Valle de la Luna San Juan

¿Te gustaría sentirte como caminando por la luna? En el Valle de la luna del Parque Nacional Ischigualasto es posible. La arena gris a tus pies puede parecer blanca con la luz adecuada, las formaciones rocosas parecen material lunar y todo está en silencio y tranquilidad. Hay una razón por la que los lugareños han llamado aparte del parque ‘Valle de la Luna’.

Ischigualasto en voz quechua significa “sitio donde se posa la luna” y de ahí deviene el nombre del valle, como se lo conoce.

No lejos del valle, contra la cadena de montañas que se extienden por más de veinte kilómetros. Se siente como estar en Marte, con las formaciones de roca roja creando un límite impenetrable que te atrapa en el calor del sol.

El Parque Nacional Ischigualasto es uno de los secretos de Argentina. Apenas mencionado y de difícil acceso, rara vez se encuentra en el itinerario del viajero promedio. Por esta razón, queremos que lo conozcas y agregues a tu planificación de viaje por Argentina.

¿Qué tiene de especial el Valle de la Luna?

Los paisajes lunares se convierten en impresionantes valles. Los afloramientos rocosos, llamados así por las formas a las que se asemejan como la esfinge o el submarino, aparecen aparentemente de la nada.

En las rocas, ocultas a la vista durante millones de años, se encuentran los restos de dinosaurios. Muchos han sido descubiertos y trasladados para la investigación científica. Sin duda quedan muchos más bajo nuestros pies.

Las rocas tienen hasta 240 millones de años, y este es el registro fósil más completo del mundo de la Era Triásica. Ningún otro lugar del planeta revela tanto sobre la evolución de la vida de los vertebrados.

Debido a que es un área tan importante, el acceso al parque es solo bajo la supervisión de un guardaparque y en un vehículo. Los autos se alinean en la puerta y cada hora un guardabosques guiará a todos a través de Ischigualasto, deteniéndose en los puntos más importantes para que todos puedan salir y caminar.

Qué ver y hacer en Valle de la Luna

Los Parques Naturales Ischigualasto-Talampaya están ubicados en la parte norte del centro de Argentina y están compuestos por dos áreas protegidas contiguas. Estos son el Parque Provincial Ischigualasto en la Provincia de San Juan y el Parque Nacional Talampaya en la Provincia de Rioja, al oeste de las Sierras Pampeanas.

La propiedad está situada dentro de la ecorregión Monte de Argentina, un cálido desierto de matorrales a lo largo de las estribaciones andinas orientales. En el contexto de un atractivo paisaje montañoso, la propiedad es un tesoro científico de importancia mundial. Alberga la cuenca sedimentaria del Triásico Ischigualasto-Villa Unión, constituida por sedimentos continentales depositados durante todo el Período Triásico.

Esta cuenca cuenta con un registro y una secuencia excepcionalmente completos de la vida vegetal y animal en el período geológico de hace aproximadamente 250 a 200 millones de años, que representa el origen de los dinosaurios y los mamíferos. Seis formaciones sedimentarias distintas contienen los restos fosilizados de una amplia gama de animales y plantas ancestrales que revelan la evolución de los vertebrados y los albores de la «Era de los Dinosaurios».

Los descubrimientos científicos en curso son invaluables para comprender la paleontología y la biología evolutiva.

En el Parque Provincial Ischigualasto, sedimentos blancos y multicolores que crean un paisaje agreste llamado «Valle de la Luna». El sitio tiene una escasa vegetación desértica, caracterizada por arbustos xéricos y cactus, con árboles intercalados. El ambiente desértico contiene varias especies raras y endémicas de flora y fauna.

Antes de salir del parque, no te olvides de visitar el Centro de Interpretación desarrollado por el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, donde podrás ver restos fósiles de varios dinosaurios encontrados allí, especialmente el Herrerasaurus Ischigualestensis, se cree que es el más antiguo del mundo conocido.

Clima en Valle de la Luna

El sitio se encuentra en la larga sombra de lluvia de los Andes, unos 160 km al oeste. Posee un clima seco, con una humedad que no suele superar el 20% lo que ha conservado los lechos fosilíferos. Se producen largas sequías, hay vientos constantes, intensa radiación solar y alta evaporación.

El clima en el Triásico era cálido y seco, aunque azotado por violentas tormentas estacionales, muy parecidas a los monzones que causaron las inundaciones que enterraron a un gran número de animales en el barro que ha preservado sus huesos.

Vegetación

El Monte es un cálido desierto de matorrales y la vegetación actual es escasa, cubriendo solo el 10-20 por ciento de la tierra, aunque es más rica en cañones protegidos. Hasta el momento se conocen 172 especies.

Se caracteriza por arbustos xéricos, cactus y árboles como el mezquite argentino Prosopis alba, P.chilensis y P.nigra , un almez Celtis spinossisima, quebracho Aspidosperma quebracho-blanco, chañar Geoffroea decorticans y Jodina rhombifolia. La vegetación principal del Monte es matorral arbustivo de creosota (Jarillal) dominado por Larrea cuneifolia y matorral espinoso con halófilas y cactus.

Seis especies son consideradas de valor nacional, entre ellas la chilcaBaccharis trinervis y verdolaga Halophytum ameghinoi. Se ha mapeado ampliamente la vegetación y se ha completado un inventario de plantas en el Parque Ischigualasto.

Los fósiles de plantas del sitio brindan una comprensión invaluable de la extinción masiva que tuvo lugar al final del Período Pérmico, cuando desapareció aproximadamente el 80% de la flora y fauna del mundo y los sobrevivientes comenzaron un nuevo desarrollo.

Se han identificado unas 100 especies de plantas fósiles y se están agregando más a medida que continúa la investigación. El sitio contiene enormes troncos de árboles petrificados de Protojuniperoxylon ischigualastianus de más de 40 m de altura, que atestiguan una vegetación triásica muy rica.

Fauna

El sitio es reconocido principalmente por sus fósiles triásicos. Actualmente, se han encontrado en el sitio unos 56 géneros de vertebrados fósiles, incluidos peces, anfibios y una gran variedad de reptiles y ancestros directos de mamíferos. La mayoría de ellos provienen de tres de las seis formaciones geológicas, aunque en 2000 se observó que alrededor del 60% del área aún estaba en gran parte inexplorada.

En la formación Ischichuca-Chañares los vertebrados fósiles son particularmente abundantes en la sección Chañares, en su mayoría terápsidos, un grupo ancestral de mamíferos. También están presentes los fósiles de los Archosauria, un grupo ancestral de dinosaurios, por extensión, los ancestros de las aves, los cocodrilos y los lagartos. En la formación Ischigualasto se han colectado literalmente miles de ejemplares: reptiles, anfibios, terápsidos y un gran número de plantas.

Valor de conservación del Valle de la Luna

Ischigualasto-Talampaya es uno de los grandes tesoros científicos del mundo, de gran importancia para la paleontología y la biología evolutiva. Los sitios tienen la única secuencia completa, inalterada y abundante de flora y fauna fósil del Triásico conocida, con restos de plantas, mamíferos ancestrales y dinosaurios ancestrales.

Para preservar el parque, los visitantes solo pueden ingresar a una parte del área. Algunas áreas son solo de tránsito vehicular. En algunas paradas, puedes bajarte del autobús y tomar fotografías. El recorrido dura unas tres horas. Si buscas más adrenalina, Cerro Morado cuenta con rutas de senderismo, ciclismo y caminatas. El costo de estos paquetes varía.

Cómo llegar

Para llegar de modo particular, desde San Juan hay que tomar la R.P Nº 151 y recorrer unos 300 km aproximadamente hasta dar con el parque. Las rutas se encuentran en muy buen estado y cuentan con carteles que dan información sobre distancias. Otra opción más cómoda es contratar el servicio de transfer en una agencia de turismo y dedicarse a disfrutar del paisaje.

Ischigualasto o valle de la luna, es el único lugar donde se puede apreciar el periodo Triásico en forma completa y ordenada.