Las mejores cosas para hacer en Mysore, India

Continuamos nuestro recorrido por la India y llegamos a Mysore, también conocida como “la Ciudad de los Palacios”. Este destino del sur del país no está del todo promocionado como lugar turístico (a excepción de su impresionante palacio), y en ello radica parte de su encanto: no encontrarás las grandes aglomeraciones de turistas que sí hay en sitios como Mumbai o Jaipur.

En Mysore confluyen atractivos históricos, culturales y arquitectónicos, siempre acompañados de una buena gastronomía. En otras palabras, el sur de la India también merece mucho la pena y una buena manera de comenzar a descubrirlo es recorriendo la ciudad de Mysore.

Mysore se encuentra en el estado de Karnataka y a 145 km de la capital, Bangalore. Esta ciudad puede presumir de su historia, que se aprecia en gran parte en sus palacios, donde podrás pasarte horas aprendiendo sobre ella. La riqueza de su pasado te trasladará a la época de máximo esplendor de los antiguos maharajás del sur de la India, que dotaron la ciudad con hermosos palacios y templos.

Otro de los motivos que hacen de Mysore un lugar que merece la pena ser visitado son sus tradiciones, aún vivas a pesar del tiempo. El ejemplo más claro de ello es el colorido festival de Dasara, al cual asiste toda la ciudad e incluso el mismísimo maharajá. Por otro lado, es el punto de partida de varias excursiones interesantes que puedes hacer por tu cuenta en transporte público.

¿Cómo llegar a Mysore?

Mysore cuenta con aeropuerto propio, aunque es bastante pequeño y no posee muchas conexiones. Por eso, dependiendo de cuál sea tu punto de partida será la forma de llegar más recomendada. Igualmente, si deseas viajar en avión, quizá lo mejor sea coger un vuelo a Bangalore y desde allí viajar en transporte público hacia Mysore. Otra alternativa (un poco más cara) es tomar uno de los buses que salen directamente del aeropuerto de Bangalore y llegan a Mysore en unas 4 horas. Los billetes cuestan algo de 800 rupias (9,6 EUR) y es un bus de lujo, con aire acondicionado y mucho espacio.

Además de Bangalore, tienen la opción de llegar a Mysore en tren o bus desde otras ciudades de Karnataka.

Una vez en la ciudad, podrás moverte fácilmente con su red de buses. Con apps como Uber u Ola puedes pedir rickshaws, que son uno de los medios de transporte más económicos con los que cuenta Mysore.

¿Qué hacer en Mysore?

Como te contamos, Mysore no es una ciudad muy promocionada turísticamente. Por un lado, eso te permitirá recorrerla tranquilo y sin prisa. La contraparte es que su número de atractivos quizá es menor que el de otras ciudades del país. Independientemente de ello, hay un par de sitios que no deberías perderte, comenzado por la estrella de la ciudad: el Palacio Real de Mysore. También te sugerimos que visites sus mercados, en donde los sabores, colores y olores confluyen creando una atmósfera especial.

Si nos preguntas cuánto tiempo estar en Mysore, podríamos decir que un día es suficiente. Aunque, tampoco es mala idea estar dos días y dedicarte a recorrer sus atractivos con más tiempo.

Dicho esto, te dejamos un listado de cosas para hacer en Mysore. ¿Estás listo?

Visitar el Palacio Real de Mysore, un imperdible de la ciudad

Cada ciudad tiene su motivo de orgullo, y en el caso de Mysore es su Palacio Real. Si bien la monarquía fue abolida en el país en 1950, aún perdura una monarquía informal en manos de la dinastía Wodeyar, la cual gobierna el sur de la India desde el siglo XIV. Por eso, actualmente el Palacio Real de Mysore continúa siendo la residencia oficial del maharajá. Tal es su importancia, que recibe más de 6 millones de visitantes al año, colocándose muy cerca del turístico Taj Mahal.

Podría decirse que el simple hecho de visitar el palacio ya es motivo suficiente para conocer Mysore. El edificio es realmente impresionante, especialmente su interior, que es donde ocurre la verdadera magia.

El Palacio Real de Mysore se encuentra ubicado dentro del fuerte viejo, frente a las colinas de Chamundi. Como si lo hubiesen sacado del cuento de Las Mil y una Noches, es uno de los recintos palaciegos más impresionantes del país (y nos atrevemos a decir que del mundo).

El edificio que verás hoy en día fue finalizado en 1912, sustituyendo al palacio de madera que se incendió durante unas festividades de 1896. El responsable de su exquisito diseño fue el arquitecto británico Henry Irwin, el cual puso todo su empeño en crear esta obra de arte. Por su parte, la familia Wodeyar no escatimó en nada, lo cual se nota en el lujo y detalles de la construcción. Posiblemente, la mano inglesa del arquitecto te trasladará por momentos a algún rincón de Reino Unido, de hecho, su arquitectura es indo-sarracena y mezcla perfectamente elementos del estilo hindú, mogol, rajput y gótico.

Recorrido por el Palacio de Mysore

El Palacio de Mysore posee 3 plantas realizadas principalmente en granito gris y el mármol rosado, coronado por cúpulas de relieves rojos y dorados (típico de la arquitectura sarracena). Sus elementos arquitectónicos destacados son sus enormes arcadas y la escultura de Gajalakshmi, la diosa de la riqueza, la fortuna, la prosperidad y la abundancia. Además, el templo se encuentra orientado hacia la colina de Chamundi, donde se encuentra el templo más importante de Mysore (luego te hablamos de ello).

La visita al Palacio de Mysore se ejecuta descalzo, en parte para no dañar los suelos de mármol y maderas orientales, y en parte para dejar los espíritus impuros fuera del recinto. Luego de pasar los portones de entrada ingresarás a los hermosos jardines que conducen al palacio. Una vez dentro, comienza un recorrido por las diferentes salas y elementos destacados del palacio:

• El Pabellón de las Muñecas: en donde verás la silla-trono que era usada para llevar a los maharajás en el lomo de los elefantes. Esta silla de madera cubierta con 84 kg de oro macizo es uno de los primeros tesoros del palacio que te comenzarán a trasladar en el tiempo, a la época de los antiguos maharajás (incluso, podrás comprender el significado de la frase “vivir como un maharajá”).
• La silla de oro adorna una de las puertas del palacio, a la cual le sigue la llamada “Puerta del Elefante”, que está decorada con un águila de dos cabezas (símbolo de la ciudad).
• La visita continúa hacia unas escaleras con esculturas de bronce que conducen a un patio en donde se hacían las representaciones de lucha libre.
• Lo siguiente, es el “Salón de Bodas”, ricamente decorado con piedras preciosas, azulejos fabricados en Europa y vidrieras. Como te imaginarás, este sitio estaba destinado exclusivamente a la celebración de bodas y fiestas reales. Por eso mismo, también te imaginarás el lujo que impera tras sus muros.
• La visita continúa con el “Pabellón de los Retratos”, que tal cual lo indica su nombre, está lleno de retratos de los miembros de la familia real. Luego, el recorrido dará paso a los salones más ostentosos del palacio.
• Las Salas Dubar son la gran joya del palacio. Sus elementos tallados en madera y mármol, las piedras preciosas con incrustaciones en oro y plata, las esculturas de marfil, todo es símbolo de opulencia y majestuosidad.
• Otra de las estrellas del paseo es el Trono de Oro del Rajá, con 200 km de oro macizo e incrustaciones en piedras preciosas.

Sin dudas que el Palacio de Mysore es uno de los más ricos del país. De todos modos, para que la visita no consista solo en apreciar la magnificencia del lugar, te sugerimos hacer uso de un audio-guía y apreciar mejor los detalles arquitectónicos y conocer la historia de la familia real y del recinto. Luego, puedes dar un paseo por los jardines y visitar los 3 templos que hay junto al palacio.

Otra sugerencia que te hacemos, es que repitas la visita por la noche y veas todo el recinto palaciego iluminado. La perspectiva es diferente y alucinante. Además, todas las semanas se hace un espectáculo de luz y sonido donde se explica la historia de la ciudad.

La entrada al Palacio Real de Mysore cuesta 250 rupias (3 EUR) para extranjeros y el audio guía es gratuito, por lo cual no dejes de aprovecharlo.

Subir a la colina Chamundi y visitar sus templos

La colina Chamundi es otro de los orgullos de los lugareños, por ende, un sitio que no puedes perderte.

Esta colina de 1.000 metros de altura se halla a unos 13 kilómetros de Mysore y acoge al templo más famoso de la ciudad, que es venerado diariamente por numerosos peregrinos. Además, habitualmente se respira allí un ambiente muy festivo en donde no faltan los vendedores de amuletos, los puestos de comida y de jugo de caña.

El acceso puede hacerse subiendo a pie los más de 1.000 peldaños que conducen a la parte más alta del monte. Aunque, también existe la posibilidad de tomar el bus 201 que sale de la estación central de autobuses y llega a la cima en apenas 40 minutos. Nuestro consejo es que vayas en bus y luego bajes caminando, de manera que puedas disfrutar de las vistas de la colina y ver la procesión de peregrinos que sube pacientemente a la parte más alta, sorteando cada uno de los 1.008 escalones.

Los principales sitios para visitar en la colina Chamundi son:

Templo Sri Chamundeshwari Ammanavara

Según cuenta la leyenda, esta colina era dominada por un demonio llamado Mahishasur, al cual ningún hombre podía matar. Eso llevó a que los fieles se reunieran para pedirle a la diosa Chamunda que lo exterminase. La diosa cumplió con el pedido de la gente y luchó contra el demonio durante 10 días, hasta acabar con él. En honor a ella se construyó en el siglo XII este famoso templo, hoy principal sitio de peregrinación de la ciudad.

El templo Sri Chamundeshwari Ammanavara destaca especialmente por su enorme entrada con un gopuram de 7 pisos y la estatua de la diosa Chamundi, el rincón más venerado y en donde verás fieles haciendo ofrendas. Como te contamos antes, es considerado uno de los destinos de peregrinación shakti (rama del hinduismo que personifica a la “energía” como una mujer) más relevantes y visitados, puesto que se cree que la diosa cumple tus deseos y aspiraciones. La entrada es gratuita, aunque si haces una contribución podrás ingresar al templo por las filas especiales y ahorrar tiempo.

Templo Nandi

En este templo encontrarás otro de los íconos más valiosos de Mysore: la imagen gigante de Nandi, una estatua negra de un mulo tumbado que representa al vehículo del dios Shiva. Este elemento de la mitología hindú está presente en cada templo de Shiva, por lo que posiblemente no sea el primero que veas.

Con 5 metros de alto, el Nandi de la colina de Chamundi es el tercero más grande de la India. Esta colosal imagen fue creada por Dodda Devaraja Wodeyar, uno de los ilustres maharajás de Mysore (el mismo que encargó la escalera de 1.000 peldaños que lleva hasta la cima de la colina).

La imagen de Nandi fue tallada sobre la misma roca y detrás de él hay un pequeño templo en forma de cueva dedicado a Shiva. Lo encontrarás fácilmente si bajas por la colina caminando, más o menos a mitad de camino.

Templo Mahabaleswara

Llegamos al templo más antiguo de la colina, construido en el año 950 d.C., en la época en que los reyes Ganga gobernaban la ciudad, aunque posteriormente fue renovado. En el interior encontrarás hermosas estatuas de dioses hindúes como Vishnu, Nataraja, Parvati, Bhairava y Sapta Matrikas, y también ídolos como Indra, Bhikshatana Shiva y el Señor Brahma.

Recorrer la galería de arte de Jaganmohan Palace

Como sabes ya sabes, el Palacio Real de Mysore se prendió fuego durante las celebraciones del Festival de Dasara en 1896. Por eso mismo, la familia real ordenó la construcción de un nuevo palacio que con el tiempo se trasladó a Jaganmohan Palace. Su arquitectura posee un estilo hindú muy característico y lo más destacado es su fachada llena de detalles.

En 1915 este bello palacio se convirtió en una galería de arte con una colección enorme (de hecho, una de las más grandes de la India). Además, cuenta con un gran auditorio que es usado para conciertos y otras actividades artísticas. Allí encontrarás varias piezas de pintores destacados del país, como Raja Ravi Varma. También hay una sala con un enorme mural pintado con tintes vegetales lleno de detalles, como las celebraciones del Festival Dasara.

La visita también puede realizarse con un audio-guía que mejora mucho la visita, ya que no hay demasiados carteles explicativos. La entrada cuesta algo de 200 rupias, que si bien puede parecer un poco elevado, la visita es interesante (especialmente si eres aficionado del arte).

Aprender sobre la vida local en el Mercado Devaraja

Los bazares de la India son un imprescindible del viaje. ¿Por qué? Porque allí puedes descubrir la verdadera esencia de las ciudades, su gente, sus costumbres. En otras palabras, para empaparte de los aromas y sabores de la India qué mejor lugar que estos mercados donde encontrarás lo que busques. En cuanto a esto, Mysore no es ninguna excepción.

Si bien el mercado de Devaraja no es muy grande, es una verdadera joya por descubrir. Este animado y colorido bazar data de la época del gobierno de Tipu Sultan y tiene puestos donde encontrarás cosas convencionales, como laureles en flor y comida típicas. Sin embargo, la parte más interesante es la dedicada a los aceites, especias, inciensos, perfumes y sándalos naturales. Pasear por sus puestos sin duda que es una maravilla para los sentidos.

¿Sabías que Mysore es codiciada por su seda? La seda de Mysore es la más cotizada de toda la India, tal cual descubrirás a medida que recorras los puestos y tiendas. No dejes de comprar seda recién fabricada en telares artesanales, saris, fulares y mucho más.

Otros de los motivos por los cuales Mysore es conocido es por la producción y venta de sándalo. El sándalo es un árbol sagrado y protegido de la India. Con sus virutas se elabora el incienso y el aceite sagrado con el que se perfuma los templos y las figuras de las divinidades hindúes. Se dice que el sándalo tiene propiedades purificadoras, antisépticas, que alivia el estrés y el insomnio, induce la relajación y permite alcanzar la armonía espiritual.

Disfruta de su exquisita gastronomía

La gastronomía de la India es un espectáculo. En ella confluyen una inmensidad de sabores, colores y texturas que hacen que comer sea un atractivo por sí mismo. Dicho de otro modo, descubrir la gastronomía es una manera más de meterse de lleno en este país tan único.

Mysore es especialmente conocido por sus dosas, que tienen fama de ser las mejores del país. ¿Qué son las dosas? Una especie de crepe salado y picante que se sirve relleno de patatas, verduras especiadas y cebolla. En cualquier puesto de la ciudad, restaurante y bar las encontrarás, por lo que no tienes excusa para no probarlas.

A la hora de los dulces, el verdadero protagonista es el Mysore pak, un dulce indio que tiene toda una historia por detrás. Te la contamos.

Corría el año 1935 y Mysore era gobernada por el maharajá Krishnaraja Wodeyar. Un día, en la cocina del Palacio Real se preparaba un extravagante almuerzo para la familia real. El jefe de cocina tenía todo listo, solo faltaba el postre. Fue ahí cuando a Kaksura Madappa se le ocurrió la idea de preparar un inusual y delicioso plato dulce para el rey. De ese modo comenzó a experimentar.

Primero mezcló ghee, harina de gramo y azúcar e hizo un jarabe con ellos. Luego lo sirvió en el plato y para cuando el Rey terminó su almuerzo, el jarabe se había solidificado un poco y había adquirido la forma de un dulce caliente. Cuando lo probó, quedó impresionado por este postre que se derritió en el momento en que se lo llevó a la boca. Llamó al jefe de cocina y le preguntó el nombre, a quien lo primero que se le ocurrió fue «Paka», que significa brebaje dulce. De ese modo, el postre se convirtió en el favorito de la realeza y pasó a llamarse «Mysore Pak».

Hoy en día, este dulce se sirve tradicionalmente en las bodas y otros festivales del sur de la India. Su preparación lleva generosas cantidades de ghee, harina de gramo y azúcar que se mezclan hasta obtener una consistencia de jarabe, que se aromatiza con esencias de cardamomo, rosa, miel, etc. La textura es similar al de una galleta mantecosa y densa. Toda una delicia que deberías probar si viajas a Mysore u otro destino del sur de la India.

Visitar la Catedral de Santa Filomena

Si bien la mayor parte de la población india profesa la religión hindú, también hay ciudadanos católicos. En este sentido, la Catedral de Mysore (o de Santa Filomena) es prueba de la convivencia religiosa de la India.

Se trata de un templo de estilo neogótico cuya construcción estuvo inspirada en la Catedral de Colonia (en Alemania) y una de las iglesias más altas de Asia. Sus enormes torres gemelas, por su parte, se inspiraron en la Catedral de San Patricio de Nueva York. La entrada a la catedral es gratuita, además su fachada impresiona, por lo que vale la pena acercarse y conocerla.

Dar un paseo por el lago Kukkarahalli 

Otro de los atractivos de Mysore es el lago artificial Kukkarahalli, que fue construido 1864 con el objetivo de proveer aguas de regadío a las tierras cercanas. Si bien el lago se ha visto un poco degradado en los últimos años, vale la pena acercarse al lugar para ver a los locales pasar su tiempo libre. Además, a su alrededor hay un sendero de 4,5 kilómetros por el que podrás dar una linda caminata en contacto con la naturaleza. Con un poco de suerte, también verás alguna de las 2.000 aves migratorias que visitan el lago.

De este modo concluimos nuestro recorrido por Mysore, una ciudad del sur de la India que deberías visitar. Como pudiste ver, tiene más atractivos y motivos para descubrir que su impresionante Palacio Real. Por eso, esperamos que esta guía te sirva de inspiración y que disfrutes tu viaje por la Ciudad de los Palacios.