Recorrido por Tinogasta y alrededores

Seguimos recorriendo la bella provincia de Catamarca y hoy queremos hablarte de un destino muy especial: Tinogasta. Situada a 280 km de San Fernando del Valle de Catamarca (la capital provincial), este lugar rodeado de naturaleza recibe a sus visitantes con fuertes atractivos turísticos y la posibilidad de conocer muchos lugares interesantes.

Es simple, si planeas hacer una ruta por Catamarca, Tinogasta debe ser parte del itinerario. Las razones de esto las descubrirás a medida que avances con la lectura.

Esta localidad catamarqueña es hogar de notables expresiones históricas y culturales que se funden con paisajes de enorme belleza. Tanto en la ciudad como en sus alrededores hay muchas cosas para hacer. Por eso, hemos decidido armar una guía de viaje por Tinogasta, de manera que cuando visites este destino no quede nada fuera del tintero.

Historia de Tinogasta

Ya sabes que nos encanta contarte la historia de los destinos que visitamos. El motivo es claro, creemos que para conocer realmente un lugar no hay que dejar de lado su pasado. Seremos breves, no te preocupes.

Tinogasta es una ciudad de origen prehispánico. Su nombre proviene de la lengua Kakana y significa “Reunión de Pueblos” (tino: reunión o junta y gasta: pueblo). La actual Tinogasta es el resultado de la conjunción de las raíces aborígenes de la gran nación Diaguita, con la cultura hispánica y la relativa a la llegada de inmigrantes en la última década del siglo XIX.

En sus inicios, el territorio de la actual Tinogasta estaba ocupado por caseríos o familias (“Ayllus”) que vivían de la siembra y la recolección de frutos autóctonos. Los vestigios arqueológicos demuestran que conformaban asentamientos permanentes y habitaban recintos construidos en piedra. Las represas y acequias que construyeron estos pueblos originarios para el riego de sus cultivos al día de hoy todavía son utilizadas por los pobladores. Asimismo, se destacaban en el arte de la alfarería y el tejido.

El Imperio Inca también pasó por la zona (entre los años 1475 y 1536) y tras su caída llegaron los españoles. El conquistador Diego de Almagro fue el primero en acceder a esta región a través de la Quebrada de Zapata y siguiendo el curso del río Abaucan, hasta llegar al territorio de la actual Fiambalá.

El 14 de agosto de 1713 es considerada la fecha de la demarcación del pueblo de Tinogasta y partir de ese momento los españoles fueron obligados a fundar sus estancias lejos de este pueblo Diaguita. De esto surgieron los pueblos que hoy conforman la llamada Ruta del Adobe: Copacabana, El Puesto, La Falda, Anillaco y Fiambalá.

Luego de la Revolución de Mayo comienza el desarrollo urbano de Tinogasta y en 1848 se inicia el proceso de urbanismo que le dio su actual trazado. En aquellos años, Tinogasta se posicionó como un importante punto para el comercio de vacunos con Chile.

Con la llegada del ferrocarril en 1911 comenzaron a radicarse en la zona extranjeros provenientes de Italia, Siria y El Líbano, quienes se dedicaron al comercio y al cultivo de la tierra. A fines del siglo XX se posiciona como el territorio de mayor producción vitivinícola de Catamarca.

Al día de hoy, sigue muy vinculada a la agricultura y en particular a la vitivinicultura. De allí que existan varias bodegas boutique premiadas a nivel internacional que destacan por la producción de variedades como Malbec, Bonarda y Cabernet.

Tinogasta se ha convertido en un aclamado destino turístico de Catamarca y en una parada imprescindible de cualquier ruta por la provincia.

¿Dónde está ubicada Tinogasta?

El departamento de Tinogasta se sitúa al oeste de la provincia de Catamarca, sobre la margen derecha del río Abaucán y a 1500 metros sobre el nivel del mar. Es la cabecera del departamento homónimo, el cual se conforma también de los siguientes municipios: Costa de Reyes, Banda de Lucero, Copacabana, El Puesto, Anillaco, El Salado, Cordobita, El Pueblito, Los Balverdis y Cerro Negro.

Tinogasta limita al norte con el departamento Antofagasta de la Sierra, al sur con la provincia de La Rioja, al este con los departamentos de Belén y Pomán y al oeste con la República de Chile.

¿Cómo llegar a Tinogasta?

El acceso a la ciudad de Tinogasta se realiza por la Ruta Nacional 60.

Para llegar desde San Fernando del Valle de Catamarca tienes que tomar la Ruta Nacional 38 y conducir poco más de 71 km en dirección sur hasta el cruce con la Ruta Nacional 60. Luego, continúa durante unos 194 km por esta carretera hacia el oeste, hasta llegar a Tinogasta.

Desde la ciudad de Belén (Catamarca) hay que tomar la famosa Ruta 40 y conducir en dirección sur hasta empalmar con la Ruta 60 y continuar por ella hasta llegar a Tinogasta. El recorrido es de 152 km.

Si vienes desde la ciudad de Chilecito (La Rioja), el viaje a Tinogasta tendrás que hacerlo por la Ruta 40 hacia el norte y luego continuar por la Ruta Provincial 11 hasta llegar a Tinogasta. La distancia a recorrer en este caso es un poco más de 140 km.

También puedes acceder desde la pequeña y pintoresca ciudad de Cafayate (en Salta). El trayecto también se realiza por la 40 hacia el sur hasta empalmar la Ruta Nacional 60, a unos 331 km aproximadamente. Por la 60 hay que seguir hacia el oeste hasta llegar a Tinogasta. En total son unos 400 km.

¿Qué ver en Tinogasta?

Son muchos los motivos que le dan a Tinogasta un fuerte potencial turístico. Por un lado, es la puerta de acceso a la segunda zona más alta del mundo después del Himalaya. A través de la hermosa Ruta de los Seismiles conocerás los volcanes más altos del planeta y paisajes que parecen sacados de una película de ciencia ficción.

Por otro lado, Tinogasta conforma junto con Fiambalá el camino histórico conocido como la Ruta del Adobe. El recorrido une ambas ciudades, tiene un poco más de 50 km y te irá llevando a través de capillas, iglesias y otras construcciones hechas con este material.

Tinogasta cuenta con museos, bodegas, termas y una naturaleza agreste que invita a hacer muchas actividades al aire libre. Por si fuera poco, su oferta gastronómica y de alojamientos es muy amplia. Por ende, puedes pasar un par de días en Tinogasta y descansar, desconectar del ruido de las grandes ciudades y conectar con lo más puro de la inigualable naturaleza catamarqueña.

Te preguntas qué ver en Tinogasta. A continuación encontrarás la respuesta.

Museo Arqueológico Municipal “Tullio Robaudi”

Tinogasta cuenta con 2 museos arqueológicos (Museo Arqueológico Dr. Rafael Alanís y Museo Arqueológico Municipal Tulio Robaudi); que exhiben muestras de cerámicas precolombinas pertenecientes a las culturas Condorhuasi, Belén, La Ciénaga y Santa María.

El Museo Arqueológico Municipal “Tullio Robaudi” exhibe una colección de alrededor de 2.500 piezas pertenecientes a las culturas originarias de la región. Por ende, es una oportunidad única de conocer cómo era la forma de vida de los grupos aborígenes que habitaron la zona.

Los restos se encuentran expuestos siguiendo una línea evolutiva, según los periodos prehistóricos a los que corresponde cada pieza en particular. De ese modo, la colección abarca los períodos Pre cerámico, Período Agro Alfarero Temprano, Medio, Tardío e Incaico.

La muestra del museo consta de piezas de cerámicas, estatuillas de la cultura Ciénaga, una momia que data del año 1300 que fue recuperada de su lugar de entierro; una muestra de cráneos adultos, masculinos y femeninos, vasijas del período incaico y del período temprano de la cultura Condorhuasi y más.

Iglesia de San Juan Bautista Niño

Frente a la plaza principal de Tinogasta se encuentra esta iglesia de estilo neorrománico con una torre. Este estilo arquitectónico se caracteriza por el uso del ladrillo o piedra de un único color, arcos de medio punto sobre puertas y ventanas y torres poligonales.

Termas La Aguadita

La región donde se encuentran asentadas las ciudades de Tinogasta y Fiambalá cuenta con 150 de las 400 fuentes termales del país. Las Termas de Fiambalá, La Aguadita, La Higuerita, Las Grutas y Laguna Verde (en la Ruta de los Seis Miles) son las más importantes. Todas se caracterizan por estar emplazadas en hermosos escenarios naturales, de allí que combinan relajación y placer con el disfrute de la naturaleza.

El complejo termal La Aguadita se encuentra a 15 km del centro de Tinogasta, al pie del Cerro Negro de Rodríguez. Para llegar hay que tomar la Ruta 60 en dirección norte y luego conducir por un camino de tierra que se interna en una quebrada en las laderas occidentales del Valle de Abaucán.

Las termas están enmarcadas por un majestuoso paisaje que le da su sello distintivo. El acceso se realiza a través de una serie de escalinatas que conducen a tres piletas cercanas a un arroyo que baja por el cerro. Las aguas sulfatadas, cloruradas, alcalinas, bicarbonatadas, sódicas, cálcicas y de mineralización media son ideales para las personas que sufren afecciones nerviosas, reumáticas, problemas en la piel o artritis. La temperatura promedio alcanza los 29º C.

El complejo termal cuenta también con cabañas en las que podrás pasar una noche rodeado de naturaleza y en la más absoluta paz; quinchos, sanitarios, duchas, asadores y restaurante. También posee una zona para acampar o estacionar motorhomes. Además, mientras tu cuerpo disfruta de los beneficios de las aguas medicinales, tus ojos se deleitarán con unas vistas hermosas de la Sierra del Abaucán.

Las Termas La Aguadita permanecen abiertas en temporada (de diciembre a marzo) desde las 9 am a la 1 pm. El resto del año de 9 am a 10 pm. La entrada al complejo para niños de hasta 11 años tiene un costo de 50 ARS, 100 ARS para los residentes de Tinogasta, 250 ARS para los no residentes y 125 ARS para los jubilados.

Ruta del Adobe

La Ruta del Adobe es un circuito de 55 km que corre a lo largo de la RN 60 y une las ciudades de Tinogasta y Fiambalá, combinando historia y naturaleza. Capillas, antiguas casonas y construcciones prehistóricas hechas en adobe (material que resulta de la mezcla de barro, paja y estiércol), le dan a este hermoso circuito su sello distintivo.

El adobe ha sido y sigue siendo utilizado como recursos para hacer frente a los fríos inviernos y los calurosos veranos. Las construcciones en general poseen muros de entre 80 cm y un metro de ancho y en algunos casos tienen 300 años de antigüedad. Algunos también son Monumentos Nacionales.

¿Cuáles son los sitios de interés incluidos en la Ruta del Adobe? Te lo contamos a continuación.

Centro Cultural Municipal y Hotel Boutique Casagrande de Tinogasta

Los dos primeros puntos se encuentran dentro de la ciudad de Tinogasta. Hablamos del Centro Cultural Municipal y el Hotel Boutique Casagrande. El primero de ellos fue inaugurado en 1898 y funcionó como hospital militar durante un breve período de tiempo.

Más tarde, fue adquirido por la familia Orellana y donado para que funcionase allí el hospital público de Tinogasta. Así lo hizo hasta 1982 y desde entonces es sede del Centro Cultural, de una biblioteca y del Museo Arqueológico Tullio Robaudi.

El Hotel Casagrande es una construcción de adobe del año 1897, que se sitúa a dos cuadras de la plaza principal de Tinogasta y a pocos metros del Centro Cultural. Originalmente, funcionó como un fuerte militar y luego fue adquirido por la familia Orella, momento en que pasó a ser la sede del Consulado de Chile en Tinogasta. Más tarde fue restaurado y convertido en hotel.

Se trata de una de las construcciones de adobe mejor conservadas de la ruta. Incluso, puedes alojarte y contemplar todos sus espacios.

Oratorio de los Orquera (El Puesto)

Luego de visitar estas dos construcciones puede partir rumbo a la vecina localidad de El Puesto. Aquí se encuentra el Oratorio de los Orquera, otro integrante más de la Ruta del Adobe.

Esta pequeña capilla data del año 1747 y se distingue por su torre campanario de forma circular construida con barro de una plasticidad única en la región. El color del adobe se mezcla con las vigas de algarrobo y le dan un aire muy pintoresco a la edificación. Para visitar su interior es necesario pedir la llave del templo en la despensa situada al lado.

Su interior acoge un pequeño museo de arte sacro y objetos pertenecientes a los antiguos pobladores de El Puesto; y un local donde podrás adquirir productos regionales.

Iglesia de Andacollo (La Falda)

La siguiente parada de la Ruta del Adobe es en el paraje La Falda. Aquí se encuentra la Iglesia de Andacollo, una construcción de gran belleza que se distingue de manera particular dentro del circuito. La iglesia se alza solitaria, a la vera de un arroyo y con las montañas de fondo, puesto que el antiguo pueblo de La Falda hoy ya no existe.

Construida en la primera mitad del siglo XIX (1772) y con un marcado estilo Neoclásico, es una muestra más del pasado arquitectónico y religioso colonial del noroeste argentino. La fachada cuenta con cuatro columnas de adobe que flanquean una arcada de medio punto. Fue restaurada entre los años 2001 y 2004.

Iglesia Nuestra Señora del Rosario en Anillaco

Siguiendo por la Ruta 60 con dirección a Fiambalá llegarás al pueblo de Anillaco, donde se encontraba el antiguo Mayorazgo y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario.

¿Qué es el Mayorazgo? La antigua institución del derecho castellano que permitía vincular entre sí y mantener unidos los bienes que pasaban al mayor de los hijos como herencia. De ese modo, el patrimonio de la familia podría crecer con el paso del tiempo y no se perdía. Lamentablemente, se encuentra destruida casi en su totalidad.

La Iglesia de Anillaco se encuentra consagrada a Nuestra Señora del Rosario y en su interior tiene un tesoro único en Latinoamérica: un altar de barro. El templo data del año 1712 y es considerado el más antiguo de la provincia, por lo que en 1992 fue declarado Monumento Histórico Provincial.

Iglesia de San Pedro y Comandancia de Armas (Fiambalá)

La ciudad de Fiambalá resguarda dos construcciones en adobe que forman parte de la ruta (vale aclarar que en muchos otros edificios se aprecia este material). Una de ellas es la Iglesia de San Pedro, un sitio declarado Monumento Histórico Nacional.

El templo fue construido a fines del siglo XVIII respetando la arquitectura colonial de la época. Mantiene su color blanco impoluto, su techo con cañas, vigas de algarrobo y barro, además de un bonito retablo de adobe que luce una imagen de San Pedro traída de la ciudad de Cuzco. Las paredes (también de adobe) poseen más de un metro de espesor.

Es uno de los monumentos históricos más destacados del departamento Tinogasta y de toda Catamarca. Alrededor de la iglesia hay un cerco de adobe con pilastras que dan acceso al patio interior por anchas entradas.

Junto a la Iglesia de San Pedro y a 1 km de la plaza principal de Fiambalá se encuentra la Comandancia de Armas, el último punto en la ruta del Adobe. La construcción data del año 1745 y mantiene prácticamente intacta su auténtica arquitectura colonial. Al igual que muchos otros edificios de la ruta, su techo está conformado por vigas de madera, caña y barro.

Poblado prehispánico de Watungasta

Un plus de la Ruta del Adobe entre Tinogasta y Fiambalá son las Ruinas de Watungasta. Si bien no guardan relación histórica con el resto de las construcciones, porque son de épocas distintas, este asentamiento prehispánico también fue construido en adobe. Las ruinas tienen más de 1.000 años de antigüedad y fueron declaradas Monumento Histórico Nacional.

Se encuentran situadas en la confluencia de la Quebrada de Troya con el Valle de Abaucán, a un costado de la Ruta 60 y muy cerca de Anillaco. No es tan fácil verlas desde la ruta, puesto que sus colores se funden con los de la montaña De todos modos, puedes dejar el coche sobre la ruta y caminar unos 100 metros hasta las ruinas para verlas de cerca.

La antigua ciudad de Watungasta data del período comprendido entre 1471-1536 d.C., durante la época de dominio Inca. Entre 1630 y 1670 fue el escenario de uno de los muchos enfrentamientos de las Guerras Calchaquíes libradas contra los españoles que terminaron por extinguir al pueblo. Los nativos que sobrevivieron fueron evangelizados por los españoles, quienes ocuparon este asentamiento y lo remodelaron.

La antigua urbe contaba con una doble plaza de armas, varias canchas rectangulares y depósitos de alimentos. Al igual que las construcciones de la ruta, sus gruesos muros están conformados por enormes ladrillos de adobe y cimientos de piedra.

Termas de Fiambalá

Cuando finalices la Ruta del Adobe habrás llegado a la ciudad de Fiambalá, un destino que esconde varios rincones interesantes. Aunque, su principal atractivo es un complejo termal situado en una quebrada a los pies de la Cordillera de los Andes. Hablamos de las Termas de Fiambalá, un destino en donde el descanso, la naturaleza, la paz y la aventura se funden para regalarle al turista una gran experiencia.

El complejo termal se encuentra a tan solo 17 km de la ciudad de Fiambalá. Cuenta con 14 piletas de piedra con aguas termales que emergen a 1.750 metros sobre el nivel del mar. Las mismas poseen propiedades hipertérmicas, alcalinas, hipotónicas y son ricas en algas verdes. Resultan ideales para el tratamiento de afecciones nerviosas, artritis, reumatismo y problemas en la piel.

Las Termas de Fiambalá invitan a disfrutar de un momento de tranquilidad, alejado del bullicio de las ciudades y la contaminación. Sin dudas, te sentirás como nuevo luego de pasar el día aquí.

Ruta del Vino por Tinogasta

Los amantes del vino encontrarán en Tinogasta más de un motivo para enamorarse de esta ciudad catamarqueña.

Tinogasta es un departamento reconocido por sus viñedos y exquisitos vinos regionales. Gracias a ello, es posible hacer un circuito enológico de aromas y sabores profundos que regala también la posibilidad de contemplar hermosos paisajes. Las bodegas boutiques desparramadas a lo largo del territorio respetan las formas tradicionales de esta labor centenaria y utilizan uvas que conservan intactas sus cualidades. El resultado es un producto de sabor, cuerpo y aroma excepcional.

Las bodegas en Tinogasta no solo elaboran exquisitos vinos regionales, sino también abren sus puertas al turista, invitándolo a degustar sus productos, recorrer sus viñedos y conocer sus instalaciones. En Fiambalá, por su parte, se puede visitar una finca que combina lo moderno y lo antiguo en la cual los cultivos de Syrah, Cabernet, Chardonnay y Malbec deleitan a los lugareños y turistas.

Si quieres vivir la cultura del vino en Tinogasta de una manera especial, entonces tienes que visitar estas tierras en la primera quincena de febrero, cuando se celebra la animada “Fiesta de la Vendimia”.

Mina Vilachay

Tinogasta también tiene una propuesta interesante para los amantes del turismo minero. La mina Vilachay se encuentra a 10 km de la ciudad, en las cercanías del viejo trazado de la Ruta 40. Por las dificultades del camino (que en ocasiones puede estar intransitable) únicamente es accesible en excursiones con vehículos 4×4.

Las minas eran trabajadas por los pobladores de la cultura de La Aguada, quienes extraían estaño de este yacimiento. De camino al lugar se pueden apreciar pictografías, morteros, senderos y otros vestigios diaguitas. Una vez allí, es posible acceder a 7 niveles dentro de la mina y transitar por 3 km de túneles. Los recorridos se realizan con guías expertos que te proveerán de cascos y luces.

Turismo aventura en Tinogasta

Tinogasta ocupa una región trazada por una gran diversidad de paisajes y una paleta de colores única. La mejor manera de celebrar este hermoso entorno natural es disfrutando de actividades al aire libre y de turismo aventura que le sumen una dosis pequeña o grande de adrenalina a tu día.

Tinogasta ofrece rutas de trekking para toda la familia que los llevarán a escenarios de gran belleza, como la Falda del Puesto y La Cuesta de Zapata. También es posible sumarse a cabalgatas por la Quebrada Negra, La Higuerita, La Cieneguita, Las Vegas del Abaucán, La Aguadita, solo por mencionar algunas. Las rutas en bicicleta de montaña, el rappel, la escalada y la tirolesa invitan a los más aventureros a experimentar sensaciones extremas.

Una actividad también muy popular es el sandboard en los médanos y dunas de arena propias de la región, como las de Saujil (también conocida como la Duna Mágica) o Tatón. Aunque, si lo tuyo son las vistas desde lo alto, en las afueras de la ciudad podrás hacer parapente y disfrutar de una postal inigualable.

Mapa de Tinogasta y alrededores

Como en todos nuestros artículos, te dejamos un mapa con los puntos mencionados.

¿Qué te pareció Tinogasta? ¿Conocías esta localidad? Somos unos convencidos de que hacer turismo en Catamarca vale muchísimo la pena. Por eso, te invitamos a conocer esta bonita ciudad y sus alrededores. Déjate maravillar por sus paisajes y la amabilidad de su gente. Tinogasta te espera para que vivas unos días diferentes en una de las provincias más lindas y, curiosamente, menos turísticas de Argentina.