Guía de Gordes uno de los pueblos más bonitos de Provenza francesa

Gordes es un pequeño pueblo de postal de Provenza, ubicado sobre una colina que asemeja a un escenario medieval. Con arquitectura de gran belleza y dentro del parque natural de Luberon, es uno de los pueblos con mayor encanto y atractivo de Francia.

Ubicado sobre un acantilado con un laberinto de calles estrechas y empedradas, además de las espectaculares vistas que se disfrutan desde cualquier punto del pueblo, han hecho de Gordes un lugar fantástico para visitar en Francia, un sitio tranquilo comparado con otras atracciones turísticas pero de una belleza envidiable.

Su peculiar ubicación, en lo alto de una colina, se debe a que era un lugar de defensa de la época romana. En esos tiempos, se usaba como enclave defensivo por tener una ubicación estratégica, jugando un papel importante durante toda la Edad Media, Renacimiento y las guerras de religión.

Su historia representa una etapa difícil para sus habitantes, auspiciados por las invasiones y guerras de esos tiempos. Por fortuna, en nuestros días los tiempos de guerra culminaron, y hoy por hoy se puede apreciar lo bonito del pueblo, enfocado en preservar sus raíces y ser un atractivo para los visitantes.

¿Qué ver en Gordes?

Es un lugar pequeño que fácilmente se puede recorrer en un día. Pero por ello, no pienses que no merece la pena visitarlo, aunque es pequeño, te llevarás una grata sorpresa al recorrer sus calles de aspecto medieval con un encanto especial y vistas increíbles.

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La Iglesia de San Fermín

En un principio, específicamente en el siglo XII, era de estilo románico y dedicada a la virgen. Posteriormente, para el siglo XVIII, se remodeló casi por completo y se transformó a una iglesia dedicada a San Fermín, obispo de Uzès y patrón de Gordes.

Por dentro muestra una explosión de color, que contrasta con lo austero y sobrio estilo arquitectónico exterior.

Posee unas capillas muy veneradas en los alrededores, dentro hay solo un par de capillas: la de San Eloi, que está dedicada a los herreros y cerrajeros, y la de San Crispín, que se dedica a los zapateros.

Como dato curioso, en la Rue des Clastres, que bordea el lado norte de la iglesia, hay una pequeña concha tallada en la propia piedra. Es un detalle de un buen augurio para los peregrinos que pasaban por aquí en su largo camino a Compostela.

Castillo Medieval de Gordes

Data desde el siglo XI, y constituye una de las principales atracciones de Gordes. Es una fortaleza medieval, de forma cuadrilátera, con torres en las esquinas. El castillo tiene una planta rectangular, sorprendentemente delgada, que hoy se abre a una bonita plaza.

La fachada es un enorme muro y en sus pisos bajos carece de ventanas, pero en sus laterales tiene dos enormes torreones defensivos con matacanes en su parte superior que revelan su carácter medieval. Estos matacanes permitían a los defensores asomarse y disparar casi en vertical a quienes se habían aproximado demasiado a las puertas o arrojarles cualquier elemento defensivo para evitar a los intrusos.

Tuvo una remodelación en 1525, encargados por Bertrand Rambaud de Simiane, cuya poderosa familia reinaba en la mayoría de las aldeas de Luberon. Por lo que mantiene un contraste entre la fachada norte, caracterizada como un castillo de defensa, y la fachada sur, reelaborada y embellecida con la moda renacentista.

El castillo se encuentra dividido en cuatro pisos, cada uno de los cuales es más bajo que el anterior. El segundo y el tercer piso contienen ventanas partidas en dos por un parteluz. Las ventanas del último piso son también geminadas, pero en este caso tienen un solo nivel.

Aunque no hay registros de que Gordes recibiera muchos ataques desde esa época a la actualidad, en el año de la Revolución Francesa fue ocupada por los revolucionarios, pero no llegaron a dañarlo. Además, durante la II Guerra Mundial cayeron varias bombas en el pueblo.

Por fortuna, el bombardeo no afectó al castillo, y fue clasificado como monumento histórico desde 1931, además el castillo alberga desde 1970 un museo dedicado a Vasarely, artista contemporáneo, y recientemente dedicado a la pintora belga Mara.

En la actualidad, el castillo está perfectamente conservado, en particular su forma de ronda desde la que se ofrecen excepcionales vistas panorámicas a los visitantes. A su vez, es la sede de la oficina de Turismo y alberga renovadas exposiciones de arte cada año, con visitas gratuitas de los exteriores.

Chimenea del castillo de Gordes

En el recorrido por el castillo, te encuentras con una de las proezas más increíbles de Gordes. Los mecenas renacentistas que reconstruyeron el castillo decoraron monumentalmente una antigua chimenea, que quedó hecha una auténtica obra de arte. Es la mayor joya del interior del beau château.

Toda la decoración que le falta al exterior del castillo se encuentra en esta obra. Formada por una sucesión de frontones, columnas jónicas seguidas por ventanas ciegas coronadas por conchas y un friso decorado con hojas de acanto, añade elementos griegos y romanos mezclados con libertad.

Las calles (calades) y los miradores de Gordes

Un paseo por las calles de Gordes significa que a la vuelta de cada esquina encontrarás magníficas vistas del maravilloso Parque Nacional del Luberón.

Además, las calles empedradas con fuertes pendientes, están rodeadas de una arquitectura repleta de encanto. En el pueblo se conocen como calades y cada una se encuentra llena de una esencia cultural y lugares fantásticos de admirar.

Rue de Belvedere

La empinada Rue du Belvedére, es un tramo que se sitúa poco más abajo de la iglesia. Se trata de un precioso rincón empedrado, abierto al paisaje, desde el cual puedes contemplar los ricos suelos del Valle de Calavon, un paisaje privilegiado por donde discurre el Calavon y uno de los afluentes del Ródano.

La abadía cisterciense de Sénanque

Se trata de un enorme conjunto arquitectónico que se alza entre campos de lavanda formando un paisaje de postal fotográfica.

El lugar, ubicado a unos cuatro kilómetros del núcleo de población de Gordes, aún está habitado por una pequeña comunidad de monjes, pero se puede visitar en parte por medio de visita guiada.

Se encuentra ubicada en un valle a pocos kilómetros de Gordes. La abadía está presidida por un gran campo de lavanda, que en ciertas épocas del año da al lugar a una explosión de color, con vistas espectaculares.

Bodegas del Palacio de Saint Firmin

Los pueblos pequeños y situados en una colina como Gordes, son un desafío frente a la falta de espacio en el piso. Por lo tanto, se creó una red subterránea gigantesca, más impresionante que las casas que albergan la misma.

Bajo el Palais Saint Firmin, encuentras una red de cuevas destinadas a la artesanía y la industria, entre ellas, la vitivinícola. Este es un espacio espectacular que podrás recorrer y encontrarte con arcos y bóvedas que te mostrarán la importancia de estos lugares para el desarrollo del pueblo de la Provenza.

El pueblo Bories

Constituye un monumento histórico desde 1977. Es un pequeño poblado de chozas construidas con piedra seca, es decir, sin utilizar ningún tipo de mortero u hormigón.

El pueblo de Bories se ubica a unos 4 kilómetros hacia Cavaillon con sus ovejas, tanques de vino, trigo trillado, callejones, cerramientos y muros circundantes, refleja el trabajo laborioso de innumerables generaciones de agricultores que buscan nuevas tierras.

¿Cómo ir de Avignon a Gordes?

Desde Avignon hasta Gordes hay una distancia de unos 39 kilómetros aproximadamente. Para llegar hasta allí hay diferentes alternativas, puedes ir en tren, autobús, taxi o auto particular.

Si eliges la opción de tren o autobús, debes tomar en cuenta que no hay línea directa que te lleve a Gordes. Tienes que tomar en Avignon una ruta hasta Cavaillon y posteriormente hacer trasbordo hasta Gordes, este recorrido se hace en un tiempo estimado de casi 2 horas.

Sin embargo, en Avignon las estaciones de tren están en las afueras, por lo que necesitarás utilizar un autobús para llegar a ellas. Además, en este tipo de regiones el transporte se concentra más en los traslados rutinarios que en el turismo, por lo que una buena opción es optar por un auto rentado o ir en taxi y tardarás unos 45 minutos en el recorrido.

¿Dónde comer en Gordes?

Se encuentra rodeado de campos de lavanda, cosechas de girasol y viñedos que producen vinos rosados como especialidad de la región. La plaza pública es un lugar excelente para explorar la gastronomía de Gordes, con productores que llegan de regiones cercanas a ofrecer su mercancía.

Un sector pintoresco e icónico del pueblo es el centro, donde puedes degustar un exquisito café y disfrutar deliciosos crossaints, que es el elemento infaltable en el desayuno de Gordes.

Además, los establecimientos al aire libre, se encuentran en cada esquina donde podrás disfrutar una rica comida con impresionantes vistas. No pierdas la oportunidad de recorrer los mercados con productos locales, que ofrecen artesanías tradicionales de la gastronomía de Gordes.

Al momento de visitar y recorrer Gordes, las vistas que ofrece desde la carretera de entrada son impresionantes, forma una joya de Provenza con diferentes rincones hermosos y culturales para tomar fotos a montones. Sus calles empinadas envuelven un encanto mágico con pequeños restaurantes con terrazas que parecen sacadas de un cuento y tiendas con productos típicos de la zona con una pinta exquisita.

Sus estrechas calles empinadas te ofrecen vistas privilegiadas de la zona, que nos transporta a la época medieval gracias a los materiales y el color de las casas, con un aire especial que te deleita con lugares históricos, una belleza natural única y paisajes que parecen sacados de una obra de arte.

Con exposiciones, festivales y mercados constantes, Gordes es una belleza imponente arriba de la colina, rodeado de campos de lavanda que se complementan con sus estructuras de carácter medieval, una visita imperdible en tu paso por Provenza.