Las salineras de Maras y las terrazas agrícolas de Moray forman parte del llamado Valle Sagrado de los Incas, el segundo lugar más visitado de Perú por detrás de Machu Picchu. Ambos atractivos se encuentran separados apenas por 7 km, por lo que visitarlos en una misma excursión es un excelente plan. ¿Qué es lo que encontrarás allí? ¿Cuál es la historia de estos lugares? Quédate con nosotros, porque te contaremos todo sobre Maras y Moray, una de las mejores excursiones para hacer de Cusco.
La belleza y singularidad de los paisajes de Maras y Moray los convierten en dos sitios imprescindibles de cualquier tour por el Valle Sagrado. La zona arqueológica de Moray y las salineras de Maras generalmente se visitan en excursiones organizadas desde Cusco, pero también se pueden conocer de manera libre. Como sea, ambos sitios te enamorarán por completo.
Como ya sabes, el Valle Sagrado es quien acoge a nuestros protagonistas de hoy. Situado a los pies de los Andes, este hermoso valle que rodea Cusco fue vital para el Imperio Inca, quienes lo llenaron de palacios, fortalezas, terrazas agrícolas y templos que son Patrimonio de la Humanidad.
Los pueblos de Pisaq, Chinchero, Ollantaytambo, Urubamba y Maras suelen ser los más visitados del Valle Sagrado. Hoy nos centraremos en el último de ellos, a partir del cual se pueden visitar tanto las salineras como los andenes circulares de Moray.
¿Qué ver en Maras y Moray?
La visita a Maras y Moray se divide en dos partes: las salineras de Maras y los andenes circulares de Moray. Cada uno de ellos tiene su particularidad y su belleza paisajística. Pero, en ambos casos son dos muestras muy claras de las proezas de los incas.
¿Vamos a conocerlos?
Salineras de Maras
Situadas a 10 km del pueblo de Maras, las salineras regalan una de las postales más encantadoras del Valle Sagrado. ¿De qué se trata? De más de 3.000 pozas construidas a lo largo de la ladera de la montaña por los incas.
Durante el proceso de formación de la Cordillera de los Andes (hace 110 millones de años) surgió un manantial subterráneo hipersalino. Cuando los incas habitaron el Valle Sagrado, supieron aprovechar la alta concentración de sal que tenía la Qaqa Wiña y construyeron estas piscinas o piletones desde los cuales extraían la sal mediante un proceso de evaporación.
El agua que brota del manantial se evapora, la sal se cristaliza y luego es recogida para su venta y consumo por las familias de Maras. La famosa Sal de Maras es considerada como “el oro blanco de los Andes” y tuvo diferentes usos a lo largo de su historia. Primero se empleó para el tratamiento de alimentos y más tarde como producto comercial, gracias a sus propiedades cicatrizantes. Hoy en día, sus diferentes variedades tienen usos tanto gastronómicos como cosméticos.
Actualmente, quienes se encargan de seguir extrayendo la sal son unas 800 familias de la comunidad de Maras, quienes luego la comercializan bajo diferentes tipos de productos. Durante tu visita podrás comprar tus bolsitas de sal (que vienen en distintas presentaciones y variedades) y productos elaborados a base de ella, como el famoso chocolate con Sal de Maras (no dejes de probarlo, su sabor es muy particular).
Si tomas un tour organizado, antes de ingresar a las salineras un miembro de la comunidad te contará todo sobre la historia del lugar y el proceso de extracción de sal (que es el mismo que usaban los incas) y te dará a probar las distintas variedades de sal y chocolate.
Luego, accederás a un mirador desde el cual se aprecian los pozos de sal. Antes estaba permitido circular por ellos, pero hoy en día eso ya no es posible. De todos modos, podrás tomar increíbles fotos de recuerdo.
Si visitas el lugar por tu cuenta, luego puedes dar una vuelta por el pequeño pueblo de Maras. Sus calles empedradas y construcciones de adobe lo hacen muy pintoresco. Además, como en todo el Valle Sagrado, verás a sus pobladores vistiendo trajes tradicionales. Todo ello le da un marco paisajístico inigualable.
¿Sabías qué? Las Salineras de Maras son uno de los pocos lugares en el mundo en donde se produce la sal rosada. El color particular de la misma proviene de los minerales que posee el agua del manantial (magnesio, calcio, potasio y silicio).
Andenes circulares de Moray
A tan solo 5 km del pueblo de Maras y a 15 km de Ollantaytambo se encuentran las ruinas arqueológicas de Moray, otro de los sitios más emblemáticos y fotografiados del Valle Sagrado.
Nuevamente, son los incas quienes se llevan todos los aplausos. Otra de las genialidades de este poderoso imperio fueron los andenes circulares de Moray (que vistos desde arriba se asemejan a un enorme hoyo o cráter). La particularidad de este sitio es que fue usado por los incas como un laboratorio agrícola.
Resulta que cada una de las terrazas posee 1,8 metros de altura de diferencia con respecto a la terraza que tiene debajo. Gracias a esto, los incas lograron crear microclimas específicos que favorecían el cultivo de diferentes productos, de acuerdo a la altura en que estuvieran situados.
Se estima que entre la parte más alta del andén y la más baja hay una diferencia de hasta 15°C. De esta manera, llegaron a cultivar hasta 250 variedades de vegetales en un mismo cráter. Este laboratorio agrícola permitió a los incas experimentar con algunos de los productos más consumidos en el Valle Sagrado, como la quinoa, la papa y la hoja de coca.
Hoy en día, los andenes de Moray parecen ser inmensos anfiteatros griegos que dejan al turista con la boca abierta. Los científicos por su parte, no dejan de maravillarse por la impresionante tecnología utilizada por los incas. Después de todo, fueron el imperio más poderoso que pasó por el continente americano.
También se cree que estas terrazas circulares fueron usadas como anfiteatros para ciertas celebraciones o ritos. Hoy en día, cada 8 de octubre se celebra en el lugar el Moray Raymi, un ritual que agradece al Dios Sol por la abundante cosecha.
Si bien la zona arqueológica no es demasiado grande podrás recorrerla con calma, caminar por los andenes y tomar increíbles fotografías de recuerdo desde un mirador.
El pueblo de Maras
El pequeño pueblo de Maras es quien acoge a los dos sitios antes mencionados. Se encuentra inmerso en una geografía de película y rodeado de los picos nevados de los andes y grandes campos de cultivo. Si bien no todos los turistas lo visitan, creemos que vale mucho la pena hacerlo.
El pueblo de Maras se encuentra a 42 km de Cusco y dentro del Valle Sagrado, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. A su alrededor aparecen los nevados Wakay Willka (de 5.682 metros) y Chikón (de 5.530 metros de altura), ambos pertenecientes a la llamada cordillera de Vilcabamba.
Además de los andenes circulares y las salineras, en el pueblo de Maras te sugerimos visitar la Iglesia de San Francisco de Maras, fundada en 1556 durante la época colonial. En aquel entonces, Maras gozó de un gran esplendor económico y su templo llegó a ser el más importante fuera de Cusco. El mismo fue construido por los españoles sobre un adoratorio inca y en su interior se conservan hermosas pinturas de la llamada Escuela Cusqueña.
También vale la pena admirar las diferentes portadas hechas en piedra que hay distribuidas por todo el pueblo en las que se lucen escudos y figuras geométricas. Las mismas pertenecían a las familias más importantes del pueblo durante la época colonial.
¿Cómo visitar Maras y Moray?
Para visitar Maras y Moray tienes dos opciones: hacerlo con una agencia de turismo o por tu propia cuenta. Desde nuestro punto de vista, la primera opción es la más conveniente.
Las agencias de turismo ofrecen tours de medio día que llevan a conocer tanto las salineras como los andenes circulares de Moray. Pero, existen otras alternativas. Por ejemplo, puedes agregar una aventura en cuatrimoto y visitar de manera opcional una laguna.
Cualquiera sea el caso (en tour o por cuenta propia), Maras y Moray indudablemente tienen que estar dentro de tu itinerario de viaje.
Un detalle a tener en cuenta es que para poder visitar Moray necesitas tener el Boleto Turístico, mientras que en el caso de las salineras no es necesario.
Visitar Maras y Moray en excursión
La manera más popular de visitar Maras y Moray es a través de un tour organizado que incluya transporte y recogida en tu hospedaje. Además, cuentan con los servicios de un guía turístico gracias a los cuales los visitantes pueden comprender mejor la historia y detalles de cada lugar.
Si bien puedes contratar tu tour en cualquiera de las agencias que hay alrededor de la Plaza de Armas de Cusco, nuestro consejo es que optes por alguna de las siguientes propuestas que ofrecen nuestros amigos de Civitatis. De esa manera te aseguras confianza y profesionalismo.
- Excursión a Moray y las salineras de Maras: excursión tradicional que te llevará primero a las salineras y luego a los andenes circulares. Dura medio día e incluye el traslado desde y hacia tu hotel en Cusco.
- Excursión a Maras con masaje de sal + Moray y Misminay: en este caso se ofrece una experiencia más completa, puesto que visita también la comunidad de Misminay. El paseo dura 8 horas e incluye snack, almuerzo, la entrada a Moray y una sesión de masajes con sal de Maras.
- Tour en quad por el Valle Sagrado de los Incas: si prefieres una actividad con un poco más de adrenalina, este es el tour perfecto. El mismo te llevará a explorar el yacimiento arqueológico de Moray, las salineras de Maras o la laguna Huaypo. Es decir, puedes optar por visitar Maras y Moray o bien Maras y la laguna, siempre en quads.
Visitar Maras y Moray por cuenta propia
Visitar Maras y Moray por cuenta propia es posible, solo que un tanto complicado. ¿Por qué? Porque no hay un transporte público que te lleve de manera directa a las salineras y los andenes.
Para llegar por tus propios medios tendrás que ir al paradero de la calle Pavitos, en Cusco. La misma se encuentra cerca de la Plaza de Armas, por lo que podrás llegar fácilmente caminando. Desde allí parten minivans que en 45 minutos te dejarán en el paradero Desvío de Maras. Una vez allí puedes tomar un taxi hacia el pueblo de Maras y allí nuevamente coger un taxi a las salineras o a Moray. Claro que también puedes llegar caminando, pero eso implica otros tiempos.
Otra opción es tomar un autobús desde Cusco a Urubamba y pedirle al chofer que te baje en el cruce del «Ramal de Maras». Una vez allí tendrás que tomar un taxi, como detallamos en el punto anterior.
En estos casos, lo mejor que puedes hacer es esperar a que se junten un grupo de turistas y tomar un servicio de taxi compartido. Es decir, entre varias personas dividir los gastos del traslado en taxi.
¿Cuál es la mejor época para ir a Maras y Moray?
Si tienes en mente viajar a Cusco, explorar el Valle Sagrado y visitar Machu Picchu, seguro que querrás hacerlo en la época correcta. Nuestro consejo es que lo hagas en la temporada seca, es decir, desde marzo/abril hasta fines de octubre. Si bien las terrazas de Moray pueden no tener un color verde tan intenso, siempre es mejor moverse y circular por las rutas sin lluvia. Además, las salineras de Maras lucirán sus colores característicos.
La temporada de lluvias comienza en noviembre y culmina a fines de marzo, siendo enero y febrero los meses más lluviosos. Las fuertes precipitaciones pueden hacer que las pozas de las salineras se vean de color amarronado, lo cual le quita un poco de estética a la foto. La ventaja, es que las terrazas de Moray tendrán un color verde intenso.
En todo caso, el momento adecuado será aquel que tu creas conveniente de acuerdo a tus posibilidades. Lo que no se negocia es el hecho de visitar Maras y Moray. Ambos destinos merecen toda tu atención y te sorprenderán de mil maneras diferentes. ¡No te quedes sin conocerlos!
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