¿Listo para conocer Trento? Esta ciudad italiana, famosa por su histórico Concilio, es una de las más bellas e importantes de la región Trentino Alto-Adigio. Un destino que respira historia en cada uno de sus rincones, especialmente en su casco antiguo perfectamente conservado. En otras palabras, es una de las joyas más valoradas de la región, ubicada a menos de 80 km del espectacular lago de Garda. A pesar de no estar dentro de las ciudades más famosas del país, sin dudas que no faltarán cosas que hacer en Trento. Así que, sin más, vamos a conocer esta bella ciudad.

Trento-Italia

Trento se encuentra situada en la región de Trentino-Alto Adigio, a 100 km de la ciudad de Verona y a los pies de los Dolomitas. Es conocida por haber sido la sede del famoso Concilio de Trento, hecho que reunió a los representantes de las principales escuelas teológicas y construyó las bases de la doctrina de la religión católica.

Pero, no fue este el único acontecimiento que marcó la ciudad. Como dijimos, Trento tiene ante todo, mucha historia por contar. Ciudad de origen celta, pasó por las manos de los romanos, fue ocupada por Napoleón, luego por el imperio austrohúngaro y, durante la Segunda Guerra Mundial, fue anexada al Tercer Reich. Finalmente, en 1870 la ciudad consiguió liberarse de la germanización.

¿Sabías qué? Trento está dentro de las ciudades con mejor calidad de vida de Italia. También es una de las más caras, al nivel de Roma, Milán y Venecia. Desde la década del 50, Trento viene creciendo y evolucionando su oferta de comercios y tiendas de primera calidad. Sin embargo, eso no debe ser un impedimento para visitar la ciudad. De hecho, Trento se puede recorrer tranquilamente en un día, así que no hay excusas. 

Si te preguntas qué ver en Trento, en esta guía completa que hemos preparado encontrarás las respuestas. Dicho esto, ¡vamos a descubrir todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer!

¿Qué ver en Trento?

Pasear por Trento es ir conociendo, uno a uno, los sitios donde ocurrieron los hechos más relevantes de su historia. En este sentido, la plaza central y la catedral son dos de los sitios más ricos en acontecimientos históricos. De hecho, allí ocurrieron eventos que marcaron para siempre la identidad de Trento. Por ejemplo, en el magnífico edificio románico de la Catedral se reunió en diciembre de 1545 el concilio ecuménico, quienes desarrollaron sucesivas sesiones hasta 1563.

Lo mismo sucede con el Castillo del Buonconsiglio, que es una huella directa que dejó el Concilio de Trento en la ciudad. O bien, el Palacio Pretorio, otra de las visitas más impresionantes que hacer en Trento, especialmente si eres aficionado del arte. 

En resumen, Trento posee un rico patrimonio por explorar. Por eso, si planeas hacer una visita completa, los sitios que no deberían quedar fuera de tu ruta son los siguientes:

Piazza del Duomo

Comenzamos el paseo por Trento en la Piazza del Duomo, centro neurálgico y punto al cual llegan y parten las arterias más importantes de la ciudad. La Piazza del Duomo es perfecta para tomar un café mientras observas el ritmo de vida de la ciudad. A su vez, es sede de muchos eventos, festivales, mercados y otros acontecimientos que reúnen locales y turistas. 

La Piazza del Duomo de Trento no tiene nada que envidiar a las grandes plazas italianas, como la Piazza Navona de Roma. A pesar de ser más pequeña, tiene grandes tesoros arquitectónicos, muchas terrazas y un gran ambiente. En otras palabras, visitar Trento y no pasar por esta plaza es lo mismo que nada. 

Como buen centro neurálgico, alrededor de la Piazza del Duomo se alzan algunos de los edificios más importantes de la ciudad. Entre ellos se encuentran la Catedral de San Vigilio y dos palacios con fachadas muy llamativas: el Palazzo Cazuffi y el Palazzo Rella. En la zona también se encuentran el Palazzo Pretorio y la Torre Cívica, una estructura militar medieval que cumplió varias funciones. 

Aunque, la gran protagonista de la postal es la Fuente de Neptuno, ubicada en el centro de la plaza. La misma se construyó en el siglo XVIII con la finalidad de abastecer de agua potable a los habitantes de la ciudad. En ella se ve representado el dios romano del mar, sosteniendo un tridente y rodeado de centauros, caballos marinos y tritones. Según algunas fuentes históricas, estaría relacionada con el antiguo nombre de la ciudad (Tridentum).

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Una aclaración que vale la pena hacer, es que la figura del Neptuno que verás en la plaza es una copia. La original fue quitada de allí porque se estaba deteriorando y trasladada al patio del Palacio Thun, ubicado en el centro de Trento. Otro detalle curioso es el hecho de que se haya colocado un dios pagano enfrente de la catedral. El motivo es que en aquel entonces el poder episcopal de la ciudad había caído.

Otra fuente de la plaza es la del Águila, ubicada en una esquina. Según cuenta la leyenda, un hombre fue condenado injustamente a muerte y cuando estaban por ejecutarlo, pasó un águila encima de él. Aprovechando la ocasión, gritó que si era inocente el águila se convertiría en piedra. Inmediatamente, el águila se convirtió en piedra y el hombre quedó libre de su condena.

Catedral de San Vigilio

Dominando la plaza de la ciudad, aparece la majestuosa Catedral de San Vigilio. De hecho, gran parte del mérito que tiene la Piazza del Duomo como una de las más lindas del país es gracias a esta pieza maestra construida por Adamo d’Arogno en el siglo XIII. 

La Catedral de Trento fue levantada sobre un templo que ya existía en el lugar desde el siglo VI, y en donde estaría la tumba de San Vigilio. De hecho, en sus cimientos hay una antigua basílica paleocristiana que se puede apreciar bajando a la cripta subterránea. Con el correr de los siglos, el templo fue experimentando diversas modificaciones y reconstrucciones que le añadieron elementos góticos y barrocos. Hoy en día, es una obra grandiosa y el templo más importante de la región.

Como te contamos al principio, fue el sitio donde se celebró el Concilio de Trento entre 1545 y 1563. El mismo surgió con el objetivo de hacer frente a la expansión del protestantismo y establecer medidas a favor de la Contrarreforma luterana.

Para rememorar este acontecimiento, se construyó la Capilla del Crucifijo en el lado sur del templo. La misma alberga un crucifijo de madera frente al cual se proclamaron los decretos del concilio, claves para el desarrollo de la doctrina católica a partir del siglo XVII.

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Palazzo Pretorio y Torre Cívica de Trento

El Palazzo Pretorio se encuentra en la Piazza del Duomo y es uno de sus edificios más destacados de la ciudad. Es también otro sitio con mucha historia, ya que durante el siglo IX y XIII fue la residencia de los obispos tridentinos. Cuando el obispo fue trasladado a la fortaleza de Buonconsiglio, el palacio quedó abandonado hasta 1963, cuando fue restaurado y convertido en el Museo Diocesano Tridentino

El Museo se encuentra dedicado a la historia religiosa de Trento y exhibe una valiosa colección de artefactos y reliquias que van desde el siglo IX hasta la actualidad. La exhibición se encuentra dividida en categorías e incluye pinturas de la Edad Media, esculturas de madera con diseños magníficos, manuscritos, tapices y otras reliquias. Cada colección ayuda a construir una imagen de la historia de la catedral de Trento, así que sin dudas es un sitio interesante.

La entrada al Museo Diocesano Tridentino cuesta alrededor de 7 €, aunque el primer domingo de cada mes es gratis.

Junto al palacio se encuentra la Torre Cívica, cuyo gran reloj siempre marca la hora en Trento. Aunque, su pasado es bastante más oscuro que su actualidad. En épocas de antaño, la campana de la Renga que se guardaba en el interior de la torre, anunciaba con sus estruendos las sentencias de muerte.

Lamentablemente, la torre no se puede visitar, lo cual es una verdadera pena, ya que subiendo sus 156 escalones se aprecian unas vistas increíbles de la ciudad y las montañas circundantes.

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Vía Belenzani

Una de las calles más distinguidas de la ciudad es la vía Belenzani, la cual concentra muchos edificios y palacios históricos, como el Palacio Thun. La misma concluye en la Piazza del Duomo, por lo que podrás comenzar a recorrerla y apreciar su belleza renacentista desde la misma plaza.

La Vía Belenzani presenta una arquitectura fina y una nutrida selección de tiendas y restaurantes. Asimismo, sus edificios históricos se encuentran cubiertos con hermosos frescos de colores de los siglos XV y XVI. Cada uno cuenta con una serie de motivos donde se ve representado lo clásico, lo histórico y lo mitológico.

El Palacio Thun es un edificio renacentista construido en el siglo XVI y actual sede del Municipio de Trento. No solo es uno de los más importantes de la Vía Belenzani, sino que su patio alberga la escultura original de la fuente del Neptuno, por lo que vale la pena hacerle una visita. 

Al final de la preciosa vía Belenzani se encuentra la Chiesa di San Francesco Saverio, considerada la máxima expresión de la arquitectura religiosa barroca de la región de Trentino. 

Tip viajero: si quieres disfrutar de otra vía que no sea la Belenzani, te sugerimos la vía ciclista de la Vallagarina. Es completamente diferente a la anterior, sin embargo, vale muchísimo la pena recorrerla (especialmente si eres amante del deporte y la naturaleza). La vía es muy larga (concretamente tiene 81 km, desde Cadino a Borghetto) y sigue el curso del río Adigio, además es completamente llana y ofrece unas vistas realmente bellas. 

Castillo del Buonconsiglio

Otra de las paradas imprescindibles para hacer en Trento es en el Castillo del Buonconsiglio, uno de los más importantes de la región.

El Castillo del Buonconsiglio fue construido en el siglo XIII para ser la residencia de los príncipes y obispos de la región, aunque también fue utilizado como sala de reuniones durante el Concilio. Anteriormente, se encontraba unido a la muralla de Trento y a la Torre Verde y hoy en día permanece unido a la Torre Grande. En su interior se pueden apreciar las antiguas celdas donde encerraron y fusilaron a los soldados italianos en la Primera Guerra Mundial.

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En 1475 el castillo fue restaurado y adquirió un gótico veneciano. Hoy en día, el conjunto incluye un interesante centro museístico que alberga valiosas colecciones de pinturas, artefactos, esculturas y otros elementos relacionados con el arte y la cultura de Trento.

Recorrer su interior, especialmente sus habitaciones bellamente decoradas con arte gótico, es un verdadero placer. También destaca el Mastio di Castelvecchio, una imponente torre cilíndrica, y la Logia Veneciana. Desde esta última torre se disfrutan de unas vistas increíbles de la ciudad. Finalmente, la Torre Aquila, cuyas paredes internas muestran un fresco con el ciclo de los meses, es otra visita imperdible. Este impresionante fresco se remonta a finales del siglo XIV y muestra de manera muy detallada los cambios de estaciones, las profesiones, la vida de los nobles y agricultores de la región, entre el año 1300 y 1400. 

La entrada al castillo cuesta 10 €, aunque puedes adquirir un ticket que te permite conocer los 5 castillos de la región por 15 €. Para subir a la Torre del Águila deberás abonar 2 € adicionales. El primer domingo de cada mes la entrada es gratuita.

Jardines y Plaza de Dante

A 700 metros del castillo de Trento se encuentran estos jardines, en cuya plaza puedes encontrar el monumento a Dante Alighieri. La imagen representa la lengua y el espíritu italianos en las épocas en que Trentino formaba parte del imperio austrohúngaro. ¿Sabías qué? Es el monumento a Dante más grande del mundo, así que sin dudas vale la pena apreciarlo de cerca.

Si bien la ciudad posee varios parques, este sin dudas es el más bonito de todos. El espacio está muy bien cuidado y se encuentra lleno de fuentes y bancos donde podrás relajarte y pasar un agradable momento.

Funivia Trento

Para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad tienes la gran opción de usar el Funivia Trento. Este funicular realiza en apenas 5 minutos el trayecto desde Trento a Sardegna, un pueblo con una increíble terraza panorámica.

El billete de ida y vuelta cuesta 5 € y es muy recomendable, especialmente al anochecer.

Gastronomía de Trento

Como en toda Italia, Trento recibe al viajero con una amplia y variada carta de platos típicos para saborear. La gastronomía de la ciudad conserva la autenticidad de sus orígenes alpinos, pero a su vez ha sabido aprovechar la influencia de países y regiones vecinas, como Austria, Venecia y Bolzano.

Si bien hoy se ha convertido en todo un referente de Italia, la gastronomía de estas tierras comenzó con la pobreza de los campesinos, que buscaban sobrevivir día a día. De ese modo, los platos de la región Trentina han estado vinculados siempre a su aislamiento geográfico e histórico. Con el tiempo, las diferentes influencias culturales se han ido mezclando a lo largo de los años para dar origen a muchos de los platos que hoy puedes probar. 

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El strudel de manzana es uno de los platillos dulces más famosos de Trento

¿Qué alimentos están presentes en mayor medida? Especialmente los lácteos, destacando una amplia variedad de quesos, la leche fresca de montaña, la mantequilla, la manzana, los licores, la longaniza y, por supuesto, los vinos.

Una de las delicias Trentinas son los i Canederli, conocidas como gnocchi de pan. Esta receta de origen campesino es muy versátil y se puede acompañar con quesos de varios tipos, carne, jamón y otros ingredientes.

Otro plato típico de Trento es el Spätzle, un plato de origen animal que lleva pequeños gnocchi elaborados con harina de trigo blando, huevos y agua. Siguiendo con la línea de los platos calientes, tenemos los Strangolapreti, unos ñoquis de color verde que llevan espinaca en su masa, se sazonan con abundante mantequilla y salvia y se sirven espolvoreados con queso rallado. Una delicia, ¿no crees?

A la hora del té, el strudel de manzana sin dudas es el gran protagonista en todos los bares y cafés de la ciudad. Aunque, los helados de Trento tienen fama de ser de los mejores de Italia, así que también te sugerimos probarlos.

Como sea, Trento es una ciudad donde se come rico y a buen precio. Así que no dejes de hacer una parada técnica para recargar tus energías con sabores y olores de estas tierras.

¿Cómo llegar a Trento?

Llegar a Trento es bastante sencillo, especialmente en tren. La ciudad forma parte del eje ferroviario del Brennero, que es una de las líneas más transitadas de Europa y se encuentra en un cruce de varios caminos. De ese modo, ciudades como Verona e Innsbruck, en Austria, Bolzano y Vipiteno son buenos puntos de partida. A su vez, Trento se encuentra cerca de las principales estaciones de esquí de los Dolomitas y los Alpes orientales.

La estación de trenes de Trento se encuentra muy cerca del centro histórico y cuenta con línea de alta velocidad y trenes regionales.

Para llegar en avión, podrás hacerlo en cualquiera de sus dos aeropuertos más cercanos: el Aeropuerto de Bolzano o el aeropuerto internacional de Verona. Ambos cuentan con conexiones directas a ciudades europeas como Madrid, Barcelona, Bruselas o Múnich. Independientemente de a qué aeropuerto arribes, las dos mejores opciones para llegar a Trento son alquilar un coche o ir en tren.

Finalmente, llegar a Trento en automóvil también es una opción válida. La ciudad se encuentra a lo largo de la autopista Brenner A22, que la conecta con las principales ciudades del valle del Po (como Módena, Mantua, Verona y Rovereto) y destinos de Austria y Alemania. Si viajas desde Milán, por ejemplo, deberás tomar la SS 42, desde Verona la SS 12 y desde Venecia con la SS 47.

¿Qué visitar cerca de Trento?

Trento posee varios destinos muy interesantes que se pueden visitar fácilmente. Por ejemplo, la ciudad de Bolzano se encuentra ubicada a unos 60 km. También es posible hacer una ruta en coche por los Dolomitas o recorrer el Lago di Garda, ubicado al sur de la ciudad. Si tienes más tiempo, también te recomendamos visitar las ciudades de Vicenza y Verona.

Aunque, si quieres una sugerencia, hacer una ruta por el Lago di Garda y los pueblos a su alrededor es, para nosotros, el mejor plan. El mismo se encuentra ubicado en el norte de Italia, en la Región de los Lagos, donde las llanuras se encuentran cara a cara con los Alpes.

Es uno de los grandes espejos de agua de esta región, que afortunadamente se encuentra muy cerca de Trento (a 80 km). No solo es uno de los más grandes del país, sino que posee un microclima especial que lo nutre de naturaleza y cultivos meridionales como la vid, la palmera, el limonero y el laurel. Por eso mismo, desde la época romana hasta tiempos actuales, se han levantado lujosas villas en sus orillas.

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Pueblos como Sirmione, Desenzano, Saló, Gardone Riviera o Tignale son paradas imprescindibles de cualquier ruta por el Lago di Garda. Por eso, si viajas con tiempo, te sugerimos que dediques un par de día a recorrer esta zona de enorme belleza paisajística. La ruta ideal debería llegar hasta Riva del Garda, la localidad más septentrional del lago y la frutilla del postre. 

Si quieres viajar y no sabes a dónde, ya sabes que Trento es un plan excelente. La ciudad posee todos los condimentos necesarios para que el viajero no se arrepienta de haber hecho el viaje y, es más, desee volver. Trento es historia, arte, cultura, comida y naturaleza. ¿Se puede pedir algo más de un destino?

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Créditos fotográficos

  • Palacio Pretorio (Trento) (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Palazzo_pretorio_di_Trento.jpg), por ratongris/CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.en)
  • Trento (https://www.flickr.com/photos/lucatraversa/7772735594/), por Luca Traversa/CC BY-ND 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)
  • (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Trento-cathedral_of_saint_Vigilio_from_east.jpg), por Matteo Ianeselli/CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)
  • Trento (https://www.flickr.com/photos/infanticida/9125357073/), por Aleksandr Zykov/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)
  • Buonconsiglio Castle in Trento (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:20110727_Trento_Buonconsiglio_Castle_6609.jpg), por Jakub Hałun/CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)
  • Trento (https://www.flickr.com/photos/infanticida/9127598554/), por Aleksandr Zykov/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)

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