Santarém, la Capital del Gótico de Portugal

Santarém, la “Capital del gótico en Portugal”, es otro de los destinos imprescindibles del centro del país. Por eso, el día de hoy te proponemos una ruta para conocer la ciudad y alrededores, de manera que no se te escape nada. ¿Nos acompañas?

Santarém es una de las localidades más hermosas de Ribatejo y una escapada perfecta para los amantes de la historia, el arte y el buen comer. Esta pequeña ciudad medieval traslada al viajero al Portugal de la Edad Media, gracias a sus calles que parecen haberse congelado cinco siglos atrás y así están decididas a quedar.

Su hermoso casco histórico está lleno de callejuelas de tinte medieval y monumentos en los que predomina el arte gótico, de allí que sea el epicentro de este estilo en el país. Lo mejor de todo, es que si recorres un poco los alrededores encontrarás otras grandes joyas históricas, arquitectónicas y artísticas para apreciar.

¿Qué queremos decir con todo esto? Que hacer una ruta en coche por el centro de Portugal e incluir a Santarém en el itinerario tiene mucho sentido. Si el plan te suena tentador, espera a conocer nuestra propuesta de hoy. ¡Pronto estarás armando las valijas y buscando un hueco en el calendario!

Breve relato sobre la historia de Santarém

En destinos como Santarém es imposible no hacer aunque sea una pequeña referencia a su historia. La misma comenzó a escribirse hace muchos siglos atrás, cuando el río Tajo permitió que la zona donde hoy se asienta la ciudad fuese de referencia para el comercio de los fenicios.

Durante la época de ocupación romana se llamó Scalabis y siguió viviendo en gran medida gracias al comercio por el río Tajo. Así se mantuvo también durante la Edad Media, momento en que su ubicación estratégica la convirtió en un importante centro comercial y cultural de Portugal.

Más tarde, durante la reconquista cristiana de la Península Ibérica, la ciudad de Santarém sería clave en la defensa contra los musulmanes. En el siglo XII fue conquistada por el rey Alfonso I de Portugal, quien hizo de Santarém un importante centro religioso y cultural. Su prosperidad se mantuvo durante los siglos XIV y XV, gracias a su papel en la exploración y colonización de América. Para ese entonces, era una de las ciudades más importantes de Portugal.

Su ubicación en una de las regiones más fértiles del país hizo que en el siglo XIX se convirtiera en un importante centro agrícola, especialmente en lo que respecta a la producción de vino, aceite de oliva, hortalizas y frutas.

Hoy en día, Santarém es una bonita ciudad del centro de Portugal por la que no muchos viajeros pasan. Esto permite que sus calles se conserven tranquilas, que el ambiente sea local y que su legado histórico y arquitectónico permanezca inalterado.

¿Dónde se ubica y cómo llegar a Santarém?

Santarém es el nombre de la ciudad y del distrito del cual es capital. Se encuentra en la región de Ribatejo, en el centro de Portugal. Una hora por carretera la separa de la capital portuguesa, con quien está perfectamente comunicada a través de la autopista A1 (de pago).

Si vienes del norte de España, puedes cruzar la frontera a través de Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso, mientras que si accedes por Badajoz el trayecto será un poco más a desmano.

También es posible llegar a Santarém en tren desde Lisboa. Ambas ciudades están comunicadas por varios servicios que unen las estaciones de Santa Apolonia y Oriente, en la capital, con la estación de Santarém (a 15 minutos a pie del centro histórico). Los mismos tienen un costo de 7 EUR aproximadamente y demoran poco más de una hora en hacer el trayecto.

Una opción más cara y rápida es tomar el tren Alfa Pendular, que en 38 minutos comunica la estación de Santa Apolonia con la de Santarém. En este caso el billete cuesta 17,20 EUR.

¿Qué ver en Santarém?

Conducir por el centro histórico de Santarém es complicado. Por eso, lo más adecuado es aparcar fuera y hacer el recorrido a pie. Un día es suficiente para empaparse de su encanto.

La ciudad medieval de Santarém respira historia y arte por todos sus rincones. Desde siempre fue elegida por la corte y los nobles, de allí que conserve edificios de enorme belleza que le dan mucho placer al paseo por sus calles empedradas.

La ruta por Santarém se puede hacer siguiendo los restos del recinto amurallado, que a medida que gana altura va llevando a hermosos miradores sobre el río Tajo. Al mismo tiempo, permiten comprender el valor defensivo que tuvo la ciudad, ya que desde estos puntos se aprecia gran parte del territorio a su alrededor.

La Ciudad del Gótico sorprende también por la enorme cantidad de ejemplares de este estilo. Prácticamente en cada una de sus esquinas aparece una iglesia gótica que deja al turista con la boca abierta. Algunos ejemplos de ellos son la Igreja da Graça, Igreja de São João de Alporão y la Igreja de Santa Clara, solo por mencionar algunos.

Tampoco dejes de echarle un vistazo a la Iglesia de Santa Maria de Marvila, cuyo estilo manuelino la hace digna de una visita. Otros atractivos de Santarém son la Torre das Cabaças o del Relógio, el mirador de Portas do Sol y el templo romano de Scallabis, uno de sus vestigios más antiguos. Por si fuera poco, es la ciudad perfecta para disfrutar de la suculenta y sabrosa gastronomía del Ribatejo.

La forma más adecuada de conocer Santarém es perdiéndose por sus calles empedradas. De camino, puedes hacer una parada en una tasca tradicional para probar algún plato típico y una copa de los ricos vinos que se producen en la zona. También puedes sumarte a esta visita guiada por Santarém y conocer los lugares más emblemáticos de la ciudad con la compañía de un guía experto.

Otra opción es este tour turístico por Santarém que incluye el ingreso a la Catedral y el Museo Diocesano y una degustación de dulces artesanales.

Aquí tienes todo lo que hay para ver en Santarém en un día. Si tienes más tiempo, puedes explorar sus alrededores. Te dejamos también algunas ideas.

Jardín y mirador Portas do Sol

Si quieres ver los pocos restos de la muralla medieval que se conservan en Santarém, no dudes en acercarte a este mirador sobre el río Tajo. Además, se trata de uno de los rincones más bellos de la ciudad, a quien el escritor Almeida Garret describió como “la entrada majestuosa” de la aldea. Incluso, puedes dejar el coche en sus inmediaciones y desde aquí iniciar el recorrido por Santarém.

Este tranquilo jardín es frecuentado por los locales y es ideal para descansar. Aunque, el motivo más importante por el cual hacerle una visita son las exquisitas panorámicas que se disfrutan desde este punto del río río Tajo y su ribera.

El jardín está presidido por la escultura del primer rey de Portugal (Afonso Henriques) y por el Centro de Interpretación Urbi Scallabis, un espacio que realiza un recorrido por la historia de Santarém desde la Prehistoria hasta nuestros días.

Torre del Reloj

Desde el Jardín y mirador Portas do Sol puedes bajar en dirección al centro histórico, haciendo antes una parada para admirar la Torre del Reloj.

Esta construcción de 22 metros de altura data del siglo XIV y se la conoce también como Torre de las Calabazas, debido a las 8 piezas de cerámica con forma de calabaza que hay en su parte superior (al lado de las campanas) que ayudaban a mejorar la resonancia de éstas.

Se trata de otro testimonio del gótico tardío en la ciudad, aunque en el siglo XVII se le añadió una cornisa manierista con el fin de embellecer la torre. Formó parte del sistema defensivo de la ciudad durante el siglo XV y hasta el día de hoy mantiene su función de Torre del Reloj.

La Torre del Reloj de Santarém fue construida en el siglo XV aprovechando los restos de otra torre que formaba parte de la muralla defensiva. Actualmente es la sede del Núcleo Museológico del Tiempo.

Iglesia de São João de Alporão

Muy cerca de la Torre del Reloj, por la calle 5 de Outubro, encontramos una de las maravillas góticas de Santarém: la Iglesia de São João de Alporão. Este templo que lleva siglos en obras (comenzó a construirse en el siglo XII) es una muestra clara de transición del románico al gótico y en la actualidad alberga el Núcleo Museológico de Arqueología y Artes Medievales.

La cabecera de la Iglesia de São João de Alporão es uno de los primeros ejemplos de la aplicación del gótico en Portugal.

Iglesia de Santa María da Graça

En Santarém encontramos muchas iglesias. La de Santa María da Graça es una de las más llamativas, especialmente porque se accede al interior a través de la parte alta de la calle. Una vez allí, hay que descender unas escaleras. Sin dudas, algo poco habitual en los edificios religiosos.

La Iglesia de Santa María da Graça es el ejemplo de arte gótico más hermoso de la ciudad. Fue construida a principios del siglo XIV y sorprende tanto por su tamaño como por el gran rosetón que luce su fachada.

Aunque, la verdadera riqueza del templo yace en su interior, donde encontramos varias tumbas de mucha belleza. Las dos más destacadas son las de Pedro Álvares Cabral y la de Pedro de Meneses.

El primero de ellos fue un navegante y explorador portugués que descubrió Brasil. Esto no fue adrede, sino que su expedición (que buscaba llegar a la India por la ruta que había trazado Vasco de Gama) se desvió de la costa africana y terminó atracando en lo que hoy se conoce como Brasil.

Pedro Álvarez Cabral no es oriundo de Santarém, sino de la bonita villa de Belmonte, en la región Centro de Portugal. Pero, sí murió en la ciudad, de allí que sus restos reposen en la iglesia de Santa María da Graça. En la tumba verás las banderas de Portugal y Brasil.

Junto a la iglesia hay una escultura dedicada a él y la casa donde vivió su familia, que actualmente se ha convertido en el Museo Casa Brasil, el cual recuerda el vínculo de Santarém con este país de Sudamérica.

Pedro de Meneses, por su parte, fue el primer gobernador de Ceuta y miembro de una de las familias más influyentes de Santarém.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Marvila

En la calle Primeiro de Dezembro encontramos otra de las iglesias más bonitas de Santarém: la de Santa María de Marvila. En ella se aprecia el estilo manuelino, el cual es muy propio del arte portugués.

El templo fue levantado en el siglo XVI bajo las órdenes del rey de Portugal. Aún así, poco queda de su estilo gótico original, puesto que en el siglo XVI el rey Manuel I ordenó remodelar el templo en el estilo que lleva su nombre. De esta época destaca el portal de su fachada y los motivos vegetales que le dan mucha belleza y elegancia.

Si el exterior te parece bonito, el interior te dejará con la boca abierta, gracias a los azulejos que la revisten casi por completo. Los mismos son uno de los tantos legados dejados por los caballeros Templarios en la región.

Por cierto, la calle Primeiro de Dezembro es una de las más bonitas del casco histórico y un buen punto para observar el ir y venir de los locales.

Catedral de Nuestra Señora de la Concepción (Igreja do Seminário)

En la Plaza Sá da Bandeira, el centro neurálgico de Santarém, encontramos la Sé o Catedral consagrada a Nuestra Señora de la Concepción. En este caso, no es el gótico quien predomina, sino estilos artísticos más tardíos.

La iglesia fue construida por los jesuitas en el siglo XVII sobre las ruinas del Palacio Real. Destaca especialmente por su fachada manierista, por su interior barroco y por las pinturas de sus techos.

La entrada al templo cuesta 4 EUR y permite visitar el Museo Diocesano, donde se exhibe una amplia colección de obras de arte religioso, incluyendo retablos, imágenes y una obra realizada con azulejos.

No te vayas de la plaza sin contemplar la ventana manuelina que hay en el lado contrario de la catedral. También puedes hacer una parada estratégica para comer y tomar algo en las numerosas terrazas que hay en los alrededores de la plaza.

Convento de San Francisco

El patrimonio religioso de Santarém es enorme. Otro sitio para seguir descubriendo esto es el Convento de San Francisco.

Su construcción data de 1242, aunque pasó mucha agua debajo del puente desde ese entonces. Quizás el hecho más trágico de su historia fue el feroz terremoto de Lisboa de 1755, que no solo azotó la ciudad, sino a toda la región. Ese día, los habitantes de Santarém presenciaron como este imponente templo gótico sufría daños que lo marcarían para siempre.

La historia no termina aquí, sino que a partir del siglo XIX continúa su declive luego de que los monjes lo abandonaron. Parte de lo que quedaba en pie se perdió en un incendio en el siglo XX. Por suerte, en los últimos años se realizó una restauración de su templo y parte del claustro, así no dejes de hacerle una visita. Además, la entrada es gratuita.

Más iglesias que ver en Santarém

Si te quedas con ganas de seguir visitando templos, estás de suerte. ¡En Santarém hay un montón de iglesias!

Otra de las más destacadas, en este caso por su gran tamaño, es la Iglesia de Santa Clara. El templo fue construido en el siglo XIII por órdenes del rey Alfonso III para su hija Leonor Alfonso. Su interior es muy austero, aunque no por eso deja de ser interesante hacerle una visita. El motivo de su sencillez es que en los años 40 del siglo pasado se realizó una restauración que la despojó de sus elementos decorativos. De ese modo, el templo recuperó la austeridad que caracterizaba a la Orden de Santa Clara.

Otras iglesias interesantes son la de la Misericordia, que es una muestra del Renacimiento tardío, especialmente en las columnas toscanas que decoran su interior; y la Igreja da Nossa Señora da Piedade. La misma llama la atención por su fachada manierista, la decoración barroca del interior y una de las puertas medievales que perteneció a la muralla de la ciudad.

También tenemos la Igreja de Santo Estevão ou do Santíssimo Milagre, una construcción que data del siglo XIII. Pero, el templo que verás hoy en día corresponde al siglo XVI, posee una fachada muy sencilla y un interior que conserva detalles renacentistas.

Miradouro de São Bento

Más alejado del centro histórico de Santarém (próximo a la estación de ferrocarriles) se encuentra esta atalaya que rivaliza con el jardín Portas do Sol. El mirador de Sao Bento regala unas vistas increíbles del entorno de Santarém, el río Tajo y su vega. Además, cuenta con un pequeño y acogedor espacio ajardinado, una cafetería y una zona de juegos infantiles.

Parque acuático de Santarém

A 3 km de Santarém encontramos un entretenido parque acuático ideal para matar el calor un día de verano. El complejo cuenta con una gran piscina climatizada de 25 metros de largo, una piscina recreativa en el exterior, una cascada, dos piscinas con juegos acuáticos, una de olas y espacios adaptados para los más pequeños.

Mapa de Santarém

Aquí tienes todos los atractivos que puedes visitar en Santarém en un día. La ciudad es pequeña, por lo que no tendrás problema en cubrir sus atractivos a pie. Luego, puedes expandir tu ruta hacia sus alrededores y seguir descubriendo lugares mágicos del centro de Portugal.

Gastronomía de Santarém: platos típicos que no puedes dejar de probar

Un motivo extra por el cual vale la pena visitar Santarém es por su gastronomía, lo cual combina lo mejor de la cocina portuguesa con especialidades regionales. La ciudad y toda la región de Ribatejo se caracteriza por su producción agrícola, por el uso de carnes y por los vinos de excelente calidad.

Asimismo, la conexión de la ciudad con el río Tajo ha llevado a que en sus platos también estén presentes los pescados que proveen sus aguas. Algo típico de la cultura ribereña es comer un buen sábalo, un pez que se consume principalmente en el mes de marzo y se sirve frito, cortado en láminas y acompañado de un suculento guiso.

También es tradición en Ribatejo que las comidas comiencen con un aperitivo a base de pan y aceitunas y terminen con una buena ración de algún dulce propio de la pastelería tradicional ribatejense.

Si hablamos de platos populares de Santarém, no podemos dejar de mencionar la sopa da pedra, un sabroso guiso de carne y verduras; y el gado estufado. Este último es también un guiso, solo que tiene como protagonista a la carne de ternera cocida a fuego lento con vino tinto y especias durante varias horas. El bacalhau à Brás es otro plato típico que combina bacalao, papas y huevos. Mientras que el cozido à portuguesa es un guiso de carne, legumbres y verduras cocido a fuego lento durante un largo rato.

A la hora de los postres (una de las especialidades de la ciudad), los pasteles de nata adquieren mucho protagonismo. Los mismos se elaboran siguiendo una receta tradicional del siglo XVIII y se caracterizan por su textura crujiente y cremosa. Tampoco falta una buena copa de vino tinto de cuerpo y sabor intenso producido en la región de Ribatejo.

Respecto a dónde comer, no hay una respuesta precisa, puesto que la ciudad está llena de restaurantes y bares. Un buen sitio para hacerlo puede ser el Restaurante Dois Petiscos (en Cidade da Covilhã, 4). Sus especialidades son el bacalao en carpaccio y gyozas, el pulpo a la brasa, la lubina y de postre la tarta de queso con frutos rojos.

En la Taberna Sebastiao (Tv. do Frois 13, una de las callejuelas más estrechas de la ciudad) también se come delicioso y a buen precio. El establecimiento ofrece menús del día y platos de carne y pescado por un precio un poco más alto.

Otra buena opción es Ó Balcão (en la calle Pedro de Santarém n.°73, frente a la Iglesia de la Misericordia), una taberna de cocina portuguesa regional que ofrece dos opciones de menú con maridaje.

¿Qué ver en los alrededores de Santarém?

En los alrededores de Santarém encontramos varios sitios interesantes que merecen una visita. Aquí te contamos sobre algunos de ellos:

Constância

A 64 km de Santarém encontramos la bonita villa portuguesa de Constância. Situada en la orilla norte del río Tajo, Constância se distingue por la belleza de su centro histórico, sus calles adoquinadas y floridas, casas encaladas y escaleras estrechas. Además, es el sitio donde nació el poeta Luís de Camões.

En términos patrimoniales, sus principales puntos de interés son la Iglesia de la Misericordia y la Iglesia Matriz, la Casa de los Arcos y el Pelourinho. Otro de sus grandes reclamos turísticos es el Centro Ciência Viva de Constância, un espacio interactivo que incluye un planetario, un auditorio, cinco cúpulas de observación astronómica y un anfiteatro.

Constância es ideal para dar un relajado paseo a orillas del río, comer algo frente a la Plaza Mayor y descansar en sus exuberantes jardines repletos de vegetación.

El hecho de que la villa esté en la confluencia de los ríos Tajo y Zezere hace que en su gastronomía abunden los platos a base de pescados (como el guiso o la panada de sábalo). Tampoco faltan los dulces tradicionales como las tigeladas de Montalvo (una torta con limón) y los queijinhos do céu (unos dulces con el formato de queso).

A su vez, la zona en torno al río es ideal para practicar turismo activo, especialmente paseos en canoa, rutas a caballo, senderismo, etc.

Castillo de Almourol

Muy cerca de Constância encontramos está increíble fortaleza situada en una pequeña isla escarpada en medio del río Tajo.

El Castillo de Almourol tiene una larga historia por detrás que también tiene como protagonistas a los Templarios. De hecho, es otro legado dejado por la orden en el centro de Portugal, además de uno de los monumentos militares medievales más significativos del país.

Se cree que sus orígenes se remontan al año 1129. Aunque, al día de hoy sigue siendo un misterio el momento exacto en que comenzó a construirse. El castillo fue erigido bajo el gobierno de los Templarios y al día de hoy se conservan las características artísticas y arquitectónicas de aquel entonces. Su importancia militar fue indiscutible y junto con los castillos de Tomar, del Zêzere y de la Cardiga constituyeron la principal línea defensiva del Tajo.

Tras la extinción de la orden, cayó en el abandono y recién en el siglo XIX se reconstruyó siguiendo el ideal del Romanticismo que valoraba el encanto de la época medieval. Así fue como en el siglo XX pasó a ser la residencia oficial de la República Portuguesa y se convirtió en el escenario de algunos de los eventos más importantes acontecidos durante la dictadura.

Hoy en día, el Castillo de Almourol cuenta con 10 torres y un interior dividido en dos niveles. En el primero encontramos las principales estancias (el almacén, las habitaciones, el aljibe); mientras que en el segundo aparece el patio de armas y la Torre del Homenaje.

Para visitar la fortaleza hay que tomar un barco y de paso disfrutar de un apacible paseo por el Tajo, para luego recorrer el castillo. La entrada tiene un costo de 10 EUR por persona y la visita dura 1:45 hs. Las embarcaciones parten de lunes a domingo a cada hora desde el pueblo de Tancos.

Tomar

A 71 km de Santarém encontramos una de las ciudades más interesantes del centro de Portugal: Tomar. Conocida como la “Ciudad de los Templarios”, tiene como atractivo estrella al Convento de Cristo. Esta increíble obra que es Patrimonio de la Humanidad es motivo más que suficiente para hacerle una visita.

Tomar fue la sede de la Orden de los Templarios, por lo que su patrimonio histórico, arquitectónico y cultural es sumamente valioso. Destacan de manera especial los restos del antiguo castillo medieval, los claustros, la famosa “Charola” y la “ventana manuelina» del Convento de Cristo. También la Judería y la Iglesia de Santa María do Olival, entre otras cosas.

Está claro que si vas a conocer Tomar tienes que pasar por el Convento de Cristo, una visita que puede llevar tranquilamente medio día. Luego, te invitamos a descubrir el casco histórico, que tiene como punto neurálgico a la Plaza de la República.

No dejes de pasear por la Judería ni de visitar la Sinagoga de Tomar. Está última es el único ejemplar de los templos judíos medievales que se conserva íntegro en Portugal. Tampoco dudes en cruzar el Puente Viejo sobre el río Nabão y llevarte una linda postal de la ciudad.

Como ves, Santarém y alrededores son otro plato fuerte de la Región Centro de Portugal. Un viaje por estas tierras ofrece una experiencia completa e inolvidable. ¿Te vas a quedar sin conocerlas?