Vic es una pequeña ciudad situada a tan solo 70 km de Barcelona. Por ende, es la excusa perfecta para una escapada de fin de semana y la base perfecta para explorar la comarca de Osona, de quien es capital. A pesar de su reducido tamaño, cuenta una cantidad de atractivos suficiente como para cautivar a sus visitantes. Vic tiene el encanto propio de los destinos medievales, esos que son capaces de hacerte retroceder en el tiempo. ¿Vamos a descubrirla?
La posición de Vic en el corazón de Cataluña, entre el Mediterráneo y los Pirineos, la convierten en el lugar ideal para desconectar del bullicio de Barcelona. A esto se suma su posición clave dentro de la comarca de Osona. La misma está llena de tesoros por descubrir, desde nuestra protagonista de hoy hasta pequeños pueblos medievales y enclaves naturales de mucha belleza.
En esta guía descubrirás más de un motivo por el cual deberías viajar a Vic y dejar atrás la rutina y sus problemas. Te presentamos un itinerario de viaje por ciudad y comarca que te dará esa dosis de descanso, naturaleza y relajación que seguramente necesitas. ¡Comencemos!
¿Cómo llegar a Vic?
Vic se sitúa a orillas del río Meder, muy cerca del impresionante pantano de Sau y a pocos kilómetros de Barcelona. Ten en cuenta que es el centro demográfico, administrativo y de servicios de la comarca de Osona y sus alrededores. Esto significa que las conexiones entre Barcelona y Vic son muy buenas, por lo que llegar a su pequeño casco urbano repleto de atractivos desde la capital catalana no representa ningún problema.
La forma más cómoda de desplazarse a Vic desde Barcelona y las principales ciudades catalanas es en coche. Desde Barcelona la distancia a recorrer son 70 km (una hora de viaje aproximadamente) que se cubren por la carretera C-17. Desde la ciudad de Girona (también a 70 km) hay que tomar la N-II/A-2 que lleva a Barcelona y conducir hasta el desvío de la C-25 en dirección Vic. (70 km, 55 min).
En caso que no dispongas de coche propio, una buena idea es alquilar uno para poder descubrir tesoros cercanos a Vic y otros atractivos del interior de Cataluña, como la ciudad Manresa, Rupit, Tavertet y el pantano de Sau.
Si viajar en coche no es una opción puedes hacer uso del tren. En ese caso la conexión es la línea R3 (L’Hospitalet de Llobregat – Puigcerdà). Desde Plaça Catalunya (Plaza de Cataluña) el viaje demora unos 75 minutos y el costo del billete sencillo ronda los 7€.
Finalmente, existe la opción de viajar en bus Bus a través de varias compañías que conectan los principales núcleos catalanes. En el caso de Vic, la empresa que cubre el trayecto desde Barcelona es Sagalés.
¿Qué hacer en Vic en un día?
La ciudad de Vic es pequeña y sus atractivos se concentran principalmente en el casco histórico. Por ende, aquellos que únicamente posean un día libre para conocer la ciudad tendrán tiempo suficiente de descubrir sus encantos. De todos modos, si dispones de más tiempo te sugerimos dedicar un fin de semana completo a recorrer Vic y otros pueblos de la comarca de Osona, hacer alguna ruta a pie o en bicicleta, un viaje en globo aerostático y más.
Como sea, el punto de partida ideal para comenzar a descubrir el casco histórico de Vic es desde la Plaza Mayor. Desde aquí inicia un viaje al pasado a través de una ruta señalizada que te llevará a diferentes edificios de interés histórico, arquitectónico o artístico. La Catedral, el Templo Romano, las murallas… Son algunos ejemplos de lo mucho que hay para ver en Vic.
Aquí te dejamos un listado de los lugares que ver en Vic en un día.
Plaza Mayor, Ayuntamiento de Vic y Casa Comella
Como muchas ciudades españolas, Vic posee una hermosa Plaza Mayor que es el punto neurálgico y el epicentro de su actividad. Posiblemente, estés ante una de las plazas porticadas más encantadoras de Cataluña y una de las más grandes del país. En la Plaza Mayor de Vic se siente el pulso de esta ciudad de apenas 50.000 habitantes que tiene como principal ventaja su tamaño pequeño, ideal para recorrer a pie.
Se la conoce también como la Plaza del Mercado o el Mercadal, puesto que en la Edad Media era el sitio donde se montaba el mercado. Hoy en día, sus pórticos y terrazas siguen acogiendo los días martes y sábados un mercado semanal en donde se venden los principales productos locales.
También es el punto donde se celebran la mayoría de los festivales y ferias de Vic, como el famosísimo Mercat Medieval, el Mercat del Ram, la Festa Major, el Mercat de Música Viva, entre otros. Por ende, es un sitio lleno de vida durante todo el año.
Además de ambiente, la plaza posee una belleza arquitectónica a destacar. A su alrededor encontramos edificios de diferentes estilos artísticos. Uno de ellos es el Ayuntamiento, donde se encuentra la Oficina de Turismo. Si puedes subir a su balcón no lo dudes, porque desde allí se obtienen hermosas fotos de la Plaza Mayor.
El interior del Ayuntamiento también merece una visita. Sus salas de estilo barroco y ventanales góticos son un verdadero placer visual. Lo mismo sucede con las obras de Josep Maria Sert que decoran sus muros. Por otro lado, en el lugar que hoy ocupa la Oficina de Turismo se encuentra la zona más antigua del edificio. Hablamos de la la lonja del trigo, la cual se remonta al siglo XIV.
Aunque, la construcción más sobresaliente de la Plaza Mayor es la Casa Comella, una de las mansiones señoriales más hermosas de Vic, con detalles neogóticos y una clara influencia modernista
Esta última sorprende por su estilo neogótico y es sin dudas el edificio más destacado de todo el conjunto que rodea la Plaza Mayor de Vic. El responsable de su construcción fue el arquitecto Gaietà Buïgas, el mismo que levantó el Monumento de Cristóbal Colón, uno de los grandes atractivos de Barcelona situado al final del paseo de Las Ramblas.
Lo más atractivo de la Casa Comella son los detalles de su fachada, que si prestas atención verás un trabajo de esgrafiado que representa las cuatro estaciones del año. Lamentablemente, la casa no se puede visitar por dentro, por lo que hay que conformarse con verla desde afuera.
Para comenzar una ruta a pie por el casco histórico de Vic puedes ir primero a la Oficina de Turismo y pedir un mapa e información de los principales puntos de interés. O bien, puedes armar tu propia ruta y dejar que sea el instinto quien vaya marcando tus pasos.
Templo Romano, el momento más antiguo de Vic
Tras tomar un par de fotos a la fachada de Casa Comella es momento de caminar unos 5 minutos hasta llegar al monumento más antiguo de Vic: el Templo Romano. Construido en el siglo I, durante muchísimos años permaneció oculto, puesto que estaba contenido por el castillo medieval de los Montcada, construido a finales del siglo XI.
Dato histórico: no hablamos de la historia de Vic, pero nos parece interesante contarte que en la época de dominio romano la ciudad se llamó Vicus Ausonae, nombre que eligieron para bautizar a la antigua Asua fundada por los ausetanos. Por aquel entonces, los romanos construyeron un templo en el punto más elevado de la ciudad.
¿Cómo fue que el templo quedó absorbido por el castillo de los Moncada? Sencillo, se utilizaron los muros de esta antigua construcción romana para darle estructura al castillo en el siglo XI. Claramente nadie sospechó que se trataba de un antiguo templo romano.
El mismo se recuperó a partir de 1882, cuando al derribar el viejo castillo se descubrieron los capiteles y muros del Templo Romano. De todos modos, vale aclarar que lo que verás hoy en día es una reconstrucción realizada en el siglo XIX a partir del capitel (únicamente este, un trozo de columna y los muros son originales). De todos modos, no deja de ser un edificio histórico de mucho valor para la ciudad. Junto al templo se pueden ver también los escasos restos que quedaron del Castillo de los Montcada.
En la misma calle donde se ubica el templo encontramos la Església de la Pietat (siglo XVII), que llama la atención por su imponente fachada barroca.
Museo de Arte Medieval de Vic
A pocos metros del Templo Romano encontramos el MEV, un espacio que acoge una de las colecciones de arte medieval más importantes de Europa. Por ende, si eres amante de la historia y del arte, sin dudas que hacer una parada en este museo es una de las mejores cosas que puedes hacer en Vic.
El MEV fue inaugurado en 1891, pero el moderno edificio que hoy ocupa es más reciente (2002). En el interior encontramos una colección conformada por 29.000 piezas repartidas en 4 plantas. Pinturas, esculturas románicas y góticas, un espacio totalmente dedicado a la arqueología, piezas de orfebrería, tejidos, trabajos en vidrio, cerámicas… Todo esto y más encontrarás en el Museo de Arte Medieval de Vic.
Además de su colección, el MEV busca ser un puente entre el mundo medieval y el actual. Por eso, va más allá y hace uso de las tecnologías digitales más modernas para crear una experiencia inmersiva a sus visitantes. Todos los sentidos se ven implicados en esta muestra que permite conocer a pleno el antiguo mundo medieval.
El horario de visitas al MEV es de martes a viernes de 10 am a 7 pm (entre abril y septiembre) y de 10 am a 1 pm y de 3 pm a 6 pm entre marzo y octubre. Los días sábado abre de 10 am a 7 pm y los domingos y festivos de 10 am a 2 pm.
Sus visitantes pueden disfrutar de una visita guiada a la sala inmersiva y a la colección todos los sábados y domingos al mediodía por un precio de 8,5€. Esta es apenas una de las muchas actividades que organiza el museo, así que no dudes en consultar allí mismo sobre otras propuestas.
La entrada al MEV tiene un costo de 8 € para adultos, 5€ para grupos de 15 personas o más, 5€ para jubilados, jóvenes entre 10 y 18 años y es gratis para los menores de 10 años.
Catedral de Vic
Del MEV nos vamos a conocer otra de las estrellas de la ciudad: la Catedral de Sant Pere, sede de la histórica diócesis de Vic.
La Catedral de Vic está situada en la parte baja del centro histórico, cerca del río y, si bien su fachada puede no llamar mucho la atención, no hay que perderse de visitar su interior. La fundación del templo tuvo lugar en el XI y de aquellos años conserva su campanario de estilo romántico (el más alto de Cataluña) y la cripta.
De la catedral actual destaca el claustro gótico construido en el siglo XIV y el retablo de Pere Oller hecho en alabastro y en el mismo estilo. También, la hermosa capilla barroca dedicada al santo Bernat Calbó y la decoración de la nave central. Aunque, la obra de mayor valor artístico del conjunto es el mural de Josep M. Sert.
En otras palabras, cualquier estudiante de Historia del Arte tendría que pasar por esta iglesia que luce un estilo arquitectónico diferente en cada uno de sus rincones.
La entrada a la nave central de la iglesia es gratuita, pero es posible hacer una visita guiada para conocer la cripta, el retablo gótico y el claustro. El horario de visitas es de lunes a domingo de 10 am a 1 pm y de 4 pm a 7 pm (de octubre a marzo). De abril a septiembre el horario es de 10 am a 1 pm y de 5 pm a 8 pm.
Restos de murallas medievales
Uno de los mejores vestigios de la Vic medieval son los restos de la muralla que han resistido hasta nuestros días. Paseando por la Rambla de Montcada encontrarás uno de los lienzos mejor conservados de la ciudad. Incluso, se preservan las anillas donde se ataba el ganado durante los días de mercado.
En la parte central de esta calle encontramos el Portalet, con una antigua torre y su pequeña capilla. En cambio, si te vas al inicio de la rambla llegarás al Pont de Queralt, otro vestigio histórico de Vic.
Puente Medieval de Queralt y curtidurías
Cruzando el río Meder y justo enfrente de la Plaça Santa Elisabet encontramos este puente de estilo románico cuyos orígenes se sitúan en el siglo XI. Durante dos siglos marcó la puerta de entrada a la ciudad, por la cual debían atravesar todos los comerciantes provenientes de Barcelona. Hoy en día, la imagen del puente con la catedral de fondo constituye una de las postales más hermosas de Vic.
Del otro lado del río encontramos las antiguas curtidurías, los talleres en donde se trabajaba la piel desde tiempos medievales. Durante muchos años esta industria fue muy importante en la ciudad de Vic, al punto tal que era una de las ciudades de la península con más talleres.
Estas son las visitas imprescindibles que ver en Vic en un día. De todos modos, si tienes más tiempo puedes ampliar el paseo por el casco antiguo para descubrir otras casas nobles (muchas de origen medieval). También hay más iglesias para ver, como la del convento de Sant Domènec, la dels Dolors, la de Sant Felip y la de Sant Antoni M. Claret. Incluso, puedes dar un paseo por el barrio judío.
Explorando la gastronomía de Vic
Lo más seguro es que tanto paseo por las calles medievales de Vic te abra el apetito. Aquí te dejamos una propuesta culinaria y cultural a la vez: descubrir el famoso salchichón de Vic en Casa Riera Ordeix. El establecimiento se encuentra situado en la antiguamente llamada Plaza de los Cerdos (porque aquí se organizaba el mercado de animales).
Casa Riera Ordeix es un negocio familiar que desde hace más de 170 años se distingue por elaborar el único salchichón de cerdo blanco de la zona. Esta labor que comenzó hace años creció al punto tal que hoy en día exporta sus productos hasta Hong Kong y, por supuesto, llega a las principales tiendas de las capitales europeas.
Casa Riera Ordeix es una fábrica museo que permite a sus visitantes conocer el proceso de elaboración artesanal del salchichón de Vic (y además adquirir sus productos). En las cuatro plantas de este edificio antiguo se siguen curando los salchichones de la misma madera que en 1852. Por eso, además de llevarte el mejor producto de Cataluña podrás descubrir los secretos de su sabor. Sin dudas, otra visita que bien merece la pena.
Siguiendo la misma línea, otro sitio para comprar embutidos catalanes es la Charcutería Can Vilada, situada muy cerca de la Plaza Mayor. La misma también se distingue por la elaboración artesanal de sus productos desde el año 1830. No dejes de probar sus famosos salchichones, el fuel, el jamón de pato o los embutidos rellenos de setas y trufa.
Al igual que los embutidos, los quesos también son otro producto destacado de la gastronomía de Vic. Cerca del Templo Romano encontramos la famosa quesería La Caseïna. Aquí se elaboran y venden una gran variedad de quesos artesanales catalanes para todos los paladares, incluidos los vegetarianos.
Si en lugar de lo salado te decantas por lo dulce, en la Plaza Mayor encontrarás otro rincón gastronómico destacado de Vic: la pastelería Forn de Sant Miquel. Este centenario establecimiento abrió sus puertas en 1913 y desde ese entonces elabora el dulce más típico de Vic: el pan de pellizco (o pa de pessic en catalán). Este bizcocho esponjoso que parece una magdalena se vende de manera individual y es una delicia que tienes que probar.
Estos son algunos de los productos más típicos de Vic que, además de sabor, te permitirán seguir descubriendo esta histórica ciudad. Por eso, si deseas darle un mimo a tu paladar, no dudes en visitar alguno de estos establecimientos.
Mapa de Vic
Aquí te dejamos un mapa con los principales lugares para visitar en Vic en un día. Como podrás ver, se encuentran muy cerca uno del otro, por lo que podrás cubrir la ruta fácilmente a pie. Dicho esto, veamos qué más hay para hacer en Vic y alrededores.
¿Qué ver en los alrededores de Vic?
Si tienes más tiempo, hay unos cuantos lugares en los alrededores de Vic que creemos que merecen una visita.
Como ya sabes, la ciudad de Vic es la capital de la comarca de Osona. Esta región geográfica está situada a mitad de camino entre los Pirineos y la Costa Brava y cuenta con una amplia oferta turística. Además de las ciudades y pueblos históricos que salpican el territorio, su paisaje es idóneo para realizar actividades en contacto con la naturaleza. Por ende, una de las mejores cosas para hacer en Vic es explorar los encantos de esta comarca poco conocida de Cataluña.
Algunos de los sitios que te sugerimos visitar son los pueblos de Rupit, Prurit, Tavertet y sus preciosos riscos y el Monasterio de Sant Pere de Casserres, uno de los mejores ejemplos del románico catalán. También vale la pena visitar el Pantano de Sau y navegar en kayak hasta la torre campanario de la iglesia hundida.
Tavertet
Tavertet es un pequeño enclave situado en lo alto de un peñasco de la comarca de Osona, en el cual viven apenas unos 150 habitantes. Su encantador núcleo urbano ofrece un paseo sumamente agradable que lo convierte en uno de los mejores sitios para ver en los alrededores de Vic.
La pequeña villa de Tavertet es dueña de algunos de los paisajes más bellos del Vall de Collsacabra. Pequeño y pintoresco, desde lo alto de su peñasco se obtiene una postal inmejorable de los pantanos de Sau, Susqueda y las montañas de Montseny.
Por otro lado, al estar rodeado de naturaleza es el destino perfecto para conectar con el aire puro y el verde de los árboles. Las rutas de senderismo te llevarán a conocer saltos de agua y a pasar un grato momento en familia. Por otro lado, perderse en sus calles empedradas es todo un placer para la vista.
En el Carrer del Mig, la principal arteria de Tavertet, encontrarás algunos de sus edificios más representativos. Al final del paseo te espera el Mirador del Pla del Castell, desde el cual se disfruta de una de las vistas más hermosas de la comarca.
Tavertet se sitúa a poco más de 100 km de Barcelona y el trayecto desde esta ciudad se sortea por la autovía C-17 hasta Vic. Desde allí son 32 km por la carretera C-153 con dirección a Rupit. Pero, en Esquirol hay que coger la BV-5207 que sube hasta el pueblo de Tavertet. Este último tramo consiste en una carretera muy estrecha y con curvas cerradas, por lo que se debe conducir con cuidado.
Pantano de Sau y Vilanova de Sau
Tal como mencionamos antes, desde los riscos de Tavertet se aprecia el impresionante Pantano de Sau. Bajo sus aguas yace sepultado el antiguo pueblo de San Román de Sau, aunque el campanario de la iglesia sobresale al exterior y regala la postal más famosa de este enclave. Considerado una joya de los pueblos hundidos de España, sin dudas es otro de los mejores sitios para ver en los alrededores de Vic.
Para explorar el pantano de Sau lo más tradicional es alquilar un kayak. Los paseos de una hora y media o más salen alrededor de 20 € y 30 € y permiten llegar al campanario de la Iglesia San Romano. Incluso, si visitas este lugar en verano podrás nadar en sus aguas.
Muy cerca del pantano se encuentra la pequeña localidad de Vilanova de Sau. Dueña de un encanto especial, aquí encontrarás calles estrechas y empedradas por las que vale la pena caminar. Muchas construcciones hechas en piedra adornan el paseo, especialmente la Iglesia románica Santa María de Vilanova, ubicada en pleno centro.
El pantano de Sau es otra de las excursiones más famosas para hacer desde Barcelona. El viaje desde la capital catalana es de 92 km y se realiza también por la C-17 en dirección a Vic (podríamos decir que todos los caminos conducen a Vic). Una vez allí hay que tomar el desvío hacia Vilanova de Sau, donde podrás aparcar el coche y seguir a pie hasta llegar al pantano.
Rupit y Pruit: otras dos joyas que ver en los alrededores de Vic
Rupit y Pruit son dos pueblos en uno, o más bien, dos centros históricos en un mismo municipio. Se ubican a 35 km de Vic y están comunicados por la carretera C-153. Al igual que los anteriores, conservan su esencia medieval tanto en las calles como en las construcciones.
Rupit invita a sus visitantes a perderse en sus calles estrechas y empedradas que suben y bajan constantemente. Por eso, si vas a visitar este pueblo de la comarca de Osona no dejes de llevar un calzado cómodo, puesto que lo necesitarás. Cada paso que des te enamorará más de Rupit, con sus casonas de piedra y su paisaje dominado por los riscos del Collsacabra. Son precisamente estas casas construidas entre los siglos XVI y XVII el principal encanto del pueblo.
Un detalle a tener en cuenta es que el acceso al casco histórico de Rupit únicamente se puede hacer a pie. Esto sucede a menudo en los pueblos medievales, cuyas calles no están preparadas para vehículos. De todos modos, hay que agradecer este detalle que permite conservar el trazado original y no romper con el encanto de estos pequeños enclaves. Junto a la Oficina de Turismo hay un gran parking que tiene un coste de 3 € al día y es perfecto para dejar el coche.
El mejor plan para hacer en Rupit es pasear sin rumbo fijo por sus estrechas calles y decidir qué casa de piedra te gusta más. No dejes de prestar atención a sus grandes portales, escudos, balcones de madera y ventanas labradas. Muchas de estas casas tienen más de 400 años de antigüedad, por lo que sorprende gratamente su buen estado de conservación.
También vale la pena hacer una parada en la Iglesia de Sant Miquel, del siglo XVII. El templo original era románico, pero luego fue sustituido por otro de estilo barroco con detalles neoclásicos. El elemento más distinguido es el campanario, desde el cual se obtienen hermosas vistas del pueblo.
Pegado a Rupit encontramos el pequeño pueblo de Pruit. La diferencia entre ambos es que en este caso es muy poco lo que se preserva del núcleo urbano original. Únicamente se conserva el Ayuntamiento, algunos edificios civiles, el cementerio, varias masías y la Iglesia de Sant Andreu de Pruit. Este último es un templo románico del 1134, muy sencillo y un poco afectado por los terremotos ocurridos en el siglo XV.
Monasterio de Sant Pere de Casserres
A 30 minutos en coche del centro de Vic encontramos otra de las visitas imprescindibles para hacer en la comarca de Osona: el monasterio de Sant Pere de Caserres.
Ubicado encima de un risco y rodeado por las aguas del pantano de Sau, este templo benedictino es famoso por haber conservado hasta hace poco los restos momificados de un niño que, según la tradición popular, sería el hijo de los vizcondes de Cardona.
La creación de este monasterio se remonta al siglo XI. Aunque, lo que verás hoy en día es un sector totalmente restaurado y una recreación de las diferentes salas que tenían los monjes. Un paseo ideal para descubrir cómo era la vida eclesiástica del monasterio en épocas de antaño y admirar uno de los mejores ejemplos arquitectónicos del románico en Cataluña.
Además, al estar situado junto al pantano de Sau permite combinar historia con naturaleza. ¡No te quedes sin conocerlo!
Ya tienes un itinerario muy completo por Vic y sus alrededores. Ahora solo resta que dediques un día o un fin de semana para descubrir los encantos de esta comarca catalana que te dejará completamente enamorado. Estamos convencidos de que disfrutarás mucho del paseo y que regresarás completamente renovado.
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