Qué ver en la provincia de Cuenca

A pesar de su cercanía a la capital, injustamente la provincia de Cuenca es la gran desconocida de España. Por eso, hoy te vamos a hablar de sus atractivos históricos, naturales y culturales, de manera que cuando te decidas a visitar esta bella provincia sepas exactamente a dónde ir. Cuenca es una región en donde la cultura, la historia, la naturaleza y la más rica gastronomía se dan la mano y ofrecen al viajero una experiencia completa. 

La provincia de Cuenca se encuentra situada en el interior de España, al noroeste de la región de Castilla – La Mancha. Su capital, Cuenca, es una ciudad histórica fortificada que por su gran valor fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero, no es la única ciudad que visitaremos, puesto que a lo largo de todo el territorio provincial hay desparramados pueblos con mucho encanto. En este sentido, sus comarcas (Alcarria, la Mancha, la Manchuela y la Serranía), guardan grandes tesoros.

Al mismo tiempo, sus paisajes sorprenden al viajero por sus fuertes contrastes, que pasan de la llanura manchega a la bella serranía de las montañas de Castilla – La Mancha. Asimismo, en Cuenca encontrarás algunas de las muestras rupestres más antiguas de España, las cuales son parte del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica.

¿Cuánto tiempo se necesita para recorrer la provincia de Cuenca? Si quieres conocer todos sus atractivos a fondo, obviamente necesitarás varios días. Pero, si no dispones de mucho tiempo, en un fin de semana puedes cubrir muchos de sus rincones más emblemáticos. Si te quedas con ganas de más es muy sencillo, ¡vuelve!

¿Qué ver en la provincia de Cuenca?

La información de todo lo que hay para ver en la provincia de Cuenca la hemos organizado de la siguiente manera. Primero te hablaremos de su capital, que es una parada obligada. Luego nos centraremos en sus atractivos naturales y, finalmente, ahondaremos en algunos de sus pueblos más bonitos. De ese modo, cubriremos lo más importante de la provincia. ¿Listo para comenzar?

Ciudad de Cuenca: Patrimonio de la Humanidad

Cuenca es una ciudad asombrosa y original, un sitio que respira cultura en cada uno de sus rincones. No por nada es una de las 15 ciudades Patrimonio de la Humanidad (fue declarada como tal en 1996) de España. Su organización es sencilla: en la parte alta, a más de 1.000 metros de altura, se encuentra el casco antiguo. Por su parte, la ciudad nueva se extiende en la parte baja.

Como toda ciudad con tanta historia, su principal encanto radica en la parte vieja. El precioso casco antiguo de Cuenca se ubica sobre un desfiladero moldeado por los ríos Júcar y Huécar y es lo primero que visitarás durante tu paso por la ciudad.

Pasear por las calles del casco histórico de Cuenca es adentrarse en un mundo de detalles que te trasladarán a la Edad Media. Al mismo tiempo, algunos rincones te recordarán su pasado árabe, a la vez que verás estilos arquitectónicos posteriores. 

¿Quieres saber qué ver en la ciudad de Cuenca? Aquí te dejamos un listado de sus principales atractivos.

Casas Colgadas de Cuenca

Uno de los sitios más icónicos que visitar en Cuenca son sus Casas Colgadas, un conjunto de edificios cuyos balcones sobresalen o cuelgan sobre la hoz del río Huécar. Construidos entre los siglos XIII y XV, sólo se conservan en pie tres: las dos Casas de los Reyes y la Casa de la Sirena. Verlas de cerca es realmente impresionante, aunque, para apreciarlas mejor, te sugerimos que te sitúes en la mitad del Puente de San Pablo o durante el ascenso al Convento de San Pablo.

Plaza Mayor y Catedral

El centro neurálgico de la ciudad es la Plaza Mayor, la cual se encuentra rodeada de construcciones con fachadas coloridas que le dan mucha vida a toda la zona. Allí mismo verás el edificio barroco del Ayuntamiento, el Convento de las Petras y la Catedral de Santa María y San Julián, el templo religioso más importante de la ciudad. 

La Catedral de Cuenca fue construida en el 1177 sobre una mezquita árabe, aunque, como en aquella época predominaba el románico, pronto se convertiría en la primera catedral gótica de Castilla. Tanto su exterior como su interior son realmente sorprendentes, tal como comprobarás por tu propia cuenta.

La Plaza Mayor es también el lugar justo para sentarse a tomar algo en sus terrazas y para comenzar un recorrido a pie por la ciudad. Además, se encuentra comunicada con la estación de tren y de autobuses mediante la línea 1 del autobús.

Miradores de la ciudad

La ciudad de Cuenca, las montañas a sus alrededores y los ríos Júcar y Huécar se aprecian mucho mejor desde sus miradores. Algunos de ellos son, por ejemplo, el Mirador Florencio Cañas, situado cerca de la Plaza Mayor; el Mirador del Castillo, ubicado bajo las ruinas del castillo; el Mirador hoz del Júcar, cerca de la Plaza del Trabuco; y el Mirador del Rey, que se encuentra en la parte más alta de la ciudad y regala una increíble panorámica.

Puente de San Pablo

El mejor sitio para apreciar las Casas Colgadas de Cuenca es desde el Puente de San Pablo, construido en hierro y madera en el año 1902 sobre la base de un antiguo puente de piedra. Además de las vistas, gracias a sus 60 metros de altura, es posible cruzar el río Huécar por la parte más alta y llegar fácilmente al Convento de San Pablo, que se encuentra sobre un promontorio rocoso.

Torre de Mangana

Otro sitio que ver en la ciudad de Cuenca es la Torre de Mangana, ubicada en la plaza homónima Esta construcción de 28 metros de altura es un monumento con mucha historia y, según se cree, pudo ser parte del antiguo Alcázar de Cuenca. Vale la pena acercarse a la plaza para observar la torre, pero también por las vistas panorámicas que se aprecian desde allí.

¿Cómo llegar a Cuenca?

La manera más sencilla de llegar a Cuenca es tomando un tren AVE en la Estación de Atocha de Madrid. El viaje dura menos de una hora y te dejará en la estación de Cuenca Fernando Zóbel. Desde allí tienes que coger la línea 1 del bus urbano que conecta con la Plaza Mayor de la ciudad. 

Maravillas Naturales de la provincia de Cuenca

A lo largo de su territorio, la provincia de Cuenca presenta grandes escenarios naturales que definitivamente deben formar parte de tu ruta. La gran mayoría se encuentran enmarcados dentro de la Serranía de Cuenca, un espacio anclado en un entorno ideal para recorrerlo a pie, en bicicletas de montaña, en coche o en motocicleta. 

 Algunas de las maravillas naturales más representativas de la provincia de Cuenca son:

Ciudad Encantada

A 35 km de la ciudad de Cuenca se encuentra este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad. Situada en una amplia zona de pinares en el centro del Parque Natural de la Serranía, la Ciudad Encantada enamora al viajero con sus grandes rocas de piedra caliza a las cuales la naturaleza moldeó de manera curiosa. 

El origen de este increíble lugar se remonta unos 90 millones de años atrás, cuando el territorio se encontraba al fondo del mar de Thetis. Las aguas tranquilas propiciaron la deposición de sales, en especial carbonato cálcico, que sería clave para la configuración del paisaje. Al final del Cretácico el mar se retiró y el lecho marino rico en piedra caliza emergió a la superficie. Esta piedra fue moldeada a lo largo de miles de años hasta formar este impresionante fenómeno geológico que invita a jugar con la imaginación.

Para recorrer la Ciudad Encantada tienes a disposición un itinerario de unos 3 km en donde podrás ir descubriendo cada una de estas piedras y sus formas caprichosas. Unas 13 figuras de roca conforman el paseo, algunas de ellas con figuras fácilmente reconocibles, como «la cara del hombre».

Nacimiento del río Cuervo

A una hora y media de la ciudad se encuentra uno de los sitios más bonitos de la provincia de Cuenca. El Nacimiento del río Cuervo fue declarado Monumento Natural y también forma parte del Parque Natural de la Serranía de Cuenca.

Si viajas en coche desde la ciudad de Cuenca deberás tener cuidado con el ganado, que es normal que se cruce por la ruta, y con las curvas. En total, se dice que hay 487 curvas desde Cuenca hasta Vega del Codorno, el pueblo donde se encuentra el nacimiento del río Cuervo. Sea cierto o no, respetar la velocidad e ir con prudencia es fundamental.

Tip viajero: en medio de este mundo de curvas hay una parada técnica que te sugerimos hacer. Hablamos de la Ventana del Diablo, una cueva natural que hay sobre un cañón desde el cual se aprecia muy bien la hoz del río Júcar.

Una vez que dejes el coche en el aparcamiento gratuito, solo tienes que seguir la pasarela que conduce hasta la cascada donde nace el río. En el trayecto irás viendo pequeñas lagunas y cascadas que le dan mucho encanto al recorrido.

Un detalle a tener en cuenta, es que al ser un nacimiento es indispensable visitarlo cuando tenga mayor caudal de agua. Esto suele ocurrir en invierno y primavera, que es cuando el nacimiento del río Cuervo adquiere su máximo esplendor. Además, en invierno se ven estalactitas que suman belleza a la postal. Durante el verano y el otoño, la zona suele estar con muy poca agua, incluso seca. La ventaja es que durante el otoño el bosque adquiere mayor belleza gracias a los colores ocres de las hojas de los árboles.

Molino de la Chorrera y nacimiento del río Júcar

Muy cerca de la localidad de Tragacete se encuentra el nacimiento del río Júcar y la fabulosa cascada del Molino de la Chorrera, otro de los grandes enclaves naturales de la provincia de Cuenca.

Unos 300 metros antes de la cascada del Molino de la Chorrera verás un parking donde debes dejar el coche y caminar poco menos de 1 km hasta el camino de acceso a la cascada. Desde allí el sendero perfectamente acondicionado se adentra en un bosque que tras 1 km aproximadamente llega a la cascada. En la base hay un mirador, aunque también podrás acercarte hasta el agua y ver la cascada desde abajo.

Lo positivo es que el Molino de la Chorrera se encuentra situado muy cerca del Nacimiento del Río Cuervo, por lo que combinar ambas visitas es un gran plan. La caminata es cómoda, corta, tranquila y natural.

La misma carretera conduce al nacimiento del río Júcar, aunque la cascada es la parte más linda del paseo.

Lagunas de Cañada del Hoyo

Cerca de la localidad de la Cañada del Hoyo y a 40 km de la ciudad de Cuenca se encuentra este curioso sitio que se formó hace miles de años, cuando la tierra se hundió y formó este conjunto de lagunas que parecen conos volcánicos. Lo más llamativo de todo es su forma completamente redonda, que sorprende al viajero tanto como la manera en que se formaron. 

En total son 7 lagunas, aunque únicamente 3 pueden visitarse de manera gratuita. Estas últimas se encuentran unidas mediante un sendero señalizado, siendo la más bella de todas la laguna del Tejo. La misma impresiona por sus aguas completamente transparentes y de color azul verdoso potenciado por la luz del sol. 

El resto de las lagunas se encuentran en una finca privada, aun así se pueden visitar abonando unos 2 € por persona.

Laguna del Tobar

El Tobar es una pedanía inmersa en un maravilloso entorno natural y es otro de los rincones de la provincia de Cuenca que merece la pena conocer. Allí se encuentran las famosas Lagunas de El Tobar, conformadas por la Laguna Grande, la Laguna Pequeña y la Laguna Ciega (que actualmente se encuentra desaparecida). Para poder visitarlas debes partir desde el pueblo y seguir un sendero señalizado de apenas 1 km que conduce a las lagunas.

La Laguna Pequeña se encuentra rodeada en su totalidad de una tupida vegetación que hace que verla sea prácticamente imposible. La Laguna Grande, por su parte, sí se puede apreciar (es más, sorprende por el espectacular color turquesa de sus aguas). Además, según la época del año en que la visites descubrirás una gran variedad de fauna, como nutrias y aves acuáticas. 

Por otro lado, el sistema lagunar es considerado como una de las siete zonas de baño de la provincia de Cuenca, debido a la calidad del agua. Para disfrutar de esta actividad se recomienda llevar calzado para el agua, ya que el fondo es rocoso, y tener cuidado con la profundidad, que varía por sectores.

Los pueblos más bonitos de Cuenca

Además de la capital, el territorio provincial se encuentra salpicado de hermosos pueblos. Cada uno de ellos tiene su propio encanto y sus motivos por los cuales deben visitarse. Sin embargo, es imposible mencionarlos a todos, por eso únicamente te hablaremos de seis. Creemos que estos pueblos de la provincia de Cuenca son verdaderos imperdibles, tanto por su patrimonio arquitectónico como los escenarios naturales que se abren a su alrededor.

Alarcón

Uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Cuenca es Alarcón, un precioso enclave situado en un impresionante paisaje esculpido por las Hoces del río Júcar.

Alarcón tuvo mucha importancia durante la Edad Media, época de la cual conserva su recinto amurallado, sus torres de defensa y su castillo, hoy convertido en Parador Nacional. Estuvo bajo el dominio de ibérico, romano y visigodo, pero fue en época del control árabe que comenzó a destacarse frente a los poblados vecinos.

Los árabes precisamente fueron los encargados de levantar su inexpugnable fortaleza, de la cual destaca su torre del homenaje. Prácticamente, todo el recinto amurallado se conserva perfectamente, incluso varias puertas (como la del Calabozo, del Bodegón o la del Campo).

Hoy en día, visitar el castillo es uno de los grandes reclamos turísticos de Alarcón. No es necesario alojarse en el parador para visitar su patio de armas, subir a la torre del homenaje o recorrer su adarve. 

De la misma fortaleza parten 3 calles que conducen a la Plaza Mayor, una típica plaza castellana de forma cuadrada rodeada de edificios importantes. Uno de ellos es la Iglesia de San Juan Bautista. El interior del templo guarda un preciado tesoro: un inmenso mural lleno de simbología al cual la UNESCO lo declaró sitio de interés artístico mundial. 

A mitad de camino entre la plaza y el castillo se encuentra la Iglesia de Santa María, el segundo en importancia de los cuatro templos que hay en el pueblo. Las otras son Santo Domingo de los Silos y la Iglesia de la Santa Trinidad. 

¿Cómo llegar a Alarcón?

Desde Madrid solo debes tomar la A-3 que une esta ciudad con Valencia y conducir durante 194 km.

Belmonte

Otro de los pueblos de la provincia de Cuenca que te sugerimos visitar es Belmonte. Esta pequeña localidad forma parte de la comarca de La Mancha y se sitúa al sudoeste de la provincia, a 756 metros sobre el nivel del mar.

No solo es uno de los pueblos más pintorescos de Cuenca, sino que cuenta con una de las fortalezas más impresionantes de la región. El patrimonio histórico es realmente asombroso, destacando de manera especial su Castillo de estilo gótico-mudéjar. La lista patrimonial la terminan de completar su Colegiata gótica, el antiguo Alcázar y el Hospital de San Andrés.

Subir al castillo de Belmonte es el plan estrella de la visita a este pequeño pueblo. Construido hace siglos en lo alto del cerro de San Cristóbal, recorrer sus murallas y conocer su interior completamente musealizado es el mejor plan. También deslumbra su patio de armas, sus artesonados mudéjares y relieves góticos.

Otros sitios de interés de Belmonte son la Colegiata de San Bartolomé, que cuenta con unas vistas privilegiadas del castillo; el Palacio del Infante, el Palacio de Buenavista, el convento de los Jesuitas, la Casa de Comedias y la ermita de Nuestra Señora de Gracia, solo por mencionar algunos.

La mejor manera de conocer Belmonte es dejándote llevar por las callejuelas de su casco histórico e ir apreciando la armonía urbanística que distingue a la población. Las grandes fachadas con ventanales protegidos por rejas son un claro ejemplo de las épocas doradas de Belmonte.

¿Cómo llegar a Belmonte?

Desde Madrid a Belmonte hay un viaje de una hora y media por carretera (150 km aproximadamente). Al igual que Alarcón, únicamente debes tomar la A-3 que une Valencia y Madrid.

Mota del Cuervo

Si quieres disfrutar del paisaje manchego y sus tradicionales molinos de viento, entonces Mota del Cuervo te encantará. Conocido como “el Balcón de la Mancha”, este precioso pueblo de la provincia de Cuenca es una parada imprescindible en las rutas de Don Quijote de La Mancha.

Visitar este enclave y no incluir sus siete molinos de viento restaurados es prácticamente lo mismo que nada. Situados en lo alto de un cerro, vigilan la llanura como si de gigantes se tratase (quizá sean aquellos gigantes que creía ver Don Quijote). 

Visitar los molinos de Mota del Cuervo es como hacer un viaje al pasado. El más antiguo de todos, denominado Molino del Zurdo, es un gigante con aspas de más de 300 años de historia. El conjunto lo terminan de completar seis molinos más construidos entre los años sesenta y setenta. Sin dudas que se trata de un paisaje digno de estas tierras. 

Además, la zona donde se encuentran los molinos conforma un fantástico mirador desde el cual se pueden ver en el horizonte los pueblos de Belmonte, El Pedernoso, Las Pedroñeras y otros.

Luego, en el pueblo puedes recorrer el barrio de las cantarerías, las múltiples casas señoriales, visitar el museo de Alfarería, visitar el convento de los Trinitarios o la iglesia de San Miguel, entre otras cosas.

¿Cómo llegar a Mota del Cuervo? 

Desde Madrid a Mota del Cuervo hay 150 km que se sortean por la carretera A-4 y luego por la AP-36.

Uclés

Seguimos recorriendo la provincia de Cuenca y llegó la hora de hablarte del pueblo de Uclés, una parada imprescindible. ¿Qué tiene este pueblo de especial? Uno de los conjuntos monumentales más importantes de la provincia, dentro del cual destaca su impresionante monasterio, apodado como “El Escorial de la Mancha”.

Esta preciosa villa manchega se encuentra rodeada de un paisaje dominado por pequeños cerros y mesetas. Su trazado urbano es típicamente castellano, aunque a medida que recorras el pueblo irás notando detalles de su pasado árabe. Uclés alberga estupendas muestras de historia y cultura muy valiosas para la provincia, además de ser productora de un exquisito vino que no debes dejar de probar.

El Monasterio de Uclés es una parada fundamental. Este edificio construido entre los siglos XVI y XVIII se alza sobre los restos de una antigua fortaleza árabe que fue remodelada y ampliada por la Orden de Santiago. En su diseño se ven reflejados tres estilos arquitectónicos: plateresco, herreriano y churrigueresco. 

Junto al monasterio se encuentra el castillo, del cual solo se conservan tres torres. Dentro del pueblo llama la atención el Ayuntamiento, la Fuente de los Cinco Años y el Pósito. Uclés es otro pueblo que invita a pasear sin rumbo fijo por sus callecitas, mientras te dejas sorprender por los detalles. Si tanto paseo te abre el apetito, no dejes de probar su delicioso queso manchego o sus vinos de producción local.

Finalmente, muy cerca del pueblo se encuentra otro de sus atractivos: el Yacimiento Arqueológico de Fuente Redonda, una laguna artificial con forma redonda que fue construida por los romanos. Este paraje fue descubierto a mediados del siglo XIX y se cree que solía ser un santuario dedicado al dios prerromano Airón. Vale la pena visitarlo, no únicamente por su riqueza cultural, sino también por el encantador entorno natural en que se halla inmerso. 

¿Cómo llegar a Uclés?

Uclés se encuentra a poco más de 100 km de Madrid, desde la cual se llega fácilmente tomando la carretera A-3.

Priego

Otro de los pueblos de la provincia de Cuenca que atesora un rico patrimonio es Priego. Este pequeño enclave perteneciente a la comarca de la Alcarria es sin dudas uno de los pueblos más bonitos de Cuenca. Como la mayoría de sus vecinos, fue fundado en la Edad Media y está situado en un entorno natural inmejorable.

Priego posee muchos monumentos y edificios que vale la pena admirar. Entre ellos podemos mencionar el Ayuntamiento, situado en un antiguo palacio renacentista del siglo XVI; el Torreón de Despeñaperros, lo único que queda en pie del Castillo de la Villa y que con sus 12 metros de altura parece custodiar los campos;  y la iglesia gótica de San Nicolás de Bari.

Tampoco dejes de recorrer la calle de la Loma y apreciar las casas de la Inquisición, las cuales lucen con mucha identidad. O de visitar los conventos de Nuestra Señora del Rosal y San Miguel de las Victorias.

Otra característica del pueblo es la gran cantidad de fuentes dispersas por sus calles, como la Fuente del Boñigo, la de Las Peñuelas o la muy ornamentada fuente en la plaza de San Juan de Dios.

¿Cómo llegar a Priego?

Para llegar a Priego desde Madrid debes tomar primero la A-2 y luego la carretera N-320 y conducir 165 km en total.

Buendía

El último pueblo de la provincia de Cuenca del cual queremos hablarte es Buendía (no te engañes, hay muchos más pueblos para visitar, solo que hemos hecho hincapié en algunos de los más lindos).

Buendía se encuentra ubicado muy cerca de la frontera con Guadalajara y su principal reclamo turístico es la famosa Ruta de las Caras. Tanto para hacer la ruta, como para recorrer el núcleo urbano, Buendía es otra parada imprescindible en tu viaje por la provincia de Cuenca. Además, el pueblo se encuentra situado junto al embalse que lleva su mismo nombre, de allí que facilite la posibilidad de hacer muchas rutas de senderismo y turismo rural.

En Buendía puedes recorrer los restos de sus murallas, visitar su Plaza Mayor, la cual junto con la iglesia conforman un valioso conjunto arquitectónico y visitar varios de sus museos. Aunque, como te mencionamos antes, la mayoría de los viajeros llegan a Buendía con el objetivo de hacer la famosa Ruta de las Caras. 

La Ruta de las Caras es un museo al aire libre en donde las rocas fueron esculpidas y moldeadas para dar lugar a formas de los más diversas. A través de un trekking sencillo, ideal para hacer en familia, puedes admirar cada una de estas rocas esculpidas por Eulogio Reguillo y Jorge Juan Maldonado. No solo la ruta es atractiva por las figuras, sino también por el hermoso entorno en que se encuentran, con vistas excepcionales del embalse de Buendía.

¿Cómo llegar a Buendía?

Buendía se encuentra a 156 km de Madrid, trayecto que se cubre tomando la A-2 en dirección Guadalajara y luego N-320.

Mapa de la provincia de Cuenca

Como pudimos ver a lo largo del recorrido, la provincia de Cuenca está llena de sitios interesantes por descubrir, desde su preciosa capital, hasta sus pueblos y atractivos naturales. Todo un destino que invita a tomarse unos días de descanso, a la vez que vas regalando a tus sentidos las mejores experiencias.