Viaje a la ciudad santa de Kairouan

Nuestro destino de hoy es Kairouan, la ciudad árabe más antigua de Túnez y la cuarta ciudad más santa del Islam para los musulmanes (luego de La Meca, Fez y Jerusalén). Es una visita más que recomendada de cualquier tour por Túnez, donde encontrarás mucha historia y cultura. 

Kairouan se encuentra a 160 km al sur de la capital. Es un destino que respira religiosidad en cada uno de sus rincones. De hecho, para los musulmanes ir siete veces a Kairouan equivale a una visita a la Meca. Tratándose de una ciudad santa, te imaginarás que cuenta con un buen número de templos y mezquitas para visitar. Tan es así, que su nombre significa “la ciudad de las 300 mezquitas”, en alusión a la importancia de sus edificios religiosos.

Es una ciudad que en cada uno de sus rincones transmite historia. Para comprender un poco sus orígenes, debemos remontarnos al año 670, aunque la época de máximo esplendor le llegó dos siglos más tarde, llegando a representar una de las ciudades más importantes para el Islam. Precisamente por ello, su patrimonio arquitectónico e histórico es muy valioso. Destaca de manera especial su medina rodeada por más de 3 km de murallas, como también sus mezquitas.

En resumen, Kairouan tiene muchos sitios interesantes que el viajero puede descubrir tranquilamente en un día. Sus calles estrechas y adoquinadas, las murallas, los zocos y los edificios religiosos atrapan al viajero durante su visita. Luego, tienes la opción de recorrer los alrededores, que también acogen sitios interesantes. Más adelante te hablaremos de ellos, ahora concentrémonos en todo lo que Kairouan tiene para ofrecer.

¿Qué ver en Kairouan?

Como ya sabes, el patrimonio de Kairouan es grande. Fue la ciudad que dominó gran parte del Magreb, una región del norte de África conformada por Marruecos, Mauritania, Argelia, Túnez y Libia. Tan grande es su riqueza patrimonial que en 1988 la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad. 

Kairouan es una ciudad acogedora, en donde la hospitalidad de sus habitantes sorprende gratamente al turista. Los mismos llegan a la ciudad para poder disfrutar de su arquitectura totalmente islámica, pasear por sus murallas construidas en 1052, visitar la Medina (el antiguo distrito musulmán) y sus mezquitas.

Medina de Kairouan

La medina de Kairouan es una de las que mejor se conserva de todo Túnez. Esto se debe, en gran parte, a que se encuentra rodeada por kilómetros de murallas y muros de diez metros de altura que durante mucho tiempo la protegieron.  

Las primeras murallas de la medina fueron construidas a finales del siglo VIII, aunque las que verás hoy en día datan del siglo XVIII. De sus tres puertas de acceso la más antigua es la de Bab El Khoukha, construida en 1706. La misma se caracteriza por su arco de herradura sostenido por columnas.

La medina de hoy consiste en una serie de calles residenciales que con el tiempo han ido cambiando un poco su fisonomía. Hoy en día, las modestas casas poseen arcos y contraventanas pintados de color azul y verde. También cuenta con pequeñas plazas y zocos en donde encontrarás lo que busques. Es la zona más bulliciosa y concurrida de la ciudad y una visita imprescindible. Lo mejor que puedes hacer allí es dejarte llevar por su laberinto de callejuelas y descubrir tesoros ocultos.

El acceso a la medina se realiza por la Puerta de los Mártires, construida en el 1772, en la cual se aprecia una arquitectura de estilo bizantino. Recorrer su laberinto de calles sin comprar un recuerdo es prácticamente imposible. Si quieres visitar la zona más comercial, entonces debes dirigirte a la Avenida 7 de noviembre y al zoco cubierto. La zona queda desierta los viernes a la tarde en los momentos de oración. Del mismo modo, por las noches y los días domingos se respira una atmósfera más tranquila.

Gran Mezquita

El edificio más conocido de la medina y el templo más emblemático de la ciudad es la Gran Mezquita. Construida en el año 670, es uno de los edificios religiosos más importantes del mundo islámico y una visita imprescindible de la ciudad. Se la conoce también con el nombre de Mezquita de Uqba, ya que fue construida por Uqba ibn Nafi

La Gran Mezquita de Kairouan destaca por sus más de 400 columnas que sostienen sus techos, por su bellísima sala de oración con columnas blancas y su patio redondeado lleno de arcos. Vista desde el exterior, más que una mezquita parece ser una enorme fortaleza. Lo cierto es que se trata de uno de los templos más grandes del norte de África y una de las mezquitas más relevantes de Túnez. En la entrada observarás una tumbas del siglo XII, que impactan tanto por su forma como por su intenso color blanco. 

Una aclaración que vale la pena hacer, es que la entrada a su sala de oraciones es exclusiva de quienes profesan la religión musulmana. Aun así, vale la pena pasear por su impresionante patio rodeado por columnas de granito y mármol, con capiteles que datan de la época romana. Además, desde la puerta podrás contemplar la majestuosidad de la sala de oraciones, con sus más de 400 columnas de mármol blanco decoradas con pórfido rojo y granito azul. Tampoco olvides visitar el Museo de la Mezquita, un edificio situado enfrente del templo, en donde encontrarás una interesante colección de objetos.

Mezquita del Barbero

Si bien la Gran Mezquita se lleva todos los aplausos, lo cierto es que no es el único espacio santo de la ciudad. De hecho, en Kairouan hay otros 50 templos. Un sitio curioso es la Mezquita del Barbero, en donde (según los lugareños) descansan los restos de Abu Zama el Belaoui. Este hombre santo habría sido compañero de Mahoma, de quien conservaba tres pelos de su barba. Pronto, la gente comenzó a llamarla como el “barbero del Profeta”, de allí que la mezquita quedó con ese singular nombre. 

La Mezquita del Barbero fue construida en el siglo VII y remodelada en varias ocasiones. El elemento más destacado de su construcción es el minarete de estilo andalusí, una medersa, los azulejos y el estucado presentes en el interior del templo. Asimismo, cuenta con dos ventanas neoclásicas de estilo italiano.

Mezquita de los Sables

Otra visita recomendada es a Zauia de Sidi Amor Abbada o Mezquita de los Sables, que es considerado como uno de los templos más bellos y singulares de la ciudad.

La Mezquita de los Sables fue construida en 1872 y en su arquitectura destacan siete cúpulas blancas que coronan el recinto. En su interior descansan los restos Amor Adaba, también conocido como Sidi Adaba, un herrero que realizaba creaciones un poco extravagantes, pero era considerado un santo en Kairouan. Por ende, su mausoleo es otro sitio de culto para los musulmanes. 

Mezquita de las tres puertas

La Mezquita de las tres puertas es muy bonita por fuera, aunque lamentablemente solo puede ser visitada por los musulmanes. Lo particular de este templo es que posee la fachada esculpida y decorada más antigua del arte islámico. Fue construida durante el período aglabí, una dinastía que gobernó durante mucho tiempo la ciudad. El aire majestuoso de la construcción está dado por la utilización de la piedra blanda esculpida y en su fachada destacan los tres arcos de herradura que descansan sobre capiteles y antiguas columnas que fueron reutilizadas.

Museo y mausoleo de Sidi Abid

Desde la calle principal de la medina, toma la segunda calle a la derecha (Sidi Ghariani) y a pocos metros de la Avenida Ali Belahoune, llegarás a la tumba y museo de Sidi Abid El Ghariani. Sidi Abid fue un hombre santo que vivió en la ciudad durante el siglo XIV, discípulo de un erudito llamado El Jedidi, que tenía la intención de integrar la enseñanza de las ciencias religiosas. Luego de su muerte en 1384, Sidi Abid siguió sus enseñanzas hasta su propia muerte. Hoy en día, los turistas pueden visitar la tumba donde descansan los restos de este hombre santo.

El edificio es una construcción notable, que no pasará desapercibido. Allí, además de visitar su tumba, podrás conocer el oratorio y una medersa o escuela coránica. Además, es sede de la Asociación para la Salvaguarda de la Medina, un espacio que se ocupa de la preservación y restauración del casco antiguo.

En la construcción predomina un estilo andalusí, especialmente en la zona del mausoleo, que está decorada con azulejos y un techo de madera tallada. Todo el interior del recinto se encuentra maravillosamente decorado, el patio está pavimentado en mármol y cuenta con bellos pórticos. Los techos están finamente construidos con madera y estuco y sus cúpulas son suntuosas. Sin dudas, si te gusta la arquitectura tradicional andalusí, es un lugar que debes visitar.

Por su parte, en la tumba de Sidi Abid observarás una serie de artefactos curiosos, como gigantescas anclas, bronces y espadas que narran la historia de su dueño y aluden a su personalidad y fe.

Si quieres visitar el Museo y Mausoleo de Sidi Abid podrás hacerlo de 9 am a 4 pm (entre septiembre y marzo) y de 8 am a 2:30 pm (entre julio y agosto). La entrada te da acceso a otros monumentos de la ciudad, como la Gran Mezquita de Kairouan o las cisternas aglabíes.

Cisternas de los Aglabíes

Otro de los sitios interesantes para ver en Kairouan son las cisternas o estanques de los Aglabíes. Fueron construidas durante el reinado del príncipe Abu Ibrahim Ahmad, en el año 862. Si bien hoy en día se conservan dos, antiguamente era un sistema de 15 estanques situados extramuros que abastecían de agua a Kairouan. 

A diferencia de otras grandes ciudades de la época que contaban con ríos o de manantiales abundantes de los cuales extraían agua, en Kairouan el abastecimiento de agua era todo un problema. Los ingenieros hidráulicos supieron resolver la situación construyendo varias instalaciones, en las cuales los estanques fueron lo más importante. Tan era su dimensión e importancia, que es una de las obras hidráulicas más valiosas de la historia del mundo musulmán. De allí que Kairouan es conocida también como la “ciudad de las cisternas”.

La visita a las cisternas es gratuita y junto a ellas hay un centro artesanal con una terraza desde la cual se pueden tomar panorámicas.

¿Cómo llegar a Kairouan?

La forma más sencilla de llegar a Kairouán es en coche o autobús. El viaje por carretera desde Ciudad de Túnez lleva unas tres horas y, en caso de que viajes en autobuses, la frecuencia es cada una hora. Otras ciudades tunecinas que están bien conectadas con Kairouan son Susa y Sfax. 

La estación de autobuses de Kairouan se encuentra ubicada al noroeste de la medina, a la cual se puede llegar tranquilamente a pie o en taxi. Si deseas llegar en avión a la ciudad, debes saber que el aeropuerto más cercano es el de Monastir, que se encuentra 70 kilómetros hacia el este.

Una vez en Kairouan tu mejor medio de transporte serán tus piernas. La ciudad se presta para recorrerla a pie, especialmente en las estrechas callejuelas empedradas de la medina, en las cuales está prohibido el ingreso de vehículos. Para visitar la zona moderna puedes usar los taxis, que suelen ser económicos. Si no deseas estresarte lo mejor es utilizar este medio y no alquilar un coche, puesto que la conducción es bastante caótica.

Sitios para comer y vida nocturna de Kairouan

El mejor sitio de la ciudad para probar la comida tradicional tunecina es en la medina y sus alrededores. No dejes de degustar un plato llamado chorba hout, que consiste en una sopa de pescado muy popular en Túnez. También son famosos los cuscús, la chakchuka (que se elabora con tomate, pimiento, ajo y huevo frito) y los kebabs. El acompañamiento ideal es el Sidi Saab, un vino tinto de color oscuro propio de la zona y, para la sobremesa, el clásico café o té de menta.

Respecto a la vida nocturna de Kairouan no hay mucho que decir, puesto que no se caracteriza por ser muy agitada. Sin embargo, como te mencionamos antes, en la medina encontrarás muchos restaurantes, cafeterías y teterías donde podrás pasar un momento agradable. Si buscas fiesta, lo mejor será acercarse a los hoteles. Lo clásico en Kairouan es, luego de cenar beber el tradicional té de menta.

¿Qué ver en los alrededores de Kairouan?

Luego de recorrer la ciudad de Kairouan, puedes dedicarte a descubrir sus alrededores. Algunas de las excursiones más cercanas son la ciudad de Nasrallah, situada a 50 km de Kairouan y famosa por sus yacimientos arqueológicos. A 70 km al este encontramos Monastir, una ciudad costera y turística muy agradable. También te sugerimos visitar el anfiteatro El Jem (Djem), también a 70 km.

Anfiteatro El Jem

Sin dudas que no puedes perderte este sitio Patrimonio de la Humanidad, considerado como una de las joyas arqueológicas de Túnez y del norte de África. Este anfiteatro romano no tiene desperdicio, además se encuentra ubicado en pleno corazón de la ciudad, por lo que no tendrás problema para llegar a él.

Los romanos fijaron su colonia Djem, que pronto se convirtió en una próspera región agrícola y pionera en la producción de trigo y aceite de oliva. La ciudad comenzó a crecer considerablemente a partir del siglo II a.C. y poco a poco comenzaron a construirse hermosas villas de estilo romano. La vida pública de esta élite exigió la presencia de espacios públicos de ocio, gracias a lo cual nació este imponente anfiteatro.

Más allá de que el paso del tiempo ha desgastado un poco la construcción, hasta el día de hoy su tamaño impresiona a cualquiera. El anfiteatro El Jem se encuentra por detrás del Coliseo de Roma y el de Capua en cuanto a tamaño, acogiendo a más de 35.000 espectadores.

Pasear por su arena te trasladará a la época de los gladiadores y disfrutar de su perfecta acústica. Una curiosidad del lugar es que allí se filmó la aclamada película Gladiator, que recreó el Coliseo de Roma en Djem.

A Djem puedes llegar fácilmente en coche propio o alquilado o bien, contratando una excursión organizada.

Monastir

Los veranos en Kairouan pueden ser agobiantes, por eso, si tu visita coincide con esta época del año, puedes buscar un poco de alivio en la pintoresca ciudad de Monastir, situada en la Costa Tunecina. Monastir es uno de los destinos vacacionales más populares del país, en donde encontrarás largas playas de arena bañadas por el Mediterráneo. Además, es un enclave de gran relevancia tanto histórica cómo cultural. En otras palabras, no deberías perdértelo.

Si, además de playa, quieres disfrutar de su patrimonio histórico, entonces no dudes en visitar El Ribat. Se trata de una fortificación muy bien conservada que puede visitarse tanto en su exterior como interior. Tras sus gruesos muros, encontrarás una pequeña ciudad rodeada por una gran muralla con torres y bastiones defensivos que la hacían impenetrable. A medida que comiences a recorrerla, irás topándote con espacios dedicados a la oración de los musulmanes y a diferentes puntos de interés. Uno de ellos es el Museo de las Artes Islámicas, que acoge una interesante colección.

Otro de los atractivos de Monastir es el Mausoleo de Habib Bourguiba, en donde se encuentra la tumba del primer presidente de Túnez. También debemos mencionar su medina, llena de tiendas donde encontrarás objetos de todo tipo, alimentos y especias. Y, por supuesto, sus playas de arena dorada ideales para tumbarse a tomar sol o descansar. Los más inquietos podrán disfrutar de los deportes acuáticos en las aguas transparentes del Mediterráneo.

Mapa de Kairouan y alrededores

Hasta aquí llegamos con nuestra guía completa de Kairouan. Esperamos que hayas disfrutado del paseo por esta ciudad Patrimonio de la Humanidad y que la pongas en la mira de tus próximos destinos. Como pudimos ver, es un sitio especial para admirar la arquitectura, cultura y religiosidad del país.