¿Te asombra la naturaleza de Perú? Si eres un amante de la vida natural y observar las aves libres, debes visitar Pantanos de Villa. Se trata de un humedal y refugio de vida silvestre, hogar de más de 200 especies de aves ubicado en el distrito de Chorrillos en el sur de Lima.
El crecimiento urbano de Lima, la capital peruana, ha ido aniquilando los pocos espacios naturales con los que contaba, sin embargo, aún se conserva un gran humedal en su zona sur, en el distrito de Chorrillos. Es un área protegida denominada Refugio de Vida Silvestre Pantanos de Villa.
Los Pantanos de Villa son un reservorio de aguas subterráneas que provienen de las lluvias y deshielos de la cuenca del río Rímac. Por eso, su ecosistema es la vegetación inundable o, también llamados, humedales. Este atributo permite que los pantanos alberguen hasta 210 especies de aves.
Los residentes pueden disfrutarlo más, ya que, sabemos que el terreno natural de Lima es desierto y montañas, con el único verde de la ciudad gracias al riego en los parques urbanos. Entonces, un oasis natural como los Pantanos de Villa, con pastos altos, estanques grandes y abundante vida silvestre, es todo un placer para los residentes de Lima y por supuesto, para los turistas.
¿Qué características tienen los Pantanos de Villa?
Los pantanos y zonas pantanosas son áreas de vegetación inundada o también llamados humedales; donde las plantas comunes no pueden vivir. La vegetación dominante está formada por hierbas y juncos. El agua que compone los pantanos puede ser dulce o salada, según su origen.
Los pantanos de agua dulce proporcionan un hábitat de anidación e invernada para aves marinas, playeras, ratones, ranas, insectos y muchas otras especies. Los pantanos de agua salada son un lugar de invernada para gansos, patos y también lugares de anidación para garzas delgadas.
En conjunto, los pantanos forman áreas mucho más grandes llamadas humedales. Con relación a los Pantanos de Villa, su formación u origen se debe al afloramiento de aguas subterráneas provenientes de lluvias y deshielos en la cuenca del río Rímac, que forman lagunas, charcos y terrenos fangosos.
Pero, además, al ser una zona cercana al mar, hay agua salada que también filtra. Es decir, el agua de los pantanos es en parte dulce y salada, por lo que se debe la riqueza de su flora y fauna. La abundancia de materia orgánica permite la existencia de diversos espacios o hábitats animales.
Fauna de los pantanos
En los pantanos, los cuerpos de agua (área que ocupa la mayor extensión conformada por lagunas y canales de diferentes profundidades), se pueden observar comúnmente, diversas especies de aves, como patos, gallinas, somormujos, gallaretas y garzas, así como plantas acuáticas como juncos y espadañas, peces como tilapia y lisa, entre otros.
Los totorales son otros de los ámbitos de vida existentes en los “Pantanos de Villa” y deben su nombre a la planta característica del lugar, la totora. Este hábitat constituye una zona de anidación y descanso de aves como los Siete Colores y el Triguero Común.
Además, aquí se refugian insectos como mariquitas y arañas. Pero, sin duda, las libélulas son las que dan el toque de color en Pantanos de Villa. Se caracterizan por sus finas alas y su peculiar figura, en las que se inspiraron los humanos para diseñar helicópteros. Estos insectos rondan las totoras en busca de alimento.
El gramadal está formado por suelos salinos y arenosos, así como por una pequeña vegetación, como la hierba salada. Esta es la zona de vida de la cigüeñuela de alas negras y la pata amarilla mayor, que proviene de América del Norte.
En la zona de lagunas y litoral marítimo se encuentra la mayor producción de algas e invertebrados que constituyen la base de la cadena alimentaria. En esta zona se pueden observar la mayoría de las aves migratorias, como el chorlitejo semipalmado, el águila pescadora, el halcón peregrino, la gaviota de Franklin y varias especies de andarríos que provienen del ártico.
Hay unas 24 especies de aves migratorias de América del Norte que llegan a Villa a fines de octubre, época de cambio de estación o primavera, y se quedan aproximadamente cuatro meses. El número de aves que anidan, viven o van de otros países a los Pantanos de Villa, en general, sigue siendo el mismo desde hace mucho tiempo.
¿Qué hay en los Pantanos de Villa?
Su vegetación es muy extensa y se distinguen unas 67 especies de plantas. En gran parte de la ciénaga se puede encontrar el gramadal (en suelos arenosos), el totoral (en zonas inundadas y espejos de agua) y los matorrales (en suelos saturados). Todas las plantas se alimentan de sales y materiales orgánicos del subsuelo, que se han ido acumulando a lo largo de los siglos.
La condición de bosque inundable de los pantanos lo convierte en un espacio ideal para diferentes aves migratorias que provienen del hemisferio norte (Estados Unidos, Canadá, incluso el Ártico). La presencia de cientos de aves en un solo gran humedal es una experiencia indescriptible para los visitantes. Más aún cuando todos vuelan al unísono y juegan en el cielo hasta ocultar un poco la luz natural.
Son decenas las especies de aves que se encuentran, muchas de ellas sufren algún grado de amenaza como el pelícano peruano (Pelecanus thagus), el guanay (Phalacrocorax bouganvilli) y el piquero peruano (Sula variegata). Incluso están los famosos flamencos peruanos o, como se les conoce localmente, las parihuanas (Phoenicoparrus andinus).
También encontramos gaviotas de Franklin (Leucophaeus pipixcan), que vienen del norte y continúan su viaje hacia el sur de Argentina. Por temporada pueden arribar al área protegida hasta 40,000 individuos de gaviotas de Franklin, sin contar las demás aves y las más de 60 especies de plantas que las rodean. Una experiencia llena de vida en medio de un desierto.
Ruta turística de los Pantanos de Villa
Los recorridos se dividen en tres zonas y cada una de ellas puede durar una hora u hora y media. No es una ruta de trekking difícil, es un camino tranquilo, recto y con un clima agradable casi todo el año. Sin embargo, en verano, cuando el calor es más sofocante, hay más pájaros para ver. En ese caso, lo mejor es llevar gorra y protector solar.
El recorrido en total tiene más de 2 kilómetros de largo. Además, existen miradores estratégicamente ubicados en diferentes lugares, que permiten increíbles vistas de las lagunas y aves. El horario de entrada al albergue es de 8:30 am a 5:00 pm de lunes a domingo y festivos. Las tres zonas en las que se divide el recorrido son las siguientes:
- Placas de circuito-Espejos. Tiene una duración aproximada de 45 minutos a 1 hora. Se realiza en lancha por la laguna principal de los Pantanos de Villa.
- Circuito Marvilla (dura aproximadamente una hora). Es un recorrido de 1.3 kilómetros, por un sector cercano al mar. Aquí es donde se avista el mayor número de especies.
- Circuito Tradicional (dura casi una hora). El recorrido es de 1.5 km. Aquí podrás ubicarte en los dos miradores principales del refugio, desde donde podrás observar casi todo el paisaje. Aprovecha para sacar tu mejor foto, pero no olvides apagar el flash de la cámara para no asustar a los pájaros.
Información de visita
No gastarás mucho en Pantanos de Villa. El costo de entrada por adulto es de 8 soles, mientras que para escolares y universitarios el precio es de 4 soles. Para navegar por las lagunas, el costo de alquilar un bote es de 12 soles. Esto te permitirá adentrarte más en el lugar y apreciar más de cerca la flora y la fauna.
Recuerda llevar tu botella de agua y un snack ligero. Afuera hay algunos vendedores ambulantes que venden bocadillos, pero los precios pueden ser altos.
En el interior habrá puntos de seguridad y guías, donde podrás recibir folletos informativos. También existe la opción de contratar un guía profesional, que te ayudará a identificar cada especie y te contará más sobre los ciclos biológicos de los animales, por un costo de 20 soles.
Además, al final del recorrido puedes acercarte a los restaurantes que rodean la estación Matellini Metropolitano. En ellos encontrarás menús con precios económicos, desde 7 soles.
👉 Por su parte, si estás en Lima y prefieres disfrutar de un día en plena naturaleza y con tranquilidad, puedes reservar una excursión a Pantanos de Villa con recogida desde tu hotel en Lima.
¿Cómo llegar a los Pantanos de Villa?
Los Pantanos de Villa no quedan lejos, pues forman parte del distrito de Chorrillos, en el kilómetro 14 de la Panamericana Sur. Si no contratas un transporte privado o no vas en auto propio, puedes tomar los autobuses que van a la autovía. La hora de llegada puede variar según el punto de partida y el costo del boleto, que oscila entre 2 y 4 soles.
Empezando desde:
- Independencia (MegaPlaza), el trayecto dura aproximadamente 1 hora y 40 minutos.
- Cercado de Lima (Barrio Chino), toma alrededor de 1 hora y 20 minutos.
- San Borja (Clínica Internacional), el trayecto es de 50 minutos.
- San Isidro (BBVA Continental), toma alrededor de una hora.
También puedes tomar un bus directamente en Chorrillos, en Avenida Defensores del Morro o ex. Avenida Huaylas. Otra opción es a través del Metropolitano de la Municipalidad de Lima. Para eso, solo debes tomar el servicio desde la Estación Central de Matellini o en las paradas de buses de la Av. Prolongación Huaylas. El costo es de 2 soles y 50 centavos. Al bajar debes tomar el Alimentador del Metropolitano por 50 centavos, que te dejará a media cuadra de tu destino.
¿Cómo se han originado los Pantanos de Villa?
En 1997, el refugio fue reconocido por la Convención RAMSAR como Humedal de Importancia Internacional para las Aves Acuáticas. Es la única área protegida en el área urbana de Lima. Son cinco espejos de agua, o también llamadas lagunas de Villa, que conforman un sector del sistema hidrológico del ramal Chorrillos-Ate-Surco.
Por otro lado, en las inmediaciones del embalse existen varias bases de investigación científica, con diversos profesionales que tienen como objetivo cuidar la diversidad de ecosistemas y mantener en su máxima expresión la belleza del paisaje.
Por eso, el refugio Pantanos de Villa fomenta el turismo, las actividades y las salidas educativas. Es mucho más beneficioso para las personas saber que existen todas estas especies y tomar conciencia de su cuidado, además de la belleza que representan para todo el país. Las aves que allí habitan son únicas y muchas de ellas están incluso en peligro de extinción.
Para no asustar a las aves e interrumpir sus actividades, se recomienda guardar silencio durante todo el recorrido. Si visitas el lugar acompañado de los más pequeños, no te preocupes, no les resultará pesado el camino ni el silencio. Te sorprenderás con toda la naturaleza que verás, definitivamente es un destino imperdible de la región.
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