Celestún es uno de los secretos mejor guardados de la Península de Yucatán. Este pequeño pueblo costero se encuentra alejado de las rutas turísticas habituales de esta zona de México, por lo cual se mantiene como un auténtico paraíso natural. Su encanto radica en que es uno de los mejores lugares para ver el flamenco rosado, además de otras especies de aves.

Si te encuentras recorriendo Yucatán y quieres disfrutar de una propuesta fuera de lo común, apunta esta escapada a Celestún.

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Los turistas que visitan las costas mexicanas ya saben que aquí encontrarán algunas de las mejores playas del mundo. Si bien las ubicadas en el Golfo de México suelen salir perdiendo cuando se las compara con otras, sumado a la contribución de la industria petrolera, hay algunas excepciones. Uno de estos rincones del paraíso es Celestún.

Celestún se encuentra a 95 km de la ciudad de Mérida, la capital de Yucatán y otro destino que te recomendamos visitar. La ría que caracteriza esta comunidad se encuentra protegida por la Reserva de la Biósfera Ría de Celestún, la cual representa uno de los ecosistemas más ricos de México y, al mismo tiempo, uno de los menos conocidos. La reserva se divide entre los estados de Campeche y Yucatán, y se caracteriza por tener un clima caluroso, húmedo y por su abundante vegetación.

Por su parte, Celestún es un pequeño pueblo de pescadores y salineros. Aquí el mar presenta una concentración de sal más alta de lo normal, la cual se nota cuando te metes al agua y sientes cómo intenta impulsarte hacia arriba. También se nota en el intenso olor salado que hay en la atmósfera.

Más allá de que el pueblo y la naturaleza que lo envuelven tienen sus encantos,  el motivo principal por el cual los visitantes llegan a Celestún es poder ver flamencos. Estas aves extraordinarias vuelan cada año a los manglares de la zona para reproducirse y alimentarse.

Si vas en la época justa, tendrás la posibilidad de ver más de 500 flamencos en un espectáculo realmente bello. Incluso, en época de apareamiento es posible avistar hasta 3.000 ejemplares juntos. La postal es la de una enorme mancha rosa que contrasta con el verde que los resguarda. Sin dudas, una experiencia que vale muchísimo la pena.

¿Quieres saber más sobre este atractivo poco conocido de la Península de Yucatán? En esta guía encontrarás toda la información necesaria para planificar tu viaje a Celestún. ¡Acompáñanos!

Reserva de la Biosfera Ría de Celestún

La Ría de Celestún corre a lo largo de 27 km, alrededor de los cuales se encuentra la Reserva de la Biosfera, la cual vela por la protección de este ecosistema de enorme belleza tropical. La gran ventaja de este lugar es la escasez humana. En las casi 60.000 hectáreas de la reserva viven únicamente las 7.000 personas que integran la comunidad de Celestún. Fuera de ellos, no hay más población en este rincón protegido.

La reserva fue declarada como tal en el año 2000 y se extiende entre los estados de Yucatán y Campeche, abarcando los municipios de Calkini, Celestún, Maxcanú, Hunucma y Halacho.

La Reserva de la Biosfera Ría de Celestún cubre 27 km² de agua salobre, la cual resulta de la fusión de las aguas provenientes del Caribe mexicano y otros 40 manantiales de agua dulce que emanan del subsuelo. Es el hogar de 18.000 flamencos rosados y de una enorme cantidad de hábitats, que van desde manglares, petenes y dunas hasta sabanas costeras y una zona de selva inundable. Además de flamencos, estos ecosistemas son el hogar de otras 300 especies de animales.

De todos modos, las verdaderas protagonistas de esta historia son las aves, especialmente los flamencos. Esto se da gracias a la mezcla de agua dulce y salada, que propicia el entorno ideal para la proliferación de diferentes especies de aves, muchas de ellas migratorias.

La presencia de estos ejemplares origina una masa de color rosado que contrasta con el paisaje azul y verde. El color intenso de estos flamencos se debe a la alta concentración de carotenos que hay en el agua y a los crustáceos y algas, que forman parte de su alimentación. A eso se suma el mangle rojo, que produce cambios en el color del agua, que a su vez se mezcla con el verde turquesa de los ojos de agua. El resultado es sencillamente hermoso.

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Pueblo de Celestún

La pesca en la zona donde se encuentra el pueblo de Celestún siempre ha sido una importante fuente de supervivencia para los pobladores de la Península del Yucatán, especialmente, los mayas del cacique Ah-Canul.

Celestún fue fundado en el año 1718, como un pueblo dependiente de Sisal. Más tarde, pasó a formar parte del Partido de Maxcanú y recién en 1918 logró entidad propia. En la década de 1920, el pueblo subsistía gracias a la pesca y las salinas, que lamentablemente desaparecieron en 1937, cuando un violento temporal destruyó los secaderos de sal. De ese modo, la producción decayó considerablemente y terminó desapareciendo en 1942.

En 1979 comenzaron a llegar los primeros turistas a la zona y, en el año 2000, cuando se crea la Reserva de la Biosfera Ría de Celestún, pasó a ser uno de los espacios naturales más visitados de México. Si bien hoy son otros los destinos más buscados por el turismo, consideramos que llegar a este paraíso natural vale mucho la pena.

Celestún es una población pequeña en la cual los monumentos son principalmente naturales. Entre sus construcciones destacan la Iglesia de la Purísima Concepción de 1887 y el faro en el muelle, aunque, más allá de ello no hay mucho por ver en cuanto a lo monumental.

El pueblo es cálido y pintoresco. A medida que lo recorras irás descubriendo muchas tiendas artesanales y restaurantes que preparan platos diversos con base en los pescados y mariscos que se obtienen del mar y de la ría. La oferta gastronómica no solo es amplia, sino que también tiene precios razonables.

Si te tomas el tiempo de explorar la zona en bicicleta o caminando, irás descubriendo los motivos por los cuales Celestún es encantador. Alejado de los grandes resorts de Cancún, aquí la naturaleza se encarga de todo. Además, podrás comer excelentes platos a base de pescados y mariscos en sus restaurantes o salir en busca de los monos araña que habitan sus árboles.

Celestún cuenta con una bonita playa que vale la pena conocer. Puede que no sea la más linda de Yucatán, pero aun así tiene arena blanca y fina y aguas azules y limpias. Si viajas con tu máscara de snorkel, no dudes en pasar un rato entretenido explorando la vida marina. El arenal es muy amplio y cuenta con sombrillas y tumbonas para alquilar. Además, tiene la gran ventaja de ser una playa tranquila, en la que realmente podrás relajarte.

Si quieres más motivos por los cuales deberías pasar unos días en Celestún, otro de ellos es la posibilidad de ver la forma de vida de sus locales. Como en épocas de antaño, las personas de la comunidad viven principalmente de la pesca tradicional en las aguas tropicales del golfo. Así, cada mañana salen en sus barcas armadas con cañas de bambú, antes del amanecer, a buscar el sustento del día. Si te gusta madrugar, podrás ser testigo de ello.

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Playa de Celestún

¿Cómo llegar a Celestún?

La mejor manera de visitar Celestún es en el marco de una ruta en coche por la Península de Yucatán. Sea como sea, su capital (Mérida), es parada obligada.

Si llegas del otro lado del charco, lo mejor es volar a la turística y bien conectada Cancún, o bien, arribar en Mérida ,haciendo escala previa en Ciudad de México. Lo siguiente es hacer un viaje en coche desde la capital yucateca a Celestún.

La distancia a recorrer es de 106 km por la carretera México 281. El viaje lleva una hora y media aproximadamente y el camino se encuentra en buen estado. El trayecto es un preludio de lo que te espera al llegar a la reserva. Poco a poco, palmas enanas irán apareciendo a cada lado de la carretera, a la par que matorrales espesos y pequeños pueblos anticipan la llegada a nuestro destino de hoy. Mientras más te acerques verás menos coches y más vegetación, que se hace cada vez más densa a medida que te acercas.

Si viajas en transporte público tienes dos opciones. La más cómoda es tomar el autobús que sale de la Central de Autobuses ADO, en el centro de Mérida; o bien, usar el servicio de autobuses de la Compañía Occidente, que salen de la Terminal Noroeste cada hora. También, tienes la posibilidad de contratar una excursión desde Mérida o hacer el viaje en taxi.

Una vez que hayas llegado a Celestún, puedes acomodarte en tu hotel, comer algo, recorrer el pueblo y al día siguiente, ya descansado, visitar la reserva. También puedes hacer todo en un día, como sea estará bien.

¿Qué hacer en Celestún?

Visitar Celestún implica meterse de lleno en la naturaleza de Yucatán. Para esto, lo mejor que puedes hacer es contratar un tour y visitar los diferentes sectores de la reserva.

En el área conocida como Tambor es donde se disfruta del avistamiento de flamencos, especialmente en los meses de mayo y julio. Lleva tu cámara de fotos porque no dejarás de captar momentos increíbles.

Como te contamos antes, pasear por el pueblo de Celestún también tiene su encanto. Además, es la mejor oportunidad de tomar contacto con su gente, conocer sus historias y forma de vida.

Otros atractivos naturales de Celestún son el manantial Baldiosera, en donde se puede nadar y bucear; y el Cambay, un ojo de agua dulce muy pintoresco. En dirección opuesta (es decir, hacia el este), verás el rancho Real de Salinas, un antiguo emporio de la extracción de sal. Aquí también se encuentra el Bosque Petrificado de Tampetén y Punta Ninum.

El Bosque Petrificado de Tampetén se formó como consecuencia de que la tierra fue invadida por el mar. Las altas concentraciones de sal y otros minerales del agua impidió que los árboles permanecieran vivos. De ese modo, es posible apreciar sus troncos petrificados hace más de 100 años. Debido a que estos árboles tienen raíces muy profundas, pudieron mantenerse en pie y resistir las inclemencias climáticas.

En otras palabras, la postal que se presenta en el Bosque Petrificado de Tampetén es la de un misterioso paraíso blanco en donde estos troncos son acompañados de almejas y camarones.

Tour en lancha

Para poder ver flamencos en Celestún es necesario contratar un tour en lancha con un guía certificado en el puerto del pueblo. Los recorridos visitan la zona donde se concentran los flamencos, el Ojo de Agua, la Isla de los Pájaros y el Túnel del Manglar. Los paseos transcurren tranquilamente por la ría, es decir, en el punto donde el agua de mar y de río se fusionan.

El tour se puede hacer a lo largo de todo el día, aunque por la mañana o las primeras horas de la tarde es el mejor momento. Desde las 3:30 pm ya no es recomendable, puesto que los flamencos se retiran a descansar. Al mismo tiempo, se recomienda hacer el tour con la marea baja, que es cuando los flamencos acuden a alimentarse. Por eso, si cuentas con tiempo no dejes de acercarte al muelle y preguntar cuál es la mejor hora.

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¿Cuánto cuesta la entrada a Celestún?

El tour por la reserva dura aproximadamente una hora y media y cuesta alrededor de $1,800 MXN (90 USD). Las embarcaciones tienen capacidad de hasta 6 pasajeros por el mismo costo. Por eso, siempre es conveniente esperar a que se llene la embarcación y poder dividir el costo.

El precio incluye la barca y el servicio de guía, quien generalmente es el propio conductor de la embarcación, y la visita a todos los atractivos antes mencionados. El pago tiene que ser en efectivo, puesto que no se aceptan tarjetas de crédito ni débito.

Si prefieres hacer el tour de manera privada deberás acordar con el dueño de la embarcación la hora y pagar el total de la barca. De esta manera, podrás amoldar la visita a tus horarios y preferencias.

¿Qué incluye el tour en lancha?

Una vez que adquieras tus tickets en la taquilla deberás acercarte al embarcadero y esperar que te asignen el tour.

Tambor

Lo primero que harás es visitar la zona de Tambor, el principal atractivo del paseo. Aquí es donde se agrupan los flamencos, en mayor o menor cantidad (según la época en que hagas la visita). Además de estas aves rosas, los paseos permiten avistar garzas, zopilotes, fragatas, pelícanos, halcones, águilas pescadoras y muchas especies más.

¿Sabías qué? El Flamenco rosa o caribeño es la única población del norte de América que tiene este intenso color (debido a la alta concentración de carotenos en el agua). Los mismos llegan cada año a la Ría de Celestún para alimentarse y descansar, por lo que podrás verlos en su hábitat natural.

Otro dato curioso es que los flamencos que llegaron a esta zona estuvieron a punto de desaparecer. La causa fue el tráfico de las crías y el robo de los huevos para consumo humano. Afortunadamente, en 1979 los declararon especie protegida. Desde ese entonces, se llevan a cabo grandes esfuerzos para su conservación y monitoreo.

Las barcas mantienen una distancia prudencial de los flamencos, con el fin de no estresarlos e interrumpir su rutina. Sin embargo, disfrutarás de este espectáculo rosa de igual manera. En esta zona generalmente se pasan entre 15 y 20 minutos. Si deseas permanecer más tiempo, deberás contratar el servicio de barca privada y acordar con el barquero cuánto quieres estar en cada parada.

Isla de los Pájaros

El siguiente punto de la excursión es la Isla de los Pájaros, que se encuentra muy cerca de donde habita la colonia de flamencos. Se trata de una pequeña isla que se bordea por completo, en la cual se pueden ver muchas otras especies de aves.

Ojo del Agua

Luego de visitar la Isla de los Pájaros las barcas se acercan al Ojo del Agua. ¿Qué es esto? Un cenote ubicado en medio de los manglares, en donde podrás darte un chapuzón o caminar por las pasarelas adecuadas para ello.

Túnel del Manglar

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La última parte del tour es en el túnel del manglar. Tal como lo dice su nombre, las barcas se adentran en el interior del manglar, que forma una especie de túnel.

Los manglares son el otro gran atractivo de la reserva. ¿Qué son? Unas formaciones habituales de las zonas pantanosas que resultan de la conjunción de una sola especie de árbol, el mangle. Los mismos cumplen una función protectora para las especies que lo habitan, especialmente ante los huracanes, cuando forman una especie de barrera.

Lo sorprendente, además del manglar en sí, es que el agua puede cambiar de color de acuerdo a la época. En ocasiones el agua es de color verde (cuando no llueve), mientras que en otros momentos se torna de color rojo. Los responsables de este color intenso son los taninos procedentes de los árboles. Si deseas nadar en estas aguas puras, deberás hacerlo por poco tiempo y usar bloqueador solar o repelente de insectos biodegradable.

¿Cuál es la mejor temporada para ir a Celestún?

La mejor temporada para ver flamencos es entre mayo y julio, momento en que llegan a reproducirse. De todos modos, los flamencos son aves residentes de Celestún, por lo que es posible verlos durante todo el año.

Si lo que deseas es visitar Celestún cuando hay menos gente, entonces una buena época es febrero o después de las fiestas. En caso de que no haya una cantidad significativa de flamencos, otra alternativa es la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, cuyo pico máximo de avistamiento es entre febrero y marzo.

Como te contamos antes, el momento del día también es importante. Durante las mañanas y hasta alrededor de las 3 de la tarde los flamencos se encuentran en la ría, junto a los manglares. Cuando comienza a bajar el sol se van hacia el estero, a un terreno conocido como Humedal de Pilares.

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Hotel Xixim: un alojamiento sustentable en Celestún

Escondido entre la selva baja característica de Yucatán, encontrarás Xixim Unique Mayan Hotel, una de las mejores alternativas de alojamiento de Celestún. La esencia de este hotel radica en su perfecta armonía con el entorno, su cocina tradicional llena de sabores autóctonos y su política 100% sustentable.

Además de ser un establecimiento amigable con el medio ambiente, cada una de sus partes es mexicana. Eso sí, debemos advertirte que Xixim no es para cualquier tipo de viajero. De hecho, si buscas la comodidad y lujo de los grandes resorts, mejor no te alojes aquí. Por ejemplo, las habitaciones no tienen televisión ni aire acondicionado, además que es habitual que haya insectos, puesto que se ubican en medio de la selva.

De todos modos, el hotel ofrece una experiencia de alojamiento única. Desde ver iguanas tomando el sol en sus caminos, hasta sentir el canto de las aves que viven en él. Cada una de sus cabañas regala unas hermosas vistas al mar, además de contar con hamacas y baños al aire libre.

Por las mañanas, el aroma a café fresco y pan recién horneado es lo primero que sentirás. Para el resto del día, te espera una playa virgen de 5 km, un salón de yoga con vistas al mar y un spa. Cuando tus tripas comiencen a rugir, puedes recurrir a las frutas frescas que se sirven allí mismo, o a un plato con la pesca del día en su restaurante.

La playa del hotel permanece totalmente inalterada. Tras la segunda duna verás las cabañas. Fiel a su propósito de alterar lo menos posible el entorno natural que lo aloja, a la hora de construir las habitaciones la primera dura no se tocó, al igual que las plantas que crecen allí. Es decir, el hotel no le robó espacio al mar (más bien, lo respetó por completo). Xixim es un hotel para disfrutar de la calma y tranquilidad de la naturaleza. Y a su vez, tomar conciencia de lo fundamental de conservarla.

Mérida: el complemento perfecto de Celestún

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Como te contamos al principio, la capital de Yucatán es parada obligada de tu camino. Antes o después de ir a Celestún, podrás pasar unos días recorriendo el corazón colonial de la península. Mérida es conocida como la Ciudad Blanca, ya que originalmente fue construida con piedra blanca local. Hoy en día, además de ser un enclave tranquilo y estar lleno de palacetes señoriales, es una de las mecas de la cocina mexicana.

Mérida es una ciudad agradable para descubrirla caminando. Sus muchas avenidas aparecen custodiadas por palmeras, repletas de tiendas y rodeadas de plazas verdes. El arte rebosa por doquier, puesto que esta ciudad yucateca es una especie de imán para artistas. También destaca por su seguridad, que hasta el momento no ha sido alterada por las bandas de narcotraficantes que sí se ven en otros destinos mexicanos.

La mejor manera de descubrir Mérida es perderse en su centro histórico sin ningún plan ni rumbo fijo. Para ver a los locales pasar lo mejor es acercarse a la Plaza Grande, el centro neurálgico de Mérida. También es un placer conocer sus palacios y edificios coloniales, testigos de su historia e integrantes de su patrimonio arquitectónico.

Otra de sus atracciones es el Paseo de Montejo, una vía que se extiende durante más de 5 km y reúne las mansiones más elegantes de Mérida. Entre estas construcciones coloniales de finales del siglo XIX y principios del XX, destacan el Palacio Cantón y la Casa de Peón de Regil. Además, en tu recorrido encontrarás animados cafés y restaurantes en los que podrás recargar energías con sabores locales.

Mérida es una ciudad tradicional mexicana. Así lo notarás a medida que deambules por la Calle 60, una de las avenidas principales de la ciudad, que desemboca en la Plaza Grande. Tiendas, galerías de arte, librerías y puestos de comida callejera hacen de este paseo algo especial. A ello contribuye también la presencia de la Iglesia de la Tercera Orden, enorme e imponente.

Mérida es una ciudad llena de tentaciones culinarias. Un buen sitio para ser testigo de esto es el Mercado Municipal. Una gran variedad de alimentos autóctonos no es lo único que venden en sus puestos, sino también muchas curiosidades.

La cocina de Mérida se fundamenta en el uso de ingredientes tradicionales y saberes milenarios que dan grandes resultados. De hecho, aquí encontrarás algunos de los mejores restaurantes de Yucatán, por lo que podrás vivir una auténtica experiencia culinaria.

¿Emocionado por conocer Celestún?

Visitar Celestún es vivir una experiencia íntima con la naturaleza, es observarla en su estado más puro e inalterable. Por eso, creemos que cualquier viajero que pase por la península merece ser testigo de esto. Además, el futuro de la reserva depende, en parte, de la toma de conciencia de la importancia de este ecosistema. La mejor manera de comprender ello es visitándola y viendo a las especies que la habitan. De este modo, las maravillas naturales de Yucatán perdurarán en el tiempo.

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Créditos fotográficos

  • (https://pixabay.com/es/photos/mexico-yucatan-celestun-playa-478239/), por darvinsantos (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • (https://pixabay.com/es/photos/mangle-celest%c3%ban-yucatan-mexico-601970/), por organizatuempresa (https://pixabay.com/es/service/license/)

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