Nos vamos al norte de Francia a conocer la encantadora ciudad de Lille. ¿La habías sentido nombrar? Posiblemente no, porque no está dentro de los destinos más conocidos del país, sin embargo, podríamos decir que es una verdadera joya oculta que vale la pena descubrir. Opacada por grandes urbes como París, Londres, Ámsterdam y Bruselas, Lille es una de las ciudades mejor conectadas de Europa y punto estratégico para recorrer la zona y los países vecinos. En otras palabras, Lille es una gran sorpresa que viene floreciendo silenciosamente desde hace mucho tiempo.

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Lille se encuentra a apenas 18 km de la frontera con Bélgica, por ende, es un sitio donde la mezcla de la cultura francesa y belga salta a la vista en una infinidad de detalles, especialmente en su gastronomía y arquitectura. Podríamos decir que es un pedazo del viejo Flandes en Francia (región que ocupa la franja norte de Bélgica, que limita al sur con Francia). Por eso, mantiene la misma arquitectura que ciudades belgas, como Brujas o Gante, pero con un marcado acento francés. 

Muy pocos conocen el rico patrimonio cultural, histórico y gastronómico que esconde Lille. Ello, sumado a su animado ambiente universitario, la convierten en una de las ciudades más interesantes de Francia. En resumen, sobran los motivos por los cuales deberías viajar a Lille.

¿Quieres saber más? En esta guía completa que hemos preparado sobre Lille te contamos todo lo que puedes hacer y ver allí en un día intenso, pero productivo. Ponte cómodo, porque tenemos mucho por contarte.

Historia de Lille

Antes de meternos de lleno en todo lo que se puede ver en Lille en un día, queremos hablarte brevemente de su historia, que es clave para comprender la composición de la ciudad.

Desde sus orígenes Lille ha sido, y continúa siendo, un eje de caminos (ya sabes que ocupa una posición estratégica entre grandes ciudades europeas). Pero, ante todo, Lille fue un enclave bélico durante gran parte de su historia y una de las ciudades más asediadas de Francia. Por estas tierras pasaron manos borgoñas, el Sacro Imperio Romano-Germánico y los españoles. Finalmente, quedó bajo el dominio francés luego de la Guerra de Sucesión Española.

Lille también sufrió los asedios de las dos guerras mundiales, en especial la Primera Guerra Mundial, que afectó mucho a toda la región (incluso, su recuerdo se mantiene vivo en muchos rincones de esta parte de Francia).

La mejor manera de apreciar el paso de la historia en la ciudad es mediante su arquitectura. Tanto si eres interesado en el tema como si no, no podrás dejar de notar la presencia de construcciones que van de la Edad Media hasta el siglo XXI. De ese modo, Lille presenta una armónica mezcla de fortalezas, casas flamencas y un auténtico urbanismo francés.

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¿Cómo llegar a Lille?

Antes te dijimos que Lille es una de las ciudades mejor comunicadas de Europa, y no te mentimos. Lille es un auténtico cruce de caminos entre París, Bruselas, Londres, Ámsterdam y otras ciudades francesas y belgas. Además, vía Bruselas está muy bien conectado con Alemania y el resto de Holanda.

El aeropuerto de Lille es pequeño, pero lleva años creciendo y ampliando su oferta de vuelos. Pasó de ser un  pequeño aeródromo de vuelos nacionales a un aeropuerto de renombre. Aun así, todavía no posee conexiones con todas las grandes ciudades de Europa. En ese caso, puedes volar a las cercanas Bruselas o París.

El aeropuerto de la capital francesa, Charles de Gaulle, posee conexión directa con Lille mediante TGV (tren de alta velocidad). Al mismo tiempo, el aeropuerto de Bruselas cuenta con muchos trenes regionales que la unen con Lille en alrededor de una hora y media. Por otro lado, hay autobuses que parten del aeropuerto de Bruselas y realizan el trayecto hasta nuestro destino en menos de 2 horas.

¿Qué ver en Lille?

Lille no es una ciudad muy grande, lo cual no quita que haya muchísimas cosas para ver. A continuación, te mostraremos los rincones que no puedes dejar fuera de tu visita de un día por la ciudad.

Nuestra sugerencia es que te olvides del bus y del metro y dediques el día completo a pasear por sus calles. Después de todo, la mejor manera de descubrir una ciudad es caminando, dejando que sean los sentidos quienes marquen el camino. 

Seguramente tu día en Lille comenzará en la vieja Gare de Lille-Flandres (vieja estación de trenes de Lille). A ella llegan y también salen los trenes de alta velocidad que conectan Lille con las principales ciudades de Europa. Desde allí, puedes tomar la Rue Faidherbe y hacer un corto paseo hasta la Grand Place, centro neurálgico de la ciudad y punto de partida de tu recorrido.

Con solo dar unos pasos ya comenzarás a apreciar la mezcla de estilos que impera en sus calles, especialmente cómo la majestuosidad del urbanismo francés se mezcla con callejuelas de estilo flamenco y antiguas construcciones. Esto se aprecia de mejor manera en las dos plazas más importantes de Lille, la Grand Place y la afrancesada Plaza del Teatro. Comencemos por la primera y todo lo que hay a su alrededor.

La Grand Place (La Gran Plaza)

La Grand Place es el corazón y el alma de Lille. Es la plaza histórica y más representativa de la ciudad, además del centro de muchísimos eventos. Fue construida en el siglo XI y en sus orígenes era el sitio donde se montaba el mercado de trigo en la ciudad. Hoy en día, es una parada imprescindible en la ruta de cualquier viajero.

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Columna de la Deesse de Lille – Grand Place

La Grand Place es conocida también como Plaza del General De Gaulle, en honor al militar más famoso de Francia durante la Edad Contemporánea, quien nació en la ciudad. Se encuentra rodeada en su totalidad por notables edificios de diferentes tonalidades, muy bien cuidados y llenos de detalles. Allí verás monumentos de gran valor, como la columna de la Deesse, que conmemora el valor de los habitantes de Lille durante el sitio austríaco de 1792. A ella se suman edificios civiles, como el periódico La Voix du Nord, el imponente Théâtre du Nord o la librería La Furet du Nord.

Podría decirse que el perímetro de la plaza es un compendio de edificios flamencos, un gran número de restaurantes y bares. Además, desde la plaza parten muchas de las calles comerciales más importantes de la ciudad, como Molinel, Béthune o Nationale, todas peatonales.

Además de arquitectura, la Grand Place es el sitio donde tienen lugar grandes eventos. Uno de los más famosos es la Braderie de Lille, uno de los mercadillos de más renombre de Europa, que se celebra el primer fin de semana de septiembre. Todos los años, esta tremenda manifestación popular copa por completo la ciudad, que se llena de viajeros de todo el mundo. Por su parte, durante la Navidad, la Grand Place acoge a la famosa noria de 50 metros de altura. Junto al mercado navideño que se celebra en la cercana plaza Rihour, representan dos grandes símbolos de la ciudad en estas épocas. 

La Vieille Bourse (La Vieja Bolsa)

Entre la Grand Place y la vecina Place du Théâtre (Plaza del Teatro) se encuentra el edificio más emblemático de Lille, correspondiente a la época del dominio español. La Vieja Bolsa data de 1653 y fue construida con el objetivo de darle una solución a las malas condiciones laborales que padecían los banqueros y comerciantes de la ciudad. Debido al mal tiempo y al hecho de que debían montar sus puestos en la calle, estaban acostumbrados a padecer enfermedades y pasar mucho frío. De allí que se construyera un espacio donde pudieran trabajar en mejores condiciones.

La Vieja Bolsa de Lille es una construcción cuadrangular formada por 24 casas idénticas encajadas una al lado la otra, en torno a un gran patio interior. Si ya visto desde afuera el edificio causa impacto, espera visitar su interior. 

Una vez que atravieses alguna de sus cuatro entradas ingresarás a un universo de pequeños mercados de libros y antigüedades y gente disputando partidas de ajedrez. En otras palabras, es un sitio con mucho ambiente y uno de los rincones más bellos de Lille.

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Place du Théâtre (Plaza del Teatro)

La Plaza del Teatro es otro rincón de la ciudad que no puedes dejar de visitar. Se encuentra situada justo detrás de la Grand Place y en realidad, ambas formaban una sola hasta la construcción de la Vieille Bourse en 1652. 

Como te podrás imaginar, la plaza debe su nombre al antiguo teatro de la ciudad, que lamentablemente fue destruido por el fuego en 1903. En su lugar, hoy en día se alza la grand Opéra de Lille, levantada entre los años 1907 y 1913. Es un edificio impresionante que conjuga el neoclasicismo en su fachada con la grandiosidad de sus vestíbulos interiores y su escalinata principal.

Pero, la Ópera de Lille no es el único edificio importante en torno a esta plaza. Otro de los más emblemáticos es la Cámara de Comercio, que fue construida en la segunda década del siglo XX. Con un marcado estilo neo-flamenco, este edificio estaba destinado a reemplazar al de la Vieja Bolsa, que había quedado pequeño. Al día de hoy, todavía acoge la sede de la Cámara de Comercio de Lille.

Entre la Plaza del Teatro y la Grand Place encontramos otro edificio realmente bello, la Rang du Beauregard. A pesar de que son viviendas, lo que llama la atención son sus colores y decoración sobresaliente, que son un intento de sus dueños de mostrar sus riquezas. Como sea, es uno de los edificios más pintorescos de la ciudad.

Vieux Lille (Viejo Lille): uno de los barrios más lindos de la ciudad

La Grand Place es la puerta de entrada al Viejo Lille, uno de los barrios más espectaculares de la ciudad. La belleza de sus construcciones coloridas y románticas y sus calles empedradas lo convierten en una parada fundamental. Nuestro consejo es que simplemente te adentres en él y te dejes perder por sus rincones, a medida que vas descubriendo restaurantes y tiendas con mucho encanto.

¿Sabías qué? A pesar de que hoy es un barrio muy animado, tiene un oscuro pasado marcado por el abandono y la prostitución. La dura reconversión industrial que vivió la región entre los años 70 y 80 llevó a Lille a pasar un duro período. Afortunadamente, todo cambió con el mandato del alcalde Pierre Mauroy, momento en que la ciudad reaccionó y volvió a sus orígenes.

Gracias a eso, hoy es posible pasear por el Viejo Lille y disfrutar de su ambiente recuperado y sus calles plagadas de elegantes e imponentes casas de ladrillo. La mayoría de las construcciones son anteriores al siglo XIX y una más linda que la otra. Entre las más destacadas se encuentran el Hospice Comtesse, un antiguo hospital medieval de 1237 que fue reconstruido en el siglo XVII. Actualmente, el edificio acoge un museo que recorre la historia de Lille durante los siglos XIII a XVIII. El mismo se encuentra ubicado en la Rue de la Monnaie, una de las calles más antiguas de la ciudad. 

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Otra de las visitas imprescindibles para hacer en este barrio es Notre Dame de la Treille. Este templo con fachada de estilo contemporáneo e interior neogótico comenzó a construirse en 1856 y finalizó recién en 1999. Lo más llamativo de todo es su curiosa mezcla de estilos y su exterior de aspecto «marciano», que sin dudas vale la pena apreciar.

Tip viajero: si a estas alturas del día la caminata te abrió el apetito, no dudes en hacer una parada técnica en Meert. Este establecimiento es considerado por muchos una verdadera institución de la ciudad. Sus dulces son de los más buscados y valorados, por lo que seguramente deberás hacer un poco de cola (la espera valdrá la pena, no te preocupes). Además, se encuentra en un edificio cuya fachada está clasificada como monumento histórico, así que puedes aprovechar la espera para apreciar sus detalles.

Parque de la Citadelle (Parque de la Ciudadela)

Si quieres disfrutar de un gran espacio verde, el Parque de la Ciudadela es el sitio indicado. La monumental ciudadela de Lille se encuentra en los límites del casco histórico, dentro de un hermoso parque y, como te podrás imaginar, en su momento tuvo funciones defensivas. 

La ciudadela de Lille data de los años 1667 y 1673 y es obra del Marqués de Vauban, el maestro de la arquitectura militar francesa. De hecho, él mismo la bautizó acertadamente como “la reina de las ciudadelas”, gracias a su enorme belleza. Es uno de los ejemplos mejor conservados del país y su planta posee la característica estrella de cinco puntas de Vauban. Por si fuera poco, el parque donde fue construida es un verdadero pulmón verde lleno de senderos por los que podrás dar un agradable paseo.

El parque que rodea la Ciudadela es una gran zona verde de 60 hectáreas en donde los locales y turistas se reúnen a hacer deporte o simplemente descansar bajo la sombra de los árboles. Además, en su interior hay un zoológico con más de 400 animales que se puede visitar de manera gratuita. 

Plaza de la República y Museo de Bellas Artes

Luego de conocer la Ciudadela, puedes recorrer el bulevar de la Libertad y llegar a la Plaza de la República. La misma marca el límite que separaba Lille de su vecina Wazemmes, la cual fue anexada a la ciudad en el siglo XIX. Hoy en día, el colorido barrio de Wazemmes, al sur de la ciudad, es una muestra de la multiculturalidad de Lille y otro sitio que puedes recorrer en tu paseo de un día.

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Plaza de la República de Lille

El elemento más distintivo de la Plaza de la República, es el del prestigioso Museo de Bellas Artes. Situado frente a la Prefectura de Lille, este edificio de finales de XIX es otro claro ejemplo de la Belle Époque francesa. Tras atravesar su monumental fachada te encontrarás con la segunda colección de arte más grande del país, por detrás del Louvre. La misma incluye obras de grandes maestros de la pintura, como Rubens o Goya, hasta esculturas de genios como Rodin.

El Museo de Bellas Artes de Lille fue uno de los primeros museos del país y hoy en día representa un gran orgullo para la ciudad. No solo posee una valiosa colección permanente, sino que continuamente presenta exposiciones temporales que aumentan su oferta artística y cultural. 

Si quieres visitarlo, podrás hacerlo los días lunes de 2 pm a 6 pm, y de miércoles a domingo de 10 am a 6 pm.

El mercado Wazemmes (el mercado del mundo)

La plaza de la República conduce, a través de la calle Leon Gambetta, al famoso mercado de Wazemmes, uno de los más grandes de Francia (especialmente los domingos por la mañana).

Recorrer el mercado de Wazemmes es dar un paseo por la mitad del globo. Así como oyes, este espacio es un auténtico crisol de acentos, aromas y colores. Sus puestos son de los más variados, abarcando desde tiendas de Kebab hasta frutas de Marruecos, puestos de comida y productos asiáticos. Por supuesto, no faltan los puestos de productos locales. Si buscas algo más gourmet, en el mercado bajo techo encontrarás una gran variedad de productos frescos, a un mayor precio.

Euralille

Desde el centro histórico y los barrios más tradicionales de Lille nos vamos al ultra moderno barrio de Euralille. Esta zona de la ciudad es pura arquitectura contemporánea, a pesar de que fue concebida por Rem Koolhaas en una antigua zona industrial.

Euralille ocupa el tercer puesto en los barrios comerciales de Francia, ubicándose por detrás de la Défense en París y la Part-Dieu en Lyon. Si deseas recorrer los sitios más destacados de este impresionante barrio, no dejes de admirar la Torre de Lille, cuyos 100 metros lo convierten en el edificio más alto de la ciudad. A su lado, se alza el enorme complejo Euralille, un impresionante centro comercial y residencial de 66.000 m². También llama la atención el Lille Grand-Palais, un palacio utilizado para congresos que cuenta con salas de exposiciones, tres auditorios y un espacio para conciertos con capacidad para 7.000 personas. 

Otro claro ejemplo de la modernidad que también impera en la ciudad es el metro de Lille, también conocido como VAL. La particularidad es que fue el primer metro automático del mundo. Así como oyes, funciona sin conductor. Este invento nació en la Universidad de Ciencias y Tecnologías de Lille, fue inaugurado en 1983 y cuenta con dos líneas que recorren un total de 43 km. ¿Te animarías a dar un paseo en él? 

Porte de París (Puerta de París) y Ayuntamiento de Lille

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A un corto paseo del barrio moderno de Lille se encuentran otros dos hitos de la ciudad: la Puerta de París y el Ayuntamiento. La Puerta de París fue construida a finales del siglo XVII por Luis XIV para conmemorar la recuperación de Lille por parte de Francia. Su estructura se compone de dos fachadas diferentes y cuenta también con un puente levadizo. Este enorme arco que marca la entrada y salida de la ciudad es considerado una verdadera obra maestra del arte militar, que en 1875 fue nombrado monumento histórico. 

Por su parte, el Ayuntamiento presenta un marcado estilo moderno, aunque también está lleno de detalles de la arquitectura de Flandes. Su torre campanario de 104 metros es la más alta de Europa y sin dudas el elemento más destacado de la construcción. En su interior encontrarás grandes pasillos y patios de estilo art nouveau que vale la pena admirar. 

¿Dónde ir de compras en Lille?

Posiblemente, quieras aprovechar tu recorrido de un día por Lille para ir de compras. Si es así, tienes varias opciones. Una de ellas es el centro comercial Euralille, que como ya sabes se encuentra en el barrio moderno de la ciudad y posee una gran cantidad de tiendas. Otra excelente alternativa es la calle Béthune, que no solo regala un paseo muy pintoresco, sino que también acoge las tiendas de ropa más conocidas de la ciudad. Finalmente, si viajas con presupuesto y prefieres tiendas más lujosas, lo mejor es que vayas al Viejo Lille, donde se encuentran las casas de grandes firmas, como Louis Vuitton y Lacoste.

¿Qué y dónde comer en Lille?

La gastronomía de Lille es fascinante, ya que reúne lo mejor de la cocina francesa con una notable influencia de sabores de su país vecino, Bélgica. Por eso, no puedes irte de Lille sin probar platos como los moules et frites (mejillones y patatas fritas), sus deliciosos crêpes o la tradicional raclette.

Ahora, si nos preguntas dónde comer en Lille, también tenemos la respuesta. Visto que pasarás un día entero recorriendo la ciudad, seguramente harás al menos 2 paradas para comer algo. Tanto para el desayuno y la merienda, como para las comidas principales, en la Crêperie Beaurepaire encontrarás algo con qué llenar tu estómago. Tal cual lo indica su nombre, la casa se especializa en crêpes salados y dulces que son una auténtica delicia. La empresa cuenta con dos locales, aunque te sugerimos el que está situado en la calle Saint-Etienne, ya que posee un ambiente muy animado y una linda decoración. 

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Si lo que buscas es almorzar en un sitio elegante, Le Domaine de Chavagnac es una gran opción. Este restaurante se encuentra situado en el Viejo Lille y se especializa en  comida típica del sudoeste de Francia, siendo su plato estrella el pato. Su decoración rústica es sumamente bella, lo cual añade motivos para visitar el establecimiento.

Para la merienda puedes ir a Elizabeth ‘s, una cafetería y pastelería ideal para tomar un té y comer un bocadillo dulce. Aunque, los amantes de lo salado también encontrarán con qué satisfacer su paladar, por ejemplo, una rica tarta de queso. Siguiendo la misma línea encontramos a la ya mencionada Pastelería Méert, posiblemente la más famosa de la ciudad. Su especialidad son los gaufres faurrées (o gofre relleno), una delicia dulce de Lille que debes probar. 

Te animamos a que descubras esta preciosa y animada ciudad francesa. Estamos seguros de que Lille estará a la altura de tus expectativas y que pasarás un día increíble. Si ya la conocías, déjanos tu comentario y cuéntanos tu experiencia, estaremos encantados de leerte. Mientras tanto, seguimos mostrándote más destinos de película.

Créditos fotográficos

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  • (https://pixabay.com/es/photos/viejo-lille-barrio-de-vieux-lille-3567557/), por VIVIANE6276 (https://pixabay.com/es/service/license/)

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