Hoy viajamos a Cataviñá, una comunidad ubicada en el desierto central del Valle de los Cirios, en la península de Baja California. Este destino mexicano cuenta con interesantes atractivos naturales y ofrece distintas alternativas para los amantes de los deportes al aire libre, el ecoturismo y la historia.
Cataviñá es un lugar perfecto para descubrir cuevas y senderos, para practicar ciclismo de montaña, hacer recorridos en 4×4, rappel de roca y camping. Los turistas que visitan este destino también tienen la posibilidad de descubrir pinturas rupestres y visitar misiones coloniales ubicadas a muy corta distancia del poblado. Además, en medio del desierto se encuentra un oasis natural conocido como la Escuadra, en donde un hermoso jardín rodea a un pequeño lago cristalino en el cual podrás darte un baño.
El Valle de los Cirios
El Valle de los Cirios es un desierto poco conocido situado en la parte media de la península de Baja California. Hacia el oeste, se encuentra flanqueado por el Océano Pacífico y hacia el este por el Mar de Cortés. El área natural protegida que ocupa consiste en un corredor biológico entre el Desierto del Vizcaíno y la Sierra de San Pedro Mártir. En total, se extiende a lo largo de unas 2.500.000 hectáreas, de las cuales una parte corresponde a terrenos costeros. Las hectáreas ocupadas por el valle representan una tercera parte de Baja California y la mitad del municipio de Ensenada. Las poblaciones incluidas en él son Cataviña, Alfonsina, Bahía de Los Ángeles y Santa Rosalillita.
Se trata de un hermoso paraje natural con características únicas en el mundo. Gracias a esto, posee cientos de especies de flora y fauna únicas en la región. Por este motivo, Cataviñá y el Valle de los Cirios fueron declaradas como Área Protegida de Flora y Fauna, en 1980.
El desierto de Cataviñá es uno de los desiertos con mayor biodiversidad del planeta. Allí encontrarás reptiles poco conocidos, como el urosaurio, borregos cimarrones, coyotes, águilas, venados, gavilanes y halcones. Por otro lado, la variedad de especies de plantas la convierten en un jardín botánico natural, en el cual destacan los cardones gigantes, el árbol Elefante, las cactáceas, yucas y los ocotillos. El cirio, es un árbol cactáceo de más de 15 metros de altura, característico y único de este lugar. El cardón gigante es otra especie propia del Valle de los Cirios, considerado como el más alto del mundo (incluso algunos pueden llegar a los 20 metros de altura). Gracia a la fertilidad de estos sueños, es posible encontrar unas 80 variedades de cactus que no están presentes en ningún otro lugar del mundo.
Actividades para hacer en Cataviñá
El pueblo de Cataviñá es muy pequeño y su principal medio de subsistencia es la industria turística, que está orientada al ecoturismo, las actividades recreativas y los deportes extremos. Cataviñá cuenta con hospedajes, de los cuales el más importante es el Hotel Misión Cataviñá, que es de primera calidad. También posee un puñado de restaurantes, tiendas de víveres, una gasolinería y un pequeño conjunto de viviendas.
Ya lo sabes, el mayor reclamo turístico de Cataviñá son las actividades al aire libre. Veamos cuáles son las opciones disponibles.
Pinturas rupestres
Una de las mejores cosas que hacer en Cataviñá es ver las pinturas rupestres o petrograbados que fueron descubiertos en las cuevas de la región. Estas pinturas incrustadas en grandes cavernas del desierto se cree que fueron realizadas por la comunidad indígena cochimí, los antiguos habitantes del lugar. De acuerdo a la prueba del radiocarbón, se ha calculado que estos petroglifos tienen más de 6000 años.
La cueva en donde se encuentran las pinturas rupestres de Cataviñá es una especie de túnel de 3 metros de largo que se abre bajo una colosal roca colgante. En el techo semiesférico podrás contemplar decenas de figuras que, en su mayoría, consisten en dibujos de cuadrados, triángulos, espirales, soles y círculos concéntricos. Todos estos dibujos están pintados en colores negro, ocre, blanco y algunos amarillos y anaranjados.
Llegar a este lugar es relativamente sencillo, ya que se encuentra a un costado de la carretera Ensenada-La Paz, justo en el parador turístico de Cataviñá. De acuerdo a diversas teorías, los orígenes de las figuras giran alrededor de la brujería y los propósitos religiosos. Aunque, también se cree que sirvieron simplemente como registros de eventos importantes.
Jardín de Rocas
El jardín de rocas es uno de los lugares más extraños y espectaculares del mundo y uno de los atractivos turísticos más famosos de Cataviñá. Allí encontrarás formaciones rocosas que fueron redondeadas por el viento a lo largo de millones de años. Las hay en diversos tamaños, algunas tan pequeñas como canicas y otras enormes, todas dispersas en una gran extensión. Del mismo modo, podrás apreciar una vegetación única que coexiste con gigantescos bloques graníticos y remansos de agua. Los Cirios y los cactus son las especies más habituales, que brotan metidas entre las rocas hacia arriba, creando una increíble vista.
También podrás ver una de las plantas originarias de la península más singular: la “pata de elefante”, cuyas raíces nacen de los lugares más insospechados. Este fascinante árbol lleva este nombre porque posee un voluminoso tronco grisáceo, similar a una enorme pata de elefante. En la parte más alta brotan unas larguísimas ramas verdes que caen de forma ondulante, que te recordarán a la trompa del elefante.
Oasis Santa María: un imperdible de Cataviñá
En medio del desierto de Baja California existe un oasis, también conocido como Poza la Escuadra. Este pedacito de paraíso te sorprenderá por el entorno en el cual se halla inmerso: un paisaje árido, en el cual se abre una hermosa poza natural rodeada imponentes palmeras y rocas de granito.
Por sus alrededores rocosos es un lugar perfecto para escalar o practicar bicicleta de montaña. La única forma de llegar es contratando un tour con guía, ya que la zona no posee carretera y puedes perderte fácilmente. A pesar de eso, te recomendamos que no dejes de disfrutar de este lugar, que además cuenta con otros atractivos interesantes. La Misión Santa María, a un costado del oasis, es uno de los últimos edificios jesuitas de Baja California que vale la pena visitar.
Misiones franciscanas, jesuitas y dominicas
En el desierto de Cataviñá se encuentran las dos misiones mejor conservadas de todo Baja California, la de San Francisco de Borja Ádac y la de Santa Gertrudis la Magna. También, puedes conocer las misiones franciscanas de San Fernando Velicata y Santa María de los Ángeles. Ambas fueron construidas en el siglo XVIII y los mejores puntos de partida para llegar a ellos son Cataviñá o Ensenada.
Están misiones fueron construyéndose con el paso del tiempo. Consistían en pequeños poblados que se levantaban en donde había agua, terreno y materiales disponibles para construir edificios. Servían como templos, fortalezas, talleres, dormitorios y almacenes en los que vivían algunas poblaciones indígenas, regidas por el gobierno religioso. De ese modo, apareció el Camino Real Misionero de las Californias, que conectaba las misiones de la península de norte a sur.
Los primeros en iniciar las misiones fueron los jesuitas, en 1697. La primera misión de las Californias fue la de Nuestra Señora de Loreto Conchó. Pero, no fue la única, ya que a lo largo de 70 años la Compañía de Jesús edificó 18 misiones, la mayoría ubicadas al sur de la península. De las tres misiones del norte, la Misión de Santa Gertrudis la Magna y la Misión de San Francisco de Borja Ádac son las que más se recomienda visitar. Hoy en día, verás construcciones de piedra que son obra de los dominicos, quienes administraron los templos después de la expulsión de los jesuitas.
En Cataviñá se encuentra el Hotel Misión Cataviñá, desde el cual parte un camino hacia el sur que lleva al Rancho Santa Inés. Desde allí puedes tomar un camino que llega a lo que queda de la Misión de Santa María de los Ángeles. Esta fue la última misión emprendida por los jesuitas en Baja California. Si deseas conocerla deberás tomar un tour en vehículo 4×4 con guía y acampar una noche para luego poder llegar a La Escuadra, el oasis que ya te mencionamos.
Yendo hacia la Bahía de los Ángeles, sobre la carretera 12 antes de llegar a la bahía, parte el camino que lleva hasta la Misión de San Francisco de Borja Ádac. La misma fue construida por los jesuitas en el siglo XVIII, en una región que los cochimíes llamaban Ádac. Necesariamente deberás ir en vehículo 4×4, ya que el camino es complicado. Allí podrás ver la iglesia, que se encuentra cubierta con una bóveda corrida. Por medio de una escalera de caracol se accede al coro, y un poco más adelante, se encuentra la capilla y la sacristía.
¿Cómo Llegar a Cataviñá?
Cataviñá se encuentra ubicada sobre la Carretera Federal 1, en la delegación El Mármol del municipio de San Quintín, a 370 km al sur de Ensenada. 125 km al sur la separan del poblado de El Rosario, mientras que a 110 km al norte se encuentra el Paradero Punta Prieta. Desde este último parte la carretera hacia Bahía de los Ángeles, otro destino que vale la pena conocer.
Anímate a visitar este destino poco conocido de México y disfrutar de las muchas actividades al aire libre que pueden hacerse allí.