Praga, conocida como la «ciudad de las cien torres», es un destino de ensueño para viajeros de todo el mundo. Su rica historia, su arquitectura impresionante y su ambiente mágico hacen de esta ciudad una parada obligatoria en cualquier recorrido por Europa. En este artículo, te mostramos los principales lugares que no puedes perderte en tu visita a la capital checa.
¿A dónde ir en Praga?
El Castillo de Praga
El Castillo de Praga (Pražský hrad) es el castillo antiguo más grande del mundo y uno de los sitios más icónicos de la ciudad. Este complejo monumental, que data del siglo IX, ofrece vistas espectaculares del río Moldava y alberga importantes monumentos como la Catedral de San Vito, el Palacio Real Antiguo, la Basílica de San Jorge y el encantador Callejón del Oro, famoso por sus pequeñas casas coloridas.
La Catedral de San Vito, en particular, es una obra maestra del gótico. Su interior alberga las tumbas de reyes y santos, y su mirador ofrece una vista panorámica inigualable de Praga.
El Puente de Carlos
Construido en el siglo XIV, el Puente de Carlos (Karlův most) es un símbolo de Praga y un lugar lleno de vida. Este puente peatonal conecta el barrio de Malá Strana con la Ciudad Vieja, y está adornado con 30 estatuas barrocas, siendo una de las más conocidas la de San Juan Nepomuceno.
Pasear por el puente al amanecer o al atardecer es una experiencia mágica, especialmente con músicos y artistas callejeros que llenan el lugar de arte y cultura.
La Plaza de la Ciudad Vieja
El corazón de la Ciudad Vieja (Staré Město) es su plaza principal, una de las más hermosas de Europa. Aquí encontrarás una mezcla de estilos arquitectónicos que abarca el gótico, el barroco y el renacentista. Destacan la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, con sus torres góticas, y la Iglesia de San Nicolás.
Sin embargo, la joya de la plaza es el Reloj Astronómico, un mecanismo medieval que data de 1410. Cada hora, decenas de personas se congregan para presenciar el desfile de las figuras animadas que emergen al sonar las campanadas.
El Barrio Judío (Josefov)
El Barrio Judío de Praga es un lugar cargado de historia y cultura. Este distrito alberga seis sinagogas históricas, entre las que destacan la Sinagoga Vieja-Nueva, una de las más antiguas de Europa, y la Sinagoga Española, famosa por su exquisito interior decorado.
El Antiguo Cementerio Judío es otro punto de interés. Este lugar, con lápidas superpuestas debido a la falta de espacio, ofrece una visión conmovedora de la historia de la comunidad judía de Praga.
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Malá Strana: el barrio más pintoresco
Situado al pie del Castillo de Praga, Malá Strana (el Barrio Pequeño) es un laberinto de calles adoquinadas y edificios barrocos. Aquí se encuentra la Iglesia de San Nicolás, un ejemplo impresionante de la arquitectura barroca.
No te pierdas el Muro de John Lennon, un lugar lleno de grafitis y mensajes de paz que se convirtió en un símbolo de la resistencia durante el régimen comunista. También puedes relajarte en los jardines de Vrtba, un rincón tranquilo con vistas espectaculares.
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La Casa Danzante
En contraste con los edificios históricos de Praga, la Casa Danzante (Tančící dům) es una obra maestra moderna diseñada por los arquitectos Frank Gehry y Vlado Milunić. Este edificio, inspirado en una pareja de bailarines, se ha convertido en un símbolo de la arquitectura contemporánea de la ciudad.
Puedes visitar su restaurante en la parte superior para disfrutar de una comida con vistas al río Moldava.
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La Torre de la Pólvora
La Torre de la Pólvora (Prašná brána) es una de las puertas originales de la ciudad, construida en el siglo XV. Esta estructura gótica solía ser el punto de partida para la Ruta Real, el camino que seguían los monarcas durante las ceremonias de coronación.
Sube a la torre para disfrutar de vistas espectaculares del casco antiguo y sus alrededores.
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La Colina de Petřín
Para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad, la Colina de Petřín es el lugar ideal. Este parque ofrece senderos tranquilos, jardines y vistas panorámicas de Praga desde la Torre de Petřín, que se asemeja a una pequeña Torre Eiffel.
Otra atracción en esta zona es el Laberinto de Espejos, un divertido lugar para toda la familia.
Vyšehrad: la fortaleza histórica
Situada al sur del centro, la fortaleza de Vyšehrad es un lugar cargado de leyendas y encanto. Según la tradición, este fue el primer asentamiento de Praga. Además de disfrutar de sus ruinas y vistas al río, aquí se encuentra la Iglesia de San Pedro y San Pablo, con su cementerio que alberga las tumbas de destacados artistas checos.
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Crucero por el río Moldava
Una forma única de ver Praga es desde el agua. Los cruceros por el río Moldava ofrecen una perspectiva diferente de los principales monumentos de la ciudad, como el Castillo de Praga, el Puente de Carlos y la Casa Danzante.
Puedes elegir entre diferentes tipos de recorridos, desde paseos cortos hasta cenas románticas a bordo.
Consejos prácticos para visitar Praga
- Transporte: Praga cuenta con un excelente sistema de transporte público que incluye tranvías, autobuses y metro. Sin embargo, el centro histórico es ideal para recorrer a pie.
- Moneda: La moneda local es la corona checa (CZK), aunque en algunos lugares aceptan euros.
- Gastronomía: No dejes de probar platos tradicionales como el goulash, los knedlíky (albóndigas de pan) y el famoso trdelník, un postre dulce que encontrarás en los mercados.
Conclusión
Praga es una ciudad que combina historia, cultura y belleza en cada rincón. Desde su majestuoso castillo hasta sus encantadoras calles adoquinadas, cada paso que des te transportará a otra época. Planifica tu visita para disfrutar al máximo de esta joya centroeuropea y descubre por qué Praga sigue siendo uno de los destinos más fascinantes del mundo.
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