No faltan lugares que ver en Amberes. La ciudad más poblada de Bélgica muchas veces queda eclipsada por las famosas Brujas y Gante, algo que no debería suceder. Amberes es un destino muy interesante, con mucha historia, una gastronomía de lujo y una enorme cantidad de atractivos. Por eso, si planeas viajar a Bélgica, deberías considerar seriamente hacer una parada en Amberes.

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Amberes es famosa por la enorme cantidad de obras de Rubens, por sus diamantes y por haber sido uno de los puntos comerciales más importantes del continente, allá por el siglo XVI. De hecho, esta ciudad llena de tesoros recaudaba una enorme cantidad de ingresos que iban a parar a la corona española. Tan es así, que se dice que los mismos igualaban al producido en las minas de plata de Potosí. Los comerciantes no solo pagaban impuestos, sino que también construyeron una gran cantidad de palacios a los que adornaron con valiosas obras de arte. Hoy en día, estos palacios enriquecen enormemente su patrimonio.

La industria del diamante también jugó un papel trascendental en la historia de Amberes, aportando a su economía un fuerte impulso. No en vano, la ciudad es conocida como la capital mundial del diamante.

Hoy en día, Amberes presenta un ambiente en donde la historia y modernidad encajan a la perfección, sin dominar una sobre la otra. Su puerto es el segundo de Europa y uno de los edificios más contemporáneos de la ciudad. Al mismo tiempo, Amberes cuenta con muchísimos museos, edificios antiguos, iglesias, castillos y callejones que conservan su aspecto de antaño.

La capital mundial del diamante

Amberes es la capital mundial del diamante y te explicaremos un poco por qué. Esta ciudad belga es famosa por ser la cuna de los talladores de diamantes más prestigiosos del mundo.

Desde hace más de cinco siglos, la ciudad dirige el comercio de estas piedras preciosas. Aunque, lo cierto es que la primera ciudad flamenca en ser la capital del diamante fue Brujas. A ella llegaban desde Venecia diamantes provenientes de la India, el único gran productor de la época. Esto cambió en el siglo XV, cuando Amberes le quitó el puesto a Brujas gracias a su acceso directo al Mar del Norte.

Las nuevas rutas comerciales descubiertas por Vasco de Gama a finales del siglo hicieron que el Mar del Norte creciera cada vez más en importancia. Ya en el siglo XVI, se produjo la Edad de Oro de Amberes. En aquel entonces, el 40% del comercio mundial de piedras preciosas pasaba por su puerto. Los mejores artesanos de la ciudad se encargaban de tallar y pulir los diamantes en bruto que llegaban de la India, ganándose la fama de los mejores del mundo. Ese mismo siglo, en 1582, nació el primer gremio de talladores de diamantes de Amberes.

Sin embargo, el comercio de diamantes no siempre se mantuvo como un negocio inquebrantable. Durante la Guerra de los Ochenta Años contra España (a finales del siglo XVI y el siglo XVII), cayó drásticamente y Ámsterdam ganó terreno en el negocio. No fue hasta que se descubriera una enorme cantidad de diamantes en bruto de Sudáfrica que Amberes reactivó el comercio y retomó el liderazgo a nivel mundial.

¿Sabías qué? El comercio de los diamantes estuvo dominado por la comunidad judía de la ciudad. Por eso, durante la Segunda Guerra Mundial, muchos de estos comerciantes fueron asesinados en los campos de concentración, por lo que el negocio volvió a decaer. A finales de 1945, logró repuntar gracias a que muchos comerciantes y talladores belgas lograron escapar al Reino Unido y tras la guerra regresaron a su hogar.

Hoy en día, se dice que el 85% de los diamantes en bruto de todo el globo pasan por esta ciudad.

Principales atractivos de Amberes

Descubrir Amberes puede llevarte más de un día, por eso, lo ideal es pasar un fin de semana completo paseando por la ciudad y sus alrededores.

Amberes posee un centro histórico muy bien conservado, especialmente teniendo en cuenta que la mayoría de sus edificios datan de la Edad Media. Asimismo, es la ciudad de uno de los pintores más importantes de la historia, Pedro Pablo Rubens. Este conocido artista hizo una verdadera fortuna en esta ciudad, de allí que muchos de los lugares que hay para ver en Amberes hacen referencia al artista.

Amberes es elegante y sumamente bella. Entre sus imperdibles se encuentra una de las catedrales más bonitas de Europa, su coqueta Plaza del Mercado, su fabulosa estación de trenes e increíbles museos.

Tampoco puedes irte de la ciudad sin probar sus mejillones, patatas fritas y la deliciosa cerveza artesanal belga.

Grote Markt (la Gran Plaza del Mercado de Amberes)

Una visita por Amberes debería comenzar irremediablemente por la Grote Markt. La Gran Plaza del Mercado está situada en el corazón del centro histórico y es uno de sus rincones más emblemáticos.

Alrededor de la Grote Markt aparecen hermosos edificios renacentistas del siglo XVI que corresponden a antiguas casas de gremios. El más llamativo es el Ayuntamiento, cuya belleza se ve engrandecida por la Fuente de Brabo, que homenajea al fundador de la ciudad.

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¿Sabías qué? Según la leyenda, Silvio Brabo fue un centurión romano que luchó contra el gigante que cobraba peaje a todos los barcos que surcaban el río Escalda. A las personas que se negaban a pagar el impuesto, el gigante les cortaba la mano. Harto de la situación, Silvio Bravo lo retó a duelo y salió victorioso. A modo de venganza, cortó la mano del gigante y la lanzó al río. Este mismo gesto es el que hoy se ve reproducido en la estatua. Otro dato curioso es que de este acontecimiento se podría explicar el origen de la ciudad. En flamenco, Amberes se lee como Antwerpen (ant: mano y werpen: lanzar).

El Ayuntamiento de Amberes fue construido en el siglo XVI, cuando la ciudad era un importante enclave comercial. El encargado de diseñar el edificio fue el arquitecto flamenco Cornelis Floris de Vriendt, quien logró una obra que fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Lo más llamativo, además de su impecable arquitectura, son las 87 banderas que adornan la fachada.

Las casas gremiales, tal como dice su nombre, fueron la sede de los gremios de la ciudad entre los siglos XVI y XVII. Hoy en día, algunas de ellas han sido reconvertidas en museos, por ejemplo, la que acoge el museo etnográfico. Lo cierto, es que estas casas le dan muchísimo encanto a la plaza, convirtiéndola en uno de los espacios más fotografiados de Amberes.

Además, la Plaza del Mercado se encuentra llena de terrazas en las que podrás sentarte a tomar algo mientras observas el animado ambiente a su alrededor. Incluso, si tu visita coincide con la Navidad, encontrarás el famoso mercadillo navideño que se monta en todas las ciudades del norte de Europa.

Catedral de Nuestra Señora

La catedral más grande de Bélgica está en Amberes. De hecho, se trata de una de las catedrales góticas más importantes de Europa. Ubicada a menos de 5 minutos de la Plaza del Mercado, es otro de los edificios de la ciudad que debes contemplar con tus propios ojos.

La Catedral de Nuestra Señora comenzó a construirse en el año 1352 y la obra se extendió por 168 años. Tanto tiempo de trabajo logró un resultado realmente espectacular. Erigida en estilo gótico, su fachada occidental destaca por una de sus torres inconclusas. La otra torre, de 123 metros de altura, es visible desde varios puntos de la ciudad.

Si la Catedral de Amberes te impresiona desde afuera, espera visitar su interior. Allí encontrarás una decoración barroca de enorme belleza que tiene como protagonistas a las obras de Rubens y otros artistas destacados de la época. La entrada al templo cuesta 8 € y en los meses de verano podrás sumarte a alguna de sus visitas guiadas en diferentes idiomas.

Se encuentra ubicada en la Groenplaats, la cual acoge también la estatua del gran pintor Peter Paul Rubens. Sin embargo, la mejor postal de la catedral se obtiene desde un encantador callejón medieval (Vlaeykensgang) lleno de pequeñas galerías, tiendas de antigüedad y un restaurante muy famoso. Para acceder a él debes localizar la puerta de Oude Koornmarkt 16.

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Estación Central de Amberes

Si llegas a Amberes en tren, tu primer contacto con la ciudad te dejará fascinado. La Estación Central de Amberes es una auténtica joya arquitectónica y una de las estaciones de tren más sobresalientes de Europa. Sin duda, otro de los imprescindibles de esta ciudad belga. Por eso, si no llegas a Amberes por este medio de transporte, te recomendamos que no dejes de dar un paseo por el lugar. Su destacada fachada neogótica y su impresionante cúpula así lo ameritan.

La Estación Central de Amberes es conocida como la catedral de las estaciones, y realmente que mejor título no podría tener. Su vestíbulo con una cúpula acristalada, sus enormes ventanales y las escaleras de mármol son solo algunos de los detalles que harán que tu boca esté abierta en todo momento.

Esta estación que te dejará embobado tardó 10 años en construirse. Fue inaugurada en 1905, aunque el impacto de las bombas durante la Segunda Guerra Mundial la dejó profundamente dañada. Por eso, a lo largo de su historia debió ser restaurada y ampliada en muchas ocasiones, aunque nunca perdió su encanto original. Con una belleza que bien se podría comparar con la de un palacio, la Estación Central de Amberes será uno de los lugares que más te gustará del paseo.

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Calle Meir

La calle Meir conecta la plaza principal de Amberes con la estación de tren y es la más cara, no solo de la ciudad, sino también de toda Bélgica. Así puedas o no salir de compras, te recomendamos dar un paseo por esta elegante vía llena de tiendas de las más grandes firmas internacionales y empresas de diamantes.

La calle Meir es tan lujosa como antigua, puesto que en 1745 se levantó en ella una residencia real para recibir a los reyes que visitaban Amberes. De hecho, este palacio (Paleis op de Meir) es quien le da nombre a la calle.

De ser la residencia imperial de Napoleón Bonaparte, pasó a convertirse en un restaurante y centro cultural.

Barrio de los Diamantes

Junto a la Estación Central se encuentra el distrito Diamond, que está formado por las calles peatonales de Schupstraat, Hoveniersstraat y Rijfstraat.

El Barrio de los Diamantes de Amberes comenzó a desarrollarse a finales del siglo XIX en los alrededores de la Estación Central, y desde ese entonces no ha hecho más que crecer. A pesar de sus pequeñas dimensiones (tiene apenas 1 km²), allí encontrarás más de 1500 joyerías y cuatro de las treinta bolsas de diamantes que hay en todo el mundo (increíble, ¿no crees?).

Tal como te contamos al principio, el negocio en la ciudad estuvo dirigido en parte por los judíos. Por eso, no debes sorprenderte si en tu paseo por el barrio te cruzas a muchos judíos ortodoxos. Es decir, la comunidad judía está muy presente en el barrio, de manera tal que incluso verás una sinagoga.

Pero, no pienses que los judíos son los únicos que habitan el barrio. A finales del siglo XX, comerciantes provenientes de la India, Armenia y El Líbano se instalaron en la ciudad y fueron ganando terreno en el comercio de piedras preciosas. Más adelante, se unieron comerciantes provenientes de otros países de Asia y África, de manera tal que actualmente hay unas 60 nacionalidades trabajando en este negocio.

Además de recorrer las tiendas y charlar con los comerciantes, puedes apuntarte a una visita guiada. De ese modo, conocerás el proceso desde la extracción de los diamantes en las minas, el tallado y el pulido que dan como resultado joyas de enorme valor.

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Museo del Diamante de Amberes

Para seguir conociendo la historia del comercio de los diamantes en Amberes, qué mejor que visitar el museo dedicado a ello. Conocido como DIVA, Antwerp Home of Diamonds es la casa de los diamantes de Amberes. Ubicada a menos de tres minutos de la Catedral, allí conocerás de dónde provienen los diamantes, cómo se tallan y tendrás la posibilidad de ver auténticas obras de arte.

El museo abarca algo de 5.000 m² y cuenta toda la historia de Amberes y su vínculo con este importante comercio. La visita es interactiva y de lo más interesante. Con la compañía de un mayordomo virtual, irás recorriendo cada una de sus salas y conociendo las historias vinculadas con algunas de las piezas exhibidas.

El Museo del Diamante abre todos los días de 10 am a 6 pm, excepto los miércoles, y la entrada tiene un costo de 10 €. La única desventaja es que no hay visitas en español.

Casa Museo de Rubens

Así como Gaudí es la estrella de Barcelona, Rubens es la de Amberes. Este genio del barroco flamenco no nació en esta ciudad, pero sí vivió gran parte de su vida, dejando un legado artístico impresionante. Por eso, hablar de Amberes es también hablar de Rubens.

Rubens comenzó a incursionar en el mundo de la pintura con apenas 14 años. El mayor de sus maestros fue Otto van Veen, aunque en Italia pudo estudiar el arte clásico y renacentista de Rafael y Miguel Ángel. A lo largo de su carrera pintó retratos para la nobleza y obras religiosas para grandes iglesias. Por eso, en Amberes hay nada más y nada menos que unas 1500 pinturas suyas.

Muchas de las obras del gran Rubens se encuentran en la Catedral de Amberes, como te contamos antes. Una de ellas es “El descendimiento de la Cruz”, considerada una de las máximas creaciones del pintor.

Pero, para conocer más sobre la vida y obra de Rubens, lo mejor es ir a su casa. La Rubenshuis o Casa Museo de Rubens fue adquirida por el pintor en 1611 y él mismo se encargó de decorarla al más puro estilo barroco. Allí vivió durante más de 30 años, hasta su muerte en 1640.

En la visita podrás recorrer las estancias de la casa, todas muy bien restauradas y reconstruidas, el hermoso patio y el estudio del pintor. Al mismo tiempo, verás diez de las muchísimas obras de arte del maestro flamenco, incluido uno de sus cuatro autorretratos.

Gracias a esto, el genio del barroco sigue vivo en la ciudad, a pesar de que ya pasaron 4 siglos de su muerte. Hoy en día, Rubens sigue siendo fuente de inspiración para muchos de los artistas que pasan por Amberes.

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Estatua de Rubens en Amberes

Iglesia de San Pablo

Para seguir descubriendo el enorme legado que Rubens dejó en Amberes, debes visitar entonces la Iglesia de San Pablo.

Si bien el templo es gótico, su interior está decorado en estilo barroco, destacando principalmente el conjunto de cuadros que ornamentan los laterales de la iglesia y retablos. Los mismos se atribuyen fundamentalmente a Rubens, y también a Vos, van Dyck y Jordaensk (en total, hay más de 50 cuadros de estos pintores). Al mismo tiempo, la iglesia alberga uno de los órganos más importantes de Bélgica.

Iglesia de San Carlos Borromeo

Amberes tiene un patrimonio arquitectónico y artístico de enorme valor y, una muestra más de ello, es la preciosa Iglesia de San Carlos Borromeo.

Este templo, cuya fachada te dejará sorprendido, se encuentra situado en la pintoresca plaza Hendrik Conscience. La Iglesia de San Carlos Borromeo es la más bonita de la ciudad y, como no podía ser de otra manera, Rubens es en gran parte responsable de ello (de hecho, es considerada su iglesia por excelencia). En otras palabras, San Carlos de Borromeo es otro de los sitios más destacados de Amberes.

La Iglesia de San Carlos Borromeo fue la primera iglesia barroca de la región flamenca de Bélgica (mejor conocida como Flandes). Rubens y su ayudante Van Dyck le dieron a la fachada de la iglesia y al retablo mayor un espectacular estilo barroco. Además, el pintor se encargó de decorar los techos de las naves laterales muy bellamente. Lamentablemente, estas obras se perdieron en un incendio a principios del siglo XVIII.

Si bien hoy solo queda una obra del pintor, vale mucho la pena acercarse a la iglesia para admirar su impresionante fachada y su interior.

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Iglesia de Santiago

Seguimos recorriendo la historia de Rubens y es hora de hablarte de otro importante templo de la ciudad: la Iglesia de Santiago. Se trata de otro maravilloso ejemplo del gótico en el exterior y el barroco en el interior. Además, es un museo lleno de obras de arte de los más importantes pintores de Amberes, como Vos, Jordaens y Van Dyck. Si eres amante del arte, entonces no dudes en hacer una visita a la Iglesia de Santiago.

¿Sabías qué? Cada día, Rubens se acercaba a este templo a oír la misa de las 6 de la mañana. Por eso mismo, tanto él como su familia (incluidos más de 40 descendientes) se encuentran sepultados aquí. Sus visitantes pueden admirar su capilla funeraria que se distingue fácilmente gracias al cuadro del pintor que la decora: la Virgen con los Santos.

Plantin-Moretus: el museo más impresionante de Amberes

Una de las visitas más interesantes que hacer en Amberes, especialmente para los amantes de la historia, es al mejor museo del mundo en el campo de la imprenta, que lleva el nombre de Cristóbal Plantino y Jan Moretus, dos destacados impresores del siglo XVII. Más allá de la riqueza de su colección, vale la pena acercarse a este edificio para admirar su arquitectura y conocer su hermoso patio.

El museo, que acoge las dos prensas de imprenta más antiguas del mundo, se encuentra situado en una mansión renacentista flamenca muy bien conservada. Allí también encontrarás libros de mucho valor y obras de Rubens (como no podía ser de otra manera). No en vano, el Museo Plantin-Moretus es el único que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO de Amberes.

La visita comienza en el patio lleno de esculturas barrocas y una vid canadiense trepadora de finales del siglo XVI, que le dan un toque sumamente especial. A partir de ahí, el recorrido por sus salas es una auténtica maravilla. La exposición recorre la historia de la imprenta mediante obras y materiales de un valor incalculable.

La entrada tiene un costo de 8 € para adultos y 6 € para mayores de 65 años, mientras que los menores de 12 años entran gratis. El horario es de martes a domingos de 10 am a 5 pm.

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MAS, Museum Aan de Stroom

Si eres amante de los museos, además de visitar la Casa Museo de Rubens y el Museo Plantin-Moretus, no puedes perderte el MAS, cuya colección narra la historia de Amberes.

La exposición del MAS se encuentra organizada en torno a cuatro temáticas y cuenta la historia de Amberes como ciudad portuaria, desde la antigüedad hasta el día de hoy. La visita es interactiva y muy interesante, además que permite a sus visitantes disfrutar de exposiciones temporales de arte moderno y un estupendo mirador en la azotea. Desde allí, a 60 metros de altura, te encontrarás con unas impresionantes vistas de la ciudad, del río Escalda y del puerto.

La entrada al museo cuesta 10 €.

Castillo de Steen

Nos vamos al puerto de Amberes a visitar el impresionante Castillo de Steen, otro de sus edificios más emblemáticos. Construido frente al río Escalda, esta fortaleza jugó un papel clave en la época medieval, ya que alertaba a la ciudad frente a las incursiones vikingas. También fue utilizado como prisión, aunque en el siglo XIX muchas de sus dependencias fueron destruidas para ampliar el puerto de Amberes.

El origen del Castillo de Steen se remonta a principios del siglo XIII y fue la primera fortaleza de piedra construida tras las invasiones de los vikingos en los comienzos de la Edad Media. Es el edificio más antiguo de la ciudad, por ende, un sitio de mucha riqueza patrimonial.

Si bien hoy en su interior hay muy poco, vale la pena acercarse al lugar para ver el castillo desde afuera. La entrada se encuentra flanqueada por dos grandes torres y custodiada por una estatua del gigante Lange Wapper que, según la leyenda, asustaba a los habitantes de Amberes por las noches. Además, tendrás unas vistas excepcionales del río y del puerto.

La entrada es gratuita.

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Edificio de la Autoridad Portuario de Zaha Hadid

Al principio te contamos que Amberes disfruta de una mezcla de edificios antiguos y contemporáneos muy destacada. ¿Qué mejor que ver las dos cosas en un mismo lugar? Haciendo un rápido viaje en el tiempo, nos situamos frente a uno de sus edificios contemporáneos más destacados.

Esta obra de Zaha Hadid es realmente impresionante. El mismo presenta una mezcla de un edificio del siglo XIX (que es una réplica del original, que se quemó en el siglo XVII), con un edificio moderno construido en acero y cristal que flota sobre él (algunos dicen que parece un barco, mientras que otros ven la silueta de un diamante).

No dejes de visitar su interior y conocer la historia del puerto de Amberes con una visita guiada.

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¿Cómo llegar a Amberes?

Amberes se encuentra a 45 km de Bruselas y a 58 km de Gante. En el primer caso, la manera más sencilla de sortear la distancia entre ambas ciudades es en tren. Cada 10 minutos sale un tren rumbo a Amberes desde la estación central de Bruselas. El trayecto dura 45 minutos y el precio del boleto ronda los 8 €. Los autobuses Flixbus son una opción más económica, aunque la frecuencia de los viajes es menor.

Desde Gante también lo mejor es viajar en tren. El trayecto dura una hora aproximadamente y la frecuencia de los viajes es alta. El billete cuesta alrededor de 12 €.

Gastronomía de Amberes

No podemos dar por finalizada esta guía sin antes contarte un poco sobre la exquisita gastronomía de Amberes, un motivo más para visitar la ciudad. Gracias a su situación portuaria, siempre llegó a ella una gran cantidad de alimentos exóticos, especias y hierbas de todas partes del mundo que enriquecieron sus platillos.

La gastronomía de Amberes recibe muchas influencias de la cocina francesa, aunque no por eso deja de lado los ingredientes típicos del país. Pero, teniendo en cuenta que se trata de una ciudad cosmopolita, podrás comer prácticamente lo que desees. Respecto a dónde comer, los mejores restaurantes se encuentran en el centro histórico, alrededor de la estación central y la zona sur de Amberes.

Entre sus platos típicos encontramos los mejillones cocidos acompañados con patatas fritas. De hecho, se trata del plato por excelencia de toda Bélgica, por lo que no probarlo sería una especie de insulto al país. También son un clásico las croquetas de queso o gambas, algo típico de las ciudades flamencas.

Si eres amante de las verduras, entonces debes comer endibias, otro de los platos belgas más famosos. Lo habitual es pedirlas envueltas con jamón y gratinadas con queso y salsa bechamel. Una verdadera delicia. Si te toca un día de frío, entonces el mejor plan es pedir un estofado de carne con cerveza belga, otro plato flamenco por excelencia.

Los amantes de lo dulce se volverán locos con el chocolate de Amberes. Por si no lo sabías, el chocolate belga está entre los mejores del mundo. Incluso, en la ciudad podrás visitar un auténtico museo dedicado a este alimento tan rico.

Finalmente, tampoco puedes irte de la ciudad sin probar la deliciosa y famosa cerveza belga. Esta bebida tiene una tradición muy fuerte en el país. Por si no lo sabías, en la Edad Media era la única bebida que se consumía, ya que la calidad del agua era muy mala. ¡Entre los siglos XV y XVI las personas consumían aproximadamente 400 litros de cerveza al año! Por eso, ríndele honor a la tradición y bébete una rica cerveza.

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Ahora sí, con la panza llena y el corazón contento nos despedimos de Amberes. No quedan dudas de que esta ciudad es una maravilla que vale la pena conocer. ¡Así que, ponte en marcha y comienza a planear tu viaje por Amberes, créenos que no te arrepentirás!

Créditos fotográficos

  • Carolus Borromeuskerk (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Antwerpen,_St._Karl-Borrom%C3%A4uskirche.jpg), por rolf kranz/CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)
  • Amberes, Bélgica: Patio interior del Museo Plantin-Moretus (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Antwerp_Belgium_Museum-Plantin-Moretus-05.jpg), por CEphoto, Uwe Aranas/CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)
  • (https://pixabay.com/es/photos/b%c3%a9lgica-antwerp-oficina-edificio-2986796/), por 2427999 (https://pixabay.com/es/service/license/)

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