Mdina, conocida como la «Ciudad Silenciosa», es una de las joyas más deslumbrantes de Malta. Situada en el centro de la isla, esta antigua ciudad amurallada tiene una historia que se remonta a más de 4.000 años. Sus callejones estrechos, sus imponentes murallas y sus edificios históricos hacen de Mdina un lugar único, perfecto para quienes buscan sumergirse en el pasado de Malta. Si estás planeando una visita a la isla, no puedes dejar de explorar esta fascinante ciudad. A continuación, te ofrecemos una guía completa sobre qué hacer en Mdina, desde sus monumentos más emblemáticos hasta sus actividades más divertidas.

Explorar las murallas de Mdina

Visita a las Murallas y Puertas de Mdina

Una de las principales atracciones de Mdina son sus impresionantes murallas. Estas murallas, que datan de la Edad Media, ofrecen unas vistas espectaculares de la isla y una forma única de sumergirse en la historia de la ciudad. La entrada principal a la ciudad es la Puerta de Mdina, un elegante portal fortificado que da acceso a la ciudad vieja. Desde allí, podrás comenzar a explorar el interior de Mdina, rodeado de un ambiente de tranquilidad y misterio.

Las murallas de Mdina no solo tienen un valor histórico, sino que también proporcionan una vista panorámica impresionante. Subir a las almenas de las murallas te permitirá disfrutar de una vista sin igual de las zonas rurales de Malta, el mar y la costa. Es el lugar perfecto para tomar fotos y admirar el paisaje.

Visitar la Catedral de San Pablo

La Catedral de San Pablo es uno de los monumentos más importantes de Mdina. Situada en el corazón de la ciudad, esta catedral barroca fue construida en el siglo XVIII sobre los restos de una iglesia que data del siglo XIII. La catedral está dedicada a San Pablo, quien según la tradición, naufragó en Malta en el año 60 d.C.

El interior de la catedral es impresionante, con detalles arquitectónicos exquisitos, frescos en el techo y una serie de capillas laterales. Destacan las hermosas obras de arte, especialmente las pinturas de artistas malteses y europeos. Además, la catedral alberga el Museo de la Catedral, donde puedes explorar una colección de arte sacro, reliquias y artefactos históricos relacionados con la iglesia y la historia de Malta.

 

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Recorrer las calles de Mdina

Una de las mejores formas de disfrutar de Mdina es simplemente paseando por sus calles estrechas y tranquilas. La ciudad está llena de arquitectura medieval y barroca, con impresionantes fachadas de piedra, balcones de hierro forjado y puertas talladas. Cada rincón de Mdina cuenta una historia, y cada calle parece transportar al visitante a una época pasada.

Los nombres de las calles también son fascinantes. Algunos de los callejones más conocidos son la «Triq San Pawl» (Calle San Pablo), la «Triq il-Belt» (Calle de la Ciudad) y la «Triq il-Kbira» (Gran Calle). A lo largo de tu recorrido, podrás encontrar diversas tiendas de artesanía local, galerías de arte y cafeterías donde podrás disfrutar de una bebida mientras absorbes el ambiente histórico de la ciudad.

 

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Visitar el Museo de Historia Natural

El Museo de Historia Natural de Mdina es otro de los lugares imprescindibles de la ciudad. Situado en el antiguo Palacio Vilhena, este museo ofrece una fascinante visión de la biodiversidad de Malta. A través de exposiciones interactivas, los visitantes pueden aprender sobre la flora y fauna de la isla, así como la geología y los ecosistemas malteses.

El museo es una excelente opción para quienes viajan con niños o para aquellos interesados en la naturaleza. Además de las exposiciones, el edificio en sí mismo es un ejemplo destacado de la arquitectura del siglo XVIII, por lo que la visita es un combo perfecto de cultura, historia y naturaleza.

Descubrir el Palacio Vilhena

El Palacio Vilhena es uno de los edificios más impresionantes de Mdina. Originalmente construido como un palacio para el Gran Maestre de la Orden de San Juan, hoy alberga el Museo de Historia Natural. Aunque no puedes entrar a todas las áreas del palacio, su arquitectura es tan impresionante que una simple visita a su exterior vale la pena.

El palacio está rodeado por hermosos jardines y terrazas, lo que te permitirá disfrutar de un entorno sereno y apartado del bullicio turístico de la ciudad. Aprovecha para pasear por los jardines y tomar fotografías del impresionante edificio barroco.

Explorar el Museo de la Ciencia de Malta

Si eres un amante de la ciencia, no puedes dejar de visitar el Museo de la Ciencia de Malta, ubicado cerca del Palacio Vilhena. El museo está dedicado a la historia de la ciencia en la isla y alberga exposiciones interactivas que exploran temas como la astronomía, la física, la medicina y la tecnología.

Este museo ofrece una experiencia educativa y entretenida tanto para adultos como para niños. Además, es una excelente opción para escapar un poco del calor malteso, ya que está ubicado en un edificio con aire acondicionado.

Disfrutar de la gastronomía local

En Mdina, podrás disfrutar de la deliciosa gastronomía maltesa en un entorno pintoresco. La ciudad cuenta con una amplia oferta de restaurantes y cafeterías que sirven platos típicos malteses como el fenek (conejo estofado), bragioli (carne rellena) y pastizzi (hojaldres rellenos de ricotta o guisantes).

Un lugar recomendado es el Café de la Cittadella, que ofrece vistas espectaculares y una variedad de platos malteses y mediterráneos. Además, puedes probar algunas delicias locales como los pastizzi y las Ħobż biż-Żejt (pan con aceite de oliva, atún, alcaparras y aceitunas).

Visitar el Museo de las Catacumbas de San Pablo

El Museo de las Catacumbas de San Pablo es un sitio fascinante para los interesados en la historia antigua. Ubicado cerca de la Catedral de San Pablo, este museo permite explorar las catacumbas subterráneas que datan de la época romana. Las catacumbas fueron utilizadas como cementerio cristiano durante los primeros siglos de la era cristiana y ofrecen una visión única de las creencias y prácticas funerarias de la época.

Las catacumbas son accesibles a los visitantes, y la visita guiada es una excelente forma de aprender sobre la historia del cristianismo primitivo en Malta.

Experimentar Mdina por la noche

Aunque Mdina es famosa por su calma durante el día, la ciudad adquiere una atmósfera mágica por la noche. A medida que se pone el sol, las murallas de la ciudad y las calles empedradas se iluminan suavemente, creando una sensación de misterio. Las luces suaves de los faroles y la tranquilidad absoluta hacen de Mdina el lugar perfecto para una caminata nocturna.

En la noche, también puedes disfrutar de una cena en uno de los restaurantes locales o, si prefieres algo más informal, tomar un café en alguna de las terrazas al aire libre mientras ves el anochecer sobre la isla.

Conclusión

Mdina es, sin duda, uno de los destinos más emblemáticos de Malta. Su historia, su arquitectura y su ambiente tranquilo hacen de ella una parada obligatoria para cualquier viajero que visite la isla. Desde explorar las murallas y la catedral hasta descubrir los museos y catacumbas subterráneas, Mdina ofrece una amplia gama de actividades para todo tipo de visitantes. Ya sea que te intereses por la historia, la cultura, la gastronomía o simplemente quieras disfrutar de una caminata tranquila por calles llenas de encanto, Mdina tiene algo especial que ofrecer. ¡No te pierdas la oportunidad de conocer la Ciudad Silenciosa en tu próxima visita a Malta!

Créditos fotográficos

- [Nombre de a foto según banco de imágenes] ([url de donde la encontramos]), por [Nombre del autor] / CC BY ([url de la licencia])

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