Nuestro destino de hoy es el Parque Nacional Coiba, un atractivo turístico de gran importancia de Panamá. En el año 2005 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debido a que representa una reserva de enorme riqueza. Se ubica frente a la costa del Océano Pacífico, en el Golfo de Chiriquí y es un destino apasionante. ¿Quieres saber más? Quédate con nosotros porque tenemos mucho que contarte acerca de este rincón tan mágico de Panamá.
El Parque Nacional Coiba posee una extensión de poco más de 270 mil hectáreas y protege ecosistemas costeros, insulares y marinos. La Isla Coiba, Ranchería o Coibita, Jicarón, Jicarita, Granito de Oro y otras forman parte de él. Unas 216 mil hectáreas corresponden a áreas marinas, lo que lo convierte en uno de los parques marinos más grandes del mundo. A su vez, el Parque Nacional Coiba cuenta una importante diversidad biológica, única en el mundo.
La Isla Coiba (la más grande e importante del parque) es parte de la cordillera subacuática de la placa de Cocos. Se formó hace miles de años como parte de las islas Galápagos, antes de que las placas tectónicas de la actual Isla Coiba se desplazaran hacia el norte.
De este modo, Coiba evolucionó de forma aislada a la parte continental de Panamá. Esta localización geográfica también determinó que muchas de las especies que viven allí sean endémicas. Por ejemplo, se cree que unas 10 subespecies de aves únicamente existen en Coiba. Sin dudas que la riqueza de este lugar tiene un valor incalculable.
La Isla Coiba, junto con las Islas Galápagos (en Ecuador), la Isla Cocos (en Costa Rica) y las islas Malpelo y Gorgona (de Colombia), constituyen el Corredor Marino del Pacífico Oriental (CMAR). El CMAR fue conformado en el 2004 y busca la gestión adecuada de la biodiversidad y los recursos marinos y costeros del Pacífico Este Tropical de Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador.
Un poco de su historia
Uno de los factores que permitió que la Isla Coiba se mantenga deshabitada, conservando así su riqueza natural, fue por la colonia penal que se estableció en ella desde 1919 hasta el año 2004.
Entre los años 1968 y 1989, durante la dictadura panameña, Coiba fue una especie de campo de concentración a donde iban a parar los prisioneros políticos, los peores criminales y los opositores del régimen. Al morir, muchos de estos prisioneros eran enterrados en tumbas sin nombre, mientras que el resto se convertía en alimento de los tiburones.
A diferencia de cualquier penitenciaria, en la cual los criminales son encerrados entre muros, en Coiba la mayoría de los prisioneros estaban dispersos por la isla. De ese modo, vivían en 30 campamentos improvisados cuyos “muros” era la misma naturaleza que los rodeaba. Mientras tanto, los guardias permanecían en los pequeños fuertes instalados en la región septentrional de la isla.
Durante todos los años que funcionó el penal, muchas personas perdieron la vida intentando escapar de él. Los prisioneros que lo hacían eran atacados por los tiburones y cocodrilos que habitaban las aguas. Todo esto hizo que Coiba se convirtiera en un lugar temido y oscuro.
Mientras todo esto sucedía, la flora y la fauna de Coiba se desarrollaba con elegancia y esplendor. Si bien se había puesto en marcha un sistema de agricultura de subsistencia y se había traído ganado que se usaba como alimento, el 80% del bosque de la isla permanecía intacto cuando el penal cerró sus puertas en el 2004.
Hoy en día, uno de los grandes desafíos del Parque Nacional Coiba es que los panameños puedan olvidar este pasado de muerte que tiene la isla e inspirarlos en la lucha para que continúe este estado de conservación casi perfecto.
La protección del Parque Nacional Coiba
El aumento de la popularidad de Coiba y su acceso cada vez más sencillo ha hecho que las unidades del ejército panameño que supervisan la isla se vean con dificultades para realizar patrullas efectivas. Como consecuencias, algunas de las especies únicas que viven en esta isla se ven amenazadas por la caza furtiva. Por otro lado, la pesca ilegal es un problema más que afecta el delicado ecosistema de arrecifes que rodean Coiba. Y, como no podía ser de otra manera, las empresas buscan desarrollar el turismo en la isla.
Afortunadamente, en el año 2009 el gobierno panameño presentó un plan que limita la cantidad de turismo que puede acceder a la isla y desarrolló un programa para financiar la conservación de Coiba. A su vez, ese mismo año el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales presentó un Plan de Manejo del Parque Nacional Coiba. El mismo tiene como objetivo desarrollar programas de conservación y proyectos de investigación científica de forma sostenible.
Flora y fauna: el mayor tesoro del Parque Nacional Coiba
La flora y fauna del Parque Nacional Coiba es prácticamente única en el mundo. Hasta el momento, se han identificado más de 1000 especies de plantas vasculares, 224 especies de vertebrados terrestres y aproximadamente unas 2000 especies marinas, de las cuales una gran variedad son endémicas.
En Coiba viven 19 especies y subespecies de aves y también posee poblaciones estables de algunas especies que han desaparecido del continente. Ejemplo de esto último son el águila crestada y el guacamayo macao, del cual hay cientos en la isla.
Además, la fauna que vive aquí experimenta cambios sorprendentes, atribuidos al “efecto isla”. Por ejemplo, el cocodrilo de Centroamérica, (que está en peligro de extinción), crece hasta alcanzar tamaños impresionantes. Lo mismo sucede con las boas y la serpiente terciopelo.
Bajo sus aguas viven ballenas jorobadas migratorias, tiburones (entre ellos, el tiburón ballena), tortugas e innumerables criaturas marinas. Los arrecifes de coral que rodean la isla de Coiba son los segundos más grandes de toda la costa del Pacífico americano. Esto hace que la práctica de esnórquel y buceo sea una experiencia como ninguna otra.
El Parque Nacional Coiba también es el punto de desove de una de las tres especies de tortugas marinas, y refugio de la guacamaya roja, el águila encrestada, el mono aullador, el mono cariblanco y el venado de cola blanca.
¿Qué hacer en el Parque Nacional Coiba?
El Parque Nacional Coiba ofrece atractivos para todos los gustos. Allí podrás disfrutar de sus playas, hacer buceo o pescar a lo largo de su perímetro costero. La Isla Coiba cuenta con playas de arena muy fina y aguas transparentes, como es el caso de Playa Damas y Playa Blanca. Igualmente, puedes encontrar playas de estas características en las islas Granito de Oro, Ranchería y otras.
El buceo es una de las actividades predilectas del parque. Gracias a la riqueza de sus fondos marinos, Coiba es un destino de primera categoría para este deporte. Cuenta con 31 sitios autorizados para la práctica de buceo submarino sostenible en las islas Jicarón, Jicarita, Canal de Afuera, Contreras, Ranchería, Granito de Oro, Gambute, Punta Cirilo y Punta Playa Hermosa.
La ubicación del parque en el mismo corredor que las Galápagos permiten el acceso al arrecife más grande de la costa occidental del continente americano. Cuando te sumerjas en sus aguas, un verdadero espectáculo se abrirá ante tus ojos. Mantarrayas, ballenas, tiburones martillo y una increíble variedad de peces son solo algunas de las especies que verás allí. Por otro lado, si vienes entre diciembre y abril posiblemente veas uno de los peces más grandes del mundo, el tiburón ballena.
Si el buceo no es lo tuyo y prefieres las actividades terrestres, en tierras insulares podrás hacer muchas cosas. Por ejemplo, dar una caminata por la selva virgen de la isla y descubrir la enorme variedad de flora y fauna que la habita. En el Parque Nacional Coiba conocerás más de 147 especies de aves, verás de cerca monos, cocodrilos, iguanas y mucho más.
Isla Coiba
De las más de 30 islas que conforman el parque, Coiba es la más grande de todas. Ocupa una superficie de 49300 hectáreas y es una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta. Más de 1400 especies de plantas viven allí, además, sus bosques (que ocupan el 80% de la isla) están llenos de especies de animales únicas. Y todo esto sin mencionar que bajo sus playas se encuentran arrecifes de coral prístinos. Dicho esto, no quedan dudas de que la Isla Coiba es un tesoro que hay que preservar.
La Isla Coiba es de origen volcánico y se encuentra a 23 km de la costa de Panamá. Es la más grande de Centroamérica y la isla deshabitada más grande de Latinoamérica. Junto con la Bahía Honda forma uno de los paisajes salvajes más increíbles de esta región del continente americano.
La visita a la isla comienza con el desembarco en una de sus playas, en una ensenada. Allí se encuentran unas instalaciones con agentes que controlan el ingreso y la salida de turistas al parque y cobran la entrada. También hay un pequeño museo marino que brinda información de las especies que habitan la isla y sus aguas.
El senderismo es una de las opciones de actividades para hacer en la Isla Coiba, ya que cuenta con 2 miradores. Uno de ellos es el del Cerro Gambute y otro el del Cerro de La Torre. El Sendero de los Monos es una de las posibilidades, además del sendero marino del estero de Boca Grande. El primero te llevará al interior del bosque espeso de la isla en un recorrido de 1,7 km. En este trayecto podrás observar a los monos cariblancos y una especie de mono aullador endémico (de allí su nombre).
Isla Granito de Oro
La Isla Granito de Oro es otra de las paradas obligadas del Parque Nacional Coiba. Posee arenas finas y blancas, arrecifes de coral repletos de vida y es accesible solo por unas horas al día
Se trata de un pequeño islote ubicado frente a la costa noreste de la isla de Coiba. Su belleza natural lo ha convertido en una de las paradas más populares para los visitantes que visitan el parque. Sus playas son unas de las más vírgenes del país y se prestan para hacer un pícnic mientras disfrutas de las vistas.
El arrecife de coral que hay allí ha creado una especie de acuario natural que propicia actividades como snorkel y buceo. Los habitantes principales son las anguilas, grandes bancos de peces coloridos y tortugas marinas. De hecho, las aguas que rodean Granito de Oro están consideradas como uno de los 10 mejores destinos de buceo del mundo. ¿Te la vas a perder?
Isla Ranchería o Coibita
Con 242 hectáreas, es la tercera isla más grande del archipiélago y es dueña de algunas ensenadas con playas preciosas rodeadas de palmeras. La Isla Coibita, ubicada frente a la Isla Coiba, es fácilmente accesible a través de excursiones privadas. Lleva este nombre porque es considerada la hermana menor de la Isla Coiba y es otra de las paradas indispensables del parque.
La actividad por excelencia allí es el disfrute, ya sea de sus playas de arenas blancas repletas de palmeras o de actividades como el kayak, snorkel y senderismo. Además, las aguas alrededor de Coibita son atractivas para la pesca artesanal y deportiva, la cual puede realizarse a 1.8 km de la costa. La pesca está enfocada en especies como atunes, dorados, pargos y meros, mientras que en las áreas más alejadas de las islas se pescan marlines, peces vela y otros.
La riqueza natural de la isla se ha conservado casi intacta y en ello radica su principal encanto. Esto hace que pasear por la isla Coibita implique dejarse sorprender en todo momento. Además, es considerada como un laboratorio viviente, en el que cada año se descubren nuevas especies. El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales cuenta con un centro de investigación en Isla Coibita y se ocupa de estudiar plantas marinas y especies, además de buscar nuevas curas para algunas enfermedades.
La isla Coibita es el hábitat natural de tortugas marinas, tiburones, delfines, ballenas jorobadas, infinidad de peces, aves marinas y cocodrilos. A su vez, es uno de los sitios más importantes para la crianza y alimentación de la tortuga carey.
Ruinas del antiguo penal de Coiba
Como ya sabes, en Coiba funcionó una colonia penal desde 1919 hasta 2004. La prisión constaba de 30 edificios, una capilla, una pequeña clínica y un cementerio, todo rodeado de una tupida selva.
Hoy en día, los visitantes del parque pueden recorrer las ruinas históricas del antiguo penal, las cuales están cubiertas de hierbas. Del mismo modo, podrás ver una pequeña iglesia abandonada que todavía permanece de pie cerca de las orillas de la isla. O las tumbas sin nombre que señalan los restos de los prisioneros que murieron y fueron enterrados en la isla. Igualmente podrás ver el puesto de control de los guardias, que ahora es un edificio en ruinas.
Como es de esperar, un lugar de estas características está envuelto en un halo de misterio. Se dice que el penal fue abandonado porque tanto los presos como los guardias escuchaban ruidos paranormales que los espantaban. De hecho, hasta el día de hoy siguen vigentes antiguas historias de fantasmas y fenómenos sobrenaturales.
¿Cómo llegar al Parque Nacional Coiba?
El Parque Nacional Coiba es accesible desde distintos puntos del país. Si vienes desde Ciudad de Panamá tienes la posibilidad de tomar un vuelo de 20 minutos hasta Santiago. Por carretera también es posible llegar, aunque en este caso el viaje dura unas 5 horas (la distancia es de 245 kilómetros).
Una vez en Santiago, coge la carretera que conduce a Puerto Mutis (25 km), desde donde podrás trasladarte por vía marítima hasta la isla. El tiempo que demore llegar a Coiba dependerá de las condiciones climáticas y del tipo de embarcación. En una lancha rápida y con buen tiempo el viaje puede llevar cerca de 2 horas.
Otros puertos de acceso son Puerto Mutis, Santa Catalina, Pixvae y Puerto Vidal. Santa Catalina es uno de los puntos de más fácil acceso al parque. Desde allí tienes la posibilidad de contratar una excursión de un día con alguna de las muchas agencias de la localidad.
Generalmente, los tours parten de la playa principal de Santa Catalina en lanchas que demoran una hora y media en llegar al primer islote. Los paseos incluyen la visita a 4 islas, comienzan bien temprano y finalizan alrededor de las 4:30 pm.
También puedes embarcarte desde Puerto Mutis, que se encuentra a 20 km de Santiago, la capital de Veraguas. En general, las agencias de este lugar esperan a reunir grupos de 10-12 personas entre las que se dividen los gastos.
Cosas a tener en cuenta antes de viajar al Parque Nacional Coiba
- Si quieres pasar una noche dentro del parque nacional podrás hacerlo, aunque, para ello debes reservar con anticipación, ya que las plazas disponibles no son muchas y la demanda es muy grande. El Centro de Visitantes dispone de cabañas muy cómodas, con todas las instalaciones necesarias. Si quieres acampar en la Isla Coibita necesitarás un permiso especial que se consigue en la sede del Ministerio de Ambiente en el área de la playa Gambute.
- Un dato importante es que para poder acceder al parque y visitar la Isla Coiba deberás obtener un permiso del Ministerio de Ambiente. Puedes obtenerlo con la ayuda de los operadores turísticos que ofrecen recorridos de pesca, buceo y ecoturismo.
- Los tours de snorkel desde Santa Catalina tienen un costo aproximado de 65 USD (más los 20 USD que deberás pagar para ingresar al parque). Para hacer buceo podrás contratar tours que van desde los 115 a los 125 USD, más los 20 USD de impuesto por el acceso al parque.
- A la hora de contratar el tour asegúrate de hacerlo con una agencia autorizada por el Ministerio de Ambiente de Panamá. Esto es importante porque muchas agencias no autorizadas no realizan el mantenimiento adecuado de las lanchas.
- Vale aclarar que está totalmente prohibida la destrucción de la vegetación natural del parque, la captura de animales silvestres y la recolección de muestras arqueológicas, plantas, flores o cualquier otro tipo de producto vegetal.
Visitar el Parque Nacional Coiba es una de las mejores experiencias que puedes vivir en Panamá. Es un lugar donde la naturaleza se expresa de manera salvaje y asombrosa. Al mismo tiempo, un destino de ecoturismo lleno de atractivos y cosas para hacer. Finalmente, un tesoro de la Madre Tierra que los seres humanos debemos ayudar a conservar. Esperamos que la guía te sea de utilidad y que vivas una experiencia única, como estamos seguros de que sucederá.