tímidamente entre cerros repletos de vegetación. Ya de lejos, la postal tiene un encanto especial.
Tal como te contamos antes, este destino no concuerda con lo que alguien puede esperar de un paisaje tucumano. Incluso, hay quienes dicen que el pueblito de Boutx, en los Pirineos franceses, fue la musa inspiradora del ingeniero Luis Nougués, el empresario azucarero que fundó la villa.
El sello distintivo de Villa Nougués son sus construcciones que siguen un marcado estilo europeo, las cuales se ven embellecidas gracias a la exuberante vegetación que se abre a sus alrededores. La presencia de un microclima y la altura del lugar (1350 metros sobre el nivel del mar), favorece el desarrollo de pinos, palmeras, hortensias, violetas, agapantos y más. El resultado es una postal encantadora.
El acceso a Villa Nougués se realiza ascendiendo al cerro San Javier a través de la Ruta Provincial 338, por un trayecto serpenteante inmerso en una vegetación formada por sauces llorones, lianas, selvas de helechos y plantas trepadoras.
Las Redes Sociales son en parte responsables de que Villa Nougués se haya hecho visible en este último tiempo ante los ojos de muchos turistas que jamás habían oído de este lugar. Gracias a eso, son cada vez más los viajeros que pasan por este pequeño enclave que parece sacado de un cuento de hadas. Como queremos que seas uno de ellos, hemos armado esta pequeña guía de viaje por Villa Nougués, para que puedas ser testigo de su encanto.
Camino a Villa Nougués desde San Miguel de Tucumán
Muchos turistas pasan por San Miguel de Tucumán. Aunque la ciudad no está dentro de las más lindas de Argentina, sí es una de las que más relevancia histórica posee. Por eso, si tienes en mente visitar Villa Nougués, deberías dedicar un día o dos a recorrer la capital de la provincia para conocer sus principales puntos de interés y comer empanadas tucumanas (no puedes irte sin hacer esto último).
Como ya sabes, hacer una escapada a Villa Nougués también tiene que estar dentro de tu itinerario. Lo mejor de todo, es que la aventura comienza antes de llegar a la villa, cuando comiences a transitar por un camino de película envuelto entre yungas y cerros cargados de vegetación. Sí, como en toda Argentina, Tucumán posee paisajes de ensueño.
Para ir a Villa Nougués desde San Miguel de Tucumán tendrás que tomar la Autopista General Roca (RP 380) y conducir en dirección suroeste hasta el empalme con la RP 338. Allí te toparás con el pequeño poblado de San Pablo, el cual posee el diseño propio de aquellos que fueron edificados alrededor de ingenios azucareros.
Poco a poco, la capital irá quedando atrás y comenzarás a adentrarte en una geografía diferente, con la selva verde como denominador común del recorrido. Una vez que pases la localidad de Yerba Buena, verás que inicia un camino de curvas y en ascenso que pasa por un gigantesco Cristo Redentor que anuncia la cumbre del cerro San Javier. Desde este punto se obtiene una panorámica increíble de la capital tucumana. Allí se encuentra también el Hotel Club Sol, el cual invita a hospedarse en un lugar inmejorable.
Luego de tomar un par de fotos, es momento de seguir viaje a Villa Nougués. A medida que avances la selva se volverá más tupida y 24 km después de haber salido de la capital comenzarán a aparecer algunas construcciones y mansiones dispersas entre las yungas. La mejor vista se encuentra en el punto más alto del camino, cuando un pequeño pueblo aparece frente a tus ojos. Has llegado a Villa Nougués.
Historia de Villa Nogués
Nuestro destino de hoy es, probablemente, la villa veraniega más hermosa y conocida de las que hay alrededor de la capital tucumana. Los principales responsables de esto son el clima excelente que disfruta durante todo el año, su cercanía a San Miguel de Tucumán y los paisajes fascinantes que la rodean en todas sus direcciones.
Villa Nougués nació en 1899, cuando el ingeniero Luis Francisco Nougués decidió construir una casa de veraneo, aunque la fundación oficial se produjo en 1904. Nougués fue un destacado industrial azucarero y hombre público de Tucumán que gobernó la provincia entre los años 1906 y 1909.
Tras la construcción de la casa de veraneo de Nougués, poco a poco el lugar sería elegido por la élite política e intelectual de la provincia, quienes buscarían refugio en esta zona con un microclima y belleza tan particular. Así, de a poco se fueron sumando otras construcciones aristocráticas a la de Nougués y la villa fue adquiriendo el aspecto que luce hoy en día.
Tal como te contamos antes, se cree que la intención de Nougués fue recrear la arquitectura del pueblo de Boutx, del cual provenía su linaje. Lo cierto es que el resultado fue espectacular. Otras personas que eligieron este enclave para construir sus casas señoriales fueron el filósofo e historiador Juan B. Terán (fundador de la Universidad Nacional de Tucumán), el filósofo Alberto Rougès y otros.
Por Villa Nogués pasaron personalidades de relevancia mundial que eran recibidas en este lugar cuando visitaban la provincia. Así fue el caso, por ejemplo, de Theodore Roosevelt, quien pasó por la villa en 1913.
Lo mejor de todo, es que Villa Nougués no ha perdido la magia ni la mística que tenía en sus orígenes. Más bien, todo lo contrario, los ha sabido preservar muy bien.
¿Qué ver en Villa Nougués?
Villa Nougués no posee una lista interminable de atractivos. Podríamos decir que el atractivo es el pueblo en sí mismo. Su ambiente tranquilo es ideal para pasear sin rumbo y tomar cientos de fotografías desde diferentes ángulos.
Ya sea a pie, en bicicleta o en auto puedes transitar por sus calles e ir admirando los hermosos chalets rodeados de árboles y lomas.
Uno de los sitios emblemáticos es la Hostería Villa Nougués, quien fue la principal residencia del lugar. Aquí fue donde Luis Nougués colocó la piedra fundacional del pueblo en un acto que tuvo lugar en 1903. Sin dudas, es el mejor sitio para conocer la historia de la villa. Además, la hostería cuenta con un restaurante donde podrás comer comida tradicional y disfrutar de unas vistas hermosas.
Ya sea en Villa Nougués o en cualquier ciudad o pueblo tucumano, no puedes irte sin probar los platos propios de la gastronomía de la región. Comer unas empanadas tucumanas mientras disfrutas de las vistas de este pueblo tan bonito es un excelente plan para un fin de semana. Las empanadas tucumanas son uno de los sellos de identidad de esta bonita provincia. Si eres extranjero y no sabes en qué consiste este plato tradicional, la mejor manera de descubrirlo es probándola.
Otros protagonistas de la gastronomía tucumana son los tamales, que se preparan con harina de maíz y zapallo, se llenan con carne vacuna o cerdo, pasas de uva, huevos y condimentos. Luego, la mezcla se sirve envuelta en una chala de maíz atada con un hilo. Una comida rica y vistosa a la vez. Otro plato regional imperdible es la humita. En este caso hablamos de una preparación espesa y suave hecha a base de choclo, zapallo y queso que se puede comer al plato o en chala.
Dejemos de lado la comida y regresemos al pueblo. Otros puntos vistosos son la gruta de la Virgen de Lourdes y el puente colgante, aunque quien se lleva todos los aplausos es la Iglesia del Sagrado Corazón, situada frente a la hostería. Cualquier foto de la villa que busques en internet te mostrará esta hermosa construcción erigida en piedra y estilo neogótico en 1918. En tu colección de fotografías de Villa Nougués no puede faltar este lugar, puesto que es el emblema del pueblo.
Finalmente, Villa Nougués cuenta también con una tradicional cancha de golf, la cual es sede de torneos y competencias que congregan a fanáticos de todo el país.
Sierra de San Javier
El complemento ideal del paseo por Villa Nougués es la Sierra San Javier, un pulmón verde situado muy cerca de la capital. Lo sorprendente de Tucumán es que, siendo una provincia tan pequeña, alberga una enorme diversidad de paisajes, combinando zonas llanas, de sierra y montaña. Por eso, nunca dejarás de conocer lugares hermosos.
La Sierra San Javier se ubica al oeste de San Miguel de Tucumán, a unos 20 km aproximadamente, y posee una vegetación donde predominan las yungas. Su pico máximo es el cerro Taficillo, con 1.876 metros de altura. Luego, desciende suavemente hasta Anta Muerta a 1.240 metros, mientras que en su extremo sur, en la zona donde se ubica Villa Nougués, alcanza los 1.350 metros.
La Sierra San Javier es una gran oportunidad de hacer turismo por la naturaleza y disfrutar de actividades al aire libre. La mayor parte de su superficie se encuentra contenida dentro del Parque Sierra San Javier. El mismo se encarga de proteger los recursos naturales de la región y sus cuencas hidrográficas, brindando posibilidades para la recreación y la educación.
El parque cuenta con carteles informativos sobre los distintos tipos de paseos, servicios y las normas de conducta que deben respetar los visitantes. El objetivo es lograr que el impacto del hombre sobre la naturaleza de la región sea mínimo.
Si eres amante del senderismo, dentro del parque podrás hacer varios senderos interpretativos que te llevarán a conocer diferentes puntos de interés. También, puedes admirar el impresionante monumento llamado Cristo Bendice. El mismo observa la ciudad de San Miguel de Tucumán desde las alturas, regalando una panorámica inmejorable de la capital. Además, es la puerta de entrada a la villa veraniega de San Javier.
Otro atractivo interesante es la cascada del río Noque, a la cual se llega a través de un hermoso sendero que transcurre en medio de la selva de yungas. Una vez allí, encontrarás una piscina natural oculta entre la vegetación, ideal para darse un chapuzón refrescante.
Para los amantes del trekking el parque les brinda la oportunidad de subir a la cumbre del Taficillo, el punto más elevado de la sierra. Si bien demanda un poco de esfuerzo, las vistas desde lo alto son encantadoras. Eso sí, la época adecuada para subir es entre abril y noviembre. No se recomienda hacerlo entre diciembre y marzo, puesto que las lluvias pueden entorpecer la travesía.
Como puedes ver, la visita a Villa Nougués es una oportunidad única de descubrir la belleza de la selva de yungas tucumana. Un paseo inmerso en la naturaleza, con una buena dosis de arquitectura y gastronomía. Tanto si eres de la capital o si te encuentras haciendo un viaje por el norte de Argentina, hacer un stop en Villa Nougués es algo que disfrutarás mucho.
¿Conocías Villa Nougués? ¿Te gustó el artículo? Si es así, compártelo con tus amigos y llévalos contigo a conocer este hermoso destino de Tucumán. ¡Hasta la próxima!
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