El particular emplazamiento entre el mar y la montaña, la riqueza arquitectónica y la paz que transmiten las calles de Deià la convirtió en un imán para pintores, artesanos, escritores y bohemios. Este pueblo de la Sierra de Tramontana, al noroeste de la isla de Mallorca, es un pequeño paraíso capaz de hacer sentir a sus visitantes que el tiempo se detuvo en el preciso instante que pusieron un pie en él.

Te invitamos a conocer Deià y todo lo que hay a su alrededor, en un paseo por la sierra de Tramontana que te hará amar la isla de Mallorca.

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Cuando comienzas a caminar por las calles empedradas del coqueto pueblo de Deià comprendes rápidamente por qué sirvió de inspiración a artistas prestigiosos de todas partes del globo.

Esto sucedió alrededor de los años 60, cuando escritores y pintores llegaron a Deià (Deyá en castellano) buscando eso que hacía falta para terminar de crear sus obras. Hoy en día, cientos de turistas visitan este pueblo de Tramontana buscando despejar la cabeza, desconectar de la rutina y respirar un poco de aire de montaña con una dosis de brisa marina.

Deià se sitúa a tan solo 30 km de la capital mallorquina, entre los municipios de Valldemossa y Sóller. Si bien el primero y Fornalutx son quienes se llevan gran parte del turismo, no quedan dudas de que Deià es uno de los pueblos más hermosos de Mallorca. No necesitas invertir más de medio día para recorrer sus encantos, aunque también es posible que decidas quedarte allí más tiempo (y no te podemos culpar por eso).

Sin más, veamos qué esperar de este encantador pueblo del norte de Mallorca. Recorreremos sus principales atractivos y exploraremos un poco sus alrededores, a ver qué sorpresa nos deparan.

¿Qué ver en Deià?

Si bien Deià es el típico pueblo que se descubre mejor dejándose llevar por sus calles de piedra, nosotros te contaremos cuáles son sus principales sitios de interés en un recorrido completo que no dejará nada fuera del tintero. De ese modo, podrás exprimir al máximo las horas que pases en el pueblo.

Pasarelas de Deià

Una de las mejores cosas para hacer en Deià es dar un paseo por las pasarelas que rodean el pueblo y permiten obtener un primer contacto con la localidad. Si tienes la suerte de poder dejar el coche en el parking gratuito que hay justo en la entrada a la villa, esta debería ser tu primera actividad del día.

Desde las pasarelas se disfruta de una vista panorámica hermosa de las tradicionales casas de piedra de este pueblo mallorquín. Una vez que finalices el recorrido, puedes seguir el Camino des Racó y visitar una cascada. A medida que gana altura el camino va dejando lugar a unas panorámicas inmejorables del pueblo.

Las calles de piedra

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No quedan dudas de que el principal atractivo de Deià está en caminar por sus calle empedradas que transmiten su esencia bohemia y relajada. De fondo escucharás el sonido del torrente de Racó, mientras los muros de las casas de piedra te irán sumergiendo en una especie de sueño mágico.

No vamos a mentir y decirte que caminar por las calles de Deià es sencillo. El pueblo tiene muchas cuestas, puesto que está enclavado en plena montaña. De todos modos, no hace falta ir con prisas. Seguro en más de una ocasión querrás detenerte a tomar alguna foto o apreciar algún detalle.

Parroquia de San Juan Bautista

En la parte alta del pueblo encontramos a quien seguramente es el edificio más emblemático del pueblo, la parroquia de San Juan Bautista. La misma se encuentra situada en la Plaza de la Iglesia, junto a un pequeño mirador con dos cañones desde el cual se obtiene una vista hermosa de la Serra de Tramuntana.

La Iglesia Parroquial de Sant Joan Baptista está dedicada al patrón del pueblo, fue construida en el siglo XIV y cuenta con una torre defensiva que hace de campanario. La entrada al templo es gratuita y vale la pena apreciar sus capillas, tallas y el retablo mayor de estilo renacentista.

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La Casa de Robert Graves

Desde la plaza de la Iglesia puedes bajar por el Carrer Es Puig y llegar nuevamente a la carretera de Deià. Por cierto, en esta se ubican algunos de los mejores restaurantes del pueblo.

A unos 700 metros se encuentra la Casa de Robert Graves, un reconocido escritor que en 1929 se trasladó a vivir en esta casa, aunque durante la Guerra Civil Española debió retirarse por un tiempo. La entrada cuesta 7 € y permite conocer su vida y apreciar el mobiliario original.

El horario de visita es de 10 am a 4:20 pm.

Museo Arqueológico de Deià

Bajando por el Carrer Teix llegarás al Museo Arqueológico, un atractivo situado en un antiguo molino harinero del siglo XVII y otro sitio muy interesante que ver en Deià.

El museo fue fundado en 1962 por William Waldren, un reconocido arqueólogo americano, y su mujer, Jackie Waldren. Allí podrás conocer la historia de estos jóvenes que se mudaron al pueblo con la intención de convertirlo en un epicentro cultural de las Baleares.

Claro que también verás su colección conformada por restos encontrados en varios yacimientos situados en los alrededores del pueblo. El hallazgo más importante es el Myotragus Balearicus, una oveja autóctona que se extinguió hace 5.000 años.

Cementerio de Deià

También en la parte alta del pueblo encontramos el cementerio de Deià. En este espacio rodeado de cipreses descansan los restos de los pintores, escritores, músicos y poetas que pasaron por la villa. Entre ellos destaca el escritor británico Robert Graves, el matrimonio Waldren y los pintores mallorquines Antoni Ribas Prats y Antoni Gelabert.

Un plus de la visita son las hermosas vistas que se disfrutan desde este punto, con la sierra y el Mediterráneo como telón de fondo.

Cala Deià

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Cala Deià está situada a 3 km del pueblo, en la desembocadura del Torrent Major, y es otro sitio que deberías incluir en tu visita.

Esta pequeña cala tiene apenas 70 metros de largo y está cubierta de guijarros y piedras, al igual que muchas otras calas de Mallorca. El agua del mar es tan cristalina que es imposible no divisar el fondo marino, también empedrado. De todos modos, eso poco importa si lo único que tienes en mente es darte un chapuzón refrescante. Eso sí, no olvides llevar algún calzado para el agua así no te lastimas los pies.

A pesar de su reducido tamaño, Cala Deià cuenta con buenos servicios para el turismo, incluyendo duchas, baños, restaurantes y un chiringuito llamado Ca’n Lluc. Por ende, podrás comer y tomar algo rico sentado en una terraza y contemplar la belleza del Mediterráneo.

La cala cuenta también con un parking de pago en la parte superior que en temporada alta se suele llenar rápidamente. Por eso, te sugerimos llegar lo más temprano posible. En caso de que no tengas problema de caminar, puedes coger el Carrer Es Clot que en un punto da lugar a un agradable sendero que desciende a la playa.

Así vayas en coche, llevar las zapatillas no es mala idea, puesto que desde Cala Deià parten varias rutas de senderismo. Una opción es coger el precioso camino de los pintores que lleva a la pequeña playa de Llucalcari, otro enclave de piedras y aguas cristalinas situado junto a la aldea con el mismo nombre.

La Torre de Sa Pedrissa es una antigua torre de vigilancia desde la cual se aprecia la curiosa roca llamada Sa Foradada. Para llegar a este punto debes tomar el desvío a la izquierda antes de la cala, y caminar hasta llegar a una barrera. Una vez allí, toma el sendero que nace sobre el margen derecho que conduce a la torre en menos de 10 minutos.

Son Marroig

Son Marroig es la principal propiedad del archiduque Luis Salvador de Austria en Mallorca y otro sitio con mucho encanto.

La propiedad fue construida en el siglo XVI, época de la cual conserva una torre defensiva. Actualmente, se ha convertido en un museo dedicado al archiduque que cuenta además con hermosos jardines exteriores. Desde el templete de mármol de Carrara se obtienen unas vistas increíbles del Mediterráneo y la famosa roca de Sa Foradada de la que te hablaremos a continuación.

El horario de visita es de lunes a sábado de 9:30 am a 2 pm y de 3:30 pm a 4:30 pm. Los días domingos permanece cerrado. La entrada general cuesta 4 €.

Sa Foradada

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Uno de los puntos de visita obligados en Deià es Sa Foradada. Situada a pocos metros de Son Marroig, la famosa roca de Sa Forada (cuyo nombre en castellano sería agujereada) es un monumento natural producto de la erosión del mar y del viento. Se trata de uno de los caprichos naturales de Mallorca y un sitio muy fotogénico que invita a llevarse una hermosa postal.

Tip viajero: si dejas esta visita para el final del día, te encontrarás con uno de los atardeceres más bonitos de Mallorca.

El acceso a Sa Foradada se puede hacer caminando o en coche, ya que cuenta con un parking bastante amplio y gratuito. Cerca de este hay un mirador desde el cual se obtiene una vista fantástica de esta roca y un restaurante en donde puedes cerrar el día comiendo algo rico.

¿Qué ver en los alrededores de Deià?

Tal como te dijimos al principio, aprovechar la visita a este pueblo mallorquín es la excusa perfecta para explorar otros rincones del norte de la isla. Poblaciones como Valldemossa, Sóller, Pollensa y Fornalutx son algunas opciones. Lo mismo sucede con las calas Tuent, Sa Calobra, Figuera y la playa de Formentor y su emblemático faro.

Aquí tienes algunas opciones para explorar los alrededores de Deià y seguir enamorándote de la belleza de la Sierra de Tramontana y el Mediterráneo.

Valldemossa

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La ruta que comunica Palma de Mallorca con Deià está llena de paradas interesantes. Una de ellas es el pueblo de Valldemossa, otro de los enclaves más encantadores de la Sierra de Tramuntana.

Valldemossa es un emplazamiento medieval inmerso en un precioso entorno natural. Su encanto radica también en su centro histórico lleno de callejuelas adoquinadas que conducen a palacios, casas e iglesias antiguas engalanadas con flores y plantas.

Entre los atractivos más destacados de Valldemossa encontramos la Real Cartuja, el Palacio del Rey Sancho, los Jardines del Rey Juan Carlos I, el museo dedicado a Frederic Chopin y George Sand y otros. Todos estos sitios se pueden visitar en un mismo día, pero no es mala idea estirar la estancia con alguna ruta de senderismo.

La Real Cartuja de Valldemossa está situada en la Plaça Cartoixa. Puedes llegar andando por la calle del Marqués de Vivot hasta la Via Blanquerna, la calle comercial más importante del pueblo, donde encontrarás muchas tiendas, bares, pastelerías y tiendas de souvenirs. La misma conduce a la Plaza Ramon Llull, situada muy cerca de la Plaça Cartoixa.

La Real Cartuja fue la antigua residencia del rey Sancho I, aunque desde 1399 estuvo habitada por los monjes cartujos, quienes fundaron la iglesia de estilo neoclásico que preside la plaza. Durante su historia la Real Cartuja pasó por manos privadas que la convirtieron en una casa señorial que dio cobijo a personajes ilustres como Rubén Darío, Miguel de Unamuno, Fréderich Chopin y su pareja George Sand.

Después de visitar la Real Cartuja puedes visitar los preciosos Jardines del Rey Juan Carlos I y el antiguo patio del claustro de la iglesia. El mismo está lleno de bustos de personajes ilustres que pasaron por la isla, como el archiduque Luís Salvador de Austria (principal impulsor del turismo en Mallorca).

Hay muchos otros sitios interesantes para ver en Valldemossa, pero no queremos dejar de mencionar su puerto y playa. Sí, a pesar de ser un pueblo de montaña, a tan solo 2 km se encuentra la costa. Una estrecha carretera conduce a su pequeño puerto pesquero. Situado a los pies de la Serra de Tramuntana y bañado por las aguas cristalinas del Mediterráneo, es otro rincón de enorme belleza.

Sóller

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Rodeada por el fértil Valle de los Naranjos y en plena Serra de Tramuntana encontramos la pequeña localidad de Sóller, otro sitio dueño de un notable centro histórico y un precioso puerto que justifica una visita.

Sóller se ubica a poco más de 10 km de Deià y cuenta con varios puntos de interés que se recorren tranquilamente en medio día.

El corazón del pueblo es la Plaza de la Constitució, un espacio rodeado de edificios históricos. Uno de ellos es el Ayuntamiento, una construcción de estilo barroco, y la Iglesia de Sant Bartomeu y su espectacular fachada. También hay muchas terrazas en las que podrás saborear un delicioso zumo de naranja mientras disfrutas del ambiente de la plaza.

Otro de los edificios destacados de la plaza es el Banco de Sóller, situado a la izquierda de la iglesia. Diseñado en 1898 por el arquitecto catalán Joan Rubió y Bellver, este edificio modernista es el principal símbolo de la riqueza de Sóller durante la época en que exportó grandes cantidades de naranja a Francia y otros países de Europa.

Otro emblema de Sóller es su famoso tranvía. Este transporte emblemático data de 1913 y hace un recorrido de media hora desde el pueblo al coqueto Puerto de Sóller pasando por campos de naranjo y parte de la sierra.

Monasterio de Miramar

En el municipio de Valldemossa y sobre la carretera que conduce a Deià encontramos el Monasterio de Miramar. Situado en un rincón privilegiado en la Sierra de Tramuntana, es otro sitio que transmite paz y unas vistas fabulosas del Mediterráneo.

No solo la construcción en sí misma es realmente destacable, sino también el simple hecho de recorrer la carretera que lleva al monasterio hace que el viaje valga la pena. Se trata de uno de los recorridos más pintorescos de la isla, así que no dudes en hacerlo.

El Monasterio de Miramar sitúa sus orígenes en torno al año 1276. Por aquel entonces Ramon Llull fundó tanto el monasterio como una escuela de árabe y otras lenguas orientales. El objetivo era preparar a los monjes franciscanos para convertir musulmanes al cristianismo. Años más tarde funcionó allí la primera imprenta de Mallorca, aunque en los siglos posteriores el monasterio cayó en decadencia.

Afortunadamente, en 1872 el Archiduque Luis Salvador de Austria se enamoró de la Sierra de Tramontana y no dudó en adquirir la propiedad (y otros terrenos y posesiones de la costa norte de la isla, entre Valldemossa y Deia). De ese modo, todo el complejo fue restaurado, incluyendo el claustro, la capilla, los jardines y los miradores.

Hoy en día, el Monasterio de Miramar acoge un museo lleno de objetos, documentos y obras de arte de Ramon Llull y el archiduque. No dejes de pasear por la hermosa zona ajardinada donde se ubica el claustro y la capilla, que en verano y primavera tienen un encanto especial.

Por si fuera poco, en los alrededores de Miramar encontramos miradores que regalan vistas impresionantes de la costa mallorquina. Es Guix y el mirador de Sa Ferradura son dos preciosos puntos panorámicos a los cuales se puede llegar fácilmente. Desde el segundo se aprecia una panorámica del inconfundible Sa Foradada y Son Marroig.

¿Cuál es la mejor época para visitar Deià?

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Podríamos decir que Deià se disfruta en todo momento del año, aunque, es en invierno cuando destaca por su paz y ambiente bohemio. Con la gran afluencia de visitantes que recibe en verano esta aura de tranquilidad se ve un poco mermada, pero no por eso la villa pierde su encanto.

En todo caso, la mejor época dependerá de lo que busques. Si eres medio fóbico a las muchedumbres, entonces lo mejor es ir a Deià en primavera, otoño o en invierno. Los meses de julio y agosto son los más masificados y en una isla tan popular como Mallorca esto es algo que se siente, y mucho.

Por otro lado, fuera de temporada encontrarás mayor facilidad para aparcar el coche, restaurantes con más disponibilidad y mejores precios en la isla en general.

¿Cómo llegar a Deià?

Poco más de 30 km separan la ciudad de Palma de Mallorca de Deià. Si dispones de vehículo propio, no tienes más que tomar la carretera MA-110 hasta Valldemossa y desde allí continuar por la MA-10 hasta Deià.

Un detalle importante en el caso de que decidas a viajar en coche propio, es que el parking en Deià es realmente un problema. Esto ocurre especialmente en julio y agosto, meses en que la isla es un verdadero hormiguero de gente. El pueblo es pequeño y su infraestructura no está preparada para recibir tantos coches. Por eso, un consejo si vas a viajar de este modo es que llegues lo más temprano posible.

En caso que no tengas movilidad propia, podrás llegar a destino en transporte público sin demasiado problema. La línea 210 de la compañía de Transports de les Illes Balears realiza viajes a Deià, parando también en otros puntos de la isla como playa de Palma, Can Pastilla y otros, incluida también Valldemossa.

Mapa de Deià

No quedan dudas de que Deià es uno de los pueblos más hermosos de Mallorca. Visitar este pequeño rincón de la Sierra de Tramontana es la excusa perfecta para hacer una ruta más extensa y descubrir que la isla es mucho más que sus playas y calas.

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- [Nombre de a foto según banco de imágenes] ([url de donde la encontramos]), por [Nombre del autor] / CC BY ([url de la licencia])

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