Túnez, situado al norte de África, es un importante destino mundial que recibe más de 9 millones de visitantes al año. Una de sus muchas joyas es la hermosa isla de Djerba, situada en el Golfo de Gabés. Este pintoresco enclave mediterráneo alberga tesoros naturales, playas paradisíacas, mucha historia y cultura. Por esto y más, la UNESCO decidió nombrarla Patrimonio de la Humanidad. ¿Listo para descubrir todo lo que Djerba tiene para ofrecer?
Djerba es especial por muchos motivos. Por un lado, coexisten allí y de manera pacífica las comunidades musulmana, judía y bereber desde hace siglos. También alberga la sinagoga más antigua de África y una gran cantidad de santuarios desperdigados por toda la isla (de hecho, es conocida como “la isla de las 100 mezquitas”). Djerba acoge todos los condimentos que cualquier viajero busca para sus vacaciones: diversión, buena comida, naturaleza y atractivos históricos y culturales. En otras palabras, es una isla que enamora y de la que no querrás irte.
Por otro lado, al ser uno de los lugares más turísticos de Túnez, cuenta con una amplia y desarrollada oferta hotelera. De ese modo, quienes visitan la isla pueden disfrutar de hoteles de lujo, complejos de 5 estrellas situados frente a la playa, cómodos apartamentos y más.
¿Sabías qué? Djerba es la isla más grande del norte de África, con 500 km² de superficie. En semejante extensión te imaginarás todo lo que tiene para ofrecer: kilómetros de playas, pueblos encantadores, zocos y mercados, templos y mucho más.
Historia de Djerba
Djerba es una isla con mucha historia. Primero fue ocupada por los cartagineses y luego por los romanos, quienes encontraron allí una importante zona de comercio e intercambio de mercancías entre África y Europa. En su paso por la isla, los romanos construyeron varias ciudades, desarrollaron la agricultura y construyeron puertos comerciales. Al día de hoy, aún se conserva la calzada de 6 km que une la isla al continente construida durante su ocupación.
En el siglo VII, los árabes tomaron Djerba, aunque también otras potencias del Mediterráneo se disputaron sus tierras. En el siglo XVI la isla sufrió el asedio de los piratas, entre los que se encontraba el famoso Barbarroja, en el siglo XVIII fue conquistada por los tunecinos y en 1981 pasó a estar bajo el protectorado francés.
El desarrollo turístico de la isla inició en 1960, aunque durante mucho tiempo fue considerada como la joya escondida del Mediterráneo. Poco a poco, comenzó a aparecer en la mira de los turistas, provenientes principalmente de Francia, Italia y Alemania.
Djerba aparece en el épico poema de Homero, La Odisea. El mismo cuenta el viaje de Ulises, rey de Ítaca, luego de finalizar la guerra de Troya. Según la narración, cuando Ulises y su tripulación se encontraban en alta mar, una feroz tormenta hizo que perdieran el rumbo y arribaran a la isla de Djerba. Una vez en tierra firme, Ulises envió a un grupo de hombres a explorar las tierras y buscar provisiones, quienes fueron recibidos amablemente por los isleños. La historia se complica cuando los nativos les ofrecen probar la flor de loto y los marineros, sin saber que el loto es la flor del olvido, aceptan sin dudarlo.
Luego de probar el loto cayeron en un estado de placidez desconocido y en un mundo de sueños y alucinaciones. Pronto se olvidaron de Ulises y de que debían regresar. Según el relato, Ulises (que se habría negado a probar el fruto) tuvo que obligar a sus hombres a subir al barco y zarpar a toda velocidad dejando atrás estas tierras.
¿Cómo llegar a la isla de Djerba?
Su cercanía al continente hace que sea posible llegar a la isla cruzando el puente construido por los romanos hasta El Kantara, al sur de la isla. Aunque, también existe la opción de tomar un ferry desde los muchos puertos de Túnez, siendo la mejor opción el de Jorf, ubicado justo frente a la isla. Los trayectos en ferry son la opción más rápida en cuanto al viaje propiamente dicho, aunque suele haber largas colas de turistas esperando para abordar. El trayecto por carretera es más largo, pero no deberás hacer largas colas de espera.
La ruta por carretera es aconsejable si vienes de Zarzis. En cambio, para los viajeros que llegan desde el norte del país lo mejor es tomar el ferry desde Jorf.
Otra alternativa es coger un vuelo desde ciudades como Madrid o Barcelona con diferentes compañías aéreas (como Vueling o Tunisair) a Túnez y desde allí hacia la capital de Djerba, Houmt Souk. El Aeropuerto Internacional de Djerba se encuentra a 9 km al oeste de la capital.
Si tienes pensado pasar varios días en la isla, la mejor opción para moverte es alquilar un coche. De ese modo, tendrás libertad para manejar tu itinerario e ir parando en los sitios que más te atraigan. Además, es un medio bastante económico, especialmente si lo haces en grupo de varias personas.
Otra forma de moverse por la isla es en louages o taxis compartidos, en bicicleta y en camello. La bici es una buena alternativa, especialmente para quienes les gusta estar en movimiento. La isla es prácticamente plana, por lo que la actividad no demandará un esfuerzo excesivo. También se sugiere hacer una ruta en camello, una experiencia única que debes vivir en Djerba.
¿Qué ver y hacer en la isla de Djerba?
Djerba es un destino turístico completo que tiene mucho para ver y hacer. Tanto si buscas tener unas vacaciones de descanso o deportivas, seguro que encontrarás opciones adecuadas. La oferta incluye desde la práctica de todo tipo de deportes acuáticos, paseos a caballo, lujosos campos de golf hasta una vuelta en camello.
Al mismo tiempo, sus kilómetros eternos de playas paradisíacas invitan a relajarse a la sombra de las palmeras o disfrutar de sus aguas cristalinas. Si te gustan las compras, los zocos de Djerba serán un festín para tus ojos. Al mismo tiempo, puedes complementar el ocio con visitas a puntos históricos de la isla, como el fuerte Borj o a sus muchas mezquitas y templos.
Dicho esto, conozcamos qué tiene concretamente la isla de Djerba para ofrecer al viajero.
Houmt Souk
Una buena manera de iniciar el recorrido por la isla de Djerba es recorriendo su capital, Houmt Souk. Hablamos de una ciudad llena de historia, cuya traducción literal significa “barrio del zoco”. Fue fundada en el siglo XV como un gran centro comercial lleno de founduks en donde hacían su parada los mercaderes.
Hoy en día, en Houmt Souk encontrarás una medina, tres mezquitas y varios zocos, además de un paisaje dominado por casas blancas, hermosas plazas llenas de flores (buganvillas especialmente) y callejuelas. También, podrás apreciar las casas tradicionales de la isla, que se caracterizan por su planta cuadrada o rectangular y su patio interior al que se abren todas las ventanas. La mayoría tienen aljibes que recogen las escasas lluvias que caen en el año. Estas viviendas llegaban a albergar hasta tres generaciones de la misma familia. En los que respecta a otros rincones animados de la ciudad, no puedes perderte su arteria principal (la avenida de Habib Burguiba) ni la plaza de Hedi Chaker, en donde podrás probar el mejor té verde de la isla.
Zocos
De ninguna manera te puedes perder los célebres zocos de Houmt Souk. Esta especie de mercadillos son en realidad un laberinto de galerías cubiertas que invitan a callejear, comprar y oler todo lo que puedas imaginar. Los zocos son el reino de las especias, las frutas y dátiles, las telas, trajes, cerámicas y antigüedades, bolsos, perfumes y mucho más.
Junto a los zocos verás los fondouks, un conjunto de edificios que en épocas de antaño se usaban como almacenes, tiendas para vender mercancías y albergue para los comerciantes nómadas. Hoy en día, muchos de ellos se han convertido en hoteles diseñados en torno a un patio cuadrado con un pozo en el centro. Ejemplos de ellos son el hotel Arisha, en la plaza Arisha y el hotel de la Marhala.
Puerto pesquero
Houmt Souk posee un ajetreado y colorido puerto pesquero ubicado en el extremo norte de Ave Habib Bourguiba, a 25 minutos a pie de la ciudad. Si deseas ver de cerca el ritmo de trabajo y de vida, lo mejor es visitar el puerto en las primeras horas de la mañana.
El Marché Central
Junto al mar se ubica la lonja, en la cual tiene lugar la subasta diaria de pescado. El espectáculo ocurre justo después del amanecer, cuando los pescadores tratan de vender al mejor postor la pesca del día (tiburones, pulpos, calamares), que luego podrás degustar en diferentes platillos.
¿Sabías qué? La pesca es una importante fuente de ingresos para la isla, por lo que vale la pena presenciar el movimiento que hay en torno a esta actividad. Además, muy cerca se encuentran los mercados de especias y frutas, que son mucho más tranquilos, así que no dudes en hacer ambas visitas.
Fuerte Borj El Kebir
Otro de los imperdibles de tu paso por la capital de Djerba es el fuerte de Borj El Kebir, que se encuentra ubicado en el norte de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XIII, cuando Roger de Loria levantó la fortaleza al servicio de la Corona de Aragón (de allí que se lo conozca como el castillo español). Tras sus muros vivieron hasta 6.000 soldados hispanos que defendían unos de los puntos claves del Imperio.
Hace más de 500 años sus gruesos muros fueron testigos de la dura derrota sufrida por los soldados españoles. Derrota que de no haber ocurrido habría modificado la historia de la nación, quien hoy en lugar de tener un marcado acento francés, tendría un fuerte acento castellano.
Se puede llegar fácilmente a pie desde el puerto de la ciudad o desde el mismo zoco, aunque siempre se recomienda hacerlo desde el puerto porque es un paseo más pintoresco. El ingreso se realiza por una única puerta y el costo es de alrededor de 7 dinares (2,17 EUR) por persona, aunque si deseas tomar fotos deberás pagar un pequeño monto adicional.
A medida que recorras el fuerte verás elementos que corresponden al período romano y otros alusivos a las épocas del imperio Otomano. El recorrido puede iniciarse por la parte inferior, donde hay un pequeño museo, y luego subir a la parte superior. Desde allí disfrutarás de las vistas del puerto de la ciudad, el anfiteatro y una península de arena situada en el extremo norte de la isla.
Museo del Patrimonio Nacional
Otra visita interesante para ver de cerca las tradiciones de la isla es este museo ubicado en el centro de la ciudad. La exposición abarca varias temáticas, que van desde comida, trajes tradicionales, joyas y artesanías, cerámica y más. La misma te hará un recorrido completo por la vida, cultura y tradiciones de Djerba. Además, encontrarás una sección dedicada a la historia judía de la isla, a las ceremonias tradicionales, la agricultura, la presente industria de la cerámica, la pesca y la alimentación.
La Sinagoga de La Ghriba, en Erriadh
Aunque en Djerba las mezquitas están en todos los rincones, también es posible encontrar entre sus límites una sinagoga: La Ghriba, en la localidad de Erriadh, 7 km al sur de la capital. Esta bella sinagoga ubicada en el centro de la isla es la más importante de África y todo un símbolo de la rica herencia judía de la isla.
Detrás de su construcción hay una antigua leyenda según la cual, la sinagoga fue levantada luego de la destrucción del Templo de Salomón por parte de los babilonios en el año 586 a. C. Guiados por los Sumos Sacerdotes, el pueblo judío llegó a Djerba, junto con una puerta y una piedra del Templo destruido. Hoy en día, esta piedra está colocada en un santuario dentro de la Sinagoga de La Ghriba. A raíz de este acontecimiento, Djerba se convirtió en el hogar un millar de judíos y la sinagoga en el centro de la vida israelita de la isla.
La Ghriba, también conocida como “la Maravillosa”, destaca por su decorado de estilo oriental con vidrieras y azulejos. Como ya sabes, es un espacio de culto muy frecuentado por los judíos, en donde se mezclan armónicamente la cultura judía y musulmana.
La sinagoga de Ghriba abre todos los días, excepto los sábados y la entrada es gratuita. Luego de la visita, no dudes en dar un paseo por las callejuelas adoquinadas de Erriadh y apreciar sus hermosos patios llenos de flores. Además, puedes probar una comida tunecina llamada brik que, según cuenta la historia, fue traída a la isla por los judíos que vivían en la península ibérica tras su huida al norte de África.
Guellala
Al sur de la isla se encuentra Guellala, la capital mundial de la cerámica y una ciudad con una gran tradición alfarera. Tal es la reputación de sus artesanos que gran parte de las piezas de cerámica que se venden en Túnez provienen de Guellala.
Guellala es una ciudad bereber en donde, además de los puestos de cerámica, podrás visitar su museo y aprender todo sobre las tradiciones y costumbres locales. Luego, puedes dar una vuelta en el barrio famoso por las tiendas artesanales de creaciones de cerámica y ver de primera mano cómo se modelan los objetos. El barrio está repleto de artesanías hechas en cerámica, desde jarras, hasta objetos de decoración, platos y mucho más.
Mezquitas de Djerba
La isla de Djerba posee hasta 213 templos religiosos dedicados al islam. En general, son pequeñas y la decoración es modesta. Incluso, algunas construcciones son subterráneas, como es el caso de la mezquita Jemaâ Louta. A su vez, muchas fueron construidas a lo largo de la costa y sirvieron de pequeñas fortalezas. Las mismas cumplían funciones de vigilancia y defensa, como es el caso de Jemaâ El May.
En Houmt Souk se encuentran algunas de las mezquitas más famosas de la isla. Una de ellas es Jemaâ Ettrouk, también conocida como la Mezquita de los turcos, y Jemaâ El Ghorba (Mezquita de los extranjeros).
Una de las mezquitas más famosas de la isla es Jemaä Fahloun, que se encuentra en Aghir, en la carretera que une Midoun con Houmt Souk. Su origen se remonta al año 1279, aunque pasó muchos años abandonada. Hoy en día se ha restaurado y acoge un restaurante. La construcción se caracteriza por sus gruesos muros apoyados por contrafuertes y altísimos minaretes cubiertos con un campanario.
Djerba Explore
Otro atractivo de la isla de Djerba es este parque emplazado en el corazón del área de recreo de Midoun, cerca del faro de Taguermess. Este atractivo se encuentra a pocos minutos de los centros de hospedaje más famosos de la isla y a 20 km del de la ciudad de Houmt Souk.
Djerba Explore fue diseñado de manera tal que el visitante pueda conocer el patrimonio y la cultura, tanto de Túnez como de la isla de Djerba. El recorrido incluye la visita al Museo Lalla Hadhra, en donde se exhiben más de 1.000 obras de arte, y la mayor granja mediterránea de cocodrilos con más de 400 especies provenientes del río Nilo. Además, cuenta con una réplica de un pueblo tradicional muy interesante.
Otros pueblos de Djerba
En Djerba no abundan los núcleos urbanos, a excepción de Houmt Souk, en donde residen la mitad de los 130.000 habitantes de la isla. El resto de poblaciones en general consisten en plazas de mercado alrededor de las cuales se articulan pequeños núcleos residenciales. Otras localidades de la isla de Djerba que puedes conocer son:
- Midoun
Es la segunda ciudad más grande de Djerba, en donde se concentran muchos atractivos turísticos. Uno de ellos es el molino de viento de 300 años de antigüedad, construido en un terreno elevado. También es muy pintoresco el mercado que se levanta todos los viernes en la plaza central, llamada Souk Ejemâa. Además de encontrar artesanías, especias, frutas y todo tipo de cosas, es muy pintoresco porque sus comerciantes instalan sus puestos bajo las palmeras o los olivos.
Sus habitantes están prácticamente dedicados al turismo, en gran medida gracias a la playa de Sidi-Maharès, en la cual se ha instalado un inmenso complejo hotelero.
- Aghir
Es una pequeña ciudad costera que estuvo fortificada en el pasado. Su principal atractivo se encuentra en el extremo sur de la localidad: borj Kastil, un fortín ubicado en una península de arena. El mismo fue erigido en 1285 por mandato de Roger de Llúria, un marinero al servicio de la Corona de Sicilia.
- Ajim
Esta población situada 22 km al suroeste de Houmt Souk es accesible mediante el ferry que parte desde Jorf, en el Túnez continental. Es el principal puerto de la isla, que además exhibe el mayor palmeral de Djerba. Un detalle curioso son las vasijas de barro que se ven en las palmeras entre los meses de abril y octubre. Las mismas recogen el líquido que fluye de estas, a partir del cual se elabora el licor de palma.
- Arku
Es una pequeña localidad ubicada en el corazón de Djerba. Lo destacado de esta población es que la mayoría de sus habitantes descienden de los antiguos esclavos que llegaron a la isla desde el centro del continente africano. En 1846 se declaró la abolición de la esclavitud, pero muchos de ellos optaron por quedarse en la isla y adoptaron los apellidos de las familias para las que habían trabajado.
Sus habitantes se dedican especialmente a la cestería, que es su principal actividad económica, aunque también tienen fama de ser excelentes cantantes y bailarines.
- Ceduikech
Se trata de una pintoresca población de casas encaladas, llena de jardines y árboles frutales, además de un exuberante palmeral que le da mucho encanto. Es famoso por su mercado de los martes, en donde se pueden comprar los objetos producidos en los menzeles de la localidad.
- El-May
Es un pequeño poblado ubicado a 17 km de Ceduikech, especialmente conocido por la mezquita de Umm et Turkia. La misma data del siglo XVI y su arquitectura se caracteriza por la presencia de gruesos muros defensivos reforzados por contrafuertes que le confieren el aspecto de fortaleza. La mezquita prohíbe el ingreso a los no musulmanes.
- Hara Seghira (o Erriadh)
A pocos kilómetros de la capital se encuentra este encantador pueblo. Erriadh se caracteriza por sus calles estrechas y casas de estilo bereber con patios centrales y cúpulas. Es un sitio muy agradable para pasear y disfrutar del mejor arte callejero de la isla. Por si no lo sabías, gracias a varios artistas Erriadh se ha convertido en una reconocida galería de arte callejero a nivel mundial.
De ese modo, en los propios muros de las casas, almacenes, paredes caídas, puertas e incluso en los buzones de correo postal encontrarás obras de arte que llenan de color y vida a la población.
Además, Erriadh es el hogar de una importante colonia judía, de allí que su principal atractivo sea la sinagoga de Ghriba, de la cual ya te hablamos. El mayor movimiento del templo se produce durante la Pascua judía, cuando se convierte en un polo de atracción para peregrinos procedentes de toda África.
Playas
La cultura y tradiciones completamente diferentes que encontrarás en la isla de Djerba no son lo único que lo ha convertido en un demandado destino turístico. El plácido clima tunecino y las playas de arena dorada que se extienden a lo largo de más de 10 km son otros dos grandes motivos por los cuales la isla recibe tantos viajeros. Las aguas limpias y cristalinas del Mediterráneo sumado a las comodidades de hoteles de lujo han hecho de Djerba un destino excepcional.
Las mejores playas de la isla se encuentran en el lado noroeste, en la zona de Midoun. En este sector las playas se suceden una junto a la otra, extendiéndose a lo largo de kilómetros de arena dorada. Las playas son muy similares entre sí, con una suave entrada al agua, arenas finas y blancas y un amplio litoral. Además, el mar es cálido y limpio, lo cual hace que nadar sea un auténtico placer. El mejor momento para disfrutar de estas actividades es por la mañana, cuando prácticamente no hay oleaje.
¿Quieres saber cuáles son las playas mejor valoradas de Djerba? Te lo contamos
Sidi Mahrez
Es una extensa playa con forma de medialuna, considerada una de las más bellas y concurridas de la isla. A su mar azul y cristalino y su arena clara se le suman altas palmeras y un animado ambiente que son una especie de imán para los turistas. Además, se encuentra en una de las zonas más turísticas de la isla, rodeada de hoteles, bares y restaurantes, de allí que sea tan concurrida.
Las orillas infinitas de Sidi Mahrez se unen con otras playas, de las cuales está separada por formaciones rocosas. A lo largo de su extensión, se aprecia la lujosa red hotelera que está presente en el lugar desde 1960. Hablamos de construcciones en donde predomina la decoración árabe, que cuentan con todos los servicios para que el viajero pase unas vacaciones excepcionales.
Rass Taguerness
La playa de Rass Taguerness es una de las mejores playas de Djerba, gracias a sus aguas tranquilas y transparentes. Sus características son similares a la anterior, con la diferencia que la postal se completa con un faro pintado con rayas rojas y blancas.
Es muy concurrida por las actividades de pesca que se organizan en torno a ella, así como por la posibilidad de practicar deportes acuáticos.
Playa de Seguia
Si prefieres una playa más salvaje y virgen, Seguia es la mejor opción. A pesar del turismo, esta playa de aguas cristalinas, arena blanca y cocoteros se mantiene casi intacta. Asimismo, cuenta con restaurantes y servicios para el turista.
Gastronomía de la isla
La gastronomía es un ingrediente fundamental de cualquier viaje. Sin una buena experiencia culinaria, podría decirse que la aventura no está del todo completa. En este caso, la cocina de Túnez busca que el paladar del turista se lleve lo mejor del país.
Como te imaginarás, la gastronomía de Túnez destaca por la fuerte presencia de especias, que combinan con elementos de la cultura culinaria oriental, magrebí y mediterránea. Fiel a sus orígenes, no deja de estar presente la cocina francesa como herencia de la etapa colonial.
No nos explayaremos demasiado, pero en líneas generales los platos que no puedes perderte son la mechouia, ideal para un día de calor, ya que consiste en una ensalada de berenjenas, tomates, calabacines y cebollas asadas. Aunque, la ensalada tunecina (elaborada con lechuga, pimientos, aceitunas, huevo duro y atún o gambas) también es excelente. El brick consiste en un hojaldre con relleno salado que también es muy popular. Lo mismo que el lablabi (sopa de garbanzos) o el tajine (una tortilla rellena de patata, carne y queso).
La carne de cordero es la protagonista de muchos platos, aunque los pescados no se quedan atrás. Las aguas del Mediterráneo aportan un amplio abanico de peces y mariscos que dan color y sabor a muchos platos. No dejes de comer unas langostas o langostinos con limón o mayonesa mientras disfrutas de las vistas al mar.
Los postres se caracterizan por su intenso sabor dulce, propio del norte de África. En Túnez, la samsa es uno de los más tradicionales. La preparación lleva capas de masa muy finas que se alterna con capas de almendras tostadas molidas y semillas de sésamo, recubiertas de una capa de almíbar y limón.
A la hora de las bebidas, el vino y la cerveza son los grandes protagonistas. ¿Sabías qué? A pesar de la notable población musulmana del país, Túnez destaca por su producción de vinos, la cual se acompaña de una elaboración más modesta de cerveza.
En Djerba los sitios para comer abundan. Pero, si quieres una recomendación, el restaurante La Princesse d’Haroun es una gran opción. Situado en el puerto de Houmt Souk, destaca por la elaboración de platos típicos de la cocina tunecina, con pescados a la brasas y cuscús con un toque propio.
Mapa de la isla de Djerba
¿Listo para viajar a Djerba? Ya lo sabes, si buscas descanso, naturaleza, historia, cultura y buena comida, la isla de Djerba es una gran idea para un próximo viaje. Así como los marineros de Ulises no querían abandonarla, seguramente a ti te ocurrirá lo mismo. Djerba tiene algo que enamora y qué mejor que descubrirlo con tus propios ojos.
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