Escondido entre las montañas de la Sierra Norte de Madrid, en pleno Valle del Jarama y a 60 km de la capital española, se encuentra el municipio de Patones de Arriba. Visitar Patones es disfrutar de paisajes hermosos, una naturaleza viva y exuberante y construcciones en pizarra que sobreviven estoicas al paso del tiempo. ¿Listo para conocer uno de los pueblos de arquitectura negra más emblemáticos de esta comunidad? ¡Veamos todo lo que Patones de Arriba tiene para ofrecer!

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Estamos ante un destino cuyas características lo hacen ideal para disfrutar en familia, hacer alguna ruta de senderismo en sus alrededores y comer rico. Antes de continuar con el post, te contamos que el municipio se divide en Patones de Arriba y Patones de Abajo. Nosotros nos centraremos en el primero, que es quien concentra el grueso de las visitas. De hecho, Patones de Arriba es uno de los destinos de turismo rural más representativos de la Comunidad de Madrid.

Incrustado en lo alto de un barranco, Patones de Arriba tiene algo que lo hace único: parece detenido en el tiempo. Aislado del resto del mundo y gobernado por su propio «rey» hasta el siglo XVIII, Patones de Arriba atesora una rica historia. Su arquitectura negra, las calles sinuosas y tortuosas, las casas de pizarra y la belleza de su entorno natural, le dan un encanto visual único. Si a eso sumamos la cercanía con Madrid, Patones de Arriba se convierte en la escapada perfecta para un fin de semana.

¿Qué encontrarás en este post? Toda la información necesaria para planificar tu escapada. Conocerás la historia del municipio, sus principales sitios de interés, rutas de senderismo, qué comer, qué ver en los alrededores y más. ¡Tenemos la guía de viaje por Patones de Arriba más completa! Ponte cómodo y comienza a tomar nota de todo lo que te vamos a contar.

Historia de Patones de Arriba

Siempre decimos que para descubrir a fondo un destino hay que conocer su historia. Y más aún en el caso de Patones, que tiene un pasado singular. Sin ahondar en demasiados detalles, haremos un repaso por la historia de Patones de Arriba y su hermano, Patones de Abajo.

Si bien los documentos sobre la existencia de Patones se remontan al siglo XVI, se sabe que su origen es más antiguo. Antes de que la familia Patón fundara la alquería de Patones, hombres de las cavernas, poblaciones prerromanas, romanos y visigodos pasaron por estas tierras. Muestra de ellos son las distintas infraestructuras hidráulicas que verás repartidas por el municipio.

En el siglo XVI un grupo de pastores de Uceda formaron una pequeña alquería a la cual llamaron Patones, en honor al apellido Patón de sus fundadores. Por aquel entonces, en esta población aislada comenzó a regir un rey, el Rey de Patones, una especie de alcalde que administraba justicia entre los vecinos.

¿Sabías qué? Se dice que esta localización remota y aislada de Patones ayudó a que los soldados franceses no pudieran encontrar esta localidad durante la Guerra de la Independencia (1808-1814).

Este cargo hereditario se mantuvo hasta el siglo XVIII, cuando el pueblo comenzó a tener alcaldes. El 3 de agosto de 1769 se concede a Patones el título de aldea independiente de Villa de Uceda, municipio del cual dependió durante mucho tiempo. Fue en ese entonces que desapareció la figura del Rey de Patones.

Patones de Abajo nació en el siglo XX, cuando la gente comenzó a trasladarse montaña abajo, después de la Guerra Civil Española. A finales del siglo XX, tras varios años de abandono, Patones de Arriba fue restaurado, conservando su arquitectura tradicional de pizarra.

Hoy la mayoría de los vecinos viven en Patones de Abajo, quedando la villa original como un destino dedicado al turismo. Patones de Arriba está habitado por unos 40 vecinos que viven de los ingresos dejados por las visitas que recibe la villa.

Con el tiempo se han ido creando casas rurales, tiendas de artesanías, restaurantes y talleres de diversos trabajos manuales. Gracias a ello, Patones de Arriba es uno de los pueblos más pintorescos de Madrid y una opción adecuada para escapar un poco del bullicio y ajetreo de la ciudad.

Otro dato interesante de Patones de Arriba es que se trata de uno de los ejemplos más representativos de los pueblos de arquitectura de pizarra negra. Este hecho lo hizo merecedor del título de Bien de Interés Cultural en 1999, gracias a su gran valor etnográfico y ambiental.

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¿Qué ver en Patones de Arriba?

Un día es suficiente para recorrer Patones de Arriba, puesto que el pueblo es pequeño y compacto. Si bien es posible aparcar aquí, lo más adecuado es hacerlo en Patones de Abajo y subir a pie por la Senda Ecológica del Barranco. Esta ruta es perfecta para apreciar lo escarpado del entorno sobre el que se asienta Patones de Arriba, a más de 800 metros sobre el nivel del mar.

Perderse por las calles empinadas, repletas de curiosas construcciones de arquitectura negra, es la mejor manera de disfrutar Patones de Arriba. La calidad de la conservación de su patrimonio arquitectónico, sumado a la singularidad del paisaje que lo envuelve, hace que pasear por el pueblo sea un privilegio.

Además de las construcciones hechas en pizarra, en la parte alta del pueblo encontrarás restos más antiguos. Los tinados y arrenes que verás aquí son una muestra clara de la importancia que tuvo la ganadería en la economía del municipio.

Caminar por Patones de Arriba es ir retrocediendo poco a poco en el tiempo. Así, llegarás a épocas remotas, cuando sus habitantes vivían de los recursos que aportaba la tierra, creando sus construcciones en perfecta armonía con el ambiente y criando a sus animales en el campo. Podríamos definir a este pequeño poblado como un verdadero museo al aire libre y un ejemplo notorio de sostenibilidad ambiental.

Tip viajero: ¿quieres disfrutar del pueblo en su momento de máximo esplendor paisajístico? Entonces, lo mejor es viajar a Patones de Arriba en octubre, cuando los colores rojizos de la vegetación le dan un aura mágica.

¿Qué te parece si conocemos con más detalles cada uno de los lugares de interés de Patones de Arriba?

Senda Ecológica del Barranco

Tal como te contamos en el apartado anterior, la mejor manera de llegar a Patones de Arriba es atravesando un barranco que fue moldeado pacientemente por la erosión del agua del Arroyo Patones. Por este barranco discurre hoy esta senda ecológica que une Patones de Abajo con Patones de Arriba.

Una sugerencia es que llegues lo más temprano posible a Patones de Abajo, por un lado, para conseguir sitio donde aparcar el coche. En segundo lugar, para aprovechar el día al máximo.

La Senda Ecológica del Barranco poco a poco va ganando altitud, por lo que se recomienda transitarla con calma e ir disfrutando del entorno. Como mucho, en media hora habrás llegado a Patones de Arriba. De aquí en más, resta dejarse llevar y caminar sin rumbo por su entramado de calles. Así irán apareciendo sus principales puntos de interés.

Iglesia de San José

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La bienvenida al pueblo te la da la Iglesia de San José, una construcción del siglo XVII que hoy en día alberga la Oficina de Turismo. Allí puedes pedir un mapa con dos opciones de itinerarios.

  • Las Edades de la Arquitectura hace un recorrido por la evolución de la arquitectura popular del pueblo.
  • La Ruta de la Arquitectura de los Alimentos te muestra las construcciones tradicionales que permitieron la evolución de la gastronomía local: bodegas, hornos y eras, cochiqueras, arrenes y tinados y más.

Regresemos a la Iglesia de San José. En sus orígenes, allá por 1653, era una ermita con una torre campanario hecha con piedra y cal. 100 años más tardes se convertiría en iglesia y, antes que los pueblerinos se mudaran a Patones de Abajo, contaba con tres retablos y varias imágenes en su interior.

Tras el traslado de la población el edificio dejó de ser usado como lugar de culto y fue cayendo en el abandono. En los años 90 se reconstruyó y, si bien hoy alberga la Oficina de Turismo, conserva una pequeña capilla con una imagen de la Virgen de las Candelas.

El horario de la Oficina de Turismo de Patones de Arriba es de 11 am a 6 pm los días sábados, domingos y festivos. Además de solicitar información, podrás sumarte a alguna de las visitas guiadas que organiza el Ayuntamiento.

Viviendas de pizarra negra: el sello distintivo de Patones de Arriba

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La pizarra negra es un material que hace que las viviendas de Patones de Arriba sean únicas y famosas. De hecho, gracias a esta peculiar arquitectura, es uno de los pueblos más hermosos de la Comunidad Autónoma de Madrid.

Si prestas atención, verás que no todas las casas de pizarra negra son iguales, sino que han ido evolucionando con el tiempo. Las primeras construcciones eran muy pequeñas, tenían una única planta y su cubierta era vegetal y de una sola agua. Alrededor del siglo XVII fueron ampliando su superficie y cubiertas con pizarra. Un siglo más tarde, las viviendas comenzaron a organizarse formando calles, se construyeron nuevas casas con dos plantas y cubierta a dos aguas con teja árabe.

Las viviendas de pizarra son interrumpidas por pequeñas tiendas de artesanía, terrazas para sentarse a tomar algo y excelentes restaurantes de comida castellana tradicional.

Si sigues la Ruta de las Edades de la Arquitectura conocerás muchos detalles interesantes sobre la construcción y disposición de estas viviendas. Nuestra sugerencia es que no dejes de hacerla, porque es otra forma de adentrarse en la historia del municipio y conocer a fondo lo que la hace tan especial.

También te sugerimos que disfrutes de este paseo a primera hora del día o al atardecer, cuando el pueblo se encuentra menos abarrotado de gente. No olvides que Patones de Arriba es un popular destino turístico, especialmente los fines de semana y en los días festivos.

Antiguos hornos

En algunas de las calles del pueblo, junto a las viviendas, se distinguen antiguos hornos de leña que se usaban para cocinar el pan. Se trata de otros de los elementos propios de la arquitectura tradicional de Patones de Arriba, junto a las eras, los arrenes y los antiguos tinados de los que te hablaremos en los siguientes puntos.

El pan que se cocinaba en los hornos era el alimento básico en las familias patoneras. Los mismos se elaboraban con trigo que se cultivaba en la vega del Jarama, aunque en las épocas de bajo rendimiento de las cosechas se hacía pan de centeno. En estos hornos se preparaban también los afamados corderos o cabritos lechales castellanos, así como los bollos tradicionales, dos sellos distintivos de la gastronomía de Patones.

De los 20 hornos que había en funcionamiento únicamente se conserva media docena, la mayoría ubicados en la calle del Despeñadero. Aunque, estas construcciones también se ven en algunas viviendas del Yacimiento Arqueológico de la Dehesa de la Oliva, de la época romana. Esto sugiere que la tradición de usar estos hornos es milenaria, por ende, es otro elemento patrimonial del pueblo.

Tinajas y arrenes, vestigios del pasado rural del pueblo

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En la parte alta del pueblo se aprecian ruinas de tinados y arrenes, construcciones típicas relacionadas con la forma de vida de los antiguos vecinos de Patones.

Los tinados eran unas cabañas que se utilizaban para cobijar ovejas o cabras. Las mismas estaban formadas por un corral con una puerta de acceso y una zona cubierta con un pequeño zarzo para evitar que el ganado se escapara. Los arrenes, en cambio, eran construcciones rectangulares y de libre acceso, hechas a base de pizarra, que estaban destinados a la siembra del cereal

La existencia de un mayor número de este tipo de construcciones, comparado con la menor cantidad de viviendas, es un signo claro de la importancia que tuvo la ganadería para los habitantes de Patones en épocas de antaño. Los animales de acarreo (mulas o burros), por su parte, convivían con las familias en la parte baja de las viviendas. Las ovejas y cabras como eran demasiado numerosas necesitaban otras construcciones para su cobijo.

Los cerdos se criaban en pequeñas cuevas de montaña conocidas como cochiqueras o porquerizas (aunque en Patones se las llamaba cortes). Las mismas se encuentran situadas junto a las eras de caliza y regalan unas vistas preciosas del pueblo y su entorno. Si deseas disfrutar de este bello panorama, no dudes en subir a este punto.

Eras

También en la parte alta del pueblo se encuentran las eras, otras construcciones que formaban parte de la forma de vida de los habitantes de Patones en tiempos pasados. ¿Qué son las eras de pizarra? Áreas despejadas o explanadas empedradas en las cuales se limpiaba y se preparaban las cosechas de cereales (trigo, cebada, avena) y de leguminosas. Hoy día, son inmejorables miradores en los que podrás disfrutar de lo más puro de la naturaleza de Patones.

En la vega del río Jarama, que es el sitio donde actualmente se sitúa Patones de Abajo, se sembraba estos cereales sin maquinarias. Hoy en día, se sigue haciendo, pero con la ayuda de cosechadoras, las cuales ahorran gran parte del duro trabajo que representaba en su momento.

Lavadero y Fuente Nueva

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Uno de los rincones más fotografiados de Patones de Arriba es el lavadero y la Fuente Nueva, otro sitio que te hará retroceder en el tiempo. Estas construcciones datan de principios del siglo XX y son otros dos ejemplos del patrimonio de la villa.

La Fuente Nueva fue construida en pizarra en 1908, cuenta con dos caños laterales y uno central que vierten agua en un gran pilón. Su función era la de proveer agua a los vecinos de Patones, que en aquel entonces era transportada en cántaros hasta las viviendas. Mientras que el pilón se empleaba para que los animales tuvieran un sitio donde beber.

El tradicional lavadero está formado por dos pilones y, a pesar de estar cubierto, según cuentan las vecinas más viejas de la localidad, durante los inviernos se helaba. Este sitio era un punto de encuentro de las mujeres y se ubicaba frente a la antigua taberna, que era donde habitualmente se reunían los hombres.

Si desde este punto sigues el cauce del arroyo, tras cruzar un puente de piedra encontrarás una pequeña cascada artificial y un espacio verde muy bonito. Además, desde aquí arrancan algunas rutas de senderismo por los alrededores de Patones de Arriba.

Otros atractivos de Patones de Arriba

Además de la ruta por la arquitectura tradicional del pueblo, puedes incluir en tu paseo una visita a los siguientes puntos, que también son parte del patrimonio de Patones de Arriba.

Yacimiento de la Dehesa de la Oliva

El Yacimiento de la Dehesa de la Oliva es otro de los grandes tesoros de esta hermosa localidad. Para llegar tendrás que caminar alrededor de 4 km y hacer uso de tus piernas, aunque el esfuerzo valdrá la pena.

Se trata de un castro prerromano (que más tarde fue ocupado por una necrópolis visigoda) situado cerca de la confluencia de los ríos Jarama y Lozoya, en el cerro de la Oliva. Esta privilegiada ubicación le permitió a los asentamientos tener un amplio dominio del territorio y controlar la ruta con la meseta norte por el puerto de Somosierra, vía que estuvo relacionada con la conquista de la península Ibérica.

Los restos arqueológicos que verás aquí son un claro testimonio de la ocupación de la zona por diferentes grupos humanos de culturas y sociedades dispares. Si bien no se sabe mucho de este lugar, sí se tiene constancia de que fue una ciudad romana tardorrepublicana de diseño ortogonal. La misma contaba con calles, infraestructuras hidráulicas y edificios públicos. Aparentemente, habría sido abandonada en el primer tercio del siglo I d.C.

Luego de eso, el cerro de la Oliva estuvo despoblado hasta el siglo V d. C., cuando los visigodos se asentaron en la parte baja y usaron las ruinas romanas de la parte superior como área funeraria. Este nuevo asentamiento perduró hasta los siglos VII-VIII d.C. Luego de la Reconquista volvió a ser ocupado, y de esta época queda como vestigio la Ermita de la Virgen de la Oliva, una pequeña iglesia de estilo románico-mudéjar situada en una de las faldas de este yacimiento.

El yacimiento fue descubierto durante la construcción del Canal del Jarama y hoy cuenta con varios paneles interpretativos que orientan al visitante sobre las construcciones y sus distintos usos. Para visitar el lugar, puedes sumarte a alguno de los recorridos guiados que organiza el ayuntamiento. No dudes en acercarte a la Oficina de Turismo para obtener información al respecto.

Presa de El Atazar

La presa de El Atazar es la más grande de la Comunidad Autónoma de Madrid. Con sus 128 metros de altura, es una obra imponente que vale la pena apreciar.

El Atazar se construyó sobre el río Lozoya entre los años 1965 y 1971, aprovechando el encajonamiento del Lozoya en las pizarras de la zona, y significó un importante cambio en la forma de vida de los habitantes de la zona.

Para admirar esta increíble obra de la ingeniería hay que acercarse a alguno de los miradores cercanos a la carretera M- 134. Desde estos puntos panorámicos tendrás una vista increíble de la presa y las sierras a su alrededor. Además, en el embalse es posible practicar actividades como windsurf, vela, piragüismo y contemplar una hermosa puesta del sol.

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Pontón de la Oliva

Patones de Arriba cuenta también con un destacado patrimonio hidráulico compuesto por presas, acueductos, canales y sifones de distintas infraestructuras hidráulicas. El Pontón de la Oliva es un ejemplo de ello y otro sitio que puedes visitar si cuentas con más tiempo.

Se trata de la primera presa de agua de la Comunidad de Madrid, construida a mediados del siglo XIX, durante el reinado de Isabel II. La misma tenía el objetivo de proveer agua a la corte a través de alguno de los caudalosos ríos situados en las zonas serranas de Madrid. Se encuentra ubicada en el último tramo del Lozoya y constituye una impresionante obra de ingeniería hidráulica de 72 metros de ancho y 27 metros de altura.

Durante la obra se construyó también el Canal del Lozoya o Canal de Isabel II, por el cual se transportaba el agua. Aunque, la obra tuvo sus problemas y en 1904 se optó por inutilizarla para el aprovechamiento hidráulico.

Si deseas visitar el Pontón de la Oliva podrás hacerlo desde Patones de Abajo por la carretera M-134 en dirección El Atazar. Allí verás un sitio para dejar el coche junto a la presa. La visita es muy pintoresca, por lo que si tienes tiempo deberías aprovechar y hacerla.

Rutas de senderismo en Patones de Arriba

Puede que tu interés principal en visitar Patones de Arriba sea realizar alguna ruta de senderismo por las sierras que envuelven el pueblo. ¡Buenas noticias! Tienes un montón de opciones a disposición.

Las rutas de senderismo por los alrededores de Patones de Arriba son una manera única de descubrir el patrimonio arquitectónico singular del pueblo, las formaciones geológicas a su alrededor y la belleza de los ríos Jarama y Lozoya. Contemplar el embalse de El Atazar desde el Cancho de la Cabeza es una de las experiencias más hermosas que ofrecen las rutas por el municipio, sin embargo, no es la única.

Aquí tienes las mejores rutas de senderismo para hacer en Patones de Arriba.

Mirador Cancho de la Cabeza

Esta ruta de unos 13 km de distancia te llevará a uno de los miradores más hermosos de la Sierra Norte de Madrid: el Cancho de la Cabeza. Este privilegiado promontorio es el punto más alto del municipio (1.266 metros sobre el nivel del mar), por lo que regala una panorámica impresionante. Desde aquí es posible divisar prácticamente toda la comarca, el embalse de El Atazar, las cumbres y puertos de las sierras de Guadarrama y de Ayllón.

Si bien el recorrido es algo exigente por la distancia y el desnivel que sortea, las vistas compensan todo el esfuerzo realizado. La ruta es circular y comienza en el aparcamiento de Patones de Abajo, sube hasta Patones de Arriba por la Senda del Barranco y, luego de pasar por la fuente y el lavadero, asciende de manera paralela al arroyo de Patones.

La distancia a sortear es de 12,5 km, el tiempo que demanda son unas 4 horas y el desnivel a sortear es de 644 metros en ascenso.

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Vuelta a El Cabezo

La Vuelta a El Cabezo es una ruta más sencilla, de poco menos de 7 km y trazado circular, que permite conocer los alrededores de Patones de Arriba. Por cierto, lleva este nombre porque bordea el cerro de El Cabezo.

La travesía se realiza en algo de 2 horas y regala unas vistas muy bonitas del entorno natural de Patones de Arriba. Especialmente en la primavera, cuando las laderas se tiñen de flores de colores que le dan mucho encanto a la estampa.

La ruta también comienza en el aparcamiento de Patones de Abajo y sube por la Senda del Barranco. Tras pasar el lavadero verás unas marcas rojas que indican el camino, por lo que no tiene pérdida.

Senda del Genaro

¿Quieres una ruta más exigente? Entonces no dejes de hacer la Senda del Genaro o GR 300. Esta ruta circular de 23 km recorre los seis pueblos que rodean el embalse de El Atazar y sortea un gran desnivel. Por Patones de Arriba discurren las etapas 1 y 2 del Gran Recorrido 300, conectando el pueblo con las localidades de El Berrueco y El Atazar.

La Senda del Genaro se puede realizar en ambos sentidos, iniciando en Patones hacia El Atazar o hacia El Berrueco. La ruta es exigente y solo se recomienda para aquellas personas que estén en buen estado físico. Si no es tu caso, lo mejor es optar por un recorrido más simple.

La senda se encuentra señalizada con marcas blancas y rojas y cuenta con paneles informativos situados en diversos puntos de interés. A lo largo del paseo sumerge al senderista en los valores etnográficos y ambientales del territorio que atraviesa.

Ruta hacia la Presa de la Parra

En este caso se trata de otra ruta larga (16 km en total), pero que prácticamente no sortea nada de desnivel. Por ende, si estás acostumbrado a caminar largas distancias, no deberías tener problema para hacerla.

La ruta es lineal y tiene un atractivo visual enorme, ya que discurre en paralelo al último tramo del río Lozoya. Es parte del Gran Recorrido GR-88 y se encuentra señalizada con marcas rojas y blancas.

La ruta hacia la Presa de la Parra comienza en el Pontón de la Oliva y atraviesa algunos de los enclaves naturales más hermosos y mejor conservados del municipio. La panorámica de los imponentes paredones calizos que rodean el pueblo es inmejorable. Por ende, si deseas hacer una ruta sencilla, de enorme atractivo visual, ya sabes que esta senda es una de tus mejores opciones.

Gastronomía de Patones de Arriba

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Seguro que el recorrido por las calles empinadas de Patones de Arriba o el senderismo por la Sierra Norte de Madrid te habrá abierto el apetito. Y más aún cuando comiencen a llegar los aromas que salen de los muchos establecimientos gastronómicos que tiene el pueblo. ¡Una tentación constante! Los restaurantes de Patones de Arriba ofrecen una carta variada y completa, con menús a un precio aceptable. Pero, ¿cuáles son los platos que caracterizan a este pequeño enclave rodeado de naturaleza?

La respuesta es sencilla: comida típica castellana, con preparaciones contundentes que ayudan a hacerle frente al frío de la sierra madrileña. Los platos de este municipio son sencillos, locales y tradicionales.

Las carnes a las brasas, la sopa castellana, las migas con huevos, los judiones, los asados castellanos y la caldereta de cordero son solo algunos de los platos típicos de Patones. Todo amante de la carne debería probar las sabrosas chuletas de cordero a la brasa con champiñones naturales o el solomillo de ternera con salsa de mostaza a la miel de Patones. El plato del pastor es una propuesta que incluye chuletas, migas y chorizo, también muy interesante y perfecto para recuperar energías.

Si las carnes no son lo tuyo puedes optar por un mousse de garbanzos, puerros caramelizados con queso de cabra o los crepes de espinacas rellenos de verduras y bacalao.

En definitiva, comer en Patones de Arriba es una experiencia que siempre resultará agradable. Con la panza llena y el corazón contento, puedes seguir disfrutando de este bello municipio o recorrer sus alrededores. A continuación te dejamos algunas ideas.

Pueblos cercanos a Patones de Arriba

A menos de 6 km de Patones se encuentra Torrelaguna, un precioso pueblo situado en el Valle Medio del Jarama, muy cerca del punto en el cual este río se funde con Lozoya. Torrelaguna debe su fama y gran parte de su esplendor al hecho de haber sido la cuna del Cardenal Cisneros, un personaje muy influyente de los siglos XV y XVI.

Esta agradable y pintoresca villa cuenta con una impresionante iglesia gótica, casas solariegas y un trazado medieval digno de admirar. Además, en sus calles encontrarás muchos bares, restaurantes, tiendas de artesanos y eventos durante todo el año. Sin dudas, un complemento excelente a tu paseo por Patones de Arriba y otra de las mejores excursiones para hacer en la Comunidad de Madrid.

Otra alternativa cercana es Buitrago de Lozoya, un encantador destino situado a 37 km de Patones de Arriba. Aquí te encontrarás con una villa medieval que también ofrece muchas rutas de senderismo y actividades en contacto con la naturaleza.

Buitrago de Lozoya se encuentra a los pies de la sierra de Guadarrama, rodeado por el meandro del río a modo de fosa natural. Desde lo alto se aprecia mejor esta bella postal, con el pueblo custodiado por una muralla intacta del siglo XI.

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Buitrago de Lozoya cuenta con muchísimos puntos de interés y una amplia carta de opciones de disfrute, por lo que podrías dedicarle un día entero o un fin de semana completo. Por eso, una buena idea es estar todo un día de Patones de Arriba, otro día en este enclave y elegir alguno de ellos para dormir.

¿Cómo llegar a Patones?

Patones se encuentra a unos 60 km de la ciudad de Madrid, en plena Sierra Norte. La manera más práctica de llegar es haciendo una ruta en coche desde la capital española. De todos modos, si no tienes coche, puedes recurrir al bus 197 de la compañía ALSA que sale todos los días desde la Plaza de Castilla.

En ese caso, deberás tomar la A-I, Autovía del Norte, y conducir hasta el kilómetro 50 hasta que veas la salida a Torrelaguna, por la N-320. Una vez que hayas cruzado esta localidad, continúa hasta Patones de Abajo por la M-102 hasta llegar a un amplio parking gratuito. Te sugerimos llegar temprano, puesto que los fines de semana o en temporada turísticas suele llenarse rápido.

Desde Patones de Abajo podrás subir caminando por la Senda Ecológica del Barranco hasta Patones de Arriba. De todos modos, en el mismo pueblo de la parte alta encontrarás algunos sitios para aparcar, en caso de que no puedas subir por la senda a pie (no es apta para carritos de bebés ni sillas de ruedas).

¿Te ha gustado nuestra guía de viaje por Patones de Arriba? Si es así, no dejes de compartirla en tus Redes Sociales. Creemos que este destino es una de las propuestas más completas para hacer por la Sierra Norte de Madrid. Una localidad que lo tiene todo: naturaleza, historia, cultura y buena comida. No se necesita nada más para escapar de la rutina y pasar un día diferente.

Créditos fotográficos

  • Patones de Arriba (https://www.flickr.com/photos/100759833@N05/14055287774), por santiago lopez pastor/CC BY-ND 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)
  • Patones de Arriba, un paisaje madrileño(https://www.flickr.com/photos/martius/8960348720/), manuel m. v./CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
  • Patones de Arriba (https://www.flickr.com/photos/100759833@N05/14051568612), por santiago lopez pastor/CC BY-ND 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)
  • Presa de El Atazar, Comunidad de Madrid, España. La presa mide 134 m de alto (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Presa_de_El_Atazar_-_01.jpg), por Carlos Delgado/CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/deed.en)

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