¿Te gustaría conocer un pueblo de pintores con un encantador ambiente medieval? Entonces nuestro destino de hoy te encantará. Honfleur es una hermosa y pequeña ciudad de Normandía, ubicada en la costa norte de Francia. Sus callejuelas repletas de casas con entramado de madera, tiendas y restaurantes y sus más de 1.000 años de historia seducen al viajero de manera especial. De hecho, esta ciudad portuaria es uno de los rincones más bellos de Normandía.

Si amas la arquitectura medieval y el mar, ya sabes a dónde ir. Y, si no sabes qué ver y hacer en Honfleur, entonces nuestra guía de viaje será de gran ayuda.

Honfleur-Francia

Por Honfleur pasaron Monet, Courbet, Boudin y muchos otros artistas de renombre. No por nada tantos impresionistas franceses inspiraron su arte en estas tierras a principios del siglo XX. La razón es una sola: Honfleur es simplemente encantadora. Esto se debe a que mantiene gran parte del esplendor de aquellas épocas, por ende, es posible disfrutar de sus encantadoras calles medievales, su iglesia de madera del siglo XV, el puerto y las atractivas casas de entramado de madera. 

Esta joya de Normandía es visitada por más de 3 millones de turistas al año. Por eso, si quieres disfrutar a pleno de la ciudad, te sugerimos que comiences el paseo a primera hora de la mañana. De esa manera, podrás vivir su verdadera esencia e ir enamorándote de cada uno de sus rincones.

Historia de Honfleur

Si bien los romanos fueron los primeros en habitar estas tierras, fue el paso de los vikingos lo que marcó para siempre la historia de Honfleur. Los barcos vikingos subían por el curso del río Sena y a su paso iban saqueando todos los pueblos ribereños, llegando incluso a París.

Ante esta situación, el rey Carlos III llegó a principios del siglo X a un acuerdo con un caudillo vikingo llamado Rollo para que se establecieran en la zona de Honfleur. El objetivo era que protegieran la entrada del estuario y evitaran saqueos por parte de otros grupos vikingos. Una de las condiciones del acuerdo era que Rollo se convirtiera al cristianismo.

Además, pasó a ser el primer duque de Normandía, bautizando de ese modo a la región (Normand, significa hombres del Norte). Si te interesa conocer más a fondo la historia, puedes ver la popular serie televisiva Vikingos. 

A partir del siglo XII, Honfleur pasó a ser un importante punto en el tránsito marítimo de mercancías hacia Inglaterra. Más adelante, en los siglos XIV y XV, en el marco de la Guerra de los Cien años, ocurrió otro hecho fundamental en su historia: la construcción de una muralla con el fin de proteger la ciudad de las invasiones enemigas.

En la época de Luis XIV, a finales del siglo XVII, se llevó adelante la modernización de Honfleur. Para ello se retiró la muralla y se utilizó parte de sus piedras para construir unos graneros que se usaron como depósito de sal.

¿Sabías qué? La venta de la sal guardada en Honfleur se empleó para financiar parte de la construcción del Palacio de Versalles.

Afortunadamente, la ciudad no sufrió los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Por eso, hoy se puede disfrutar de los mismos edificios que sirvieron de inspiración para los impresionistas franceses. Tanto el trazado urbano como muchas de sus casas medievales se mantienen intactas, haciendo que pasear por ellas sea un auténtico placer. 

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La historia de Honfleur también estuvo marcada por el surgimiento del movimiento artístico del Impresionismo. Cuenta la historia que Eugene Boudin conoció a Claude Monet cuando este era joven y lo invitó a pintar con él en Honfleur. Así fue como el excepcional alumno de Boudin empezó a desarrollar su técnica de pintura impresionista. Con el paso de los años, otros pintores de la misma corrientes comenzaron a llegar a la ciudad, de manera que estableció un taller de pintura.

De ese modo, muchos rincones de Honfleur se ven representados en muchas pinturas impresionistas. Respecto a esto, el sitio más elegido por los artistas es el Vieux Bassin, una auténtica joya paisajística de la cual te hablaremos en breve.

¿Qué hacer en Honfleur?

En tu paso por esta pequeña ciudad normanda irás encontrando muchos sitios con encanto y apreciando las fachadas de pizarra y calles adoquinadas que parecen salidas de cuadros impresionistas. Pero, Honfleur es mucho más que un destino sumamente fotogénico. Es también un lugar del cual podrá disfrutar toda la familia, gracias a su variada oferta turística. 

Nuestra sugerencia es que dejes el coche en el aparcamiento que hay en la entrada de la ciudad y te dediques a recorrer sus calles a pie. Siempre decimos que lo mejor es ir descubriendo cada destino sin un mapa, pero sigue leyendo para saber qué hacer en Honfleur.

Tomar una foto en el Viejo Muelle de Honfleur (Vieux Bassin)

Si deseas presumir de tu paso por Honfleur en las redes sociales, sin lugar a dudas que el Viejo Muelle es el sitio indicado. Desde 1681 este rincón de la ciudad atrae a miles de turistas cada año, y cuando llegues allí comprenderás por qué. Las bellas y coloridas casas de los siglos XVI y XVIII que fueron la musa inspiradora de muchos pintores impresionistas, hoy son como un imán para los amantes de la fotografía, o simplemente para quienes disfrutan de los sitios que parecen detenidos en el tiempo. Sea cual sea tu caso, bajo ningún concepto puedes dejar de visitar el Viejo Muelle de Honfleur.

Este coqueto puerto fue construido en 1681 y para ello se necesitó destruir parte de las murallas de la ciudad. Sus elementos distintivos son las casas estrechas con entramado de madera y tejado de pizarra que fueron declaradas monumentos históricos. Estas casas de diferentes tamaños pegadas una al lado de la otra, tienen sus plantas superiores orientadas hacia la parte trasera de la rue du Dauphin y de la rue des Logettes. De ese modo, la mayoría poseen dos propietarios diferentes.

A esta bella postal se suman barcos de vela amarrados al muelle que flotan y se reflejan en el agua. Si de día el panorama te parecerá bello, espera verlo al atardecer y por la noche. Allí comprenderás por qué es el punto más fotografiado de la ciudad.  

Al final del Vieux Bassin te toparás con una antigua fortaleza conocida como Lugartenencia. La misma lleva ese nombre porque fue utilizado como residencia del lugarteniente del rey en el siglo XVII. Este sitio es uno de los pocos vestigios que quedan de las fortificaciones levantadas en el siglo XIV. Está formada por un sótano construido en piedra alrededor de un corredor. Ambos edificios coronan la Puerta de Caen, que en la Edad Media dominaba la entrada a la fortaleza de Honfleur.

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Visitar el Museo Marítimo

Si visitas Honfleur en un día lluvioso, un buen plan es conocer el Museo Marítimo ubicado en la antigua Iglesia de Saint-Etienne, al borde del Vieux Bassin. La Iglesia de Saint Etienne es la más antigua de la ciudad, ya que sus orígenes se remontan al siglo XIV.

El templo estuvo dedicado al culto hasta la Revolución y luego sirvió como tienda, teatro y bolsa de valores. En 1808 su campanario fue demolido y un año más tarde se convirtió en un depósito de aduanas. Finalmente, en 1897 la Société du Vieux Honfleur compró el edificio y lo restauró, construyendo una galería y vidrieras donde pudiera exhibir parte de sus colecciones.

Hoy en día, todas las maquetas, grabados y objetos exhibidos son el resultado de numerosas donaciones y legados. En otras palabras, representan el testimonio más fiel de la sociedad de Honfleur entre los siglos XVIII y XIX. Época que estuvo marcada por la pesca, la construcción naval, las artesanías populares relacionadas con el mar y los grandes negocios. Por eso, visitar este museo es recorrer gran parte de la historia de la ciudad a través de su colección de planos, grabados y pinturas.

Sentirte un niño en el Carrusel de Honfleur

Otro rincón muy fotografiado de la ciudad es el antiguo carrusel con caballos de madera y ornamentos rústicos que te harán sentir un niño otra vez. Desde 1995 esta atracción se instala año tras año muy cerca del Ayuntamiento. De ese modo, entre mayo y octubre, grandes y niños pueden disfrutar no solo del carrusel, sino de todo el ambiente a su alrededor. 

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La zona donde se instala el carrusel se encuentra llena de bancos en donde los adultos pueden sentarse mientras los pequeños dan vueltas montados en un caballito de madera. Es un sitio muy agradable para descansar y pasar un agradable momento en familia.

Pasear por el barrio Sainte Catherine y visitar su iglesia

El pintoresco barrio de Sainte Catherine se desarrolló en conjunto con la construcción de las murallas de la ciudad. Se trata del barrio de los pescadores y una zona con una atmósfera muy especial. Su ambiente histórico está dominado por pequeñas casas cerca del puerto y estrechas callejuelas que, de algún modo, te trasladarán a la Edad Media.

Hoy en día, a pesar de conservar su ambiente, es una de las zonas de la ciudad en donde más turistas cruzarás. Después de todo, nadie quiere perderse estas callejuelas medievales por las que casi no entran los rayos de sol. 

La joya del barrio es la Iglesia de Saint Catherine, ubicada en la Plaza del Mercado. En este rincón encontrarás los días miércoles y sábados un animado mercado de productos orgánicos y otro de productos regionales. Pero, centrémonos en la protagonista del lugar.

La Iglesia de Saint Catherine (Santa Catalina) se levantó después de la Guerra de los Cien Años. Resulta que la antigua iglesia de piedra que había en el lugar fue completamente destruida en el conflicto bélico, que dejó a la ciudad en muy mal estado. Como la piedra era un material muy caro, los pescadores hicieron una nueva iglesia en el siglo XV utilizando madera procedente del bosque de Touques. Así nació la iglesia de madera con campanario separado más grande de Francia. 

La construcción del templo se ejecutó en varias etapas. La primera tuvo lugar en 1460, cuando se levantó la nave norte. Más adelante, el crecimiento de la población hizo necesaria una iglesia más grande, por eso en 1496 se construyó la segunda nave. A principios del siglo XIX el interior del templo fue revestido con yeso y el pórtico original fue reemplazado por uno de estilo neoclásico con columnas griegas. Finalmente, en 1879 comenzaron importantes trabajos de restauración y el pórtico griego se sustituyó por el actual. 

Por todo esto y más, la Iglesia de Saint Catherine fue catalogada como Monumento Histórico en 1879. Desde siempre ha sido objeto de interés de historiadores y arqueólogos, a quienes les llamaba la atención su construcción en madera y el campanario separado. Este último es una robusta construcción de roble que acoge el Museo Eugène Boudin, donde se aprecian obras religiosas.

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Gracias a la luz que penetra por sus ventanales, el interior del templo es sumamente cálido y acogedor. Pero, si todavía no estás convencido de si vale la pena visitar la zona, otro motivo más son las hermosas galerías de arte. La mayoría se concentran en las calles de alrededor de la plaza y en la Rue du Dauphin, una calle que corre paralela al muelle.

Descubrir la capilla Notre Dame de Grace

Otro de los grandes atractivos de Honfleur es la hermosa capilla Notre Dame de Grace (Nuestra Señora de la Gracia), construida en lo alto de una colina. La misma data del siglo XVII y fue el reemplazo de una antigua capilla que se destruyó por el desplome de un acantilado. La zona a la cual acudían los peregrinos para agradecerle a Dios por la protección frente a los desastres naturales fue el lugar elegido para la construcción del templo. Incluso, el duque de Normandía (Ricardo II) acudió al lugar para dar las gracias por salvarse de una tormenta a principios del siglo XI. 

Desde ese momento, Notre Dame de Grace ha sido venerada por miles de fieles. Hoy en día, su interior acoge pinturas, maquetas de barcos, placas y un órgano antiguo que son la muestra de la gratitud de sus visitantes. Además, se encuentra en una zona de gran belleza que regala unas vistas espectaculares de Honfleur, la desembocadura del río Sena, el hermoso pueblo de Havre y el enorme puente de Normandía.

Si bien el templo se encuentra un poco alejado del centro, vale la pena acercarse a él y disfrutar de las vistas.

Cruzar el Puente de Normandía

Este impresionante puente de 215 metros de altura y más de 2.000 metros de largo atraviesa el río Sena y es toda una hazaña de la construcción. Fue levantado en 1995 con el objetivo de unir la ciudad de Honfleur con Le Havre y se convirtió en todo un símbolo de la supremacía marítima en la región. Los materiales utilizados para la obra fueron concreto y metal y hoy en día cuenta con cuatro carriles para autos, dos carriles peatonales y dos carriles para bicicletas. Definitivamente, toda una maravilla de la ingeniería civil para ver y disfrutar en Honfleur. 

El Puente de Normandía se inauguró en 1995 y en ese momento era el puente atirantado más largo del mundo. Si bien hoy ha sido superado por otros, esta enorme estructura que cruza el Sena sigue ofreciendo hermosas vistas panorámicas de todo el estuario. Cuando lo cruces, además de disfrutar de las vistas, no dejes de apreciar los detalles que hacen de este puente una maravilla.

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Apreciar el arte en el Museo Eugène Boudin y la Maisons Saties

Como buena ciudad que atrajo a tantos artistas, Honfleur tiene un museo relacionado con la temática que no deberías perderte. Como te imaginarás, está dedicado al gran maestro de Claude Monet, Eugène Boudin. Su fundación se remonta a finales del siglo XIX, de la mano Alexandre Dubourg, y actualmente alberga una rica colección de obras centradas en Normandía realizadas por artistas de prestigio, como Claude Monet y el propio Eugène Boudin.

El museo cuenta con siete salas diferentes que te sumergirán en el corazón de la pintura romántica e impresionista de la región. De ese modo, verás más de 2.500 piezas de trabajos artísticos que incluyen dibujos, cuadros y piezas de arte sacro que Boudin legó a la ciudad. Además, en una de las salas disfrutarás de una gran colección etnográfica de trajes normandos, muebles típicos y tocados tradicionales.

Ya lo sabes, si piensas añadir una pizca de arte a tu estancia en Honfleur no te pierdas este museo. Y, si quieres ampliar tu recorrido artístico, tienes la opción de visitar la Casa y Museo Satie (Maisons Saties), la cual está dedicada a Erik Satie. Este compositor y músico local nacido en 1866 trabajó con grandes artistas de renombre, como Picasso o Braque, y sirvió de inspiración para otros como Debussy y Ravel.

El recorrido por el museo ofrece una visita muy intuitiva, de la mano de una audioguía que se activa en función de la sala donde te encuentres. El paseo te llevará por pinturas acompañadas con sonidos y luces que crean una obra magnífica.

Descubrir Honfleur con el paladar

Disfrutar de la gastronomía de Honfleur implica, entre otras cosas, probar riquísimos platos elaborados a base de pescados frescos y saborear sus embutidos artesanales y quesos elaborados con leche de las vacas normandas. Por eso, reservar una mesa en cualquiera de los excelentes restaurantes de la ciudad es otra forma de disfrutar del paseo. Siempre insistimos en lo mismo, visitar un destino y no probar sus comida es hacer un viaje incompleto. Por eso, no dejes de hacer una parada técnica para llenar tu estómago con algún plato local.

Uno de los mejores sitios para descubrir esta localidad por el paladar es SaQuaNa. Este local con dos estrellas Michelín fusiona a la perfección la gastronomía tradicional con técnicas contemporáneas, dando lugar a magníficos platos que se acompañan de un servicio impecable. 

Si lo que buscas es comer productos del mar, entonces reserva una mesa en el restaurante Au P’tit Mareyeur, también galardonado con una estrella Michelin. Otro buen punto para comer mariscos frescos o un delicioso gazpacho es La Lieutenance.

La oferta gastronómica no termina aquí. ¿Sabías que Normandía es famosa por sus Calvados y Pommeau? Estas bebidas alcohólicas deleitan las papilas gustativas de los viajeros que pasean por las calles de la ciudad. Podrás probarlas en varias tiendas que las venden junto a los tradicionales whiskies y cervezas de Normandía. Ejemplos de ello son la Cave Normande o a la Compagnie des Calvados de la Cave Honfleuraise.

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Descansar en la Playa de Butin

Si visitas Honfleur entre abril y octubre podrás disfrutar de esta playa que cuenta con todas las comodidades para pasar un día de verano. La misma se encuentra ubicada en las afueras de la ciudad, en una franja de litoral junto a la desembocadura del Sena, y es ideal para escapar del bullicio urbano. 

Como mencionamos antes, está muy bien equipada con todo lo que necesita una buena playa. Ello incluye duchas, casetas, alquiler de tumbonas y sombrillas, un parque infantil, aparcamiento y otras instalaciones.

Visitar destinos cercanos

Ya que te encuentras en Honfleur, puedes aprovechar la ocasión para visitar otros destinos normandos imperdibles. Uno de ellos es la ciudad de Deauville, a la cual puedes llegar fácilmente en auto o en los autobuses directos que van de Honfleur a Trouville. En cualquier caso, el viaje no lleva mucho más de 30 minutos. 

Deauville es una lujosa estación balnearia situada en la Costa Florida de Normandía y unas de las escapadas más bellas para hacer en Francia. Se trata de un destino muy popular gracias a sus impresionantes acantilados de piedra caliza blanca y sus coloridas flores. Conocido como la “costa parisina” fue uno de los parajes favoritos de los ricos y famosos desde el siglo XIX. 

Hoy en día, si bien sigue siendo un destino bastante exclusivo, recibe a todo tipo de viajeros. Cuenta con atracciones para todos los gustos, incluyendo atractivos mercadillos, lujosas boutiques, hoteles históricos y playas de arena dorada. Además, es un destino ideal para desconectar del ritmo de vida de la ciudad y descansar.

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Deauville, una ciudad cercana a Honfleur que vale la pena conocer

Por otro lado, a 35 minutos en coche desde Honfleur se encuentra Le Havre. La ciudad más grande de Normandía te espera con un buen número de atractivos históricos y modernos para complementar tu viaje. Esta ciudad Patrimonio de la Humanidad logró resurgir de la cenizas como el ave fénix tras el trágico bombardeo de los aliados de 1944, que arrasaron su puerto y centro histórico. 

En Le Havre tienes muchísimas cosas para hacer, como disfrutar de la puesta de sol sobre el estuario del Sena desde los Jardines Colgantes, dar un paseo en barco, recorrer su hermoso paseo marítimo y mucho más. Tampoco te puedes perder la Iglesia de San José y su torre de más de 100 metros de altura y su bonita playa de guijarros que termina en acantilados.

¿Cómo llegar a Honfleur?

Honfleur se encuentra a 184 km de París, ciudad desde la cual puedes llegar fácilmente en tren partiendo desde la estación París Saint Lazare. Los viajes demoran unas dos horas y llegan a Deauville. Una vez allí, debes bajar en la estación de tren y tomar un bus a Honfleur.

Si viajas en coche desde la capital no tienes más que tomar la A13. Tras atravesar el espectacular Puente de Normandía puedes aparcar junto a la Oficina de Turismo y dedicarte a recorrer la ciudad a pie.

Finalmente, si te preguntas cómo ir de Le Havre a Honfleur, la mejor opción es en coche por la A29. Si no dispones de vehículo propio puedes tomar el autobús directo que sale desde la estación de autobuses de Le Havre y llega a Honfleur. 

No hay excusas para no visitar Honfleur. Créenos que esta ciudad te enamorará desde un primer momento. Nuestra propuesta de hoy regala historia, arquitectura medieval, agradables paseos, mucha arte y deliciosa comida. Esperamos que hayas disfrutado del recorrido y te animes a visitar esta ciudad de la costa de Normandía. ¡No te arrepentirás!

Créditos fotográficos

  • (https://pixabay.com/es/photos/honfleur-francia-ciudad-perspectiva-3716726/), por edmondlafoto (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • (https://pixabay.com/es/photos/viaje-arquitectura-ninguna-persona-3272838/), por edmondlafoto (https://pixabay.com/es/service/license/)
  • (https://pixabay.com/es/photos/carrusel-le-havre-nostalgia-francia-2850834/), por Bernhard1960 (https://pixabay.com/es/service/license/)

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