Todos alguna vez nos hemos emocionado hasta las lágrimas con la famosa película de 1997 “La vida es bella”. Bueno, si quieres caminar por las mismas calles por donde pasaron sus personajes, entonces debes ir a Arezzo. Esta ciudad italiana de la región de la Toscana vale tanto la pena como sus máximas ciudades (Florencia, Pisa, Siena) y la bellísima campiña toscana.
La hermosa ciudad de Arezzo está situada en el sudeste de la Toscana, rodeada de cuatros grandes valles: el Val Tiberina, Casentino, Valdarno y Valdichiana. A su vez, se encuentra ubicado a lo largo de la Via Cassia (una antigua vía romana que llevaba de Roma a Arretium por Florencia y Lucca). Gracias a esto, siempre ha sido un destino muy rico y prestigioso de la Toscana. A su vez, es la cuna de grandes figuras ilustres, como Giorgio Vasari, el artistas renacentista Piero della Francesca, Guido Monaco, Petrarca y otros.
Otro motivo por el cual vale la pena visitar Arezzo, es que se encuentra a tan solo una hora en tren desde Florencia. Su bellísimo casco histórico se puede recorrer en un día, por ende, podrás llegar desde la capital de la Toscana y regresar a ella en el mismo día si así lo deseas. Otro plato fuerte de Arezzo es que no tiene tanta concentración de turistas como otras ciudades de la región, por lo que podrás disfrutar de maravillosos palacios medievales paseando tranquilamente y sin hacer largas filas de espera.
¿Qué ver en Arezzo?
Las calles prolijas y cuidadas de Arezzo conservan prácticamente intacto su trazado y ambiente medieval. Por eso mismo, pasear por esta ciudad implica ir descubriendo con cada paso grandes palacios renacentistas y medievales, preciosas plazas, una gran cantidad de iglesias y monumentos históricos y, como si fuera poco, lo mejor de la gastronomía de la región.
Otro detalle de Arezzo es que fue construida en una colina ascendente. Por eso, la ciudad está dividida en una sección inferior moderna y una superior predominantemente histórica. Nuestra sugerencia es que te dediques a recorrer la zona superior, que es donde se concentran sus mayores atractivos.
Hay mucho que ver en Arezzo, por eso lo mejor es llegar temprano e irse a última hora. Aunque, no sería mala idea pasar una noche en la ciudad y dedicar el día siguiente a recorrer sus alrededores. La Toscana posee algunos de los paisajes más bellos de Italia, por lo que un viaje por esta región es imprescindible. Al mismo tiempo, la provincia de Arezzo marca el límite con otra región muy bonita de Italia: Umbría, la cual también merece mucho la pena.
No solo la ciudad en sí misma es digna de ser visitada, también lo son los encantadores pueblos que hay en torno a ella. Esta zona se define como la más tranquila de una región de fama mundial. Por eso, tanto Arezzo como los pueblos a su alrededor conservan la paz que no tienen las ciudades toscanas que atraen turismo de masas. De allí que sea el refugio ideal para quienes ya han conocido la Toscana más típica, o para quienes huyen de esta.
Sea cual sea tu plan, a continuación encontrarás todo lo que puedes ver y hacer en Arezzo.
La Piazza Grande: el corazón de la ciudad
Puedes comenzar tu paseo por Arezzo en su punto neurálgico. También conocida como Piazza Vasari, la Piazza Grande es el corazón de la ciudad y una de las plazas más bonitas que visitarás en tu viaje por Italia. De hecho, cuando la mires la encontrarás bastante singular, y allí es donde reside su particular encanto. Sin lugar a dudas, será una de las plazas más originales que verás en tu ruta por la Toscana.
¿Por qué singular? Porque fue construida en forma trapezoidal y cuesta arriba, lo cual no es algo muy normal que ver en una plaza. A su vez, a su alrededor se alzan iglesias, monumentos y edificios con un gran valor histórico, en los que se aprecian elementos arquitectónicos de todas las épocas. Detalles góticos, renacentistas, románicos, barrocos, todos armónicamente integrados. El precioso ábside románico de la Iglesia de Santa María della Pieve, el palacio barroco del Tribunal; el estilo gótico de la planta de abajo y renacentista de la planta superior del Palacio de la Fraternidad de los Laicos. Todo ello crea una mezcla artística digna de admirar. Además, alrededor de la Piazza Grande se sitúan las tiendas más antiguas de la ciudad.
La Piazza Grande es también el sitio donde tienen lugar los grandes eventos de la ciudad. Por ejemplo, el mercado de antigüedades que se monta una vez al mes o la Giostra del saracino, una celebración medieval que se remonta al siglo XIII. Otra curiosidad es que aquí se filmaron muchas de las escenas de la aclamada película “La Vida es Bella”. Allí recordarás seguramente a su protagonista, Roberto Benigni, montado en una bicicleta en la Piazza Grande de Arezzo.
Iglesia Santa María della Pieve
Como te mencionamos antes, la Iglesia de Santa María della Pieve posee su ábside románico en la Piazza Grande, pero su entrada se encuentra en el Corso Italia, una de las calles principales de Arezzo. Sin embargo, que su fachada no de en la plaza no quita el hecho de que sea la reina absoluta del lugar.
Se trata del templo más antiguo de la ciudad, construido a principios del siglo XI. De su diseño destaca de manera especial la fachada románica y las 68 columnas desiguales que posee en la parte superior. También son llamativos los bajorrelieves del siglo XIII ubicados encima del portal principal, en donde se ven representaciones alegóricas de los meses. Y, por supuesto, no dejes de mirar para arriba y admirar su precioso campanario de principios del siglo XIV, que rompe totalmente con la simetría del templo.
El campanario de Santa María della Pieve es conocido como la torre de los 100 agujeros (por la cantidad de arquerías que parece que perforan sus paredes como termitas) y es visible desde gran parte de la ciudad. Por su parte, el ábside trasero embellece el lado oeste de la Piazza Grande.
PLaza de la Catedral y Duomo de Arezzo
Atravesando la Via Ricasoli llegarás a la Plaza de la Catedral, donde se encuentra el espectacular Duomo de Arezzo. A diferencia de lo habitual, la catedral no se encuentra en la Piazza Mayor, sino en la parte alta de la ciudad. Su construcción comenzó en el año 1278, en la zona donde estaba la antigua ciudad de la Acrópolis, y finalizó recién en el 1500.
En la catedral gótica de San Donato también se aprecian elementos arquitectónicos y artísticos de todos los siglos. Por ejemplo, su fachada es neogótica, mientras que la escalinata que lleva a ella data del siglo XVI.
Su interior se divide en tres grandes naves y también posee muchos detalles para apreciar. Uno de ellos son las vidrieras de Guillame de Marcillat y la de Maddalena, de Piero della Francesca. También lo es el panel de mármol y la fuente bautismal decorada con el Bautismo de Cristo, de Donatello.
Palacio del Priori
El Palacio del Priori alberga el Ayuntamiento de la ciudad y es uno de los más bonitos y originales que verás en Arezzo. Se encuentra a mitad de camino entre la Piazza Grande y la Catedral de San Donato y captará tu atención por su torre del reloj, que sobresale entre el resto de los edificios.
Su fachada se encuentra decorada con una gran cantidad de escudos de armas y, si bien hoy alberga la Biblioteca y el Museo Medieval, durante más de 300 años fue una prisión. Si tienes la oportunidad, no dejes de visitar su interior y admirar algunos frescos y estatuas de la época medieval.
Basílica de San Domenico
La Basílica de San Domingo se encuentra ubicada también en la parte alta de la ciudad, muy cerca de la Catedral de Arezzo, por lo que puedes aprovechar para visitar ambos templos.
El atractivo principal de este templo es el gran crucifijo pintado entre 1268 y 1271. Esta cruz de más de 3 metros de altura es la primera obra atribuida a Cimabue, otro de los grandes artistas italianos de la época. El templo posee una sola nave decorada con frescos un poco deteriorados, aunque el altar gótico de la Capilla Dragondelli se mantiene en buen estado.
La entrada a la basílica es gratuita, pero para admirar el crucifijo deberás pagar 1 EUR, ya que con luz natural no se aprecia del todo.
Basílica de San Francisco
La Basílica de San Francesco es el templo más visitado de Arezzo gracias a los frescos de Piero della Francesca que hay en su interior. Este artista italiano del Renacimiento no llegó a tener la fama de Miguel Ángel, Rafael o Leonardo, pero sí es muy conocido en Arezzo. De hecho, el artista nació en el siglo XV en Sansepolcro, a pocos kilómetros de nuestro destino de hoy.
La Basílica de San Francisco es pequeña y fue construida en piedra y ladrillos. Su exterior puede no llamar mucho la atención, ya que su fachada frontal es bastante simple e inacabada. Sin embargo, su decoración interior con frescos renacentistas la convierten en un sitio destacado de la ciudad. Si bien la construcción original data de mediados del siglo XIII, un siglo después fue remodelada con el estilo gótico franciscano simple y austero propio de esa época.
La verdadera reliquia del templo se encuentra en su interior. “La leyenda de la verdadera cruz” es una de las obras maestras más famosas del arte italiano. Su creador, como te podrás imaginar, fue Piero della Francesca. Este ciclo de frescos inspirado en la Legenda Aurea fue muy popular durante la Edad Media y merece ser apreciado con tranquilidad, observando cada detalle. Eso sí, para poder ver esta obra de arte deberás pagar 8 EUR.
Museos de Arezzo
Arezzo posee varios museos que puedes visitar. Dos de los más importantes son el Museo de Arte Medieval y Moderno y el Museo Arqueológico Nacional Gaio Cilnio Mecenate.
El primero contiene obras toscanas que van desde la Edad Media hasta el siglo XIX. Está ubicado en el fabuloso Palacio renacentista Bruni-Ciocchi. Tras pasar por un gran patio porticado accederás a sus salas divididas por períodos históricos, en las que podrás admirar una interesante colección de obras de arte y objetos, principalmente toscanos y umbros.
El Museo Arqueológico es una visita también muy interesante. También se encuentra dividido en varias secciones, siendo una de las más interesantes la etrusca, en donde se encuentra la crátera de Euphronios. Esta gran vasija de cerámica del siglo VI a.C. fue encontrada en una tumba etrusca y en ella se ve representado Hércules luchando contra las amazonas. El solo hecho de ver de cerca esta pieza ya justifica la entrada al museo. Pero, no es lo único interesante. En la sección romana, por ejemplo, verás otras vasijas de cerámica típicas de la zona pintadas de rojo coral. Además, desde el museo se puede acceder a los restos del anfiteatro romano.
En su momento de máximo esplendor, el anfiteatro romano de Arezzo tenía forma elíptica y más de 120 metros. Fue construido a finales del siglo I con ladrillos y piedra arenisca y si bien hoy solamente quedan algunos restos, podía albergar hasta 10.000 personas.
Este importante sitio histórico se puede apreciar por fuera o junto con la visita al museo por un precio de 6 EUR.
La ciudad de Arezzo también rinde homenaje a uno de sus personajes más ilustres: Giorgio Vasari. Este famoso pintor, historiador de arte italiano y arquitecto compró el edificio donde se encuentra la Casa Museo de Giorgio Vasari en 1511. Sin embargo, no vivió allí mucho tiempo, ya que acabó en Florencia.
A pesar de su corta estancia, se ocupó de decorar la casa de manera magistral, recogiendo muchas pinturas, esculturas y obras de arte que se habían perdido. De allí que hoy se pueda disfrutar de un interesante paseo por muchas salas que fueron pintadas por él mismo.
Durante la visita a las tres plantas de la Casa Museo podrás admirar un buen número de obras pintadas por Vasari y sus alumnos. Las secciones del museo son el apartamento con la Cámara de la fama y las Artes, la Casa de Abraham, la Sala de las Musas y el Salón Chimenea. Además, la Casa Museo cuenta con un hermoso jardín colgante que el artista personalmente cuidó.
La entrada a la Casa Museo de Giorgio Vasari cuesta unos 4 EUR.
Fuerte Medicea o Castillo de los Médici
Otra manera de comenzar una ruta por Arezzo es desde su punto más alto, donde el Castillo de los Médici domina el panorama de la ciudad y regala hermosas vistas de los valles que la circundan.
Esta fortaleza del siglo XV es uno de los edificios más emblemáticos de Arezzo. No solo ha sobrevivido al paso de los siglos, sino que refleja el poder de la familia Medici, una de las más famosas e influyentes de Italia. Fue precisamente esta familia la que auspició el crecimiento de la ciudad, después de ser recuperada del poder florentino.
El Castillo de los Médici posee forma pentagonal y 5 torres defensivas, siendo un claro ejemplo de las fortalezas construidas entre los siglos XVI y XVII. Es un sitio muy interesante para explorar, tanto los terrenos del fuerte como subir a la cima de sus almenas, las cuales regalan unas vistas de 360° de Arezzo. Además, desde el castillo parten los brazos de las murallas todavía circundan la ciudad con una red de bastiones.
A lo largo del recorrido por el fuerte irás encontrando placas informativas que detallan la historia de su construcción. Sin dudas que otro sitio más que interesante que ver en Arezzo.
Parques de Arezzo
Arezzo no es únicamente monumentos históricos e iglesias. La ciudad también se beneficia de tener muchos espacios verdes, siendo el Parco Sandro Pertini uno de sus mejores representantes. Este lugar es muy agradable para caminar, relajarse o hacer un pícnic. Se encuentra ubicado en la parte sur del centro de la ciudad, sobre la Viale Giotto, por lo que es fácilmente accesible desde el centro histórico.
El parque cuenta con varios senderos y vías para bicicleta que atraviesan sus terrenos, un gran estanque y varios jardines con muchos árboles que se disfrutan de manera especial en verano.
El Parco Sandro Pertini es otro espacio verde fantástico para relajarse y descansar, que además alberga algunos monumentos interesantes y senderos para hacer un poco de actividad física. Se encuentra ubicado entre la Catedral de Arezzo y el Fuerte Medicea, cerca de la Piazza Grande.
En su punto central verás un gran monumento a Francesco Petrarca, justo enfrente del campanario de la catedral. Detrás de él verás una área boscosa bastante grande lleno de árboles y plantas con caminos que conducen a los campos circundantes.
¿Qué ver en Arezzo de La vida es bella?
La Vida es bella es quizá una de las películas más emotivas de la historia del cine. Este film que hace reír y llorar en partes iguales se rodó en gran parte en el centro histórico de Arezzo, como también en algunos pueblos de sus alrededores. Por eso, visitar la ciudad es también recorrer los mismos sitios en los que sus protagonistas filmaron las mejores escenas del film.
Los sitios donde se rodaron escenas de la película incluyen la Piazza Grande, la cual aparece en varias ocasiones. La primera aparición es en una de las primeras escenas de la película, cuando el protagonista, Guido (interpretado por Roberto Benigni), llega a la ciudad con su amigo Ferruccio. Allí es cuando Guido se encuentra por tercera vez con Dora (interpretada por Nicoletta Braschi), quien sería su futura mujer.
En una de las escenas más famosas de la película se lo ve a Guido atravesando la Piazza Grande y las callejuelas del centro medieval en bici junto a su hijo Giusuè y Dora. Otro escenario de una escena memorable es en la Vía Garibaldi, en donde Rodolfo (el funcionario fascista prometido con Dora) se pone un gorro lleno de huevos que se desparraman por su cabeza, motivo por el cual persigue a Guido, quien se escapa en su bicicleta.
Si quieres seguir recorriendo las huellas de la película, entonces ve a la Piazza della Badia, que aparece tres veces en la película. Una de las escenas que se rueda aquí es el exterior de la escuela en la que trabaja Dora. Aunque, la primera es en la que Guido embiste a Dora con su bicicleta tras huir de Rodolfo luego de la escena de los huevos.
Otro de los escenarios emblemáticos de la película está cerca de la Piazza Grande, en la Vía Borgunto. Allí se encontraba la Cartolibreria Orefice (que sería la librería de Guido), a la cual le pintan el cartel con la leyenda “negocio judío”. Por su parte, cerca de la iglesia de San Francisco se encuentra el Caffe’ Dei Costanti. En esta escena se lo ve a Giosuè pidiéndole explicaciones a su padre por el cartel que había en el local: “prohibida la entrada a los judíos y a los perros”. Allí es cuando Guido le da una de las respuestas más divertidas de la película. Una curiosidad es que en este bar actualmente se vende una copa helada llamada La vita è bella.
Ahora, si te preguntas dónde se rodaron las escenas más duras de la película, las del campo de concentración, la respuesta es en un complejo industrial abandonado en el pueblo de Papigno, en la región de Umbría.
Si no viste este clásico del cine te sugerimos que lo hagas. De paso, harás un paseo por algunos de los sitios más emblemáticos de Arezzo, mientras disfrutas de las ocurrencias y los cómicos intentos de Guido por ver a Dora.
¿Cómo llegar a Arezzo?
La ciudad de Arezzo es fácilmente accesible en coche, en tren y autobús.
La mayoría de los viajeros que visitan Arezzo lo hacen en coche desde Florencia, que se encuentra a 80 km. Para eso debes tomar la autopista de peaje que llega hasta Arezzo, por unos 4 EUR. El trayecto dura una hora y media aproximadamente y es realmente encantador. Una vez en Arezzo no tendrás problemas para aparcar, ya que hay un estacionamiento gratuito y uno de pago justo a las afueras del casco histórico. Si dejas el coche allí, podrás acceder a la ciudad medieval a través de unas escaleras mecánicas.
Otra excelente alternativa es llegar a Arezzo en tren desde Florencia, Siena, Pisa u otras ciudades de la región o de Italia. La estación central de Arezzo posee conexiones con trenes regionales y de alta velocidad y queda muy cerca del centro histórico. Por último, tienes la posibilidad de llegar a Arezzo desde muchas ciudades italianas en autobús.
Finalmente, si viajas en avión tu destino de llegada será el Aeropuerto internacional de Florencia Amerigo Vespucci, desde donde podrás alquilar un coche o coger el tren y llegar fácilmente a Arezzo.
¿Qué comer en Arezzo?
Arezzo también se disfruta con el paladar. Por eso, dedica un tiempo de tu visita a sentarte a comer algo con calma y disfrutar como se debe de la comida típica de la Toscana. Si andas con prisas, haz entonces una parada técnica para comer una schiacciata (una especie de pan de pizza relleno de distintos ingredientes). Como sea, no dejes de probar algún plato en cualquiera de sus muchos restaurantes y tabernas.
La cocina de Arezzo se caracteriza por el uso de ingredientes de campo, mientras que los establecimientos para comer tienen una decoración tradicional y rústica. Alimentos tales como las setas, las pastas caseras, las carnes, los quesos y el aceite se disfrutan de manera especial. Todo ello acompañado de una variada carta de vinos producidos en la región.
Hasta aquí llega nuestra guía de viaje por la bellísima ciudad de Arezzo. Como pudimos ver, es una de las ciudades más bellas de la Toscana italiana, así que no dudes en incluirla en tu ruta.
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